{Las dos caras de la misma moneda} (Hermione/Libre)

¿Donde demonios había dejado los libros?
Recorrí con la mirada todo el lugar, buscando mis libros que había usado para mi trabajo de historia, libros que hace menos de diez minutos estaban encima de una mesa, junto a mi cuaderno, mis útiles y mi bolso.
De alguna manera, no me sorprendía. Era la época de entregar trabajos y todos los alumnos estaban dispuestos a "hacer desaparecer" libros de otros compañeros para poder terminar los trabajos. Un par de libros de historia sobre una mesa era una presa fácil.

Enfadada, comencé a caminar por la biblioteca buscando a la persona que me había quitado los libros. Al poco tiempo, desistí.
Harta, cansada y enfadada, me dirigí hacia el ala de historia de la biblioteca.
Entre las estanterías, cientos de libros y polvo, intenté buscar algún volumen que pudiera servirme para hacer el trabajo.
-Estoy harta, totalmente harta-Dije después de que un libro, de aspecto pesado, cayera cerca de mi pie, aunque por casualidad era el que estaba buscando.
Lo tomé en mis brazos y salí del pequeño pasillo, pero justo antes de doblar la esquina...choqué con alguien.
Y ese alguien era...una persona con la que tenía dudas de si sería bueno cruzar palabra. Hermione Granger.
Ninguna de las dos se había caído al suelo, por suerte, simplemente me quedé observándola durante unos instantes, sin saber que decir, que hacer o como actuar.
Nunca habíamos hablado directamente, la verdad es que siempre la había mirado con asco...si, por ser una sangre sucia. A pesar de que yo solía estar en el grupo de Pansy, Daphne, y Micillent, eran dos años mas mayores que yo y cada vez que se metían con alguno del grupo de Gryffindor, yo no solía participar mucho...a veces.
Después de todo lo ocurrido, no sabía bien como debía hablar con todas esas personas...y sobretodo con Hermione.

-Eh...Hola-Dije simplemente.

¿Que podía ofrecer? ¿Que podía decir? Seguía allí, encerrada, tratando de olvidar todo lo que le rodeaba mientras luchaba contra memorias de torturas físicas y placeres que realmente desearía no haber experimentado nunca, porque ahora todo se había vuelto un remolino de sensaciones, sin sentir que realmente estuviera allí pero realmente tampoco pudiendo hacer más por mejorar su estado.

Jamás podría mejorar si no encontraba estas respuestas, esto era todo lo que debía pensar, no el cuerpo ardiente de Draco Malfoy contra el suyo o su expresión al decirle que la necesitaba. No debía pensar en el platino y todo lo que hizo en el pasado solo para caer en cuenta de que estaban ambos traicionando sus supuestos ideales solo para que sus cuerpos negaran su mente... en un rincón mugroso del castillo había estado a punto de...

Gruñó por lo bajo, cerrando el libro de golpe. No servía, no servía de nada, no había respuestas allí tampoco, no había nada sobre reliquias familiares malditas o que causaran heridas que no se podían terminar de sanar. Nada, la inmensa biblioteca de libros prohibidos y no había nada, quizá en la parte de historia hubiera un libro sobre reliquias de las familias antiguas, Bellatrix era una Black, así que las posibilidades eran altas de que se tratara de una antigüedad de ellos.

Fue cuando chocó con alguien... ¿quien era? Reconocía su rostro de alguna clase que se había impartido últimamente... era algo más chica, Slytherin... ah, si, una de las amigas de Pansy Parkinson y Daphne Greengrass.

"Hola..." Fue toda la respuesta, los ojos sin vida de la castaña posándose solo un momento antes de regresar a su camino, tratando de olvidar la cantidad de veces que había visto esos ojos burlándose de ella, llamando esa palabra que se grababa en sangre en su brazo izquierdo.

Observaba desde su lugar como Astoria de Slytherin bagaba por los pasillos de un lado hacia el otro, en un momento de furor la joven dijo caer un libro el cual resonó en toda la estancia pues el eco de la biblioteca era bastante grande... A lo lejos se pude escuchar un ''shhhhhhh'', el cual no era por que prestarle mucha atención... Mientras observaba a ja joven bastante inquieta y el con el disimulo de andar leyendo un libro.


-Sucedió algo bastante gracioso en uno de los arrebatos de la joven esta volteando por el pasillos tropezó con Hermione J. Granger fue algo cómico dejando escapar una risita leve de Edward, quien fue cerrada al bajar su mirada drasticamente hacia el libro que poseía en la mesa, para que no se observara nada fuera de lo común... Pero era extraño que Hermione J. Granger y alguien de Slytherin conversaran pues eran ellos quienes a comienzo de año no dejaban de llamarla ''sangre sucia''.

- El joven aguardo el momento para ver que sucedía.

La situación era realmente incomoda.
Ninguna de las dos sabía que hacer, que decir, a donde mirar...
Madame Prince había chistado, como de costumbre, rompiendo el silencio sepulcral que había en la biblioteca.
Por la corta e huidiza mirada que había recibido de Hermione, sabía que ella recordaba quien era. Una ola de culpabilidad la recorrió de arriba abajo, una mirada era una frase silenciosa.
Sabía que tenía que decir, dos palabras, solo dos palabras. Dos malditas palabras que se negaban a salir de sus labios.

-Granger yo...-Venga-Lo siento-Dije como si fuera una carga-Yo...nunca debí decir eso de ti.-Dije-La verdad es que me siento estúpida diciéndote esto ahora, he tenido años para parar de...ser una idiota...y ahora que todo ha pasado, lo digo.

Me sentía totalmente idiota, no sabía por que había pedido perdón. Quizás porque esa chica se había besado con mi prometido y me sentía obligada a ello...y también porque de verdad lo sentía...había sido una idiota.

Un chico nos observaba desde una mesa y clavé mi mirada verde azulada en él, preguntándome que le pasaría por la cabeza.

Algo había pasado en el momento que había decidido seguir su camino al momento en que escuchó esas palabras, haciendo que se girara con sorpresa. Los ojos atormentados de color castaño se habían abierto de par en par en una mezcla de incredulidad y resguardo como si fuera un ciervo bajo las luces altas a punto de ser atropellado.

No eran las mismas palabras pero era el mismo sentimiento lo cual le hacía sentir confusa. ¿Realmente le estaba pidiendo perdón? ¿Astoria Greengrass? Tragó, girando el cuerpo con lentitud tal que casi podía sentir cada músculo necesario para girarse cumplir su función. ¿Que estaba pasando con los Slytherin? Entendía que muchos trataban de acomodarse a esta nueva vida sin Voldemort sobre sus cabezas pero no sabía si había algo que pudiera ofrecer en primer logar... ¿porque ella? ¿Por que no a otra persona? Hanna Abbot también era hija de Muggles, Dean Thomas , Michael Corner...

"¿Por que? Quiero decir... agradezco, pero, ¿por que ahora? Han pasado meses y de repente me piden perdón... no necesito que me pidan perdón, solo..." Solo dejen de decir esas cosas. Ella era una sangre sucia marcada en la carne, no había forma de negar lo que le pasaba.

Suspiré, me estaba empezando a enfadar.
¿Por qué la pedía perdón? ¿Acaso quería seguir con el juego? ¿No podía aceptarlas y ya?
La miré con ojos de serpiente durante un instante, para después bajar la mirada de nuevo.

-¿No puedes aceptarlas verdad? Tienes que seguir hablando de ello...¿Por qué? Pues porque debo pedirte perdón, lo mereces, nunca debí decirte esas cosas-Dije-Por eso te pido disculpas-Dije

Se había besado con Draco, pero parecía como que no le había afectado nada saber que estaba hablando conmigo...aunque...¿debería estarlo?
La miré de nuevo, intentando entrar en su mente y adivinar sus pensamientos.
Un par de chicas pasaron a nuestro lado y se nos quedaron mirando, para después marcharse susurrando tras una mirada mía.
Suspiré y volví a mirar a Hermione.
-No necesito que me perdones, solo quería que lo supieras-Dije

"¿Por que importa tanto?" Volvió a preguntar con un poco más de fuerza. Es que no entendía, nada de lo que pasaba a su alrededor tenía sentido de repente. Slytherins comportándose amable, Gryffindors llevándose bien con otras casas, personas que no necesariamente eran bienvenidas en otros momentos se les abrieron las puertas...

Y a ella le pedían perdón por algo que nadie podía cambiar. Esto era tan conflictivo que su pregunta era sincera. Realmente deseaba saber que estaba pasando en el mundo ya que parecía algo positivo, pero algo en ella no estaba segura, comenzaba a creer que el problema no era el mundo, era ella misma.

No, estaba segura de que así era: El mundo estaba cambiando y la estaba dejando detrás.

Tras pensar un momento negó con la cabeza. No tenía sentido pedir explicaciones, evidentemente la chica estaba molesta, cosa que no podía culparla, después de todo, la gente se enojaba con ella a menudo con el tema de que era algo por no decir muy puntillosa, una asquerosa sabelotodo a cortas.

"Está bien. Solo olvidemoslo." Declaró finalmente tratando de seguir camino, sabiendo que les observaban.

Aprieto los puños, clavándome las uñas en la palma de la mano.
-¿Por qué importa? Porque hay gente que no puede dormir sabiendo que han sido unos malditos bastardos con gente que nunca les había hecho nada, solo por unas estúpidas creencias que desgraciadamente, a algunos nos metieron en la cabeza de niños-La miro furibunda-Porque aunque no se vea, la guerra ha destapado muchas verdades, muchas víctimas, pero no víctimas de heridas ni de muertes, víctimas del miedo, Granger, miedo como el que tu pasaste en la casa de los Malfoy...pero ahora imagina eso durante años, sintiendo que cada minuto de tu vida puede estar en peligro porque tus padres u otra persona ha tomado una decisión equivocada y está con la gente equivocada.-Sonrió con sarna-Nadie te ha contado lo que es vivir en una familia cegada por la sangre pura, nunca vas a vivir lo que esa familia espera de ti.

Comienzo a caminar en otra dirección hasta que oigo el "olvidemoslo" y vuelvo a girar para mirarla a los ojos.

-Si querías olvidar eso, ¿Por qué te besaste con mi prometido, Granger?-Dije-¿Por qué te besaste con Draco? ¿Fue para olvidar todo lo que él te ha hecho o fue para convencerte a ti misma de que todo ha acabado?-Escupí esas palabras como si fueran veneno, veneno de serpiente que era pura ponzoña, veneno que sonaba como si hubiera estado guardado mucho tiempo-

"Tu... prometido." Solo había besado a una persona en esta vida, bueno, no solo besar... y aquí tenía a Astoria Greengrass diciendole que era su prometido.

No daba más, no daba más... su mente ya daba vueltas tratando de encontrar una salida y lo único que parecía real o decía serlo era otra mentira más de tantas que le rodeaban. Oh, Morgana, si tan solo entendiera de que se trataba todo esto. Debía huir, debía... dioses, quería vomitar. ¿Por que nada salía con relativa normalidad?

De irreal pasó a un completo calvario con solo una pregunta, ¿que mierda le pasaba? La varita cantaba oscuras maldiciones a su oido que podría usar para desaparecer a esta chica que le acusaba de algo que no llegaba ni a la punta del iceberg.

"¡Si! ¡No! ¡Es decir! ¡Malfoy me buscó y nos topamos e el baño!" Gruñó tratando de ponerle orden a todo. No pensar, reaccionar, ya no tenía a Harry y a Ron para hacerle de sombra, debía protegerse como mejor pudiera. Solo que no se podía proteger porque no había de QUE protegerse.

‘Anda, dilo, te has follado a Malfoy en un cubículo de un baño abandonado sin saber que tenía prometida y por un momento creyendo todo lo que te dijo... y ahora te sientes una maldita ramera que quiere tirarse de la torre de astronomía. Lo sé, a mi no me engañas... recuerda que somos la misma persona.’

"Y si te contó, pues si, fue mi culpa." La furia servía, era útil para proteger el dolor de saber estas cosas... quizá debía confiar más en su instinto... o tirarse por la torre de astronomía haciendo caso de esa vocecita insensata en el fondo de su mente.

La miré a los ojos sin cambiar la expresión de mi rostro.
-Si, mi prometido-Dije-Pero no porque nosotros queramos, nos han obligado ¿sabes?...ninguno de los dos lo desea...lo que no alcanzo a entender es...tu le deseabas menos que nadie y ahí lo tienes...¿Por qué?

O lo que es más importante...Si yo no quiero a Draco...¿Por qué estoy acusando a Granger de algo que no debería importarme, si no alegrarme porque gracias a ella, él ha salido de esa rueda que arrastraba detrás de la guerra?
¿Qué cojones eres, Astoria? ¿Qué demonios te pasa?
Una puta, eso es lo que soy, incapaz de alegrarme por la felicidad de alguien cercano ya que ellos tienen lo que yo no.

Sus palabras me hacen dar la idea de que no solo ha sido un beso, me muerdo la lengua y no digo nada.
¿Lo ves? ¿Qué esperabas? ¿Qué solo se habían besado? Se supone que debería darme igual ¿Lo sabes? Ya, pero tu no me engañas, tu no nos engañas.

-No, no me ha contado nada.-Dije-Y me da igual que sea tu culpa o la suya...lo único que no alcanzo entender es el por qué, pero no me atrevo a preguntar ya que la respuesta puede ser...-Dije.

¿Por que? Cada cosa que decía entendía menos, cada vez menos y más era lo que deseaba arrancarse la cabeza, arrancarse cabello por cabello para tratar de encontrar un norte y un sur. Decía no querer estar comprometida con él, pero lo primero que hizo fue tirarle en la cara el compromiso, una forma de apropiarse del hecho, ya que Draco era SU prometido.

Era posesiva y celosa y ni siquiera tenía el valor de decir que era porque estaba comprometida sino que decía no querer estarlo. Para Hermione oficialmente eso era una locura, que solo podía terminar peor porque si Draco Malfoy se tenía que casar con Astoria Greengrass, entonces, ¿ella que pintaba en todo esto? Así todo lo que hubiera dicho era cierto, así Malfoy hubiera sido sincero y la quería de verdad, así y todo, nada podría evitar el desenlace de que alguien en este juego debe perder y presentía que ella misma tenía todas las fichas ya que ellos se casarían aunque de mala gana y ella otra vez se habría ilusionado con un imposible.

De repente volver a hablar con Victor Krum no sonaba tan mal... solo esperaba que no le recordara como lo eludió en el casamiento de Fleur y Bill.

"Si no quieres una respuesta, ¿para que preguntas?" Reclamó aun furibunda, tratando de alejarse lentamente antes de que Madame Pince las sacara a ambas de la biblioteca. "Después de todo ¡puedes preguntarle a tu prometido y ya que estás decirle que se aleje de mi!"

Estaba furiosa, cada poro de su cuerpo, cada cabello, cada respiración agitaba una ola de furia contra mi.
Bravo.
-¡No!...¡no quiero que te alejes de él!-Dije cerrando los puños-Quizás sea la primera...cosa que ha conseguido sacar a Draco la bocanada de aire que necesitaba tras...tras la guerra...y....-La miré entrecerrando los ojos.-Le gustas.

¿Qué decir en estas situaciones? "Eh, tu. No me gustas, no te gusto. Te tolero porque mi prometido no deseado se ha enamorado de ti y creo que es algo bueno que esteis juntos, pero me siento frustrada porque no tengo claros mis sentimientos" ¿Acaso eso suena claro?
Dios mio, Astoria...¿Huir sería una mala opción?


-Dios...Me da igual lo que hagais...solo...solo no le hagas daño, no creo que lo fueras hacer...pero-Cerré los ojos y suspiré-Tu...solo ten cuidado con él.

¿Y ahora este rollo emotivo? ¿Estás borracha Astoria?
Me dejo caer en una silla cercana que hay a la estantería, apoyando la cabeza en la mesa, harta de decir gilipolleces.
Eso es, que piense que eres patética a demás de estúpida. Cállate la puta boca.
No, no quería mirarla, me había hartado de todo, hablar con ella había sido un error.

-Soy un puto nudo de sentimientos y gilipolleces-Dije en voz baja-Pero es lo que merezco.

Todo estaba pudiendo conmigo; el compromiso, las miradas indiscretas, el odio infundado que tenían algunas personas hacia nosotros...¿Qué coño me estaba pasando?

El sonido de frustración fue evidente, algo agudo cuando apretó los puños en un intento de no decir algo de lo que se arrepentiría. Pero cada palabra era una provocación a la confusión. Astoria Greengrass solo estaba allí para torturarla por todos los errores y trataba de demostrar que era un error, todo en ella era un error, el hecho de que quizá hubiera comenzado a desarrollar sentimientos por el ‘enemigo’, que se había acostado con él, que había rechazado al hombre por el cual había esperado tantos años.

¡Todo era un error! ¡Nada tenía remedio! Y para recordarlo ¿a quien tenía? Si, a Miss Greengrass, diciéndole que no quiere que se aleje de Draco Malfoy cuando precisamente esta chica era la PROMETIDA de la persona con la que había tenido un encuentro en un baño del colegio. Que le había jurado quererla y querer estar a su lado se iba a casar con otra chica. ¡Era tan frustrante!

Respiró profundo, si respondía probablemente le haría más daño a ambas del necesario. ¡Apenas había sido una vez! ¡Apenas se estaban conociendo! No es como si de repente te follas a alguien y con eso le juras amor eterno. Es un largo camino hasta poder crear esa confianza, especialmente con alguien como Draco Malfoy que ha causado rencor y heridas constantemente desde que le conoció. ¿Había estado dispuesta a intentarlo? Si... ahora ya no estaba tan segura.

"No puedo prometer no hacerle daño. Puedo intentar no hacerlo pero creo que ambos sabemos en lo que nos metimos, ¿no crees?" Respondió tensa tratando de no expresar toda esa frustración que estaba sintiendo en este momento. Quizá no fuera, quizá este era el final del sueño y tocaba finalmente enfrentarse a la realidad.

La miré con los ojos sin rastro de expresión, acuosos y perdidos.
¿Cuál era mi problema con Draco? ¿Qué lío entramado había dispuesto mi mente para confundirla tanto como fuera posible?
Nunca había pensado en ello, pero indirectamente, conocía la razón de todo ese laberinto de pensamientos que me hacía perderme más cada segundo que pasaba.

Quería enamorarme de él, quería hacerlo ya que si la amenaza del matrimonio se llevaba a cabo no quería pasar el resto de mi vida con una persona a la que no deseaba ver cada mañana al levantarme. No quería pasar una vida infeliz como la que habían tenido muchos matrimonios mágicos y muggles hace años...y no tantos como parece.

Parecía una escusa mala...pero...todo era una cuerda sin fin...

-No...tienes razón-Dije-¿Pero en serio creéis que sabíais en lo que os metíais? Quiero decir...desde luego que eso no implica compromiso, pero nunca os había imaginado como...algo así-Dije-En cualquier caso, si está bien contigo, confío en que os irá bien...es una buena persona-Dije, sonriendo un poco.
-No es su culpa que nos prometieran, todavía quedan secuelas puristas en las familias como las nuestras...supongo que es algo que tardará en desaparecer-Dije-No le culpes por no decírtelo...no es algo bonito que comentar hacia la persona a la que amas.-Dije

Su interior vibraba, quería gritarle a Astoria Greengrass. ¿Les irá bien? ¡¿Les irá bien?! ¡¿En serio le estaba vendiendo esa mierda?!

‘Hermione, tranquila, eres la de las respuestas, si todo sale mal algo se nos ocurrirá.’ ¡Ja! ¡¿Que mierda esperaban que se le ocurriera?! Luna le decía que Draco estaba Obsesionado y ahora Astoria la prometida de él le decía que la amaba y él...

Anda, no sabía que se estaba imaginando a Astoria pero podría estar más cerca de la realidad de lo que le gustaría pensar.
Con algo de rabia aun contenida se volvió a girar a la chica, suspirando para tratar de no descargar en ella todos los fallos.

"Pues si vas o consideras intentar algo con alguien en mi lista es una de las primeras cosas que se deberían anunciar... ‘Te quiero, tengamos algo... pero perdóname que no va a pasar de esto porque hay un juramento que me voy a casar con una de las herederas Greengrass.’ " Bufó suavemente, apretando los labios hasta que parecían una tensa linea, un gesto que recordaba demasiado a la profesora MacGonagall

"Si sabíamos o no en lo que nos metíamos no importa, evidentemente firmé un contrato sin leer la letra chica." Ya la verdad que no quería seguir escuchando a la chica escusarlo a Malfoy. No importaba que comenzaba a creer que habría algo real entre ellos, no importaba si lo habría o no, al final del día lo que necesitaba era descansar, considerar sus opciones y volver a la carga, probablemente enfrentándose a él para preguntarle.

Me apoye contra la estantería, con los ojos abiertos. ¿Que demonios había ocurrido? Aquella conversación había hecho que todo en mi cabeza se enroscara. Sentía rabia, miedo, furia, molestia. Apreté los puños con fuerza mientras pensaba que demonios iba a explicar ahora.

Nunca había mencionado mi compromiso por que era algo que no iba a cumplir. No me importaban las consecuencias, tenia muy en claro que no quería ese compromiso y había esperado que a Astoria le hubiese quedado claro con la charla. Al parecer, no había sido tan claro como había deseado. Respire profundo y camine hacia donde terminaba la estantería, antes de salir y mostrarme frente a ellas. Tenia a Astoria de frente y a Hermione de espaldas a mi.

-Nunca mencione nada del maldito compromiso por que no voy a casarme con ella... - Mi tono era extremadamente tranquilo pero glacial. Mi expresión era una mascara de frialdad - También creí que lo habia dejado claro en la charla que tuvimos Tori... No quiero este compromiso y no voy a casarme. Hare hasta lo imposible pero no me casare obligado... - Mis ojos claros estaban clavados en mi prometida con frialdad, antes de volver mi mirada a Hermione que aun no me había mirado - Si no te dije nada es por que no lo considero un obstáculo... esperaba que después de... - Me quede en silencio, apretando la mano contra la estantería hasta que los nudillos se me pusieron blancos - Esperaba que confiaras un poco mas en que mis sentimientos son verdaderos... pero veo que nunca termino de ser claro para nadie... Que curioso...-

Aun tenia expresión fría, aunque en mi mirada se notaba cierta tristeza y decepción. Quería desesperadamente que ella hubiese creído lo que yo sentía después de lo que habíamos pasado pero al parecer estaba equivocado.

Crash.

¿Había estado ahí todo el rato? Joder.
Sentí como mi rostro se ensombrecía y la "pequeña sonrisa" que había conseguido crear en mis labios, se congelaba.
No me atreví a mirarle durante unos instantes, los mismos en los que me dirigió esas palabras tan directas, con un tono de decepción tan frío como el hielo. ¿Tenía razón y había sido una idiota? ¿Había sido él idiota por actuar así?
*Te lo mereces, por niñata estúpida. Podía habértelo dicho, que le follen, que les follen a los dos.*


Levanté la mirada, la culpabilidad había desaparecido de mi mirada y mis ojos se había transformando en dos pequeños trozos de hielo brillante.
-¿Dejarlo claro?-Dije sarcástica-No hay nada en claro, nunca lo ha habido-Me clavé las uñas en la palma de la mano, al apretar los puños de pura...¿furia?-Yo tampoco quiero ese estúpido matrimonio, pero no hemos...¡no hemos ni siquiera hablado con nuestros malditos padres!-Dije apretando los dientes-Quizás tu puedas tener una vida aparte de la que quieren obligarnos, pero lo veo bastante más difícil para mi ¿sabes?-Dije forzando la sonrisa-Pero...ya veo que no es un obstáculo para ti.-Negué con la cabeza y pensé en salir corriendo, en huir, en esconderme, en tirarme de la torre de Astronomía, en salir de Hogwarts y matar a mis padres por haberme condenado a esa cadena perpetua, en matar a esos dos...tórtolos que se odiaban y se querían al mismo tiempo.

Giré sobre mi misma para hacer caso a esa pequeña e irritante voz que me gritaba al oído un "lárgate" que debía haber escuchado hace mucho.

Hermione al contrario de Astoria no tenía tanto fuego en su interior, quizá porque ya habían matado todo el fuego que podría tener. Porque la culpa vivía carcomiendola con esa vocesita que tras mucho tiempo aceptó no era ni más ni menos que su consciencia.

Así que cuando Draco se dirigió a ella no pudo más que encogerse un poco en culpa y bajar la cabeza por un momento. ¿Cuantas veces le había dicho que la quería aun antes de este momento? Sabía que lo que habían compartido para él también era importante, no era solo un momento, pero afrontar que algo había pasado y con alguien que se suponía la odiaba y Luna diciendo que está obsesionado y Astoria que no sabía si estaba a favor o en contra pero que acabaría por volverla loca con sus dobles mensajes de desear alejarla pero desear que se quedara. ¿Que era lo que estaba pensando esta chica?

Y mientras... sentía culpa. Mucha culpa. ¿Por que no había confiado en él?

"Lo siento..." Susurró apenas audible entre las palabras de Astoria, esa vocecita en su cabeza riendose a su costa, ¿Donde había quedado el fuego de la leona? Porque con Astoria parecía haberlo encontrado, haberse regocijado defendiendo algo que no sabía a quien o que era, siquiera el motivo. Era como volver a tener una razón para luchar y de repente Draco llegó demostrando que para la triste llama que le quedaba en realidad bajo la mirada de él... quizá se desarmaba.

'Valla patética pretención de Gryffindor que eres, Granger.'

Di un paso al frente cuando Astoria comenzó a hablar. ¿Que no...? ¿Que no había quedado claro? ¿Acaso estaba mofándose de mi? Sentía como la ira comenzaba a bullir en mi interior como últimamente había hecho con cualquiera. Había esperado mas cordura de Tori.

-¿Que no quedo claro dices? Desde el primer día te dije que no quería este maldito matrimonio. Te dije muy claramente que haría cualquier cosa por romperlo. No voy a casarme por capricho de mis padres... - Mi tono seguía siendo frío - Y no, aun no hemos hablado con ellos, pero puedo asegurarte que no me voy a casar así... ¿Que no puedes tener una vida fuera de ellos? Puedes tener exactamente la misma puta vida que yo si decides no hacerles caso... - Apreté los dientes, pero mi tono ahora era furioso - No... no es un obstáculo por que prefiero huir y vivir en la nada antes que casarme por esta mierda de matrimonio que arreglaron para mi... soy una puta persona y voy a tomar las decisiones que conciernen a mi puta vida... - Digo mas fuerte ahora golpeando con el puño cerrado la estantería - Tal vez deberías hacer lo mismo... Madura y vive tu vida en vez de vivir la que tus padres quieren...-

Respire profundo. Sabia que estaba fuera de lugar decirle eso, pero no podía evitarlo ahora que el enfado había salido de mi interior. Volví la mirada a Mione y vi la culpa en sus ojos, pero me sentía tan enfadado que esta vez no me aplaco.

-Cuando digo que me gustas lo digo en serio... Se que soy un imbécil y que lo fui durante mucho tiempo pero esperaba que me creyeras... Espero que aun lo hagas a pesar de que soy un idiota...-

Mi tono contenía una nota dolida. ¡Maldita sea! por que todo tenia que ser tan complicado siempre. En estos momentos deseaba que el tiempo volviera atrás para evitar toda esta mierda...

No moví ni un solo ápice de mi rostro mientras me dirigía esas palabras, afiladas como espadas, directas como flechas, envenenadas como dardos.
No, no iba a llorar. Mi orgullo me lo impedía, no lloraría delante de nadie, y mucho menos con ellos dos, nunca. Antes muerta.
Alcé la cabeza ligeramente, mi dignidad estaba a la altura del suelo, por lo menos podía aparentar que Astoria Greengrass recogía los pedazos que quedaban de ella y los guardaba en un baúl, esperando que a la mañana siguiente, habría una forma más o menos aceptable de soportarlo.

-Si, creo que tienes razón-Dije en un susurro-Soy una niñata inmadura y estúpida-Dije.
Me dí la vuelta y caminé entre las estanterías, haciendo un tremendo esfuerzo para no correr y poder aguantar las lágrimas que empujaban para salir en una pequeña cascada que surcaría mi rostro.

Llegué a la puerta y salí mordiéndome el labio inferior, comenzando a correr por el pasillo con dirección a mi cuarto, mientras en mi cabeza sonaban una palabras.
"Madura"

Al girarse a mi no pude evitar el respingo y encogerme un poco.

Uno conoce a Draco Malfoy arrogante, molesto, burlón, egocéntrico, incluso se puede decir que puede llegar a verlo con cara de pocos amigos. Pero esa mezcla de furia, tristeza y decepción le estaba hiriendo y ciertamente su orgullo Gryffindor estaba sufriendo a cada noche de insomnio que pasaba en la sala común de Gryffindor donde parecía no podía dejar de herir personas y salía y lo seguía haciendo.

No había salvación para ella al parecer. Y ahora que todo parecía tener un orden sentía que había hecho algo mal nuevamente. Que nuevamente había fallado. Pero no podía evitar dudar, anda... se supone que eran enemigos hasta hace absolutamente nada y ahora eran... eran esto.

"Admito mi culpa. Pero debes admitir que no importa lo que pasó... me siento algo incrédula de que me quieras..." Bufó tratando de parecer dura y bajando la mirada para que no viera en los ojos castaños el dilema que se planteaba día a día cuando le hablaban de él. Entre miedo por lo que le harían a él y miedo sobre lo que él le diría de ella y ella que acababa de romper un corazón. "Pero no lo decía por eso..." Finalmente aflojó, tratando de retroceder en sus pasos, quizá no era tan valiente como todos creían.

Suspiro, pasándome las manos por el cabello. Un mal habito que me había tomado cuando la desesperación se apoderaba de mi. Veo como Tori se va. ¡Eres un genio Malfoy! Ahora la había cagado con una de mis pocas amigas. Seguramente después tuviese que ir a hablar con ella para evitar que se deprimiera o me odiara. Vuelvo la mirada hacia Mione y vuelvo a suspirar, antes de acercarme tanto a ella que nuestros cuerpos casi se tocan otra vez. Con suavidad apoyo mi mano en su mejilla, acariciándola suavemente.

-Se que es difícil... y se lo que fui... pero por favor... créeme cuando te digo que me gustas y que te quiero...- Le susurro, un tono dolido, algo desesperado tal vez de que me crea de verdad lo que le decía. Acaricie su suave piel, antes de depositar un beso en su frente y alejarme un poco - ¿Y por que lo decías entonces?-

Ya no había enfado en mi voz, volvía a tener el mismo tono tranquilo.

No pudo evitar sonreir por lo bajo ante la cercanía, alzar el rostro a él sabiendo que aunque hubiera espectadores esta posición entre ellos era íntima y probablemente nadie se atrevería a interrumpir de forma directa.

"En realidad estaba considerando ir a buscarte para que tu me explicaras todo esto, pero supongo que te me adelantaste." La sonrisa tembló un momento porque era verdad. Realmente quería saber de que se trataba todo esto. Estaba tratando de analizar la charla y mientras más la pensaba más parecía una charla de locos, de hecho, necesitaría digerirla realmente. "Es solo... que tengo miedo, ¿está bien? Es nuevo, es inesperado y te traes a las chicas del colegio muertas." Rodó los ojos para tratar de restar importancia en ese tono de sabelotodo que le caracterizaba.

Astoria se había contradicho una y otra vez Le había dado su aprobación y luego le había dado a entender que era la prometida pero luego le dijo que lo cuidara.

"Greengrass es todo un potro salvaje parece. Pero no necesitas ser tan duro... en realidad solo me dijo que te cuidara, evidentemente te considera un amigo como mínimo." Dudó un momento, su rostro había perdido la costumbre del gesto cuando curvó los labios en una sutil sonrisa al verle a los ojos, inclinando la cabeza contra su mano para sentir el calor de los dedos en su piel, su propia mano yendo al pecho de él, un roce leve nacido para asegurarse que estaba realmente allí y no huiría. "Draco... sé lo que dije en el baño. Pero debo admitir que soy muy mala guardando secretos..."

¿Mala guardando secretos? Draco ya les había contado algo a Luna y Astoria... a Susan ella le dijo algo aunque no le confirmó que fuera Draco o alguien más y... y la verdad a sus amigos no les podía contar nada. Que va, la iban a matar pero al menos que valiera la pena.

"Mejor cállate y besame." Replicó, al demonio la sutileza o el no dejarse ver. Podían tomarlo lentamente pero en público, ¿que era lo peor que podría pasar? Total, ya luego los chismes seguro harían que todos se enteraran de una forma u otra.