In love with all that's out of sight - Isabelle Poulain

Esconderse era lo que mejor sabia, conocía este castillo gracias a sus hermanos y a su padre, aunque era claro que las cosas no eran iguales para ella que para el resto. Su padre la quería mas que a nadie, pero sus hermanos eran los mayores impulsados por los ideales mortifagos mientras que su mellizo impulsado por los ideales de los que apoyan a los hijos de muggles había sufrido demasiado. Realmente había tratado de protegerlo pero no parecía tener remedio, ya todo había pasado y ella se quedaba en hogwarts lejos de él. Había poca gente, al menos eran menos a los que estaba acostumbrada. Por eso buscaba refugio, porque eran menos pero esos menos estaban por todos lados, todos amontonados uno sobre el otro en cualquier lugar, no podía ir a la sala común sin ver al menos 2 o 3 ravenclaw, era incomodo con su avanzado estado cuando todo se volvía gris y tenia al menos a dos personas dando vueltas, la chica Trix poseía demasiada energía y parecía querer contagiar con ella, algo que no su forma de ser, deseosa de paz y tranquilidad, de encontrar eso que le hacía quien era.

Por eso estaba encerrada en un aula abandonada, solo los libros de compañía con la esperanza de que aquí podría concentrarse para hacer la tarea.

Salí de la sala común, como siempre, me apetecía evitarla. Realmente no es que tuviera un problema por ella, pero si al principio había querido evitar la tensión, en ese mismo momento quería alejarme de Damien. El maldito chico me ponía muy nerviosa con sus sonrisas de lado, su forma de hablar, su extraña amabilidad y ¡todo! Suspiré. Me pasaba eso con todos los chicos que me gustaban y realmente no entendía por qué. Además de que estaba pasando por una época extraña: estaba saliendo, por fin, del luto de la muerte de mi madre, aunque eso se podía decir que era gracias a Aria, a Luna y a todas las actividades que me habían conseguido mantener distraída.

Caminé por el pasillo, realmente no sabía a donde ir. No sabía donde demonios se había metido Aria y si estaba en la sala común no iba a conseguir encontrarla jamás. Además, no quería hablar con ella de chicos en ese momento (más bien, con nadie); necesitaba aclararme, un tiempo sola. Pensé en ir a la biblioteca, pero realmente no sabía que iba a ir a hacer a ese lugar más que ponerme a leer aun más y tenía la idea de que mi cabeza sólo iba a explotar...

En eso, me fijé, en una de las aulas abandonadas que nadie usaba. Tenía la puerta cerrada, lo cual era extraño, porque solían tener la puerta entornada o abierta de par en par. Dudé su acercarme, sobre todo porque sabía que las posibilidades de encontrar a una pareja eran las más altas, pero finalmente la curiosidad pudo conmigo y me acerqué a abrir la puerta. Cuando meto la cabeza, me doy cuenta de que no hay una pareja, sino una chica con algunos libros.

-No sabía que había alguien aquí... -dije, pensando que soy una entrometida y curiosa-. ¿No sería la biblioteca un mejor lugar para hacer la tarea...? -pregunté, pero no sueno demasiado convencida: yo misma tampoco quiero ir a la bibioteca.

El sonido la alerto de una presencia. Alzo la cabeza tratando de ver de quien se trataba y su corazon se detuvo cuando pudo notar el escudo de su casa. No solía llevarse mal con los slytherin pero eso era algo heredado ya que sus hermanos mayores pertenecian a la casa. Pero tampoco la querían tanto cortesia de un hermano mellizo demasiado idealista respecto a la vida de los muggles.

-Lo siento, no queria.- Se detuvo en seco tratando de sonreir amablemente pero fallando al tratar de no mirarle a la cara. -Si, solo que hay, mucha gente usando la biblioteca alli. Pero si deseas usar el salón no hay problema, yo... ire a la sala común.

Reconozco a la chica de vista, pero realmente no logro acordarme de su nombre, no es de Slytherin, ciertamente, aunque me suena que habré visto alguna cara parecida por allí en la casa. Intento recordar el nombre pero no me sale nada y optó por acercarme un poco y descubrir que está rodeada de libros y que por alguna extraña razón prefiere estudiar allí. Si me preguntaran... diría que la biblioteca es mejor, pero no tengo nada de que quejarme si solía subir a la torre de Astronomía cuando estaba vacía con un bonche de libros para ponerme a estudiar.

-Ehhh... no iba a usarlo -le dijo-. Sólo fue curiosidad. ¿Por qué estudias aquí?

Solté la pregunta sin pensarlo, realmente. Últimamente me encontraba a gente demasiado susceptible por todo el castillo y ese tipo de preguntas, según Aria no eran las adecuadas. Según yo... según yo me daba igual. Algún día tendríamos que empezar a superar eso, que ya estaba bien de tanto sufrimiento. Aunque tendría que empezar por superar la muerte de mi madre, claro.

-Ah. - Inteligente respuesta.

Se acomodo moviendo los libros un poco para comenzar a cerrarlos lentamente, dudando realmente si marchar o quedarse alli por las palabras de la pelirroja. Era extraño que alguien le hablara. Se sentia bien, pero no terminaba de hacerle sentir comoda por la extrañeza de la situacion.

-Yo. Estoy comoda. Nadie viene acá y puedo poner los libros en las mesas y practicar. Es la primera vez que veo a alguien entrar que no sea yo misma. - Al decirlo se movió incómoda en su propio lugar, manos temblando mientras cerraba el libro que leia en ese momento por los nervios de hablar con alguien de quien sabia poco y nada. -Vienen a menudo? Quiero decir. Esperabas que fuera alguien o es que gente viene siempre aquí? - Quizás lo eludían el lugar solo cuando estaba ella y luego se usara para otra cosa. Estaba curiosa sobre esto.

«Ah», parece que no se siente del todo cómoda en mi presencia y algo hace que me recuerde a Aria la primera vez que la vi. Aunque Aria era diferente, desenfadada, increíblemente guapa por la mitad veela que odiaba, y a la vez tímida, extraña. Nos convertimos en amigas la primera vez que nos miramos a los ojos. La voz de la chica me saca de mis pensamientos sobre cómo conocí a Aria.

—¿Usarlo alguien más? —repito—. Antes solía venir una pareja… antes… hace varios años. —Sonrió un poco, preguntándome como ese salón ha dejado de ser un lugar para llevar a una chica desesperada, a una chica enamorada o algo así…—. Eran mayores, así que supongo que no vienen más y tú puedes usar el salón para lo que te plazca, total… nadie lo prohíbe.

Me acerco un poco más, pues parece que una distancia abismal lo separa y parece que así lo prefiere ella.

—Soy Isabelle Poulain —me presentó, sin saber si corresponderá a la mano que alzo y la estrechará. En los últimos días Hogwarts está lleno de gente extraña, ensimismada en sus propios asuntos.

Titubeo.
-Lara Ainsworth. Mucho Gusto. - Le tendió la mano para un saludo formal. La mano era fria y ligeramente sudorosa, no de esas personas de manos arrugadas y humedas pero si una clara muestra de nervios. Con lentitud se paro de su lugar en un intento de no ser mal educada al presentarse.
Creía haber visto a Isabelle en algun lado. Por supuesto, una Slytherin.

-Supongo entonces que no tengo de que preocuparme.- Lo de la pareja que ya no estaba en el colegio le dejaba tranquila. significaba que ya nadie interrumpiría salvo quizá por esta sly. Tampoco que se viera amenazante. Podía que la dejara ser si tan solo era amable con ella, como todas las personas. -Entonces, ¿puedo quedarme? ¿no crees que vengan otras personas? Yo. Si queres quedarte no me molesta.- Se excuso como pudo para no quedar mal. Temía que le viera y le dijera algo.

-Es difícil concentrarse en el castillo este dia.

«Ainsworth». Ya sé de donde me suena, tiene un hermano, al menos, al que recuerdo al principio, purista, que no paraba de repetir ideas puristas por todos lados. Bueno, la chica no parece ser un retrato de su hermano, cosa que es un alivio. No menciono absolutamente nada de su hermano, quizá es un familiar incómodo y ¿para qué meterme de entrada en lo que no me interesa? No tengo esa curiosidad apabullante de otras personas, simplemente soy reservada con mis cosas y doy por hecho que los demás lo serán.

—Para nada, nadie te interrumpirá aquí —le digo y me siendo a su lado—. Bueno… lo siento si sueno algo entrometida: ¿qué estudias?

Es la primera pregunta que se me ocurre para que ese intento de conversación se acabe en ese momento. Tampoco le voy a preguntar las intimidades a alguien que acabo de conocer.

—Y sí, sé que es difícil concentrarse…

-Am. Estudio aritmancia. - Comento por lo bajo indicando su libro perdido. -Tengo el proyecto de fin de curso este año para los exámenes y debo presentar la caratula para la maestria. Aunque no me decido en el proyecto estaba considerando cruzar referencias con runas antiguas y encantamientos.- entornó lo ojos tratando de verla curiosa ya que si mal no recordaba la chica pelirroja no era parte del ultimo curso.

-Hay mucho movimiento en el castillo últimamente. Veo que muchos regresan. No es tan malo, pero todos parecen querer ir a la biblioteca. Ya sabes lo que vas a hacer cuando salgas del colegio?- Sentia curiosidad. Había dudado al elegir la carrera y ahora la tenía, pero no sabía si era a la única que le fue difícil.

—¿Eres de séptimo también? —preguntó al oír sobre su proyecto de último curso. La verdad es que yo también lo tengo, pero no tiene que ver con números, ni cosas complicadas. Como siempre, tiene que ver con pociones...—. Aritmancia no es lo mío, precisamente... —suspiro—. Demasiados números...

"Aunque la tomo precisamente porque mi padre lo sugirió. Maldito el segundo en el que le hice caso", pienso.

—Sí, todos parecen clientes frecuentes de la biblioteca para ponerse al corriente en lo atrasado —comento. Siempre fui de ir bastantes veces a la biblioteca, sobre todo a admirar la memoria casi fotográfica de Aria y a merodear a ver si algún alumno magos sacaba el Moste Pontente Potions—. Bueno, voy a irme por la rama de pociones, quizá un poco de alquimia. Fue sencillo porque desde primero es la materia que mejor se me da...

-Eso es bueno. no? Saber a lo que te quieres dedicar precisamente. A mi me costo. Siempre crei que seria profesora de idiomas, se me dan bien. - Sonrio invitandola a sentarse conmigo. Era un aula mugrosa en lo mas recondido del castillo, por algun lado debia comenzar a enfrentar la resolucion de hacer amigos aunque fuera tristemente en el ultimo año del colegio. Un poco tarde se acordo que era necesario tener amigos pero tras todo lo que ocurrio en estos meses queria intentarlo, ver las cosas de frente. Solo espero no sea muy tarde o ponerme nerviosa en el momento menos indicado. La slytherin no parece demasiado interesada en mi.

-Si, septimo. A mi siempre se me dieron los encantamientos y todo lo que es exacto. Si es metodico seguro que puedo hacerlo, pero las pociones o las plantas se me dan fatal la verdad. Se lo que debe ir y se que es en un orden, pero por alguna razon aunque creo que lo hago relativamente bien algo no esta correcto.

—A mí no me costó nada de nada… —suspiré—. Todas las carreras que me llamaban la atención pedían Aritmancia, ¿sabes? Se me da pésimo… aunque no tan mal como las teóricas. Así que cuando vi que podía dedicarme exclusivamente a las pociones y a la alquimia, bueno, me decidí por eso. Pociones siempre ha sido mi materia favorita. Y en herbología no me va mal.

Me siento a su lado, interesada por aquella chica extraña con la que me habré cruzado una o dos veces. Ese tipo de chicas que no me molestaba en voltear a ver dos veces, probablemente porque eran demasiado retraídas o extrañas, pero bueno… No se puede decir que Hogwarts esté lleno de personas y todos se merecen una oportunidad, para variar.

—Bueno, estamos en el mismo curso, ya decía yo que te había visto en las clases… ¿Lo metódico, eh? A mí no se me da precisamente mal, pero tampoco soy excesivamente buena… Y allá donde haya números y no sea alquimia, bueno, no es lo mío… —realmente sólo se me daba bien alquimia porque le había puesto todo el empeño que no le había puesto a lo demás, no porque fuera excesivamente bueno—. Pociones es más de intuición, eso se me da mejor, la verdad… —Me quedo pensando un momento antes de formular lo siguiente—. Bueno… ya sabes, puedo ayudarte en pociones si me ayudas con Artimancia y a entender por qué existen tantos números en esa materia…

Asiento con la cabeza. Consciente de lo que me propone. Ayudarla a ella y conseguir ayuda a cambio. Puedo intentarlo. Mientras solo seamos dos creo que puedo hacerlo. Un paso a la vez. Si la ayudo a ella podré hablar con ella, conocerla. Quizá. Esa es la solución que necesito.

-Creo que puedo hacerlo. Digo, ayudarte con aritmancia. Es bastante simple. Salvo por algunas cosas particulares todo lo que consiste es sumas sencillas hasta lograr números únicos.- trate de explicar pero luego recorde que precisamente ese era el problema en primer lugar. Si Isabelle Poulain no entendía los conceptos de la base de esto, entonces era lo mismo que tratar la teoria de la relatividad a un sangre pura.

-Aritmancia es el estudio del futuro de a cuerdo con las posibilidades de este. Es en si una forma de adivinación - que sirve como base de creación de complementos. agregué para mi misma. Era de suponer que ser demasiado difícil de entrada era complicado. -No debo tener el instinto necesario para las pociones.

—Sí, sé que son sumas simples... —respondo y la verdad, pensando, me doy cuenta de que eso es lo único que capto de Aritmancia: ¡sé sumar! Y nada más, ¿qué número es cada uno para qué sirve?—. El problema es que me confundo entre unos y otros y... bueno, mis resultados siempre son terribles.

Escucho la frase que dice y sé que hasta allí lo entiendo. Es casi la primera frase que dijo Vector: "es el estudio del futuro de a cuerdo con las posibilidades de este". Hasta allí me quedé... Luego todo fueron sumas y en el camino hubo tantos tipos de números que se me olvidó para qué era cada uno.

—Creo que hasta allí entiendo —suspiro—. Mi problema viene a la hora de usar los números para sacar algo práctico.

-Es es un estudio de memoria. Las propiedades son exactas por ende el resultado es similar siempre, luego está el como es afectado cada número por sus numeros secundarios.- Trato de explicarle sin mucho éxito.

- Quiza. Si quieres podemos vernos en otro momento. Con los libros. Para así te puedo mostrar con algo más de sustento. Puedo ser util si me dejas solo necesito algunos elementos. Todo es prueba y error. El resto es memoria sobre que significa cada uno.- me seco las manos contra los muslos para borrar las marcas de sus nervios. -Disculpa, no soy una compañia tan amena. Am. ¿que sueles hacer cuando tienes tiempo libre?

Solo esperaba que no me tirara la pregunta por la cabeza. Es difícil saber lo que piensan las y como no equivocarme con ellas.

—No te preocupes. Puedo esperar.

Le sonrío. No se explica mal, pero es obvio que lo hará mejor con los libros porque además de la evidente falta de material, mi cerebro no funciona demasiado bien cuando le hablan de esa materia en especial.

—El problema es que yo me pierdo fácilmente —me excuso—, así que podemos dejarlo para otro momento. ¿En mi tiempo libre? —preguntó—. A veces leo... Solía ir a jugar Quidditch cuando el campo estaba desocupado, pero este año un no he desempolvado la escoba. ¿Y tú?

Frote mis manos pensativa, buscando la respuesta correcta, pero supongo que no debe existir.
-No vuelo hace algún tiempo. Mi hermano queria que me presentara para las pruebas de quidditch hace dos años, pero. No soy tan buena.- Era una verdad a medias. Era buena, siempre me lo decían. Pero si jugara muchos me verian. Siempre habría otra persona que quisiera jugar, yo estaba bien así, no necesitaba jugar y de todas formas no tenía con quien o donde festejar los partidos por lo que la mitad de ellos los perdía.
Sumando que si soy nerviosa así, a punto de entrar a la cancha me imagino con taquicardia y llorando de miedo.

-¿jugabas en el equipo de tu casa?- estaba curiosa, no recordaba verla en vuelo, pero bueno, si desde que entró aun no la veo a los ojos puede que simplemente no la haya visto en el campo.

—Oh, ya veo... —no juzgaré si es buena o mala, nunca la ha visto volar—. Nunca está demás intentarlo. Aunque bueno, te lo dice otra que nunca ha jugado en el equipo de la casa... —me encojo de hombros—. Podría intentarlo, claro, pero no me va la presión, ni estar yendo a los entrenamientos, ni que un equipo dependa de mí...

Negué con la cabeza imaginando la posibilidad y me daba vértigo. Además, ese el año de mis NEWTs, no tengo tiempo para distraerme con otras cosas. No, definitivamente, sé jugar quidditch, pero dedicarme a eso no es para mí, hay muchas otras cosas buenas que hacer.

—No, y creo que no lo haré... A menos de conseguir un buen soborno por eso y quizá ni así lo haré.

Supongo que es razonable lo que dice. Que alguien dependa de ella. Tal vez no seria tan desagradable que alguien dependiera de mi. Pero también temo que alguien dependa y no poder cubrir sus necesidades.
Una parte oscura me recuerda a Louise. Es dañino sentir esa envidia de que ya no estará sola y me aterra pensar que en realidad debe estarlo pasando fatal. La conocía lo suficiente, no mucho, no poco y más por observarla que por hablarle. Pero sé que su situación era difícil. Quizá debiera dejar que mi padre arreglara un matrimonio y dejar de preocuparme por mi futuro.

-Puede ser. Yo iba a los torneos de Gobstones más que de Quidditch. Aunque luego del cierre en cuarto no han vuelto a abrir el club. Es algo triste, aunque no eramos muchos era agradable pasar un rato acompañada.

Gobstons. ¿Qué sé de ese club? Nada en particular. Una insufrible de Gryffindor solía ir, pero el resto de las personas eran agradables. Simplemente no era demasiado popular y acabo cerrando. Quizá se pueda montar alguna iniciativa para buscar interesados, pero no es nada parecido al Quidditch, al menos en popularidad, así que quizá sea inútil.

—Nunca asistí —confieso—, aunque podrían intentar buscar gente interesada, ¿no? Aun debe quedar alguien en el colegio...

En eso recuerdo a mi hermano. El jugaría si lo dejarán apostar. El jugaría cualquier cosa que fuera apostable, la verdad.

—Aunque este año quiero concentrarme en mis estudios, la verdad. Es el último y después de esto tendré que encontrar un empleo.

-Lo mismo digo.- Admito con una leve sonrisa.
El ultimo año que pasaré en este colegio, que misterios traería esto. ¿que decidirían los hombres de mi casa sobre mi? ¿era bueno considerar dejar que me comprometieran o pedir a mi padre que me buscara una buena universidad que estudiar y especializarse en varias materias y asi poder ser escritora como mi madre.

-Una parte de mi aun no puede creer que este en mi ultimo año de Hogwarts. No se que sera mi futuro, papá y mis hermanos consideran lo del compromiso o del estudio pero aunque se que estudiare me siento perdida sobre que haré exactamente. Quiero trabajar, pero no sé si me dejen.

De hecho, después de un deplorable comienzo en forma de pelea en mi sala común justo unos días después de haber puesto mi baúl al pie de mi cama, todo había empezado a mejorar poco a poco. Sobre todo porque se habían limado asperezas con otras chicas y habíamos protagonizado todo un desastre en el gran comedor.

Sin embargo, de lo que Lorelaine dice después no puedo evitar me me llame la atención una palabra: “compromiso”. Es tan común aun entre los puristas que me parece que estamos estancados en el siglo pasado. Mi familia pudo ser mi purista, pero mi madre siempre estuvo en contra de los compromisos arreglados y se lo dejó muy claro a mi padre en el primer momento. Así que, con suerte, no voy a tener que afrontar un compromiso que no quiero, como Astoria o… quizá, Lorelaine.

—Yo me especializaré en pociones… Quizá trabaje y estudie porque mi padre no encuentra mis ideas del todo agradables.

Soy la niña de sus ojos, pero hay un problema: él quiere que yo entre al ministerio. Y yo lo que menos quiero es hacer carrera política.

-Mi padre.- No sé que decir, pero hay mucho que decir sobre mi padre. Pero nadie quiere escuchar las quejas de una adolescente realmente, ni siquiera los mismos adolescentes. Por lo que bajo la mirada avergonzada de pensar mal de mi padre o mi madre, ellos me dieron la vida y todo lo que tengo es gracias a ellos en primer lugar, no debería juzgarlos mal.
-Mi padre es un hombre inteligente, solía ser de Slytherin igual que mis dos hermanos mayores. Siempre quiso nutrir mi mente. - Pero no mi corazón. Ese es quizá nuestro problema ahora. Ya no sé como nutrir las emociones y aunque las siento a veces presiento que estallaré espontáneamente. -No sé que es lo que querrá que haga a partir de ahora. Mis hermanos mayores tienen sus carreras y Luke es un chico.

Parece que no tiene ni idea de que decir sobre su familia. Si lo que he oído de sus hermanos es cierto, realmente debe ser una familia complicada en todos los sentidos. Pero bueno... Supongo que es algo con lo que uno aprende a vivir.

—Mi padre... Bueno, entro a Cooperación mágica internacional porque era francés y escalo lo más alto que pudo —resumo—. Digamos que no me desagrada, pero no quiero seguir sus pasos. Supongo que tu podrías estudiar, especializarte. Te ves inteligente —lo digo con sinceridad—. Podrías llegar muy lejos por tus conocimientos.

-Yo. Si. Puede ser. No me desagradaria trabajar en el misnisterio. Solo no se si me dejaran trabajar allí.- Tragué, una parte de mi debía explicarse. Se que sin toda la informacion es dificil entender de que se trata esto.
-Soy la unica chica. Mamá es más masculina, aunque culta es. muy independiente. Es escritora y esta mas preocupada por Luke que es muy suave. Tengo dos hermanos mayores que. que no les importa mucho mi vida y mi padre es arqueologo. No es que sea importante, pero me confundo cuando me dicen que debo ser una chica bien para casarme y papá me manda a estudiar. Quiero ser escritora como mamá a veces. Otras no sé que es lo que esperan.
Me sonrojo al decirlo y bajo los ojos, desvío la mirada tratando de buscar una respuesta a lo que quiero decir.
-Perdón. No me gusta hablar mal de mi familia.