¿Del odio al amor hay un paso...? // Hermione

La superficie del lago estaba quieta como si fuese solida. Ni siquiera el calamar hacia algún movimiento para romper esa quietud y el silencio que últimamente amenazaba a la escuela.

Ahora que estaba solo con mis pensamientos, podía analizar realmente parte de como me sentía. Todo el asunto de la guerra, Voldemort. Todo aquello que me habían inculcado no parecía tan importante ahora, nada había sido como pensaba. Toda esa maldad, esa crueldad. Inclusive para mi que siempre había sido cruel, desinteresado y un cretino aquello era demasiado.

Toque levemente el brazo donde la marca tenebrosa estaba marcada en mi piel y con la que iba a tener que convivir toda mi vida ahora. ¿Como debía llevarla? Muchos pensarían que con orgullo, pero yo la sentía como una gran carga.

-Que porquería de mentira...-

Susurro para mis mismo, todo aquello era una porquería. Y ahora observando el castillo semi destruido no podía evitar sentir esa estúpida culpa por haber contribuido a que ocurra.

Cuando decidió salir al lago no pensó en ningún momento ir de frente al rubio platino que descansaba allí. Realmente, no quería ni planeaba hacerlo...

Pero aun cuando lo había visto no pudo evitar acercarse, no pudo evitar su naturaleza curiosa. ¿Donde estaba Goyle? ¿Y Zabini? Ni siquiera Theo Nott estaba presente en ese momento... y mientras, ella pensaba sentarse a leer cerca del lago. Indecisa si escapar o no, optó por tomar asiento al otro lado. Lejos como para que no pareciera que estaba compartiendo espacio o nada con él y a su vez no tan lejos como para no verlo.

Abrió el libro, sentada contra una piedra y con toda intensión de leer... sin embargo no pudo. Realmente no pudo, por una vez en su vida el libro no le llamaba la atención y es que el rubio dominaba su pensamiento. Fuera de cuan guapo o no pudiera ser él, Draco Malfoy le había visto realmente en el peor momento de su vida: Recordaba el rostro de él mientras era desgarrada por los gritos, por la sangre y los horrorosos espasmos del Cruciatus Curse, esas maldiciones que destrozaban su cuerpo de dentro hacia fuera como miles de cuchillos que le atravesaban y él estaba allí, la tía de él, Bellatrix Lestrange torturando su cuerpo mientras ella rogaba y mentía en la cara de su odiada captora.

Ese chico, él mismo que ahora estaba escondido como ella del mundo, él la había mirado con tanto miedo... realmente parecía por primera vez haberse enfrentado a la tortura y la muerte allí, al hecho de que alguien de su edad podía sufrir esas cosas. Había tratado de ayudarles, había dicho que no los reconocía en primera instancia para distraer a los mortífagos... y aun así al momento de la verdad se había escondido como un cobarde.

... una parte de ella no podía culparlo por eso, ella misma había querido quedarse en el Bosque de Dean y evitar la muerte y la persecución, la tortura, simplemente envejecer allí, solos ella y Harry, su practicamente hermano.

Se distrajo un momento, notando que había estado mirando a Draco un rato quizá demasiado largo, bajando la mirada para disimular que leía.

Una parte de ella deseaba odiarlo, otra le recordaba que no tenía la culpa de todo lo que pasó. Ella misma había declarado a su favor junto a Harry para salvarle de Azkaban, solo esperaba no arrepentirse en el futuro de eso.

Un leve ruido en el césped corta mi concentración. Durante unos instantes me cuesta procesar lo que oigo hasta que por el rabillo del ojo veo una figura aparecer. Levanto la vista para ver a Hermione sentarse lejos de donde yo me encontraba.

La observo unos instantes antes de bajar la vista nuevamente. Flexionando las rodillas y apoyando mis brazos sobre las mismas, con la frente sobre las manos para poder observar el césped debajo de mi.

En muchas ocasiones desde que todo había terminado se me paso por la cabeza acercarme a ella para hablarle, y me encontraba preguntándome que iba a decirle. Si le iba a pedir disculpas, si me iba a quedar callado, si la iba a insultar.

Aquella joven me odiaba y con razón. Siempre me comporte como una escoria cuando ella estaba cerca, pero algo dentro de mi se había quebrado el año anterior cuando mi tía Bellatrix la torturo en mi casa...

Había vuelto a la escuela por que cada vez que pasaba por el salón de mi hogar recordaba sus gritos de suplica mientras mi tía reía como la mujer desquiciada que era. Habían sido unos idiotas por dejarse atrapar.

Recordaba claramente el momento donde había escrito en su brazo aquellas palabras que tantas veces yo había pronunciado.

Levante la vista, observándola fijamente mientras leía su libro. Siempre refugiada tras ellos. Se la veía delgada, como si estuviese mas consumida. Todos lo estábamos después de lo ultimo, yo aun no había recuperado el peso que perdí ni tampoco se me habían ido las ojeras, pero ella parecía tan frágil allí sentada sola...

Quería hablarle, pero las palabras simplemente no acudían a mi, así que solo me dedique a observarla mientras continuaba con su libro.

Ahogó un grito de frustración. Sabía que la estaba mirando... era imposible no saberlo y era tan incómodo.

Tan incómodo que su concentración que habitualmente era completa cuando tenía un libro entre manos se había reducido a cero absoluto, estaba segura de haber leído al menos 5 veces el mismo párrafo, el cual al parecer ni le había prestado atención porque no había logrado retener nada de lo que leyó.

Y era así como ella se encontraba ahora: Mirando un libro, la misma página los últimos 10 minutos, algo tan extraño como encontrarle utilidad a los Escregutos de Hagrid, que cabía decir, no recordaba que comían en primer lugar, pero realmente eran buenos a la hora de hacer explotar cosas.

¿Hablarle o no hablarle?

Alzó la mirada determinada a comentarle algo, el ceño fruncido, los labios separados formulando una frase y... el platino no le miraba. Debió haber sido tontería de ella que no se enteró de algo, realmente Malfoy ya no le estaba mirando luego de un largo debate de por que no debía hablarle o por que no se tenía porque ir de allí aunque Malfoy llegó primero.

Ugh, ¡Malfoy! Que... molesto.

Me sonrío levemente al ver que ella levanta la vista con el ceño fruncido en el momento en el que yo baje la mirada. Su expresión frustrada hacia que se viera como la antigua sangre sucia molesta a la cual no soportaba ni mirar.

Muchas cosas habían cambiado desde que habíamos comenzado la escuela, y siempre nos llevamos mal pero había habido un cambio después de la batalla. A ella se la veía tan frágil ahora, como cuando mi tía se había encargado de torturarla.

Lentamente me pongo de pie, sacudiéndome la hierba de los pantalones del uniforme, antes de meter las manos en los bolsillos de los mismos, para acercarme con paso tranquilo hacia donde ella estaba sentada deteniéndome frente a su figura, mirándola serio.

-Hey... no deberías estar afuera sola... - hablo en tono bajo, sin la maldad con la que le había hablado siempre - ¿Acaso nadie de tu torre podía acompañarte...?-

La observo fijamente, aun con las manos en los bolsillos.

Dio una sacudida. Le encantaría decir que es culpa de las maldiciones y las torturas, pero sabía mejor que nadie que eso no era cierto: Le había tomado por sorpresa y a ella no le gustaba ser tomada por sorpresa en absoluto. Aun así la reacción fue tal, un espasmo que atravesó todo su cuerpo y causó que la mano reaccionara sola, arrojando el libro hacia atrás con un grito ahogado.

Respiró profundo, por un momento temblando las manos, tratando de recordar en que momento había perdido tanto la concentración que ni siquiera estuvo atenta a su entorno. Sentía que si hubiera sido en otro momento habría perdido los estribos por completo, pero viendo a su alrededor pudo ser razonable: Estaba en el Lago, en Hogwarts...

... y Malfoy le estaba hablando.

"¡Malfoy!" Exclamó innecesariamente, simplemente necesitaba ‘descargarse’ con alguien por tal susto, sabía que no era justa con el rubio, pero la cercanía de él le traía algunos recuerdos que prefería mantener bajo control en su mente, rapido llevando una mano a su frente para controlarse y no decir tonterías, cada tanto cuando se ponía nerviosa acostumbraba a balbucear... de hecho, desde pequeña lo hacía, decir tonterías o encontrar razones a cosas que no las tenían.

"No sé por que te importa... Pero si tienes que saber, en mi torre están aun ocupados..." O estaban demasiado ocupados sintiendo pena personal, no que hubiera tenido una gran amistad con Parvati, quizá el único que quedaba que podría acompañarle era Neville, pero estaba con Luna... la chica que había sido encerrada por meses en la mansión Malfoy.

Tragó su orgullo por un momento tratando de controlarse. Siempre había sido la que trató de pensar lo mejor de todos, incluso de él cuando Harry estaba seguro de que él había hecho algo... demasiado ciega como para ver lo que realmente pasaba.

"Tampoco es un buen lugar para ti, ¿no?" Agregó entrecerrando los ojos, indecisa sobre si hacer charla o huir despavorida.

Me sonrío levemente, de manera apenas notable al ver su reacción. ¿La ponía nerviosa? ¿o solamente era la paranoia que la estaba persiguiendo? Observo como revolea el libro, las reacciones de su rostro, mientras levanto una ceja.

-No fue mi intención que revolearas tu libro...-

le digo sacando las manos de mis bolsillos y acercándome a donde había caído el libro que tenia. Ni siquiera me fije de que se trataba, mantenía la mirada fija en ella hasta acuclillarme frente a su figura y entregarle el susodicho libro.

-Me importa porque... - No sabia por que me importaba así que preferí responder a su pregunta directamente - Yo no corro riesgo aquí... y en definitiva, si alguien me atacara o algo me pasara solo muy pocos lo lamentarían... así que da igual...-

Me encojo de hombros, pensando para mis adentros que si algo me ocurría realmente me lo merecía después de lo que había hecho.

Se relamió nerviosa, tratando de poner orden a sus ideas para poder decir algo de todo lo que tenía para decir, mordiéndose los labios para tomar el libro. Su cerebro estaba gritándole ‘demasiado cerca’, indicando la posición quizá demasiado amistosa del platino. Estaba confusa, las imágenes mezclándose en su mente, tratando de encontrar una verdad, algo que no había hecho hace tiempo, ya que lo recordaba...

Lo recordaba pálido y ojeroso, consumido, la expresión de miedo y el asco mientras ella se retorcía en el suelo, en ese lugar que solo por un instante pensó que era hermoso, que hubiera sido lindo crecer en una mansión como aquella, rodeada de unos padres con suficiente dinero como para dedicarle toda su atención. Pero sabía que no era así, odiaba ese lugar y sabía en el fondo de su mente que probablemente Malfoy tampoco querría regresar allí.

En el fondo de su mente reconoció las palabras de él, le recordaban a las suyas cuando habían llegado al bosque de Dean... sus padres no reconocerían ese lugar... ni a ella y ahora sabía que nunca lo harían.

"Bueno... se puede decir que estamos en el mismo bote..." Respondió sin poder expresar nada salvo un reconocimiento personal. Quizá... quizá valiera la pena hablar con alguien que había vivido la guerra de otra forma, alguien que sintió el terror desde un punto de vista completamente diferente, él era un mortífago, pero tenía el mismo terror que ella, trató de ayudarles pero estuvo atrapado con los ‘suyos’ al igual que sus padres. "Eh... ¿Como está... Mrs Malfoy?" Preguntó tratando de ser amable aunque sabía que acabarían discutiendo por cualquier cosa...

Y él seguía demasiado cerca.

No puedo evitar una mueca irónica cuando menciona que estamos en el mismo bote. ¿Realmente lo creía así? Nunca se me hubiese ocurrido que ella siendo tan inteligente podría comparar las situaciones así.

-No... no estamos en el mismo bote... Tu eres importante... yo...-

Le hablo en un susurro, pero me quedo callado al final de la frase mientras la observo fijamente tomar el libro. Incomodarse. ¿Era mi presencia? ¿Mi cercanía? ¿Nuestra mala relación? No lo sabia a ciencia cierta, solamente sabia que siempre nos habíamos llevado mal por culpa mía.

Hago una leve mueca de dolor, antes de crispar la barbilla cuando menciona a mi madre. ¿Que como estaba? Asustada, de que alguien nos lastimara. Arrepentida. La veía observarme con terror de que me derrumbara de un momento a otro y eso me llenaba de angustia y culpa.

-No lo se realmente...  Asustada tal vez... No estuve hablando con ella demasiado... - Era la primera vez que hablabamos de manera franca, lo cual era muy extraño - La pregunta en realidad seria... ¿Como estas tu...?-

Miro su brazo solo unos segundos, antes de levantar la vista y manteniendo la mirada fija en la de ella, sin moverme de mi posición acuclillada frente a ella.

En parte le sorprendió el tema de ‘tu eres importante’... ¿cuan importante era ahora? Había acabado la guerra, la guerra que había luchado toda su vida aun antes de ser consciente de ello, habían acabado las noches investigando como salvar la vida de Harry y ya no tendría las noches en las que se juntaban de a varios tratando de derrotar a Ron en un juego de Ajedrez ‘barbárico’ mágico.

Cabía decir que ella sería el conocimiento y la fría lógica, pero cuando se concentraba, Ron era imparable con la estrategia mágica.

Pero ahora que había terminado... tenía un objetivo y un deseo a futuro, y aun así había algo que no sabía: Quien era ella misma.

Observó la mirada gris de él, lentamente relajándose finalmente. Tenía miedo, la guerra había despertado todos los miedos de golpe, pero se sentía alegre de notar que ya iba disminuyendo la paranoia... igual estaba decidida a conseguirse una medimaga para ser tratada de verdad... y otra vez estaba balbuceando sin sentidos...

Lentamente recogió el brazo para colocarlo contra su pecho en un intento de protegerlo de la mirada de él, suspirando al bajar la mirada al brazo que bajo las capas de ropa yacía maltrecho, aun sanando las cicatrices que en él habían sido gravadas con el cuchillo maldito.

"No es tan grave... no es algo que no haya aceptado. Está mejorando... cada tanto molesta pero ya no tengo espasmos, así que voy mejorando." Respondió tratando de sonar sincera. Había que admitir que si bien era incómoda la situación era agradable poder compartir con él este momento. Algo siempre estaría a la defensiva en su presencia, pero quizá por un rato...

Se movió sentándose sobre la piedra en la que se recargaba para poner un poco más de distancia entre ambos sin ser desagradable o malintencionada, solo necesitaba su espacio personal.

La veo acomodarse contra la roca, lo cual indicaba realmente que la ponía incomoda que estuviese tan cerca. Me sonrío levemente, sentándome con calma frente a ella, con las rodillas flexionadas y los brazos apoyados sobre las mismas.

-Menos mal que por lo menos mejora... yo... - Hago una mueca, decir lo siguiente me incomodaba muchísimo, no estaba seguro de que lo tomara bien - Yo... lo siento... - Le susurro - Por todo... realmente... fui un idiota... y debería haber hecho algo en mi casa...-

Aquellas palabras me habían estado carcomiendo desde que todo había terminado. La batalla final y como esas tres personas contra las que siempre estuve en contra habían testificado a favor de mi familia era algo que cambiaba la mente de cualquiera.

Yo me sentía cambiado, algo dentro de mi se había roto, todo aquello que me había parecido justificado al principio ahora no lo era y tenia muchos sentimientos dentro mio que se habían esclarecido, y otros que se habían enredado tanto que apenas los reconocía.

Me quede mirándola fijamente unos momentos, pero observándola realmente esta vez como a una mujer y no una sangre sucia. Era una chica guapa, a pesar de su cabello desordenado, de lo delgada que estaba. Nunca había prestado atención a que realmente era una chica linda, siempre estuve tan cegado que me había costado caro el prestar atención a los demás realmente.

El corazón le dio un vuelvo ante aquellas palabras, abriendo de par en par sus ojos tratando de razonar y poner sentido en esas palabras, los ojos chocolate abiertos como platos, incrédula, perdida en la idea de que Malfoy, si, Draco Malfoy, el príncipe de Slytherin, el hombre con el que muchas chicas habían soñado hacía no tanto tiempo, aquel que había hecho su vida imposible por los ideales que había metido su padre en la cabeza del pobre y desconcertado niño que había nacido de su unión con la menor de la familia Black...

Ese niño arrogante y pedante, estaba frente a ella, REALMENTE estaba frente a ella pidiendo su perdón por cosas que en perspectiva parecían tonterías. Durante la guerra él nunca luchó pero había hecho lo posible por ayudar o no morir en el intento.

Se relamió sin saber que decir, pasando una mano por el cabello en un intento de ordenarlo, algo en lo que sabía tendría tanto éxito como Harry cuando trataba de peinarse.

"No creo que pueda... perdonar, ¿sabes?" Trató de ser sincera, un silencio incómodo cayendo entre ellos, todo por tratar de no mentirle. "Es la base de lo que pasó... y a su vez soy una ‘sangre sucia’... no sé si pueda olvidar todo lo que pasó, y no hablo de la mansión, hiciste lo que pudiste."

Suspiró tratando de expresarse lo mejor posible, tapándose los ojos con la mano que había tratado de luchar con el cabello a ver si lograba explicarse.

"Podemos tratar de volver a empezar, ¿no? No quiere decir que seamos amigos, pero podemos tratar de tolerarnos, ¿no?" Ofreció agradecida.

Siempre se imaginó que si las cosas hubieran sido diferentes, quizá ella y Draco serían amigos en este momento... pero eso no fue así, solo quedaba hacer lo que podía con lo que tenía.

Me quedo en silencio. Mis ojos sobre los de ella. Celestes contra marrones. Sabia que no iba a poder perdonarme todo lo que habia hecho, yo si hubiese estado en su lugar ahora me hubiese desquitado con un cachetazo por todo lo que habia hecho. Pero no importaba simplemente necesitaba decirlo, necesitaba que lo supiera.

Cuando la escucho hablar, a punto de decir el insulto que yo tantas veces habia proferido no puedo evitar que la ira recorra mi cuerpo. Apoyo la mano en su boca, con fuerza, pero a pesar de eso escucho lo que dice. Antes de soltarla y apartarme, golpeando la tierra con el puño cerrado.

-¡NO VUELVAS A DECIR ESO! ¡NUNCA MAS!- Respiro agitado - ¡NO... VUELVAS... A...INSULTARTE...!

No queria que volviera a mencionar aquel estupido insulto. Por cosas como esas habiamos llegado a este estado de semi destruccion por una guerra sin sentido y ¿para que? para que demostraran que todo eso con lo que habia sido criado era solo una idiotez.

Me siento como indio, pasandome las manos por el cabello con desesperacion. La ira comenzaba a menguar y ahora me sentia vacio. Me quedo mirando al suelo unos instantes antes de levantar la vista. Sonriendome con algo de tristeza.

-Si... no es una mala idea volver a empezar... - Susurro estirando la mano, que me temblaba ligeramente todavia por el golpe a la tierra - Hola... mi nombre es Draco Malfoy, soy de Slytherin y soy un idiota...-

Mantengo la sonrisa

El grito, el gesto, el roce, todo se sumó para darle a Hermione Jane Granger el susto de su vida. Y es que era la primera vez que Malfoy, el fantástico hurón saltarín, le gritaba, siempre le había insultado pero jamás había levantado la voz en su contra, si algo debía admitir, siempre había sido ella la que le gritó o golpeó.

También era la primera vez que la tocaba sin una reacción de asco al menos.

Así que aquí estaba, sorprendida, tratando de poner orden a las ideas que giraban en torno al nombre Draco Malfoy, aun no sabía que pensar sobre él... no parecía malo ahora, pero ¿como olvidar toda la historia compartida? No, ciertamente había mejores cosas que hacer que quedarse pensandolo, pero costaría un buen rato, costaría, aunque ella ahora era la que se sentía precisametne eso: Una Sangre Sucia... si ella se hubiera entregado quizá podría haber salvado a otros, quizá hubiera encontrado la forma de evitar tanta muerte en nombre de sus amigos y ella.

"Hermione Jane Granger... Gryffindor, una verdadera tonta con tendencia a la autorecriminación." Respondió con una ligera sonrisa en los labios. Si, tomaría mucho, mucho tiempo el ser amigos, pero estaba segura que si las cosas hubieran sido diferentes, quizá y solo quizá, ella y Malfoy se hubieran llevado muy bien.

-Olvidaste decir con una ligera tendencia a "yo lo se todo"... - Le digo divertido, antes de sentarme con una rodilla flexionada y el brazo sobre la misma, para poder mirarla fijamente - Debes estar contenta ahora que tus amigos han vuelto ¿Verdad...?-

No había malicia esta vez, tal vez algo que sonaba un poco a envidia. Los pocos amigos que yo había tenido siempre habían sido apariencias nada mas, nunca habían sido reales.

-Sabes... realmente a veces envidio la facilidad con la que hacen amistad todos ustedes... - Me froto los nudillos ahora enrojecidos por el golpe - Siempre todos juntos, todos unidos por vaya uno a saber que...-

Suspiro, realmente aquello me daba envidia, pero muchas cosas habían cambiado, tal vez ahora este año podrían cambiar algunas mas para bien.

Un silencio se expandió entre ellos al punto de dejar una estela incómoda entremedio de ambos. Seguía sintiéndose incómoda y algo rara de hablar con el platino tan de cerca...

De hecho, su momento de comodidad corto vivido estaba llegando a su fin, aunque suponía que tenía tiempo de responder esa pregunta última, respirando profundo, tratando de no decir algo de lo que podría arrepentirse en el futuro. No sabía a que estaba jugando Malfoy. Estaba dispuesta a darle una oportunidad porque había demostrado no ser tan ‘malo’, igual que todos ellos era un chico asustado en un bando que solo los más fuertes y crueles sobrevivían a menos que ocurriera un milagro... el milagro de él era estar en Hogwarts, que apesar de la guerra en sus pasillos demostró ser un lugar seguro para tantos...

Si tan solo Colin, Remus, Tonks hubieran sobrevivido no estaría en este momento dudando de sus propias palabras.

"En realidad... nunca tuve amigos salvo quizá Harry, Ron, Neville, Luna y Ginny... He hablado con Terry Boot, pero no me es fácil hacer amigos... ya sabes, por lo sabelotodo." Admitió con una media sonrisa, buscando ponerse de pie. Quizá... quizá en otro momento podrían volver a hablar, es agradable Draco cuando estaba con ellos, muy agradable de hecho, quizá demasiado amable y no debiera decirles a Harry y Ron sobre esta charla.

"No sé si esto era... algo del momento, pero fue agradable. Suelo venir a leer aquí siempre que salga el sol..." Le dedicó una sonrisa amable, estaba contenta con esta primer charla como recién conocidos, quizá, si se repetía, no sería tan malo.

Me sonrío levemente cuando menciona lo de sabelotodo. Si, aquella era una cualidad que la hacia bastante insufrible a veces, y sin embargo había nombrado a mucha gente que era su amiga, que realmente era su amiga. Yo ni siquiera podía contar a mis compañeros de Slytherin como amigos, solamente eran bobos adoradores de fama.

-Por lo menos tienes amigos... mi única amiga de verdad es Luna... - Susurro por lo bajo - Pero si... todos envidiamos que seas una sabelotodo insufrible...-

Sonrío y hablo en tono de broma, para que no pensara que la estaba insultando, ahora que las cosas estaban un poco mas tranquilas. Me pongo de pie también, mirándola fijo.

-Si... fue agradable... espero que podamos volver a hablar en otro momento...-

Me acerco a ella, observándola aun desde arriba. Su expresión atormentada y dolida me dolía. Quería consolarla y acompañarla pero no estaba seguro de si podría hacerlo. Acaricio unos instantes con la punta de mis dedos su mejilla, antes de deslizar la mano hacia su nuca. Llevado por el impulso, acerco su rostro, apoyando sus labios sobre los míos. Apretándola unos instantes contra mi cuerpo, mientras disfruto de sus labios fríos antes de separarme. Mis mejillas se sentían calientes por el sonrojo y una calidez que no sentía se extiende por mi cuerpo.

-Si... nos volveremos a ver...-

Le susurro separándome de su cuerpo. Había hecho algo estúpido y lo sabia pero no lo había podido evitar, tampoco había querido. La miro unos instantes mas antes de alejarme de ahí con paso apresurado. Si... en el fondo seguía siendo un cobarde.

Hermione se quedó...

Se quedó, punto. Nada tenía sentido desde el momento en que sintió un roce en su nuca, sintiendo esa parte donde se escondía la cicatriz que le había causado Bellatrix y el lento roce que no deseaba responder... realmente deseaba no responder, pero el movimiento era natural.

Y tan rápido como llegó se fue, dejandole sonrojada y aterrada. ¿Que estaba haciendo? Ella no quería a Draco Malfoy, apenas y si sabía su nombre y esta era la primer conversación cordial que tenían. Sus venas vibraban convida pero no sabía si era por el deseo de golpearle en la cara o por las ganas de llorar. No estaba lista para los dramas sentimentales, si estaba tratando de eludir a Ronald como a la misma peste, ¿por que Draco Malfoy había hecho esto? O peor, ¿por que había correspondido?

Lo vio alejarse, tardando demasiado en reaccionar y para cuando se quiso dar cuenta había quedado con el corazón en las manos y la mirada perdida tratando de comprender precisamente QUE había pasado.

Spoiler:

Nopes, no te perseguiré
El shock es demasiado grande