-Flor entre las zarzas- {Aria}

Estaba absorta en mis pensamientos, totalmente distraída de la realidad. Tantos trabajos por terminar, libros que leer, páginas que estudiar...
No se porqué, pero el curso estaba resultando más...¿Duro es la palabra?...que otros años. Si lo pensabas un poco, nadie tenía ganas de estudiar ni de concentrarse; pensar te hace recordar, recordar es lo lo último que quieres.
No había muchos estudiantes en el pasillo...para que engañarse, no había nadie.
Salí al pequeño patio que se encontraba entre los pasillos y me senté en una tapia, observando las zarzas y hiervas que crecían en el lugar. Vi una pequeña rosa blanca, apenas un pequeño capullo casi abierto, un copo de nieve rodeado de espadas de palo llamadas espinas, que prometían herir a cualquiera que te atreviera a tocar la pequeña flor que custodiaban.
Sin embargo, la tentación de ver aquella hermosa flor y de querer poseerla, me hizo acercarme y alargar la mano hacia ella.
Tomé la rosa, y al instante sentí la mordedura de una de las espinas. Una pequeña gota de sangre cayó sobre la rosa; el rojo brillaba sobre el blanco puro de la rosa. Observé la flor unos instantes antes de meterme el dedo en la boca, saboreando el saber metálico de la sangre.
Me senté en una de las tapias medio derruidas, dejando la rosa en mi regazo y pasando las manos por la falda del uniforme, en un intento vano de hacer algo con ellas.
Oí un ruido a mi espalda y me giré.

Una chica, que creo que era de Ravenclaw, pasaba por el pasillo. Parecía algo distraída, y me sorprendió que se dirigiera hacia el patio donde estaba.
Espera...¿Su nombre era Aria, no?

Si no recordaba mal, Aria era amiga de Isabelle.
Nunca había hablado con ella, ni si quiera le había dedicado uno de mis pensamientos.
No sabía nada de ella, tan solo su nombre y que pertenecía a ravenclaw...y que era amiga de Belle.

La miré cuando me dirigió la palabra y la observé durante unos instantes.
-Hola...Aria ¿Verdad?-Dije.

Era curioso encontrarnos en esas circunstancias, no creo que ninguna de las dos esperaba encontrar a nadie en ese lugar del castillo.
-Eres amiga de Isabelle ¿Verdad?-Dije-Es mi compañera de habitación-Añadí, a lo mejor pensaba que era indiscreta.-Soy Astoria, Astoria Greengrass-Dije alargando mi mano a modo de saludo-Soy de slytherin, aunque ya lo sabrás, supongo.

Sonreí cuando nos damos la mano a modo de saludo.
-Encantada de conocerte, Aria-La miré sonriendo un par de veces y la escuché hablar.

-Oh si! Belle y yo no somos exactamente mejores amigas, pero nos apoyamos la una a la otra...somos amigas/confidentes, supongo-Sonreí un poco.
Nos sentamos en la verja del jardín, se me hacía raro hablar con ella, nunca me había relacionado con ningún Raven que no fuera Luna.

-Oh! No tranquila-Sonreí-No ]me suele gustar estar sola, pero hay momentos de tranquilidad que surgen sin aviso que...bueno, que me gusta aprovechar, supongo-Sonreí un poco y volví a mirarla.
-Y bueno...cuéntame algo de ti, así nos conocemos!-Dije un una sonrisa en el rostro.

Sonreí un poco y negué con la cabeza.
-No, soy de 6º-Sonreí-Belle es mayor que yo, pero actualmente estamos bastante unidas ya que Slytherin...está vacío-Sonreí otra vez y acaricié la piedra de la verja.
-¿Trabajas en las tres escobas? ¡Nunca te he visto ahí!-Sonreí-Supongo que es un lugar agradable en el que trabajar.

Sonreí y miré el suelo durante unos instantes.
-Pues yo...yo tengo una hermana mayor que va a séptimo...eh...soy bastante buena en pociones y...estoy prometida con Draco Malfoy-Sonreí un poco-Supongo que ya lo sabrías, en el colegio se ha estado comentando.-Me encogí de hombros-Es lo que suele preguntarme la gente así que...mejor te lo digo yo-Sonreí un poco.

Sonreí y la miré, girando la flor entre mis manos.

-Es extraño, aunque te lo agradezco-Dije-No...no quiero casarme-Dije suspirando-No se me ha perdido nada en ningún altar...la palabra correcta sería decir que...me van a casar-Dije

Miré al suelo durante unos instantes, perdida en mi mente durante unos segundos que para mi fueron años.

-Todavía queda un reguero de pólvora que enciende la explosión de la sangre pura-Dije-Es increíble que aun haya gente que piense que los que venimos de familias puristas seguimos siendo superiores...es terrible.

Respiré hondo y solté el aire despacio, intranquila.