[Clase] Los designios del cielo (Alumnos)

No podía ocultar mi nerviosismo, pues era la primera vez que estaría frente a los alumnos de Hogwarts que, a su vez, están deseosos de abandonar las aulas y tener unas pocas semanas de vacaciones, aunque, para muchos, eso implique no hacer magia. Me pregunto como se quedará el castillo, o si alguien se quedará en él una vez que empiecen. Si hay poca gente, aprovecharé para dar una vuelta por Londres y buscar algunos libros que puedan servirme. Tengo muchos viejos de Astronomía, pero la mayoría se orientan mucho hacia lo mexicano y por una vez quiero un punto de vista.

La Torre de Astronomía está activa otra vez. Espero, con paciencia, a que lleguen los alumnos dispuestos a ver el cielo nocturno y descubrir cuáles son sus secretos. Todo está limpio y, aunque me han dicho que hace años ocurrió una tragedia en ese lugar, espero que los alumnos sepan separarlo de la clase. Es la primera vez que los veo, así que intentaré descubrir qué saben y qué no saben.

Me quedo esperando, en el centro del salón, revisando un viejo pergamino con un mapa celeste. Mirando al cielo, descubro que las estrellas son las mismas que se veían en México. Al menos, eso me recuerda que no estoy tan lejos de casa.

Miré el reloj de la sala común y me di cuenta de que se acercaba la hora de ir a clase de Astronomía. Suspirando, me levanté del sofá de terciopelo verde en el que estaba tumbada leyendo con una manta sobre mis piernas, me estiré un poco y tomé los libros y los instrumentos de Astronomía que había dejado en la mesilla que había al lado del sillón. Había bajado la túnica larga de mi habitación, ya que sabía que la noche sería fría y no tenía intención de morir de frío en la torre más alta de Hogwarts, donde seguramente la temperatura bajaría algunos grados a causa del viento.
Caminé por los oscuros y solitarios pasillos de Hogwarts, esperando encontrar a algún alumno que también se dirigiera hacia la torre.

Tras el largo recorrido y los interminables escalones de la torre, llegué a la cúspide y esperé a encontrar a más alumnos...o por lo menos uno o dos.
Pero no, yo era la primera alumna. Y solo la nueva profesora, a la que aun no conocía, se encontraba ahí. Contemplando el bonito cielo nocturno plagado de estrellas, esperando pacientemente a que la clase empezara y que los ojos de los alumnos se posaran en ellas y descifraran sus secretos.
Levanté la mirada al cielo y sentí como las estrellas se reflejaban en mis ojos verdes, esbocé una sonrisa y respiré profundamente el fresco aire nocturno de la noche, era precioso. Desvié la mirada del cielo y la posé en la profesora.

-Buenas noches, profesora...¿Nicté?-Dije con una sonrisa, con suerte mi acento al decir su apellido no había sido ridículo. Dejé los libros y los instrumentos apoyados en el muro de la torre y recosté mi espalda sobre ella, esperando a que los demás alumnos llegaran.

Yo entro en aquel lugar mirando el suelo, tratando de no pensar, de no sentir de nuevo como en las pesadillas; entro, llego sin sollozarle de nuevo a mi mama, lo hago y de pronto... de pronto un viento frio llega a mi cara, sacude un poco mi cabello, me lo mueve por mis mejillas y me veo en un lugar donde puedo mirar hacia afuera, por los costados y arriba se ve el cielo casi obscurecido del todo... y estrellas, todas las estrellas. Mis ojos se van a ellas, de pronto no entiendo y las estoy mirando en silencio, tan calmada de pronto; no entiendo que hago ahí pero siento que ese lugar me calma, no lo conocía antes, no lo recordaba pero me calma... Podía mirar afuera desde allá arriba, podía sentir como era el viento y podía mirar afuera como encerrada ahi nunca podía y eso, seguía calmándome...

El lugar esta silencioso, solo hay dos personas; una en el medio ¿Leyendo?... y otra apoyada en el muro. Yo me giro hacia la entrada, mi mama estaba detrás, debía entrar; me había dicho que no tuviera miedo, que entrara primero, que me seguiría y yo me quedo mirando hacia la entrada por ella, me quedo ahí haciéndome aun lado encogida si es que otra persona era quien aparecía primero... Y es que yo no sabía, no sabía porque tenía que venir a que me ensañaran tan tarde, tenía miedo, en la obscuridad no podría verlos a ellos si venían a llevarme y los pasillos, los pasillos estaban vacios; era extraño, no me miraban tanto, eso era mejor... pero daba miedo, podían ser como la pieza obscura donde me tuvieron pero por suerte estaba ella... por suerte había estado ella...

¿Qué es este lugar? ¿Qué es este lugar que me calma?Tal vez quería preguntarle de pronto mientras la esperaba, pues a mí; a mi creo que me había comenzado a calmar un poco… de todo; ahí, con unas puntas de mi pelo habiéndose pegado a mis labios por el viento..

Lo admito: estudio Astronomía porque me encanta estar tirada en la torre hasta las tantas de la madrugada mirando el cielo y no se me hacía nada difícil la materia. De hecho, simplemente me limitaba a aprenderme los nombres y las características de todo lo que estudiábamos, era fácil. Las formas en el cielo eran fáciles de leer. Si uno se concentraba podía encontrar la estrella polar de los navegantes y un poco más allá el cinturón de Orión. Subí a la torre con el pequeño telescopio de latón a cuestas y un pergamino para anotar algunas cosas. Al mirar alrededor, descubrí que llegaba temprano. Sólo había una chica rara de Durmstrang... (no había más palabras para describirla) y Astoria. Como Aria no estaba por allí fui y me coloqué al lado de la castaña.

—Buenas noches... —digo, en general, mirando a la profesora. Se nota que es extranjera. Ojalá no sea muy diferente de Sinistra, porque me acostumbre a su manera medio relajada de dar clase, tan tranquila—. ¿Profesora Nicté? —No, el español no es lo mío.

Clases nocturnas. Bueno, pues eso, clases a media noche, quién lo diría. Subí las escaleras hasta llegar al último piso de aquella torre, y tuve que quedarme con la boca abierta al mirar el cielo abierto.

¡Esto si que me gusta más! ¡Que alguien monte una fogata y estamos listos! Podremos estar a muchos metros del suelo, pero había vivido más noches bajo cielos estrellados que en una habitación. Al bajar mi mirada, vi a quién debía ser la profesora, una mujer de aspecto extravagante. La castaña que iba siempre con Louise, así que la rubia no debía estar lejos. También mi chica y, (claro, no podía faltar) Poulain.

¿Acaso Astoria se ha buscado la permanente cercanía de esa pelirroja para evitar que me ponga a su lado en clases? Es una lástima, se me ocurre un par de cosas interesantes que podíamos hacer mirando las estrellas...

Paseo la mirada por el salón, con tranquilidad, viendo a los alumnos llegar. Realmente son pocos así que espero que no haya ningún incidente extraño en todo el rato y les regalo una sonrisa que, espero, parezca amable, de entrada. Ya después veremos que tan bien o que tan mal les va con las tareas y la materia en general.

-Bueno, algunos ya los saben: soy la profesora Itzia Nicté, tengo una especialidad en Astronomía y supongo que tendrán que aguantarme el resto del año. Espero que sea una clase tranquila, la verdad... -empiezo a pasear entre los lugares que han escogido y desde donde se puede ver cielo abierto-. Esta es la primera clase y estoy más interesada en descubrir qué saben así que veremos cuántos puntos se pueden ganar para sus casas. Así que, ¿alguien puede decirme por qué la estrella polar es tan importante en el cielo?

La clase empieza, aunque somos menos de los que pensé... Que soy el único hombre, también. Bueno, hay mucho "Samor" para dar... Vale, es el peor chiste que se me ha ocurrido en todo el día.

Cuando hizo la pregunta, me alegró que por fin pudiera decir algo inteligente en una clase. Dudé al principio, sin embargo, antes de carraspear para llamar la atención.

-¿Que tal, profe? Samuel Broddick.- Dije para presentarme. -La estrella polar ha servido toda la vida como guía para los viajeros tanto en el agua, en tierra o el cielo, puesto que siempre está hacia el norte. Se le conoce también como "Estrella del Norte" por eso mismo.-

Como un lugubre aura anunciando la catastrofe llego. Lista para ver el caos que se puede formar aqui mientras no estoy mirando y tratando de ocultar mi vientre. Es la primer clase que tomare desde que comenzo a notarse que hay algo mas en mi. Odio esto. Soy una estupida. Lo he aceptado. Solo deseo que esto se termine. Que este año se termine.
Asi que entro. Con mi tunica naranja y rojo. Un botón de cerezo anunciando mi nuevo colegio: Mahoutokoro.
Es raro. Me siento tan excluida. Mas que antes. Es acaso posible esto? Nunca fui parte de ningun grupo de amigos aunque siento que extraño algo a mi lado. Como si alguien deberia estar alli.
Falda salmón camisa marinera con el cuello a juego y tunica naranja con rojo encima, el detalle del escudo en la corbatilla con un reborde rosa que recordaban a las flores del cerezo, el árbol nacional de Japón.

"Buenos días." Saludó por lo bajo, buscando donde ponerse. Edward no había vuelto al colegio así que ella estaba mejor así, quedandose sola en un rincón como siempre.

Mi mama no llega, entran otros y yo me siento en el suelo encogida bajo uno de los muros; se siente como si mi cuerpo estuviera temblando y estrujándose por dentro como siempre, pero al menos no peso tanto y de pronto este lugar hace que pueda querer mirar un poco; quedándome pegada con mis ojos hacia el cielo mientras respiro con mis brazos envolviendo las rodillas que habia llevado contra mi pecho, viendo esas estrellas que parecen puntos demasiado lejanos allá arriba, puntos demasiado lejanos de todo, demasiado ajenos a mí, a mi mama y a la obscuridad...

Las miro, quiero quedarme ahí, hacen que este sin la alucinación de cuando dolía o me entraban sin parar, puede ser como si no hubiera sido su muñeca; siento que alguna vez pensé en cómo eran, quiero tocarlas pero sé que no puedo, llevo temblorosa una mano al cielo como intentando atrapar una grande en mi palma y es que estaba encerrada, me tenían encerrada y las cosas así yo no las podía ver...

Cuando habla una voz al fondo yo solo miro a aquella mujer desde ahí como al el que sigue, dejando mis ojos en él desde allá atrás... Siento que si estuviese más cerca mi cuerpo estaría retorciéndose sin dejarme respirar o parar de llorar a menos que estuviese ella y es que no a llegado...

Ella sige sin llegar, tengo miedo pero no tanto como las otras veces en que ella no está, pero ¿Y es que fue un sueño? ¿Fue un sueño el momento en que ella venia con migo por las escaleras? No sé, si no fue un sueño porque es que no a entrado si estaba con migo, no se pero hace frío, aquí creo que puedo estar pero cuando vuelva... cuando vuelva por los escaleras obscuras...

Contestan rápido, así que bueno, supongo que tienen los conocimientos básicos. Dedicaré esta clase a eso y poco más porque quiero asegurarme que de verdad los tengan. Sería una terrible idea empezar con los temas y luego descubrir que penas si abrieron los libros en todo el tiempo libre que tuvieron.

-Correcto, Broddick, cinco puntos para su casa... -le digo. Me explicaron el sistema de puntos y a primera vista parece algo de sana competición, pero dudo realmente que lo sea-. Siguiente pregunta, ¿cuáles son las estrellas que conforman el triángulo de invierno?