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Una segunda visita desesperada (Lynnea)
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Una segunda visita desesperada (Lynnea)
La pared opaca del frente había cambiado, abandonada en ese cubo donde me dejaron la,
... sentí cambiar.
Ahora se empezaba a convertir en vidrio, un vidrio helado sobre el cual pongo mis manos anhelando algo,
un vidrio desde el cual otros me miran como un objeto de su temor o su curiosidad,
a la vez que yo los miro con una lagrima,
anhelando ser como ellos en vez de la muñeca que pega sus manos al cristal.
Me deshacía, sentía como me estaba deshaciendo por dentro, por fuera, y es que no, no tenían que saberlo, no tenían que haberlo verlo visto, nadie tenía que verlas; me cruzo una mano por mi pecho, me la llevo a mi espalda, me dejo estar sobre la cama del lugar que me dieron, apretada de espalda contra el marco de madera tras la almohada y es que se sentía mal, no sabía qué hacer, me habían visto así, tirada, rota y con las marcas de cuando apretaba en mi espalda y es que así no quería moverme más; ya no quería moverme más, y es que lo sentía, sentía como me deshacía .
Me las habían visto, ¡sí!; en el baño lo habían hecho, antes de esta noche había corrido hacia allá como una muñeca estúpida, queriendo cortármelas para sacarlas. Y es que no pude, ardía demasiado y ellas llegaron ahí, me vieron, me hablaron y me asustaron; y es que ahora sabían lo que era, de pronto ya no podía mirar sin que nadie supiera, sin encontrármelas para pensar en lo que era ahora para ellas o en lo que podían tomar.
Y no solo eran aquellas, ya demasiados sabían una parte de lo que era; aquel chico ante el cual había vomitado todo en la sala donde fui a botar el recuerdo dibujado, el hombre que me acogió ante los caballos invisibles cuando caí en el bosque, la chica que descubrió lo encerrada y tirada que me tuvieron e incluso aquella profesora que también miro lo que con tinta escribieron en mi piel de muñeca, en ese lugar donde vestía la túnica abierta en la espalda cual espectáculo de circo.
Sonrisa, llanto
¿Qué quieren escuchar?
Y es que ¿Qué? ¡¿Qué quieren escuchar de la muñeca?! ¿Qué quieren escuchar de la muñeca? Dejo caer la cabeza sobre mis rodillas encogidas y es que no era la primera vez maldición, no era la primera vez que me deshacía así; allá también lo había sido, tras las primeras veces después de que me usaran con abuso lo sentía, como mi garganta me estrujaba mientras todo lo que era se deshacía, ahí; sola y tirada en la suciedad de esa pieza, sintiendo, llorando y todo eso sin saber porque, sin saber porque.
Me enfriaba, había estado así toda la noche desde entonces enfriándome, escuchando mis pulsaciones apretada sin dormir y es que me desesperaba sentir eso de nuevo; era peor que lo de siempre, como halla donde casi me había mutilado por sentirlo sin poder detenerlo. Me desespero, me voy hacia el mueble del lado, lo abro buscando algo, cualquier cosa que apretar para detenerlo; la veo, la esfera de bronce con alas enroscadas. Dudo un instante, la tomo y la libero; y es que tenía que hacer algo, no podía seguir con mi piel de muñeca deshaciéndose, tenía que hacer algo, gritar, mover mis piezas, no sé; cualquier cosa…..
... sentí cambiar.
Ahora se empezaba a convertir en vidrio, un vidrio helado sobre el cual pongo mis manos anhelando algo,
un vidrio desde el cual otros me miran como un objeto de su temor o su curiosidad,
a la vez que yo los miro con una lagrima,
anhelando ser como ellos en vez de la muñeca que pega sus manos al cristal.
Me deshacía, sentía como me estaba deshaciendo por dentro, por fuera, y es que no, no tenían que saberlo, no tenían que haberlo verlo visto, nadie tenía que verlas; me cruzo una mano por mi pecho, me la llevo a mi espalda, me dejo estar sobre la cama del lugar que me dieron, apretada de espalda contra el marco de madera tras la almohada y es que se sentía mal, no sabía qué hacer, me habían visto así, tirada, rota y con las marcas de cuando apretaba en mi espalda y es que así no quería moverme más; ya no quería moverme más, y es que lo sentía, sentía como me deshacía .
Me las habían visto, ¡sí!; en el baño lo habían hecho, antes de esta noche había corrido hacia allá como una muñeca estúpida, queriendo cortármelas para sacarlas. Y es que no pude, ardía demasiado y ellas llegaron ahí, me vieron, me hablaron y me asustaron; y es que ahora sabían lo que era, de pronto ya no podía mirar sin que nadie supiera, sin encontrármelas para pensar en lo que era ahora para ellas o en lo que podían tomar.
Y no solo eran aquellas, ya demasiados sabían una parte de lo que era; aquel chico ante el cual había vomitado todo en la sala donde fui a botar el recuerdo dibujado, el hombre que me acogió ante los caballos invisibles cuando caí en el bosque, la chica que descubrió lo encerrada y tirada que me tuvieron e incluso aquella profesora que también miro lo que con tinta escribieron en mi piel de muñeca, en ese lugar donde vestía la túnica abierta en la espalda cual espectáculo de circo.
Sonrisa, llanto
¿Qué quieren escuchar?
Y es que ¿Qué? ¡¿Qué quieren escuchar de la muñeca?! ¿Qué quieren escuchar de la muñeca? Dejo caer la cabeza sobre mis rodillas encogidas y es que no era la primera vez maldición, no era la primera vez que me deshacía así; allá también lo había sido, tras las primeras veces después de que me usaran con abuso lo sentía, como mi garganta me estrujaba mientras todo lo que era se deshacía, ahí; sola y tirada en la suciedad de esa pieza, sintiendo, llorando y todo eso sin saber porque, sin saber porque.
Me enfriaba, había estado así toda la noche desde entonces enfriándome, escuchando mis pulsaciones apretada sin dormir y es que me desesperaba sentir eso de nuevo; era peor que lo de siempre, como halla donde casi me había mutilado por sentirlo sin poder detenerlo. Me desespero, me voy hacia el mueble del lado, lo abro buscando algo, cualquier cosa que apretar para detenerlo; la veo, la esfera de bronce con alas enroscadas. Dudo un instante, la tomo y la libero; y es que tenía que hacer algo, no podía seguir con mi piel de muñeca deshaciéndose, tenía que hacer algo, gritar, mover mis piezas, no sé; cualquier cosa…..
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
- Spoiler:
En realidad pensaba tocar algo más impresionante, algo más personal, el sonido cacofónico del otro violín captaba mejor la esencia de lo que quería expresar en esta sala. Y es que ante sus ojos estaba la copa, la copa del campeonato de los tres magos. Sin embargo, el recuerdo era algo pasajero y aterrador, hacía ya casi 4 años que había ocurrido el torneo de los tres magos donde Viktor Krum, un amigo de la familia había participado y a ella la obligaron a poner el nombre en el Cáliz de Fuego. Por suerte le habían dicho a Mihail que no lo hiciera, lo cual le dejaba con algo de calma al saber que su hermano estaría protegido, confundido entre los chicos y tratando de ganar la atención del amigo de la familia Roderick.
Pero, ¿que podía ofrecerle?
El sonido del violín acallaba las voces, los momentos de desesperación, recordaba la mención de comprometerla con el heredero de los Black solo para recapitular que debería haber sido Regulus o Sirius Black, un criminal buscado y un muerto. Recordaba que había buscado las mejores familias aprovechando que estaba reunido con otros dos colegios, buscando alianzas hasta que decidió que el aprendiz Jared Edwards era la mejor opción para ella, para que la familia se mantuviera ‘pura’. ¿cuan pura puede ser la sangre de una semi banshee? Y no podría negarlo, un cabello de su cabeza adornaba la varita de su hermano y la potenciaba al igual que la propia, no podía negar la naturaleza de si misma.
Las notas salían a gran velocidad de sus dedos, el arco cortando el silencio de la sala mientras ella se paseaba, deseando distraerse e ignorar ese trofeo, pero siempre consciente de que allí se encontraba. Era claro que las cosas no serían nada fáciles, después de todo...
Bufó por lo bajo, recordando a su marido muerto. Había sido sincero y amable, pero tan tonto, tratando de seguir sus pasos... También recordaba a Alexander y sus problemas con la poción Matalobos, Caitlin, la favorita del Innombrable, los mellizos promiscuos. Era realmente perturbador pensar varias cosas, pero existían, estaban allí, no podría olvidar al hijo que perdió, la niña que adoptó y el deseo en la mirada de varios que parecían ignorar la fragilidad de su cuerpo y la forma en que constantemente vivía desafiando la muerte.
Por eso tocaba, quizá así podría olvidar o aunque fuera ahogar las voces que le reclamaban su debilidad y la incapacidad para protegerlos a todos.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
No sabía si iba a servir pero tenía que hacer algo, no podía seguir sintiendo así; me seguía deshaciendo, no era la sensación de una flagelación, una tocacion o una violación; era algo frio que venía de mi, que no podía sacar al pensar en lo que había cambiado, en que como no podía retroceder para que no supieran, para que no me hubiesen visto así; en todo eso que no podía quitar para que no me miren con esos ojos de desconcierto que usaron en el baño.
Escucho un sonido, un sonido que varia, que sube y baja sonando como un grueso hilo que es frotado por una tela firme; camino húmeda, la esfera sigue; el sonido que es una melodía abrupta se mete mas en mis oídos, acelera mi corazón mezclándose con su pulso; no dejándome escuchar nada mas cuando mi cuerpo lo intensifica al alterarse. Doy un giro entrando a un arco, y la veo a ella, la veo a ella en un lugar de pilares grandes, con cajas de vidrio y objetos reflectantes.
No me gusta, de pronto quiero salir y es que no; se parece a la sala abarrotada de la mansión, y es que ellos tenían una así; abarrotada de cosas, con una mesa larga, herramientas reflectantes para comer, cuadros manchados y un oxidado candelabro que colgaba del techo. Cuando estaba vacía él a veces me llevaba ahí para tenerme bajo la luz de sus velas y cuando estaba en la pieza obscura escuchaba, escuchaba las voces de varios o los golpes de las herramientas para comer que venían de ahí.
La esfera entra, yo ya no quiero; corro, intento agarrarla, no quiero que le avise a ella; pero fallo, fallo y golpeo una fila de las copas brillantes, dos caen frente a mis pies; interrumpiendo aquel sonido que vendaba mis oídos.
Escucho un sonido, un sonido que varia, que sube y baja sonando como un grueso hilo que es frotado por una tela firme; camino húmeda, la esfera sigue; el sonido que es una melodía abrupta se mete mas en mis oídos, acelera mi corazón mezclándose con su pulso; no dejándome escuchar nada mas cuando mi cuerpo lo intensifica al alterarse. Doy un giro entrando a un arco, y la veo a ella, la veo a ella en un lugar de pilares grandes, con cajas de vidrio y objetos reflectantes.
No me gusta, de pronto quiero salir y es que no; se parece a la sala abarrotada de la mansión, y es que ellos tenían una así; abarrotada de cosas, con una mesa larga, herramientas reflectantes para comer, cuadros manchados y un oxidado candelabro que colgaba del techo. Cuando estaba vacía él a veces me llevaba ahí para tenerme bajo la luz de sus velas y cuando estaba en la pieza obscura escuchaba, escuchaba las voces de varios o los golpes de las herramientas para comer que venían de ahí.
La esfera entra, yo ya no quiero; corro, intento agarrarla, no quiero que le avise a ella; pero fallo, fallo y golpeo una fila de las copas brillantes, dos caen frente a mis pies; interrumpiendo aquel sonido que vendaba mis oídos.
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
El sonido se detuvo de golpe, la mano de ella estirándose y atrapando la snitch prácticamente sin verla ya que esta fue directo a su mano prácticamente, distinguiendo el bajo zumbido de la esfera.
Lentamente se giró a ver, una mano con la Snitch y el arco del violín, mientras la otra descendía lentamente el instrumento, caminando lentamente para acomodar las copas como si no se tratara de algo destacable.
"Niniel, me buscabas?" Preguntó sabiendo la afirmación, sin embargo no podía renegar sobre el tema, la chica sabría cuando decirle lo que le pasaba o que requería.
Lentamente se giró a ver, una mano con la Snitch y el arco del violín, mientras la otra descendía lentamente el instrumento, caminando lentamente para acomodar las copas como si no se tratara de algo destacable.
"Niniel, me buscabas?" Preguntó sabiendo la afirmación, sin embargo no podía renegar sobre el tema, la chica sabría cuando decirle lo que le pasaba o que requería.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Ya no hay melodía, ella la detiene y ahora solo hay silencio; aunque por dentro mi corazón sigue zumbando. Escucho lo que me pregunta y yo no sé; ¿Que quería escuchar de la muñeca? me pregunto en ese silencio, sintiendo casi como si ese silencio se mesclara con cada partícula de mi; con ese escozor inmaterial que me tira la piel como pasaba allá cuando me devolvían a la pieza.
..............
Si, respondo desviando mis ojos; mirando ese lugar con cierta serenidad fingida aun con lo que trajo a mi mente, tomando una de las copas caídas junto a ella cual esclava que cometió un error ante su señora. Yo no quería ser torpe, pero creo que necesitaba hacer algo; lo que me digas pero algo.
.... Y es que los demás me han estado mirando....
Mis últimas palabras salen afligidas, ahogadas; y es que realmente estaba sufriendo, por eso y por todo; y es que tal vez sería algo incompresible para ella; el cómo solo eso, que me miraran como otra cosa me estaba matando.
..............
Si, respondo desviando mis ojos; mirando ese lugar con cierta serenidad fingida aun con lo que trajo a mi mente, tomando una de las copas caídas junto a ella cual esclava que cometió un error ante su señora. Yo no quería ser torpe, pero creo que necesitaba hacer algo; lo que me digas pero algo.
.... Y es que los demás me han estado mirando....
Mis últimas palabras salen afligidas, ahogadas; y es que realmente estaba sufriendo, por eso y por todo; y es que tal vez sería algo incompresible para ella; el cómo solo eso, que me miraran como otra cosa me estaba matando.
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
El rostro estaba calmo, aunque por dentro estaba suspirando con algo de frustración. A veces creía que debería haberse dedicado a la política, después de todo, tras algún tiempo en el Wizengamot las cosas no estaban yendo tan mal... no lo suficientemente bien como deseaba, pero no estaba tan perdida como en este colegio.
"Ven, cuentame que pasa. Respira... ¿si? Trata de tranquilizarte y explícame desde el principio." Trató de hacer que tomara un poco de aire aun a la distancia, apoyando el arco del violín en el suelo e indicando que se acercara para que hablaran ya que la explicación atropellada de la chica de poco y nada le había servido para comprender a que venía todo esto.
"Ven, cuentame que pasa. Respira... ¿si? Trata de tranquilizarte y explícame desde el principio." Trató de hacer que tomara un poco de aire aun a la distancia, apoyando el arco del violín en el suelo e indicando que se acercara para que hablaran ya que la explicación atropellada de la chica de poco y nada le había servido para comprender a que venía todo esto.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Le hago caso y respiro, el aire suena al entrar; pero mi corazón sigue latiendo y latiendo en mi pecho, retumbando; haciéndome pesar la cabeza con cada golpe dentro de mí.
Me encontraron en el baño... me las vieron, comienzo llevándome una mano a la espalda por sobre el hombro y es que ya no importaba, me estaba deshaciendo por ello, ya lo había vomitado; y ya no importaba, ya no me importaba decírselo a ella ahora que no podía hacer nada más. Y me golpeo, ella hiso que me doliera.
Los dedos de mi mano ahora tocan mi mejilla, donde aun sentía el ardor de las lagrimas secas mescladas con la sensación quemante de su mano; y es que era irónico que aun tuviese puesta la capa con la que me tapo al comienzo; incapaz de sacármela durante toda la noche aunque temblara, incapaz de hacer cualquier cosa en contra de ese momento; como una muñeca paralizada aun cuando ya hubiese pasado.
Y es que no se qué hacer, no sé y ¡No se!....
Siento que me deshago, que todos me miran, y que me deshago...
Me encontraron en el baño... me las vieron, comienzo llevándome una mano a la espalda por sobre el hombro y es que ya no importaba, me estaba deshaciendo por ello, ya lo había vomitado; y ya no importaba, ya no me importaba decírselo a ella ahora que no podía hacer nada más. Y me golpeo, ella hiso que me doliera.
Los dedos de mi mano ahora tocan mi mejilla, donde aun sentía el ardor de las lagrimas secas mescladas con la sensación quemante de su mano; y es que era irónico que aun tuviese puesta la capa con la que me tapo al comienzo; incapaz de sacármela durante toda la noche aunque temblara, incapaz de hacer cualquier cosa en contra de ese momento; como una muñeca paralizada aun cuando ya hubiese pasado.
Y es que no se qué hacer, no sé y ¡No se!....
Siento que me deshago, que todos me miran, y que me deshago...
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
"¿Que hizo que te doliera?" Trató de sonar tranquilizante ante la desesperación y la verborragia de sin sentidos que decía la chica. Suponía que era algo grave... las vieron, ¿que vieron? ¿Que era lo que quería?
Respiró profundo, ajustando su posición, caerse o rendirse nunca estuvo en sus opciones, suponía que en su último respiro estaría trabajando para la comunidad mágica que no le dio nada y le quitó todo, era algo normal... morir en nombre de su hermano. Que... ironía.
Y su hija no es que estuviera mucho mejor, por eso aun resistía... porque si pasaba el título a Odie entonces ella...
Suspiró por lo bajo, moviendose para guardar el violín. Suponía que este era su destino, hasta el último día de su vida... probablemente nadie cantaría canciones en su nombre ni le recordaría más que como un nombre perdido en el viento. Como mucho Ronald Weasley sabría quien era o quien había sido y su lucha diaria, irónico quien había escuchado su historia...
Indicó un banco de madera donde podrían sentarse ambas, invitándole para hablar libremente fuera de un entorno juicioso.
Respiró profundo, ajustando su posición, caerse o rendirse nunca estuvo en sus opciones, suponía que en su último respiro estaría trabajando para la comunidad mágica que no le dio nada y le quitó todo, era algo normal... morir en nombre de su hermano. Que... ironía.
Y su hija no es que estuviera mucho mejor, por eso aun resistía... porque si pasaba el título a Odie entonces ella...
Suspiró por lo bajo, moviendose para guardar el violín. Suponía que este era su destino, hasta el último día de su vida... probablemente nadie cantaría canciones en su nombre ni le recordaría más que como un nombre perdido en el viento. Como mucho Ronald Weasley sabría quien era o quien había sido y su lucha diaria, irónico quien había escuchado su historia...
Indicó un banco de madera donde podrían sentarse ambas, invitándole para hablar libremente fuera de un entorno juicioso.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Cuando ella pregunta yo levanto uno de mis brazos, manoteando con fuerza una de mis propias mejillas en un arrebato; Así... así hiso que me doliera. Le digo mirándola fija por un instante, con unos ojos que tiemblan pareciendo incluso llorosos mientras guarda aquel objeto que tenia; siguiéndola aun con la punta de los dedos pegados a mi mejilla hasta el banco cerca del cual se pone.
¿Puede que algún día se acabe?... ¿Lo que me duele? Comienzo con un suspiro tras posar mi ligero cuerpo de muñeca en el banco; convirtiendo esas palabras de vana esperanza en un pregunta, esas palabras que allá me dijo alguna de las otras alguna vez, al comienzo; en una cama derruida sin mantas como único cobijo; mientras yo lloraba, sollozaba y gritaba como ahora. Y es que al comienzo alguna lo decía, que acabaría, que en algun momento acabaría; y es que incluso nos apretábamos entre nosotras al comienzo en la obscuridad, esperando, esperando y esperando para que nunca pasara, para que nunca pasara hasta que ya no dimos mas.
En el banco me había sentado con las piernas demasiado juntas, dejando mis manos apretadas entre estas; mirando hacia abajo cuando pregunto, ahí; con los trazos de mi cabello cubriendo un poco mi rostro.
¿Puede que algún día se acabe?... ¿Lo que me duele? Comienzo con un suspiro tras posar mi ligero cuerpo de muñeca en el banco; convirtiendo esas palabras de vana esperanza en un pregunta, esas palabras que allá me dijo alguna de las otras alguna vez, al comienzo; en una cama derruida sin mantas como único cobijo; mientras yo lloraba, sollozaba y gritaba como ahora. Y es que al comienzo alguna lo decía, que acabaría, que en algun momento acabaría; y es que incluso nos apretábamos entre nosotras al comienzo en la obscuridad, esperando, esperando y esperando para que nunca pasara, para que nunca pasara hasta que ya no dimos mas.
En el banco me había sentado con las piernas demasiado juntas, dejando mis manos apretadas entre estas; mirando hacia abajo cuando pregunto, ahí; con los trazos de mi cabello cubriendo un poco mi rostro.
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Suspiró observando a la chica de cabello entre castaño y rubio con algo de resignación. Realmente deseaba decirle cual era el destino de los muñecos, pero suponía que gran diferencia no haría en primer lugar.
"No, Miss Lemuri. Esas cosas no dejan de doler, nunca dejan de doler, pero uno aprende a convivir con el dolor. Y ese dolor con el tiempo es algo de lo que se aprende y si bien no desaparece desiste en su intento de dañarnos."
Hipocresía en estado puro, aun hoy día seguía luchando con su captor, seguía doliendo como el primer día porque nunca pudieron darse tiempo de sanar ni a ella ni a su familia y una y otra vez caía en manos de su captor que seguía fantaseando con su cuerpo. Que seguía provocandola, tocandola, dañándola con sus palabras...
¿que clase de persona te destroza por dentro y por fuera solo para decir que te necesita?
Un bofetazo. Un llamado al despertar que evidentemente no había tenido ningún efecto. Un ser tan encerrado en su propia miseria que no podía valorar el esfuerzo del resto, tan patético, casi le recordaba a si misma cuando era pequeña.
"No, Miss Lemuri. Esas cosas no dejan de doler, nunca dejan de doler, pero uno aprende a convivir con el dolor. Y ese dolor con el tiempo es algo de lo que se aprende y si bien no desaparece desiste en su intento de dañarnos."
Hipocresía en estado puro, aun hoy día seguía luchando con su captor, seguía doliendo como el primer día porque nunca pudieron darse tiempo de sanar ni a ella ni a su familia y una y otra vez caía en manos de su captor que seguía fantaseando con su cuerpo. Que seguía provocandola, tocandola, dañándola con sus palabras...
¿que clase de persona te destroza por dentro y por fuera solo para decir que te necesita?
Un bofetazo. Un llamado al despertar que evidentemente no había tenido ningún efecto. Un ser tan encerrado en su propia miseria que no podía valorar el esfuerzo del resto, tan patético, casi le recordaba a si misma cuando era pequeña.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
¿Y porque no pasa nunca? ¿Que nos hacen para que no pase nunca? Pregunto endureciendo mis brazos, tensándolos por todo, simplemente por todo como había llorado tras irme la primera vez y es que, que me hicieron a aparte de encerrarme, torturarme y abusarme para que todo me siguiera persiguiendo, escociendo en la piel cada vez que pensaba o llegaba a mirarlas.
Tu, paro por un instante; ¿Como sabes? ¿Te ha... pasado?... Sentirlo como yo. Si, estaba preguntándolo; siempre quiero desaparecer pero ahora le pregunto, y es que ya no sabía qué hacer; por un lado era eso, me estaba deshaciendo por lo que me hiso ella en el baño, no sabía qué hacer... y, y dolía.
Y aun seguía con la capa que ella me había puesto al comienzo, pegada a mi piel tras la noche que había pasado sin atreverme a sacarla, sin saber a quién gritar, si es que la muñeca tenía derecho a gritar siquiera; pues allá no me dejaban, aunque aquí... al menos el me había dejado, el que no se quiso ir de mi aula hasta que le grite todo.
Tu, paro por un instante; ¿Como sabes? ¿Te ha... pasado?... Sentirlo como yo. Si, estaba preguntándolo; siempre quiero desaparecer pero ahora le pregunto, y es que ya no sabía qué hacer; por un lado era eso, me estaba deshaciendo por lo que me hiso ella en el baño, no sabía qué hacer... y, y dolía.
Y aun seguía con la capa que ella me había puesto al comienzo, pegada a mi piel tras la noche que había pasado sin atreverme a sacarla, sin saber a quién gritar, si es que la muñeca tenía derecho a gritar siquiera; pues allá no me dejaban, aunque aquí... al menos el me había dejado, el que no se quiso ir de mi aula hasta que le grite todo.
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Los ojos de plata de la mujer se posaron en la niña con un dejo ausente. Tratando de pensar bien la respuesta. Realmente había mucho que podía decir, pero no quería desnudar su alma, tenía miedo a enfrentarse a esto. Quizá algo pudiera ofrecerle aunque no los detalles como le dio a Ronald Weasley... Probablemente el pelirrojo fuera su última esperanza.
"Fui retenida contra voluntad cuando tenía... tenía..." La laguna mental estaba allí, ¿cual era la verdad? Dios, ¿había sido solo una vez? ¿Había sido quizá que ambas memorias eran ciertas? "Jugaron con mi memoria o eso quiero creer. La primera vez que lo vi tenía solo cinco años, todos festejaban que Harry Potter había derrotado al señor tenebroso mientras yo era llevada al interior del bosque. No debia tener más de 12 años él. Pero se que lo vi... lo vi tantas veces que aun no sé como manejarlo. Sigue ahí, sigue buscándome. Abusó mi cuerpo, daño mi mente y aun quiere más." Explicó con una sonrisa tensa tratando de separar tanto como fuera posible su mente de su cuerpo.
"Las cosas mejoran, pero el daño está hecho, si no vales para aprender a vivir, morir es la única salida." Resumió recordando todos los acontecimientos de esa época. Era una época oscura y dañina para su mente realmente.
"Fui retenida contra voluntad cuando tenía... tenía..." La laguna mental estaba allí, ¿cual era la verdad? Dios, ¿había sido solo una vez? ¿Había sido quizá que ambas memorias eran ciertas? "Jugaron con mi memoria o eso quiero creer. La primera vez que lo vi tenía solo cinco años, todos festejaban que Harry Potter había derrotado al señor tenebroso mientras yo era llevada al interior del bosque. No debia tener más de 12 años él. Pero se que lo vi... lo vi tantas veces que aun no sé como manejarlo. Sigue ahí, sigue buscándome. Abusó mi cuerpo, daño mi mente y aun quiere más." Explicó con una sonrisa tensa tratando de separar tanto como fuera posible su mente de su cuerpo.
"Las cosas mejoran, pero el daño está hecho, si no vales para aprender a vivir, morir es la única salida." Resumió recordando todos los acontecimientos de esa época. Era una época oscura y dañina para su mente realmente.
Última edición por Lynnea Gammel el Sáb Jun 28, 2014 11:55 pm, editado 1 vez
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Pero... pero cuando creo que voy a morir, no quiero; me da miedo. Respondo como un impulso, apretando mi cintura con una mano que libero; incluso a mi me da miedo. La sensación era horrible, la de que iba a morir; ¡La había sentido allá!... cuando ella me puso el filo o cuando yo misma quería hacerlo... era horrible, sombría, agobiante; y todo, lo más obscuro que había sentido... tal vez peor que el cautiverio, tal vez peor que ellos; pero...
¡¿Porque?! ¿Porque te lo hiso?, ¿Porque me lo hicieron a mi? ¿Porque estuvo bien que fuera así? ¿Que nos tuvieran? ¿Y qué nos tuvieran? No puedo más, toso de pronto, me duele el pecho; suelto mi otra mano y la llevo ahí mientras toso y toso; logro parar, sollozo; lo intento esconder, me duele y toso...
¿Es porque fuimos mujeres? ¿Porque ellos me decían linda cuando me volvían su muñeca? ¿Fue por eso que estuvo bien vivir así...? Las lagrimas manchan mis mejillas, las siento, me ahogan y queman mis ojos; queman y ya no puedo pararlas, manchan la túnica, mi mano; y yo me ahogo, me ahogo y sollozo, me ahogo y sollozo pero aun intento e intento ocultarlo todo sin poder...
Y no podía, estar ahí había sido una miseria, estar todos esos días que no podía ver pasar ahí era una miseria, algo que torturaba, tiraba y me envenenaba mientras me aferraba a mis rodillas no pudiendo esperar nada, solo el momento en que ellos venían a usarme… sabiendo que lo harían de nuevo, no sabiendo cuando pero sabiéndolo ahí siendo nada, nada más que un ente tenido para respirar hasta que subieran a hacerme lo que quisieran, hacerme lo que quisieran sin importales lo que yo sintiera… Y es que dolía, podía estar siendo nada… pero igual sentía… añoraba salir, me dolia, sentia todo lo que una niña podia sentir; pero a ellos nunca les importo, nunca les importo...
¡¿Porque?! ¿Porque te lo hiso?, ¿Porque me lo hicieron a mi? ¿Porque estuvo bien que fuera así? ¿Que nos tuvieran? ¿Y qué nos tuvieran? No puedo más, toso de pronto, me duele el pecho; suelto mi otra mano y la llevo ahí mientras toso y toso; logro parar, sollozo; lo intento esconder, me duele y toso...
¿Es porque fuimos mujeres? ¿Porque ellos me decían linda cuando me volvían su muñeca? ¿Fue por eso que estuvo bien vivir así...? Las lagrimas manchan mis mejillas, las siento, me ahogan y queman mis ojos; queman y ya no puedo pararlas, manchan la túnica, mi mano; y yo me ahogo, me ahogo y sollozo, me ahogo y sollozo pero aun intento e intento ocultarlo todo sin poder...
Y no podía, estar ahí había sido una miseria, estar todos esos días que no podía ver pasar ahí era una miseria, algo que torturaba, tiraba y me envenenaba mientras me aferraba a mis rodillas no pudiendo esperar nada, solo el momento en que ellos venían a usarme… sabiendo que lo harían de nuevo, no sabiendo cuando pero sabiéndolo ahí siendo nada, nada más que un ente tenido para respirar hasta que subieran a hacerme lo que quisieran, hacerme lo que quisieran sin importales lo que yo sintiera… Y es que dolía, podía estar siendo nada… pero igual sentía… añoraba salir, me dolia, sentia todo lo que una niña podia sentir; pero a ellos nunca les importo, nunca les importo...
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
"El porque se puede extender por muchas razones, no creo que realmente quieras saberlas. Porque saberlas implica ir a un lugar muy oscuro, la mente de ellos no es un lugar que alguien quiera navegar de buena voluntad." Comentó pensativa, recargando el cuerpo en la pared, sintiendo las varillas metálicas clavarse en la tierna piel de su cuerpo por la extraña posición, pero es que estaba tan cansada...
"Quien me tomó a mi es un caso particular, no fue por el dominio sino por la idea de que soy especial, cree que estamos unidos, dice amarme. En tu caso es algo que no debería pasar y no está bien. Ninguna de las formas de abuso está bien. Ni lo que me hizo él a mi o lo que ellos te hicieron a ti. Reforzando ideas en nuestros cuerpos y si somos lo que ellos quieren que seamos solo acabamos por darles la razón. Me niego a caer en la oscuridad y a abandonar mi vida, no voy a entregarme al miedo ni a darle el gusto. No porque no tenga miedo, sino porque quiero mi venganza y esa no incluye daño físico o muerte, quiero que sufra por lo que hizo... si la justicia no puede hacer nada yo buscaré mis métodos." Sabía que quizá no era lo mejor para decirle a Niniel, pero ella había vivido y había muerto, los traumas los vivía día a día, especialmente cuando veía a los ojos de Odette.
Odette solo tiene doce años, la misma edad que ella entonces. Era una chica el doble de astuta que ella misma a su edad, pero que cargaría la maldición que todas las Damas de Shalott, una vida corta y llena de tragedia.
"Quien me tomó a mi es un caso particular, no fue por el dominio sino por la idea de que soy especial, cree que estamos unidos, dice amarme. En tu caso es algo que no debería pasar y no está bien. Ninguna de las formas de abuso está bien. Ni lo que me hizo él a mi o lo que ellos te hicieron a ti. Reforzando ideas en nuestros cuerpos y si somos lo que ellos quieren que seamos solo acabamos por darles la razón. Me niego a caer en la oscuridad y a abandonar mi vida, no voy a entregarme al miedo ni a darle el gusto. No porque no tenga miedo, sino porque quiero mi venganza y esa no incluye daño físico o muerte, quiero que sufra por lo que hizo... si la justicia no puede hacer nada yo buscaré mis métodos." Sabía que quizá no era lo mejor para decirle a Niniel, pero ella había vivido y había muerto, los traumas los vivía día a día, especialmente cuando veía a los ojos de Odette.
Odette solo tiene doce años, la misma edad que ella entonces. Era una chica el doble de astuta que ella misma a su edad, pero que cargaría la maldición que todas las Damas de Shalott, una vida corta y llena de tragedia.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Logro respirar un poco cuando la escucho hablar, me lo logro permitir un momento; apoyando de nuevo las manos en mis piernas mientras las lagrimas terminan de recorrer acidas mis mejillas. Creo que me resigno a lo primero que me dice, y es que si; escuchar como ellos me habrían pensado, lo que llegaron decír con su voz interior al mirarme... debía ser horrible, horrible para esa que convirtieron en su muñeca y no, ya no quería saber; me helaba por dentro solo intentar imaginarlo ahora; aunque mi queja seguía ahí, ¿Porque a mí?
Yo... No sé que quiero, comienzo encorvándome un poco; nunca lo sé. Trato de no pensar en ellos, en ese lugar o en lo que sentía... pero no puedo; nunca, nunca funciona; siempre vuelve y me duele, me duele tanto todo; no sé porque pero me sigue doliendo y eso... ¿Es lo que dices que no pasa cierto?
Creo que dejo de respirar por un instante, ahí; como si quisiese estar en el absoluto silencio por un momento, imaginando que todo lo que me hace funcionar se detuviera antes de... intentar continuar. Ahí, ellos... me hacían llorar y sufrir mucho, y eso... yo no lo cuento, nunca lo cuento así; no puedo atreverme. En ese momento mi corazón late, casi siento que podría salirse de mi pecho y es que estaba desesperada, no había podido sacarme aunque sea un poco de eso en toda la noche; y es que no, no podía pararlo, no podía.
Yo me llevo una mano al cuello, la meto debajo de la túnica y estiro esta para descubrí un poco mi espalda; yo no tenía camisa debajo o nada, solo esa túnica que me había dado la que me golpeo; mostrándole un poco de aquellas runas que tenia marcadas con la tinta negra que impregnada nunca salía.
Yo... me las quería sacar, y me corte. Termino mirándola, temblando entera por lo que estaba haciendo; por lo que estaba mostrando de mi.
Yo... No sé que quiero, comienzo encorvándome un poco; nunca lo sé. Trato de no pensar en ellos, en ese lugar o en lo que sentía... pero no puedo; nunca, nunca funciona; siempre vuelve y me duele, me duele tanto todo; no sé porque pero me sigue doliendo y eso... ¿Es lo que dices que no pasa cierto?
Creo que dejo de respirar por un instante, ahí; como si quisiese estar en el absoluto silencio por un momento, imaginando que todo lo que me hace funcionar se detuviera antes de... intentar continuar. Ahí, ellos... me hacían llorar y sufrir mucho, y eso... yo no lo cuento, nunca lo cuento así; no puedo atreverme. En ese momento mi corazón late, casi siento que podría salirse de mi pecho y es que estaba desesperada, no había podido sacarme aunque sea un poco de eso en toda la noche; y es que no, no podía pararlo, no podía.
Yo me llevo una mano al cuello, la meto debajo de la túnica y estiro esta para descubrí un poco mi espalda; yo no tenía camisa debajo o nada, solo esa túnica que me había dado la que me golpeo; mostrándole un poco de aquellas runas que tenia marcadas con la tinta negra que impregnada nunca salía.
Yo... me las quería sacar, y me corte. Termino mirándola, temblando entera por lo que estaba haciendo; por lo que estaba mostrando de mi.
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
La profesora de Aritmancia estiró un poco la tela para tratar de verlas con discreción antes de asentir volviendo a tapara Niniel para que no tomara frío en el castillo justo en la época que las temperaturas comienzan a bajar, pasando del otoño al crudo invierno de Escocia.
"Cada quien deja su firma. No eres la primera en sufrirlo aunque tus marcas..." ‘Son amables casi.’
No podía decirlo porque no correspondía, podía sentir su piel desgarrándose en cada golpe, la tela de araña, la maldita araña que tejía en su sangre y piel para convertirle en un ser de la espiral descendiente. Había estado a punto de morir múltiples veces por el sangrado, un sangrado que no sabía cuando empezó, cuando terminó, ¿tenía 5 o 12? ¿Acaso Mikes había gozado su sangre o era un truco que usaba en la creencia de que así expiaría sus culpas?
Ese bastardo...
"¿Habías considerado que harías una vez que te las hubieras arrancado?" Preguntó con cierta curiosidad morbosa. La duda de que pretendía hacer mientras se desangraba, mientras irremediablemente moría.
"Cada quien deja su firma. No eres la primera en sufrirlo aunque tus marcas..." ‘Son amables casi.’
No podía decirlo porque no correspondía, podía sentir su piel desgarrándose en cada golpe, la tela de araña, la maldita araña que tejía en su sangre y piel para convertirle en un ser de la espiral descendiente. Había estado a punto de morir múltiples veces por el sangrado, un sangrado que no sabía cuando empezó, cuando terminó, ¿tenía 5 o 12? ¿Acaso Mikes había gozado su sangre o era un truco que usaba en la creencia de que así expiaría sus culpas?
Ese bastardo...
"¿Habías considerado que harías una vez que te las hubieras arrancado?" Preguntó con cierta curiosidad morbosa. La duda de que pretendía hacer mientras se desangraba, mientras irremediablemente moría.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Quería dormir, solo quería que desaparecieran para que no me hicieran pensar lo que era en la noche; aunque.... no pude..., no pude seguir; me dolía demasiado. Dejo aquella mano sobre mis piernas, doblada ahí, apuntando con su palma hacia ella; y mirando yo su vientre con mis labios apretados.
Me recordaban tanto lo que había sido, aquellas marcas; no me atrevía mirarlas, nunca lo hacía, nunca quería hacerlo; pero a veces no podía evitarlo, y ahí estaban; escritas en mi espalda como si mi piel hubiera sido su papiro, y yo su diario personal en el que escribir para después guardar y dejar hasta que lo necesitara de nuevo. Tal vez ya no dolían realmente, pero es que eran eso; algo que me hacía sentir tanto como su "cosa", tirada; con mis brazos tratando de tapar algo que no podían cuando estaba desnuda y es que, ¿Que era mi cuerpo?; ¿Que es ese cuerpo que respira cuando lo miro en un reflejo? ¿Su objeto abandonado? ¿Su muñeca?; pero entonces ¿Porque?... ¿Porque pienso asi?...
¿Qué?... ¿Que debería ser mi cuerpo cuando lo miro? Yo no sé, me siento tan mal cuando lo hago, por las marcas, por todo…; me trato de tapar pero no puedo y es que... solo me hace pensar en que fui su objeto que rayar. Y cuando vi las de ella, la que tenia aquella que me golpeo... yo intente huir, no lo soporte e intente huir.
Me recordaban tanto lo que había sido, aquellas marcas; no me atrevía mirarlas, nunca lo hacía, nunca quería hacerlo; pero a veces no podía evitarlo, y ahí estaban; escritas en mi espalda como si mi piel hubiera sido su papiro, y yo su diario personal en el que escribir para después guardar y dejar hasta que lo necesitara de nuevo. Tal vez ya no dolían realmente, pero es que eran eso; algo que me hacía sentir tanto como su "cosa", tirada; con mis brazos tratando de tapar algo que no podían cuando estaba desnuda y es que, ¿Que era mi cuerpo?; ¿Que es ese cuerpo que respira cuando lo miro en un reflejo? ¿Su objeto abandonado? ¿Su muñeca?; pero entonces ¿Porque?... ¿Porque pienso asi?...
¿Qué?... ¿Que debería ser mi cuerpo cuando lo miro? Yo no sé, me siento tan mal cuando lo hago, por las marcas, por todo…; me trato de tapar pero no puedo y es que... solo me hace pensar en que fui su objeto que rayar. Y cuando vi las de ella, la que tenia aquella que me golpeo... yo intente huir, no lo soporte e intente huir.
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
"¿Como crees que ella se sintió?" Preguntó tratando de no sonar dura. No era un tema de reconciliaciones y amor, sino un tema de comprensión. La niña lloraba por un bofetón cuando la torturaron por días y semanas, meses, años y ahora se preocupaba por un bofetón... realmente sonaba ridículo.
"Te mostró sus marcas, un secreto suyo, su dolor te lo mostró con la esperanza de que lo comprendieras y pudieras quizá relacionarte, abrirte a ella o compartir tu pena. Pero huiste. ¿Has pensado en ese momento desde entonces?" Indagó curiosa, los ojos plateados observándola fijamente.
Realmente Niniel parecía perdida en su propio mundo, suponía que jamás comprendería realmente el valor que debió tomar a alguien como Solar mostrar sus marcas, aun ella que era la psicóloga del lugar jamás las había visto ni jamás había mostrado de regreso sus marcas o el cuerpo maldito que se escondía bajo varias capas de cuero, metal y tela.
Sin embargo, dos chicas en situaciones no tan dispares parecían haber caído en el circulo vicioso de asumir por los otros. Creyendo que sabían sobre la otra o despreciando los esfuerzos de la otra simplemente porque en sus mundos no cabía esto. Su trabajo era solamente abrir la puerta, la posibilidad, dejarlas que hagan sus propios juicios, después de todo, se hirieron mutuamente y si bien Niniel decía no querer morir tampoco parecía demostrar deseos de vivir.
"Te mostró sus marcas, un secreto suyo, su dolor te lo mostró con la esperanza de que lo comprendieras y pudieras quizá relacionarte, abrirte a ella o compartir tu pena. Pero huiste. ¿Has pensado en ese momento desde entonces?" Indagó curiosa, los ojos plateados observándola fijamente.
Realmente Niniel parecía perdida en su propio mundo, suponía que jamás comprendería realmente el valor que debió tomar a alguien como Solar mostrar sus marcas, aun ella que era la psicóloga del lugar jamás las había visto ni jamás había mostrado de regreso sus marcas o el cuerpo maldito que se escondía bajo varias capas de cuero, metal y tela.
Sin embargo, dos chicas en situaciones no tan dispares parecían haber caído en el circulo vicioso de asumir por los otros. Creyendo que sabían sobre la otra o despreciando los esfuerzos de la otra simplemente porque en sus mundos no cabía esto. Su trabajo era solamente abrir la puerta, la posibilidad, dejarlas que hagan sus propios juicios, después de todo, se hirieron mutuamente y si bien Niniel decía no querer morir tampoco parecía demostrar deseos de vivir.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Yo... no sé, no se... Y es que no quería estar ahí, me quejo; no quería que las vieran; yo no quería nada, tú debes saber... Yo nunca quiero hablar... Y solo dolía mas, ver las de ella solo hacía que me doliera mas y es que... ¿Qué? ¿Que querías que hiciera?
¿Acaso no había sido suficiente con la muñeca? ¿Atravesarme con la luz reflejada? ¿Volver a ese lugar donde solo me abusaban y me abusaban? ¿Hacer que me doliera más cuando me las intente arrancar? ¿Verlas de nuevo en ese baño? ¿Ver ese cuerpo desnudo que quería desaparecer? ¿Porque estaba bien que me abusaran más aun...? ¿No ves que duele? ¿Qué dolía? Esta ya te lo dijo...
Me llevo la otra mano a donde tenía la que estaba sobre mis piernas, temblando; temblando con un frio que realmente sentía venir de mi pecho; estando ahí por todo esto, por donde estaba, lo que decía; porque desesperada quería algo, algo que me pudiese quitar los temblores; pero ella solo me decía que no, que nunca pasaba... y como, ¿Porque tenía que seguir así? ¿Porque no podía volver a nacer para que fuera como antes, como lo que apenas me dejan recordar?
Suspiro, me siento mal; escondo la cabeza hacia un lado porque creo que voy a llorar de nuevo, pero no pasa; no pasa pero termino con un mechón de pelo entre mis labios, cruzando pegado mi mejilla.
¿Acaso no había sido suficiente con la muñeca? ¿Atravesarme con la luz reflejada? ¿Volver a ese lugar donde solo me abusaban y me abusaban? ¿Hacer que me doliera más cuando me las intente arrancar? ¿Verlas de nuevo en ese baño? ¿Ver ese cuerpo desnudo que quería desaparecer? ¿Porque estaba bien que me abusaran más aun...? ¿No ves que duele? ¿Qué dolía? Esta ya te lo dijo...
Me llevo la otra mano a donde tenía la que estaba sobre mis piernas, temblando; temblando con un frio que realmente sentía venir de mi pecho; estando ahí por todo esto, por donde estaba, lo que decía; porque desesperada quería algo, algo que me pudiese quitar los temblores; pero ella solo me decía que no, que nunca pasaba... y como, ¿Porque tenía que seguir así? ¿Porque no podía volver a nacer para que fuera como antes, como lo que apenas me dejan recordar?
Suspiro, me siento mal; escondo la cabeza hacia un lado porque creo que voy a llorar de nuevo, pero no pasa; no pasa pero termino con un mechón de pelo entre mis labios, cruzando pegado mi mejilla.
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
A veces y de todo corazón se preguntaba porque había elegido psicología y no... quizá política, o tal vez podría haber sido abogada. Realmente deseaba a veces golpear a sus pacientes... aunque como nota interesante suponía que todos los psicólogos querían golpear a sus pacientes de vez en cuando.
Este era uno de esos casos, en los que sabia hiciera lo que hiciera nada iba a salir bien por un simple hecho: Estaba tan estancada en su dolor que se había vuelto cruelmente egoísta e insensible al dolor ajeno. Realmente parecía creer que a ella era a la única que le dolían las cosas por haber estado en ese lugar. Egoísta y egocéntrica, vaya combinación. Ni siquiera el shock de descubrir que no quería morir había logrado despertarle de su ensueño de crueldad y desesperación. ¿Que sentiría acaso esta niña si cada vez que girara sus abusadores estuvieran allí? Y no en un filamento de imaginación sino de carne y hueso donde ella fuera, donde se escondiera.
¿De que valía decirle a la chica que huir no era el método y que quizá simplemente el permanecer en silencio le hubiera ahorrador la furia de la licántropa? Pues diantres, provocar deliberadamente la furia de una mujer lobo habia que estar un poco loco para eso.
"A veces simplemente aceptar a otros es más correcto. Porque te has estancado en la idea de que duele sin darte cuenta que esas marcas no han dolido desde que llegaste al colegio y la única que se hizo sangrar has sido tu misma." Concluyó con cierto tono terminante en el asunto, tan pesado que las erres se arrastraron ligeramente en una tonada extranjera que solía ocultar para evitar miradas curiosas.
Este era uno de esos casos, en los que sabia hiciera lo que hiciera nada iba a salir bien por un simple hecho: Estaba tan estancada en su dolor que se había vuelto cruelmente egoísta e insensible al dolor ajeno. Realmente parecía creer que a ella era a la única que le dolían las cosas por haber estado en ese lugar. Egoísta y egocéntrica, vaya combinación. Ni siquiera el shock de descubrir que no quería morir había logrado despertarle de su ensueño de crueldad y desesperación. ¿Que sentiría acaso esta niña si cada vez que girara sus abusadores estuvieran allí? Y no en un filamento de imaginación sino de carne y hueso donde ella fuera, donde se escondiera.
¿De que valía decirle a la chica que huir no era el método y que quizá simplemente el permanecer en silencio le hubiera ahorrador la furia de la licántropa? Pues diantres, provocar deliberadamente la furia de una mujer lobo habia que estar un poco loco para eso.
"A veces simplemente aceptar a otros es más correcto. Porque te has estancado en la idea de que duele sin darte cuenta que esas marcas no han dolido desde que llegaste al colegio y la única que se hizo sangrar has sido tu misma." Concluyó con cierto tono terminante en el asunto, tan pesado que las erres se arrastraron ligeramente en una tonada extranjera que solía ocultar para evitar miradas curiosas.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Pero ¿Cómo? ¿Cómo acepto a otro así? ¿Cómo lo hace esta? Insisto, no me atrevo a gritar, pero lo pido aunque ella quiere terminar; que me ayude, y es que lo necesito... No me gusta, me molesta demasiado todo y yo sé; yo sé que tal vez no fui buena, pero no sé cómo; sigo sin saberlo, pero nunca se; como con las otras que nunca sabíamos, con los otras que nunca sabíamos.....
Y es que ellas... ¿Ellas que? ¿Ellas que? ¿Acaso alguien me acepto en ese lugar? No sé, recuerdo algo, pero no sé, no sé; tal vez un regalo diminuto de aquella que siempre recordo mi cumpleaños de niña, o la que al comienzo intento decirme que estaría mejor, que no tenía que creerles, que algún día acabaría... ¿Acaso era eso? Estoy temblando, me siento mal;...
¿Acaso tendría que ser como con las otras? Como con las otras que estuve ahí... Estaba encerrada, no podía huir de ellas, pero tampoco les hacía nada pues a ellas les dolía igual que a mí... No era bueno quejarse con ellas pues estaban ahí en lo mismo que yo, y aunque al final casi nunca lográbamos hablar; ellas... ellas...
Y es que ya no sabía, tal vez ahora las odiaba; tal vez desde que no encontraron mi hogar es que no puedo estar en su lugar; pues casi todas lo hicieron, donde nos dejaron tras encontrarnos me lo dijeron; y yo lo veía, como ellas se iban o volvían con alguien para yo quedarme ahí tirada en la cama, esperando a que alguien me dijera que los habían encontrado para que no pasara nada, para que no pasara nada; pero a ellas... a ellas; yo las extraño; ahora las extraño demasiado....
Necesitaba hacer algo, ¿Esto acaso? Estoy por llorar de nuevo, me arden los ojos; pero es distinto, duele distinto; no sé si es peor o mejor, pero no puedo con ello porque es distinto y es que quiero algo, que me cobije o algo, o algo que no le podría decir....
Y es que ellas... ¿Ellas que? ¿Ellas que? ¿Acaso alguien me acepto en ese lugar? No sé, recuerdo algo, pero no sé, no sé; tal vez un regalo diminuto de aquella que siempre recordo mi cumpleaños de niña, o la que al comienzo intento decirme que estaría mejor, que no tenía que creerles, que algún día acabaría... ¿Acaso era eso? Estoy temblando, me siento mal;...
¿Acaso tendría que ser como con las otras? Como con las otras que estuve ahí... Estaba encerrada, no podía huir de ellas, pero tampoco les hacía nada pues a ellas les dolía igual que a mí... No era bueno quejarse con ellas pues estaban ahí en lo mismo que yo, y aunque al final casi nunca lográbamos hablar; ellas... ellas...
Y es que ya no sabía, tal vez ahora las odiaba; tal vez desde que no encontraron mi hogar es que no puedo estar en su lugar; pues casi todas lo hicieron, donde nos dejaron tras encontrarnos me lo dijeron; y yo lo veía, como ellas se iban o volvían con alguien para yo quedarme ahí tirada en la cama, esperando a que alguien me dijera que los habían encontrado para que no pasara nada, para que no pasara nada; pero a ellas... a ellas; yo las extraño; ahora las extraño demasiado....
Necesitaba hacer algo, ¿Esto acaso? Estoy por llorar de nuevo, me arden los ojos; pero es distinto, duele distinto; no sé si es peor o mejor, pero no puedo con ello porque es distinto y es que quiero algo, que me cobije o algo, o algo que no le podría decir....
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
"Solar probablemente en algún momento fue como esas chicas que nombras. ¿Has considerado hablar con ellas o mandarles una lechuza para saber como están?" Suspiró aun en su lugar de piernas cruzadas, las manos pulcramente entrelazadas en el regazo a la espera de que la chica le planteara algo, algo que pudiera liberarles a ambas.
A Lynnea del impulso de terminar con el sufrimiento de ella y a Niniel del dolor. Algo, lo que fuera, que le hiciera sentirse libre del dolor. Pero no importaba lo que hiciera, la chica no parecía ser capaz o siquiera intentar crear recuerdos positivos. De hecho, no parecía interesada en interactuar con el mundo exterior y el mundo interior la alejaba del mundo exterior...
Que remedio. Para una moribunda el tiempo es demasiado corto...
A Lynnea del impulso de terminar con el sufrimiento de ella y a Niniel del dolor. Algo, lo que fuera, que le hiciera sentirse libre del dolor. Pero no importaba lo que hiciera, la chica no parecía ser capaz o siquiera intentar crear recuerdos positivos. De hecho, no parecía interesada en interactuar con el mundo exterior y el mundo interior la alejaba del mundo exterior...
Que remedio. Para una moribunda el tiempo es demasiado corto...
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
No sé, no creo que pueda; ya no sé donde están... y yo...; estaba enojada, no pude hablarles cuando las veía ser encontradas, nunca lo supe, nunca quise saberlo ahí; pues yo, solo estaba ahí, sin atreverme a hacer nada... esperando tirada algo que ya me habían dicho que no pasaría. Aun podía recordarlo, el momento en el hospital; como había girado mi mirada hacia un lado al ver que ellas entraban a mi lugar, a veces incluso con esos otros que iban a verlas. Ellas entraban a veces donde yo, pero yo gire mi mirada siempre y nunca lo supe; ¿Que querían decirme? ¿Para que habían ido con esta?
Se me escapa una lagrima, me siento mal; y es que no lo sé, no lo supe, no quise; pero ahora quiero saberlo y ya no puedo.... No sé porque, pero ahora esta quiere saberlo.... Me duele, me arden los ojos; y no puedo parar, me estoy deshaciendo y no puedo parar; esto me hace daño, no me gusta, me desgarra pero mi cabeza sigue; los ojos se me aprietan pero sigue mostrándome como yo misma no quise nada, algo que ahora extrañaba y extrañaba.... y no puede, no puede por culpa de todo.
...... Ya no puedo hablar más, dejo el tiempo pasar; respiro, respiro.... trato de que pare; miro la capa que se me ha pegado por la suciedad, la que siento tan agria.... Y... ¿Debería devolvérsela? Tomo la capa con mis dedos. Esta es de ella, tapo mis marcas antes de gritarme. Tal vez esta deba lavarla y entregársela....
Se me escapa una lagrima, me siento mal; y es que no lo sé, no lo supe, no quise; pero ahora quiero saberlo y ya no puedo.... No sé porque, pero ahora esta quiere saberlo.... Me duele, me arden los ojos; y no puedo parar, me estoy deshaciendo y no puedo parar; esto me hace daño, no me gusta, me desgarra pero mi cabeza sigue; los ojos se me aprietan pero sigue mostrándome como yo misma no quise nada, algo que ahora extrañaba y extrañaba.... y no puede, no puede por culpa de todo.
...... Ya no puedo hablar más, dejo el tiempo pasar; respiro, respiro.... trato de que pare; miro la capa que se me ha pegado por la suciedad, la que siento tan agria.... Y... ¿Debería devolvérsela? Tomo la capa con mis dedos. Esta es de ella, tapo mis marcas antes de gritarme. Tal vez esta deba lavarla y entregársela....
Niniel- Mensajes : 657
Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
Por alguna razón sentía que estaba jugando al Anton Pirulero, por alguna razón y si recordaba la charla con Solar con exactitud, ninguna de las dos parecía ser propensa a tratar con... bueno, con nadie realmente.
Era como si se hubieran empecinado en hacer las cosas de forma individualista y con falta o ausencia total de ingenio para afrontar procesos que eran lentos y quizá nunca acababan.
Más considerando que realmente Niniel no debía estar en el colegio ya que solo se dañaba a si misma y al resto. Pero sin ir a detalles lo único que podía hacer era pasar una mano por el cabello blanco en un gesto pensativo.
"Las lechuzas del colegio son mágicas solo debes decirles que buscas y ellas llegarán a destino." Explicó como salida de paso.
Era como si se hubieran empecinado en hacer las cosas de forma individualista y con falta o ausencia total de ingenio para afrontar procesos que eran lentos y quizá nunca acababan.
Más considerando que realmente Niniel no debía estar en el colegio ya que solo se dañaba a si misma y al resto. Pero sin ir a detalles lo único que podía hacer era pasar una mano por el cabello blanco en un gesto pensativo.
"Las lechuzas del colegio son mágicas solo debes decirles que buscas y ellas llegarán a destino." Explicó como salida de paso.
Lynnea Gammel- Mensajes : 313
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Re: Una segunda visita desesperada (Lynnea)
¿Podría? Me refriego los ojos, ¿Yo podría escribirles entonces? Mis ojos me dejan de arder poco a poco al escucharla, mis brazos se llenan de algo; imaginándolo por un instante, lo que podría escribir, lo que podría intentar sentir si lo intentaba en mi memoria... El abrasarnos cuando nos tiraban de vuelta al comienzo, poder tomarnos las manos en el silencio para intentar sentir algo bueno o incluso el acurrucarme con otra para apaciguar el frio cuando este llegaba.
Y es que fue una tortura, estar ahí lo era en cada instante; pero al menos estuvieron ellas, y al menos al comienzo podíamos mirar nuestros ojos para saber que no estaba sola, que al menos había alguien ahí que no me tiraba como un objeto que solo respiraba; algo que mi hiciese pensar que no era una muñeca, al menos un poco en ese comienzo.Y ¿Qué?, ¿Que debería escribir?; ¿Como esta podría ser leída después de girar la cabeza?
Y no, no quería equivocarme de nuevo, no quiero volver a extrañar así, ella no me pide nada, me deja hacerlo por eso; pero molesta, llega a doler... ¿Y porque ahora? ¿Porque lo hacía ahora? ¿Porque antes no lo hacía...?
Y es que fue una tortura, estar ahí lo era en cada instante; pero al menos estuvieron ellas, y al menos al comienzo podíamos mirar nuestros ojos para saber que no estaba sola, que al menos había alguien ahí que no me tiraba como un objeto que solo respiraba; algo que mi hiciese pensar que no era una muñeca, al menos un poco en ese comienzo.Y ¿Qué?, ¿Que debería escribir?; ¿Como esta podría ser leída después de girar la cabeza?
Y no, no quería equivocarme de nuevo, no quiero volver a extrañar así, ella no me pide nada, me deja hacerlo por eso; pero molesta, llega a doler... ¿Y porque ahora? ¿Porque lo hacía ahora? ¿Porque antes no lo hacía...?
Niniel- Mensajes : 657
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