Sucesos sorprendentes (Aria D'Angelo)

- Ante las pregunta no podía evitar sonreír y solo llevar a mi boca aquella bebida que nos habían servido era dulce y no muy amarga y al estar tan fría dejaba un toque en la boca... En algunos un cosquilleo - Imagínate que es un café frió con helado - luego de reírme un poco dejo caer mi mochila debajo de la mesa y continuo hablando.

- Pues me ha tocado viajar por tierra, pero no ha estado del todo mal... Claro si no cuentas las peleas con mi padre - dice mientras baja la mirada por un instante y no al pasar de un segundos sonríe - Pero cuéntame de ti, aparte no te da miedo perder en aquel juego. - dice mirando una esquina donde se posaba el juego de dardos que no hace mucho habían usado.

- Era bastante obvio que la puntería de Aria era bastante buena, más aun si trabajaba en un lugar donde muchos quizás también iban a jugar a un tablero - Tu puntería jamas superara la mía - digo mientras me rio un poco para ponerle un reto... Aria siempre había sido luchadora a pesar de los muchos inconvenientes que le traía la escuela, siempre salio adelante... Bueno, si dejamos de lado las pociones.

- Escuchaba atentamente sus palabras mientras llevaba pequeños sorbos a aquella bebida, era bastante fuerte y ya había visto muchos caer bajo ella, casi que subestimando la por su sabor... Era claro que Aria no había recibido las mismas insistencias que Isa y yo por parte de nuestro padre y el ministerio, pero era claro que destacaría algún día en algo.

- Cuando ella terminaba de hablar se acerco uno de los jóvenes que se encontraba jugando en el tablero dejando los dardo sobre la mesa - ¡Gracias! - la mire a los ojos y con un sonrisa - ¿Que dices? quieres ver como acabo contigo en el tablero - mientras mi sonrisa se torna un poco picara.

- Realmente me sentía cómodo con ella recordando aquellas tardes que compartimos los tres juntos... Pero por alguna razón algo era diferente, ella nunca haba generado esos nervios en mi. Sabia qu mi hermana en ocasiones me molestaba, pero siempre fue eso nada mas que un juego o no ?¿Eso crees? ya veremos como juegas - digo mientras me tomo lo que quedaba de la cerveza dejando una mirada a la dama que nos atendía para que las volviera a llenar cuando pudiera.

- Me junte a su lado No importa, de todas formas te ganare - digo mientras estando a su lado sonrió ligeramente mientras le guiño un ojo con cual picardia.

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- No pude evitar reírme junto con la camarera que se encontraba a nuestras espaldas, la mire casi que levantando un ceja mientras cogía uno de sus cachetes en cuestión de gracia... Era extraño que le haya dado a la pared, yo tenia claro que iba a ser difícil ganarle ya que poseía una gran puntería pero algo le perturbaba. Pero con una voz casi que mi mimada y mientras cogía uno de sus cachetes - Hay has perdido el don que llevabas... Ves te dije que no podías ganarme.

- Tome un poco de aire y antes de lanzar el otro dardo la mire mientras le volvía a guiñar un ojo - Parece que la pared nos deja 1-0 - luego de reírme un poco sabia que Aria siempre molestaba conmigo ya que Isa era bastante seria y en ocasiones se molestaba... Lance el siguiente con la esperanza de atinar.

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Regresé la mirada hacia el tejón con el ceño levemente fruncido; definitivamente las hormonas no iban a ser mis aliadas. Carraspeé para tratar de excusarme pero su pellizco en mi mejilla me calló.

Un lejano recuerdo me vino a la mente: Isabelle y yo correteando por los terrenos de los Poulain, un pequeño tropiezo, un leve corte y ese mismo pellizco en esa misma mejilla calmando mi llanto. Sí, ya habían pasado unos años desde entonces pero aquel hombre que me miraba, según yo pícaramente, seguía siendo Ed; y aunque me disgustara más de lo que quisiera reconocer, yo era y seguiría siendo aquella niña a sus ojos.

Levanté la mano para apartar la suya mientras juntaba mis labios.

-Un mal tiro lo puede tener cualquiera-repliqué mientras le dejaba sitio para lanzar.

"Céntrate y disfruta del juego, como si estuviera Belle aquí mismo. No veas boggarts donde no los hay..."

Me giré haciéndole una seña a la mesera para que nos trajera otras bebidas justo cuando el dorado lanzaba, volteé para ver su resultado sin poder contener mi sonrisa.

-Aún puedo alcanzarte-apoyé las manos sobre la mesa mientras mi pelo se deslizaba por mi espalda. Normalmente siempre me recogía el cabello en un moño nada cuidado, pero aquella noche estaba tan cansada que preferí dejarlo revolotear a placer.

- No puedo evitar sonreir cuando sujeta mi mano para retirarla - Perece que ya no eres una niña y buscas como hacermelo saber - Un ligero brillo se asoma por mis ojos recordandome el momento en que soliamos correr y sonrerir por mas cochinos y heridos que estuvieramos... Sin importar el regaño valia la pena sonreir.

- Mi tiro fue un completo fracaso, lo que me confirma que a pesar qe conozco a Aria desde hace muchos años y nuestras familias siempre han sido muy unidas; puede que aun sienta algo diferente por ella deje salir un gran suspiro mientras la obvservaba mientras lanzaba - ¿Y si hacemos esto mas emocionante? - Digo con la sonrisa algo traviesa que siempre se forma en mi rostro antes de cualquier travesura juntos.

- Por cada tiro que falle el que lanza se tomara una cerveza de las que nos andan sirviendo, pero si le atinas a un puntaje mayor a 80% el contrincante se tomara la cerveza - Digo mientras extiendo mi meñique hacia ella... - Si lo deseas yo empiezo.

-¿Emocionante?-unas risas se escaparon de mi boca.

Agité la cabeza en forma de negación.

-Ed-hice una pausa para mirarle a los ojos durante unos segundos-Eso suena el comienzo de una historia que termina en vómitos y...poca ropa.-me sonrojé un poco al pronunciar las dos últimas palabras.

Aunque hacía tiempo que no éramos niños, jamás ninguno de los dos habíamos hecho referencia alguna a que ya no jugábamos a coleccionar cromos, que los diferentes sabores de las grageas no eran lo más excitante de nuestro día y que lo agrio en ocasiones sabía dulce.

Bajé la mirada justo en el momento en el que la mesera nos dejaba los vasos en la superficie. No desaproveché la oportunidad y hundí mi alma en el vaso; cuanto más tiempo me mantuviera vertiendo el líquido en mi estómago menos incómoda podría ser la situación.

Quizás hubiera sido una buena decisión cenar algo, tal y como me dijo Rosmerta.

- ¿el comienzo de una historia que termina en vómitos y...poca ropa?... No se muy bien a donde llego tu mente, pero me gusta la idea - Digo mientras sonrio y la acompaño tomando la cerveza que recien nos habian traido.

-Realemente para nadie era un secreto lo seguiria despues dos jovenes jugando a llevar una vida de niños... El problema ahora solo es que realmente no concuerdo que me sucede cuando la veo, por que no puedo aclarar eso se que quiero cuidarla y protegerla como solia hacerlo de niños. Mientras la cerveza baja por mi cuerpo dejo que su mirada cruce con la mia, juntos con los vasos sobre nuestros labios no puedo evitar sonreir.

- Al terminar tomo uno de los dardo que se encontraba junto a la mesa, la miro unos intantes mientras guiño un ojo en son de picardia - Supera esto - Luego dejando mi mano lanzar aquel dardo que dependia los sucesos siguientes.

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Se suponía que una chica debía estar atenta a las famosas señales. ¿Pero exactamente cuáles son esas señales cuando se trata del hermano mayor de tu mejor amiga? ¿Pellizcos en la mejilla? ¿Miradas de complicidad? ¿Guiños traviesos? Todo eso más bien parecían gestos de complicidad sin ningún trasfondo erótico.

Terminé la cerveza antes de lo esperado mientras mantenía el contacto con sus ojos. Esto no era una buena idea, ¿dos cervezas en menos de una hora? ¡Si hasta beber dos vasos de agua sin pausa me sentaban mal!

Dejé el vaso sobre la mesa justo cuando la mesera regresaba con un par más. ¿A caso había oído las normas de nuestro nuevo juego? Volteé a mirar el local, únicamente quedaban tres hombres con túnicas raídas en una de las esquinas, aún así la dueña no parecía preocupada por cerrar.

-Creo que te toca a ti..-estiré la mano acercándole la cerveza mientras tomaba su lugar.

Parpadeé un par de veces antes de enfocar y agarrar un dardo.

-Veamos...-tomé aire y lancé.

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- Parece que la racha no era buena para ninugno de los dos, no podia evitar reir un poco, ni imaginar lo que estaba pensando la gente al ver que no le dabamos ni a la mitad.

- Al ver el rostro de aria al voltear y su tiro aunque mejor que el mio... No llego a las expectativas que llevabamos juntos.Tome una cerveza en cada mano y al regresar la recivi con una sonrisa, no habria otra persona con la que me gustaria estar pasando estos momentos...Deje una cerveza en su mano mientras las enlazaba para que al beberlas quedaran cruzadas

- Brindo por que no me gustaria pasar este momento con nadie mas y aunque sea la primera vez que salimos sin mi hermana, le estoy pasando bien - La mire a los ojos unos instantes - ¿Brindas? .

- Luego de eso me incorpore y me tape uno de mis ojos, realmente no esperaba que fuera mi mejor tiro... Pero si acertaba seria bastante divertido.

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Sí, lo había hecho un poco mejor que Ed, pero igual me tocaba beber la cerveza. ¿Cuántas llevaba? ¿Dos? ¿Debía tomarme otra? ¿Era estrictamente necesario? Suspiré resignada mientras Ed llegaba con los dos vasos.

-Eres consciente de que esto no tiene ningun sentido, ¿verdad?-dije mientras cruzaba el brazo con el suyo-Si seguimos así lo más probable es que empecemos a lanzarnos los dardos mutuamente...-me reí sin poder evitar derramar un poco de cerveza por mi mano.

Escuché sus palabras; ¿por qué tenía esa extraña manía de buscar grindylows en un desierto? ¿Por qué no podía dejar de tener doce años y empezar a utilizar la razón que supuestamente me caracterizaba en estos casos?

"-Pero es que me mira...
-Claro que te mira Aria, ¡tiene ojos!"

Aparté la mirada justo antes de asentir y brindar. Comencé a beber pero tras dos tragos tuve que dejarla a un lado; mi estómago comenzó a moverse como una acromántula. Posé la mano sobre mi vientre mientras veía cómo Ed destrozaba el moviliario del local.

-¡Acabarán echándonos!-comencé a carcajearme sin ningún reparo, definitivamente el alcohol empezaba a afectarme.-Anda, aprende.-agarré un dardo, flexioné el codo y...

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- Al ver la expresion de Aria supe que habia llegado a su limite, mientras intentaba acertar aquel dardo con la felicidad y emocion que jamas pensaria ver en ella a causa de un dardo; me acerque a la barra y pague aquellas cervezas y servicio que utilizamos... Bueno y uno que otro desastre gracias a nuestra fina punteria.

- Al volver vi que su tiro habia sido similar al mio con un poco mas de suerte al respecto, me acerque tome nuestros abrigos y cuando se volteo a buscarme la recibi con un fuerte abrazo tan calido - Gracias por acompañarme, si quieres podemos ir a caminar para que no te de un mareo y en la mañana no te tengas que levantar semi-muerta - Le ayude a poner su abrigo ligeramente mientras miraba sus ojos... Mi cuerpo se encontraba algo mareado me imagino que el de ella deberia estar por desplomarse, agradezco que mientras bebiamos no nos encontraramos sentados.

- ¿Que dices?

Lancé un dardo con tanto "ímpetu" que no llegó ni a acercarse a la diana, más bien se quedó a mitad de camino. Estaba tan convencida de que saldría victoriosa de ese lanzamiento que una risa extremadamente aguda empezó a escapar de mi boca. Tragué saliva tratando de callar aquel espantoso sonido, pero la cara de desconcierto de la mesera era tal que las carcajadas comenzaron a multiplicarse.

Al rato apareció Ed con los abrigos.

-No te pareces a Belle...-mascullé mientras le señalaba con el índice.

Como respuesta me abrazó; mi risa se silenció al instante. Recordaba su olor, muchas veces Isa se ponía las remeras de Poulain y una Aria preadolescente aprovechaba para embriagarse de feromonas. Quizás era el calor que empezaba a relajar cada uno de mis músculos, o puede que simplemente fuera el hecho de Ed era el hermano mayor de mi mejor amiga.

Lo cierto es que no sabía por qué, pero estaba disfrutando demasiado aquella mirada. Me apoyé en su hombro y salimos del local.

OT: