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Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
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Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
La Liebre de Marzo era la dueña del lugar, siempre estaba allí, ella, Judith... Quien día tras día vestía una máscara como símbolo, una máscara que le robaba identidad cada vez que se ocultaba de los ojos de la gente. Especialmente en estos momentos donde se encontraba entubada para poder experimentar las reacciones de sus habilidades a diferentes tipos de ingredientes para pociones.
Era una habitación solitaria, por una vez no estaba adornada ni con el vestido ni con el tocado sino que era la máscara blanca que ocultaba la expresión de dolor. El vestido parecía más bien un camisón sensual que le quedaba varias tallas grande para poder descubrir sus costados y su espalda. Allí estaban sus deformaciones. Como si fueran pequeñas esferas bajo la piel, 5 a cada lado, también en la columna. Pequeños tubos aplicados a la espalda, otros a su costado derecho dejando el izquierdo libre.
Estaba sentada en esa cama, esperando en el espacio lúgubre lleno de pociones y pruebas, calderos burbujeando a pesar de tratarse de una habitación de alquiler, como si hubieran dominado todo cuando la Liebre les dio permiso de usar tres de las habitaciones de allí, nada mejor que un escondrijo a plena luz del día.
Observó todo, estaba sola, el cabello rubio atado en un apretado rodete tras su cabeza, los ojos con una tonalidad violeta por culpa de alguna de las pociones que aun no lograba distinguir brillando en esa luz mortecina de la sala. Quizá alguien viniera a hacerle compañía... no estaba sola, sabía que no era la única solo tenía que tener paciencia...
Era una habitación solitaria, por una vez no estaba adornada ni con el vestido ni con el tocado sino que era la máscara blanca que ocultaba la expresión de dolor. El vestido parecía más bien un camisón sensual que le quedaba varias tallas grande para poder descubrir sus costados y su espalda. Allí estaban sus deformaciones. Como si fueran pequeñas esferas bajo la piel, 5 a cada lado, también en la columna. Pequeños tubos aplicados a la espalda, otros a su costado derecho dejando el izquierdo libre.
Estaba sentada en esa cama, esperando en el espacio lúgubre lleno de pociones y pruebas, calderos burbujeando a pesar de tratarse de una habitación de alquiler, como si hubieran dominado todo cuando la Liebre les dio permiso de usar tres de las habitaciones de allí, nada mejor que un escondrijo a plena luz del día.
Observó todo, estaba sola, el cabello rubio atado en un apretado rodete tras su cabeza, los ojos con una tonalidad violeta por culpa de alguna de las pociones que aun no lograba distinguir brillando en esa luz mortecina de la sala. Quizá alguien viniera a hacerle compañía... no estaba sola, sabía que no era la única solo tenía que tener paciencia...
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
Me vio entrar con una rodada de ojos, ni siquiera saludé antes de subir. Sabía donde estaban las habitaciones que nos tenía reservadas, a pesar de que no pasaba por allí casi nunca. Pero sabía que allí estaba ella, que allí estaría bastante tiempo. Subí los escalones con fuerza, casi corriendo, quería distraerme un momento. Había pasado el rato viendo las antiguas fotos de Colin y lo único que me faltaba era seguir recordando aquello. Necesitaba distraerme, sentir que hacía algo bien.
Llego ante una de las puertas, que está cerrada a cal y canto. Es el escondite perfecto. Nadie se pregunta que demonios hace la puerta cerrada siempre, ni que hago yo allí. Es Cabeza de Puerco, el escondite perfecto. Llamó con dos certeros golpes, pero no espero, porque, por si acaso, ni quiero nadie me vea por allí. Abro para encontrármela sin vestido y sin nada salvo una máscara blanca.
—Judith —digo. Sé su nombre, vino escrito en pergamino con una lechuza blanca que nunca había visto—. No quería interrumpir...
"Pero no sabía a donde ir". Ese es el mejor lugar, al parecer. Allí no tengo que ser Dennis Creevey. Allí puedo ser alguien más.
Llego ante una de las puertas, que está cerrada a cal y canto. Es el escondite perfecto. Nadie se pregunta que demonios hace la puerta cerrada siempre, ni que hago yo allí. Es Cabeza de Puerco, el escondite perfecto. Llamó con dos certeros golpes, pero no espero, porque, por si acaso, ni quiero nadie me vea por allí. Abro para encontrármela sin vestido y sin nada salvo una máscara blanca.
—Judith —digo. Sé su nombre, vino escrito en pergamino con una lechuza blanca que nunca había visto—. No quería interrumpir...
"Pero no sabía a donde ir". Ese es el mejor lugar, al parecer. Allí no tengo que ser Dennis Creevey. Allí puedo ser alguien más.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"Colin Creevey." Respondió con unas risas bajas, un sonido cristalino que solo otra como ella podría reproducir, una suave vibración de cuerdas vocales que no parecían ser del todo humanas.
Realmente estaba sorprendida. Durante el colegio se habían conocido si bien de forma distante, por el objetivo común habían reconciliado algunas diferencias de carácter para poder trabajar juntos e ineludiblemente se habían cruzado más de una vez en este lugar cuando él venía a ver a la Reina. Habían compartido palabras, habían compartido espacio, pero se podría decir que para lo que valía esta era la primera vez que se veían de frente sin el nombre de nacimiento de ella y sin el vestido de galla de su figura.
Probablemente lo que siguiera sería una charla de locos, pero era la especialidad de Judith realmente. Nunca estuvo del todo cuerda la verdad.
"Se puede decir que te extrañaba, falta un poco de cordura en este lugar." Comentó con lo que probablemente del otro lado de la máscara podría ser interpretado como una sonrisa. "Te has perdido ver a Argine, se acaba de ir, dijo algo sobre ir al castillo de regreso."
Realmente estaba sorprendida. Durante el colegio se habían conocido si bien de forma distante, por el objetivo común habían reconciliado algunas diferencias de carácter para poder trabajar juntos e ineludiblemente se habían cruzado más de una vez en este lugar cuando él venía a ver a la Reina. Habían compartido palabras, habían compartido espacio, pero se podría decir que para lo que valía esta era la primera vez que se veían de frente sin el nombre de nacimiento de ella y sin el vestido de galla de su figura.
Probablemente lo que siguiera sería una charla de locos, pero era la especialidad de Judith realmente. Nunca estuvo del todo cuerda la verdad.
"Se puede decir que te extrañaba, falta un poco de cordura en este lugar." Comentó con lo que probablemente del otro lado de la máscara podría ser interpretado como una sonrisa. "Te has perdido ver a Argine, se acaba de ir, dijo algo sobre ir al castillo de regreso."
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
—Dennis. Dennis Creevey —corrijo.
No sé si la equivocación es a propósito, con premeditación, o simplemente un descuido cualquiera, pero mi respuesta es demasiado seca, cortante como el filo de una espada. Antes no me importaba ser confundido con mi hermano, pero ahora... ¿qué cambio? No es sólo que esté muerto. Es algo más.
—Le pides cordura al sombrerero... —suelto una risa medio amarga, podría decirse que aquel lugar saca mi lado más oscuro, ese que procuro esconder en el colegio—. ¿No será que los de allá afuera son los locos...?
Me encojo de hombros y me acerco hasta donde está sentada.
—Quería distraerme un rato y no está la reina... —le quito importancia—. O al menos, no la vi. Y a Arguine... ya la veré en el colegio. Supongo.
Señalo su espalda, es obvia la deformación que allí existe, con curiosidad y un poco de incertidumblre. Porque no llegaré al final de esto sin secuelas...
—¿Duele?
No sé si la equivocación es a propósito, con premeditación, o simplemente un descuido cualquiera, pero mi respuesta es demasiado seca, cortante como el filo de una espada. Antes no me importaba ser confundido con mi hermano, pero ahora... ¿qué cambio? No es sólo que esté muerto. Es algo más.
—Le pides cordura al sombrerero... —suelto una risa medio amarga, podría decirse que aquel lugar saca mi lado más oscuro, ese que procuro esconder en el colegio—. ¿No será que los de allá afuera son los locos...?
Me encojo de hombros y me acerco hasta donde está sentada.
—Quería distraerme un rato y no está la reina... —le quito importancia—. O al menos, no la vi. Y a Arguine... ya la veré en el colegio. Supongo.
Señalo su espalda, es obvia la deformación que allí existe, con curiosidad y un poco de incertidumblre. Porque no llegaré al final de esto sin secuelas...
—¿Duele?
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
Miró hacia arriba tratando de recordar en la maraña de imágenes del presente, pasado y futuro. Era cierto... Colin estaba muerto. Pero era como si recién hubiera estado hablando con él sobre las clases que tenía por delante y sobre el nuevo torneo de Quidditch de ese año mientras él preguntaba por la otra gemela. La gemela ‘mala’ y si estaría dispuesta a hacer una sesión de fotos para él.
Le había dicho que le preguntaría pero no podría prometer nada... fue entonces que murió Albus Dumbledore y el colegio cerró sus puertas por el verano dejandole sin una respuesta a ninguno de los dos.
Quinto año había quedado en ascuas, realmente estaba perdida y desesperada, en cualquier momento pasarían actas sobre criaturas mágicas y ella sería una de las que sufrirían y cuando Judith comenzó a ser Judith, ya no recordaba el pasado o el futuro solo imágenes sueltas. Pero recordaba a Colin... no habían sido cercanos, pero era el único amigo de casi su edad aunque no tan cercano por miedo a que Jesse o Samuel lo vieran como una amenaza a ese frágil equilibrio creado.
"Lo siento, estaba recordando... Dennis." Respondió tras un momento cuando logró con dificultad desprenderse de las imágenes del pasado.
"La Reina tenía trabajo en el hospital, me dejó... me dejó con las..." No le salía la palabra, esos tubos con líquido que le dejaban adormecida y la lengua anudada. Quizá podía hablar pero su mente atontada no quería formar algunas palabras que para otros serían tan sencillas...
"¿La verdad? Si... duele. Muchos..." Hace seña a uno de los tubos del costado para que comprendiera a que se refería. "Tiene sustancias espesas y se inyectan directo, hacen que duela y me de sueño... hoy no son tan malos, solo me adormecen un poco pero otras duelen los reactivos y... y duele tanto. Supongo que no podré volver a... desnudarme frente a nadie." Comentó con una leve sonrisa, bajando los ojos desde detrás de la máscara, el cuerpo sin moverse.
"Argine ya tiene los suyos, tuve que ayudarla... Está determinada a ser parte." Era una forma rara de hablar sobre la castaña que testaruda había sobrevivido el ataque de la misma Judith y ahora era como una extensión de la misma a veces.
Le había dicho que le preguntaría pero no podría prometer nada... fue entonces que murió Albus Dumbledore y el colegio cerró sus puertas por el verano dejandole sin una respuesta a ninguno de los dos.
Quinto año había quedado en ascuas, realmente estaba perdida y desesperada, en cualquier momento pasarían actas sobre criaturas mágicas y ella sería una de las que sufrirían y cuando Judith comenzó a ser Judith, ya no recordaba el pasado o el futuro solo imágenes sueltas. Pero recordaba a Colin... no habían sido cercanos, pero era el único amigo de casi su edad aunque no tan cercano por miedo a que Jesse o Samuel lo vieran como una amenaza a ese frágil equilibrio creado.
"Lo siento, estaba recordando... Dennis." Respondió tras un momento cuando logró con dificultad desprenderse de las imágenes del pasado.
"La Reina tenía trabajo en el hospital, me dejó... me dejó con las..." No le salía la palabra, esos tubos con líquido que le dejaban adormecida y la lengua anudada. Quizá podía hablar pero su mente atontada no quería formar algunas palabras que para otros serían tan sencillas...
"¿La verdad? Si... duele. Muchos..." Hace seña a uno de los tubos del costado para que comprendiera a que se refería. "Tiene sustancias espesas y se inyectan directo, hacen que duela y me de sueño... hoy no son tan malos, solo me adormecen un poco pero otras duelen los reactivos y... y duele tanto. Supongo que no podré volver a... desnudarme frente a nadie." Comentó con una leve sonrisa, bajando los ojos desde detrás de la máscara, el cuerpo sin moverse.
"Argine ya tiene los suyos, tuve que ayudarla... Está determinada a ser parte." Era una forma rara de hablar sobre la castaña que testaruda había sobrevivido el ataque de la misma Judith y ahora era como una extensión de la misma a veces.
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
—No importa...
Ahora lo que resulta, el sombrerero está más cuerdo en ese lugar. Dudo estarlo, la verdad. Primero fue el dolor y la tristeza, pero la amargura vino después. Primero poco a poco, se hizo un lugar en mis venas y luego lo inundó todo. Ahora sólo me queda una sonrisa torcida, una mirada entre calculadora y extraña. Por fuera parezco el mismo, pero por dentro... Por dentro soy algo diferente. Soy lo que la Reina acabó por moldear.
—Sólo he visto a Argine en el colegio —respondo. No estuve allí los días que les deformaron la espalda, no oí los gritos ni nada parecido. En otro momento me daría pena, pero en ese momento... Tiene un propósito, lo que hagamos. Ya no tenemos nada que perder y pasamos a ser los instrumentos de alguien más—. Judith... ¿en qué se parece un cuervo a un escritorio?
Me acerco a ella, hasta donde está sentada y me devuelve una mirada casi irreconocible desde detrás de la máscara. Antes nunca le dirigí la palabra, pero ahora estamos en el mismo barco.
Ahora lo que resulta, el sombrerero está más cuerdo en ese lugar. Dudo estarlo, la verdad. Primero fue el dolor y la tristeza, pero la amargura vino después. Primero poco a poco, se hizo un lugar en mis venas y luego lo inundó todo. Ahora sólo me queda una sonrisa torcida, una mirada entre calculadora y extraña. Por fuera parezco el mismo, pero por dentro... Por dentro soy algo diferente. Soy lo que la Reina acabó por moldear.
—Sólo he visto a Argine en el colegio —respondo. No estuve allí los días que les deformaron la espalda, no oí los gritos ni nada parecido. En otro momento me daría pena, pero en ese momento... Tiene un propósito, lo que hagamos. Ya no tenemos nada que perder y pasamos a ser los instrumentos de alguien más—. Judith... ¿en qué se parece un cuervo a un escritorio?
Me acerco a ella, hasta donde está sentada y me devuelve una mirada casi irreconocible desde detrás de la máscara. Antes nunca le dirigí la palabra, pero ahora estamos en el mismo barco.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"Because it can produce very few notes, who they are very flat; and it is nevar put with the wrong end in front." Respondió en su inglés quebrado haciendo un juego de palabras con una leve sonrisa bajo la máscara que podría ser sentida en las palabras que emitía, esa lentitud de sílabas que solo podría entenderse como la somnolencia de quien estaba drogado pero aun tenía demasiada energía como para dejarse caer en los brazos de morfeo.
Por eso se movió, dejando para que vea su espalda, la columna sobresaliente de forma dolorosa y unos bultos anormales bajo la piel que estaban siendo penetrados por más ampollas con jeringas de un tamaño más importante que las otras.
"Ya se agotaron, ¿podrías quitármelos?" Pidió sin querer esperar a que viniera o la Liebre o la Reina para poder recostarse. Por suerte los espasmos no aparecerían hasta dentro de 1 o 2 días si aun no había mayor resultado que este. Pero estaba bien, ya se había acostumbrado a las perdidas de consciencia, perdidas de memoria, espasmos de dolor y otras cosas macabras que pasaba a su cuerpo. No era tan malo, aparte que era bueno poder abrazarse a Argine en los momentos más dolorosos.
Claro, a la otra chica como era humana tenía menos sueros y cosas en su cuerpo.
"Quizá quieras hablar con ella. No es de muchas palabras y quizá te resulte rara pero está comprometida con esto, aunque no le es necesario todas las semanas viene a ayudar con los experimentos..." En parte se sentía responsable de que la otra chica no estuviera sola, era algo personal porque sabía lo que era ser el paria de una casa como Ravenclaw donde por alguna razón aunque todos se conocen ninguno recuerda tu rostro.
Por eso se movió, dejando para que vea su espalda, la columna sobresaliente de forma dolorosa y unos bultos anormales bajo la piel que estaban siendo penetrados por más ampollas con jeringas de un tamaño más importante que las otras.
"Ya se agotaron, ¿podrías quitármelos?" Pidió sin querer esperar a que viniera o la Liebre o la Reina para poder recostarse. Por suerte los espasmos no aparecerían hasta dentro de 1 o 2 días si aun no había mayor resultado que este. Pero estaba bien, ya se había acostumbrado a las perdidas de consciencia, perdidas de memoria, espasmos de dolor y otras cosas macabras que pasaba a su cuerpo. No era tan malo, aparte que era bueno poder abrazarse a Argine en los momentos más dolorosos.
Claro, a la otra chica como era humana tenía menos sueros y cosas en su cuerpo.
"Quizá quieras hablar con ella. No es de muchas palabras y quizá te resulte rara pero está comprometida con esto, aunque no le es necesario todas las semanas viene a ayudar con los experimentos..." En parte se sentía responsable de que la otra chica no estuviera sola, era algo personal porque sabía lo que era ser el paria de una casa como Ravenclaw donde por alguna razón aunque todos se conocen ninguno recuerda tu rostro.
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
Sonrío. Respuesta correcta. ¿Quién iba a decir que un día me iba a convertir en el Sombrerero de Alicia? El mismo sinsentido viviente, sólo que no puedo ahogarme en té, ni arruinar los relojes de los conejos blancos, de momento… Evito darle vueltas, simplemente hago mi trabajo, hablo, oigo, veo, me muevo por Hogwarts dándome cuenta, desesperadamente, cómo la mayoría de las personas empiezan a dejar atrás las desgracias y yo sigo allí, allí, con el corazón podrido.
Ella me deja ver su espalda mancillada, adolorida. Me horrorizaría en otro momento, pero aquello se ha vuelto tan natural que ya ni siquiera me queda sensibilidad. Sólo furia ciega. Las lágrimas que Niniel me vio derramar ya han desaparecido y sólo se ha quedado una amarga y torcida sonrisa, palabras para todas las ocasiones, y una furia ciega, una amargura extraña que me ha destrozado el corazón.
Lo siento latir. Pero no está allí.
—Claro… —me acerco a su espalda lentamente, no se si le duela, pero ¿qué importa? Es por una buena causa o algo así. A veces aun tengo un pinchazo de moralidad, pero la moral va desapareciendo cuando aparecen las palabras «una buena causa» o «tenemos un propósito». Como vamos, nos vamos a olvidar de que lo tenemos.
Las jalo, una a una, sin preguntarme qué demonios tenían adentro. No serviría de nada porque de todos modos era una pregunta a la que no podía contestar. Había tantas cosas que sabía que Judith sosportaría, quizá menos estoicamente que lo esperado, aquella tortura lenta. Habla de Argine a la que sólo ubico de vista. Retraída, extraña, callada son las primeras palabras que se me ocurren para definirla. Una persona capaz de fundirse con el paisaje, porque nunca antes me fijé realmente en ella.
—Lo haré… Aunque no prometo una plática demasiado cuerda. Después de todo, sólo soy el Sombrerero —veo su espalda, la contemplo un minuto, deshecha, acabada, un títere de lo que fue anteriormente. Al menos, ya he dejado de preguntarme cómo llegamos a esto. Todos tenemos motivos, algo que nos ha aventado a aquellas habitaciones de un pub que a primera vista parece de mala muerte—. Judith. A veces pienso que me atravesaría el corazón. —Hago una pausa. Lo siento latir, está allí, pero ha perdido la capacidad de todo. Ya sólo le queda furia y amargura, todos esos malos sentimientos que, el día menos pensado, me van a llevar a la ruina junto con todo lo que quiero ver destruido—. Si me quedara uno.
Una confesión extraña, pero es quizá la única que la entienda.
Ella me deja ver su espalda mancillada, adolorida. Me horrorizaría en otro momento, pero aquello se ha vuelto tan natural que ya ni siquiera me queda sensibilidad. Sólo furia ciega. Las lágrimas que Niniel me vio derramar ya han desaparecido y sólo se ha quedado una amarga y torcida sonrisa, palabras para todas las ocasiones, y una furia ciega, una amargura extraña que me ha destrozado el corazón.
Lo siento latir. Pero no está allí.
—Claro… —me acerco a su espalda lentamente, no se si le duela, pero ¿qué importa? Es por una buena causa o algo así. A veces aun tengo un pinchazo de moralidad, pero la moral va desapareciendo cuando aparecen las palabras «una buena causa» o «tenemos un propósito». Como vamos, nos vamos a olvidar de que lo tenemos.
Las jalo, una a una, sin preguntarme qué demonios tenían adentro. No serviría de nada porque de todos modos era una pregunta a la que no podía contestar. Había tantas cosas que sabía que Judith sosportaría, quizá menos estoicamente que lo esperado, aquella tortura lenta. Habla de Argine a la que sólo ubico de vista. Retraída, extraña, callada son las primeras palabras que se me ocurren para definirla. Una persona capaz de fundirse con el paisaje, porque nunca antes me fijé realmente en ella.
—Lo haré… Aunque no prometo una plática demasiado cuerda. Después de todo, sólo soy el Sombrerero —veo su espalda, la contemplo un minuto, deshecha, acabada, un títere de lo que fue anteriormente. Al menos, ya he dejado de preguntarme cómo llegamos a esto. Todos tenemos motivos, algo que nos ha aventado a aquellas habitaciones de un pub que a primera vista parece de mala muerte—. Judith. A veces pienso que me atravesaría el corazón. —Hago una pausa. Lo siento latir, está allí, pero ha perdido la capacidad de todo. Ya sólo le queda furia y amargura, todos esos malos sentimientos que, el día menos pensado, me van a llevar a la ruina junto con todo lo que quiero ver destruido—. Si me quedara uno.
Una confesión extraña, pero es quizá la única que la entienda.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"No lo hagas... yo arranqué el mío y la herida aun no deja de sangrar." Respondió con el mismo estoicismo, tomando los tubos prendados de sus costados y arrancándolos solo para diminutos hilos de sangre comenzar a salir de las heridas causadas por su propia brutalidad.
Hablaba del corazón, había creído tener un corazón, recordaba creer poder amar, recordaba creer poder vivir, poder luchar, poder sentir. Pero creer no era lo mismo que ser. Ya ni tenía alma para ir afuera de este lugar, de mostrar su cuerpo a nadie que no entendiera lo que hacía, porque lo hacía. Y mientras más pasaba el tiempo más olvidaba...
Creyó ser una persona pero luego descubrió que la única forma de sobrevivir aquí fuera era vistiendo una máscara sobre su rostro para evitar que esto siguiera sangrando, siguiera manchando de lágrimas el momento del final. Era una mujer cuya hija probablemente solo conociera por la mascara que portaría en su rostro, ya que desde que llegó a esta habitación o en su propia casa incluso, su rostro ya no se volvería a mostrar por completo, solo ojos violeta, un resultado de alguno de los sueros que inyectaban en su cuerpo mezclado con magia y las plumas que suavizaban la mascara inferior.
"A veces creo que el corazón no debería estar dentro del cuerpo... deberíamos llevarlo colgando. Porque a veces sangra demasiado y no nos damos cuenta. El mío sigue latiendo, debe latir por ella, pero ya no hay sangre que bombear y el amor que tenía fue drenado. No recuerdo nada, Dennis... recuerdo a tu hermano cuando apareces, recuerdo a Argine cuando estoy aquí, pero vivo sin memorias de mi pasado... creo que por eso sigue latiendo, si pudiera recordar significa que ya no habría conejo blanco que me deje caer por la madriguera."
Hablaba del corazón, había creído tener un corazón, recordaba creer poder amar, recordaba creer poder vivir, poder luchar, poder sentir. Pero creer no era lo mismo que ser. Ya ni tenía alma para ir afuera de este lugar, de mostrar su cuerpo a nadie que no entendiera lo que hacía, porque lo hacía. Y mientras más pasaba el tiempo más olvidaba...
Creyó ser una persona pero luego descubrió que la única forma de sobrevivir aquí fuera era vistiendo una máscara sobre su rostro para evitar que esto siguiera sangrando, siguiera manchando de lágrimas el momento del final. Era una mujer cuya hija probablemente solo conociera por la mascara que portaría en su rostro, ya que desde que llegó a esta habitación o en su propia casa incluso, su rostro ya no se volvería a mostrar por completo, solo ojos violeta, un resultado de alguno de los sueros que inyectaban en su cuerpo mezclado con magia y las plumas que suavizaban la mascara inferior.
"A veces creo que el corazón no debería estar dentro del cuerpo... deberíamos llevarlo colgando. Porque a veces sangra demasiado y no nos damos cuenta. El mío sigue latiendo, debe latir por ella, pero ya no hay sangre que bombear y el amor que tenía fue drenado. No recuerdo nada, Dennis... recuerdo a tu hermano cuando apareces, recuerdo a Argine cuando estoy aquí, pero vivo sin memorias de mi pasado... creo que por eso sigue latiendo, si pudiera recordar significa que ya no habría conejo blanco que me deje caer por la madriguera."
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
—No sé… no sé si el mío sea capaz de sangrar aún. —¿Dónde quedaron olvidados los buenos sentimientos? De repente ya no conozco nada que no sea la madriguera del conejo, que es oscura y extraña, que está poblada por muchas de mis pesadillas y también por mis anhelos. Ladeo la cabeza, aun estoy cerca de su espalda, aun no puede verme y me llevo la mano al corazón. ¿Dónde se perdió todo? Late, sí…
Tic, tac, tic, tac, tic, tac.
Un ritmo acompasado. Recordaba haber amado, sí, lo recordaba, recordaba a mi hermano y a ese sentimiento que también incluía dar por hecho que siempre estarpia a mi lado. Y de repente ya no lo estaba, fue tan abrupto que en el momento de encontrarlo muerto algo dolió tan fuerte que simplemente lo apague. Como si fuera un maldito interruptor.
Las palabras de la psiquiatra un día que decidí no ignorarla fueron «Tienes derecho a odiar a tus fantasmas por haberte abandonado», y eso pasó. El problema es que nunca me tomé la molestia de reconciliarme con ellos, simplemente dejé que mi corazón se pudriera en amargura y en odio. Si me hubiera encontrado alguien más antes que la Reina, me hubiera abrazado a ese alguien con la misma desesperación con la que me volví Sombrerero y me involucré en un juego a muerte en el que los adultos no están invitados.
—No importa donde esté el corazón, siempre nos olvidamos que puede sangrar y que si sangra demasiado muere… Y si muere…
Dejo las palabras al aire. Si muere ya no hay nada, el problema es cuando se apaga y tú sigues vivo. Todo parece importar muy poco, pero al mismo tiempo importa, porque estás allí. Todo parece lejano, cubierto con un velo, todo está ante mis ojos, pero ni siquiera las heridas e Judith parecen tener importancia.
—Yo si recuerdo, Judith —respondo—. Porque el pasado me recuerda por qué me aventé por la madriguera y por qué estoy allí. —Aunque en realidad, no es todo el pasado, es sólo su muerte, la muerte de mis padres, una y otra vez, eso que me resisto a dejar ir y a superar como toda persona normal, porque mis recuerdos me acechan. Pero mis recuerdos y mi conciencia me importa ahora tan poco que me lancé de cabeza al infierno y me encuentro a gusto en él—. Quizá es que no me importa, que ya no me importa nada, salvo hacer pagar a los responsables.
Tic, tac, tic, tac, tic, tac.
Un ritmo acompasado. Recordaba haber amado, sí, lo recordaba, recordaba a mi hermano y a ese sentimiento que también incluía dar por hecho que siempre estarpia a mi lado. Y de repente ya no lo estaba, fue tan abrupto que en el momento de encontrarlo muerto algo dolió tan fuerte que simplemente lo apague. Como si fuera un maldito interruptor.
Las palabras de la psiquiatra un día que decidí no ignorarla fueron «Tienes derecho a odiar a tus fantasmas por haberte abandonado», y eso pasó. El problema es que nunca me tomé la molestia de reconciliarme con ellos, simplemente dejé que mi corazón se pudriera en amargura y en odio. Si me hubiera encontrado alguien más antes que la Reina, me hubiera abrazado a ese alguien con la misma desesperación con la que me volví Sombrerero y me involucré en un juego a muerte en el que los adultos no están invitados.
—No importa donde esté el corazón, siempre nos olvidamos que puede sangrar y que si sangra demasiado muere… Y si muere…
Dejo las palabras al aire. Si muere ya no hay nada, el problema es cuando se apaga y tú sigues vivo. Todo parece importar muy poco, pero al mismo tiempo importa, porque estás allí. Todo parece lejano, cubierto con un velo, todo está ante mis ojos, pero ni siquiera las heridas e Judith parecen tener importancia.
—Yo si recuerdo, Judith —respondo—. Porque el pasado me recuerda por qué me aventé por la madriguera y por qué estoy allí. —Aunque en realidad, no es todo el pasado, es sólo su muerte, la muerte de mis padres, una y otra vez, eso que me resisto a dejar ir y a superar como toda persona normal, porque mis recuerdos me acechan. Pero mis recuerdos y mi conciencia me importa ahora tan poco que me lancé de cabeza al infierno y me encuentro a gusto en él—. Quizá es que no me importa, que ya no me importa nada, salvo hacer pagar a los responsables.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"Los responsables pagarán. Pero será lento... tu corazón no está tan muerto como crees y el mío regresará solo para seguir sangrando... y sangrará... y sangrará hasta que los gritos silenciosos cubran todo el lugar y la pobre reina podrá escucharlo hacer como los cristales y cuando todo acabe ya no existirá ni pasión ni dolor y deberé romper un corazón tan puro que dolerá físicamente haberlo hecho." Las imágenes no eran coherentes, nada era coherente en su mundo, nada del futuro o del pasado podría tener sentido ya que siempre algo faltaba. ¿Por que había rechazado a Luna?
Ella era pura, era valiente y quizá de todo ese colegio la única que aun sabiendo su debilidad y la guerra que se aproximaba podría haber tenido el valor de permanecer a su lado en tiempos tan duros como estos. Era todo lo que alguien podría pedir de una persona, alguien que acompañara, que ofreciera un soplo de vida, pero ella...
‘Quiero ser justa contigo. Te quiero, Luna Lovegood, pero mi corazón aun encierra otro nombre. Es por eso que quiero conocerte... quiero borrar todo rastro antes de que seas completamente mía. Hoy solo quiero que suspires y te sientas cómoda, que disfrutes de esto, pero cuando sea el momento no quiero que sea en una bañera en el impulso del momento...’
Mi corazón encierra otro nombre... que curioso. Demasiado curioso...
Si su corazón encierra otro nombre y lo arrancó es un poco difícil saber cual es el nombre específicamente que encerró allí. Es demasiado difícil realmente saberlo, solo sabía que probablemente ese nombre es el que me la ha hecho sangrar hasta el día de hoy y que aun no se despega del todo.
No puede evitar sonreír, las palabras de él son serias pero su cabeza delirante desvaría con tal naturaleza que realmente, piensa, analiza como una persona normal sobre cosas que no debería considerar para empezar. Por eso es que se dejó caer, me dejo caer suavemente hacia atrás, sobre su hombro. Las damas naturalmente tienen nuestras necesidades. La de Argine es la compañía, ella siempre solitaria siempre buscó no estar del todo sola y no puede resistir a alguien que no quiere estar solo.
La mía no solo es esa sino que necesito el contacto físico. Necesito tocar, sentir, y también que se me toque. No en un tema sexual, nunca fue algo sexual, es simplemente el recuerdo de que no hace daño, y si hace daño prepararse para dañar de regreso.
"Yo no caí por la madriguera por el pasado, caí por ella por lo que pasará... y lo que pasará será cruel, demasiado cruel. Más cruel que mi corazón quebrándose porque será cuando muera mi corazón ya que el mío lo dejé al cuidado de una niña tan pequeña que sufrirá quizá más que yo con mi edad."
Ella era pura, era valiente y quizá de todo ese colegio la única que aun sabiendo su debilidad y la guerra que se aproximaba podría haber tenido el valor de permanecer a su lado en tiempos tan duros como estos. Era todo lo que alguien podría pedir de una persona, alguien que acompañara, que ofreciera un soplo de vida, pero ella...
‘Quiero ser justa contigo. Te quiero, Luna Lovegood, pero mi corazón aun encierra otro nombre. Es por eso que quiero conocerte... quiero borrar todo rastro antes de que seas completamente mía. Hoy solo quiero que suspires y te sientas cómoda, que disfrutes de esto, pero cuando sea el momento no quiero que sea en una bañera en el impulso del momento...’
Mi corazón encierra otro nombre... que curioso. Demasiado curioso...
Si su corazón encierra otro nombre y lo arrancó es un poco difícil saber cual es el nombre específicamente que encerró allí. Es demasiado difícil realmente saberlo, solo sabía que probablemente ese nombre es el que me la ha hecho sangrar hasta el día de hoy y que aun no se despega del todo.
No puede evitar sonreír, las palabras de él son serias pero su cabeza delirante desvaría con tal naturaleza que realmente, piensa, analiza como una persona normal sobre cosas que no debería considerar para empezar. Por eso es que se dejó caer, me dejo caer suavemente hacia atrás, sobre su hombro. Las damas naturalmente tienen nuestras necesidades. La de Argine es la compañía, ella siempre solitaria siempre buscó no estar del todo sola y no puede resistir a alguien que no quiere estar solo.
La mía no solo es esa sino que necesito el contacto físico. Necesito tocar, sentir, y también que se me toque. No en un tema sexual, nunca fue algo sexual, es simplemente el recuerdo de que no hace daño, y si hace daño prepararse para dañar de regreso.
"Yo no caí por la madriguera por el pasado, caí por ella por lo que pasará... y lo que pasará será cruel, demasiado cruel. Más cruel que mi corazón quebrándose porque será cuando muera mi corazón ya que el mío lo dejé al cuidado de una niña tan pequeña que sufrirá quizá más que yo con mi edad."
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
A mí lo que me sobra es el tiempo, no tengo nada que hacer, sólo sentarme a esperar que paguen los responsables. He perdido ya cualquier otra ambición que pudiera tener aparte de esa, lo que me queda es tiempo y muchos recuerdos para seguir envenenándome, poco a poco. Los tengo de sobra, para seguir pudriéndome, para seguir acumulando rencores y nunca olvidar. Una vez alguien me dijo que no era necesario olvidar el pasado, pero si había que perdonarlo. El problema es que yo no hacía ninguna de las dos cosas.
—A veces lo siento latir, Judith, como si estuviera allí… —pero no termino la frase porque diga lo que diga no sé qué es lo que está dentro de mí. Lo que hago puede llamarse vivir, pero bien pasaría por vegetar y dejar que las cosas pasen. Yo lo llamo sobrevivir, simplemente.
Sobreviví a la muerte de mis padres, a la guerra, a la muerte de Colin. Y ahora estoy allí, sobreviviendo al mundo, oyendo cosas, siendo parte del proyecto más extraño que muchos verán en su vida, convirtiéndome en lo que nunca quise ser, pero a la ver sin tener ninguna clase de remordimiento. Simplemente estoy allí, porque es lo que tengo que hacer o lo que siento que tengo que hacer. Ya no me queda nada más. Sólo ser un sombrerero que cayó por la madriguera del conejo blanco o que, más bien, se lanzó por ella de cabeza.
Oigo las palabras de Judith y sé que no podemos acabar bien allí. Repaso mis recuerdos y me doy cuenta de que siempre di por hecho que, lo que tuviera que pasar, pasaría, simplemente, como pasan las cosas y yo estaría allí y no me importaría en lo más mínimo. O eso es lo que pienso. Que estaré allí y no importará nada.
—El corazón… complicado. Yo no puedo dejárselo a nadie. No me queda nadie…
Y oh, ojalá me quedara alguien. Porque si muero, seré sólo un manchón en la memoria de muchos.
—A veces lo siento latir, Judith, como si estuviera allí… —pero no termino la frase porque diga lo que diga no sé qué es lo que está dentro de mí. Lo que hago puede llamarse vivir, pero bien pasaría por vegetar y dejar que las cosas pasen. Yo lo llamo sobrevivir, simplemente.
Sobreviví a la muerte de mis padres, a la guerra, a la muerte de Colin. Y ahora estoy allí, sobreviviendo al mundo, oyendo cosas, siendo parte del proyecto más extraño que muchos verán en su vida, convirtiéndome en lo que nunca quise ser, pero a la ver sin tener ninguna clase de remordimiento. Simplemente estoy allí, porque es lo que tengo que hacer o lo que siento que tengo que hacer. Ya no me queda nada más. Sólo ser un sombrerero que cayó por la madriguera del conejo blanco o que, más bien, se lanzó por ella de cabeza.
Oigo las palabras de Judith y sé que no podemos acabar bien allí. Repaso mis recuerdos y me doy cuenta de que siempre di por hecho que, lo que tuviera que pasar, pasaría, simplemente, como pasan las cosas y yo estaría allí y no me importaría en lo más mínimo. O eso es lo que pienso. Que estaré allí y no importará nada.
—El corazón… complicado. Yo no puedo dejárselo a nadie. No me queda nadie…
Y oh, ojalá me quedara alguien. Porque si muero, seré sólo un manchón en la memoria de muchos.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
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Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"Entonces entregamelo..." Susurró, suavemente recargándose con esa frialdad distante. No, no era una historia de amor, recordaba haber entregado el corazón varias veces en su vida a diferentes personas pero solo a una era con un interés romántico. Ese alguien... ese alguien era inmencionable, quizá porque no lo recordaba a la perfección... solo sabía que escaparía de los mismos ángeles con tal de poder pronunciar su nombre en algún momento de su vida solo para darse cuenta que si hoy día lo hiciera... no sabría que saldría de sus labios.
"No quiero un corazón con promesas de amor. No quiero sexo ni una pareja que sueñe a tener una casa con verja blanca y un perro... no quiero el amor de una pareja porque he entregado mi corazón a alguien y ya me lo ha devuelto. Pero puedo aceptar tu hastío, puedo robar tus sueños y tus pesadillas como alguna vez sostuve los sueños de ellos... puedo pretender ser tu amiga y abrazarte cuando digas que lo necesitas. Puedo simplemente ser el cofre en el que lo guardes hasta que decidas que lo necesitas de nuevo."
Sus amigos... sus amigos eran cercanos, eran físicos y a su vez eran distantes, prometían muerte y destrucción a quien se atreviera a enfrentarlos y aun hoy día se sorprendía por lo inocente que había sido a bajar la cabeza y entregarse al dolor que ellos le ofrecían. Eso era lo que podía ofrecer y tomar, compañía y confianza ciega, porque no había amor en su cuerpo, ni siquiera un deseo sexual ardiente ya que este lentamente estaba muriendo a cada ampolla que inyectaba, cada pluma que moría, que caía y acababa hecha cenizas por el miedo a que alguien la analizara... plumas de veela, sería algo desagradable que cayeran en manos de alguien curioso.
"Al menos cuando llegue la hora sabrás que tu corazón está guardado en algún rincón de este lugar." Murmuró con esa frialdad, como si el corazón fuera realmente un objeto que uno simplemente pudiera arrancarse y dejar detrás, como si le pidiera que dejara un candado que ella lo cuidaría. Porque ella probablemente ya nunca más podría salir de este lugar donde había caído.
"No quiero un corazón con promesas de amor. No quiero sexo ni una pareja que sueñe a tener una casa con verja blanca y un perro... no quiero el amor de una pareja porque he entregado mi corazón a alguien y ya me lo ha devuelto. Pero puedo aceptar tu hastío, puedo robar tus sueños y tus pesadillas como alguna vez sostuve los sueños de ellos... puedo pretender ser tu amiga y abrazarte cuando digas que lo necesitas. Puedo simplemente ser el cofre en el que lo guardes hasta que decidas que lo necesitas de nuevo."
Sus amigos... sus amigos eran cercanos, eran físicos y a su vez eran distantes, prometían muerte y destrucción a quien se atreviera a enfrentarlos y aun hoy día se sorprendía por lo inocente que había sido a bajar la cabeza y entregarse al dolor que ellos le ofrecían. Eso era lo que podía ofrecer y tomar, compañía y confianza ciega, porque no había amor en su cuerpo, ni siquiera un deseo sexual ardiente ya que este lentamente estaba muriendo a cada ampolla que inyectaba, cada pluma que moría, que caía y acababa hecha cenizas por el miedo a que alguien la analizara... plumas de veela, sería algo desagradable que cayeran en manos de alguien curioso.
"Al menos cuando llegue la hora sabrás que tu corazón está guardado en algún rincón de este lugar." Murmuró con esa frialdad, como si el corazón fuera realmente un objeto que uno simplemente pudiera arrancarse y dejar detrás, como si le pidiera que dejara un candado que ella lo cuidaría. Porque ella probablemente ya nunca más podría salir de este lugar donde había caído.
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
Es la primera vez que alguien me pide mi corazón y sé que no sufriré, que ella seguirá allí y yo estaré allí para ella aunque en el fondo no nos importe en lo más mínimo. Ni siquiera sé qué nos une, porque ella sólo recuerda que yo estoy allí si aparezco, su mente está tan dañada que probablemente ya no recuerde el nombre de nadie importante, o quizá llegue a olvidar quien es.
—Es tuyo, entonces —le respondo.
Qué más da. Si no lo siento, si siento que se está muriendo y yo sigo allí, es suyo. Para lo que quiera. No nos importara y yo no sentiré nada, pero estaremos allí porque nos une aquello, porque nos une la misma madriguera por la que caímos aunque antes ni siquiera nos dignáramos a saludarnos o a averiguar nuestros nombres. Supongo que no importa. No demasiado. Mi corazón es suyo.
—No quiero sentir nada, Judith. Quiero olvidar que está allí, porque cuando él mismo lo recuerda, duele. Quiero olvidar que tengo uno, no importa. Porque si vuelvo a sentir algo… —algo como «amor», esa palabra que no quiero oír—, lo volverán a herir. Y…
«…esta vez no podré seguir caminando, haciendo como si no pasara nada, porque muye en fondo, entre la podredumbre de mi propio corazón, aún tengo miedo.» No suelto nada de eso. No debería ser propio de mí. Sentir. De mí, que apagó todo lo que sentía como si fuera un interruptor y se encerró en una habitación de un orfanato ignorando a una psicóloga y se encontró a una mujer bajo la lluvia a la que se abrazó con una desesperación con la que nunca se había abrazado a nadie.
Supongo que así de fácil me convertí en el sombrerero: por qué no tenía nada más.
—Es tuyo. Quédatelo. No quiero sentirlo… No quiero…
Me gustaría poder olvidar, como ella. Olvidarlo todo, no recordar nada. Olvidar a Colin y mirar al futuro más limpiamente, pero no puedo. Los recuerdos están atascados en mí y al paso que voy, en meses sólo me quedará eso. Sólo estoy allí parado porque acepté ayudar a Andrómeda, por qué me convertí en el Sombrerero. Si no, seguiría metido en el sistema muggle, sin media libra esterlina partida por la mitad.
—Guárdalo… —aún estamos cerca, el uno del otro—. No quiero sentirlo. Todo se vuelve complicado si sientes.
Quizá sí, no está tan muerto como yo digo. Pero quizá un día despierte y lo sienta vivo y lo vuelvan a herir y vuelva a sangrar. Y tengo miedo de eso. Ya sólo vivo para hacer pagar a los responsables de todo esto.
—Es tuyo, entonces —le respondo.
Qué más da. Si no lo siento, si siento que se está muriendo y yo sigo allí, es suyo. Para lo que quiera. No nos importara y yo no sentiré nada, pero estaremos allí porque nos une aquello, porque nos une la misma madriguera por la que caímos aunque antes ni siquiera nos dignáramos a saludarnos o a averiguar nuestros nombres. Supongo que no importa. No demasiado. Mi corazón es suyo.
—No quiero sentir nada, Judith. Quiero olvidar que está allí, porque cuando él mismo lo recuerda, duele. Quiero olvidar que tengo uno, no importa. Porque si vuelvo a sentir algo… —algo como «amor», esa palabra que no quiero oír—, lo volverán a herir. Y…
«…esta vez no podré seguir caminando, haciendo como si no pasara nada, porque muye en fondo, entre la podredumbre de mi propio corazón, aún tengo miedo.» No suelto nada de eso. No debería ser propio de mí. Sentir. De mí, que apagó todo lo que sentía como si fuera un interruptor y se encerró en una habitación de un orfanato ignorando a una psicóloga y se encontró a una mujer bajo la lluvia a la que se abrazó con una desesperación con la que nunca se había abrazado a nadie.
Supongo que así de fácil me convertí en el sombrerero: por qué no tenía nada más.
—Es tuyo. Quédatelo. No quiero sentirlo… No quiero…
Me gustaría poder olvidar, como ella. Olvidarlo todo, no recordar nada. Olvidar a Colin y mirar al futuro más limpiamente, pero no puedo. Los recuerdos están atascados en mí y al paso que voy, en meses sólo me quedará eso. Sólo estoy allí parado porque acepté ayudar a Andrómeda, por qué me convertí en el Sombrerero. Si no, seguiría metido en el sistema muggle, sin media libra esterlina partida por la mitad.
—Guárdalo… —aún estamos cerca, el uno del otro—. No quiero sentirlo. Todo se vuelve complicado si sientes.
Quizá sí, no está tan muerto como yo digo. Pero quizá un día despierte y lo sienta vivo y lo vuelvan a herir y vuelva a sangrar. Y tengo miedo de eso. Ya sólo vivo para hacer pagar a los responsables de todo esto.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
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Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
El movimiento que siguió fue suave, como si aun allí sobre la camilla pudiera bailar lo que sus pies se negaban, ese ritmo maldito al que estaría por siempre condenada entre los cantos de sin sentidos y dulces promesas.
Era necesario, era una necesidad imperiosa que él no comprendería pero para ella estaba bien, ambos habían sido muy diferentes, tan diferentes...
Pensar que hacía un año Dennis era un chico alegre, alguien que podría mirar de frente al sol sin ocultarse, sin temer. Él había sido normal, con sus amigos, con compañeros, había hablado con gente, le había gustado chicas, había disfrutado de saberse mago, de poder compartir con Colin el hecho de ser un mago aunque los padres de ambos eran simples muggles. Era curioso para alguien como ella que por mucho que pretendía ser humana sabía no era más que una criatura, alguien que no merecía caminar entre los humanos, pero cuyas lágrimas pueden conmoverlos hasta el llanto.
"Déjame absorber tu dolor." Susurró en el momento que se inclinó levemente en un roce de labios. No era un beso de amor de pareja, nunca lo eran sus besos y ni recordaba si alguna vez había dado de los otros, aunque pensando que tenía a Maddy con ella deseaba, añoraba creer que si, que en algún momento había amado a alguien que no la hizo sangrar como sangraba por dentro. Que en algún momento volvió a confiar y se entregó a alguien en cuerpo y alma...
Pero si fue así entonces extrañaba algo que no sabía que era, porque estaba aquí encerrada, observando el mundo desde una ventana empañada, el olor a pociones burbujeantes llenando el ambiente, dejándola solitaria, ausente, sin sentido ni motivación. Quizá el corazón de Dennis pudiera ser algo que la ayudara... "Déjame ser la guardiana de tu corazón." Sonrió ante la ironía de las propias palabras, lentamente enredándose en él como si se tratara no de una Flor Voladora sino de un lazo del diablo, tan dañino, apretando, poseyendo, reclamando.
Y a su vez tan suave.
Era un simple abrazo en el que los brazos de apariencia frágil, de venas que sobresalían en violento tono azul violáceo pasaban por debajo de los de él y se posaban en la espalda, sin dudarlo pero cada movimiento parecía el endeble intento de una marioneta en parecer humana nuevamente.
Y aun así sabía que no lo lograría porque si bien sentía las emociones, podría rozarlas con sus dedos en el centro de su mente, realmente creía que se convertiría en piedra nuevamente si se dejaba llevar.
"Puedo quedármelas, podemos compartirlas... o podemos tomar té y simular que tengo memorias de un tiempo alegre mientras tratamos de que el mundo no nos devore de dentro hacia fuera."
Era necesario, era una necesidad imperiosa que él no comprendería pero para ella estaba bien, ambos habían sido muy diferentes, tan diferentes...
Pensar que hacía un año Dennis era un chico alegre, alguien que podría mirar de frente al sol sin ocultarse, sin temer. Él había sido normal, con sus amigos, con compañeros, había hablado con gente, le había gustado chicas, había disfrutado de saberse mago, de poder compartir con Colin el hecho de ser un mago aunque los padres de ambos eran simples muggles. Era curioso para alguien como ella que por mucho que pretendía ser humana sabía no era más que una criatura, alguien que no merecía caminar entre los humanos, pero cuyas lágrimas pueden conmoverlos hasta el llanto.
"Déjame absorber tu dolor." Susurró en el momento que se inclinó levemente en un roce de labios. No era un beso de amor de pareja, nunca lo eran sus besos y ni recordaba si alguna vez había dado de los otros, aunque pensando que tenía a Maddy con ella deseaba, añoraba creer que si, que en algún momento había amado a alguien que no la hizo sangrar como sangraba por dentro. Que en algún momento volvió a confiar y se entregó a alguien en cuerpo y alma...
Pero si fue así entonces extrañaba algo que no sabía que era, porque estaba aquí encerrada, observando el mundo desde una ventana empañada, el olor a pociones burbujeantes llenando el ambiente, dejándola solitaria, ausente, sin sentido ni motivación. Quizá el corazón de Dennis pudiera ser algo que la ayudara... "Déjame ser la guardiana de tu corazón." Sonrió ante la ironía de las propias palabras, lentamente enredándose en él como si se tratara no de una Flor Voladora sino de un lazo del diablo, tan dañino, apretando, poseyendo, reclamando.
Y a su vez tan suave.
Era un simple abrazo en el que los brazos de apariencia frágil, de venas que sobresalían en violento tono azul violáceo pasaban por debajo de los de él y se posaban en la espalda, sin dudarlo pero cada movimiento parecía el endeble intento de una marioneta en parecer humana nuevamente.
Y aun así sabía que no lo lograría porque si bien sentía las emociones, podría rozarlas con sus dedos en el centro de su mente, realmente creía que se convertiría en piedra nuevamente si se dejaba llevar.
"Puedo quedármelas, podemos compartirlas... o podemos tomar té y simular que tengo memorias de un tiempo alegre mientras tratamos de que el mundo no nos devore de dentro hacia fuera."
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
El roce de sus labios es impersonal y extraño. La dejo llevárselo todo, porque ya no recuerdo lo que significa ser como antes. Antes todo era diferente y me esforzado tanto por olvidar lo que sentía que me he encontrado con todas esas cosas que ahora encuentro extrañas. Esa incapacidad para sonreír si no es con una mueca medio torcida y medio sarcástica, que delata que nunca sonrío de verdad. Esa mirada rota y melancólica que se me ha quedado de por vida pintada en el rostro.
Debajo de eso ya no hay nada. Me he esforzado en que no lo haya. En el colegio los recuerdos me acechan porque veo a Colin tras cada esquina, en cada muro, en cada aula. Lo imagino, y duele, así que simplemente me he olvidado de los sentimientos. No los necesito para nada, mientras dejo que a todo lo bueno lo consuma el odio y el rencor, las ganas de venganza.
«Venganza», la palabra que me quema la garganta. Sube como un fuego hasta mi boca y despierta un anhelo que creía perdido. Así que en eso se ha acabado basando todo. Simple y sencillamente, venganza. La venganza es dulce, pero el camino para ella no lo es; está lleno de baches. Siendo Dennis no puedo vengarme, Dennis solía ser una persona alegre, una persona sin preocupaciones. Para eso existe el sombrerero. Además de ser una forma de llamarme, también ha pasado a convertirse en el ejecutor de mi venganza. Una máquina sin sentimientos a la que no le importa causar daño si con eso evitará la guerra.
—Quédatelo todo… —murmuro.
La dejo abrazarme, pero no muevo los brazos. No intento parecerme a un amigo que necesita consuelo. Simplemente dejo que ella se lleve consigo mis dolores y mis penas mientras mis ojos se abren y miran al vacío con una impersonalidad que duele, pero aun así tiene un atisbo de ese niño que se perdió en el tiempo y que ya nunca podré volver a ser. ¿Dónde quedó ese Dennis? Quizá se marchó al mismo tiempo que Colin, se enterró con él en un panteón que no he visitado desde el entierro.
—No quiero fingir ser ese Dennis que un día fue feliz… —no es que no quiera, es que no puedo, porque ya no sé que fue de él. En Hogwarts me esfuerzo por parecerlo, pero a pesar de todos mis intentos es obvio que no lo logro—. Más bien. Ya no me queda. No sé donde está. Quizá se perdió en las inmensidades de mi ser y no quiero buscarlo.
«Porque dolería». Así que simplemente soy el sombrerero, ese Dennis que protege una Alicia que no sabe que es parte de un entramado más grande que ellos mismos, más grande que nada. Un entramado complicado lleno de secretos y confusiones, con memorias olvidadas desperdigadas por todas partes, porque sus propietarios queremos desembarazarnos de ellas o otros, como Judith, no pueden ya recordar nada.
—Quiero ser el sombrerero y olvidarme de ese Dennis que un día fui…
No le confieso que tengo miedo de lo que ese Dennis, que era todo sonrisas y optimismo, pueda decir de mí. Al principio la idea no me importaba, pero después comenzó a aterrarme. Finalmente, lo dejé pasar. No valía la pena. Pero a veces aun me acuerdo y tengo la sensación de que algo está mal.
—¿Quieres tomar té? —pregunto, finalmente—. Después de todo, soy el sombrerero.
Debajo de eso ya no hay nada. Me he esforzado en que no lo haya. En el colegio los recuerdos me acechan porque veo a Colin tras cada esquina, en cada muro, en cada aula. Lo imagino, y duele, así que simplemente me he olvidado de los sentimientos. No los necesito para nada, mientras dejo que a todo lo bueno lo consuma el odio y el rencor, las ganas de venganza.
«Venganza», la palabra que me quema la garganta. Sube como un fuego hasta mi boca y despierta un anhelo que creía perdido. Así que en eso se ha acabado basando todo. Simple y sencillamente, venganza. La venganza es dulce, pero el camino para ella no lo es; está lleno de baches. Siendo Dennis no puedo vengarme, Dennis solía ser una persona alegre, una persona sin preocupaciones. Para eso existe el sombrerero. Además de ser una forma de llamarme, también ha pasado a convertirse en el ejecutor de mi venganza. Una máquina sin sentimientos a la que no le importa causar daño si con eso evitará la guerra.
—Quédatelo todo… —murmuro.
La dejo abrazarme, pero no muevo los brazos. No intento parecerme a un amigo que necesita consuelo. Simplemente dejo que ella se lleve consigo mis dolores y mis penas mientras mis ojos se abren y miran al vacío con una impersonalidad que duele, pero aun así tiene un atisbo de ese niño que se perdió en el tiempo y que ya nunca podré volver a ser. ¿Dónde quedó ese Dennis? Quizá se marchó al mismo tiempo que Colin, se enterró con él en un panteón que no he visitado desde el entierro.
—No quiero fingir ser ese Dennis que un día fue feliz… —no es que no quiera, es que no puedo, porque ya no sé que fue de él. En Hogwarts me esfuerzo por parecerlo, pero a pesar de todos mis intentos es obvio que no lo logro—. Más bien. Ya no me queda. No sé donde está. Quizá se perdió en las inmensidades de mi ser y no quiero buscarlo.
«Porque dolería». Así que simplemente soy el sombrerero, ese Dennis que protege una Alicia que no sabe que es parte de un entramado más grande que ellos mismos, más grande que nada. Un entramado complicado lleno de secretos y confusiones, con memorias olvidadas desperdigadas por todas partes, porque sus propietarios queremos desembarazarnos de ellas o otros, como Judith, no pueden ya recordar nada.
—Quiero ser el sombrerero y olvidarme de ese Dennis que un día fui…
No le confieso que tengo miedo de lo que ese Dennis, que era todo sonrisas y optimismo, pueda decir de mí. Al principio la idea no me importaba, pero después comenzó a aterrarme. Finalmente, lo dejé pasar. No valía la pena. Pero a veces aun me acuerdo y tengo la sensación de que algo está mal.
—¿Quieres tomar té? —pregunto, finalmente—. Después de todo, soy el sombrerero.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
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Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"Quiero tomar té... después de todo soy parte del mazo de corazones." Respondió con un tono que pareciera desafiar la zona de confort.
Se imaginaba que Dennis no le abrazaría de regreso, era normal para ella esa sensación de acercarse a la gente y ser rechazada de forma fría. Era un dolor conocido que irónicamente abrazaba y ansiaba sentir en esa forma tan predecible que le ofrecía el rubio. Era como si esta sensación viviera en ella desde hacía algún tiempo, esa frialdad del rechazo y deseara regresar a ese momento, ese momento...
¿Cual había sido ese momento? ¿Acaso era el conejo blanco? ¿Acaso él le había rechazado y por eso había caído tan profundo en la madriguera? Siempre creyó que tarde o temprano podría salir, podría ser libre, ya no habría agujas, jeringuillas, calor, frío, dolor... no vería vendas sucias al despertarse ni sus pulmones se quemarían y ahogarían en sangre. Siempre soñó que algún día no necesitaría esto, o no la necesitarían a ella y entonces podría ser una chica normal...
Recordaba esas imágenes de las películas muggles donde jóvenes de 16 años estudiaban en el secundario y luego iban a una universidad y estudiaban con amigos y compañeros. Se reían, se enojaban y emocionaban.
"Reír... ¿era agradable? ¿Tu me conocías antes?" Preguntó de repente, buscando bajarse de la camilla al soltarle por fin del abrazo pero usarlo como palanca para poder depositar su diminuto cuerpo en el suelo, las rodillas temblando inestables. Presentía haber preguntado previamente esto, sabía que quizá lo había hecho pero no lo recordaba. Sin embargo no podía decir tanto sobre este tema, realmente ni recordaba la mitad de la información que necesitaba la mitad del tiempo.
Apenas recordaba que el Sombrerero era El Sombrerero a veces. Otras simplemente ni lo intentaba. La memoria se desgastaba e iba y venía constantemente. A veces no recordaba lo que era sonreir siquiera o de que color eran sus propios ojos antes de tomar este color violeta que lo acosaba,
Se imaginaba que Dennis no le abrazaría de regreso, era normal para ella esa sensación de acercarse a la gente y ser rechazada de forma fría. Era un dolor conocido que irónicamente abrazaba y ansiaba sentir en esa forma tan predecible que le ofrecía el rubio. Era como si esta sensación viviera en ella desde hacía algún tiempo, esa frialdad del rechazo y deseara regresar a ese momento, ese momento...
¿Cual había sido ese momento? ¿Acaso era el conejo blanco? ¿Acaso él le había rechazado y por eso había caído tan profundo en la madriguera? Siempre creyó que tarde o temprano podría salir, podría ser libre, ya no habría agujas, jeringuillas, calor, frío, dolor... no vería vendas sucias al despertarse ni sus pulmones se quemarían y ahogarían en sangre. Siempre soñó que algún día no necesitaría esto, o no la necesitarían a ella y entonces podría ser una chica normal...
Recordaba esas imágenes de las películas muggles donde jóvenes de 16 años estudiaban en el secundario y luego iban a una universidad y estudiaban con amigos y compañeros. Se reían, se enojaban y emocionaban.
"Reír... ¿era agradable? ¿Tu me conocías antes?" Preguntó de repente, buscando bajarse de la camilla al soltarle por fin del abrazo pero usarlo como palanca para poder depositar su diminuto cuerpo en el suelo, las rodillas temblando inestables. Presentía haber preguntado previamente esto, sabía que quizá lo había hecho pero no lo recordaba. Sin embargo no podía decir tanto sobre este tema, realmente ni recordaba la mitad de la información que necesitaba la mitad del tiempo.
Apenas recordaba que el Sombrerero era El Sombrerero a veces. Otras simplemente ni lo intentaba. La memoria se desgastaba e iba y venía constantemente. A veces no recordaba lo que era sonreir siquiera o de que color eran sus propios ojos antes de tomar este color violeta que lo acosaba,
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
—Te había visto… —respondo—. Y sí, reir era agradable y no dolía. No sonaba forzado en mis labios, no era sólo algo que fingía. Pero un día se apagó todo eso.
¿La conocía de antes? No lo sé. No sé quién era en realidad detrás de la máscara porque cuando la había visto en el colegio, sólo un curso por encima de mí, en realidad no me fijaba demasiado. Tenía cierta fama, cierta reputación, pero nada en lo que me atreviera a fijarme. Éramos de dos mundos distintitas con intereses distintos y vidas distintas y si el proyecto y la reina no se hubieran cruzado en nuestros caminos no estaríamos allí.
Ella no sería un experimento.
Yo no sería alguien que empuja a la gente a madrigueras más oscuras de lo que parecen.
—¿Alguna vez has tenido remordimientos? —pregunto, recordando la charla con Hermione, la manera en que la empuje hasta dejarla en el borde porque no me atrevo a empujarla o a tirarla de una manera más directa—. Yo maté a mi conciencia antes, pero a veces… amenaza con despertar.
Puedo confiarle eso a ella porque va a olvidarlo.
O a guardarlo para otros tiempos. Se pone en pie tambaleante y la sigo con la mirada, por si necesita ayuda. Yo me quedo allí, sin saber qué a hacer o a donde moverme, guardando la imagen de la figura de Judith tambaleante al bajarse de la cama, de la chica a la que le confíe mí corazón.
Alguien que no le hará daño, porque ni siquiera me recuerda.
¿La conocía de antes? No lo sé. No sé quién era en realidad detrás de la máscara porque cuando la había visto en el colegio, sólo un curso por encima de mí, en realidad no me fijaba demasiado. Tenía cierta fama, cierta reputación, pero nada en lo que me atreviera a fijarme. Éramos de dos mundos distintitas con intereses distintos y vidas distintas y si el proyecto y la reina no se hubieran cruzado en nuestros caminos no estaríamos allí.
Ella no sería un experimento.
Yo no sería alguien que empuja a la gente a madrigueras más oscuras de lo que parecen.
—¿Alguna vez has tenido remordimientos? —pregunto, recordando la charla con Hermione, la manera en que la empuje hasta dejarla en el borde porque no me atrevo a empujarla o a tirarla de una manera más directa—. Yo maté a mi conciencia antes, pero a veces… amenaza con despertar.
Puedo confiarle eso a ella porque va a olvidarlo.
O a guardarlo para otros tiempos. Se pone en pie tambaleante y la sigo con la mirada, por si necesita ayuda. Yo me quedo allí, sin saber qué a hacer o a donde moverme, guardando la imagen de la figura de Judith tambaleante al bajarse de la cama, de la chica a la que le confíe mí corazón.
Alguien que no le hará daño, porque ni siquiera me recuerda.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"Remordimiento..." Murmuró como si esa palabra fuera completamente ajena a sus conceptos de vida. Y es que en el fondo de su alma lo era. No sabía que podía hacer con remordimientos o si debía hacer algo con él. Realmente no tenía mucho que hacer para ese tipo de cosas.
El tema era, ¿había sentido eso? ¿Que implica ese concepto? ¿Pena? ¿Arrepentimiento? ¿Desear nunca haber hecho algo?
"Supongo que me arrepiento de haber perdido mi conejo. Quizá si lo ataba podría tenerlo conmigo y no sentirme tan sola cuando todos se van. Cuando este lugar es solo y yo debo salir a la calle para sobrevivir. Si tuviera un conejo y supiera como caí aquí quizá no me arrepentiría de nada. Pero a veces solo recuerdo el dolor... y cuando estoy aquí es lo único que hay, lo único que me rodea y me ahoga..." Las palabras eran un murmullo fluido, suave y rítmico, como si cantara en lugar de hablar, el trinar de un ave era la mejor forma de describirlo..
Como si tratara de evitar irrumpir en los murmullos de una conciencia fallada. Una consciencia absurda y sin sentido. Porque pronto ya no tendría consciencia tampoco, ni concepto del mal y el bien si seguía allí. eso era lo que necesitaba la Reina de ella, que olvidara todo.
Dejar de ser real era un concepto absurdo para algunos, pero era en cierta medida lo que ella necesitaba para poder seguir luchando, para poder seguir entera. Si no era real no había nada que quebrar... quizá por eso es que el Sombrerero quería separarse de su corazón. Porque si no estaba allí no podría ser partido.
Dio un par de pasos a la puerta, una melodía infantil naciendo de sus labios como quien juega con la comida...
"Hora del té, hora del té... siempre, en algún lugar del mundo, es hora del té..."
El tema era, ¿había sentido eso? ¿Que implica ese concepto? ¿Pena? ¿Arrepentimiento? ¿Desear nunca haber hecho algo?
"Supongo que me arrepiento de haber perdido mi conejo. Quizá si lo ataba podría tenerlo conmigo y no sentirme tan sola cuando todos se van. Cuando este lugar es solo y yo debo salir a la calle para sobrevivir. Si tuviera un conejo y supiera como caí aquí quizá no me arrepentiría de nada. Pero a veces solo recuerdo el dolor... y cuando estoy aquí es lo único que hay, lo único que me rodea y me ahoga..." Las palabras eran un murmullo fluido, suave y rítmico, como si cantara en lugar de hablar, el trinar de un ave era la mejor forma de describirlo..
Como si tratara de evitar irrumpir en los murmullos de una conciencia fallada. Una consciencia absurda y sin sentido. Porque pronto ya no tendría consciencia tampoco, ni concepto del mal y el bien si seguía allí. eso era lo que necesitaba la Reina de ella, que olvidara todo.
Dejar de ser real era un concepto absurdo para algunos, pero era en cierta medida lo que ella necesitaba para poder seguir luchando, para poder seguir entera. Si no era real no había nada que quebrar... quizá por eso es que el Sombrerero quería separarse de su corazón. Porque si no estaba allí no podría ser partido.
Dio un par de pasos a la puerta, una melodía infantil naciendo de sus labios como quien juega con la comida...
"Hora del té, hora del té... siempre, en algún lugar del mundo, es hora del té..."
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
No digo nada, no agrego nada, pero me lo pregunto. Me arrepiento de muchas cosas, pero todas son de antes del sombrerero. Después ya no pienso demasiado en las consecuencias, porque hacerlo llevaría a conclusiones que no quiero ni siquiera pensar. Oigo a Judith y me pregunto quién es su conejo blanco y por qué la arrastró tan lejos para luego dejarla sola.
Mi conejo blanco es fácil de adivinar. Se llama Colin. Y está muerto. Mi conejo blanco ya estaba podrido cuando entré por la madriguera a buscarla la revancha que seguramente no quería, pero que se merece. No tiene manera de saber lo que estoy haciendo, así que evito sentirme culpable en ese sentido. Puedo lanzar a cualquiera a la madriguera del conejo blanco.
—El conejo blanco siempre corre por delante de ti…
O en otros casos, su cadáver se queda atrás, porque tiene que morir primero para que te atrevas a entrar tan hondo en el País de las Maravillas como puedas, que más que maravillas está lleno de pesadillas.
—Hora del té… —repito, viéndola acercarse a la puerta, suponiendo que la Liebre le traerá un poco, y de pasó, traerá un poco para mí también.
Mi conejo blanco es fácil de adivinar. Se llama Colin. Y está muerto. Mi conejo blanco ya estaba podrido cuando entré por la madriguera a buscarla la revancha que seguramente no quería, pero que se merece. No tiene manera de saber lo que estoy haciendo, así que evito sentirme culpable en ese sentido. Puedo lanzar a cualquiera a la madriguera del conejo blanco.
—El conejo blanco siempre corre por delante de ti…
O en otros casos, su cadáver se queda atrás, porque tiene que morir primero para que te atrevas a entrar tan hondo en el País de las Maravillas como puedas, que más que maravillas está lleno de pesadillas.
—Hora del té… —repito, viéndola acercarse a la puerta, suponiendo que la Liebre le traerá un poco, y de pasó, traerá un poco para mí también.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
"No sé... no sé si delante o detrás... supongo que mi conejo se perdió en el laberinto y nunca más regresará porque no sabe el camino a Wonderland." Comentó abriendo levemente la puerta para espiar hacia fuera con un ojo, la emoción infantil, hiperactiva, saltando sobre sus talones ante la idea de que llegue el té.
"El té es bueno con Judith... hace que se sienta tranquila." Comentó girando la cabeza para verlo, los ojos de un enfermo color violeta que demostraba el recorrido de las pociones por su sistema allí marcado en ese color moribundo, el alma de la veela muriendo bajo tantas capas de flecos, de seda y plumas. Su alma moribunda que demostraba que lentamente no era solo la memoria lo que iba perdiendo, dentro de poco no quedaría de la esencia de ella misma. Y cuando ella no existiera y solo quedara Judith con esa frágil memoria...
Entonces era que estaría lista para cuando fuera la época de la cosecha. Era demasiado evidente que no sería una cosecha amable, porque su destino estaba flotando en el aire a la espera de que le tocaría, vestido de orca y guadaña esperaba su futuro.
Efectivamente, la puerta se abrió lo suficiente, la niña, porque no había otra forma de describir lo que escondía tras la máscara, saltaba en su lugar contenta al ver a la Liebre, alto con su cabello gris y larga barba, trayendo entre manos una bandeja con una tetera, una raza vacía y una taza llena con un olor característico a fresas que era el té de Judith, el ‘té especial’, era sabido que nadie salvo ella debía beberlo.
"El Sombrerero me regaló su corazón..." Contó al hombre que se movía dentro de la habitación. "Fue muy amable... se siente agradable tener un corazón que late. Apuesto a que aun puede amar si lo desea..." Mejillas encendidas en calidez y cariño, era evidente que la Dama de Corazones era un ser cálido y expresivo contrario a la Dama de Trévoles.
El hombre que era La Liebre de Marzo lo observó un momento antes de asentir y retirarse en silencio absoluto, como si no tuviera lengua para hablar.
"El té es bueno con Judith... hace que se sienta tranquila." Comentó girando la cabeza para verlo, los ojos de un enfermo color violeta que demostraba el recorrido de las pociones por su sistema allí marcado en ese color moribundo, el alma de la veela muriendo bajo tantas capas de flecos, de seda y plumas. Su alma moribunda que demostraba que lentamente no era solo la memoria lo que iba perdiendo, dentro de poco no quedaría de la esencia de ella misma. Y cuando ella no existiera y solo quedara Judith con esa frágil memoria...
Entonces era que estaría lista para cuando fuera la época de la cosecha. Era demasiado evidente que no sería una cosecha amable, porque su destino estaba flotando en el aire a la espera de que le tocaría, vestido de orca y guadaña esperaba su futuro.
Efectivamente, la puerta se abrió lo suficiente, la niña, porque no había otra forma de describir lo que escondía tras la máscara, saltaba en su lugar contenta al ver a la Liebre, alto con su cabello gris y larga barba, trayendo entre manos una bandeja con una tetera, una raza vacía y una taza llena con un olor característico a fresas que era el té de Judith, el ‘té especial’, era sabido que nadie salvo ella debía beberlo.
"El Sombrerero me regaló su corazón..." Contó al hombre que se movía dentro de la habitación. "Fue muy amable... se siente agradable tener un corazón que late. Apuesto a que aun puede amar si lo desea..." Mejillas encendidas en calidez y cariño, era evidente que la Dama de Corazones era un ser cálido y expresivo contrario a la Dama de Trévoles.
El hombre que era La Liebre de Marzo lo observó un momento antes de asentir y retirarse en silencio absoluto, como si no tuviera lengua para hablar.
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
Me pregunto quien fue su conejo y por qué la abandonó a su suerte. O porque ella decidió abandonarlo antes de enseñarle el camino a Wonderland. Quien iba a pensar que Wonderland era aquel lugar, aquella madriguera en la que nunca parabas de caer, incluso cuando creías que ya habías tocado fondo. Porque para convertirte en la marioneta que la Reina necesitaba quizá lo primero era caer, estrellarse, quebrarse en pedazos que ella pudiera usar. Pero un día valdrá la pena, estoy seguro.
Veo como la puerta se abre y como ella le cuenta a la Liebre de Marzo que le regalé mi corazón. De repente, si ella es su guardiana ya no tengo que preocuparme por nada más. Me siento irremediablemente vacío, acabado, y está bien. Ya no tengo que rendirle cuentas a un corazón demasiado cansado de latir, ni tengo que sentir el palpitar agonizante en mi pecho. Nada me ata a las cadenas sentimentales.
Excepto ella. Alicia. La Alicia que no se llama Alicia, pero que se deja llevar igual que la original. Comparten la misma ingenuidad y es quizá, lo único que haría que mi corazón latiera. De repente, me acuerdo de la primera vez que vi a la Reina y me emocioné cuando me ofreció un hogar. Hoy ya no pasaría. Porque hoy, de repente, he cumplido lo que quería: quedarme sin corazón. Está tan vacío y tan acabado que siento que ya no vale la pena repararlo o si quiera intentarlo.
—No quiero amar de nuevo, Judith —le digo, sonriendo ante sus últimas palabras con esa sonrisa torcida que más se asemeja a una mueca—. Duele demasiado, ¿no es cierto? Tú lo sabes.
Veo como la puerta se abre y como ella le cuenta a la Liebre de Marzo que le regalé mi corazón. De repente, si ella es su guardiana ya no tengo que preocuparme por nada más. Me siento irremediablemente vacío, acabado, y está bien. Ya no tengo que rendirle cuentas a un corazón demasiado cansado de latir, ni tengo que sentir el palpitar agonizante en mi pecho. Nada me ata a las cadenas sentimentales.
Excepto ella. Alicia. La Alicia que no se llama Alicia, pero que se deja llevar igual que la original. Comparten la misma ingenuidad y es quizá, lo único que haría que mi corazón latiera. De repente, me acuerdo de la primera vez que vi a la Reina y me emocioné cuando me ofreció un hogar. Hoy ya no pasaría. Porque hoy, de repente, he cumplido lo que quería: quedarme sin corazón. Está tan vacío y tan acabado que siento que ya no vale la pena repararlo o si quiera intentarlo.
—No quiero amar de nuevo, Judith —le digo, sonriendo ante sus últimas palabras con esa sonrisa torcida que más se asemeja a una mueca—. Duele demasiado, ¿no es cierto? Tú lo sabes.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
Las palabras de él parecían haber detenido el movimiento emocionado, vibrante de ella, haberla parado en seco como si le estuviera proponiendo una nueva y alocada idea que no quería escuchar realmente. Que no quería saber ni sentir ni responder porque era una locura, era una locura.
"No tengo permiso para amar..." Respondió como un eco de un pasado o quizá ¿un futuro? ¿Por que cada vez el pasado y el futuro eran más confusos? ¿Por que las lineas imaginarias se cruzaban, se entrelazaban y no tenían principio ni fin? No comprendía, no entendía.
Pero repetir esas palabras comenzaban a hacer que su propio corazón sangrara, tan rápido que sentía que desangraba y moría allí, sus ojos turquesa violacea apagandose hasta quedar de un gris muerto. El conejo sin quererlo la había matado y ahora no podía hacer más que sentarse a esperar las consecuencias de sus actos.
"¿Por que me duele tanto? ¿Acaso amé a alguien? ¿Acaso amé al conejo blanco? ¿Tu lo sabes, Dennis? ¿Por que no lo recuerdo? ¿Está mejor mi corazón sangrando o es que yo misma me clavé el cuchillo?" Las preguntas iban y venían desesperadas, apretando su pecho como si quisiera proteger el corazón de Dennis que trataba de acompasarse al suyo que brillaba en su palpitar agónico. ¿Por que no tenía permiso para amar? ¿Quien se lo había prohibido en primer lugar?
"No tengo permiso para amar..." Respondió como un eco de un pasado o quizá ¿un futuro? ¿Por que cada vez el pasado y el futuro eran más confusos? ¿Por que las lineas imaginarias se cruzaban, se entrelazaban y no tenían principio ni fin? No comprendía, no entendía.
Pero repetir esas palabras comenzaban a hacer que su propio corazón sangrara, tan rápido que sentía que desangraba y moría allí, sus ojos turquesa violacea apagandose hasta quedar de un gris muerto. El conejo sin quererlo la había matado y ahora no podía hacer más que sentarse a esperar las consecuencias de sus actos.
"¿Por que me duele tanto? ¿Acaso amé a alguien? ¿Acaso amé al conejo blanco? ¿Tu lo sabes, Dennis? ¿Por que no lo recuerdo? ¿Está mejor mi corazón sangrando o es que yo misma me clavé el cuchillo?" Las preguntas iban y venían desesperadas, apretando su pecho como si quisiera proteger el corazón de Dennis que trataba de acompasarse al suyo que brillaba en su palpitar agónico. ¿Por que no tenía permiso para amar? ¿Quien se lo había prohibido en primer lugar?
Judith- Mensajes : 45
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
—No lo sé. No te conocía Judith, nunca te presté atención, apenas si sabía que eras. Una chica que andaba con un imbécil de Ravenclaw y otro de mi casa.
Me encojo de hombros, no me duele para nada decirle aquello. No tengo respuesta a sus preguntas y probablemente nadie las tenga, así que quizá tenga que acostumbrarse a vivir con ellas. Tantas preguntas sin respuesta que yo también tengo y he desterrado hasta el fondo de mi mente, sólo porque no quiero conocer la respuesta a ellas.
Hay tantas... y todas tiene que ver con Colin, y lo que hubiera dicho Colin, lo que hubiera hecho Colin, lo que hubiera pensado Colin... Pero todo está en hubiera, del imperfecto en subjuntivo, de ya está muerto.
—Tengo que irme, Judith, antes de que alguien pregunte en donde me metí. —Me pongo en pie y camino hasta la puerta—. No te olvides de cuidar mi corazón.
Me encojo de hombros, no me duele para nada decirle aquello. No tengo respuesta a sus preguntas y probablemente nadie las tenga, así que quizá tenga que acostumbrarse a vivir con ellas. Tantas preguntas sin respuesta que yo también tengo y he desterrado hasta el fondo de mi mente, sólo porque no quiero conocer la respuesta a ellas.
Hay tantas... y todas tiene que ver con Colin, y lo que hubiera dicho Colin, lo que hubiera hecho Colin, lo que hubiera pensado Colin... Pero todo está en hubiera, del imperfecto en subjuntivo, de ya está muerto.
—Tengo que irme, Judith, antes de que alguien pregunte en donde me metí. —Me pongo en pie y camino hasta la puerta—. No te olvides de cuidar mi corazón.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Curiouser and curiouser! § Dennis Creevey
Abrió la boca, tratando de preguntarle más cosas cuando dijo que debía irse. No quería quedarse sola, no quería estar sola. Ahora Argine no venía tan seguido aunque las veces que la había visto seguía teniendo los ojos dorados.
Así que no dijo nada, no replicó, solo tomó una varita, su varita, debió recordarse, y conjuró algo, algo que se colgó de su cuello con cuidado. Un relicario que latía con la fuerza de un corazón real, un recordatorio de lo que debía proteger así nunca lo olvidaría y aun si lo olvidaba no dejaría de hacerlo porque si ella no tenía corazón, este era el único que latiría en su pecho.
"Nos vemos pronto, Sombrerero..."
Así que no dijo nada, no replicó, solo tomó una varita, su varita, debió recordarse, y conjuró algo, algo que se colgó de su cuello con cuidado. Un relicario que latía con la fuerza de un corazón real, un recordatorio de lo que debía proteger así nunca lo olvidaría y aun si lo olvidaba no dejaría de hacerlo porque si ella no tenía corazón, este era el único que latiría en su pecho.
"Nos vemos pronto, Sombrerero..."
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Judith- Mensajes : 45
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