The way I am || Edward Poulain

Camine por los pasillos lento, llevandole de la mano hasta los pisos más altos, pasando por las escaleras rebeldes, las puertas que simulaban ser pared y las paredes que simulaban ser puertas. Tapices cuchicheando, cuadros curiosos y fantasmas que miraban mal a cualquiera o demasiado bien considerando lo afín que a veces me siento con la Dama Gris.

Las escaleras suben, ultimamente me canso mucho. Realmente debo ir a Madame Pomfrey para que me ayude a conseguir alguien que me ayude. Esto de no comer me incomoda y el hecho de que sea por nervios no ayuda en nada la verdad. Siento la mano de Edward en la mía, trato de no apretar demasiado, que no sienta que lo estoy obligando. Al menos hasta que llego allí, arriba del todo, donde me aferro a él como un ancla.
Amo este lugar, el paisaje de los terrenos del castillo es precioso. Odio este mismo lugar, en los peores dias cuando solo tenía 13 años había considerado que saltar de aquí hubiera mejorado todo. Por eso mismo es que respeto la torre, es un lugar hermoso donde encerré mis emociones los últimos siete años.

-Espero te guste.- Susurro temerosa de su reaccion.

- Mientras subía de su mano no podía pensar mucho y tratar de no ruborizarse tanto ya ocupaba casi todo su ser. Pero recordaba que no solía subir mucho solo a clases de adivinación y sucesos por el estilo, luego podía ver como varios fantasmas pasaban de un lado al otro parecía ser su lugar favorito.

- Pero todos esos pensamientos se fueron al verse interrumpidos por un hermoso paisaje que sostenía un cielo nublado que apenas asomaba la aura de la mañana que daba comienzo a un nuevo día después de aquellos sucesos que habían dado algo nuevo a la vida de juntos quizás... La emoción le gano por un momento - Lo lamento, me deje llevar por la emoción... Realmente es algo hermoso   dice mientras bajaba la mirada a los hermosos ojos grises de ella.

Sonreí levemente al notar que él estaba feliz aquí. Aunque mis ojos no brillan de emoción. Es un lugar importante para mi no solo en felicidad sino que en tristeza.
-La torre de astronomia solo se usa por la noche cuando hay clases. Por lo general de 7 a 9 de la noche así que durante el día vengo a tocar música. La profesora Sinistra me ha dado permiso e incluso me ha dejado poner los instrumentos aqui de vez en cuando. Es agradable y silencioso durante el día.
Alzo los ojos para encontrarme con los suyos, la sonrisa agrandando un poco antes de volver a mi semblante serio, el ligero ceño fruncido tratando de concentrarme. Este era el lugar del que Albus Dumbledore había caído decían, el mismo lugar del que yo misma tantas veces había considerado saltar por miedo a vivir.
Lami la comisura de mis labios, temerosa de que notara mi verdad. Siempre fui una cobarde. Siempre temí a las personas y a mi misma y vivir era aterrador pero inevitable.
-No sé lo que uno hace en estos casos.- Murmuro soltándome para jugar con mis dedos, con miedo a acercarme al borde de la torre, recordando los susurros amables que le apagaban los sentidos para abrazarme en el olvido.

- Sonreí bastante contento pues muy pocas veces la había visto sonreír y quizás muchas de esas habían sido mientras se encontraba conmigo - Valla, creo que has pasado mucho tiempo acá después de todo - Dice mientras miraba los alrededores recordando aquella escena de Albus Dumbledore sacándola rápidamente, pues quizás el jamas hubiera querido que dañara algo así por sus recuerdos. Dejando nada mas que una leve mirada en aquella esquina donde había sucedido, volviendo con una sonrisa hasta ella.

- Cuando dijo eso no pudo evitar hacerla sentar y se acostó en su regazo mirándola desde abajo - ¿Puedes contarme de ti? - dijo mientras el sol entraba por sus ojos dejando ver que eran como un verde algo azul y en su cabello se veía el brillo, pero no podía evitar sonreír por que lo mismo sucedía en el cabello de ella que no hace mucho lo había visto alumbrado por luciérnagas.

Me sorprendi al encontrarme sentada en el suelo, observando a Edward desde lo alto un momento antes de regresar mi mirada al horizonte. Mis ojos son entre celeste y gris, por lo general con la luz de frente desaparece el azul y parecen simples grises, como mi alma, como el único color que veo al mirar el bosque desde lo alto o el campo de quidditch.

-Sobre mi. No tengo mucho que decir de mi. Estudio idiomas. Practico chelo y violin. Tengo dos hermanos mayores y un mellizo. Soy amiga de la hija de Lady Shalott, tiene solo 12 años pero es inteligente. No estoy segura que hare en mi futuro, mi padre debate entre comprometerme o llevarme a la universidad, ambas opciones son posibles. - Y sufro un estilo de depresión genética desde que nací, pero eso no debería estar en los cv.

- Bueno parece un resumen, bastante corto - dice con un rostro algo perplejo pero con una sonrisa para no dejar el momento de lado, parecía sorprendente que el padre de ella tomara esas decisiones... Pero así como el suyo quería que uno de nosotros entrara al ministerio de magia no se le aria raro aquello .

- ¿Ya me has escuchado tocar, cuando me dejaras verte? dice mientras se acomoda en su regazo y le consiente suavemente una de sus mejillas, y luego se dibuja una sonrisa en su rostro y este empieza a cambiar de colores su mirada estaba posada en su boca mientras hablaba... Recordaba aquel beso que le había dado - ¿Te puedo pedir algo sin que lo tomes a mal?.

-Yo no. Yo nunca.- Toque para nadie. Mis ojos se van de costado, observando la caja negra que contiene el chelo en un rincón tras los instrumentos de la profesora Sinistra. Quiero hacer las cosas bien, pero nunca toque para nadie más que para mi padre.
-Algun dia si quieres. Solo. No te rías, me cuesta bastante tocar para otras personas.

Dudé un momento, mis dedos queriendo rozar su piel, dudando un momento antes de tomar valor para rozar su piel, solo su frente, descendiendo para dibujar el contorno de su mejilla antes de saltar dandome cuenta lo que hacía y que me estaba hablando.
- Si. claro, dime que quieres.

- ¿por que habría de reírme? tu ya me has visto muy mal y no te has reído - dice mientras dibuja una sonrisa en su rostro sin querer recordar aquellos momentos, Me da pena preguntarte .


- Realmente no podía evitar dejar de ver sus labios mientras me hablaba , me encontraba casi sordo con sus palabras... Solo, solo quería poder besarle una ves mas. Sera muy descortés pedírselo que tal solo me deje caer - ¿realmente no entiendo? como me puede gustar tanto, como me llena de emociones y a su gusto puede quitármelas sin darse cuenta... ¿que sentirá ella de mi?... Quizás solo uno, uno mas con eso puedo mantenerme en pie...o - ¿Podrías besarme? - dice mientras la mira a los ojos.

El corazón si lo tenía se detuvo en seco ante el pedido, observandole por una vez a los ojos. No miro nunca a nadie a los ojos, tengo miedo de que vean mi soledad y mi terror, pero por una vez deseo verle, saber que está seguro de lo que me pide, sintiendo el calor en mi vientre nacer ante la idea de volver a besarlo.

Me relamo, sé que realmente es eso lo que quiere así que me tomo un momento, el corazón en mis manos, prácticamente regalándose en una bandeja de plata al inclinarme, los dedos frios en su mejilla antes de separar mis labios y darle un suave y dulce beso en los labios, tratando de que mi corazón no se desboque.

- Para dejar que se acomode pues no cree que alcance abajar con el acostado en su regazo se acuesta en el suelo... Estaba frio no lo suficiente ya que el sol de la mañana empezaba a calentar el lugar que era recubierto con muchos lugares metálicos ya que lo usaban para cosas por el estilo.

- Cuando vio como se acercaba hacia el y sus manos cálidas se posaban sobre sus mejillas su corazón se pudo detener y el no se hubiera dado cuenta, cuando toco sus cálidos labios no sabia que hacer con sus manos , una la poso en su espalda para que jamas se alejase de el... La otra la iba a posar en su cintura pero lo que paso luego lo sobre salto.

- Su mano había tocado la piel de ella se había metido entre su saco y la camisa... el calor que despedía era demasiado para el sintiendo su piel, jamas había imaginado una sensación que se le pareciera, la dejo ahí mientras la besaba no quería quitarla por miedo a lo que ella pensara de el... Realmente no sabia ni como sentirse a pesar de que aquel beso le devolvía todo y lo llenaba de nuevo .

Tomé aire de golpe contra sus labios, realmente me debí haber quedado nockeada en algun momento porque los dedos de él estaban sobre la piel en mi cadera, el calor en mis labios.
Me quedé helada un momento, no quería que notara que mis huesos sobresalían un poco más notorias que las de otras chicas. No mucho, no era una anorexia por elección, era nerviosa, cuando me pongo nerviosa suelo tener problemas para pasar bocado.
Si llegaba el caso, ¿su cuerpo le resultaría repugnante?

Suavemente me acerco un poco más, soy tímida, pero esto. Yo quiero esto, el beso se siente agradable, correcto. Así que luego del corto beso vuelvo por más, cerrando los ojos para entregarme a la sensación de calor, las manos en mi cuerpo son inocentes pero dan calor desconocido y los labios... realmente no se que hacer con mis manos, una mesostiene, la otra está en su pecho, rozando su cuello en mimo.

- El calor se apodera de mi, no puedo evitarlo si creía que mi voluntad era fuerte había quedado partida en mil pedazos... La curiosidad se apodera de mi dejando mi mano juguetear por su espalda puedo sentir como ella deja salir mucho calor de ella,yo solo la consiento dejando entrar mi otra mano pero solo se posa en su hombro bajo aquellas prendas del uniforme dándole seguridad para que este tranquila.

- Los besos que me deja son tan cálidos, casi puedo recordar aquellas mañanas por las que solía correr junto a mi hermana y a a Aria donde el sol se asomaba dejando que mama nos sirviera un chocolate caliente... Me siento dejando que ella quede sentada sobre mis piernas y ella entrelazada sobre, con aquella mano en su hombro dejo que se acerque a mi pecho - ¿como puedes despertar todo esto en mi? - dejo que mi mano que sube y baja por su espalda suelte aquel broche que sostiene su pecho, pero sin hacer nada sigue bajando y consintiendola... Casi como aquella niña de 8 años que cuida de su peluche en la noches oscuras.

- mi rostro se torna en las mejillas cálidas y rojas.

Me separé lentamente, un ligero estremecimiento bajo mi piel, un sonido de sorpresa al sentir que algo se liberaba a mi espalda, sonrojandome a más no poder, dejando de besarlo solo para esconderme en su pecho. Me sentía avergonzada. Siempre fui insegura con mi cuerpo y él había soltado mi sosten.
No deseaba hacer que se sintiera mal por mi, escondida contra él. El calor en mi espalda es mucho y realmente estoy desconcertada. Desearia entender que pasa y el calor en mi vientre que aumenta. Quizá es esto lo que se siente cuando uno desea. Es raro. Estoy sentada sobre él, hecha una bolita contra su cuerpo pero mi espalda expuesta a sus manos.
-No. Yo. Es la torre. - Espero que no lo tome como una negativa, pero. estamos en la torre de astronomia. cualquiera puede entrar y vernos.

- Cuando se aleja de el no puede evitar sonrojarse inmediatamente, saca la manos de su espala - Lo lamento no sabia que te estaba molestando...Yo, solo...No, yo - luego echa una mirada a la entrada desde donde desemboca las escaleras y saca su varita y susurra - Cave Inimicum - y luego susurra - Alohomora dejando que el cerrojo de la puerta donde ellos se encontraban se cerrara desde el lugar de ellos.

- Quieres besarme y sentir todo lo que yo siento cuando te beso, hace unos segundos no sabia siquiera si podía recordar mi nombre - siquiera recordaba todo aquello que me atormenta su rostro se queda mirándola fijamente mientras ve como por su culpa su sosten se encuentra suelto - No importa si piensas mal de mi... Yo ..solo. me.. gustas . dice mientras su mirada se baja.

Mi corazón esta en mis manos sin entender como pasó esto, sentándome derecha sobre él aun, llevando mis manos a mi pecho como un rezo para sostener el sosten en su lugar a pesar de saberlo suelto.
-También me gustas. Solo. La torre de astronomía no creo que sea el lugar. Y. Tenemos clases ahora en un rato.- Estoy nerviosa, es la primera vez que me encuentro en una de estas situaciones. No es que no me agrade, pero no estoy segura de que se supone que haga. Siempre creí que mi vida se acabaría pronto y sin sentido alguno, tan rápido como llego se iría entre mis manos.
-Solo. Es la primera vez.- Bajé la mirada. Es la primera vez que alguien me besa, que beso a alguien. Son muchas cosas juntas, no sé si puedo manejarlas y a su vez las quiero todas, quiero experimentarlas todas de golpe, ahora, en este momento. Y ¿si mi padre decide que lo mejor es comprometerme? ¿estoy siendo justa o egoísta como siempre?
Hasta ahora jamás consideré eso de tener una vida propia, jamás tuve con quien compartir mi vida, pero evidentemente puedo. No sé si sea con él, no sé si será eterno, pero es posible. No?

- tome juntas manos de ella poniéndome en frente, mi rostro se encontraba completamente corroído por la timidez, los ojos me brillaban por la ilusión del momento... De esto era de lo que en ocasiones se reían Isa y Aria, no podía creer todo lo que pasaba por mi mente con tan solo tocar sus manos, me sonroje y rápidamente baje la mirada al ver que en su pecho se veían mis actos aquel sostén suelto - Vale, pero no es este el lugar en el que te desahogas y sueles frecuentar? no te gustaría que fuera digno también de un recuerdo hermoso .

- No podía pensar en otra cosa aquellos ojos grises se podía decir que miraban el interior de mi alma, jamas me había abierto así a una persona. la tome entre mis brazos y la abrase tan fuerte pero sin hacerle ningún daño, sentía el calor que desprendía ella y se podía ver en sus ojos el amor que sentía, levante la mirada casi quedando a uno centímetros de sus labios... Podía sentir su respiración y aliento.

- No dije nada, solo aguarde a ver cual era su respuesta pues se podía ver cual era la mía al estar abrazándola y entregándole todo mi amor - ¿Sera ella a quien cuide hasta el ultimo de mis días?

Mori y fui al cielo, es la única respuesta. Él se está comportando como un ángel, alejando mis penas lentamente con cada palabra y eso es algo que me aterra, solo conozco el gris, mis sentidos no están preparados para tanto color. No estoy lista para esto, no tengo alma para decirlo porque aunque no me siento preparada esto es lo que quiero, su calor envolviendome con amabilidad, ese amor natural que me ofrece que creo poder responder. Pero aun tengo verguenza de que me vea así, que me vea expuesta. Necesito mi coraza que me aleja de todos.

-Yo. me gustas. y. y quiero esto.- Murmuro, mi cuerpo pegandose a él, amoldandose mis curvas o las curvas que deberia tener a su cuerpo, temerosa de mis propias decisiones. Pero él desea y lo que él desea es mi ley por alguna razón. Será que yo deseo lo que él o que él desea lo que yo, el calor y la claridad.
Apoyo mi frente en la suya antes de temblorosa pasar las manos por las mangas, liberando los breteles del sosten para que caiga debajo de mi ropa. Tengo miedo, estoy aterrada, estoy confiando en un casi desconocido esperando que no me haga daño, sintiendo emociones que jamás creí sentir. La idea de que alguien más nos vea es igual de aterradora aunque se que uso los hechizos para que no fuera asi.

Mi mente gritaba que este no era el lugar, pero todo en mi quería complacer los deseos de él.

- Su figura era perfecta a mis ojos, lo que sentía por ella y lo que había ocultado por tanto tiempo era demasiado grande... Tanto así que sentía como si la conociera de hace años y ver como se libera de aquellas ataduras que contenían el deseo de estar juntos. Tome eso como que la decisión de ella había sido entregarse a mi como yo lo hacia a ella, mientras mis labios estaban cerca a los suyos la bese con tanto amor que no podía saber si todo eso podía venir de mi... Mientras mi mente en blanco manejaba mis cálidas manos como 2 amantes que entregaban todo son dejar palabra alguna, poco a poco entraron por entre su saco mientras lo iban retirando de su cuerpo, dejándola con aquella camisa blanca que podía revelar su piel con tal suavidad que el sol acariciaba su cabello y debido a que su sostén se encontraba caído a un lado de nosotros junto con su saco; La estabilidad me abandono su busto podía resaltar de entre su camisa y el calor de su cuerpo hacia que este se despertara de un gran relieve de diferencia entre su piel y la camisa.

- Mis manos comenzaron a consentir su espalda desnuda que era acariciada por la suavidad de su camisa, yo la miraba a los ojos con un brillo que podía revelar hasta la ultima sonrisa que se había asomado - Tu también me gustas.. Y yo cuidare de ti.

El amor de cada beso me llenaba, me desbordaba, debí aferrarme a él para no sucumbir, arrodillada, sentada sobre mis talones mientras era desprendida de una de mis capas de protección. Sé que no soy linda o no me siento linda. No tengo de esos cuerpos esculturales, ni senos grandes aunque si unas caderas marcadas. solo tengo el cabello largo y unos ojos llamativos. Jamás tuve imperfecciones en la piel, pero una piel demasiado perfecta tampoco se siente natural.
Trago pensado, entregandome a los besos, mis labios separandose para pedir más atención pero sin saber que hacer con mis manos. Parece que constantemente las manos son un problema. No se si estoy preparada para esto, no creo estarlo, pero él me quiere así y estar juntos es bueno, verdad?

Nuevamente mis dedos encuentran el camino a su cuello, reteniendole para mi con dulzura, temblando completamente, demasiadas sensaciones me recorren como para ser razonable, eso hasta que siento el fresco bajo mi camisa, dandome cuenta que al ser blanca debe transparentar al no tener mi modesto sosten blanco para cubrirme, mis pechos habiendo estado practicamente a la vista hasta este momento en que mis manos nos separaron un poco paratratar de cubrirme avergonzada.

-Yo.- Nuevamente, quedo como una tonta sin palabras en una situacion que nunca vivi.

- Al alejarse de mi apenada sabia que estaba siendo envidioso, mi inquietud quería verla a ella a quien tanto había esperado y en muchas ocasiones lo único que pude hacer fue observarla de lejos mientras ella se escondía del mundo que la rodeaba sin tenerme a mi para protegerla... Cada beso era diferente al anterior cada ves sentía que ella me entregaba su amor en pequeñas partes cada una más cargada que la anterior.

- Baje sus manos que la cubrían de aquella vergonzosa situación mientras no baje la mirada para observar lo que su camisa dejaba ver si no que mis ojos de posaron en los suyos... Retire mi camisa y suéter lentamente para que no creyera que iba hacer algo brusco, nunca había sido un acto de esas películas que saca el mundo muggle... Pedo debido a la guerra, había pasado su tiempo ejercitándose y su rostro había sido simpático que en ocasiones era mas un karma ya que nunca ha podido quitarse de encima aquella dimites... Dejando así mi torso desnudo mientras poco a poco iba desabotonando cada uno de los botones de su camisa, mi rostro no podía evitar estar ruborizado pero cuando su pecho y el mio quedaron desnudos no pude evitarlo.

- la abrace dejando que su piel desnuda se rozara con la mía sintiendo así la desnudez de juntos - No te preocupes - el calor de nuestros cuerpos podía ser sentido por el otro.

No es una sensacion incomoda, una parte me dice que es incorrecto y la otra que esta bien así, que no me tengo que preocupar.
-No me prometas. Las promesas me hacen daño.- Susurro a pesar de dejarme desvestir, mi cuerpo acurrucandose contra él, el calor recorriendo bajo mi piel encendiendome en llamas. Esto no estaba pasando si hago esto, probablemente mi padre quiera casarme si sabe que ya no soy pura. No debo. Si quiero.
Apoyo mi cabeza en su hombro, aferrandome a Edward aterrada por todas las sensaciones. Mi cuerpo no va a resistir esto, estoy helada y es la primera vez para todo. No quiero que esto se base en encontrarnos en lugares oscuros por uno o dos besos y no sé lo que él quiere. Pero si me dijera que esto es lo único que quiere aunque me matara se lo daría.

Mis pechos se sienten raros contra su cuerpo es una sensación nueva.
-Edward. Tengo miedo.- Susurro tratando de que comprenda. No es por él. Es la primera vez que siento algo placentero. Esto va muy rapido y no se como decirlo. -Es. la primera vez que beso a alguien. jadeo acurrucandome un poco más contra él. esto es demasiado importante para mi, no quiero que sea de golpe en la torre de astronomia.

- Al escuchar esas palabras rompieron mi mente en blanco, esta ves no esperaba esa respuesta realmente me sentía mal yo quería mostrarle todo un mundo a mi lado... Pero ella termino mostrándome algo que no conocía, era como un pequeño dejándome guiar por lo que quería ser cuando grande y fue un golpe duro. cuando mis ojos bajaron su mirada y la vi aferrada a mi torso desnudo y ella con su ropa aun lado. No podía mentir el sol que caía sobre su cabello y dejaba ver su espalda desnuda tenia una piel hermosa.

- La abrazo poniendo su cabeza en sus hombros, - Perdonarme, en mi solo esta cuidarte y hacerte sonreír - dice mientras baja sus brazos y voltea sus rostro hacia donde se encuentran los instrumentos para que si así lo desea se pueda vestir - ¿Quieres ser mi novia?.

Mi corazón nuevamente se detuvo. En el fondo de mi mente me he hecho la idea de que en el futuro con este hombre deberé vivir con un equipo para paros cardiacos a la mano porque cada vez que me hablaba yo estaba con el corazón en la boca o entre las manos temiendo dejar de respirar a cada palabra que robaba mi aliento.
Este pensamiento fue el que desprendio el miedo de mi mente, riendo bajo en un chiste interno al pensar eso. Si, podia hacer esto. Era agradable. No ahora, aun no estaba preparada y si llegaban a esa etapa queria que fuera algo especial para ambos, quizá cuando haya ganado algo de peso y él me pudiera ver bien.
-Si. Si quiero ser tu novia.- Murmuro contra él. A pesar de que se aparta la vista y sé que es un momento incómodo para Edward también quiero que entienda, no quiero que se sienta mal, quiero que me escuche en algún momento, así que solo puedo confiar en que no trate de llevarlo más lejos, al menos no ahora, pronto. muy pronto. pero en este momento solo quiero abrazarle, sentir mi piel desnuda contra él es reconfortante y el calor que irradia me envuelve.
Un paso a la vez, un voto de confianza, apartandome lentamente para dejar que me vea, bajando la cabeza para que mi cabello me tape un poco. Los senos no son amplios y las costillas se marcan por falta de peso. Es ironico pero me hace sonreir eso, no estan tan marcadas como la semana anterior, las caderas igual, estoy ganando peso, solo espero no sufrir otra recaida pronto.
Puedo confiar en él. Debo hacerlo.

- El momento era inquietante, el sol estaba subiendo y empezando su recorrido hasta ahora el metal de la sala de astronomía se empieza a calentar... Yo me encuentro mirando hacia aquellos instrumentos que se encuentra bien acomodados y cada uno en su debido protector, mi torso desnudo se encuentra junto al de ella sintiendo su cálido abrazo aquella piel desnuda que abraza todo mi ser.

- Todo se detiene al escuchar esas palabras, es algo nuevo no podía creer que lo que veía lejos se encontrara ahí mismo, el viento que entraba en aquella torre parecía que consintiera mi rostro con la mas ligera briza que apenas movía hacia un lado mi cabello, el corazón se me acelera trato de abrazarla, pero ella se esta alejando lentamente, abro los ojos y al mirar hacia ella la veo desnuda frente a mi - Tu, ella... Tu eres mi novia? - No se como reaccionar es simplemente hermosa a pesar de que no hace mucho se encontraba mejor ¿pero por eso estas junto a mi no?, yo cuidare de ti me cerco contemplando todo su esplendor mi mano se posa en su abdomen subiendo hasta su cuello y mi otra mano se posa en su espalda desnuda.

- Busco sus labios mientras levanta su mirada entregándole un beso puro de amor que viene desde mi alma y en un momento del cual mi cuerpo no deja de desprender calor me acerco a su oído y susurro - Somos 2 almas que se encontraban perdidas, quizás ahora nos juntemos para ser un 1 solo ser que vive sin miedos - suspira - ¿Tu también cuidaras de mi?

Relami mis labios nerviosa, mis dedos suaves pasaron de las mejillas de Edward hasta su cabello, abrazandolo contra mi cuerpo, guiandole para que enterrara su rostro en mi hombro, en mi cuello, buscando el mayor contacto posible mientras trato de que este no sea demasiado brusco. Sé, ahora sé que puede despertar en mi algo que nadie más puede. Eso me aterra.
-Quiero que.- Tragué pesadamente, no puedo explicarselo así, no ahora o quizá si. Si soy sincera me entienda. -Quiero que tu y yo.- Volví a tragar, mi corazon desbocado. No puedo ponerlo en palabras, es demasiado difícil ya saberme desnuda ante él practicamente. -quiero que lo hagamos. pero no aquí. solo. puedes esperar un poco? Yo. No quiero que sea así. No en el piso de una torre. Solo. yo jamás.

Jamás había besado a un chico, mucho menos he tenido mayor contacto que este y el poco contacto físico que tuve fue con mi hermano pero es que somos mellizos, bañarnos juntos hasta la preadolescencia era cosa de todos los días. Las palabras son aun más entrecortadas que de costumbre. Acababa de confesarle que quiero que sea el primero y esto es más que incómodo. El resto será impredecible.