Bowerbird {J. Sullivan}

Apenas había empezado a hacer los deberes, siendo sincera, ni siquiera los había abierto.
Estaba demasiado enfadada, demasiado distraída y demasiado decepcionada para hacer cualquier cosa, por lo que me había tumbado en el sillón de terciopelo verde de la sala común, con los brazos cruzados sobre el pecho y mirando la chimenea con la mirada perdida, al igual que mis pensamientos.
Había sido una estúpida, me había comportado como una niñata, como la niñata de Slytherin que perfectamente podría haber sido Pansy Parkinson en ese momento.

Me pasé las manos por la cara y parpadeé un par de veces, pensar más en ello no me iba a ayudar nada.
Me incorporé en el sofá y me senté, pensando que era muy extraño que la sala común estuviera demasiado ordenada, tenía sentido. Belle y Nott habían estado castigados por destrozarla (otra vez). Aunque tampoco pasaría mucho tiempo hasta que volviera a estar todo patas arriba. La semana pasada se las habían apañado para pintarle bigotes al retrato de Salazar. El pobre había estado soportando de todo.

Coloqué mi cabello dándole caída sobre mis hombros, suspirando levemente.
Oí que alguien entraba por la puerta de la Sala y miré hacia allí, para ver a James Sullivan.
Apenas sabía nada sobre él; 17 años, 7º curso, purista, probablemente lado de Voldemort y si, guapo. Recordé con amargura que esa podía hacer sido mi descripción perfectamente si la cosa hubiera seguido igual que hace dos años. Como cambian las cosas en tan poco tiempo.

Le saludé con una sonrisa.
-Hola, Sullivan-Era curioso como ahora hablábamos todos con todos...tampoco había remedio, eramos apenas unos cuantos Slytherins.

Regresaba a la Sala Común después de haber estado preparándome para las pruebas de Quidditch. Finalmente me había decidido a entrar en el equipo, pues había vacantes, y esperaba que me escogieran. Me encantaba ese deporte y lo practicaba siempre que podía, aunque aún no profesionalmente. Ahora que había decidido dar el paso estaba dispuesto a ser el mejor en esa disciplina, fuera como fuera.

Tras estar un buen rato practicando en el campo, me había dado una ducha en los vestuarios, dispuesto a volver a la Sala Común. Aún me quedaba alguna tarea por hacer, y quizá encontrara alguien que no la hubiera terminado tampoco. Pero ahora mismo eso no me preocupaba demasiado, estaba dispuesto incluso a tirarme un rato en los sillones de la sala común y hacer el vago.

Cuando entré, me dirigí precisamente hacia allí y una voz femenina me saludó. Era Astoria Greengrass, una guapa morena que si no me equivocaba, estaba comprometida con mi compañero, Draco Malfoy -Hola Greengrass -saludé y me dejé caer en una butaca enfrente de ella, que estaba sentada en el sofá -¿Qué haces por aquí sola? -pregunté. Me quedé mirando distraídamente hacia el fuego en la chimenea, para después volver a mirarla.

Sonreí mirándole cuando me preguntó qué hacía.
-Pues...nada en realidad, intentaba estudiar pero...al parecer no estoy muy por la labor-Dije señalando con la cabeza los libros que estaban en el suelo.
El fuego de la chimenea comenzaba a apagarse, por lo que me levanté y puse otro trozo de madera en las llamas, observando el fuego unos instantes para después levantarme y dar dos palmas para quitarme el polvo de las manos.

Volví a sentarme en el sofá y le miré con una pequeña sonrisa.
-¿Y tú? ¿Qué haces por aquí?-Dije observándole, crucé las piernas y puse mis manos sobre mi regazo.
-¿Qué tal te está yendo estos días?-Pregunté-Ser de Slytherin está siendo...algo duro, al parecer-Me encogí de hombros.

Me coloqué el cabello y le sonreí un poco, esperando su respuesta.

Seguí con la mirada la suya cuando dijo que intentaba estudiar pero no estaba por la labor. En efecto, varios libros en el suelo lo corroboraban. Sonreí ligeramente -Yo estoy igual, me puede la pereza y el aburrimiento. Observé que Astoria se levantaba a avivar el fuego y me quedé durante unos segundos mirándola. Sin duda era un partidazo, si eran ciertos los rumores sobre Draco, el chico no sabía lo que se estaba perdiendo con esa mujer.

Aparté la mirada como si no la hubiera estado mirando cuando se volvió hacia el sofá, y volví a fijar la vista en el fuego, con media sonrisa. -Vengo de entrenar un poco, hace un día espléndido fuera -dije mirándola y sonriendo. Su siguiente pregunta me hizo encogerme de hombros y soltar una risita -Ser de Slyhterin siempre es más duro de lo que parece, pero somos privilegiados por estar aquí, aunque algunos no lo merezcan -añadí. No era ningún secreto que en nuestra casa había estudiantes que más bien merecerían estar en Hufflepuff -¿A ti como te va? -pregunté con curiosidad, al tiempo que me recostaba un poco más hacia atrás en la butaca con expresión distraída, pero sin dejar de mirarla.

Le miré sonriente.
-¿Estuviste haciendo quidditch? ¿Piensas entrar en el equipo?-Sonreí, yo también había pensado en entrar, siempre me había gustado el quidditch...pero al parecer las chicas no eran demasiado bienvenidas en el equipo de Slytherin.-Si así es...te deseo mucha suerte en las pruebas. Quizás haya animadoras, aunque no creo que sea lo mio, me gustaría también entrar en el equipo de quidditch, pero no creo que Slytherin quieran chicas en el equipo-Sonreí un poco

Asentí un poco.
-Quizás tengas razón, nunca nos han mirado demasiado bien...pero al parecer ahora las miradas matan-Me encogí de hombros-Y si, probablemente hay un par de personas que no deberían estar en esta casa-Dije sonriendo.

Le miré unos instantes, con una pequeña sonrisa en mi rostro.
-A mi me va...bastante bien, supongo. No perfectamente, pero bien...pero...r-Suspiré-¿Y a ti?
Acaricié el terciopelo del sofá.

Asentí con una sonrisa cuando preguntó si pensaba entrar en el equipo -Esa es mi intención, pero no sé cómo de duras serán las pruebas y la competencia este año, así que me estoy esforzando al máximo -expliqué sin dejar de sonreír, suspirando tras oír que a ella también le gustaría entrar en el equipo pero que se topaba con que los jugadores de Slytherin eran reacios a admitir chicas en el equipo -Si quieres mi opinión, me parece una medida algo tonta, las chicas podéis ser tanto o más competentes como nosotros cuando os lo proponéis -le guiñé un ojo divertido -Si yo fuera capitán admitiría chicas también -añadí encogiéndome de hombros.

Asentí ante su reflexión sobre cómo nos veían en las demás casas -Supongo que también es un componente de envidia, Slytherin es una de las casas con más gloria y poder, aunque no lo reconozcan muchos darían un brazo por estar ahora mismo contigo y conmigo en esta sala -añadí con media sonrisa.

La miré alzando una ceja cuando dijo que no le iba perfectamente -¿Y eso a qué se debe? -pregunté con curiosidad. No es que nunca hubiera hablado largamente con Astoria, pero era del tipo de gente con quien seguro me venía bien relacionarme -Yo por mi parte no tengo ninguna queja en los últimos días, parece que todo sale medianamente bien, o al menos a mí me lo parece así -añadí encogiéndome de hombros.

Sonrío un poco.
-Estoy segura de lo conseguirás...mírate, eres puro múscul...-¿He dicho yo eso? Enrojecí como una estúpida-Disculpa, creo que no debería hacer dicho eso-Sonreí un poco.
Miré al fuego, que se avivaba por momentos.
-Eso es genial por tu parte-Dije sonriente-Espero que me permitan entrar en el equipo.

Asentí un poco.
-Si me hubieras dicho eso hace dos años, te hubiera dado toda la razón...pero ahora...-Suspiré-Sigo orgullosa de pertenecer a Slytherin, pero ya no es lo que era-Me encogí de hombros

Le miré a los ojos.
-Vamos, como si no supieras que estoy prometida con Draco Malfoy-Suspiré-Ya sabes...continuar con el legado sangre pura...-Le miré con una sonrisa triste-Me alegro de que te vaya todo bien, James.

Coloqué mi cabello a un lado de mis hombros y me quité la chaqueta del colegio, dejándola sobre el reposabrazos.

Sonreí levemente cuando se interrumpió en medio de la frase y agité la cabeza para quitarle importancia al hecho cuando vi que se sonrojó y dijo que no debería haber dicho eso -No pasa nada -sonreí quitándole hierro al asunto. Pero por supuesto, me sentía halagado -No tienes por qué disculparte, es un honor recibir un piropo de una chica preciosa -añadí guiñándole un ojo divertido.

Asentí cuando dijo que Slytherin ya no es lo que era -Entonces habrá que recuperar el antiguo orgullo de la casa, no podemos dejar que nos asocien con alborotadores o fracasados -me encogí de hombros suspirando. Cuando entré en Slytherin supe que esta casa me ayudaría a alcanzar la grandeza, pero ya no estaba tan seguro. Como ella decía ya no es lo que era antes.

Suspiré cuando habló de que estaba prometida con Draco Malfoy -Lo sé, es una faena no poder decidir por ti misma lo que quieres y que lo decidan otros -me encogí de hombros. Por fortuna a mí no me habían comprometido todavía con nadie, y más valía que no lo hicieran. Observé en silencio como se quitaba la chaqueta, sin decir nada ni apartar la mirada.

Sonreí abiertamente.
-Gracias por el cumplido, James-Reí un poco cuando me guiñó un ojo.
Me encogí de hombros, también divertida.
-¿No conoces a Nott ni a Belle? La verdad es que ellos son los alborotadores principales-Reí y le señalé el cuadro de Salazar-Si te fijas, podrás ver que tiene un bigote francés semi-borrado-Le sonreí.-Pero fracasados...no he visto a ninguno por ahora.

Asentí un par de veces.
-Supongo que hace dos años hubiera estado feliz de comprometerme-Dije-Sangre pura y familia rica, partidazo-Suspiré-Pero ahora...todo ha cambiado demasiado, y muy rápido. Espero que no te pase igual que a nosotros.

Le sonreí y crucé las piernas.
-¿Irás al baile?-Pregunté.

Sonreí cuando mencionó a Belle y a Nott -Claro que los conozco, siempre como el perro y el gato, pero luego no saben estar el uno sin el otro -sonreí. Esos dos chicos eran alborotadores, pero al menos nos hacían reír y no lamentarnos. Eran mucho peores otros alborotadores de otras casas, que ni gracia tenían -Fracasados espero no tener la desgracia de verlos en esta casa, pero como está el Mundo Mágico... Nada es imposible -murmuré encogiéndome de hombros.

Sus palabras me hicieron pensar sobre eso de los matrimonios acordados -La verdad es que de momento no busco ni enamorarme ni casarme, y creo que mis padres lo saben, y me conocen lo suficiente como para intentar no prometerme hasta que yo me decida por alguna que me convenga o que me guste -expliqué. Con mi carácter, mis padres sabían que si intentaban decidir por mí, yo no me iba a quedar callado.

Se hizo un breve silencio cuando preguntó si iba al baile. La miré fijamente, asentí y sonreí -Sí, iré, no sé con quién pero iré -dije finalmente -¿Estarás también allí? -pregunté curioso.

-Así es, el perro y el gato-Sonreí-Pero se les quiere...de alguna manera, aquí somos una gran familia. -Cabrones, promiscuos e hijos de puta, pero familia.
Sonreí al chico y me levanté, acercándome al aparador donde guardábamos las botellas de alcohol. Elegí una botella de alcohol al azar y do vasos. No tenía intención de emborracharme...solo tenía ganas de tomar una copa nocturna...no era costumbre.
-¿Quieres?-Dije señalando la copa.
Suspiré y me llevé el vaso a los labios, sorbiendo tranquilamente su contenido.
-Afortunado...yo tampoco me quiero casar...y no se si enamorarme ahora es una buena idea...pero ya ves-Esbocé una sonrisa y volví a recostarme en el sofá.
Asentí con la cabeza y sonreí.
-Si, estaré ahí...pero no creo que vaya con nadie, demasiado lío....¿Ya tienes pareja?-Sonreí-¿De qué iras vestido?