I Know Where you Sleep § Autonarrado

Tercer día que no estaba en Hogwarts, las cosas estaban raras y aun no sabía como decirle a Harry o explicarle lo que le ocurría. Realmente no sabía como manejar todo lo que pasaba y lo único que entendía era que en esa habitación estaba moderadamente segura y libre de analizar pensamientos y cosas sin influencias ajenas. Era simplemente un día más...

Tres días sin salir y apenas comiendo porque aun se sentía injusto usar a los Elfos por mucho que dijera que eran bien tratados, para hacer lo que ella no quería hacer, salir de la habitación para conseguir alimento. No que tuviera un gran apetito realmente... para lo único que salía de la habitación era para ir a las bibliotecas y recolectar libros, grandes cantidades de libros, algunos incluso parecían tener una respuesta cercana a lo que buscaba, pero ninguno daba solución. Hasta ahora solo uno parecía dar con ella...

Y es por eso que nuevamente había trazado en tiza una runa enorme para un ritual que apostaba no funcionaría, había apagado toda luz y alejado toda posible tecnología muggle por un par de hectarias antes de comenzar el ritual, tomando el cuchillo, el filo de plata purificadora antes de comenzar a trazar nuevamente los dibujos sobre su piel, el color petroleo, la misma textura, drenando de sus venas para quitar las impurezas que le mantenían atada hasta que notó que algo no andaba bien...

Fue cuando vio su varita y comprendió que no importara lo que hiciera, mientras la siguiera usando seguiría pudriéndose por dentro, la maldición siendo alimentada por si misma en realidad y creando una paradoja para alguien que se seguía infectando.

El color del bol de madera donde la sangre drenada estaba se mezcló con rojo hasta dar un tono vino que le resultó simpático...

El graznido de una lechuza le despertó de su ensoñación al ver a Pig ni más ni menos chocar contra el vidrio de su ventana, debiendo pararse y salir de la runa para recibir a la lechucilla hiperactiva, extendiendo la mano para que entendiera que debía pararse allí y sintiendo las largas garras clavarse en la tierna y frágil piel que aun no dejaba de sangrar.

"¿Pig? ¿Acaso Ron...?" Se quedó mirándolo con curiosidad antes de retroceder a la cama y con dedos temblorosos comenzar a leer lo que le puso Ronald... por un momento creyó que le mandaría un Howler o que Mrs Weasley de repente creyó que no debía volver a aparecer por su casa nunca...

Pero lo que decía si que no se lo esperó... ¿Percy lo había citado?

"¡Ese bastardo!" Gritó furiosa, parándose para patear la pata de su cama furiosa, gritando en frustración ¡Si, se estaba desangrando pero estaba tan furiosa que no podía pensar claramente! ¡¿Como se atrevía a citar a sus amigos a su espalda?! Se suponía que iba a invitarlos a cenar, no a una charla personal sobre que hacía, por las Verrugas de Wilgurda! `

Solo... solo... ¡Argh!

Convirtió con un movimiento de la varita la sangre en puntura y con otro movimiento hizo que esta golpeara un sobre blanco antes de escibrir a toda velocidad a Ron y empacar nuevamente todo. Ahora si que no sabía donde iría, pero esto iba a arder... ni sabía si esperarlo a que llegara para... para... Golpearlo! O quizá solo irse si tan solo tuviera DONDE ir en primer lugar.

Bueno, por todas las decisiones impulsivas que le habían salido bien, alguna claramente tenía que salir MAL.