Segunda clase historia de la magia

La clase ya no era un bosque era evidente hasta en la puerta de la clase. De madera antigua con cerrojos en el exterior. Al entrar solo se veia piedra, cuadros y un banco de piedra a lo largo de una de las paredes, debajo de los cuadros.

Los cuadros no eran precisamente obras alegres. Estaban bien iluminados con antorchas.




Y justo en la pared opuesta al banco donde los alumnos se sentaria, a la espalda de la proferosa habia un cuadro el mas grande de todos.

Alli de pie de espaldas al cuadro de la quemada de brujas estaba la profesora Uppsala vestida con una tunica blanca el pelo recojido en un moño.
Parecia una aparicion fantasmal con la luz de la mazmorra

Las manos enfundadas en guantes de piel negros y su semblante mas serio de lo habitual, si eso era posible.
Mandaba sentarse a los alumnos segun ibais llegando y pedia que anotase en una cuartilla de pergamino su nombre, la persona a la que creian culpaba de practicar magia y el motivo de porque lo creian.
-Espero que todos hayan hecho la tarea que les encomende dijo sin mirar a nadie en concreto, aun.

-Pero que co......
Abri los ojos de par en par cuando vi a la profesora vestida con una tunica blanca y sin decir una palabra me sente en la mesa.
Ya habia hablado con ella respecto al trabajo porque mi incorporacion habia sido despues de su encuesta y de su clase asi que por esa vez estaba exento del trabajo, eso si habia entregado una redaccion sobre los druidas y las dudas que habia tenido acerca de esa leccion.
Estaba un poco girado en el asiento mirando los cuadros que habia encima de nuestras cabezas.
La clase no era acogedora ni mucho menos.

En un pergamino había anotado los nombres de los alumnos de la clase anterior, y junto a cada nombre había puesto si era muggle o mago. Aunque había tenido muy pocas oportunidades de saber quien era quien, muchas de las que había puesto habían sido porque me parecía lo más posible. Y es que es una tarea algo difícil, teniendo en cuenta que la mitad no tiene idea de como se comporta un muggle.

Entro a la clase, y dejo el pergamino sobre la mesa de la profesora sonriéndole, antes de dar saltitos hasta una de las mesas. Una vez sentada, miro con más atención a los cuadros a mi alrededor. Caza de brujas... Woops! -Profesora, ¿usará nuestras listas para culpar a posibles magos y nos tocará pretender que los vamos a quemar, o ahogar en el Lago Negro?-

Desperté, simplemente desperté enredada entre las sabanas que se me habían torcido entorno a mi; mirando por una apertura que quedaba la luz entrar en la habitación. Sentía las ojeras de mis ojos pesadas, al igual que sus contornos como si me los hubieran raspado al despertar; y es que apenas había podido dormir un par de horas o una mas desde que no había dado más, ya exhausta de pasar el resto entre las torturas de lo que mi mente insiste en devolver.

Con un suspiro me había levantado para ahora ponerme aquí, ante la puerta de aquella clase de nuevo; como siempre no había me sentido mucho mejor en los pasillos, pero lo que veo en la aula solo lo hace peor y peor. Mi corazón se enardece cuando lo veo, la sala agobiante de piedra, las imágenes de otros a los cuales se les hace daño en todos lados y y... es que, es algo que me hace querer clavarme las uñas para no pensar en que lo que me habían hecho a mi.

Me muerdo los labios y me quedo pegada al lugar, pienso, pienso, recuerdo y recuerdo, pero no me muevo. Me corro a un lado si alguien viene detrás para dejarlo pasar, pero no entro y tampoco me voy; mirando de pronto a la mujer de blanco quieta aunque ella me señala que me mueva, quieta y aterrada con el cuerpo amarrado por mis brazos.

Levante el dedo indice de la mano derecha-Un momento Lovegood
Me diriji a la puerta hacia la chica rubia que se hayaba en el umbral de la puerta -Si no eres capaz de entrar por algun motivo ven a verme despues a mi despacho, vayasase y no se preocupe.
Despues volvi al aula y respondi a Luna -Si señorita Lovegood, en efecto hoy somos un tribunal de muggles que acusan a otros de ser magos y tener conjuras con poderes oscuros. Hombres y mujeres que acusaban a sus vecinos por celos, envidia, miedo o incluso un mero enfado por el desacuerdo de un trato pasado. Rencillas de antaño entre abuelos, incluso tataraabuelos servian de excusas para alzar acusaciones de brujeria.¿Y bien?¿Saben cual es el tema de la clase de hoy? Espero que puedan hacerse una idea.

Asiento con mi cabeza tras escucharla a ella, me atrevo a darle una última mirada a la chica del cabello claro que me había contado de su encierro cuando estuve afuera y después doy un paso, un paso hacia atrás y después otro; volteándome para salir de ahí, metiéndome en la obscuridad de uno de los pasillos nuevamente.

Y ahí lo hago, me clavo las uñas en la clavícula, metiendo mi mano debajo de mis ropas por el cuello; haciéndolo como si el pequeño dolor de eso pudiese limpiar todo lo que se me había venido de “aquello”. No me importaba no a ver entrado pues ella me lo había pedido directamente, la muñeca se sentía mala ahí y además le habían pedido que se fuese; así que si, se había ido. Aunque aún así, era en esos momentos cuando me sentía más fría; cuando por lo que era ni cerca de los otros podía estar, sintiéndome anegada; anegada y abandonada de nuevo en el pasillo como siempre en ese lugar.

Debía ir al lugar de la mujer, eso también me lo habían pedido; pero ya sabría cuando hacer eso….

Esperaba no llegar demasiado tarde, habia tenido un problemilla para conseguir salir de la cama con todos los gatos y los sapos de las chicas de Ravenclaw.
No sabia que demonios estaba pasando pero desde hacia unos dias todos los bichos de Hogwarts tendian a seguirme.
Bueno alli estaba y por suerte solo Luna y Aaron estaba en clase.
Entre di los buenos dias, le entrege la cuartilla a la profesora con lo que yo creia y me sente entre Luna y Aaron

Con el mapa en la mano había logrado colarme en la clase a tiempo, mirando la figura transformada de la profesora Uppsala al fondo de aquella tétrica habitación. Lancé un silbido bajo, mientras buscaba algún asiento donde se me pudiera notar, y al mismo tiempo no ser tan evidente. Le hice un saludo a Trix con un guiño, antes de prestar atención a lo que veríamos en esta clase.

—¿Qué demonios? —es lo primero que sale de mi boca.

Por Merlín, ¡prefiero el bosque y los druidas! Las clases aburridas de Binns incluso son mejores, oyendo hablar de revueltas de duendes mientras me duermo en el asiento. Aquella aula se me antoja extraña, y no me da un buen presentimiento, me recuerda al año pasado… Todo me recuerda al año pasado, a Colin, a mis padres muertos, a los que dijeron que los hijos de muggles habíamos robado la magia y a un montón de cosas más.

—Lo siento… —me disculpo por lo que acabo de soltar, y voy a buscar un banco libre.

La tarea… vamos a ver. Tengo una lista, pero no estoy demasiado seguro de lo que escribí en ella. A ver qué tal.

Qué tétrico-Murmuró Cromwell mientras pasaba dentro de la mazmorra-aula-sala de tortura-cosa extraña que había ideado Uppsala para la clase en particular. Definitivamente eran mejores que las clases de Binns, pero para Alan no hacía mucho para destituirla como la clase más aburrida de todas.

Dejó sus cosas distraídamente y se puso al otro lado de Luna, Louise no estaba y no creía que la chica de Ravenclaw fuera a ganarle otra detención. Quizás hasta podría aprender algo.

-Siento que a los señores no les guste la decoracion, pero no estamos aqui -abri los brazos abarcando la mazmorra -por gusto. Estamos aqui por unas acusaciones.
Señora D´Angelo y señores Cromwell y Creevey porfavor sus acusaciones.Extendi la mano para que me dieran el papel de la tarea*
Los recoji y despues de leerlos todos ire un instante a los alumnos.
-Bien con estas acusaciones procederemos al juicio de los acusados.Que por supuesto tendra derecho a defenderse.
De entre las sombras surgio una figura

Permanecia inmovil silenciosa al lado de la profesora.

*Off rol: mandame un privado si quereis o ponedlo aqui en el post al terminar, de todas formas se simulara que es privado porque solo la profe lo ve. Los que no hagan hecho la tarea(Cromwell por ejemplo ) pues que simplemnte lo digan.

¿Pero que carajos hace ese tío con ese hacha?

Vale, que la profesora no bromeaba cuando dijo que le gustaba hacer las clases dinámicas. Me medio incorporé en mi asiento, inclinándome levemente hacia adelante mientras levantaba la mano. -Profesora, yo no asistí a la clase pasada, por tanto no tengo... eh... "acusaciones" que entregar.-

A ver si por eso no me iba a ganar un paseíto con el tío del hacha.

-No se preocupe señor Broddick usted y el señor Souza son los unicos excluidos de la tarea.
Volvi a quedarse alli como una estatua, delante del caudro de la quema de brujas que por supuesto se movia aunque no se oian los gritos se veian las muecas de dolor y sufrimiento. El verdugo balanceaba alante y atras ligeramente el hacha colgando en su mano, la profesora parecia no inmutarse con su presencia. El se hayaba apenas dos pasos detras de ella.

Asenti ante el comentario de la profesora y despues me incline ligeramente para ver al verdugo -Espero que no sea el tio que nos pone los castigos, susurre a Trix al oido y volvi a ponerme recto en el asiento esperando a que mis compañeros le entregasen la tarea.

Abrí la puerta de par en par, agitada por correr el camino hasta la clase a la cual llegaba tarde sin duda. Al observar la decoración me quede sorprendida. ¿La Caza de Brujas? Había leído acerca de ello en los libros de mi madre y era espeluznante ver como muchos de los muggles nos habían cazado como herejes solo por tenermos miedo.

-Siento llegar tarde...-

La falta de sueño hacia que me costara levantarme por las mañanas antes de ir a las clases. Me acerque a uno de los asientos libres y me senté, observando las decoraciones. Eran aterradoras y fascinantes al mismo tiempo. Excepto por el verdugo, que sin duda era mas escalofriante que cualquiera de las pinturas, aunque no sabia por que estaba allí.

-Señorita Lych su tarea por favor. Alguine mas falta por entregarla.
Espero unos instantes por si alguien mas decidia entregar la tarea.
-Espero que esto les haya servido para reflexionar sobre el estatuto del secreto magico. Aunque supongo que no y por eso he decidido ayudarle
Dije abriendo los brazos describiendo un arco para abarcar todo a la vista.
-Mi amigo el verdugo impartira justicia para quien encontremos culpable hoy aqui de brujeria
Permaneci en silencio por si alguno de los alumnos queria decir algo.

off rol: Mandame por privado o ponedeme aqui quien creeis y porque q son magos y quien muggles.

- Al ver pasar una joven bastante apurada extrañamente se dirigía a la misma puerta que el, dejando esta de par en par con una entrada bastante llamativa que dejo un silencio en el aire, luego de esto se dirigió a la entrada de esta mientras observaba muchos de los cuadros que daba una decoración especial y algo macabra al lugar. Pero estro no lo sobresaltaba pues había pasado horas leyendo muchos de los libros que contenían obras similares ha esta pues su madre siempre hablaba acerca de los mugglesy sus muchas cualidades como otras no tanto...

-Perdón la tardanza

-Al sentarse y sacar uno de sus libros en un puesto desocupado, no pudo evitar observar aquel que se llevaba el miedo y curiosidad del lugar- ¿Acaso es un verdugo? - Una figura tan presencial que puede hacer en esta sala.

-Hablare despues de clase con usted - señale al ultimo chico que acaba de entrar. Poulain.
-Bueno debo decir que hay unas cuantas personas en la sala acusada de Brujeria, las nombrare y porfavor, haganlo facil para todos simplemente reconozcanlo. Podran alegar algo en su defensa y si se les encuentra culpable -simplemente señale al verdugo y justo en ese momento el verdugo se puso el hacha en el hombro arrancando un destello del filo.
-Señor Creevey, Señorita D`Angelo, Señorita Hardrada y Señor Malfoy. Todos ustedes ha sido acusados por una o varias personas. Que tienen que decir en sus defensas.
Nuevamente la seña con su mano indico que se pusieran a su lado, por consiguiente tenian el verdugo tambien al lado de ellos. Algo bastante inquietante.

Extiendo la mano con la tarea la entrego y dos segundos después oigo mi nombre. ¡Lo sabía! Varios se dieron cuenta de mi pésima reacción con el duendecillo.

-Evidentemente que se me acusa mal, no soy un mago... -respondo.

Pero todos vamos a decir eso. ¡No prueba nada!

Corri euforico por los pasillos del castillo tratando de llegar a tiempo a clases, pero otra vez mi poco orientacion del lugar hizo que llegara tarde, pero por lo menos esta vez habia llegado al lugar. Al entrar parecia que la clase habia comenzado, obviamente mi llegada se noto por el ruido de la puerta, asi que descartaria la oportunidad de entrar sigilosamente y de que nadie me viese.

Me quede en la puerta unos segundos, por lo menos si no podia entrar silenciosamente tampoco me haria el tonto y pasaria directamente a sentarme, ...., aun asi no podia interrumpir la clase, debia sentarme y esperar que si la profesora lo deseaba podria hablar. Aunque en realidad no deseaba hablar de nada al respecto, era mi primera clase este año y estaba mas perdido que nunca, solo habia adelantado la tarea para la clase de pociones.