[Clase] Profesor temporal (Alumnos)

Miraba la puerta del salon desde la mesa principal entre nervioso e impaciente. Sólo sería una clase, y más que una clase, sería un conversatorio. Había cosas que aclarar, tal como había dicho Hermione. Tante desde el punto de vista de ellos como de los que se habían quedado en Hogwarts.

No por ello dejaba de parecerle extraño estar en ese lado de la mesa, y no en las mesas que había colocado en semicírculo para que todos pudieran verse entre ellos mientras conversaban, de alguna manera eso evitara que todos estuvieran mirándolo directamente a él, lo que lo relajaba un poco más.

En cualquier momento cruzaría la puerta. Ojalá Hermione fuera la primera en entrar. Inlcuso no le molestaría ver a Luna.

Entre en clase de defensa.
Vaya una clase que curioso, estaba a costumbrada a salon de duelos en oscuras. Esto sera nuevo
Me sente cerca del profesor pero deje dos pupitres de distancia -Enhorabuena. ¿saco algun libro o .... Estoy un poco perdida dando la asignatura en un aula.

Esperaba que mis compañeros de clase no tardasen demasiado era un poco violento estar con el profesor a solas.

Me detuve en la entrada del aula y bostece. Estaba cansada. Desde que Lou había tenido a Mad me costaba conciliar el sueño al no tenerlas cerca. Tenia ojeras y solo quería dormir, pero estaba aguardando la clase de Defensa.

Abrí la puerta y me quede de piedra al ver a Ronald al frente. ¿Era una broma? ¿Como podía ser que lo tuviésemos a el delante nuestro para dar una clase?

-¿Ron? ¿Eres el nuevo profesor?-

Le pregunte sorprendida mientras me dirigía a uno de los bancos y me dejaba caer en el. Cerrando los ojos. Solo iba a descansarlos hasta que llegaran los demás.

Entro a la clase con curiosidad, aún no han anunciado al nuevo profesor de Defensas contra las Artes Oscuras, aunque en la reunión del AD Ronald había mencionado que estaría dando la primera clase. Por eso no me sorprende verlo parado junto al escritorio. Aunque si me parece curioso como ha ubicado las sillas delo salón.

-Hola Ronald.- Le saludo, dando un beso a Trix y a Solar antes de buscar colocarme en uno de los puestos centrales.

Entro al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, una de las que más me llama la atención este año, sobre todo porque, si alguna vez vuelve a existir alguna amenaza, quiero estar bien preparado. Solar, Luna y una chica pequeña ya están allí cuando entro. Le dedico una meda sonrisa a las chicas y voy a buscar un lugar cerca de ellas. Luego me fijo en Ron, que parece extrañado de estar en el puesto del profesor, pero después de verlo en la reunión del ED, sé que no tendrá problemas para dar esa clase... Aunque claro, en el ED sólo había conocidos.

—Hola, Ron —saludo y dejo caer la mochila. Conociéndolo, estoy seguro de que no necesitaremos ni un libro y quizá la clase sea extremadamente práctica. No será como el sapo, que era inaguantable. Todas las clases leyendo los capítulos del maldito libro sin levantar la cabeza o hacer preguntas. Cuando despidieron a Umbridge fui muy feliz, aunque Snape no representó un gran cambio: las clases eran muy duras, sí, pero al menos movíamos la varita.

¿Qué nos espera en esa clase? ¿Encantamientos defensivos? ¿Ofensivos?

Aproveché y me levanté temprano, aquel día no íbamos a tener muchas clases así que una escapada a la biblioteca no iba a venir mal. Escogí algunos copiosos volúmenes temiendo llegar tarde a la primera clase de Defensa, me extrañaba que hubieran encontrado a alguien que la impartiera tan "pronto".

Entré sin ver lo que había frente a mi pues los libros a penas me dejaban moverme sin tropezar, los dejé en una mesa para estirar los hombros cuando vi a las chicas.

-¡Hola!-

Las saludé mientras estiraba el cuello y algo naranja llamaba mi atención.

-¿Regresas Ron?

Me parecía muy extraño verle en el castillo, y más asistiendo a una clase, aunque para estar asistiendo ocupaba el sitio del ¿profesor? Volví a agarrar mis libros y los dejé caer en el asiento al lado de Luna esperando una explicación por parte de Ronald.

Había esperado a que todos entraran antes de dar pie adentro ella, caminando al escritorio que por esta vez ocuparían ella y Ron... Mejor dejar a Ron parado y hablando, ella será la acotación al margen. Si, no necesitaba más atención que la que ya tenía, prefería ser el apoyo y sería solo esta clase, luego ya podría ser una alumna normal.

"No sé como logras convencerme de hacer estas cosas, Ron. Especialmente porque la última vez que agarraste un libro Fluffy probablemente aun entraba por la puerta del castillo." Murmuró para si misma antes de posar una mano en la frente. A veces creía que sola se montaba en los bailes de sus amigos...

"TRRRRRR"

—¡Maldita alarma!

Abro medio ojo, veo la hora. Se me hizo tarde. No me da tiempo de ir a desayunar, así que me meto a la ducha rápidamente y me pongo la túnica como puedo mientras meto todos los libros de ese día en la mochila y salgo corriendo rumbo al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, aunque al parecer no llego demasiado tarde. Sólo rozando la hora.

Me sorprende ver a Ron Weasley enfrente, pero no es precisamente santo de mi devoción, así que no hago ningún comentario. Veo a Aria sentada y voy a ubicarme a un pupitre cerca de ella y las demás chicas. Luna, Solar y Trix ya están allí.

—Hola... —les digo—. Creí que lleqaba tarde.

Entre casi corriendo en clase y frene en seco en la puerta al ver que aun no habian empezado me relaje.
-Buenas, pensaba que llegaba tarde me alegro que no sea asi
Guiñe un ojo a Solar y le sonrei y despues fui a sentarme al lado de Trix.
Le di un pequeño codazo y le saque la lengua. Nos habiamos hecho bastante buenos amigos.

Aun algo me quedaba de ello, aunque a veces me parecía como si nunca hubiese estado ahí al lado de todo el tiempo que estuve encerrada en la pesadilla que me crearon ellos. ¿Un hospital? Tal vez era eso, el lugar donde me llevaron apenas me encontraron con las demás; donde me tuvieron un tiempo antes de dejarme aquí, en esta ¿Escuela? Ahí había estado mal, realmente mal; eso era tal vez lo poco que podía recordar ahora; aunque también me quedo algo mas, algo que normalmente no recordaba; una mujer, una mujer que nos reunió a todas e intento enseñarnos sobre la magia que nos metieron y lo obscura que era; tal vez esperando a que a si nos doliera menos....

Pero no, saber de ella y ver las muestras solo me dolía más. La puerta se abre, veo el aula; un chico que no conozco al frente y a los demás, a esos que ya llevo viendo un poco aquí sentados entorno a él. ¿Por qué pensaba en eso ahora? Tal vez por el nombre de esta aula o simplemente por pensar en algo en vez de sentirme abusada en los pasillos. ¿Hola...? Me dirijo hacia la última silla del lado izquierdo, quedando a uno o dos pupitres de la chica rubia que me encontró en el baño cuando me  había intentado cortar las marcas.

Casi que sentía un poco de miedo respecto a ella después de aquello; y tampoco sabía que sentiría esta muñeca ahora. ¿Sera como esa otra vez? ¿Me dolerá? No lo sabía y no lo sabía; recorriéndolos a todos ahí con una mirada baja, quedándome tal vez solo un poco más en él, el chico del cabello claro que lo habia escuchado todo.

-Hola.- Iba respondiendo a cada uno que iba llegando, haciendoles una señal de que esperaran a que estuvieran todos para empezar. Decidió dejar la puerta del salón abierta, en caso que alguien más se quisiera unir a la clase, o si llegaba quién sería el profesor de Defensas contra las Artes Oscuras. Sonrió a Hermione al verla llegar medio refunfuñando, y le hizo un guiño que venía a decir "Confía en mi, ¿vale?"

Carraspeó un momento, colocando las manos contra el escritorio. -Bien, creo que no llegará nadie más por ahora. Primero: No, no soy el nuevo profesor. Estaré aquí por esta semana mientras se incorpora quién será el encargado de dar esta clase. Así que pueden guardarse las zalamerías y las ranas de chocolate que usarían para convencerme de aprobarlos.- Sonrió. -...Pensandolo mejor, lo de las ranas de chocolate no estaría mal...-

Al volver a captar la mirada de Hermione poniendo los ojos en blanco, volvió a carraspear. -Esto.. Bien. El día de hoy es posible que no usemos las varitas, ni saquemos los libros. Dependerá en gran parte de lo que hablaremos. El año pasado vivimos lo que fue casi una clase magistral y práctica sobre Artes Oscuras. Harry, Hermione y yo las pasamos magras, teniendo que reforzar e incluso aprender hechizos nuevos para poder sobrevivir. Pero sabemos que también en el castillo no fue color de rosa.- Su mirada se posó un segundo en Dennis, en Luna y en Solar. -Creo que es momento de explicar la razón que nos tuvieron lejos del colegio estos meses. Adelante, pregunten.-

"¡Ron!" Susurró frustrada, pasándose una mano por el rostro antes de indicarle que se pusiera levemente a un lado para poder ver a la clase desde su posición en el escritorio. "Creo que más bien habría que empezar desde el principio... como el porque de esta guerra... aunque no sé la historia completa como para remontarnos a quien o que es Voldemort, pero si podemos hablar sobre la profecía que lo llevó a hacer las cosas que hizo..."

Aunque aun se preguntaba el porque... ¿por que apoyar un ideal del que no es parte? ¿Por que simular que es alguien que no es? Porque más aceptación no tendría, tendría muchas cosas... pero, ¿realmente quería dominar el mundo mágico? La actitud de él jamás ayudó, no que le conociera, pero esa forma de buscar una semi inmortalidad dependiente de otros objetos y quedando más encadenado que al principio...

Realmente le hacía cuestionar muchas cosas que sabían y daban por seguras... no, no creía que fuera bueno ni nada por el estilo, solo cuestionaba un poco el trasfondo de él.

Notaba que Neville aun no llegaba, probablemente Augusta no deseaba dejarle ir, él hubiera sido clave para esta parte de la explicación.

Inclinó la cabeza claramente indicando a Ron para que él sea tan amable de comenzar a hablar sobre el tema desde el principio y no dejara a los alumnos con medio tema a desarrollar.

El susurro frustrado le hizo parpadear un poco. ¿Y ahora que había dicho? Para luego escucharla intentar guiar la clase por donde debía ir. Ah, es que se suponía que tenía que hablar él primero, ya. La verdad prefería la modalidad preguntas/respuestas, porque estaba seguro que no iba a poder hacerse explicar bien.

-Hubiera sido mejor tener a Harry aquí.- Le susurró él a su vez. De nuevo carraspeó. -Si, estoooo... La Profecía. Creo que todos recuerdan los sucesos en el Ministerio de Magia hace unos años, cuando por fin quisieron admitir que Voldemort había regresado. Había una razón para que se hubiera metido allí, y es que había allí abajo una profecía respecto al destino de Voldemort, donde hablaba de un rival que lo vencería y que sería el mismo Voldemort quién lo señalaría como su adversario.-

Se detuvo un instante, intentando hacer recuento de las palabras de Harry en aquel entonces. -Según la profecía, había tres formas de reconocer a quien lo destruiría: tenía que ser hijos de magos que lo hubieran desafiado tres veces, nacer a finales del mes de Julio y estar marcado por él mismo. Ahora bien, además de Harry había otro que cumplía las dos primeras características, Neville. Pero fue la decisión de Voldemort de atacar a los Potter y no a los Longbottom lo que hizo definitiva la elección, es decir, la famosa cicatriz.- Volvió a cruzar las manos sobre el pecho. -¿Dudas hasta aquí?-

-No de momento, no -mire al resto de la clase porque yo no tenia dudas y no creia que pudiera haber dudas en "hechos" que habian pasado asi, quizas curiosidad por una explicacion mas exensa de los hechos.
ESperaba que el profesor temporal Ron siguiera con la clase/Charla/Historia.
Desde luego esta no iba a ser una clase de Oscuras, al menos no para mi, pero siempre era interesante saber lo que realmente paso asi que si, seria interesante y diferente de lo que esperaba.

Bien, nada de mover la varita. Así estaba bien el asunto de momento. La verdad es que de todas las cosas que podían pasar en una clase de Defensa aquello ni siquiera me lo imaginaba. Pero considerando la cantidad de rumores que existían sobre como habían derrotado a Voldemort, no estaba demás que hablará de ello y despejara las dudas.

—Las profecías no son algo definitivo, ¿cierto?

Solté la pregunta simplemente sin alzar la mano, pues era algo que había oído un par de veces, aunque no estaba del todo segura. No era como sí una profecía que hablará de ti a fuerza tenía que cumplirse...

Escucho con interés, con esa mirada de sorpresa permanente de grandes ojos azules. A la pregunta de Isabelle, me doy vuelta hacia ella.

-Hum...bueno, según una entrevista que hizo mi padre a un "viajero del tiempo", las profecías son como intentar cambiar algo en el pasado para cambiar el futuro. Al intentar hacer algo en el pasado, puedes crear una paradoja, o terminas haciendo justamente lo que conllevará a que suceda el evento mencionado. Así también pasaría con las profecías: intentando evitar que se cumplan, haces que todo coincida y finalmente, la profecía se hace realidad.- Vuelvo de nuevo mi mirada hacia Ronald y Hermione, sonriéndoles.

Me encojo de hombros. No sabia si la adivinación era muy precisa para darle tanta trascendencia.

Alan estaba en la puerta del salón desde hacía cosa de un minuto, despacio se había metido en el salón sin que nadie prestara sobrada atención, ya que estaba enterado acerca de la docencia a cargo de Weasley no pensó que sus clases fueran muy relevantes, pero el tema en particular era muy importante.

Yo no entiendo mucho de profecías, de hecho no confío mucho en la adivinación-Era en cierto punto, tradicionalista, y la adivinación era un arte harto impreciso, más teniendo como referente a la loca de Trelawney ¿Quién hizo esa profecía, es sabido?

Neville...¿Longbottom? Ese si que era un tipo que no podría matar a Voldemort aun que lo tuviese encadenado a una silla, y no es que fuese mal tipo, pero el único que podía igualar los desastres de Louise en cuanto a magia fallida era el infortunado Gryffindor.

Ah, el tema más delicado de todos, ¿quien? ¿Quien había sido? Ron quizá no lo recordara, o al menos no lo recordara tan bien como ella que convivió con Harry a solas por algún tiempo. Debía hablar sobre esto pero no sabía como hacerlo...

"En realidad es complicado..." Comentó observando a Ron en busca de apoyo antes de regresar a la precaria clase. "Verán... los videntes son por lo general un fraude, pero unos pocos tienen el don de dar profecías reales. Realmente creo que podríamos haber luchado contra la profecía si la hubiéramos conocido desde el principio, pero..." Aquí iba todo su conocimiento por el desagüe, especialmente porque ella no CREÍA en las profecías, sabía que podría haber evitado esta y una parte la creía auto-conclusa ya que todo se orquestó alrededor de Harry para que cumpliera con ella.

Una parte de ella estaba deseando quedarse callada, pero un susurro rebelde en el fondo de su mente le dijo que no lo hiciera, observando a los que estaban como ella preguntandose por que.

"En realidad creo que no es un tema de la profecía, sino del hecho de que allí hubo alguien que la creyó y dejó recaer el peso del mundo en un niño de apenas un año sin decirle nada a nadie." Sentenció.

-Se le hizo un poco tarde pues se había quedado leyendo en el puente, pues las nubes y niebla que lo rozaban era algo que le encantaba... Pero el tiempo se le había pasado muy rápido sin darse cuenta de la clase.


-Luego de emprender un largo camino casi que corriendo con sus libros, llego al lugar dispuesto para una de sus clases predilectas toco la puerta y sin esperar respuesta abrió la puerta, EL joven vio a Ron quien ya lo reconocería pues era del mismo año que el. Su sorpresa fu grande pues en ausencia del profesor se encontraba el sin esperar tiempo alguno

- ¿Puedo pasar? Se me ha pasado el tiempo me disculpo


-Observo un puesto junto a se dirigió al el proporciono un beso en la mejilla a Aria D'Angelo de saludo y continuo a sentarse mientras susurraba a su compañera. - Puedes explicarme el regreso de ron pues no quiero hacerle repetir lo que claramente ya debe haber mencionado.

Aparté un poco mis libros dejándole sitio a Edward

-El profesor que impartirá defensa no pudo venir hoy, así que le pidieron a Ron que nos diera la clase. Está explicándonos lo que pasó el año pasado... -susurré al Hufflepuff.

Lo cierto es que había estado desaparecida durante todo el año pasado, estaba segura de que lo poco que creía saber eran rumores, y el hecho de conocer por fin la verdad me producía un cosquilleo en el estómago.

-Las profecías son reales -volteé a mirar a Hermione- El problema lo creamos nosotros, dan unas pautas, y temiendo cumplirlas y llegar a ese final rebelado acabamos actuando tal y como debemos para que eso último suceda. -apoyé el codo en la mesa dejando descansar el rostro sobre la palma de mi mano.

No odiaba la adivinación, había acabado por aceptar que existía, el error estaba en darle el estatus a un mago no poseedor de aquel don.

El pelirrojo no parecía comprender muy bien las miradas continuas de Hermione, hasta que al final pareció haber algo de luz en su cerebro.

-Bueno, como dice Hermione, el caso no es sobre fuera o no real, sino que eso fue lo que inició todo. Se hace la profecía, la cual es escuchada por oídos que no debían, y termina causando el inevitable desenlace de los padres de Harry y su "marca".- Se llevó la mano a la cabeza, viendo que resultaba más complicado contar la historia de lo que pensaba. -Él se salva, Voldemort "muere" y la vida continúa. El tema es, que realmente no murió. Es decir, se suponía que el hechizo, al rebotar, debía haberlo matado. Pero no lo hizo.- Miró dubitativo a Hermione. ¿Qué tanto sería recomendable hablar sobre los Horocruxes? No creía que nadie allí intentaría crear uno, pero había ua razón por la cual nadie parecía saber sobre eso.

"No murio" "No murio" ¿Porque no?no me lo podia quitar de la cabeza y mirando la tapa del la libreta que tenia cerrada encima de la mesa, mas que preguntando fue pensando en alto que dije -¿Porque?¿Porque no murio?¿Que o quien y como se salvo? Y como consiguio volver
Levante la cabeza y mire a todos los demas alumnos, primero a un lado luego al otro y despues añadi-Es decir, todos hemos oido historias pero no sabemos que es cierto y que no lo es. En Durmstang seguro que las historias eran distintas que en Beaxbuton y desde luego seguro que eran distintas a lo que en realidad paso aqui.

Yo no estaba bien ahí, demasiado cerca de ella quien me había amedrantado tanto en el baño estaba y además lo que hablaban, por un lado no entendía, me era ajeno; pero por el otro mi pecho estaba acido y es que tampoco era como si no hubiese escuchado nada de ello, de cómo tal vez... de cómo lo que paso por eso que hablaban ahora; había hecho que ellos me tomaran.

No, no iba a llorar ahí; si, me apretaba un poco, miraba hacia abajo; trataba de respirar silenciosa solo para mí misma sin mirar a nadie; y es que si, tal vez era un poco de rabia pero más tristeza, tristeza y desamparo sobre todo; todo eso que se me venía cuando sentía que algo tan ajeno a mi me obligo a vivir allí, desapareciéndome de todo lo mío y haciéndome gritar por cada vez que me usaban o tiraban.

Era tan ajeno, pero tan cercano a la vez...

Pero no, no iba a llorar me repetía a mí misma, nadie se iba a enterar si quiera; la muñeca estorbaria si lo hacia y no tenían porque, no importaba, no importaba y no importaba para ellos.

“Todos hemos oídos los rumores”, pienso. De alguna manera nadie lo dice, pero todos hemos oído que el-que-no-debe-ser-nombrado venció a la muerte por alguna razón y no fue sólo milagro divino. Realmente no conozco ese tipo de magia, no me interesa tampoco, y, aunque hay maneras de alargar la vida, ni siquiera las conozco.

—De alguna manera venció a la muerte, sí... —digo—, pero realmente nadie sabe como consiguió esa hazaña. Aunque la verdad es que seguramente muchos matarían por enterarse. Y no precisamente sólo por curiosidad académica, supongo que por eso no se ha difundido...