Somebody that I used to Know || Luna Lovegood

Uno, dos, tres... ahora me faltan los que estan aquí. Aun no sé que hacer con el imbecil pero creo que tengo una idea para cobrarmelas. Pero para eso primero debo hacer que salga de debajo de las piedras.

Antes de ir en su busqueda mejor quedarme en el único lugar donde sé que todos pasaran inevitablemente tarde o temprano. O todos los de esta casa al menos.

Me recuesto en el sillón de la sala. Madison contra mi pecho. Niños, babosos, pero casi puede hacerme sonreir cuando ella lo hace y gorgojea algo que no tengo idea que desea decirme. No estoy cortado para ser padre pero se puede considerar una garantia. Me porte bien y ahora tengo derecho a tener a mi hija conmigo.

Necesito conseguir una niñera, cambiar pañales no es lo mio. Susan seguramente encantada. Luna tambien parecia apegada a Madison. Algo saldra de esto. Solo me pregunto quien fue el demonio que hizo los "deseos realidad" en este caso.

Hoy he tardado bastante más en levantarme. Nunca antes había sentido mi cabeza tan revuelta de cosas y pensamientos, tantas ideas y no saber en que orden darles prioridad. Aunque ya sé cual es el camino principal que he de tomar. Emma.

Había hablado ya con Ronald puesto que Harry no apareció esa noche, y le hice prometer que nos veríamos en Las Tres Escobas. Dijo que llevaría a Harry en cuanto lo encontrara...

Mis pensamientos se interrumpen a mitad de un bostezo cuando veo una figura desconocida y sin embargo familiar en uno de los muebles de la habitación. -Hola Maddison Rose.-

Me acerco con ojos abiertos llenos de curiosidad. Lo conozco, aunque nunca tratamos mucho. Lo poco que sé ahora de él ha sido debido a Louise. -Eres Jesse, ¿cierto? ¿No estás muerto? ¿O fue Sam el que murió?- Lo miro con gesto pensativo.

Sonrei de lado. Si, lunatica Lovegood... me pregunto si le hace justicia a su propio apellido. Es dificil saber en estos momentos aunque con lo que vi parece que si la juntara con Louise podria. Pero eso es lo de menos. Considerando todo lo que sabe quiza vayan a tener que volver a encontrarse.
- Luna Lovegood. Se puede decir que si, que soy Jesse y que estaba muerto y Sam manda muchos saludos al mundo de los vivos. El subsuelo esta que arde con todo eso de la guerra y los muertos.- Suelto como quien no quiere la cosa. - Yo regresé para estar con Madison, Sammy como nena buena se quedó a jugar con las salamandras. Como ha estado tu dia? Tu semana? La vida en Hogwarts? Tan jodidamente aburrida como siempre?

-Oh... Bueno, es que yo no conozco a Sam. Pero dile gracias por los saludos de todas formas.- Respondo acercándome un poco más. -¿Eres un inferi regenerado? Hay muchos como tú, ¿sabes? Mi papá entrevistó a una señora que tiene a su esposo inferi en una habitación de la casa para que no se coma a la gente, pero dice que es un encanto y le dice cosas bonitas siempre.-

Extiendo mi mano para tocar las mejillas de Maddy. -Para mi nunca ha sido aburrido. Y este año ha estado incluso bastante movido. ¿Lou está en el colegio? Tengo que hablar con ella.-

- Claro que Lou está en el colegio. Ya sabes. Tiene que entrenar para el torneo aunque aun no muchos alumnos de Durmstrang se animan a salir del barco. No creo igual que le importe una visita de tu parte en cuanto termine un detalle... Puedes sostener a Madison? - Pregunto extendiendole a la Marranita para que la sostenga. Es dificil hacer las cosas con las manos ocupadas. Especialmente cuando estan ocupadas con algo tan chiquito que me da la sensacion que caera en cualquier momento si hago movimientos bruscos.

En serio. No podia romperle una pierna? Dejarla inconciente, la maldición de la bella durmiente? No, tenía que sacar la serpiente del pantalón y pensar que era buena idea. Sería buena idea si tan solo yo no me hubiera muerto o algo asi. Pero no importa ahora, hay que pensar en Madison y ver si no heredo nada de papá. Porque si heredo algo estamos fritos.

- Para que necesitabas a Lou?

Extiendo mis brazos para tomar a Maddy y acurrucarla con cariño, no sé si ya me reconoce pero me gusta la sensación de ella entre mis brazos y ver sus rulos dorados, sus grandes ojos tan parecidos a los de Louise.

-¿El torneo?- Miro al muchacho sin estar segura de haber entendido. -Ah, te refieres al de Quidditch. Vaya, me alegro que haya cambiado de opinión, me había dicho que había vendido la escoba. Aunque no entiendo que tienen que ver los estudiantes de Durmstrang con ella. ¿Está acompañando a Trix a visitar viejos amigos?-

Me siento en el sillón con Maddison en brazos, haciéndole muecas con la cara para que sonría. -Es sobre Emma. ¿Les llega el Profeta a los Inferi?- Le pregunto con curiosidad, sin mirarlo. -Voy a ayudarla a encontrarla, y necesito que se reúna conmigo, Harry y Ronald en las Tres Escobas.-

- Ah. Emma. Eso va a ser complicado, sabes? Pero no te preocupes. Estoy seguro que podras ayudarla de todas formas. - Sonrio sacando la varita pero antes de que pueda hacer nada la giro creando volutas de humo con forma de animales que distraen a Madison que comienza a balbucear tratando de atraparlas con sus pequeñas y rechonchas manos.

- Veras. Las cosas estan complicadas y tengo una prioridad que es que Louise vuelva a ser la persona que era antes de esta locura. Ya sabes, cuando ella gustaba de correr por el parque y hacer piruetas por el pasillo. No sé si sabias pero habia tenido guardado un ofrecimiento de entrenar para el equipo profesional de alemania. - Soy cruel en cierta medida. Le doy razones por las cuales Louise no deberia estar atada aqui ni a ella ni a nadie. Lo digo egoista. Pero no importa. Aprecio a Luna solo un poco más que al imbecil -cualquiera de los dos- y eso es porque es mujer y una parte de mi no la cree capaz de hacerle daño.

Sus palabras me intrigan, y con ojos entrecerrados lo miro, aunque mis ojos siguen un momento las figuras de humo. ¡Oh, que lindas, parecen un dragón! Entonces recuerdo a que iba mi interés y vuelvo a mirar a Jesse.

-Si, lo sabía. Nos lo dijo una vez, cuando hablábamos de lo que haríamos al salir del colegio. En ese momento no sabía que estaba embarazada.- Suspiro. -Creo que muchos quieren lo mismo que tú, Jesse. Trix y Solaranielle parecen sobreprotegerla por eso mismo. Quizás yo pensara igual si la hubiera conocido bien en aquel entonces. Pero nuestros caminos nunca se cruzaron.- Me encojo de hombros, volviendo a mirar a Maddy. -Ahora... no sé. Hay cosas que no se pueden cambiar. Pero quiero que sea feliz, y que no sufra más por esa persona que tiene atado su corazón.-

Levanto una ceja para mirarlo. -¿Eres tú? Hum... Tendría sentido que le fuera difícil borrarte. Se borran más rápido a los vivos que a los muertos, no sé por qué.-

Apreto los dientes, apreto las mandibulas hasta que se traban y mis ojos brillan con ese deseo asesino que tanto me ha caracterizado con las personas que se acercan demasiado. Que tratan de saber sobre mi o sobre ella. No es el odio que tenia por Sam que casi puedo considerarlo un amigo a pesar de ser la competencia. Porque el quería algo parecido a mi que era cuidar de nuestra amiga asi como ella cuida de nosotros a cambio. Es el odio que le reservo a el por no haber podido sacarlo de su cabeza.
- Error. Estas hablando del hijo de puta de Alan Cromwell. Pero no te preocupes. No va a volver a recordarlo. Me hare cargo de eso. Por cierto, te gustan los bebes?

-Haga algo! No ve que se desangra?!
- Tranquilo. Mr. Morgan. No puedo hacer nada gritandome asi.
El lugar era un caos. Habia mucha gente, entre ellos Neville Longbottom tras que parara la guerra. Pero las cosas no estaban bien. En una cama el cuerpo moribundo de una veela que pertenecia a Hufflepuff, terminando el quinto año.
- Creo que no entiende. Mi mejor amiga se esta muriendo y esta embarazada de nuestro hijo!
- Embarazada dice? - Madame pomfrey se mueve en busca de la veela. - No puedo hacer nada sin una nodriza. Su cuerpo esta muriendo y si no encontramos a alguien pronto el bebé no va a sobrevivir.
Jesse se giró a ver a Luna en la puerta.
- Pues ni modo. Lovegood, te gustan los bebés? Desmaius...
- Mr. Morgan! No puedo obligar a nadie!
- Mireme!

Moviéndome entre los heridos intentando ser de alguna ayuda, capto unas pocas palabras desde donde estaba Madame Pomfrey y... Jesse, si. Me acerco curiosa ante el tono que están usando, referente a una chica de Hufflepuff. Una veela, lo recuerdo. Escucho entonces mi nombre pronunciado por el chico.


-¿Eh?- Es lo único que logro pronunciar, cuando todo se vuelve a oscuras.

¡Luna! ¿Qué...? ¿Como?
Estoy bien, en serio. No se preocupen...
                                                       Aún le quedan unos meses...
¡Luna, resiste! ¡Solo un poco más!


Madison... Madison Rose Morgan Lovegood...



Mi sonrisa se expande ante el rostro de mi Maddy, besando su linda frente sonrosada. Levanto entonces la mirada, donde aún flotan las volutas de humo de Jesse.

-Has unas pocas más, Jess. Siempre sonríe cuando lo haces.- Tengo mucho que agradecerle. Jesse tomó una decisión desesperada al convertirme en el vientre materno suplente de aquella bebé ya en gestación, su hija de madre veela. Al hacerlo, me hizo parte de una experiencia única y especial. Quizás no fuera su madre como tal, quizás no llevara mi sangre. Pero había dado luz a aquella niña que me mira con grandes y dulces ojos azules. -Es un día bonito hoy. ¿Te gustaría venir a pasear con nosotras?-

Me llevo las manos a los bolsillos, encogiendome de hombros en un gesto entre pensativo y desinteresado sobre esto que pasa. Si, Luna parecia ser buena madre. O podria llegar a serlo. De todas formas a ella no la echarian del colegio y eso ya es mucho en comparacion a la primer vuelta de Madison.

Saco una mano, la de la varita y la giro haciendo mas figuras para que dancen alrededor de la bebé mientras está en brazos de Luna.

- No. Tengo aun algunas cosas que hacer. Viste a Cromwell por algun lado o a Solar. En realidad cualquiera que hayas visto me viene bien.

Acepto con tranquilidad sus ocupaciones. Veo a Maddy alzar la manita hacia las nuevas volutas de humo y sonrío.

-No, no los he visto. Alan quizás está en Las Tres Escobas, siguiendo a Aria. O buscando la Cámara de Los Secretos. Y la última vez que vi a Solaranielle estaba saliendo con el chico de Brasil. Aaron, creo que se llama, de Gryffindor. Quizás están en el Lago, me parece haberlos visto por allí tomados de la mano, o cerca de donde están instalados los competidores brasileños.-

Me pongo en pie con Maddy en brazos. -Es hora del baño, mi niña bonita.- Le sonrío. Me vuelvo hacia Jesse y le beso la mejilla. -Bueno, espero que los encuentres. ¿Nos vemos a la noche?-

- Quiza. Vere si puedo llegar. Ya sabes. Como te dije, tengo que ir a hacerle la vida imposible a Alan. Pero no es nada que no pueda esperar asi saludo a Madison antes de que se vayan a dormir. Nos vemos luego.
Ese hijo de puta, deberia encontrar la forma de que sintiera que dormia sobre vidrios o papel lija. Sabia porque Louise sabia pero por todo el santo puto cielo no queria tanta informacion. Iba a cortarle las pelotas y hacerselas tragar.
-Nos vemos en la noche... yo voy a Hogsmeade.
Molesto por tener que lidiar con el imbecil me retiro de la sala comun aun pensativo sobre que haré.

-Adios.- Digo con voz suave al verlo salir. Vaya, ¿qué le habrá hecho Alan para que esté tan molesto? Quizás es que a Jesse le gusta Aria. -Tu padre es una persona muy inquieta, Maddy preciosa.- Le susurro a mi niña. -Bueno, ¿Que tal si te llevo al Baño de Prefectos? Pero no te vayas a comer las burbujas esta vez, ¿si?-

Subo las escaleras para buscar la toalla y ropa limpia.

¡Hasta luego Jess!: