¿Comprometidos o encadenados? // Astoria

Me encontraba sentado en una mesa alejada de la gente que estaba dentro de la tienda. Un monton de viejas brujas estaban tomando el te con bocadillos. Hacia un rato habia mandado una lechuza a mi Prometida para que nos reunieramos aqui. De ser por mi lo hubiese hecho en un lugar menos espeluznante, pero debido a que Astoria era una niña bien educada no podia llevarla a cualquier sitio.

Suspire

Que mierda de compromiso. Realmente no queria estarlo, no por que ella no fuese una chica linda o agradable, pues era ambas cosas, pero yo todavia no estaba seguro de mis sentimientos por... Menee la cabeza mientras seguia aguardando.

Al estar fuera de la escuela me habia puesto un pantalon de jean oscuro y una camisa negra encima. Queria intentar parecer un poco informal para enfrentarme por primera vez solo a Astoria. Me sentia como un cretino cobarde, pero tenia planeado cancelar el compromiso a como de lugar y esperaba que ella estuviese de acuerdo.

Suspire nuevamente y mire al techo. Esperaba que la suerte estuviese de mi lado.

Estaba a punto de tirar el libro de aritmancia por la ventana, hay días que el simple hecho de abrir un libro para estudiar me dan ganas de quemar el colegio (aunque ya está bastante destruido).
Suspiré y dejé el libro apoyado en la ventana, justo en el momento en el que una carta caía sobre mi regazo.
Extrañada, la tomé y la abrí. Draco me citaba en una cafetería algo extravagante en poco más de una hora.
Estaba profundamente asombrada, y quizás también asustada..no estaba segura.
El compromiso que nuestras familias habían acordado me había taladrado desde un principio...¿Acaso estamos en la edad media? No negaré que me parece...esto...¿atractivo es la palabra?
Suspiré y miré a Khal, que me observaba con interés desde la ventana, como si supiera lo que me pasaba.
Me levanté y fui hasta el armario, que practicamente se componía de vestidos, camisas y faldas, todos de la tonalidad verde, gris o negro. A mi familia no le gusta nada que lleve pantalones o que vista colores vivos, lo ven muy "muggle y vulgar".
Elegí un vestido ajustado de encaje verde esmeralda, con un cinturón marrón en la cintura y unas bailarinas también marrones. Me arreglé un poco y salí del lugar tomando mi bolso.
Llegué a Hogsmeade poco después, y entré en el lugar acordado. Me costó un poco localizar a Draco, que se había puesto al final de la sala.
Pasé al lado de un grupo de brujas viejas que me miraron de arriba abajo con interés...este sitio me da escalofríos.
Me senté en la mesa algo cohibida, ¿Cómo se supone que debo saludar a mi prometido no deseado?

-Eh...Hola Draco-Dije intentando esbozar una sonrisa, aunque creo que debí parecer algo estúpida-Es bueno verte.

Estaba tan ensimismado en mi mismo que no vi a mi prometida entrar, hasta que escuche su voz saludándome. Me puse de pie de golpe y tal vez con algo de brusquedad. Casi tirando la silla, y golpeando mis rodillas contra el borde de la mesa. Apreté la mandíbula para no soltar una palabrota en medio de todas las brujas que me rodeaban. La observe fijamente unos instantes. Esos colores le sentaban bien, sin duda era una chica linda.

-Astoria... - Le sonrío levemente - Me alegro que hayas aceptado mi invitación... - Aguarde a que ella tomara asiento antes de volver a sentarme yo. Estaba aguardando a que llegara para permitirle elegir lo que deseaba tomar. Le ofrecí la carta con calma mientras me frotaba ligeramente las rodillas golpeadas contra la mesa.

-Escoge lo que mas te apetezca... No se tus gustos así que preferí aguardarte...- Justifico de manera caballerosa aunque en realidad no había pedido nada por que había estado a punto de salir corriendo. - Perdona que te haya invitado tan de improviso... Pero esta es la primera vez que podemos hablar solos desde... bueno... desde que nuestros padres decidieron el compromiso... - Trago saliva - Y me gustaría saber... ¿Que piensas al respecto...?-

Intento mantener mi tono calmado y bajo. Era un tema algo espinoso e incomodo para tratar y no sabia como podía reaccionar ella ante eso.

Oi el golpe que se dio contra la mesa, pero hice como si nada para no incomodarlo. Agradecí con una sonrisa su gesto caballeroso y me senté, tomando la carta de sus manos. Tenía el estomago cerrado y sabía que obligarme a comer podría acabar en desastre.

-¿Cómo podría haberla rechazado?-Dije con una sonrisa nerviosa-Gracias por esperarme, y por invitarme, claro.

Vi que iba bastante guapo y me sonrojé como una idiota, observé la carta con fingido interés, imaginando que era un muro que me protegía de la mirada de mi prometido, *si no le veo no me ve*.
Sonreí un poco cuando me dirigió la palabra.

-Oh, tranquilo, cualquier cosa hubiera estado bien-Me decanté por un té de rosas, quizás algo cursi, pero tenía propiedades tranquilizantes.

Como era de esperar, sacó el tema.
Aparté la carta y le miré sin ninguna vergüenza, estas cosas deben hablarse como adultos, aunque esté asustada y me sienta una niña.

-Draco, yo...-Tomé aire-Eres muy especial para mi, y creo que eres...genial...pero...yo no puedo casarme en estas circunstancias-Suspiré-¿Matrimonio arreglado? He dejado de hablar a mis padres...no te sientas ofendido, pero apenas nos conocemos y...-Me estaba metiendo en un berenjenal-He intentado romper el compromiso, por todos los medios. Pero no hay manera, mi padre dijo que habían hecho un juramento impronunciable y que no se hablaba más...estoy asustada, aunque no se si es verdad o es mentira para controlarme-Me agarré las manos-Es una verguenza...tengo 16 años y tu tienes 18...¿En qué estaban pensando?

Me sonreí ligeramente al oír que pide un te de rosas, iba con ella sin duda. Yo sin embargo preferí un te negro. Agradecí también que no hiciera comentario alguno acerca de mi torpeza.

-Prefería esperar a que tu eligieras para no pedir algo que te disgustara... -

Le digo tranquilo y luego la escucho hablar sobre "ESE" tema... Suspiro aliviado, dejando que mi cuerpo se relaje después de tanto tiempo. Por lo menos el saber que ella pensaba que el compromiso era una tontería aliviaba un poco todo el lio que era mi vida.

-Me alegra que pienses así...  - Me sonrío abiertamente ahora - No voy a mentirte Astoria, realmente eres una chica muy linda, sin duda seria un matrimonio de conveniencia para ambas familias... pero yo tampoco quiero casarme. Esa estúpida idea de matrimonios pre-arreglados es de la era medieval y me molesta bastante que decidan por mi... -Comento con una mueca de asco - Lo siento por la palabrota - Me sonrojo levemente observando a las brujas de alrededor y esperando a que no la hubiesen escuchado - Mira, creo que lo mejor que podemos hacer es mantener el compromiso fingido mientras planeamos alguna manera de romperlo... Tiene que haber algo que nos libre a los dos de esto...-

Ofrezco al final. Si no fuese un matrimonio arreglado seguramente se podría considerar de otra manera, pero al parecer ambos estábamos en desacuerdo con esa medida de fuerza que nos imponían.

Sonreí más tranquila con su comentario, aunque no todo va a salir como se espera.
Volví a sonrojarme cuando me dijo que era hermosa (tengo que aprender a controlar esto)

-Bueno, ya sabes...ninguna de nuestras familias ha salido "bien" parada...la mía por cobardes y la tuya por...-Me ahorré el comentario-Perdona, no debería haber dicho eso.
Trajeron la comanda y me entretuve removiendo el té con la cucharilla.

-Tengo por seguro que mis padres no van a renunciar, quieren recobrar el honor perdido y no tienen otra manera mejor de hacerlo...te juro que me exasperan-Arrugué un poco la nariz- Es totalmente surrealista, ¿Se supone que esto está permitido?-Levanté la taza y bebí un poco de su contenido, dejando que el dulce líquido corriera por mi garganta.

Le volví a mirar sonriendo, preparándome para decir lo siguiente.

-Supongo que podemos fingir el compromiso delante de nuestras familias...y quizás de nuestros amigos, aunque nolo tengo tan claro. Lo bueno es que entre nosotros no tendríamos que fingir, podríamos ser nosotros mismos...alguien con quien desahogarse de todo...-Suspiré-Hay una posibilidad de que no podamos romper el compromiso...en ese caso, cuanto yo alcancé la mayoría de edad...-Tamborilee en la mesa nerviosa-Nos casaríamos, con todo lo que eso conlleva-Me sonrojé y le miré-¿Qué se supone que haremos si ocurre?

Mi mandíbula se crispa cuando oigo lo de nuestras familias. Es cierto la suya había quedado mal parada, y en la mía la única que realmente tenia coraje era mi madre. Mi padre y yo eramos unos cobardes y esa mancha no se iba a ir.

-No importa... - Le digo serio - Se lo que mi familia hizo y lo que yo hice... y me merezco cualquier comentario al respecto... - Me quedo en silencio unos instantes mientras tomaba un sorbo de te - Se a que te refieres y se que mi familia esta igual, pero esto de imponer un matrimonio es... horrible... No deberían ser así las cosas ahora...-

La observe tomar el te. Sus modales refinados, su apariencia tranquila ¿Realmente querían casarla con alguien como yo? ¿Por que demonios un padre querría algo así? Creo que si tuviese una hija no obligaría a casarse con un cretino.

-Pues parece que si esta permitido, aunque no debería estarlo. Los matrimonios pre-arreglados quedaron muchos siglos atrás. Pero estoy de acuerdo en fingir delante de los demás. De nuestros amigos no lo se, si realmente nos conocen se van a dar cuenta de que estamos fingiendo, pero no perdemos nada con intentarlo... Y me agrada la idea de poder hablar con alguien sin necesidad de fingir nada...- Escucho la ultima parte que me dice y siento como un escalofrío me recorre. Si no podíamos romperlo realmente tendríamos que casarnos. Sin importar si alguno albergaba sentimientos por otra persona. - Pues... si es cierto... tal vez no logremos romperlo... - Hago una mueca y me sonrojo ligeramente, aunque en mi piel blanca seguramente ese leve sonrojo se notaria mucho mas - En caso de que no podamos romperlo, tendremos que cumplirlo... y tal vez en algún momento aprendamos a querernos...-

Me encojo de hombros, tomando otro sorbo de te. En el caso de que no pudiéramos romperlo entonces ahí pensaríamos en que hacer, mientras tanto deberíamos intentar terminarlo.

Me sentí mal al oir los comentarios tan duros que se hacía a si mismo, no se los merecía.

-Bueno, supongo que parte de esto nos lo buscamos nosotros...Aun tengo que pedir perdón a mucha gente que no se merecía mis insultos de sangre-Tomé otro sorbo de té-Pero tienes razón en que esta manera de "recuperar honor" no va a ninguna parte.-

Ahora que habíamos hablado las cosas, sentía que podía confiar en él, un confidente.
Vi que me observaba y me resultó extraño, por mi parte le observé bien.

No se parecía al mismo chico que conocí al entrar en Hogwarts, un niño cínico y con complejo de superioridad que se metía con todo el mundo cuando tenía ocasión (aunque yo tambíen lo hacía). Rodeado de dos gorilas gordos que le seguían como caniches. Incluso una vez me llamó enana y me revolvió el pelo, estuve a punto de lanzarle una maldición, pero mi hermana me agarró antes de que intentara nada.
También recordé el día que el profesor Moody le transformó en un hurón, que por cierto era muy mono. He de reconocer que me reí, mucho.

Sonreí recordando eso, parecía que había pasado siglos desde eso. Si yo tuviera un hijo, no le obligaría a casarse con una sosa rebelde que se enfada con facilidad.

-Desde luego, no debería estarlo-Sonreí-A mi también me agrada poder hablar con alguien, estos días ha habido ocasiones en las que casi exploto, por lo menos podemos liberarnos un poco.

Asentí cuando dijo lo de "aprender a querernos", no es algo sencillo, pero en el peor de los casos, era mejor eso que sufrir toda una vida.
-No será sencillo, pero en el peor de los casos, podremos con ello-Sonreí-No tengo la intención por ahora de combertirme en Astoria Malfoy-Sonreí al pronunciarlo, sonaba muy extraño...como era de esperar, pero no quedaba del todo mal.

Meneo la cabeza mirando por la ventana unos momentos. No... No creía que todos se merecieran lo que había ocurrido. Toda esta situación era extraña, el intentar recuperar honor y también estaba seguro de que en medio de todo eso estaban manteniendo la estúpida idea de la "pureza de la sangre".

-No Tori... Nadie se busco esto... Yo puedo entenderlo ahora por que estuve del otro lado... ¿Realmente crees que fue solo por la pureza de la sangre? Lo cual es una tontería, pero recién ahora puedo verlo... Todo esto ocurrió por que había algo mas retorcido dentro de la mente de Voldemort que nunca íbamos a lograr comprender... -

Apoyo los codos en la mesa, cruzando las manos frente a mi. Definitivamente había algo que nos habíamos perdido pero jamas íbamos a enterarnos y me quedo en silencio. Recordando todos aquellos malos momentos que habia pasado siendo mortifago. Toda la mentira en la que había creído y en cuan estúpido había sido. Pero no puedo evitar sonreírme al escucharla ponerse mi apellido.

-No queda mal... pero por ahora no quiero tener una esposa... no lo se, me siento algo inestable como para mantener firme a una familia... Vamos a dar lo mejor para romperlo y en caso de no poder ya nos preocuparemos ahí...-

Tal vez debería hablar con el Sr. Greengrass y decirle que yo era un idiota y un cretino y tal vez con eso liberara a su hija de tener que casarse conmigo y pudiera conseguir a alguien mejor.

Levanté una ceja cuando me llamó Tori. No soy muy dada a que me llamen con un apodo (suelo enfadarme) , pero ya que estábamos en esta situación, no me molesté.

-Decididamente siguen pensando en mantener la pureza...después de todo lo que ha pasado, podrían cambiar algo...aunque yo tampoco soy el mejor ejemplo de ello-Recordé lo ocurrido en la sala común, cuando había vuelto a usar el despectivo sangre sucia cuando hablábamos.-¿Por qué eres tan duro contigo mismo?-Tomé una de sus manos-No te lo mereces, de ninguna manera, no tuviste más remedio. -Agité la cabeza-Me vuelve loca cuando los demás te acusan de algo, no lo mereces...independientemente de lo que pasara.

Suspiré e intenté esbozar una sonrisa.

-Yo tampoco me veo en un matrimonio. ¿Qué clase de hombre me aguantaría todo el día?-Sonreí-Me compadezco del pobre hombre que se case conmigo algún día.-Apoyé un codo en la mesa y apoyé la cabeza sobre la mano.-Y luego llegan los hijos, las promesas, los sueños rotos...

Terminé la taza de té y me quedé mirando los posos, intentando ver lo que la profesora de adivinación nos había enseñado. Una vez más descubro que soy incapaz.

-Sabes lo peor?-Dije-Si esto hubiera pasado un par de años,  probablemente a los dos nos habría parecido bien. ¿Pureza de sangre? ¿Familia influyente? ¿Riqueza? ¿Poder? La pareja perfecta. Pero ahora todo ha cambiado, es algo muy extraño que no logro entender...¿Qué ha ocurrido? ¿Qué es nuevo en nosotros?-Suspiré-Independientemente de que se rompa el compromiso, mis padres me volverán a comprometer. Están decididos a casarme con alguien cuya familia sea...importante...y tenga honor.

Un ligero toquecito en las ventanas llamó mi atención, una suave lluvia comenzaba a golpearlas...suave lluvia que en unos instantes se transformó en un aguacero digno del diluvio universal.

-Mmmm...Esto no lo esperaba-Dije arrugando la nariz.

Me paso la mano por el rostro y por el cabello. Aquella actitud que había tomado para ocultar la desesperación cuando comenzaba a sentirla demasiado fuerte.

-Todavía tenemos muy arraigado el tema de la pureza de la sangre. Toda la vida hemos crecido y creído en ello... - Me tenso un poco cuando toma mi mano ¿Que por que era tan duro? Pues por que me lo merecía - Me lo merezco... Si tuve remedio... Yo podría haber rechazado convertirme en mortifago... podría haber luchado contra todas las crueldades que hicieron y sin embargo no hice nada. Fui un estúpido, un cretino y un cobarde. No sabes las cosas horribles que he visto hacer, en mi propia casa inclusive... - Recordaba la tortura que mi tía había hecho y yo simplemente me quede ahí, mirando sin hacer nada como el inútil que era la mayoría del tiempo. Aun me despertaba por las noches con los gritos de ella y las carcajadas de Bellatrix - Todos sabemos que realmente me merezco lo que me dicen. Parte del castillo esta destruido y es por mi culpa. Yo deje entrar a los mortifagos...-

Al ser alguien de Slytherin comprendía un poco mas los motivos de alguien enfermo por la sangre pura y era por eso que podía hablar mas fácil con ella. Suspiro me sentía cansado. Cansado de fingir seguir siendo el niño malcriado que siempre fui, cansado de fingir que las cosas no me importaban.

-No creo que sea un problema para alguien el tener que soportarte... En el mejor de los casos podría ser alguien a quien ames, y en el peor, que seria casarte conmigo, seguramente para ese momento lleguemos a ser amigos y haber cogido un poco de cariño por el otro ¿verdad? Entonces se podría intentar hacer una convivencia mas armoniosa....-

Me mantuve en silencio al oír lo ultimo. Era cierto en otro momento me hubiera pavoneado como un pavo real presumido solamente por estar comprometido con alguien de sangre pura, una familia rica y con honor. Hubiera llevado a Astoria cogida de mi brazo como un adorno exhibiéndola frente a todos los idiotas que me rodeaban.

Asentí ligeramente.

-No creo que sea sencillo romper a lo que hemos estado expuestos tantos años-Suspiré
Escuché todo lo que se dijo y negué con la cabeza.

-No tenías más remedio, tu familia estaba amenazada de muerte-Clavé las uñas en la mesa-Yo habría hecho lo mismo, lo tengo muy claro-Señalé su antebrazo-La marca que tienes ahí demuestra que harías lo imposible por las personas a las que amas, lo veas así o no-Lo de hacernos de apoyo el uno al otro parecía funcionar, por ahora Draco había hablado más en una tarde que en lo que llevábamos de curso.

Sentía que se estaba sincerando, que parecía abrirse un poco y sacar todo el dolor que tenía dentro, quizás así podría sentirse mejor. Además, con él yo podía ser "real", podía contarle todo lo que pasaba por mi mente sin temer ser juzgada o comentada por alguien,

-¿Pero si si amamos a otra persona? ¿Acaso resistiríamos la presión de saber que no nos queremos? ¿De saber que esa será nuestra vida?-Suspiré y apoyé la cabeza en ambas manos-Es mejor no pensar en eso, tengamos un poco de optimismo.

Sonreí un poco.
-Por ahora...¿Cómo rompemos el compromiso? O bueno...¿Cómo lo intentamos?-Dije mirándole con brillo en mis ojos.

Me quede mirándola fijo cuando dijo que ella hubiese hecho lo mismo que yo. Me costaba creerlo. Yo había actuado de esa manera por que primero creí que era lo correcto, y luego me mantuve ahí por la estupidez y la cobardía. No... estaba seguro de que ella era mas fuerte de lo que yo había sido.

-Agradezco que lo veas así... pero estas equivocada... Esto que tengo en el brazo es la marca patente de mi estupidez y cobardía... - Me toque el tatuaje oculto por la ropa - El tenerlo es un recuerdo patente de todas las cosas malas que hice... Tal vez todavía este a tiempo de solucionar algunas...-

Susurro y me quedo escuchándola. No estaba muy seguro de poder soportar si amaba a otra persona. Un nombre comenzó a dar vueltas en mi cabeza. ¿La amaba o solamente me gustaba? ¿Realmente me gustaba o era un capricho? ¿O era culpa? Me sentía confundido, no comprendía aquellos sentimientos dentro mio y me costaba ponerles nombre.

-Realmente no lo se... nunca estuve enamorado... o eso creo... No me gustaría tener que fingir un matrimonio durante toda mi vida... - Dejo escapar un suspiro cansado - ¿Fingiendo la muerte de uno? ¿Demencia? ¿Engañando a la otra persona?-

Todas opciones absurdas y desesperadas. La realidad es que no sabia como romper aquel compromiso.

Negué con la cabeza al oir sus palabras.

-Lamentablemente, repetirte los "errores" que "cometiste" en el pasado, no van ayudarte nada.-Crucé las piernas y moví uno de mis pies arriba y abajo.-Estupidez y cobardía nunca van juntos, la estupidez te hace cometer errores, la cobardía no te deja arriesgarte a cometerlos. Por eso yo no creo lo que dices, fuiste valiente para tu familia, si no te hubieras arriesgado, quizás habrían muerto. Usa tus debilidades como escudo, Draco, así nada podrá herirte.

Le miré extrañada cuando dijo que nunca había estado enamorado...¿pero acaso lo he estado yo?

-Nunca? ¿No has sentido algo especial por nadie? No amor...si no...¿Un tilín?-Jugueteé con un mechón de mi cabello

Reí con sus soluciones.
-¿No sería mejor hablar ambos con nuestros padres?-La verdad es que esa no era una buena solución...

Me quedo unos momentos en silencio, pasando los dedos por el relieve de la marca tenebrosa grabada en mi antebrazo. Se que repetirme los errores que hice en el pasado no van a ayudarme, pero de cierta manera me ayudaban a recordar que no debía ser cobarde. Que tenia que enfrentar las consecuencias de mis actos.

-Realmente no lo se Tori... esto es difícil, aun no he procesado todo lo que ocurrió y la mayor parte del tiempo no se como encararlo...-

Proceso sus palabras. ¿Algo especial? ¿Un tilín? Aquellos nombres extraños que usaban las mujeres para mencionar las cosas me causaban gracia. Pero si había sentido algo extraño por alguien, todavía lo sentía pero no estaba muy seguro de que era.

-Amor nunca... un "tilín" tal vez... pero no se bien como reconocerlo realmente... - Meneo la cabeza - No creo que ninguno de nuestros padres nos preste atención, después de todo ellos mismos fueron los que arreglaron todo esto. Nos la vamos a tener que arreglar nosotros para salir de este problema...

Observé como se tocaba el brazo donde estaba grabada aquella horrible marca, que ataba a Draco a su pasado como una bola de hierro.

-Lo entiendo-Asentí-Lo mejor que puedes hacer por ahora es olvidarte de todo, volver a empezar...no es fácil hacer borrón y cuenta nueva, pero creo que...por ahora deberías intentarlo-Suspiré-Los recuerdos te pueden atar, pero puedes liberarte.

Me quedé pensativa, ¿Yo he sentido algo por alguien?

-Yo...creo que igual...Zabinni y yo coqueteamos el año pasado, pero creo que...no se...creo que si conoces a la persona adecuada algo se enciende, pero el resto...es como escaleras que subes-Suspiré y me golpeé la nariz con la cucharilla-Si, no creo que nos escuchen. Básicamente aun yo no he hablado con tus padres ni tu con los míos...¿Nos escucharían así? La verdad es que no creo pero...


Suspiré y recordé algo.

-Oye, el otro día...en la sala común...después de lo que dijeron Isabelle y Dante...¿Estás bien?-Recordé la reacción de Draco y los comentarios afilados como dagas de Dante. Tambíen recordé lo furiosa que me puse y como grité a Dante-Espero que mi reacción no te asustara...me buscó las cosquillas y...Te juro que no le soporto...será estúpido....

-Estoy intentando dejar todo atrás, pero a veces cuesta. Los recuerdos te atacan por las noches y no les importa si estas tratando de olvidarlos o no... No creo que haya que olvidar, pero si debo aprender de aquello que hice mal... no voy a volver a repetirlo... - Suspiro - Imagino que cuando alguien realmente te gusta es como si flotaras, o eso he oído de personas que lo han sentido...-

La observo golpearse la nariz con la cuchara, y me sonrío levemente al ver aquel gesto tal vez un poco infantil pero que quedaba bien con ella.

-Dudo que nuestros padres nos escuchen, aunque nos conocieran de toda la vida. Mis padres son testarudos, y una vez que algo se les metió en la cabeza, es bastante complicado de sacárselos...-

Dejo escapar una leve carcajada al oír lo de la sala común.

-No me asustaste pero si me sorprendiste, no hubo mucha gente que me defendiera durante mis años aquí. Que realmente me defendiera, así que te agradezco el gesto... Dante se lo merecía, es un completo idiota...-

Finalizo con asco al pensar en aquel inutil con el que compartiamos casa y sala comun.

Sonreí comprensiva.
¿Acaso hay un amor verdadero?

-Creo...que tu has cambiado el que más-Sonreí tamborileando la mesa-¿Flotar? Yo creo que debe ser como una corriente que te recorre de arriba abajo.

Veo que se ríe al golpearme con la cuchara y automáticamente me sonrojo.

-Tengo entendido que en navidades...nuestras familias se reunirán o algo-Suspiré-Quizás...si ahí nos revelamos...

Volví a sonrojarme por la carcajada que soltó.

-Bueno...soy una caja de sorpresas! Dante es un idiota, espero que se le hayan bajado los humos un poco-Dije con cara de asco

No sabia si había cambiado, mas bien creía que era... una revelación. Se me había caído la venda de los ojos, que evitaba que viera las cosas como realmente eran. Todo una gran mentira y una gran farsa.

-No se si cambie, solo me di cuenta de un montón de cosas que antes no había notado. Y la verdad creo que son varias cosas las que te pasan cuando estas enamorado, pero no lo se. Tal vez cuando me ocurra no me pase ninguna de las que dicen, o me pasen todas...- Me quedo pensativo unos instantes, y me sonrío levemente al verla sonrojarse - Bueno pues no es una mala idea. Deberíamos plantarnos los dos y decirles directamente que no queremos casarnos, tal vez de esa manera puedan prestarnos atención...-

Pues si, esta chica era una caja de sorpresas. Agradable por supuesto pero no dejaba de sorprenderme en muchos momentos.

-Dante es un idiota, se merecía lo que le dijeron... pero igual agradezco que me hayas defendido. Fue un gesto lindo de tu parte...-

Miro por la ventana y observo que ha dejado de llover.

-Queda tanto por vivir y tanto por recorrer...No quiero vivir todo de golpe, aun somos jovenes y ya somos adultos. Yo nunca había pensado en que todo eso habría llevado a esto.-Dije haciendo comillas con los dedos-Prefiero descubrir cosas por mi cuenta en vez de guiarme por los demás...aunque con este "matrimonio" no doy mucha fe-Sonreí un poco.

Asentí con una gran sonrisa.
-Todo es intentarlo no? Podemos encadenarnos a la chimenea y no soltarnos hasta que rompan el compromiso-Dije riendo.

Dios mio Astoria...¿Quieres dejar de sonrojarte? Mis mejillas volvían a enrojecer cuando me agradeció el gesto.

-No me des las gracias...mi plan B era lanzarme a su cara para añararsela por completo...-Sonreí guiñándole un ojo.

No pude evitar reírme ante su comentario de encadenar a nuestros padres a la chimenea. En definitiva no era una mala idea. Tal vez si los asustábamos de alguna manera podríamos hacer que rompieran el compromiso.

-Tal vez... si nos amenazamos con matarnos puedan romperlo, aunque no se que tanta suerte nos traería el dramatismo... - Le digo sonriendo y asiento ante su plan B. - Se lo merece, es un idiota. Lo mejor seria que se fuera...-

A pesar de no decirlo yo lo veía a el, y me veía a mi mismo hacia unos años atrás. Sin duda era igual de arrogante e idiota. Me sorprendía lo egocéntrico que podía llegar a ser una persona con estupideces así. Lo mejor seria que se fuera para no tener que volver a verle la cara.

En definitiva...asustarles podría funcionar.

-Si claro, a lo Romeo y Juliera no? Finjo mi muerte al no querer ser casada, mi familia llena de dolor me entierra en la cripta familiar...al día apareces tu y como no te han avisado de mi muerte, te sientes culpable y te envenenas. Me despierto a los cinco minutos y veo tu cuerpo envenenado en el suelo, siento que es mi culpa y me clavo un cuchillo en el pecho...¡Creo que funcionaría!-Digo entre risas, de mis ojos caen algunas lagrimas...¡Hacía mucho que no reía así!
-Sobre Dante...todos tenemos algo que nos ha marcado...el es así por algo ¿no?-Dije-En ningún modo le justifico...pero ya sabes, no somos el mejor ejemplo para judgar.

Sonreí y le miré de nuevo, sin saber si sacar el siguiente tema

-Eh...algunas chicas me han dicho que tu y Hermione...-Me callé-Déjalo, perdona.

Meneo la cabeza cuando comenta la historia tan dramática. Asustarlos era la idea, pero con eso los destrozaríamos. No, teníamos que hacerlo de un manera un poco mas sutil para lograr convencerlos.

-Tiene que ser algo menos dramático, imagínate que empezarían a entrar en pánico al ver mas muertes 3 meses después de la guerra. Tenemos que pensar otra cosa... - Frunzo el ceño con respecto a Dante. - No lo juzgo pero la realidad es que el no es nadie para mirarnos así ni tratarnos así...-

No pude evitar sonrojarme cuando pregunto lo de Hermione. ¿Como podía haberse enterado? Estaba seguro de que no había nadie en el lago cuando yo la bese.

-Bueno... pues yo... erm.. Lo siento Tori... Siento si te lastime con eso...-

Le digo en tono bajo, bajando la mirada.

Asiento un poco.

-Quizás...¿Un secuestro? Mi imaginación no da para más-Dije con una pequeña sonrisa.

Me quedé mirando la taza vacía, intentando adivinar por qué debería molestarme que él estuviera con otra ¿Acaso se cree que soy su dueña?
He de decir que...no es que sienta celos, pero...es extraño.
No se qué le considero, ¿Confidente? ¿Amigo? ¿Algo más?

-Oh! No te disculpes! Me parece maravilloso que estés con alguien!-Sonreí-Seguro que sentirte apoyado por alguien debe ayudarte a pensar en otras cosas!-Volví a sonreir con calidez-Pero...lo que más me sorprende es que...sea ella.-Agité la cabeza-Perdona, no quise decir eso...me refiero a que...no erais el mejor ejemplo de...amistad...creo que os odiabais-Le miré-¿Qué viste en ella?

De ninguna manera le quería importunar, pero tenía curiosidad.

Me quede pensando unos instantes. No sabia que era lo que me atraía. Pero había algo que me hacia querer cuidarla, y protegerla. Realmente no sabia que era lo que podía decir.

- No estoy con ella en realidad... - Me gustaría que así fuera, pero no lo era - La verdad es que no se que vi... Pero ella me hace sentir... extraño... Desde que vi cuando mi tía la torturaba, algo en mi se rompió. No se que es... Y es cierto, la odiaba... o tal vez nunca lo hice... no puedo explicarlo...-