Sala Comun (Libre)

Estaba cansada, pero no podía dormir, los espasmos aumentaban cuando se relajaba y acababa más cansada que cuando se había ido a dormir en primer lugar.

Habían pasado 3 meses, ella había creído que iba a poder sanar, que todo acabaría una vez que Voldemort hubiera muerto, sin embargo esto era muy diferente, sentía que aun no se acababa todo, la pulsación de la varita en su bolsillo se sentía arrastrar por sus venas hasta el corazón como una marea de brea, oscura, pesada, le ahogaba al punto en que deseaba simplemente huir del lugar.

Las sensaciones eran contradictorias realmente. Aquí, en Hogwarts, su vida había empezado, había disfrutado por primera vez de un mundo lleno de magia y había hecho amigos por primera vez fuera de sus padres. Había gozado de días de sol y de aprender cosas que jamás hubiera imaginado antes de los 11 años. Aquí conoció a su hermano del alma, Harry y se había embarcado en una aventura que realmente hubiera deseado no tener...

En estos pasillos su vida también había terminado.

No terminado como muerte y destrucción, pero las cosas habían cambiado. Tras la tortura en la mansión Malfoy se había sentido inadecuada, cuestionando todo lo que le hacía lo que era... ya los espasmos eran menores y pronto desaparecerían, pero la tosca cicatríz en su brazo con la palabra Mudblood (Sangre sucia) permanecería probablemente para siempre.

Los recuerdos se agolpaban violentamente, en particular cuando trataba de dormir o tenía tiempo para pensar. Sabía que no era la única, principalmente los más grandes sufrían de estas cosas, los que habían estado en el campo viendo morir a sus compañeros.

Se mordió el labio inferior tratando de no hacer mucho sonido. Parvati necesitaba dormir, ultimamente no dormía mucho desde que Lavender...

Giró al otro lado, tratando de apasiguar su mente pero todo lo que intentaba era casi imposible. Solo no había nada para ella, no había nada que pudiera hacer, lo mejor era...

Posó sus pies desnudos contra la cálida alfombra roja que adornaba la habitación, comenzando a caminar algo agitada. No quería despertar a nadie, quizá, comenzaba a pensar, sería bueno ser tratada por sus problemas... cada vez sonaba mejor. De hecho, consultaría con una medimaga de ser posible, a veces creía que el problema se le salía de control realmente.

Vio el fuego encendido a pesar de lo tarde que era y una sombra, poniéndose en alerta ante la posibilidad de que fuera una amenaza, el cuerpo agachándose levemente hasta notar un cabello rubio que distinguiría en cualquier lugar.

"¡Solar!" Exclamó casi sin aliento al registrar que no era una amenaza, sino que era solo una compañera de casa. "¿Tampoco puedes dormir?" Agregó un poco más bajo, acercándose tratando de no asustar también a la otra chica.

La sonrisa de la castaña era leve y algo forzada, caminando al mismo sillón para sentarse en el otro extremo abrazando sus piernas demasiado delgadas en comparación al cuerpo curvilíneo que solía poseer antes de que empezara el estrés de la guerra abierta hacía ya unos 2 años.

De forma ausente acarició la punta de sus pies con la yema de los dedos sin llegar a ver de frente a Solar. Se encontraba distraída en el mar de recuerdos que hacían que su concentración variara a estas horas entre el agotamiento y el terror.

Tenía la imagen del cuerpo del Basilisco, el Horcrux en forma de copa y la humedad de la cámara de los secretos que por primera vez conocía recordando los terrores que encerraba. También recordaba los ojos de Bellatrix y el dolor en su brazo acrecentaba como si aun estuviera parada sobre ella con el cuchillo oxidado sobre ella...

Y es que en realidad no sabía si estaba oxidado dicho cuchillo... no lo recordaba bien, estaba demasiado preocupada por el dolor que las imágenes de ese momento aterrador estaban tan distorsionadas como las voces. Era difícil de explicar, jamás había sentido tanto terror y dolor en su vida, realmente a pesar de la destrucción haber regresado a Hogwarts le ha permitido sentir que nuevamente estaba en un lugar seguro.

"Algo así... estos últimos meses han sido duros. Pero estoy... haciendo lo posible. He considerado ir a la consejera que puso el ministerio, pero no sé como mirarla a los ojos y decirle todo lo que vi en mi vida hasta ahora, al menos desde el momento que me enteré que era una bruja..." Suspiró y trató de sonreír divertida. "Mira de las cosas que me preocupo, sobre que me dirían mis padres... ¿Y a ti? ¿Que te imaginas que te dirían si te vieran sin dormir en la sala común?"

"Supongo que tienes razón, siempre me llevé mejor con la palabra escrita que con el hecho de hablar. No sé si recordas hace unos años cuando le dije a Ron que su capacidad emocional era igual que una cucharita de té..." Comentó riendo bajo ante la memoria de la cara de él cuando estaban en quinto año. ¿O era en sexto? Aquellos años eran buenos... dolorosos, recordaba haber peleado con Harry en un momento y con Ron en varias ocasiones, pero siempre regresaban a las andanzas, siempre había algo por lo que luchar, algo que defender...

Eran niños ignorantes cuando fueron a por ella tras que un troll entrara en el baño de niñas, fue realmente azar y mucha suerte que la encontraran con bien aun cuando no sabían bien el camino por el colegio, a veces a ella le gustaba pensar que era el destino que le había cruzado con esos dos, realmente no sabía donde hubiera estado si no fuera por ellos.

Lo cual le llevaba a recordar el beso que compartió con Ron en la Cámara de los Secretos de Slytherin y causaba que frunciera el ceño y los labios levemente. No habían vuelto a hablar sobre el tema, ella no se sentía preparada y Ron seguramente creía que se iban a morir en unos instantes... No creía que estuvieran destinados a estar juntos, besar a Ron era como besar a... no sabía describirlo, no era como un hermano, Harry encajaba mejor en esa descripción, pero tampoco era un amante, no se veía teniendo sus hijos o conviviendo con él en la misma habitación o en una casa solo ellos...

Siempre habían discutido, siempre habían sido demasiado diferentes y ella quería algo más, quería trabajar para que esto no volviera a ocurrir, para encontrar la igualdad entre los seres mágicos y los humanos, deseaba estudiar y buscarse una carrera antes de decidir tener una vida de pareja, hijos... Ron era simplemente demasiado impulsivo y le gustaba ir con la marea, demasiado diferente a ella.

"Queda solo un año, ¿sabes que clases tomarás para tus TIMOs? ¿Que harás después de Hogwarts?"

Me río por lo bajo al escuchar aquellas ultimas preguntas, ahí muy en el fondo de su ser estaba esa chica sabelotodo de cabello revuelto que se metía en problemas junto con Harry y Ron. Por lo menos dejaba ver que a pesar de que algo la perturbaba ahora, podía sanar ya que en su interior aun dormía esa joven niña.

-Realmente no lo se...  tengo varios en mente para tomar, así que espero poder hacerlos... es una lastima que Snape ya no este para tomar pociones con el. Me gusta esa asignatura... - Me quedo pensando unos momentos - ¿Fuera de Hogwarts? No lo se... estos últimos años estuve tan concentrada en otras cosas que no se me ocurrió pensarlo. Supongo que tal vez podría visitar a mis padres, y luego alguna colonia de hombres lobo. Me gustaría poder ser profesora aquí, pero así como paso con Lupin, no creo que pueda hacerlo... - Suspiro - ¿Y tu? ¿Que vas a hacer fuera de aquí?-

Se quedó pensando ante esa pregunta, los ojos abiertos de par en par pensativa. No tenía idea...

Ante la mención de Snape frunció los labios sin poder decidirse por una expresión en particular.

"Profesor Snape era un cabrón..." Declaró finalmente con una ligera sonrisa en los labios. ¿Para que negar lo que siempre había pensado de él? Tras enfrentar todo lo que enfrentaron, finalmente en un momento de paz y mirando hacia atrás, quizá le debiera a él el haber amoldado su carácter a las duras exigencias. A pesar de todo, ella siempre había encontrado fascinante al hombre, no como una idealización adolescente del profesor malvado que se alucina por una mera adolescente y cae en sus encantos, sino como una adolescente sedienta de conocimiento... y si alguien tenía conocimiento era el hombre de gran nariz aguileña, uno lo podía ver en sus ojos y en como se desenvolvía con las pociones.

Pero ahí iba la pregunta que congraciaba su problema actual.

"Probablemente haga el entrenamiento para Auror, nos habían ofrecido a Harry, Ron y a mi entrar en la academia sin presentar los TIMOs, pero yo preferí terminar el último año antes de entrar. Aunque a veces no estoy segura..." En realidad se contradecía lo que sabía con los hechos, sabía que ella era Excelente en Encantamientos y en Defensa, pero la forma fácil que destacaba Harry en esta última área hacía que no estuviera del todo segura de su conocimiento.

"Igual, me presentaré para Refuerzo de la Ley Mágica... no sé que puesto esperarán de mi, quizá simplemente quieran mis notas codificadas con colores." Bromeó con una ligera sonrisa ante la idea de estar tras un escritorio codificando con colores tablillas de horarios por el resto de su vida. "Se te da bien las pociones, debe haber otro maestro, quizá no tan bueno como el Profesor Snape, pero alguien debe haber... aparte que la Directora MacGonagall seguramente si tienes la capacitación te permite trabajar aquí, no parecía tener problemas con..."

No le salió el nombre del otro hombre lobo, recordando el cuerpo maltrecho de él tras la batalla final, dejando la frase perdida al aire.

Me sonrío tristemente cuando veo que no puede mencionar a Remus. Aquel hombre que no solamente había sido profesor nuestro, sino que había sido una guía para mi. Alguien que me había acompañado y me había enseñado a entender mi nueva naturaleza.

-Cuesta mencionarlo ¿verdad? - Parpadeo para apartar las lagrimas que amenazaban con llenar mis ojos.- Aun me cuesta creer lo que ocurrió.... Realmente lo extraño... me ayudo tanto fuera de la escuela que me cuesta asimilarlo aun...-

Me quedo pensativa ante la mención de dar clases, ni siquiera había pasado por mi cabeza el dar clases de pociones. Tampoco sabia si me animaría a algo así, no había punto de comparación con lo que yo sabia y lo que sabia el profesor Snape.

-No lo se realmente.... Se que McGonagall tal vez me lo permitiría, pero me da algo de miedo dar clases... El profesor Snape sabia muchísimo cosa que yo no. Si se me da bien la asignatura pero no me siento calificada para algo así... aparte, imagínate si los padres se enteran de que hay otro hombre lobo dándole clases a sus hijos... seguramente pondrían el grito en el cielo y no quiero traerle problemas a la profesora... Pero cambiando de tema, tu podrías aspirar a cualquier puesto en cualquier lado, estas mas que calificada para cualquier cosa que quisieras hacer...-

Le digo sonriéndome. Sin duda su capacidad para aprender todo era envidiable.

Sonrió avergonzada por las palabras amables, pasando una mano por el ondulado y desordenado cabello castaño. A lo largo de los últimos dos años había crecido, era cierto que por temas de practicidad se lo había cortado en un momento, pero simplemente no se encontraba en el espejo con el cabello solo hasta los hombros. Lo más corto que lo había tenido había sido en cuarto año cuando por fin logró controlarlo de la mata esponjada que solía tener en la cabeza.

Ahora no era perfecto, no era el cabello ideal de ninguna chica, pero al menos estaba relativamente controlado, no sabía a quien agradecerle, pero Ginny seguro que ayudó con sus hechizos.

"Eso dices, pero recuerda que soy una hija de Muggles... lo que sé es porque lo leí pero el mundo mágico aun hoy día es un lugar desconocido para mi, hay tantas tradiciones que no recuerdo, incluso los chicos aun hoy se burlan porque no siempre recuerdo que puedo hacer las cosas con magia." Se relajó un tanto soñadora, recordando las miradas ausentes de Luna Lovegood al mirar el fuego de la chimenea que chispeaba alegremente, incluso podría jurar que vio una Ashwinder sisear entre las llamas. "Quizá simplemente debamos viajar y conocer algo nuevo... quiero..." Se quedó pensando como expresarse hasta encontrar las palabras adecuadas. "Quiero buscar una forma de proteger a las criaturas mágicas. Quiero llegar a convertirme en animaga para poder así trabajar en contacto con criaturas mágicas y ayudar a que tengan un trato justo en el ministerio."

Lo último fue dicho con total seguridad a pesar del recuerdo del fiasco del P.E.D.D.O, movimiento para la protección de los Elfos Domésticos, el cual solo Dobby había apoyado. Era triste pensar en todos esos recuerdos... Seguía creyendo que los elfos estaban mejor libres, pero con la madurez necesaria estaba dispuesta a admitir que quizá debía canalizar ello desde otro punto de vista.

"Quizá... cuando regreses de tus viajes me puedas ayudar. Al sufrir licantropía quizá puedas ayudarme, explicarme... hay veces que no entiendo por mucho que intento, supongo que no tengo una capacidad emocional tanto más grande que Ronald, ¿no?" Agregó con una sonrisa en los labios.

Me sonrío ante su idea, definitivamente era una persona que quería que todos fueran tratados como iguales. Sin duda aquello era lo que se necesitaba en la comunidad mágica. Si todos hubiesen mantenido esas ideas nada de esto habría ocurrido.

-Es una buena idea... Realmente la comunidad magica debería ignorar todas esas estupideces acerca de la sangre pura, etc. No debería juzgarse a la persona por sus raíces. Todos merecen ser tratados de la misma manera.-

Me estiro apoyando los pies descalzos sobre la pequeña mesa. La superficie fría ayudaba a calmar un poco las emociones que se arremolinaban en mi interior. Acaricie de manera distraída la mordida que tenia en la cara interior del muslo izquierdo.

-Claro que podría ayudarte. Después de todo a pesar de que no somos todos los lobos iguales nos temen como si fuésemos la plaga. Ni que fuéramos amenazando a la gente todo el tiempo... - Me río, ya que yo hacia eso muchas veces - Aparte, a veces es como dice el dicho, perro que ladra no muerde...-

Me vuelvo a reír por lo bajo. Generalmente amenazaba a los Slytherin con que iba a morderlos y a convertirlos en licantropos si seguían molestando en exceso.

La castaña rió por lo bajo ante la imagen de Solar como un perro moviendo la cola y ladrando alto. Extrañaba mucho a Crockshanks, realmente al igual que los magos un montón de mascotas habían muerto, familiares que defendían a sus amos mágicos para darles la oportunidad de escapar de los mortífagos, muchas lechuzas lograron huir, pero incluso Hedwig se había sacrificado por Harry.

Y de repente la idea de un perro no sonaba tan mal, quizá un perro grande como el Mastin que solía tener Hagrid. Aunque no sabía si el colegio se lo permitiría... claro que desde lo que le pasó a Lavender... tenían demasiado espacio en el dormitorio.

Se pasó una mano por el cabello, recordando a la rubia con una sonrisa. No eran las mejores amigas pero salvo cuando fue el tema con Ron jamás habían tenido problemas, era una buena chica, algo escandalosa y completamente diferente a ella, pero Lavender había sido excelente amiga de las gemelas Patil.

"Si, aunque aun no sé por donde empezar, quizá debería comenzar a planear algo..." Comentó, en seguida los ojos de ella brillando, demostrando que nuevamente cuando tenía algo entre cejas ese algo se llevaría a cabo fuera como fuera. Quizá su sed de conocimiento le hiciera más Ravenclaw que Gryffindor, sin embargo su forma de afrontar los problemas decía otra cosa, ella pertenecía a la casa de los leones, buscaba solucionar las cosas como fuera y a veces yendo de frente y exponiéndose en un gesto galante como tras lo ocurrido en la mansión Malfoy... ¿a quien se le hubiera ocurrido sacarle cabello a Bellatrix y luego convertirse en su propia torturadora para meterse dentro de Gringotts en busca de los Horrorcruxes?

"Nos hubiera hecho falta alguien como tu cuando estábamos huyendo." Admitió admirando esa valentía de la otra chica que era más guerrera. "Yo soy puro cerebro, pero alguien con la energía de patear a Harry y Ron cuando estabamos perdidos en los bosques hubiera sido bueno... demasiada testosterona."

... Demasiada depresión, pero no era algo que la rubia querría escuchar.

"Debo comenzar a pensar con quienes hablar... ¿Crees que los Goblin me quieran escuchar?" Comentó con cierta gracia. "Hagrid es semi gigante... Fleur es semi veela... tu eres licántropo, el profesor Flitwick es semi goblin... hay tanto mestizaje y aun no lo comprendo del todo, pero sería bueno poder ver que se puede hacer."

Me quedo mirándola fijamente durante unos instantes cuando menciona su huida. Era extraño escucharla hablar de ese tema cuando en realidad no era algo que se hubiese mencionado demasiado luego de que ellos volvieron. Todos estábamos tan concentrados librando nuestra propia pelea dentro de Hogwarts que no nos dedicamos mucho tiempo a saber que era lo que había ocurrido.

-Harry y Ron tienen su propio empuje, seguramente no necesitaban a alguien que les estuviese ladrando atrás, ya que tu siempre los has tenido a raya... - Le digo divertida - Tal vez deberías comenzar con alguien. Por lo menos ya sabes que tienes a alguna de las razas que te va a apoyar. Las Veelas, Hagrid y yo. Seguramente si hablas con algún elfo también este de tu lado, y el profesor Flitwick imagino que también te escuchara. Tienes el don de la palabra así que si logras hacer una buena idea tendrás convocatoria. No hace falta que la primera vez expongas toda tu jugada, lo que necesitas es dejar que la idea germine en la mente magica. Simplemente tirar esa idea y que de a poco vaya creciendo y alimentándose dentro de la comunidad, así lograras que la acepten mas fácil...-

Si realmente tenia éxito con aquello iba a cambiar la vida de muchas de las semi criaturas que formaban parte de la comunidad magica y eran excluidas constantemente.

"Fue más complicado que eso... a veces incluso yo tenía ganas de rendirme, allí fuera era bueno mantenerse unido con quienes se pudiera, había sido tan difícil que realmente a veces creía que no tenía escapatoria y quería rendirme... quedarme lejos." Era algo de lo que se avergonzaba, jamás lo admitiría, solo a la joven consejera escolar había mencionado eso.

Se había sentido rendida por el Horrorcrux esa tarde cuando habían escapado de los Carroñeros al bosque de Dean, allí se encontraba segura, allí no le encontrarían y estarían seguros... había querido rendirse y dejar que los adultos pelearan la guerra, abandonar a sus compañeros, sus amigos, todo con la idea de ser libre al fin, de borrar las culpas, el miedo, el dolor... querría pensar que no lo haría si hubiera sabido el futuro, pero era mentira.

Ahora dolía más que en ese momento... y Voldemort estaba muerto.

Sonrió para si misma. Ahora que la guerra había terminado realmente parecía que nunca hubiera ocurrido de a momentos y se preparaba para batallar un enemigo diferente: La Burocracia.

"Haré el curso y entraré en ley mágica, es lo mejor para tratar de llegar a los cargos antes de comenzar una campaña abierta. ¿Has llegado a conocer el elfo doméstico Dobby?" Preguntó girándose a verla, recordando el rostro del joven elfo tan lleno de energía cada vez que Harry era mencionado, pero no sabía si la otra chica había podido verlo ya que él cuando servía en Hogwarts era realmente silencioso, era difícil notar su presencia si no sabía que estaría allí.

Me quedo observándola unos momentos, mientras oigo su sentimiento de querer rendirse. Lo que habían pasado había sido duro. Pero demostraron mas valor que cualquiera de los adultos. Con una leve sonrisa de aliento apoyo la mano en su rodilla.

-Entiendo a que te refieres. Esas situaciones extremas donde uno solamente quiere rendirse y comportarse como alguien de su edad... Y no debes sentirte mal por aquello. A veces tocan injusticias a las que uno debe enfrentarse y no siempre tiene la fuerza para seguir adelante y afrontarlo...-

Lo ultimo lo digo en un susurro. Muchas veces yo había querido darme por vencida cuando todos los meses la luna cambiaba mi cuerpo y mi mentalidad. No quería ser así y sin embargo una y otra vez tenia que enfrentarme a ello aun cuando no quería.

-Si lo conocí... aunque no tuve mucho trato con el. Luego oí de las historias que contaban de El... Seguramente el se pondría contento si logras hacer algo así...-

Le sonrío alentadora. Era una gran idea que iba a beneficiar a muchos si lograba concertarla.

La castaña sonrió, un poco tensa, pero agradeciendo el apoyo, dándole unas palmadas suaves en la mano de la rubia en gesto de que agradecía su apoyo, tratando de resistir el peso de los testarudos párpados, los ojos llorosos por el deseo de dormir pero debiendo luchar la pesadez, temiendo tener pesadillas en medio de la sala común sin el refugio de varios hechizos de silencio en su cama.

"Creo que se está haciendo demasiado tarde... quizá podamos hacer algo mañana, ahora que están los alumnos pero me faltan mis no tan brillantes compañeros." comentó con una débil sonrisa, pensando en donde estarían sus dos casi hermanos. Ronald probablemente comiendo algo rico hecho por Mrs. Weasley en la Madriguera, Harry aun no sabía si regresaría o no al colegio, aun quedaban un par de días antes de que se acabara el plazo.

"Quizá deba ir a la biblioteca." Agregó de repente poniéndose de pie, decidida a ir a buscar las respuestas a todas sus preguntas que de golpe eran tantas que no sabría por donde comenzar.

No puedo evitar reírme ante su comentario de ir a la biblioteca. Aquella mujer si pudiera viviría allí adentro. Me sonrío de solo pensar la fuerza que debía estar haciendo en esos momentos para aparentar tener una fortaleza que estaba segura le costaba conseguir.

-Claro, podemos hacer algo mañana... - La miro fijo, seria ahora - Puedes refugiarte en la biblioteca si quieres... Se que no hemos tenido demasiado contacto con todo esto... Pero no tienes que pretender algo conmigo... Reconozco los signos... No se que es lo que te afecta de manera puntual... Pero se lo que es huir al sueño por que tienes miedo, el estar tenso, el sentirse cobarde y querer abandonar...- Me vuelvo a sentar como india, acariciando nuevamente la marca de mordida en mi muslo, visible por el pantalón corto con el que dormía - Disfruta la biblioteca, pero sabes que aquí no tienes que fingir algo que no sientes... -

Finalizo tomando nuevamente el libro y abriéndolo. Ahora que finalmente lo había dicho esperaba que se sintiera menos tensa por lo menos cuando estuviese conmigo.

Se giró suavemente a Solar, los ojos abiertos quizá demasiado tomandole la afirmación por sorpresa. Eso era algo que no quería admitir... ni a ella misma. Sabía, era consciente que estaba huyendo, que tenía miedo a mirar atras y enfrentarse a lo ocurrido en el pasado. Pasado que en parte le aterraba y por el otro... agradecía haber sido ella la torturada, no sabría que hacer si hubieran sido sus amigos. La sola idea de que Harry o Ron hubieran estado en el amable cuidado de Bellatrix mientras Greyback pedía que le dejara los restos para jugar con ellos...

Lentamente asintió tratando de sonreir, aunque la mueca salió torcida, un intento fallido de confort pero un agradecimiento sincero.

"Lo tendré en cuenta, Gracias Solar..." Aceptó finalmente. Era bueno saber que podía contar con alguien aunque suponía que no sería fácil esto. No había sido fácil nunca y siempre sus compañeros fueron Harry y Ron... había hecho amigos, pero ninguno tan cercano y tras todo lo que había compartido con ‘sus chicos’, suponía que simplemente debería aprender a hacer nuevos amigos y ser sincera con ellos. "En serio, gracias." Sonrió un poco más amplio, caminando a la puerta de la sala común con el objetivo de retirarse finalmente de allí, tarde en la noche tratando de entrar a hurtadillas a la biblioteca... realmente los chicos habían sido una ‘mala influencia’ en ella... pero como Solar había dicho: Esta era su ruta de escape.

Me sonrío al verla "huir". Todos pasábamos por esa etapa al principio hasta que luego terminábamos aceptando la situación y mejorando. No se podía ir para atrás, siempre teníamos que avanzar. 

Me estire mientras leía las paginas de aquel libro para practicar mi magia no verbal, nuevamente en el silencio de nuestra solitaria sala común.