[Baile] All Hallows Eve § Comunal

El sonido de risas y de pasos apresurados me hacen detenerme un instante cuando reconozco una franja de cabello rojo bajando las escaleras cerca de donde estoy. Solo entonces noto que no va solo.

-Hola Ronald. Te ves muy apuesto.- Saludo, y luego sonrío a su acompañante. -Buenas noches, profesora Gammel. Disculpen, ¿han visto a Harry Potter? Me dijo que iríamos juntos luego que no me respondieras la carta, Ronald.- Sonrío con mis ojos grandes hacia el Weasley. No lo culpo, no parece que haya mucha gente que quisiera ir conmigo al baile despues de todo. -Supongo que se ha retardado.-

Post de Hannah:

Muevo la cabeza y me topo con una cara conocida que me hace sonreír casi inmediatamente, no sé si ella ya me ha visto, pero yo la reconozco inmediatamente, a pesar de que sin las trenzas se ve diferente y el vestido que lleva no es precisamente su manera normal de vestir. Tomo a Percy de la mano antes de que pueda decir nada realmente y lo arrastro unos metros conmigo hasta que estoy frente a la mismísima Hannah Abbott.

—¡Hannah! —la abrazo antes de que pueda decir nada, todos esos meses sin vernos, a pesar de las cartas esporádicas, hicieron estragos en nuestra relación, pero no en el cariño que le tengo a mi mejor amiga, porque lo es—. ¡No esperaba verte aquí! —confieso, y me separo de ella, antes de que Percy, si es que me ha seguido, se sienta incómodo ya que quería sali a bailar y yo en realidad estoy allí, abrazando a Hannah—. Ehm... ¿recuerdas a Percy Lightwood? ¿De Ravenclaw? Es mi pareja de baile... Ehm... Percy, ella es Hannah.

Ya de por si había sentido fluir la adrenalina por todo mi cuerpo al robarle aquel beso y ella se dejara llevar, pero la piel se me encendió aún más cuando sentí sus labios en mi cuello. ¿Quién dijo que haría frío esta noche? No entendí lo que susurraba, así que me incliné un poco más.

-¿Que has...?- Pero un ruido a mi espalda me hizo olvidarlo, viendo como uno de los altavoces se incendiaba. Sin haberlo pensado bien había interpuesto mi cuerpo entre el de ella y el pequeño caos, y no me di cuenta hasta que hubo pasado la situación y me encontré abrazándola lejos del peligro. ¿Y esta vena protectora de donde ha salido?

-Habrá sido algún malfuncionamiento. Tengo entendido que Louise acostumbra atraer accidentes...- Dije sonriendo. Como respuesta a su última pregunta, coloqué mis manos en su cintura, y comencé a moverme de un lado a otro, intentando no pisarla. No soy el mejor bailarín del mundo, pero al menos esta es una canción lenta. Esta vez son mis labios los que rozan su hombro desnudo. -Espero que tu acompañante no se moleste que le haya robado su pareja.-

No había podido evitar ponerme en tensión al escuchar la explosión, mi mano cerrándose rápidamente alrededor de la varita que llevaba entre los pliegues de mi falda. ¿Qué ha pasado? ¿Sólo una jugarreta o había algo escondido entre esas llamas? Como si fuera lo más lógico alcé mi mirada, buscando la marca tenebrosa brillando allá arriba... Pero antes que mi mente regresara a las pesadillas en las que se había envuelto mi vida años antes, recibí aquel abrazo cálido y familiar.

-Susy...- Respondí por fin, abrazándola de vuelta con ojos cerrados. Cuando nos separamos le dediqué una sonrisa sincera. -Si, tampoco estaba segura si vendría... Pero aquí estoy.-

Hay muchas cosas que quisiera contarle, aquellas que no se pueden decir en cartas. Aunque no es el momento. Miro a Percy un momento, luego a la pelirroja que parece nerviosa y feliz, y entendiendo que es importante para ella vuelvo a mirarlo a él, acercándome para saludarlo también como a un viejo amigo.

-Claro. Percy Lightwood. ¿Cómo has estado?-

¿Pánico? Realmente deberían matar al que había prendido fuego el altavoz porque de repente los HITWIZARDS pararon la música mientras ella se escabullía en busca de la persona que sabía que realmente usaría esta tonta distracción.

Estaba buscando un pavo real que puede llegar a matarlos a todos cortesía de una jugarreta de alumnos mientras los Hitwizards avanzan comenzando a revisar las varitas de los chicos, una por una, el baile se había detenido e incluso la música había dejado de sonar, Judith miraba al profesor que se encontraba a su lado con los alumnos. Sentía compasión por el pobre diablo que había iniciado el fuego, la única razón por la que los Hitwizards podían saberlo era porque físicamente estaban rodeando la zona, quizá alguien vio algo.

Solo espero que sea una revisión superficial porque mientras más tiempo esté parado el baile en más peligro nos encontramos. Solo veo una Hitwitch no moverse, puede quien esté a cargo o simplemente que no le interesa estar parada toda la noche aquí por lo que camino sin preocuparme por ella al borde de los árboles y en dirección al borde del Lago Negro, el lugar que mas temo que alcance.

Hizo oídos sordos a la sugerencia de Lynnea de bajar la velocidad, aunque tampoco intentó movimientos bruscos o pasadizos traicioneros mientras la llevaba cargada, también entre risas. Y se le amplió la sonrisa cuando escuchó la posibilidad de encontrar chocolate caliente.

-Nah, estoy seguro que encontraremos a unos cuantos, aunque sea limpiado los hornos. Primero se mueren de un infarto antes que dejar de atender las cocinas de Hogwarts...- Le logró responder, antes que escuchara su nombre pronunciado por alguien que no era la mujer en su espalda. Se sostuvo al pasamanos justo a tiempo, o tanto él como la profesora de cabello blanco hubieran rodado por las escaleras.

-Eh... Hola Luna.- Dijo, con la misma sensación de no saber como hablarle a la lunática. Y se mezcló con la sensación de culpa al recordar la carta. -Si.. esto... perdona que no respondiera. Ya estaba comprometido... No, no he visto a Harry.-

Rió hasta que sintió el repentino frenado del cuerpo que la cargaba y las palabras de otra chica, asomándose sobre su hombro para ver curiosa el intercambio y apenas entendiendo lo que se trataba.

"Lo siento. Es cierto, Ron me había dicho cuando se anunció el baile..." Admitió con una leve sonrisa, aunque entendía la sensación de que le habían dejado olvidada por alguien que es un amigo. Ya luego le recordaría a Ron, pero no iba a dejarlo mal parado frente a amigos, la rubia después de todo era amiga de Ron y él sabría lo que estaba haciendo.

"Te ves linda, Luna Lovegood, solo un tonto te plantaría." Aclaró con una sonrisa tratando de ser amistosa. La chica se había esforzado y el traje le quedaba precioso. "¿No están tus amigos en el baile?" Indagó curiosa, acomodándose para enredar mejor las piernas en la cintura de Ron. Muchos dirían del tema de la profesora y el adolescente recién graduado, pero la realidad es que no tenían tanta diferencia de edad si es que alguna con lo inmadura que es ella. "Sino, si a Ron no le molesta puedes venir por una raza de chocolate."

Sabía que le estaba imponiendo la presencia de la rubia a Ron aunque él no estuviera de acuerdo, probablemente diciendo que si para no quedar mal, pero no le gustaba ver a la gente sola y aun menos cuando es plantada así.

Me escabullo. No deseo que me vean. Sé lo que piensan que haré, sé que me consideran una amenaza. Y lo soy. Soy una amenaza porque ya no tengo cadenas que me retengan, no tengo nada que detenga mi deseo de venganza.

Menos aquí que tengo lo que más me puede llegar a servir en este momento. Si Voldemort pudo hacer esto. Por que yo no? Es egoista, egocentrico, desalmadao. Pero no me quita el poder de decidir sobre mi destino. Sobre nuestro destino. Aunque la Reina no lo quiera aceptar, yo quiero salir. Debemos destruir lo que nos ha dañado, no solo encerrarlo y hacer como que no paso nada.

Necesito dejar de sentir esto. Mis padres deben desaparecer, con o sin Chasire. No puedo dejar que me detengan. Que paren mi ira. Asi que corrí. Corri con estas botas que fuimos a comprar con Luna a Hogsmeade, entre los bosques. Entre las ramas. Ni siquiera me detuve a saludar a la gente o aparentar que estaba en el baile, solo tengo un destino en mente y es la orilla del lago.

Sonreí un poco y me agarré al cuello de Sam, cerrando los ojos cuando sus labios se posaron en mi hombro.
-No he venido con nad...-Dije
La música paró y comprobé con terror como algunos "guardianes" arrebataban las varitas a los alumnos y las revisaban.
*Joder joder joder...piensa Astoria*
Me mordí el labio inferior, si me pillaban, me expulsaban...o algo peor.

-Sam, tengo algo de sed, ¿podrías traerme un vaso de agua, por favor?-Sonreí-No te acerques mucho al ponche.

Esperé a que se diera la vuelta y huí hacia las mesas de comida, dejando caer mi varita y escondiéndola bajo la mesa de una patadita.
Luego busqué con la mirada a Nott y a Belle, que parecían estar algo concentrados en lo suyo.
Los agarré de la camisa y los separé.

-Tenemos problemas...bueno, ¡yo los tengo!-Susurré-Mirar a esos-Dije señalando a los que revisaban las varitas-¿Qué hacemos? He escondido la mía...no creo que puedan relacionarme con el altavoz...¿no?

Suspiré y me crucé de brazos, nerviosa, pero al ver que uno de ellos se acercaba, aparenté tranquilidad.
-Se acerca uno-Susurré.

Cosas que pienso en ese maldito momento: "Astoria, voy a matarte lentamente. Muy lentamente, de hecho, voy a hacerte tiras porque...". Me muerdo el labio y volteo a ver a Nott, pero ya vuelve a tener su cara de nada. Demonios, ¿por qué ha tenido que interrumpir?

Sin embargo me pongo en alerta cuando señala a los Hitwizards y es obvio que se ve nerviosa. Respiro hondo un par de veces antes de pensar rápido.

—No tener tu varita cerca y no parecer a punto de un ataque cardiaco —le respondo—. Aunque quizá, quizá, podamos generar una distracción, querida para que desaparezcas o te lleves a tu acompañante muy lejos...

Miro a Theo y no pienso demasiado antes de hacer la estupidez que voy a hacer. Lo jalo de la mano hasta una de las mesas tirando la comida que estaba allí, que al menos no eran los muffins, esos debían quedar a salvo porque Luna, Solar y yo nos habíamos roto la cabeza ideando la broma y me subo con agilidad, poniéndole el brazo en el hombro y haciendo que me pongo el suyo en la cintura.

—Más te vale saber bailar bien, Nott —le digo al pegar mi cara casi con la suya—. Queremos que nos pongan atención.

-Pues claro que te saco a bail...-A penas iba a agarrar a Belle de la cintura cuando apareció una Astoria salvaje y casi nos infarta.
-Hombre tranquila, no nos interrumpes ni nad...¿Qué?-Vale, tenía razones para preocuparse-Haz caso a Belle, sal de aquí.

Belle casi me arrastra a la mesa, y aprovecho el desorden para patear la varita de Astoria que curiosamente estaba bajo esa mesa y compruebo con alivio como Astoria la toma y la esconde.

-¿Qué si se bailar?-Sonrío-¡Eh! ¡Hogwarts! ¡No dejéis que estos aburridos del ministerio os jodan la fiesta por un altavoz averiado, ¡Que vuelva la música!-Grité por encima de la multitud, que pareció reaccionar en sonidos de protesta y rechazo hacia esos idiotas, miré a la chica rubia que se encontraba en el escenario y le hice una súplica muda ¿Quizás un tango?-Bailemos, Belle-Comprobé como Astoria había agarrado al chico que le traía agua y habían volado de la fiesta. Lo habían conseguido.

La empujé contra mi brazo y la hice girar sobre si misma, para luego volver a agarrarla y moverme con ella, sin perder la vista de sus bonitos ojos.
-Pienso compensarte esta noche-Dije sonriente.

Se dio una palmada en la cabeza... el disimulo no era el fuerte de estos jóvenes de hoy día. Pero claro, no es como si estos chicos tuvieran tanto que esconder como ella a sus edades.

No estaba de humor para evidenciar a nadie, así que se quedó en su puesto, viendo como una chica dejaba caer su varita y un chico la pateaba debajo para que la escondiera, y escondida estaba... Tontos hitwizards, desde lejos siempre se veía mejor el panorama, así que simplemente sacó su varita y la movió, susurrando un hechizo de invisibilidad seguido de un accio.

Y así, alguien perdía para siempre su varita, que lástima, pero para ella era más útil.

Sonrió de lado, observando a ambos lados, encerrando la varita en uno de los estuches profesionales para evitar ser conjurada antes de volver a bajar la cabeza y quedarse como una muñeca quieta. Que intentaran decir algo...

La música se detuvo y observó como los Hitwizars abanzaban, pero no pasaba nada por su cabeza que no fuera apagar el fuego, el Aguamenti que gritó pudo resonar en los parlantes aun con una nota de pánico.

La persona que hizo esto realmente no sabía lo que había hecho. Tomó la petaca, dándole un largo trago y lanzando los auriculares al aire, donde vio a Sam con la idiota que había realizado esta maldita distracción.

"¡Dennis!" Gritó desde el escenario, por una vez en la vida reconociendo abiertamente la existencia del platino chico. Lo que iba a pasar probablemente sería algo que nadie querría presenciar. "¡Saca a Niniel de aquí!" Ordenó sin siquiera pensar que podría exponerse. La había visto, había visto a Argine moviéndose... a la única tumba que permanecía en todo Hogwarts...

Esperaba que en medio del caos Dennis se apurara porque nosotras solas no somos precisamente la mejor defensa en estos momentos para la locura que está a punto de ocurrir en medio de los malditos terrenos de Hogwarts.

Vi como aquella revuelta empezaba, Louise se callaba y la música paraba. Alcé una ceja ante el pedido de agua, pero no dije nada, sino que me di la vuelta.

-Agua... ¿Agua? ¿Quién pide agua cuando hay ponche y bebidas?- Me pregunté, aún así buscando el vaso de agua y regresando. Para que Astoria prácticamente tumbara el vaso y saliera corriendo, halándome con ella. Es un hecho: esta noche me he sentido como un maldito muñeco al que no le dan chance de decir, ni hacer, absolutamente nada.

Pero la idea de desaparecer de esta fiesta con la chica S me gusta. Iba a tener que disculparme con Lou... Aunque ella parece muy interesada en otra cosa. Dejo de mirar al escenario y con mirada de picardía comienzo a guiar la loca carrera fuera del Campo de Quidditch. Una vez nos alejamos de los faros mágicamente encendidos y de ojos chismosos, fui bajando el paso. Me reí suavemente, sin entender que acababa de pasar, pero seguro de lo que venía a continuación. Así que apenas estuvimos a la sombra de algún árbol, la apoyé contra éste y volví a poner mis labios contra los suyos, esta vez con deseo contenido, rozando con los dedos la piel desnuda que dejaba a la vista su vestido. Apreté sus muslos y alcé sus piernas alrededor de mi cintura, acariciando y tentando los bordes de sus bragas bajo el vestido.

Los pasos me persiguen. Puedo escuchar a la distancia los gritos de Judith. No se quien creo la distraccion pero no se si agradecer y reclamar porque ese fue el momento que necesitaron para ver lo que estaba haciendo. Corro lo mas rapido que puedo, entre raices y arboles que me bloquean el camino. Debo llegar antes que ellos. Antes de que ellos me detengan.

Solo hay un camino para cambiar las cosas. El camino del poder, un poder que necesito y conseguire tan rapido como pueda. No puedo seguir asi, no puedo seguir rindiendo tributo al dolor de los muertos cuando todos nosotros nos estamos muriendo en vida entre estos pasillos. Donde se que si me han quitado a Edward entonces tambien me quitaran a Judith y ya no seremos dos. Yano tendre a nadie mas que me abrace cuando las drogas recorran mi cuerpo y me quemen por dentro con ese fuego dorado.

No puedo permitirlo. No puedo dejar que pase eso ni nada mas en este mundo y hay un lugar, hay alguien que todos temian mas que a Voldemort. ese poder es el que quiero. Y cuando lo veo, tan cerca en su tumba blanca se que es la unica escapatoria.

- BOMBARDA -

—Si, se puede... mira... —intento llevarla con el ritmo pero de repente la música se detiene, dos chicos se han subido a una mesa y no me sorprende identificar a ambos como Slytherins. Son los prefectos, creo, pero se merecen el puesto... bueno, no será por méritos propios. Sin embargo, eso no es lo que me sorprende del todo, lo que me hace ponerle en alerta.

Ese es el grito de Judith. Judith, Louise, la veela. Ese "Dennis, saca a Niniel de aquí" constata lo que estábamos esperando. Sabía que algo pasaría pero no que sería tan pronto. Mi cuerpo se tensa, porque no se lo que planea Argine, vestida de pavoreal, desde mi posición no puedo ver lo que ha hecho que Louise me advierta.

Miro a Niniel y mi cuerpo se tensa completo. Quizá ella puede sentirlo, por la manera en que le suelto la cintura, pero mantengo mi otra mano apretada con la suya y la miro demasiado directamente. La única persona en todo aquel lugar a la que deseo que no le pase nada. Lo siento allí donde debería estar el corazón que le regalé a Judith para no serntirlo.

—Niniel, tienes que confiar en mí —le digo—. Tenemos que salir de aquí...

Y la saco corriendo, jalándola, sorteando una carrera de obstáculos sin saber si lograré llegar a la salida antes de que Argine haga lo suyo. Hay Hitwizards en todo el lugar, pero Argine es Argine. No por nada me da miedo.

De pronto escucho a mi mama, ella grita… ¡Nos grita! Le grita a él, grita mi nombre; ¡Saca a Niniel de aquí!, saca a Niniel de aquí… Y ¿Mama? ¡¿Mama que pasa?!... ¿Qué le pasa mi mama? ¿Por qué grita? No sé qué pasa, le pregunto a él, mi mama no está bien y me da miedo, no sé qué pasa pero me da miedo.., ella quiere que me valla, ¿Hay alguien aquí?... ¡¿Hay alguien aquí?! Y es que no, mama dime que pasa, ¡¿Qué pasa?!.. Me endurezco, mi cuerpo me aprieta; me pueden agarrar, me pueden agarrar y no... que no me agarren, que no me aprieten de nuevo; ¡Que no me encierren de nuevo ahí...!

Ya no siento su mano abajo, me tiene aun con la otra, esta dura como yo y me tira; de pronto me tira, debo correr, debo correr o caeré, pero mama; ¿Por qué dejamos a mama atrás? Ellos hacen cosas malas, a nosotras nos hacen cosas malas, para que a nosotras nos hacen cosas malas... Para, para… ¡¿Por qué nos vamos sin mi mama?! ¡¿Por qué no viene?! Le grito, le grito para que pare pero no lo hace; me hace correr, puedo tropezar, puedo tropezar y caer… Puedo quedar tirada para que alguien me valla a tomar, me pueden hacer muñeca y mama se queda atrás, mama se queda atrás...

Y es que porque, ¿Por qué?, ¿Porque tienen que gritar?, ¿Por qué tengo que correr? ¿Por qué me duele como si me agarraran? Yo estaba ahí, solo estaba ahí... solo estaba ahí siguiendo un ritmo.., Solo era eso hasta que mi mama grito, hasta que comenzó a jalar mi brazo y ahora no se... ¿Por qué no nos sigue? ¿Qué pasa que no me sigue?...

Apenas me había recobrado de la carrera cuando siento contra mi espalda la rugosa corteza de un árbol y los labios de Sam apresando los míos, mientras que sus manos se aventuran bajo mi falda y mis piernas se enrollan a su cadera.
No me resisto, pero...

-S..Sa...Sam-Logro articular palabra entre sus toques, hasta que descubro que una de sus manos juguetea con la cinta de mi ropa interior y jadeo, dejando que la cabeza me caiga hacia atrás y se apoyé contra el árbol.
ALTO, esto está realmente mal. Apenas estamos a unos pasos del lugar, y si alguien sale del campo...en fin. Detenidos por conducta impropia en público.

Saco fuerza y salgo a duras penas del mundo en el que nos estamos metiendo.
-Para, Sam-Le aparto la cara con las manos en sus mejillas-No creo que este sea el mejor lugar par...-Una explosión me interrumpe, proveniente de ninguna parte.

Prácticamente aparto de un golpe a Sam.
-¿Qué demonios ha sido eso?-Busco mi varita tanteando la cintura de mi falda, y descubro que la desgraciada no está ahí.
Recorro con la mirada el lugar y puedo comprobar que no está en el camino. Alguien me la había robado pero había decido no denunciarme, era realmente extraño.

Estábamos a oscuras, por lo que volví con un aparentemente airado Sam, al que no tuve más remedio de consolar con un pequeño beso y aprovechar para robarle la varita* del pantalón.
-Te robo esto ¿vale? Me han quitado la mía-Sonreí a Sam y le acaricié la cara, antes de volverme-¡Lumos!

Aparentemente no ocurre nada a nuestro alrededor, pero...no digo que sea adivina ni nada de eso, pero tenía la sensación de que algo no iba bien del todo. Instinto de mujer, supongo.

-¿Has oído eso?-Pregunto con voz muy suave, mientras una ligera brisa hacía revolotear las telas de mi falda-Sonó como si...una explosión. Quizás hayan sido Theo y Belle en la fiesta-No me sorprendería nada...pero aun así...

-¿Quieres que...quieres que vayamos a otro sitio?-Pregunté sonriendo-Nox-Me guardé la varita** de Sam en la falda y le sonreí, acercándome a él con las manos en las caderas y poniéndome de puntillas para llegar a su altura y morderle el labio inferior-¿Sala de los Menesteres? Te reto a una carrera a ver quien llega antes

Sin darle tiempo a reaccionar comencé a correr por la ladera, con una sonrisa burlona en el rostro




*off: para los mal pensados, con varita me refiero a varita mágica...osea...demonios...varita de madera!

**Off: Dejar de mal pensar, marranos

Nott, Nott, dice las palabras correctas pero la música no llega, lo que llega es una explosión y después un grito; es una explosión que no provoque yo, por lo que puedo empezar a asustarme. Si ni Nott ni yo estamos detrás de eso y Astoria ya ha huido, esta explosión no es un juego.

Algo está a punto de pasar y mi cara lo refleja porque me congeló un momento, intento sonreirle a Nott pero no me sale.

—Nott... —empiezo, calculando mis palabras, estamos encima de la mesa, pisando el mantel, con la gente a nuestro alrededor y probablemente quedando como idiotas—. Esa explosión no la causó Astoria.  Algo esta pasando.

Me acerco un poco más, mi cara está casi pegada a la suya, mi cuerpo igual, medio en tensión aun esperando una melodía que no llega y no llegara.

—Podemos bailar tango cuando quieras sobre las mesas de la sala común —prometo—. Ahora tenemos que salir de aquí.

La chica rubia en el escenario le grita a alguien que saque a otra persona de allí y por alguna razón su miedo se está contagiando. ¿Qué demonios sabe que nosotros no? Volteo a todos lados. Ya no se oye otra explosión. Pero quizá la próxima sea tan cerca de nosotros que no tengamos tiempo de escucharla.

Era cierto, aquello era raro, presentía algo extraño. No me apetecía morir ni nada así. Pateé el ponche, por si acaso alguien había bebido demasiado y había causado eso.

-Vamos-Dije simplemente, agarré a Belle de la cintura y la tomé en brazos, sacándola del lugar como un perfecto caballero.

La bajé al llegar al tranquilo exterior y tomamos el camino que se dirigía al colegio, con paso tranquilo pero algo rápido.
-Vale, puede que esta noche no haya sido...lo que esperábamos-Sonreí-Pero a mi me ha encantado, y con tu permiso...quiero ponerle la guinda a este día.

Agarré a Belle y la besé de nuevo, poniendo mis manos en su cintura y acariciando su espalda de arriba abajo. Tres segundos después ya le tenía en brazos con las piernas en mi cintura.
Separé mis labios de ella un segundo para hablar...tenía unos labios tan irresistibles.

-Antes de nada, no quiero joder nuestra "amistad" aunque ya lo esté bastante-Sonreí-Pero creo...que ambos...deseamos esto ¿O me equivoco?

Puse mis labios sobre su cuello y lo acaricié con ellos, mientras esperaba esa respuesta tan deseada y que a la vez temía.

Theodore Nott portándose honorablemente es como ver al enorme calamar gigante comerse a alguien humano. Estoy más acostumbrada a su caos, a su manera de tratarme, de decirme monstruo o banshee mientras me arroja cosas y dice que me violaré a su cadáver en cuanto logre matarlo. La necrofilia no me va, ya se lo he dicho, pero no me hace ningún caso.

—No fue lo que esperaba... —repongo, cuando me deja en el suelo, en paz—, en lo absoluto, Nott. —Caminamos a paso medio rápido, después de todo, si la gente se mata no es nuestro problema. Quizá en eso los dos somos totalmente Slytherins, porque ponemos la supervivencia por encima de todo.

Además, claro, de que vuelve a besarme. Y de que no lo aparto por segunda vez, porque cuando me besa le respondo, acerco la manos a su cuello y oigo sus palabras.

—La estamos jodiendo demasiado, Theodore... —repongo, pero a la vez siento sus labios sobre mi cuello y no pienso en qué le voy a decir a Damien o en como acabó gustándome Theodore de esa manera. No lo sé, no lo entiendo—. Demasiado... —repito, pero no me separo, con las manos en su cuello, enterrándolas en sus cabellos—. Pero... creo que sabes que te hubiera pegado una patada en los bajos si no lo deseara, Theodore.

Eso es lo más que le puedo dar. El sí que quiere, pero que a la vez temo. Y en el campo de Quidditch aun se oyen gritos y sé que va a pasar algo, sé que va a pasar algo, pero no quiero voltear hacia allá. Quiero enterrarme en el pecho de Theodore y que me lleve a la sala común. Lo que sea. El mundo, mientras tanto, se puede morir, siempre y cuando yo esté bien.

Nota al margen:

Me detengo un momento, casi cuando he llegado a la salida, cuando la voz de Niniel me perfora los oídos y no sé si me va a perdonar lo que estoy haciendo. Pero no quiero un perdón, quiero verla a salvo y si Argine está allí afuera el peligro es inminente. No sé que hacer más que seguir tirando.

—Niniel, pase lo que pase, tienes que salir de aquí, a salvo —le digo, mi voz es dura y me arrepiento de eso. Merlín sabe que no quería que este baile terminara así, pero lo sabía, maldita sea, lo sabía. Sabía que harían su aparición sólo no sabía que sería la Dama de Tréboles fuera de control—. Yo tengo que volver —volteo en dirección a Louise, a Judith, a quien sea en ese momento. Por alguna razón mis ojos se mueven a velocidad buscando a la Reina, pero no quiero que se e vea la cara de susto que tengo y esa sólo se me quitará en cuanto logre poner a Niniel a salvo—. Louse... tu mamá... no podrá sola con... con... —no sé que decirle, ¿qué le digo? ¿Qué hay una loca resentida allá afuera con insintos de depredador? No la comprendo.

"Para derrotar a un enemigo tienes que comprenderlo", pero hay un pequeño problema: dudo que alguien la comprenda. Ni si quiera yo lo hago. ¿Eligió al titiritero o por primera vez está actuando por libre?

Tomo a Niniel por los hombros.

—Algo está pasando —espetó—. Y no importa lo que me pase a mí o lo que le pase a los demás, tú tienes que estar bien...

Suspiro. Una vez que ella este a salvo podré pintar mi cara de fría indiferencia y enfrentarme a lo que esté allí afuera. Aunque sé que sólo soy una pieza más que alguien mueve a su voluntad, espero que este no sea el movimiento final. Sólo soy un sombrerero, pero Morgana sabe que hoy en día no se consiguen muchos.

En medio del caos al menos una cosa fue cierta, la profesora en seguida que empezó el fuego se alejó de la mesa para apagarlo, corriendo entre la gente que cambiaba de expresiones, una chica gritando algo desde el escenario y arrojando los auriculares, la gente viendo que pasaba en confusión, los locos en la mesa y la médica corriendo por el bosque junto a la chiquilla, un rubio llevando a otra chica lejos de la gente a vaya uno saber que.

Dioses, más vale que lo que pasara fuera importante porque esto es una locura.

Mama… ¿Mama?... Él para, me dice que hacer; que debo salir, que debo salir; me toma de los hombros, insiste… dice que no importa, me duele el pecho, no entiendo, tiemblo y es que ¿Porque? ¿Por qué mama no importa? ¡¿Por qué el y mama no importan?! Y es que quiero que pare, que todo esto pare… que el sonido lejano no aparezca en mi cabeza ahora, que ellos no me puedan tomar, que no le puedan hacer nada a mama y… y mi espalda…

El insiste, siento lo que me brota desde atrás; se mescla con migo, me comienza a recorrer, yo no sé si lo quiero, comienza a ser como un líquido, como un líquido caliente que me recorre por dentro derritiendo mis huesos, se cómo es cuando pasa pero mama… ¿Mama? Mi pecho queda latiendo, empiezo a dejar de sentir, empiezo a dejar de sentir; es como si fueran las marcas de ellos, las marcas para que obedezca… Lo de adentro ya no se siente en mis brazos, por un momento no está, en mis piernas tampoco  y solo me queda lo que me separa de afuera, como una muñeca sin huesos que no se puede mover,  y caigo, creo que caigo porque ya no hay nada que sostenga mis piernas….

¿Porque no fue así? ¿Porque no fue así? ¿Porque no me llevaron a mí a un mundo mejor? Creo que le decía eso a él, esas palabras que le dije a él cuándo me encontró con mi recuerdo la primera vez y es que porque… ¿Porque no me llevaron a un mundo mejor? ¿Un mundo donde no pasara asi? ¿Un mundo donde no hicieran que  sienta esto en mí? Y es que no quiero, aun pienso y no quiero dejar a mama, tengo miedo, miedo de que le pase algo, de que me pase algo a mí; y es que no quiero, no quiero quedarme sin una mama de nuevo, no quiero que una de las dos desaparezca pero no puedo hacer nada, no siento, no puedo saber cómo moverme ahora aunque se cómo será al volver… siempre era de un golpe cuando me pasaba con ellos, de un golpe para verlo todo, para sentirlo todo mientras mi cuerpo aún no se podía mover….

Yo lo veo a él, no llego a soñar las cosas malas; lo veo a él, quiero verla a ella y me caigo flácida, como una muñeca que perdió lo que la sostenía; con miedo de pronto, con miedo de esto, de que pueda doler al chocar el piso, con miedo de perderla… Y con miedo de quedarme sola con las manos de ellos de nuevo, sola con las manos de ellos; sin una mama o sin un sombrerero… Me caigo… le trato de decir, me caigo y voy a chocar… ¡Me caigo y voy a chocar!

La respuesta que pudiera darme Percy quedó olvidada cuando noté el movimiento alrededor. Por un lado el incendio parecía haber desembocado en algo distinto, gritos sin sentido, ya no murmuraciones sino comentarios de preocupación y frustración, y en la lejanía el sonido de lo que parecía una explosión había alcanzado a mis oídos.

Volví la mirada hacia ellos dos. -Parece que las cosas no han cambiado mucho.- Murmuré por lo bajo, intentando no mostrar miedo. -Será mejor volver al castillo, llevar a los estudiantes dentro.- Pero mis ojos seguían fijos en busca de algo que indicara de donde provenía la explosión. -Percy, ayuda a Susan a mover a los estudiantes, y no te separes de ella.- Indiqué antes de girarme a Susy. -Hablaremos más tarde, ¿está bien?-

De buena gana la abracé, antes de mezclarme entre la multitud, en busca de aquello que había empezado, sin poder evitar una sonrisa al pensar en mi primer año en Hogwarts. Un Troll en el castillo el día de Halloween. Los peligros habían aumentado de nivel desde entonces...