Buscando razones de vida - [Aria D'Angelo]

- Hasta ahora eran las siete de la noche el lugar empezaba a llenarse por aquellos jóvenes aventureros que se dejaban llevar por la vida, pero había otros que recorrían a este lugar por ser uno de los pocos bares de la época que dejaban entrar y frecuentar menores de edad. El lugar se encontraba ni muy lleno ni muy vació ya que se caracterizaba por uno de los mejores vinos y ser uno de los poco con cócteles de la época pero el precio era bastante alto.

- Este no era mi caso, yo me encontraba  bebiendo como era habitual y me gustaba pasar en ocasiones por acá ya que las tiernas y lujuriosas niñas que hay veces llegaban solían llamar mi atención. Había una chica bailando sola en mitad de la pista... Quizás una virgen esperando perder su virginidad con su novio en un baile, típico sueño; me fue imposible contener la carcajada. No paso mucho tiempos antes de que aquel hombre canalla llegara con si chica quitándome el espectáculo de la joven - ¿Realmente soy como un lobo buscando a caperucita? .

- Me sonríe ante mi misma mientras llevaba un sorbo grande de nuevo a mi boca, pero pasando los guardias con suma facilidad una joven entro en mi visión... No la había visto antes por acá pero se veía bastante segura y hermosa, pero lo que llamo mi atención no fue su figura. Mi mirada se poso sobre sus labios realmente eran perfectos.

- Voltee el banquillo en el que me encontraba me cruce de piernas esperando que mi cabellera azul no destacara tanto con las luces, espere a ver que hacia antes de acercarme.

Al ver aquella chica con unos labios tan rojos... Pasaron unos segundo mientras recordabacuando la sangre llenaba mis labios de un color escarlata y despertaba con la desnudes de mi cuerpo y el sabor carnal de mi boca. Casi se me llenaron de brillo los ojos por un instante.

Me levante de mi lugar y camine sentandome de un golpe mientras levantaba  la mano y aquella cantinera demasiado joven para su labor, se acerco con dos cervezas servidas en los mas extravagantes vasos con una coloracion algo azulda; Al quedar tan pegada a la joven y sentir los pasos con que se alejaba poco a poco la cantinera, no fui capaz de mantener la mirada en sus ojos aquella se poso en sus deslumbrantes labios -  Valla, valla... Pare que jamas te habia visto por aqui. ¿Como te llamas?

La tira de mi bolso resbaló por mi brazo mientras se dejaba caer en mi regazo. Me pasé las manos por el cuello sacando mi pelo del abrigo y comencé a desabrocharlo, definitivamente mi atuendo no concordaba con las cortas y finas telas que llevaban el resto de las mujeres del local.

Resoplé resignada mientras la sonrisa de Astria regresaba a mi recuerdo; saqué los brazos de la tela y dejé que la suave tela de mi blusa siguiera cubriendo mi piel.

La música del local no ayudaba a que mi mente dejara de "maquinar" por lo que decidí girarme y pedir algo que Isabelle hubiera tomado. Justo en ese momento una voz femenina se dirigía a mí.

-Hola...-¿qué mal podría haber en decir mi nombre a una muggle desconocida?-Sí, no suelo venir a menudo.-traté de sonreír pero todo lo que salió fue una mueca algo forzada.

-Sus brazos se movian en un son de delicadeza que deliberantemente se llevaban de alguna manera mis desgracias, provando cierta curiosidad y lujuria que recorria mi cuerpo como un rayo erizando por un momento mi piel... Mi miarada se puso sobre ella recorriendola de arriba abajo un poco inquietante - ¿Como te llamas? la gente suele ser un pocosospechosa por aca - Digo con un gesto mientras sonrio ligeramente.

- ¿Que quieres de beber yo invito? Digo mientras levanto la mano para que la barman del lugar se acercara.

- No podia evitar mirar sus labios rojos tan escarlatas, por un momento cruzo por mi mente aquella dama de rojo salida de pesadilla de niño... Mi mirada se consumio por un momento por la bestia que carcomia mi interior; la pupila se me quebraba mientras un suspiro se llevaba todos aquellos pensamientos que seguian por mi mente.

Separé los labios para responder, pero sus ojos clavados en mi boca me incomodaron. ¿Seguían maquillados? Pasé la lengua por ellos notando el dulce del labial; sí, por el sabor y la mirada de aquella mujer, así era.

La morena no parecía mucho mayor que yo, tampoco es que la iluminación del local ayudara a refutar mis pensamientos. Tenía el cabello corto, los ojos enormes y llenos de un brillo nada tranquilizador. No era muy alta, más bien lo contrario, su ropa tampoco concordaba del todo con el estilo de la sala; volvió a preguntar mi nombre.

-Aria-mascullé, la extraña luz de sus pupilas me erizaron la piel.-Lo que tomes tú...

Su expresión era desconcertante, como si escondiera o tramara algo. Sacudí levemente la cabeza borrando esos pensamientos y me centré en el barman que se acercaba.

- Bueno ''Aria'' es la mejor respuesta que he escuchado en toda la noche... no creo que quede nadie que te lo pueda decir, pero con mi palabra esta bien verdad? - El barman se acerco con dos copas pqueñas de un tono verdoso... Aparentemente dos licores furtes y uno ligero flameado.

- Tome uno de los limones de la barra - Primero tomas uno de ls mimones y lo llevas a tu boca dejando el zumo en ella, luego bajas la copa de licor - a medida que iba diciendo los pasos los iba llevando acabo para generar cierta confianza... Mi rostro habia cambiado drasticamente, parecia mas el de una niña curiosa que jamas habia visto nada igual - ¡Vamos es tu turno! - dije con un tono algo emocionado por a situacion.

- ¿Y de donde vienes? tienes un olor que me recuerda a algo familiar

Sonreí divertida al verla realizar los pasos, su cara no se agrió por lo que pensé que quizás el licor sabía delicioso; ingenua de mí.

Asentí a la vez que tomaba con mis manos el trozo de limón, lo acerqué a mi nariz para olerlo. Disfrutaba de los aromas de los frutos, me recordaban a los terrenos de los Poulain. Volví a sonreír al recordar a Belle, ella se desenvolvía mejor en esas situaciones; seguramente aquella mujer se habría acercado a la pelirroja y no a mí. Coloqué el limón sobre mis labios, notando cómo una gota ácida resbalaba a la vez que la piel del fruto se manchaba de carmín. Apreté para guardar el jugo en mi boca y agarré rápidamente la copa tragando la fuerte mezcla.

No sé por qué pensaría que quizás "aquello" podría estar delicioso. Agité mi cabeza mientras cerraba los ojos tratando de borrar aquel sabor de mi boca, los abrí sorprendida: un maravilloso calor desconocido brotaba de mi estómago. Separé los labios divertida pero hasta pasados unos segundos no pronuncié palabra.

-¿Qué era exactamente?-el calor siguió expandiéndose por mi cuerpo.-Creo que no me has dicho tu nombre...-dije al percatarme.

- Creo que un extasis de emocion recorrio mi cuerpo al ver como sus labios finos y rojos recorrian aquella sustancia acida, ese color escarlata de sus labios me recordaban el jugo de sangre que marcaba mis noches de luna llena... Su rostro como el de una niña sacaba un lado oculto de mi cuerpo.

- Una persona con dos tragos de estos quedaria inconsiente, - ¿pero aun no queremos que esto sucedad verdad? - De je salir una risa de mi cuerpo algo picara y mi rostro estaba mas jugeton y amigable, parece que por fin me sonrie esta agonia de vida.

- Es un licor que me encanta, ¿acaso no te ha gustado esa sensacion  y liquido caliente que bajaba por tu cuerpo?... El sabor es amargo pero la sensacion es dulce - acomode mi lugar y gire el de ella para que nuestras piernas quedaran entre cruzadas y nuestros rostros se quedaran mirando - Me llamo celelia, mucho gusto - estendi mi mano para que la tomara.

-No estoy muy segura...-dije aún notando el calor esparcirse por mi torso.

Coloqué mi mano sobre mi vientre y cerré los ojos un instante disfrutando de la sensación. Al notar un roce entre mis piernas separé los párpados.

-Emm...-aquella mujer se encontraba demasiado cerca -¿Celelia? Nunca había escuchado ese nombre, ¿eres de por aquí? -pregunté con curiosidad.

- Pues realmente no me parece raro, considerando que seguramente es la primera vez que entras a un lugar como este - Su cuerpo generaba cierta exitacion emocion en el mio, pero era algo que debia controlar con el tiempo... Sus labios era algo que me emocionaba ¿acaso podria besarlos luego?

- ¿pero cuentame tu de donde vienes? - Digo tomando un gran vaso del alcohol que se encontraba en la barra, acompañado de ese mugriento plato de mani.

- ¿ que hacias por aca ? - Digo mientras consiento calidamente una de sus mejillas al retirar mi mano dejo que mis dedos rocen sus labios.

No era la primera vez que entraba en un local nocturno, tampoco la primera vez que el local era muggle. ¡Por Merlín mi mejor amiga era Isabelle Poulain! ¿Dónde mejor que en un lugar como ese para olvidar a Astria aunque fuera durante unas horas?

-No has respondido a mi pregunta...-curvé la sonrisa dándole a entender que me percataba -Vengo de un juicio -dije sin más, estiré la mano llamando la atención del empleado-Algo más dulce que lo anterior por favor...-me volteé y de nuevo nuestras piernas se rozaron.

La caricia que me había ofrecido Celelia se reprodujo en mi mente: ¿acaso había rozado mis labios? Levanté la mirada tratando de desentrañar la mujer que tenía delante. No la conocía de nada y no es que me diera la mejor de las sensaciones.

-Te toca responder a ti...-pase la palma de la mano por mi cuello, consiguiendo apartar los rebeldes cabellos hacia el mismo lado.

- Me extraña, como puede ser que vengas de un juicio al cual fui invitada pero mi asistencia es algo irrelevante - mira los gestos que hacia con su mano al llamar al cantinero y no pude evitar notar con cuan delicadeza se expresaba ciertamente se me hervió un poco la sangre - Si gustas puedo mostrarte de donde vengo - La mire de arriba a abajo una vez mas...


- ¿No te gustaría averiguarlo? - Dije mientras ciertamente mis ojos se tornaban de un color amarillento mientras la pupila se quebraba en dos y le obsequiaba mi mano para que la tomara.