Rolling in the Deep || Abierto

Cuatro meses. Los alumnos de Mahoutokoro no parecen escandalizados tanto por mi transferencia como por el hecho de que estoy embarazada. Y a pesar de eso no me tratan tan mal. Quiza es que son mas frios y distantes que lo que estoy acostumbrada. No que en escocia sean demasiado amistosos pero son un poco mas que ellos seguro. Las costumbres son raras y yo me siento distante. La tecnologia es algo que conosco de vista pero nunca trabaje con ella y mucho menos en conjunto con magia. Mama seguramente estaria muy contenta con la transferencia. Si tan solo le hubiera dicho de esta.
Y todo para nada. Al final el colegio vino a Hogwarts. No he hecho nada mas que quedarme de fondo. Mi bebe sigue creciendo y es cada vez mas incomodo doblarme por la cintura. Esto no debia pasar. Soy una idiota. Soy una idiota que se dejo influenciar por un idiota que se fue. Esto es lo que pasa cuando te prometen y no cumplen. Ahora no se donde ire cuando termine el colegio. No quiero ser mama. No quiero esto. Pero aqui estoy. Viendo el colegio a lo lejos y sabiendo que esto sera inevitable.

Estoy a la espera para partir. Los trámites se han retrasado un poco, la profesora Macgonagall me ha dicho que para después de la cena es probable que esté todo listo. Pero ahora tengo demasiado tiempo en mis manos. Demasiado tiempo.

El lago era pensar en mi último encuentro con Albert, no quiero verlo ni encontrarlo en el castillo, tropezar de nuevo con su mirada dolida, como si fuera yo quién le hubiera hecho daño a él. Me refugio en el invernadero, pasando mis dedos por las hojas de aquellas plantas que sé no me comerán ni envenenarán si las toco.

Veo entonces un uniforme que me cuesta reconocer. Los alumnos de Mahoutokoro pasan poco tiempo en el castillo, prefiriendo refugiarse en su campamento. -Hola, ¿estás bien?- Pregunto, sin saber si habrá entendido mi idioma. Hay algo en ella que me resulta familiar, y al verla voltear sé porque.

-Lorelaine...- Le digo, sonriéndole dulcemente mientras me acerco a ella. -Cuanto tiempo.-

Dudo al levantar la cabeza para verla. Es la verguenza. Siempre me pasa cuando hago algo mal que se no deberia haber hecho pero en ese momento parecia lo mas sensato. Como quedarme en el colegio cuando se que Edward estaria por aqui y me veria asi. Luego de que desaparecio no parecia tan logico. Nada se ve logico desde esa noche en que estuvimos juntos o ese momento en que nos cruzamos por primera vez.
Luna creo que es una de las pocas personas que me han prestado atencion en el tiempo que vivi en el castillo.

Pongo una mano en mi panza tratando de ocultar lo inocultable. Con tres meses había parecido un poco mas rellena pero ahora de cuatro no hay forma de disimular.
-Si mucho tiempo. Como estás?- Pregunto por cortesia.

Noto como su mirada parece nerviosa, como sus manos se cubren su estómago, donde resalta bajo el uniforme la forma redonda que no tardo en distinguir. Levanto mi mirada de pronto, sin decir nada al principio.

-Físicamente hablando, me encuentro bien.- Le digo, pues es la verdad. Mi mente aún intenta descifrar muchas cosas, pero sé que aún ha de pasar mucho para poder ponerme en orden. Maddie ya no está conmigo, pero aún tras las palabras de Jesse, sé que algo debo hacer. Sé de Louise, y es algo que necesito hablar con el rubio Ravenclaw, antes que algo malo suceda a mi... no, a su bebé. Le pongo una mano en la mejilla, con una caricia. -¿Estás asustada? Es normal, nadie puede prepararse para algo así. Pero verás cuantas alegrías te traerá. Sólo que hacerlo sola es difícil, muy difícil. ¿Tu novio lo sabe?-