Before we turn to stone [Hermione/Libre]

La biblioteca. Verla llena de libros de nueva cuenta me gustaba, aunque nunca había pasado demasiado tiempo en ella. Más bien iba, pedía los libros prestados y me marchaba a la sala común a tirarme a estudiar en una de las alfombras, rodeada de Hannah, Ernie, Justin.... ¡Incluso Zacharias! Pero ninguno de ellos había vuelto y me empezaba a preguntar por qué. Hufflepuff estaba completamente vacío después de que Louise se había marchado, y sólo quedaba Niniel. No estaba muy segura de que le hiciera bien estar sola, pero no podía hacer nada al respecto. Como profesora, mis días en la sala común de Hufflepuff se habían terminado. Tenía una habitación, como los demás.

—Hmmm —musito en cuanto entro a la Biblioteca. Parece no haber ni una sola alma.

Me gusta ese ambiente de paz que se respira en el lugar, ese silencio sólo roto por el sonido del movimiento de las hojas. He venido a buscar un libro que tomo de su estantería y paso entre las mesas buscando un lugar donde sentarme a divagar sobre él y planear mi próxima clase. Tengo pocos alumnos, pero planeo darlo todo por ellos, hacer que salgan de Hogwarts con una visión diferente. En una de las mesas distingo la mata de cabello inconfundible de Hermione, así que me acerco.

—¿Te importa que me siente? —Nunca hemos sido muy amigas, o muy cercanas. Ella siempre fue otro mundo, pero era imposible no notarla, alzando la mano en casi todas las clases. Ahora, hay rumores de que le cuesta concentrarse en la escuela.

Por una vez se había colocado la pluma tras la oreja mientras recorría la biblioteca de una punta a la otra, usando su permiso especial para entrar en la sección prohibida.

No importaba cuanto investigaba, cuanto intentaba, nada podía tranquilizarla, los nervios aumentaban, los dedos temblaban y su concentración era paupérrima. Entre la varita que parecía consumirle con su ponzoñosa aura y la presencia de esa marca que quemaba sus retinas cada vez que se quitaba la ropa y veía las leves cicatrices y la horrenda cicatriz de letra infantil y desalineada que denotaba su status como sangre sucia.

Y aun no podía borrar las marcas, ni siquiera la del cuello que giraba en torno a él tratando de separar la cabeza del cuello era tan ofensiva como la que ocultaba bajo las mangas largas.

Quizá es que estaba tan concentrada entre libros prohibidos habitualmente para menores que no notó cuando alguien entró, esa misma persona que entró fue la que interrumpió sus pensamientos de un momento a otro, tenía todo en orden, todo parecía fácil, todo tenía sentido hasta que de repente todo se destruyó de un momento a otro, no había respuestas en estos libros y lo único que hacían era alimentar el espíritu de la varita, seguir consumiendola...

"Susan! Perdón! No había estado prestando atención, claro, siéntate."

Había oído los rumores. Todo el mundo había oído los rumores: a Hermione Granger le costaba concentrarse. No me cuesta darme cuenta que es algo más que un rumor por la manera en que está viendo el libro y lo que se tarda en notar que estoy allí.

Jalo la silla y me siento, poniendo el libro y abriéndolo. No es un libro cualquiera: es de historia reciente. Esos libros me producen una especia de malestar, al tratar a los muertos como una cifra redonda, una estadística, enumerar los hechos tan fríamente, que parece que sucedieron hace tantos años...

Levanto la cabeza después de unos párrafos, preguntándome como se pueden enumerar los hechos de aquella manera tan fría...

—Hermione, ¿estás bien? —preguntó. Todo lo que hace parece ser es estar en la biblioteca, rodeada de libros de la sección prohibida.

La sonrisa parecía congelada en sus labios, sin embargo no había otra expresión que prefiriera en estos momentos. Susan era un alma amable, a veces la envidiaba, si bien había sufrido mucho parecía haber conservado esa dulzura tan característica de la Hufflepuff.

¿Como lo hacía? ¿Como podía venir al colegio y simular que estaba bien? ¿O es que todos habían perdido la cordura en algún punto? Quizá era eso, todos estaban locos, la locura era el medio que tenían para sobrevivir, para poder convivir con las pesadillas, las memorias, las personas perdidas. Dioses, pensar que hacía 5 años hubiera dado lo que fuera por charlar con Fred Weasley, un tonto enamoramiento que no duró más que dos semanas, pero que así de fácil como llegó y se fue lo hizo su vida... o el hecho de ver al profesor Snape nuevamente con vida, o lo que se puede llamar ‘vida’ en estos días ya que estaba muerto y se había convertido en un espectro...

Suspiró, negando con la cabeza y volviendo a sonreír.

"Si, claro, yo estoy bien, pero ¿tu como estás? No debe ser fácil estar como alumna y de repente pasar a ser profesora de la nada. ¿Te habías ofrecido?" Indagó curiosa por como consiguió el trabajo.

¿Es en serio? No puedo evitar esbozar una mueca de sorpresa o algo parecido cuando dice que está bien. No lo parece, se ve demacrada y aunque yo también tuve mi mala época, he acabado dejándolo pasar, es lo único que puedo hacer. Mi tía murió ya hace dos años y en ese momento me sentí morir. Luego empezó a morir más gente: la madre de Hannah, los padres de muchas otras personas, uno de los gemelos Weasley. Pero no podemos vivir en el pasado todo el tiempo, sería imposible y, además demasiado doloroso.

Como Hannah me dijo en alguna ocasión, en esos extraños momentos que dejaba de pelear con Ernie y de retorcerse las trenzas como tic nervioso, había que dejar ir al pasado y empezar a mirar un poquito más hacia el futuro, porque parecía más esperanzador que tanta muerte y desgracia junta.

—Bueno, admito que mi condición es extraña, el año pasado solamente estaba preparándome para los NEWT y ahora… doy clases.

Se supone que no soy titular, pero la verdad es que no es que importe mucho: no hay un profesor fijo, por lo que yo me encargo de esa función por el momento. Pasé los NEWT en verano, al menos los que necesitaba para ejercer una profesión en el mundo muggle y ya presentaré los que me faltan en el ministerio.

—La verdad McGonagall me ofreció el puesto… —respondo—. Bueno, dijo que no tenía conocimiento de nadie más que estuviera disponible para ayudarla. Parece que todos estaban muy ocupados reconstruyendo el mundo.

Es cierto, todos vierten opinones, rehacen el Winzengamot y no tiene ni idea de Estudios Muggles, como me he encontrado en demasiadas ocasiones. Con disimulo, me fijo en el libro que Hermione está leyendo, y no me sorprende nada que sea magia avanzada.

—Hermione —suavizo un poco el tono, pero me parece que sueno como a psicóloga barata—. ¿Segura que estás bien? No lo pareces. Pareces más bien… estresada.

Cerró los ojos, los apretó con frustración, sabiendo que no importaba lo que dijera sonaría como una mentira barata a sus propios oidos. No había caso, no tenía sentido, estaba... frustrada y necesitaba hablar con alguien.

La Ex Hufflepuff parecía alguien lo suficientemente neutral y confiable como para hablar de al menos una cosa de las que cruzaban por su mente. No, no podía hablar sobre maldiciones o sobre el hecho de que estuviera desesperada ya que por alguna razón no se podía deshacer de la varita pero sentía que esta lentamente iba corrompiendole por dentro. Pero necesitaba hablar sobre lo que pasaba por su mente en este instante... hablar sobre el hecho de que su relación con sus amigos no era la misma y habían un hurón cobarde rondandole desde hacía unas semanas.

Quizá alguien en este colegio podría simplemente no juzgar lo que había hecho... ¿no?

"Solo... si... quizá." Suspiró frustrada, tomándose la cabeza entre las manos para luego cerrar el libro y regresar a la posición. Lo cierto es que no podía hablar de esto con Ginny, después de todo era la hermana de Ron y las cosas solo podían complicarse a pesar de que fueran confidentes la mayor parte del tiempo.

"Entre todos los males tengo problemas sentimentales." Finalmente admitió alzando la mirada a la pelirroja.

Problemas sentimentales. Así que uno de los muchos y variados males que parecen aquejar a Hermione Granger. No sé si sea el más grave o el menos, pero cierro el libro del que apenas he leído unas cuantas palabras y me dispongo a escucharla. Por el tono de su voz, supongo que eso es lo que necesita, un poco de apoyo. Me da igual si soy o no la indicada, pero bueno… No parece tener a nadie más.

—¿Problemas sentimentales? —preguntó—. ¿No estabas con Ron?

Sin embargo, al momento que eso sale de mi boca me doy cuenta de que… bueno, quizá fue un error. Todo el rato se han oído los rumores del beso que le plantó a Ron en plena batalla, pero realmente… No sé. Nunca oí nada más.

—Bueno… ignora que quizá metí la pata —sonrío, intentando parecer confiable—. Puedes contarme lo que quieras.

Apenas las primeras palabras habían salido de la boca de Susan los labios de Hermione se fruncieron notablemente, claramente conteniendo las palabras, los puños delgados y blanquecinos perdiendo color con lo fuerte que se cerraron contra su frente.

"Quisiera... realmente quisiera, pero no puedo... yo. Creía que a Ron lo quería de esa forma, lo juro. Solo no puedo... la idea de que... Lavender debería estar allí, mirándome feo, y él nos dejó en medio del bosque... regresó, pero no puedo verlo de la misma forma. A veces creo que lo idealizaba porque nos ibamos a morir y Harry tenía a Ginny, Harry es como un hermano, pero Ron no, Ron tiene a sus hermanos... solo, no puedo." Murmuró frustrada. Solo era la punta del iceberg, realmente era la punta del iceberg de sus emociones...

"Y hay alguien, que dice estar interesado en mi, pero que siempre fue..." Tragó sin saberse explicar, ¿que pasaba? Tanto tiempo estudiando y explicando para ser reducida a una máquina de balbuseos sin sentido. "¿Que harías si Blaise Zabini te dijera que le gustas y está enamorado de ti? Quiero decir... un Slytherin que siempre te ha tratado mal de repente te dice que todo fue un acto, que tenía que actuar como si no le interesaras por quien eres solo para caer en cuenta de que no sabes si podrás creerle..."

‘No sabes si le puedes creer, pero bien que durante un día en el baño ese te importó poco y nada... ay, Hermione, ¡deberías dejar de hacer tantas preguntas incómodas!’ Susurraba una vocesita en su cabeza.

Oigo todo lo que dice de Ron y, sinceramente, por un momento no sé si decirle que está loca o simplemente tiene razón, a mí me parece que simplemente está demasiado estresada por el fin de la guerra y tiene demasiadas cosas en las que pensar. No agrego más sobre el tema «Ron», porque en su reacción observo que le parece estresante, que tiene la idea —y quizá la razón— de que sólo fue un arrebato en un momento desesperado.

Sin embargo cuando toca el siguiente tema me da una mala sensación cuando menciona a «Blaise Zabini». Un estirado cualquiera que no recuerdo que se haya metido con casi nadie, pero un estirado, al fin y al cabo. Sin embargo, tengo la idea de que en vez de Blaise Zabini quiere decir otro nombre.

—No sé que haría yo, Hermione… —probablemente, rechazarlo, pero los pretendientes no es algo que haya mucho en mi vida últimamente. No demasiado al menos, o más bien, absolutamente ninguno—. Pero por lo que dices… ¿quién es?

Tengo el nombre en la punta de la lengua, pero no me atrevo a confirmarlo, a decirlo. Sólo pienso, de repente «Que no sea Malfoy, que no sea Malfoy». Pero si lo dice, sé que no voy a ser capaz de reprochárselo.

Se pasó una mano por el rostro, observando a Susan la cual parecía estar nerviosa de solo pensar la posible respuesta que le daría. Pero, ¿que podía hacer?

"Supongo que no importa realmente quien, digamos que Draco Malfoy de repente te besara en el pasillo..." Explicó resumiendo el tema lo mejor posible dando un doble mensaje, se podría decir que era Draco Malfoy y es que él era el quid de esta cuestión. Pero prefería que Susan supiera pero se quedara con la duda, no quería confirmarlo porque tenía miedo a lo que había hecho con dicho enemigo.

"Te besara y saliera corriendo... y cuando le pides explicaciones acaban en una posición... ya sabes..." Se sonrojó ante el recuerdo, sabía que siempre había sido mandona, pero nunca se había visto como alguien que pudiera ser dominante en la intimidad. "... sexual."

No, no puedo evitar alzar las cejas. Draco Malfoy. De hecho, tengo que repetirlo en mi mente para convencerme de que en realidad está bien lo que dice Hermione. Draco Malfoy.

—Yo, definitivamente... echaría a correr si Draco Malfoy se me acerca, Hermione —No era un secreto el hecho de que no le tenía mucho afecto al rubio—. Peeero... bueno, supongo que tu no harías eso...

Sacudo la cabeza, aun asimilándolo, pero no puedo, de alguna manera, no puedo...

—¿Cómo pasó?

¿Como pasó? ¿realmente quería saber como pasó? Ni ella sabía como pasó...

"Yo estaba leyendo en el lago y se me acercó. Hablamos del pasado, lo que ocurrió o dejó de ocurrir, lo... lo dañinos que fuimos ambos. Lo sé, no tiene sentido, no me debo dejar engañar. Realmente esa vez no me dejó ni hablar, salió corriendo tras besarme. Pero luego hice algo estúpido... nos volvimos a ver y estábamos solos y... hice algo tonto. No me mal entiendas, no me arrepiento, lo hecho hecho está y no va a cambiar... pero solo no entiendo nada. Dice ser sincero y una parte de mi quiere creerlo, pero otra tiene miedo después de tantos años... ¿como puede cambiar todo tanto? ¿Cuando dejó de ser todo tan fácil?"

Una pregunta capciosa. ¿Cuando las cosas habían sido fáciles en primer lugar? No recordaba en su vida haber tratado algo con facilidad, jamás había intentado hacer nada de forma fácil, siempre la lógica maquinaba en su contra, el hecho de que su piel vibrara llamando por Draco Malfoy solo era una de tantas muestras de que la lógica sana estaba yéndose por el desagüe. Odiaba sentir que cada fibra de su cuerpo, cada célula lo llamaba ansiosa.

"Siempre creí que con la enseñanza católica de mis padres que el primero iba a ser mi marido... no por puritana sino porque parecía simplemente natural..."

—Supongo que todos pueden cambiar…

Es lo primero que escupe mi boca. Porque aun mis cejas están demasiado arriba como para procesar toda la información. Porque si nunca creí que Draco Malfoy besaría a la chica a la que llamó sangre-sucia, o que Hermione Granger se acostaría… con ese chico al que golpeó en tercero hasta convertir la escena en una leyenda. Finalmente puedo volver a hablar, aunque no se me pasa la sorpresa, supongo que soy demasiado fácil de sorprender y esto me rompe todos los esquemas.

—Supongo que toda esa situación hace parecer fácil todo lo que acabas de pasar, Hermione… —habló—. Tienes mucho que pensar y además no todos reaccionarán simplemente con una ceja alzada. Las cosas serán difíciles, decidas hacer lo que decidas hacer. Supongo que eso lo sabes…

¿Pero quién me acredita para hablar de amor? Soy Sue, con menos experiencia que Hannah, pero no tan poca como Ernie. Como Zach siempre dijo, entre dientes y seguido de un bufido: «Estoy rodeado de puritanas solteronas».

"Supongo que mucho que pensar es un entendimiento." Su labio inferior tembló levemente. ¿Quien era ella para pensar que las cosas serían fáciles? ¿Que hacía fáciles las cosas? Ciertametne el que creía que tras la guerra todo se solucionaría mentía, esto no era fácil, no había forma fácil de hacer las cosas. Lo que debía hacer era simplemente cerrar los ojos y dejar pasar todo. Las emociones eran demasiadas y aun no podía superar a la mitad de ellas.

"Quizá deba... deba regresar fuera. Quizá el problema no es la varita o mi distracción sino que el castillo... pero no quiero irme, me siento segura aquí, ¿sabes cuando fue la última vez que me sentí segura en este castillo? La seguridad me duró hasta Halloween en primer año donde un Troll se metió en el castillo y trató de asesinarme al ser encerrado en el baño que yo estaba." Trató de explicar... no, trató de excusarse.

Desde el principio sabía que estaba tomando el camino cobarde. No quería enfrentar el mundo así que se estaba refugiando en el castillo para eludir sus responsabilidades como adulta.

"Y no sé que hacer... no sé como decirle a Ron... o a Ginny..." Y ni hablaba de Harry.

El problema de Hermione es que no se está enfrentando a sus problemas, he oído que se ha saltado clases y que tiene problemas para realizar todo tipo de hechizos. Son rumores que pegan en todo el castillo, la verdad.

—Hermione, no puedes huir, ¿sabes? —interrumpo su parrafada—. Tienes que afrontar que pasó, no sólo lo de Malfoy, sino toda la guerra. Nadie salió ileso, pero estás dejando que te consuma ¿qué? ¿La desesperación? No lo entiendo, se supone que eres Hermione Granger, no creo que seas una heroína de guerra, como todos dicen porque nadie está preparado para eso, pero… Eres una chica fuerte. No puedes dejarte vencer por algo y…

Suspiré. Conocía esa negación hacia sí mismo, ese huir de las cosas y nunca estaba bien. Tarde o temprano se enteraría medio colegio de lo que había pasado y las cosas no irían muy bien para ella, pero si seguía con esa actitud la arrasarían.

—Tienes que afrontar que pasó. Para bien o para mal. Y será mejor que ciertas personas se enteren por ti… que por alguien más.

La verdad duele, escose y realmente deja un sabor agridulce en los labios.
Sabía que estaba huyendo, siempre lo supo, lo peor es que no sabía a que le estaba huyendo exactamente. Quería correr y esconderse, quería afrontar la adultez y quería justicia por todo lo que pasó, pero lo único que lograba era más dolor. Hasta ahora lo único que había logrado era precisamente sufrir y hacer sufrir gente y no quería eso.

"¿Que voy a hacer? ¿Que puedo decirles a Harry y a Ron? Dios, ni siquiera sé como mirar a Malfoy a la cara sin sentirme culpable. No sé si fue sincero y yo tampoco estoy segura de lo que está pasando. ¿Como puedo sincerarme si no sé sincera en que sentido debo ser? ¿Que es lo que tenemos por delante? Debo hablarlo con Ron, lo sé... solo." Se tomó la cabeza entre las manos una vez más. ¿Con que cara se lo diría?

Dar consejos es algo que según yo nunca se me ha dado, pero según mis amigos, bueno, era buena en eso. Nunca lo considere, pero Hermione al parecer necesitaba a alguien que la oyera y le diera su opinión, al al menos así me pareció a mi. Era bastante claro que tenía miedo de afrontar una situación que la rebasaba por sobre todas las cosas. Ni siquiera yo sabría como afrontarlo de estar en sus huesos y ciertamente, en ese momento no me apetencia ser ella.

—Creo que tienes que encarar a Malfoy, Hermione —le digo—. Averiguar si fue verdad. Decidir que hacer y, con base en eso... Hablar con los demás. No será un secreto por mucho tiempo...

Dejó caer la cabeza a la mesa con un golpe seco, la frente contra el borde, pensando... pensando y siguiendo con sus interminables pensamientos que le rondaban. ¿Como saber si Malfoy era sincero? ¿Acaso ella realmente quería algo con él? ¿Que emociones le despertaba?

¿Para que negar que de solo verle al día siguiente algo en ella se había encendido esperando algo de él? Había sido tan fuerte esa sensación que solo atinó a esconderse antes de ser encontrada. Lo cual dañó mortalmente su orgullo gryffindor, pero solo no estaba preparada para afrontar aunque sabía que debía hacerlo. Debía enfrentar su vergüenza.

"Gracias, Susan. Al menos no trataste de matarme." Trató de sonreir, alzando levemente el rostro para que la vea.

Está más acabada que nada. Dudo que sólo sea el estrés de eso, pero no quiero preguntar sin parecer entrometida. Sé que todo el mundo pasó malos momentos en la guerra, incluso yo, y todo el mundo lo afronta de una manera completamente distinta. Yo puedo tener una sonrisa, pero sé que la gran mayoría no la tiene ya y le va a costar mucho recuperarla. Aun así, su última frase me hace sonreír.

—¿Por qué trataría de matarte? —le pregunto—. ¿Por qué es Malfoy? No puedo cuestionar eso, aunque supongo que seré la única que no lo haga. Simplemente no te presiones tanto...

Suspiro, quizá los remordimientos la estén atacando, porque, precisamente es Malfoy que la rebajó tantas veces y ahora la besa... y... bueno, lo demás. Es imposible imaginarme eso.

—Hermione... —le digo, cuando recuerdo una de las habladurías del colegio que llegaron a mis oídos, sobre todo porque parece que, aun con un ambiente lúgubre nadie es capaz de ignorar los chismes—, ¿que Malfoy no estaba comprometido... a fuerzas?

El sonido del golpe fue seco y retumbó de la madera a la frente de Hermione Granger. Si, Astoria lo había dejado más que claro que él era su prometido, eso podía recordarlo con una sonrisa amargada.

"Se puede decir que si." Admitió sin mucho ánimo de volver a descender por ese camino. "Aunque a ella no parece molestarle." Sonrió de lado con ese gesto entre agridulce. A ella no le molestaba, a la que le molestaba era a Hermione. En este momento que lo único que tenía eran sus libros y su conocimiento como algo propio estar con alguien que estaba comprometido sonaba horriblemente a una ‘relación abierta’ para ella, realmente era algo que no podía decidirse si era bueno o malo porque jugaba un juego donde no importaba que carta le tocara, ya había perdido.

"Gracias por recordarmelo." Volvió a golpearse la cabeza. ¡¿Por que nunca nada salía bien?! Nunca fue una persona de rendirse, pero REALMENTE estaba cansada de seguir luchando y más ahora que parecía una guerra sin cuartel. Se sentía como Don Quijote contra los molinos de viento... imposible ganar y aun menos de saber quien es el verdadero enemigo.

—En realidad siento habértelo recordado...

Me disculpo porque parece ser el detalle incómodo de la relación. Todo el mundo sabe del compromiso, pero lo cierto es que nunca me pare a pensar y, mucho menos, a observar si la pareja realmente desea a casarse. Eso de los matrimonios arreglados estaba tan fuera de época, que incluso me sorprendía que siguiera practicándose.

—Supongo que el problema no es la prometida, si no la opinión externa pero... Ey, no soy quien para dar consejos. Mis relaciones se cuentan con los dedos de una mano... Y sobran más de la mitad.

Sí, no se puede decir que sea una experta en el amor, pero a pesar de mi sonrisa, me temo que no será suficiente para animar a alguien con los ánimos de Hermione. Si bien humor parecía estar a dos metros bajo tierra.

"Es un compromiso arreglado, vaya uno a saber que clase de magia está en funcionamiento entre ellos en este momento según contrato. Tranquilamente puede que algo ocurra y Draco deje a Astoria y se case conmigo... ¿Y si mueren ambos? ¿Si se quedan sin magia? ¿Qué pasará entonces? ¿Qué ocurrirá en ese instante? Todo por no contraer matrimonio con quien te ha sido asignado. Realmente es algo bajo eso de arreglar los matrimonios..."

Suspiró pasando una mano por el enmarañado cabello, la línea de la mesa marcada en la frente de los golpes que se dio hasta que finalmente pudo borrarla entre masajeos.

"No que yo tenga mucha experiencia amorosa... por eso estoy aquí, ¿no?" Trató de bromear.

—No ganas nada comiéndote la cabeza con eso, Hermione... —le digo, porque parece a punto del colpaso, y dudo que eso sea todo. Me parece que lo que pasó con Draco es sólo la punta del iceberg. No sé si quiero seguir indagando en el asunto, parece demasiado peliagudo y quizá Hermione necesita ayuda más profesional—. Quizá debas hablar con Draco de eso, indagar qué demonios implica su compromiso. Es lo más fácil, ¿no?

Dicen que todo se soluciona hablando, pero ya no estoy tan segura. Hermione está demasiado inestable, y se nota a simple vista.

—Yo creo que nadie tiene suficiente experiencia amorosa, Hermione —le respondo, con una sonrisa.

"Nada gano... es cierto, nada gano." Murmuró mirando a la ventana que estaba a unos pasos de la mesa. Era solo una forma de perderse en sus pensamientos, mirar algo diferente para escusar el desfasaje de estos. Era simplemente que no entendía nada, todo se había vuelto confuso en el momento en que Draco Malfoy le habló como persona... o quizá antes... ese momento en que seguramente Draco había convivido con Luna, momento que no conocía por detalle, pero Luna había hablado relativamente bien de él.

Si no tenía en cuenta que describió el interés del rubio como una obsesión, claro.

Pero, nunca había sido buena dando descanso a su mente. Nunca había sido realmente paciente o tratado de tomar las cosas con tranquilidad, ella no era buena para lidiar con la tranquilidad, Ella era una persona que hacía las cosas y luego analizaba en que había fallado. Irónico, realmente irónico si tenía en cuenta que era la fuente de información del trio, la que pensaba rápido, pero ella era buena clasificando y resguardando información, no para formar estrategias complejas sobre que hacer en los próximos días.

Harry era el poder en estado crudo, Ron era un estratega aunque nadie se diera cuenta, ella proveía los medios para que ambos lograran lo que deseaban. Esa era su función... pero en una relación de dos, no sabía que función tendría si se trataba de una relación de ella con alguien más... menos con alguien tan orgulloso y arrasador con Draco Malfoy. ¿Que traumas habría sufrido él? ¿Que había hecho para convertirse en amigo de Luna? ¿Que había visto la ravenclaw que el resto hasta ese momento habían ignorado?

"Pues no sé. Hay algunas chicas que parecen haber tenido experiencia de sobra... me siento hasta un poco desinformada, ¿sabes? Salvo por cuarto año y esa... ejem, cena o fiesta, en sexto mi inexistente relación con el sexo masculino salvo por Harry, Ron y Neville ha dominado." Sonrió al recordar a sus amigos.

Casi nadie sabía que Neville había sido su amigo mucho antes que Harry y Ron, era con quien había compartido su soledad a principio de primer año y probablemente era un amigo mucho más cercano que el trío si no fuera por la determinación de seguir a Harry y ayudarlo en lo que fuera. Si la profecía hubiera sido al revés y Neville el niño que vivió, probablemente hubiera hecho lo mismo que por Harry.