[Clase] Conociendo el Núcleo (Alumnos)

Transfiguraciones

La profesora MacGonagall se encontraba al frente de la clase, observando apenada como apenas había alumnos aun recorriendo los pasillos del colegio, aceptando que debería poner las cosas básicas, cosa que a los más grandes probablemente les desagradaría pero que ella había aceptado no quedaría otra opción.

Al menos hasta que hubiera un personal estable y alguien que diera las clases de Transfiguración necesitaba a todos juntos para poder tener el tiempo necesario para hacer todo. Era terrible, pero necesario, era lo mejor que tenía.

"Tomen asiento, no se queden en la puerta que interrumpen el paso, anda, rápido, rápido..." Apuró moviendo su mano donde la piel arrugada se veía algo reseca, recuperando el semblante acostumbrado de antes de la guerra. Desde que había ocurrido aquello había ganado un cierto status entre los alumnos que antes no tenían, muchos aun hablaban sobre ese momento en que enfrentó al anterior director y de la protección que les brindaba desde el puesto de profesora en esos momentos de necesidad habiéndole dado un reconocimiento que antes no tenía y aun así no parecía que hubiera perdido lo estricto de su mirada.

"Señores, vamos a retomar lo que el anterior año habremos visto... ¿Alguien me puede señalar los tres tipo de transfiguración y cual es la función de cada una?"

Me sente e la segunda fila de la clase y estaba pensando en la pregunta de la profesora pero no estaba segura del todo asi que preferi no responder y mientras tanto trataba de buscarlo en el libro para ver si podia encontrarlo.
No habia estudiado nada este verano, haba aprovechado el maximo el tiempo con mis amigos para despedirme y despues con el traslado no sabia donde estaban la mitad de mis cosas, y ayudando a papa y mama a desempaquetar todo, no no habia tenido tiempo para pensar en estudiar.

Sorprendentemente, Cromwell llegaba temprano, y no era por un miedo inconsciente a que MacGonagall lo transformara en una bicicleta, simplemente estaba cerca del aula cuando se dio cuenta de la hora, y no tenía nada más que hacer. Quizá la falta de gente y actividades secundarias en Hogwarts convertirían a Alan en un alumno más aplicado, o le volverían demente, ¿Quién sabe?

Entró y no vio a ninguno de sus conocidos, salvo a Trix, pero por ahora prefería no sentarse a su lado..ya habría tiempo para mujeres y cosas más complicadas que la pregunta que hacía la Directora, una pregunta de primer año que todo alumno respetable tenía que saber. Levantó la mano mientras se acomodaba en el pupitre de madera maciza y cuando se le dio chance, respondió.

Transformaciones para cambiar un objeto, Conjuraciones para hacer aparecer cosas y Destransfiguraciones para contrarrestar las Transformaciones Directora.-Sintético y sin detalles excesivos, como le gustaba responder.
En vista de que Snape se quedaría indefinidamente en Hogwarts, no estaba mal subir un poco el nivel para equiparar la catarata de puntos negativos que podría causar.

Me adentro a la clase, sin sorprenderme que los primeros estudiantes seamos todos de Ravenclaw. Alzo mi mano ante la pregunta de la Profesora Macgonagall, pero Alan contesta primero, de una manera tan correcta que no hay nada más que agregar. Eso tenía que representar al menos unos 10 puntos para nuestra casa.

Por el momento me mantengo a la expectativa, dibujando con mi pluma garabatos en la esquina de la mesa.

Transfiguración era mi segunda materia favorita. Quería convertirme en una animaga en algún momento, así que sabía que debía cursarla, aun cuando McGonagall fuera una de las profesoras más exigentes que había visto jamás. Y sin embargo, la primera clase que había tomado con ella había decidido que esa mujer era sorprendente en todos los aspectos, por muy Gryffindor que fuera. Desde qué se había transformado en gato, hasta que se había deshecho de Snape.

Entré en su clase con buenas expectativas, aun cuando estuviéramos todos juntos sería interesante aprender algo nuevo, volver a distraerme con las clases me haría mucho bien y quizá pudiera convertirme pronto en animaga, lo cual sería lo mejor. Sabía incluso que animal quería ser, aunque había oído decir que el animal escogía al mago... O algo así.

Entro y me siento casi al frente, junto a Luna, pues no distingo más que a una pequeña hiperactiva de ¿cuarto? ¿tercero? Y a Cromwell, de Ravenclaw, con quién prefería no hablar. Allí estaría bien. Quizá fuera Luna o Astoria... Sabía que ambas tomaban la clase.

La directora hizo una pregunta que todos deberían conocer y Cromwell fue el primero en alzar la mano. La verdad, no le parecía mal volver a repasar lo básico un poco, porque siempre ayudaba a afianzar conceptos. Eso si no estabas en Historia de la Magia. Historia de la magia era la materia más infumable que nunca había existido.

Entre en la clase de transfiguraciones siempre le habia parecido muy curiosa esa clase.
La daba la directora y en clase estaban todos los cursos juntos, logico, este año en todas las escuelas de magia las cosas habian cambiado y eran dificiles pero estaba bien seguir adelante.
Vaya alli estaba la tia que me habia gritado en el comedor y ¿la rubia que me habia besado? no, no estaba
Me fui a sentar a su lado (Isabelle) y susurrando le dije -Me siento contigo para que veas que no te engaño con nadie mas "cielito" luego podemos hablar de la clase de relacion que quieres que tengamos
Le guiñe un ojo y comenze a buscar eso que preguntaba la profesora en el libro

Pasillos vacios, pasillos vacios y obscuros; por ahí andaba yo de nuevo, expuesta, fría; sin ganas reales de ver o sentir nada, solo desaparecer, desaparecer como siempre. Había subido lenta hasta el segundo piso y es que me había perdido un poco, llegando después por eso; porque me había perdido en las escaleras que se movían, al estar mirado el piso mientras me sumía en mi misma, acabando perdida de pronto y tardando en encontrar mi camino.

Iba envuelta en el uniforme que me habían dado, con algunas plumas entre los bolsillos de la túnica; pero por otro lado había olvidado los libros, simplemente había salido sin ganas de pensar en nada y por eso los había olvidado, llevando con migo solo aquel libro de mis dibujos mio, pero no los que me eran para estudiar. Un suspiro creo que libero al ver la puerta de la sala, tomándome una mano bajo las ropas para acercarme a esta, mirar y de pronto ver como una mujer me apura con sus manos en la entrada.

Creo que un entumecimiento me recorre entera tensándome mas, pero tras un instantes me adentro, bajando mi mirada en silencio mientras miro diminutamente la sala, escogiendo irme a la fila anterior antes la ultima del fondo, ahí; en el pupitre que me dejaba junto a la pared de la sala. Todo en silencio, tratando que mi pasos no se escuchasen, mientras le lanzaba una mirada de reojo a la señora que nos miraba.

La respuesta no la conozco, pues era mi primera vez intentando aprender en esta aula; poniendo nerviosa mis manos una sobre otra en mi pequeño libro de dibujo, nerviosa y entumida mientras me quedo en mi esquina mirando por el rabillo un poco a los otros; a esos otros que casi no reconozco de nada excepto por aquella chica del cabello claro de nuevo, la que me hablaba en el "exterior".

Si me lo preguntaban, consideraba a McGonagall una mujer extraordinaria. Era la mejor jefa que podíamos tener en Gryffindor y quizá una de las mejores directoras que nunca pisaría Hogwarts. Pero lamentablemente Transformaciones no era una de esas materias en las que yo era un genio marca Hermione Granger, lamentablemente. Me defendía y ponía empeño pero sabía que en ese momento no tenía la cabeza para tomar clases ni en nada parecido. Aún así, que las clases volvieran a empezar era una buena señal en todas partes y no debía olvidar que sólo tenía once años. Aun tenía mucho camino para recorrer mientras intentaba convencer a todos de que la guerra era sólo mala.

Caminé por los pasillos, con la túnica de Gryffindor puestos, esos colores que me enorgullecía en llevar desde el mismo momento en el que el sombrero seleccionador me había enviado a la casa de los leones. Escarlata y dorado, colores que siempre habían estado asociados a a valentía, aquello que me había prometido que sería para no dejar que la muerte de Colin fuera en vano. Apenas llegué con tiempo a la clase de McGonagall y entré para encontrarme a todos los cursos juntos. La primera vez que había oído eso se me había caído el agua a los pies, pues muchos eran mayores, pero cuando había visto lo pocos que éramos había comprendido el por qué de aquella medida. Además de que muchos estaban sumamente atrasados.

Cuando llegué, me fijé en un chico enorme, la pelirroja loca del gran comedor junto a Luna. A Alan contestando una pregunta y a la chica hiperactiva de por allí. Y a ella. Ella, con mayúsculas, porque era ante la única que me había atrevido a desangrar mis sentimientos y convertirlos en lágrimas. Niniel. Estaba casi hasta el fondo, donde al parecer se podía camuflar con la pared, así que me dirigí hacia allí y cogí el pupitre de al lado de ella.

—Hey —intenté mostrarle aunque fuera una media sonrisa mientras me dejaba caer en la silla—. Hola.

Volví mi cabeza hacía el frente, para poner atención a la clase. Transfiguración era una de esas materias en las que no podía distraerme o todo podía acabar en una tragedia. Por mucho que me gustara.

Entro en la clase, viendo los pocos que eramos. Era agradable volver a retomar las clases normalmente pero a veces era deprimente ver que pocos habíamos vuelto después de la guerra, aunque era agradable ver a la jefa de casa nuevamente en esto. Desde que había asumido su puesto no teníamos muchas oportunidades de verla.

Recorro con la vista los bancos. En el fondo estaban Dennis y la chica depresiva de Hufflepuff. No tenia ganas de deprimirme con el aura de ellos dos, así que me dirigí directamente a los primeros asientos donde estaban los demás. Saludo a Luna y a Isabelle con la mano, antes de dejar todas mis cosas en el banco contiguo, escuchando la respuesta que da Alan a la profesora.

—Hola... "cielito" —dije por lo bajó y dibuje unas comillas con las manos cuando aquel gigantón término de hablar—. De momento, no me interesa ningún tipo de relación, porque al parecer tienes pegue en la escuela...

Sonrio al recordar como Solar también le declaró su amor, a pesar "de lo feo" que era, justo cuando la ve entrar a la clase y sonríe. Le respondo el saludo, esperando que McGonagall no acabe por regañarnos porque nos estamos tomando su clase como "hora de socializar".

Volvía a llegar tarde, no sé qué es lo que me pasaba en esa semana, pero esperaba que terminase ya.

-Disculpe profesora-dije entrando nerviosamente en la clase. Me dirigí hacia el otro asiento libre que había junto a Isabelle y me tropecé con la enorme pierna del gigante dándome un golpe en la rodilla.

-¡Auch!-me senté con los labios apretados tratando de disimular.

La túnica se me hace un poco pesada, y es que en ese momento la siento demasiado; como una tela de la cual soy demasiado consiente sobre mí, seca y un poco rasante en mi cuello, ahí sobre mi pecho. Yo pensaba en eso, de pronto pensaba mas todo eso que se puede sentir si una se concentra que en todos los demás o la clase, ahí; con mi hombro tocando la pared, teniendo mis manos sobre el único libro de dibujo que había traído y encogiéndome entera como si realmente me quisiese meter en ese muro de roca que parece mi guarida.

Tal vez trato de prestar algo de atención entre todo eso, pero no puedo; me cuesta demasiado quitarme todo cuando escucho entrar a alguien, no queriendo mirar hasta que aquella persona ojala pase hacia adelante de esta muñeca que no quiere que sepan lo que es. Los pasos, el movimiento se detiene un momento; pero después no avanza hacia el frente, si no que hacia mí; yo me giro para mirar y lo veo a él, a aquel chico que ya sabía lo que era; acercándose a mí, sentándose a mi lado y es que tal vez era por eso, porque ambos sabíamos lo que era el otro; el sobre esta muñeca que podía ser tomada y yo sobre lo mucho que le dolía adentro a él también.

Hola... Es todo lo que le respondo enderezándome un poco, no sabiendo que hacer, como siempre no sabiendo que hacer; quedándome de pronto mirándolo de reojo por un momento mientras él se concentra hacia adelante; observándolo, no sabiendo bien porque lo hago pero haciéndolo por más tiempo que un simple momento, acercando silenciosa mi mano un poco a la suya tal vez; cuando de pronto otra entra, otra entra haciéndome bajar mi frente sobre mi libro por un instantes de antes de intentar volver.

"Muy bien, señor Comwell." Asintió al chico de Ravenclaw, lamentando que de momento no podía dar puntos para las casas hasta no reparar los relojes para llevar las cuentas. Pero todo a su debido tiempo.

"Como bien dijo Mr. Cromwell, hay tres tipos de transfiguraciones, la rama que nos centraremos de momento será la de Transformación haciendo una convinación de encantos, para los primeros cuatro años, abran el libro en la página 126, revisaremos o recordaremos el hechizo Fera Verto. Este implica por supuesto el convertir en una copa un animal viviente... por el contrario, de quinto a séptimo, quiero que abran el libro avanzado en la pagina 254, transfiguraciones de hombre a animal. ¿Alguien puede imaginarse como se relacionan estas transfiguraciones?" Preguntó a todos esperando a que alguno o quizá varios ofrecieran una respuesta a su pregunta.

Ya había empezado la clase y no sabía como hacer, lentamente entrando por lo bajo, buscando un lugar en la última fila y sentándose rezando que nadie hubiera notado su presencia... cosa imposible de lograr considerando que todos los hombres en la cercanía cuando entró se giraron a verle y solo le quedó mirar de frente a la directora que le miraba molesta a pesar de saber las razones que tendría ella para llegar tarde a clase.

Quizá es por eso que la miró feo y no comentó mientras buscaba junto a quien podría sentarse.

Noté un aura demasiado familiar en el aula, me giré sorprendida y la vi: ojos de un azul penetrante, cabello dorado, piel pálida pero hermosa y labios rosados. No había duda, era una veela.

Me giré tratando de que no notara mis miradas, pensaba que no había ninguna veela en Hogwarts, almenos ninguna pura. Todos los alumnos suspiraban a su paso y se inclinaban en su dirección. Sabía que no era bueno prejuzgar a nadie, pero mi pasado en ese aspecto siempre me controlaba.

Escuché las palabras de la profesora McGonagall así que abrí el libro por la página 254, no miré las hojas ya que había estado leyendo esos capítulos antes de viajar a Hogwarts y podía recordarlo. La teoría era fácil en Transformaciones, el problema para mi estaba en llevarlo a la práctica.

Ah, los tiempos en los que un simple y sencillo Fera Verto podía garantizarte una buena nota en Transformaciones, esos tiempos habían acabado para Alan, más ahora donde los grupos estaban tan gruesamente divididos y el era de los más chicos entre los más grandes.

Abrió el voluminoso ejemplar de "Transformaciones Avanzadas" y buscó la página que señalaba la Directora buscando la respuesta adecuada. Estaba realmente perdido en cuestiones de magia teórica y la pregunta de McGonagall le incitó a aquella vocecilla en su cabeza que le decía que tenía que ponerse manos a la obra si quería aprobar el TIMO de Transformaciones.

¿Algo acerca de unas leyes inviolables de la transfiguración? Bah, no tenía idea, mejor que respondiera otro.

Abro la página y voy repasando las palabras. Entonces levanto mi mano.

-Ambos consisten en tomar un organismo complejo y cambiar su anatomía y materia para convertirlo en algo más sencillo. El humano a animal y el animal a copa. Para ello también hay que tener en cuenta la proporción y sobretodo ser extremadamente cuidadosos y estar muy concentrados al hacerlo, puesto que mal realizado puede tener efectos irreversibles. Aún más, no debe usarse como un simple juego o castigo, siendo considerado un abuso tanto para el animal como para el humano afectado.-

Intento no mirar hacia Draco, recordando que él había pasado por aquella experiencia, y que seguramente no había sido nada agradable.

Recordaba el hechizo que la profesora habai dicho Fera Verto pero no estaba segura de poder realizalo con precision.
Alze la mano y pregunte -¿Probamos ha hacer Fera Verto?¿Que usamos?
No estaba muy segura de si esto era teoria o solo practica asi que no queria acelerarme, preferia preguntar las cosas 2 veces ha meter la pata

Off rol: Tiramos para ver si nos sale o interpretamos que si o q¿?

Yo no tenía libro, cuando salí no había querido pensar en nada para no me doliera, y ahora no estaba; me pedían verlo, y solo estaba aquella libreta de mis dibujos. Yo... ¿Qué hago?... No tengo libro, le pregunta a el quien me acompañaba; mirando un poco los que el saca, no pudiendo preguntarle por uno de los suyos realmente; pero esperando, esperando que tal vez el se diera cuenta y me quisiese dejar ver, solo por si el quería, solo si el quería...

Escucho un poco las voces, la de la señora del fondo, el que le habla; pero especialmente a ella, aquella chica ante la cual había caído afuera cuando creí que me volvería a hechizar. Y es que lo cuenta me hace algo, me hace imaginarlo; ser convertida en algo que no quiero y es que me había pasado... O no le sé, en verdad no lo sé; pero escuchar como lo llama "abuso" hace que se me apriete el pecho como queriendo salir de ahí; como si de pronto solo quisiese salir corriendo de ahí o hundirme en el piso.

Alcé la mano, estructurando una respuesta en mi cabeza y cuando Luna terminó de hablar y otros más dijeron cosas que no estaban relacionadas con lo que estábamos estudiando los alumnos más avanzados, alcé la mano.

-Bueno, existe la transfiguración de animagia... -empecé-, que ya es de por si peligrosa y realiza el mismo mago en cuestión, pero cuando se transforma a una persona en animal en contra de su voluntad, los resultados pueden ser todos menos los esperados, para eso es necesaria una increíble concentración, ¿no? -Me quedé callada un momento, esperando la aprobación o no, de McGonagall-. Por supuesto, ambas transformaciones resultan similares en la teoría, pues toda transformación consiste en cambiar la estructura molecular de un objeto o animal. Sin embargo, en el caso de los humanos, es más complicado, pujes intervienen otros factores... En el caso de un mago, por ejemplo, su nivel de magia.

Oh no, ¿humano a animal? Esto no estaba pasando en su primer clase de transfiguración.

Las manos sudaban frío, la mente estaba en blanco y solo podía sentir el latido de los animales que comenzaban a circular bajo sus dedos. Ese latido único que lo hacía ser quien era y lo observó, sabiendo lo que pasaría de solo tratar de tocar el animal que por suerte no era para ella... realmente esto no era bueno, no era nada bueno.

Quizá debiera huir mientras podía... oh, dioses, como llegó tarde MacGonagall ya notó su presencia demasiado... no había remedio. La pregunta sería, ¿quien sería el pobre desafortunado al que debería tratar de transformar?

Esperaba que la Directora no nos hiciera transformarnos a nosotros, desvié sin poder evitarlo la mirada a Malfoy a quien había convertido en un hurón en el cuarto año. Sin duda aquello no había sido agradable, en especial para alguien como el. Levante la mano.

-Las transformaciones de animagia convierten a uno en un animal determinado, pero siempre en el mismo una vez que se elige, en cambio las metamorficas que nos pueden convertir en cualquiera animal que deseemos son mas dolorosas y pueden si no se tiene experiencia, control o concentración pueden dejar a uno con consecuencias irreparables. También influye el tiempo que uno pasa convertido en el animal, ya que comienza a tomar hábitos o costumbres de aquella criatura. La diferencia es que los humanos eligen hacer esa transformación, algunos - Agregue recordando a Malfoy que no había querido ser hurón - En cambio los animales a los que se los transforma no tienen decisión sobre ello y tal vez las consecuencias no sean tan severas como para un ser humano. - Dudo unos momentos sobre si seguir o no - Después están las transformaciones involuntarias pero eso no viene del lado de la magia sino de condición de cada uno...-

Asentía la profesora a cada respuesta, esperando para anotar los que respondían a las preguntas y tomando nota de los alumnos en el aula.

"Muy bien, divídanse en parejas para practicar los hechizos, 4to año hacia abajo y 6to con 7mo, si alguien no tiene pareja puede acercarse a otros. Recuerden el correcto movimiento de la varita y visualizar el objetivo. Es normal que estos hechizos no salgan en la primera pero tengan cuidado siempre con la pronunciación." Explicaba a medida que comenzaba a caminar hechizando cajas con ratones en los asientos de los de menor edad.

♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣

La regla será con dados y será la siguiente:
Los alumnos menores tirarán 1d10 y deben sacar 7 o más para que el hechizo funcione, pueden tirar varias veces, cada tirada implica 15 minutos y un error en el hechizo.
Quienes tienen transfiguración como materia predilecta bajarán la dificultad a 6, quienes la tengan como su peor materia la aumentarán a 9.

Los Alumnos de 5to, 6to y 7mo tirarán 1d15
5to: Dificultad 13
6to: Dificultad 12
7mo: Dificultad 10
Si la tienen como materia predilecta la dificultad bajará en 2, si la tienen como su peor materia aumentará en 3.

Me pongo en pie de inmediato, y sin preguntar siquiera tomo a Draco de la mano para ponernos en posición.

-Hola.- Le saludo cuando quedamos frente a frente. Por ahora dejo la varita en mi bolsillo. Tomo su mano derecha y la sostengo entre mis manos un segundo. -Como mago adulta y consciente de mis actos, y en plena confianza de tu habilidad como mago, te permito a ti, Draco Malfoy, que me transformes en un animal.- Le sonrío, antes de soltar su mano y retroceder unos pasos para dar la distancia prudente. Tomo aire profundamente. -¿Puedes convertirme en conejito?-

Confío en ti:

Me sonrío levemente cuando ella me agarra de la mano y me saluda. Me agradaba que tuviese esa confianza conmigo. De hecho cuando la profesora había dicho que nos pusieran en parejas había pensado en buscarla a ella para que fuera mi compañera.

-Luna prometo intentar dejarte como un conejito suave y esponjoso...-

Tomo mi varita, concentrándome para poder realizar el hechizo y esperaba poder lograrlo.