[Clase] Los caballos del Augurio (Alumnos)

Nuevamente, botas militares, calzas, shorts, corset y ahora encima de todo tenía una campera de algodón grueso para protegerse de las cada vez más notorias ventiscas. Esta era la última clase antes de las vacaciones de navidad, ella se encontraba sola, sentada sobre la verja que daba al domo mágico donde unos animales que usualmente nadie veía se encontraban.

Usualmente, sabía por propia experiencia que tras la guerra sería raro el que no los viera, ella misma lo hacía y ni recordaba de donde había creado el concepto de la muerte que le había dado forma y color a estos seres.

Thestrals, uno de los augurios de muerte, los caballos que solo aquellos que habían enfrentado a la muerte o visto la muerte de frente podrían identificar. Adoraba estos seres por lo simbólicos que eran, sin embargo el respeto hacia estos era similar. Era imposible pensarlos de otra forma, era imposible considerarlos como un animal de viaje aunque no fuera imposible domesticarlos.

Así que esperaba, a que los alumnos se acercaran y se sentaran en el pasto delante suyo para tratar la teoría antes de entrar a ver los animales de cerca.

ahh criaturas magicas, asi como pociones lo mantenia cerca de su padre, criaturas magicas lo mantenia cerca de su madre, camina ansioso a los exteriores del castillo al domo magico donde se impartia la clase... la ultima del semestre para su descontento, pero la satisfaccion de que podria seguir viniendo en vacaciones era suficiente para calmarlo, portaba su abrigo de casa asi como su bufanda azul y bronce, los aires helados arreciaban cada vez mas fuerte ultimamente inminente señal de las vacaciones invernales

el corrar ya estaba a la vista y la figura femenina de la profesora ophelia se hacia cada vez mas evidente sentada sobre la berja, al parecer era el primero en llegar bu.. buenas profesora, parece... parece que soy el primero en llegar dice algo ansioso, inclinando la cabeza para ver que criatura verian hoy

grande fue su sorpresa al ver que eran Thestrals y un cosquilleo en la cicatriz de su espalda fue suficiente como para sacudirce como si de un escalofrio se tratada y con voz titubeante pregunto como... como veran los demas a los Thestrals? no todos han estado al borde de la muerte

La rubia rojiza caminó derecho hacia la clase, sus manos pequeñas como toda ella frotándose el rostro en un gesto desesperado por borrar las memorias que había creado al pararse nuevamente en ese pasillo. Si realmente había un fantasma allí no sabía que diantres le deseaba decir, en serio, no creía que alguien fuera capaz de sufrir tanto con esas tonterías, no deseaba pensar que era algo tan absurdo todo eso, solo llevarla a ese pasillo para interpretar una escena salida de un vaudeville... para peor ese chico Samuel le confundía de sobremanera con la forma en que estaba seguro de conocerla.

Pero, que va, estaba en Escocia asistiendo a clase con los alumnos de Hogwarts, era lo que importaba.

Se estiró al cielo, la chaqueta roja con el escudo del águila de dos cabezas levantándose el extraño rayo de sol trayendo una sonrisa antes de decidir por un saludo típico de ella, riendo por lo bajo antes de comenzar a correr por la explanada del terreno, el morral ondeando como su cuerpo que se movía ligero como una pluma antes de tomar por sorpresa al chico que se encontraba allí con un beso en la mejilla, saltando lejos rápido para evitar una reacción para luego atacar a la profesora de Criaturas Mágicas de la misma forma antes de que pudiera defenderse, alejándose a pesar de que sabía intentaría castigarla como siempre.

"¡Muy buenos días!" Anunció cuando estuvo segura de que nadie trataría de ‘ahorcarla’.

Sigo sin tener la más mínima idea de porque me inscribí en cuidado de criaturas mágicas como materia optativa, en realidad, no me interesan ninguna de las materias de la escuela, estoy segura de no necesitarlas para mi vida futura, así que no preste mucha atención a la hora de elegir solo puse la que me pareció más fácil, es decir ¿Qué tan difícil puede ser criaturas mágicas para otra criatura mágica?
Camine rumbo al domo donde ya se encontraba la profesora y dos alumnos, una fría brisa roso mi gélida piel sin provocar mucho efecto, por pura inercia, arreglo un poco mi bufanda roja y dorada. Al acercarme más a la clase noto que una de las chicas es Louise... o eso creo, recuerdo haber hablado con ella en alguna oportunidad...
-Buenos días...-Dije acercándome, con un tono de voz neutro y los brazos cruzados en mi pecho.

se asusta al sentir algo calido en su mejilla que casi arroja el libro que hojeaba por los aires , para cuando voltea a ver que fue lampeliroja ya besaba y saludaba a la profesora, sus mejillas se sonrojan al caer en cuenta que lo habian besado en la mejilla

h...hol...hola

poco a poco comenzaban a llegar mas alumnos a la clase todas mujeres a lo que solo se limitaba a devolverles el saludo, es acaso que seria el unico hombre en esa clase? o es que la clase era solo mara mujeres?

La profesora Susan puede encargarse de Maddy esta vez, lo que es un alivio. Me preocupa sacarla a ese aire templado que puede volverse tormenta, y siendo tan pequeña no creo que sea inmune a enfermarse.

Avanzo hacia la clase con mi sonrisa adormilada y mis pasos que parecen pequeños saltitos en la nieve, algo infantil. hay cierta ligereza en mis movimientos, al mismo tiempo que pareciera no saber hacia donde estoy caminando. Pronto veo a los otros integrantes de la clase, que saludo con una inclinación de la cabeza.

-Buenos días profesora Ophelia, Albert, Louise, Ekaterina.- Los nombro con una sonrisa y mirando fijamente a cada uno de ellos, antes de acercarme a la cerca para ver la criatura de hoy. La emoción se refleja al momento en mis ojos. -¡Ohhh, thestrals!-

Ya sólo quedaba una clase con la profesoras más sexy del colegio.

.... ¡Ostia! Voy a comenzar a pensar que lo mío con las tías del clan de las serpientes ya es crónico. El grupo esta vez es bastante grande, con exceso femenino. Excepto por un chico Ravenclaw, que pareciera haber sido puesto allí por equivocación. Para colmo, todas rubias. Por supuesto que la profesora iba a destacar entre ese grupo. Una es la chica adormilada de adivinaciones, la otra es... Lou. No, no Lou, Louise. La Lou que creía conocer... Bueno, que más da ya. Estoy conociendo a esta nueva Louise, y quizás pueda volver a sentirme bien con ella.

Hay una tercera rubia, despampanante. Y al verla comprendo que paso muuuuucho tiempo lejos de la sala común, porque esa gatita no habría pasado desapercibida a mis ojos. Cuando nuestras miradas se cruzan, le hago un guiño. Ojala que hoy veamos alguna criatura atemorizante, así podré consolar a la Gryffindor de labios rojos.

Pregunta: ¿Por qué Pansy Parkinson eswtudia Cuidado de Criaturas Mágicas?
Respuesta: Porque a Draco Malfoy le pareció buena idea.

Sí, inscribimos las mismas optativas. Para que yo le pudiera hacer la tarea en casi de emergencia, como cuando el maldito bicho hipogrifo le dio un rasguño. Con el paso de los años uno se da cuenta de que Draco Malfoy es terriblemente exagerado. Cuando llego hasta el campo donde ya están reunidos casi todos los alumnos, me fijo en las criaturas que están allí. Por supuesto que puedo verlos. Casi el noventa por ciento de la población de Hogwarts puede verlos después de la guerra.

Thestrals. Son horribles y es la segunda vez que los vemos. La primera vez que Hagrid dio la clase sólo tres personas podían verlos. Ahora... ahora ¿cuántos son?

"¡Buenos días!" Finalmente saludó para dar inicio a la clase de Cuidado de las Criaturas mágicas. "Que bueno ver que varios alumnos regresaron aunque no veo a algunos, ¿Alguien vio a Hardrada, Cromwll y Lowell?" Preguntó a todos los alumnos antes de mover su mano para indicar a su espalda el domo mágico que había montado para los caballos voladores.

"Tristemente es probable que la mayoría pueda verlos, hoy trataremos con Thestrals." Explicó finalmente, aun sin mostrar a los caballos de cerca.


"Los caballos Thestral son caballos voladores alados al contrario de los Aethonan que vuelan pero no poseen alas. No poseen cabello en el cuerpo salvo por la cola, sin embargo todo sus cuerpos están cubiertos de escamas y son efectivamente de sangre fría. Su cuerpo como la mayor parte de los seres voladores poseen unos huesos mucho más ligeros que los de un caballo normal y su tamaño excede a la de un Shire por poco. Su humor es apacible, sin embargo tiene una clasificación de XXXX en la clasificación de peligro, ¿por que creen que es esto?" Preguntó al alumnado a ver si a alguien se le podría hacer la idea de porque una clasificación tan elevada.

Levanta la mano tembloroso es... Es por que para el ministerio de magia los thestrals son presagio de desfortuna y agresión, ademas de su aspecto fantasmal y que solo pueden ser vistos por personas que estuvieron cercanas a la muerte... Sin embargo pueden ser domesticados aunque por su clasificación solo por magos expertos... le salio todo aquello casi de automático, agacha la cabeza esperando ver esas miradas de disgusto por parte de los otros alumnos, esas que siempre recibía en pociones también por ser el que contestaba y hacia los ejercicios antes que todos...

Llegué justo cuando la profesora daba su explicación sobre los Thestrals. No pude evitar recordar aquella primera vez que me subí en uno, era excitante volar sobre algo invisible; en menos de 24 horas podía ver su aspecto raquítico. Sirius... el llanto de Harry resonó en mis oídos.

-Buenos días profesora. -me coloqué a un lado tratando de pasar desapercibida.

Me mantengo apoyada a la cerca que nos divide de los thestrals, viendo al resto llegar con sonrisa suave, aunque mi atención está mayormente sobre aquellas criaturas. Allá está Camino, recuerdo que aún era muy pequeño la última vez que lo vi, ahora comienza a parecer un potrillo adolescente. Y su madre, Hera, ronda a su alrededor protectora.

-Creo que Trixie y Alan se fueron temprano este año, profesora Duncan. Trix había dicho algo de un viaje en Navidad.- Digo para explicar sobre los que pertenecen a mi casa. Tampoco está Aria... Oh, bueno. Quizás al final decidió escaparse con Alan a algún lugar remoto.

Escucho la explicación de la profesora y la pronta respuesta de Albert, a quien sonrío con suavidad, antes de alzar mi mano. -Tiene también que ver por su alimentación, ya que son criaturas carroñeras. Esto es, se alimentan de las presas dejadas por los depredadores. Es posible encontrar una manada cerca de algún lugar donde haya un fuerte olor a sangre. Pero ellos no son cazadores, al menos no de presas grandes. En caso de necesitarlo, cazan aves pequeñas, roedores y quizás conejos. Y sólo atacan criaturas más grandes en caso de amenaza hacia las crías.-

"Buenos días, Miss Weasley..." Asintió a la chica aunque evidentemente no estaba contenta de que llegara media hora tarde. Ciertamente eso no era algo que se gastara en disimular tampoco, pero por el momento lo dejaría pasar, si no hacía nada en la clase entonces intervendría.

"Como han dicho, son carroñeros, un presagio de muerte y muchas otras cosas... Cinco puntos cada uno a Ravenclaw." Agregó, por primera vez usando los relojes reconstruidos tras la guerra. Se sentía raro estár entregando puntos en lugar de recibiéndolos pero traía cierto orgullo personal.

"Lo cierto es que estos caballos a pesar de ser carroñeros si no son entrenados adecuadamente son capaces de atacar a sus dueños por comida. Requieren de un espacio amplio para moverse y son peligrosos en cuanto al trato con niños pequeños y a menos que estén muy controlados y bien revisados constantemente es aun menos recomendable para conservar... por supuesto, no son mascotas y el comportamiento hace que no sean recomendables como montura, no que sea imposible, solo que pocos de estos y solo aquellos entrenados se dejarán montar." Aclaró esto último indicando a Luna y Ginevra con la mirada en clara indicación que sabía que habían tenido que montar en estos mismos caballos alados.

"Nuevamente, la envergadura de sus alas no debería ser capaz de levantarles del suelo, donde el factor mágico interviene y sus huesos huecos en la parte de las piernas." Al terminar de decir esto indicó unos baldes a un costado donde se encontraba la carne fresca para alimentarlos.

"Igual que muchas criaturas son orgullosos pero no poseen un rito particular para acercarse a ellos. Lo que deben hacer es pararse delante con un trozo de carne y esperar que ellos la tomen. No tengan miedo, no muerden realmente pero tampoco hagan movimientos bruscos ni griten ya que es la primera vez que los verán de cerca así que podrían sentirse amenazados."

mira a Luna algo avergonzado ¿como había podido olvidar mencionar la alimentación? esta bien, no soy particularmente el cerebrito y nos dieron 5 puntos a cada quien para la casa lo cual era bueno , los relojes ya estaban en uso por primera vez tras de su destrucción casi seis meses atrás

escucha atentamente a la profesora, volteando a todos lados a ver quien seria el primero en atreverse a alimentar a los Thestrals, se para tembloroso y camina hacia al cubeta con carne tomando un trozo de la roja proteína, pasa el cerco y extiende el brazo con la carne en el, quedándose quieto, no sabia muy bien que esperar, nunca había tenido que tratar con Thestrals antes

Escuchaba a la profesora atententamente, aunque medio aburrida, ya había leído sobre estas criaturas antes aunque no las había visto si no hasta llegar aquí. La profesora nos alentó a que fuéramos a alimentarlos, yo espere al margen a ver quien se atrevería a ir primero, pasaron unos minutos sin ningún alumno que se acercara, luego un chico se acerco al cerco, le temblaban las piernas ¿Por qué estaban tan asustados? Estas criaturas están amaestradas después de todo...
Me pregunte si notaban mi raza y si reaccionarian ante ello, guiada por esa curiosidad me acerque al cerco, con paso tranquilo y seguro, tome un trozo de carne (animal, desde luego) y se lo ofrecí a las criaturas.

Sonrío a la profesora ante la mención de nuestro vuelo sobre Londres hace ya unos años. Si nos deja, me gustaría montar uno de ellos otra vez. Avanzo hasta los cubos, tomando un trozo de carne. Al pasar junto a Albert lo tomo de la mano y nos acercamos a Hera y Camino, que están un poco más alejados.

-Camino es aún muy chico, así que lo mejor será primero demostrar a Hera que no les haremos daño.- Extiendo entonces mi trozo de carne a la figura imponente de la thestral madre, animándola a acercarse a nosotros.

-Hola Hera.-

siente que sujetan su mano y diran de ella, no oponiendo resistencia al ver que era Luna quien lo guiaba va...vale... lo lleva hacia unos Thestrals mas alejados del resto, me siento un poco incomodo estando en medio de la manada de espectrales criaturas, pero si a ella no le molestaba no deberia afectarme tanto a mi, respiro hondo e inconscientemente apriento su mano sujeta a la mia

¿Hera? pregunta al detenernos, antes de observar los dos Thestrals solitarios uno mas pequeño que el otro ahhh Hera... dice a hacer la conexion, imitando a luna en su actuar

Me quedo un poco atrás, examinando a las malditas criaturas... Nunca les había prestado atención, pero hay algo que he decidido en poco tiempo: son horribles. Escucho lo que la profesora dice de ellas, pero sencillamente no entiendo qué demonios... qué demonios hago allí. No quiero pensar en qué puedo ver a los Thestrals y, sobre todo, no tengo ni las más remotas ganas de que me vengan los recuerdos a la mente. Me coloco al lado de la chica rubia que parece entretenerse tanto como yo (aunque todo hay que decirlo, parece más emocionada ofreciéndoles carne que yo).

Tomo un pedazo y lo acerco.

"Vamos, maldito animal...", pienso. ¿Y luego por qué no se acercan a mí?

-Eh... ¿Se supone que deberíamos estar viendo algo?-

Pregunté, notando que todos miraban hacia en otro lado de la cerca con curiosidad. Entonces escuché las palabras de la profesora, y al segundo siguiente me sentí marginado y deprimido. Ser el único que no podía ver esas cosas sólo porque no había visto a nadie morir frente a mi, pero ¿no valía haber visto casi morir a mi madre sin haber podido hacer nada para defenderla?

Mentalmente me propuse una meta: vería los thestrals en el futuro, pero sólo después que viera morir a mi padre, por mis propias manos de ser posible.

Me debatí entre quedarme cruzado de brazos o acercarme. Al final me puse entre la rubia Griyffindor y la morena Slytherin, ambas con caras de querer hacer cualquier cosa menos alimentar a esas cosas.

Adivinen quién llegó tarde... otra vez. Sí, yo.

Esto de llegar tarde a las asignaturas se me estaba haciendo una maldita costumbre. La excusa para haber llegado tarde esta vez, fue... nada. Simplemente se sentía un poco angustiada. Hace un momento presintió la muerte de alguien, pero no sabía exactamente de quién. Según la magnitud, era alguien ajeno del colegio. Ojalá sea la vieja Ofelia. Pensó en su abuela, y no pudo evitar una mueca de asco. Ella más que nadie se lo merecía, el día en que precinte su muerte, gritará. Pero de felicidad.

Llegó a los terrenos y fue directamente a su clase de Criaturas. Solo esperaba que la profesora no le agarrará a mal por solo llegar y entrar en su clase.

Al acercarse más a la clase pudo divisar a lo lejos a Ophelia Duncan, quien le decía algo a los chicos de la clase, y un poco más allá vio a lo que serían las criaturas de hoy, Thestrals.

No sabía si sentirse feliz o no, ya que esos animales le causaban gran curiosidad. Pero siempre que los veía a lo lejos no podía evitar pensar en lo que es obvio, la muerte. En fin.

Al llegar a la profesora le dirigió una pequeña y dudosa sonrisa - Buenos días profesora, lamento el retraso -. Vio ahora a sus compañeros que tomaban trozos de carne y se los daban a los Thestrals, algunos sin saber en dónde estaban. Obviamente se perdió las instrucciones.

No quería atrasarse más, así que tomó un pedazo de carne cruda del balde y miró a los Thestrals. La mayoría estaban algo amontonados por la espera de la carne cruda, obviamente la olieron. Había un Thestral que estaba un poco más apartado del resto. Siempre escoge a los que le causan un cierto grado de curiosidad, y ese era el caso.

Se acercó lenta pero seguramente al Thestral. Al estar casi en frente, el Thestral retrocedió un par de pasos - Shh, tranquilo. No te haré daño - Dije retrocediendo un poco y levantando un poco mis manos, para luego bajarlas lentamente y tirarle cuidadosamente el pedazo de carne a la espera que se acerque y lo coma.

Al menos la clase con los Thestral era tranquila... un milagro, aunque pensándolo bien, todas sus clases eran tranquilas, aun no entendía de que se quejaban el resto del Staff, especialmente la profesora MacGonagall cuando se trataba de los chicos de los años más grandes.

La profesora MacGonagall ciertamente tenía unos humores raros cuando salía de dar clase, lo mismo la mayoría se suponía, pero no había que hacer, parecía que los animales los relajaban... o temían ser comidos por criaturas invisibles, ambas eran opciones válidas y a ella le servían de igual forma.

"Mr. Broddick, si no los ve, venga que le muestro en el libro." Bufó por lo bajo, luego de todo lo que pasó hubiera deseado que no tuviera que dar clase teórica, si tan solo todos pudieran verlos, pero era evidente que las cosas eran negativas.

Me acerco indecisa al ver que soy la última. Tengo permisos para llegar tarde a clase por ser una transferida que en realidad no me transferí, me cambié de colegio con TAN buena suerte que no me pude ir, solo cambié el lugar para dormir y al menos en las habitaciones ahora tengo red y energia electrica.
Me asome silenciosa viendo que se trata de Thestrals. Odio esos animales. hacen demasiado evidente lo que uno no quiere reconocer. Vi muerte, la saboree. Pero no puedo seguir asi. No puedo quedarme viendo.

Espere un poco y opte por ir con el chico del otro dia a la profesora para que nos haga la muestra teorica.

Genial, mi imposibilidad de ver criaturas que sólo ves cuando ves a alguien morir me ha ganado una clase a solas con la profesora...

Bueno, casi a solas. La chica Lorelaine también se acercó a nosotros, aunque vestía un uniforme distinto. Le saludé con un guiño, hacía tiempo que no la veía.

-¿Como sigues de los oídos?- Le pregunté, mostrando interés por ello. Esperé entonces a que la profesora Ophelia comenzara a señalarnos las imágenes de los animales en el libro, intentando (sin mucho éxito) en no fijarme en su escote mientras se inclinaba...

Con cierta rapidez interrumpiendo una potencial charla ‘interesante’, abrió el libro para mostrar el caballo esquelético que el resto estaba viendo solo que en forma de dibujo ya que evidentemente las fotos servirían de bien poco llegado al caso.

"Bueno, no es mucho ya que es solo un dibujo... si se fijan la piel es escamosa, algunos llegan a creer que nacieron de una cruza entre dragones y caballos, las cualidades de vuelo son un poco extrañas dada la falta de destreza aerodinámica que tienen." Comenzó a hablarles relajada mientras cada tanto mantenía un ojo en el resto de la clase para que no hicieran algo que pusiera nerviosos a los caballos.

No acaricio a la thestral al primer momento, para que se acostumbre a mi y a mi olor. Pronto parece agarrar confianza y comienza a lamer la sangre de mis dedos. Todo estará bien mientras no decida darle un mordisco en las manos.

-¿Porfesora Ophelia, usted los ha montado alguna vez?- Le pregunto con curiosidad. La hazaña de hace ya algunos años resultó ser una de las experiencias más emocionantes de mi vida, pues había sido algo demasiado natural. Me había encariñado mucho con aquel thestral, que me había llevado en sus lomos tan tranquilamente.