Quien fuera [Theodore N.]

Sonreí con ironía.
-¿Mi mejor amiga? Eso es impresionante, Belle diciendo que tiene amigos-Dije-Eso es un gran paso para la humanidad.

Puse los brazos detrás de la cabeza y me estiré en el sofá, para después mirarla con una gran sonrisa interrogante.
-Nunca he entendido como el sexo puede estropear algo-Dije-¿Qué tiene de malo que dos personas que se quieren pero no deseen llegar lejos se tumben en una cama, un sofá, o el mismo suelo para hacer que la otra persona roce el cielo durante unos cortos, pero intensos instantes?-Dije-¿Desde cuando las cosas buenas estropean cosas?
Me encogí de hombros.
-Los sentimientos lo estropean todo, los estúpidos sentimientos-Dije y la miré con una sonrisa-En ocasiones, es bueno ser un cabrón.

Quizás mi problema es que temo lo que es tener sentimientos, lo que implica tenerlos, y lo que duele perderlos.
Sonreí a Belle y tomé un almohadón, le hice un agujero con las manos y golpeé a Belle con ella, haciendo que todas las plumas de la almohada volaran por la habitación.

—¡Por supuesto que tengo amigos!

Esa es mi exclamación. Que Nott me crea una desalmada amargada y demás adjetivos no quiere decir que yo no sienta un mínimo de apreció por unas cuantas personas en este mundo.

—El sexo en sí no estropea nada —estoy de acuerdo con él, pero me acerco hasta su oreja mientras él está estirado en el sillón—. Sólo que no podrías verme desnuda sin enamorarte... —le dejó caer y menos de cinco segundos después empiezo a reirme—. ¡Debiste ver tu cara!

Me doblo sobre mi misma y no entiendo por que Nott odia tanto los sentimientos. El amor, la amistad... esas cosas comunes y corrientes. Ya lo sentirá algún día, me imagino, pero de momento disfruto riéndome de él. Claro que se e acaba la risa cuando un almohadón se estrella en mi cara y las plumas vuelan por todas partes.

¿Seguimos seguro de que esto no es el preludio de un porno demasiado largo? Le lanzo un cojín a la cara. Se lo merece.

Solté una carcajada y me revolqué por el suelo de risa.

-Ver...verte...y...y no...ena..morarme-Reí hasta que se me saltaron las lágrimas-Dios mio, Poulain, esa si que es buena! ¿Y yo soy el egocéntrico?

Me limpié las lágrimas durante unos segundos y le lancé otro cojín.
-Dios, Poulain. Estás serán las anecdotas que les contaremos a nuestros nietos-Dije.
Imité a un viejecito sentado al lado de la chimenea.
-Y entonces, hijitos, la Tia Belle se creyó guapa-Dije riendo.

Vi su cara de avada y volví a mi escondite detrás del sillón.
-Atención, soldados! Belledzila está rondando y quiere follarse vuestros cadáveres!-Dije con voz de soldado herido en la guerra.

Sí, se rio más que yo con esa forma tan irritante de reírse que tenía. Rodé los ojos porque hasta a mi se me había acabado la gracia después de los primeros segundos.

—Nunca dije que mi ego fuera pequeño —me encogí de hombros restándole importancia a todo aquello, como si no me importara—. Sólo que era más pequeño que el tuyo, pero como el tuyo es tan absolutamente enorme, el mío tiene espacio para desarrollarse. Mucho espacio, Nott...

Le lancé el cojín de regreso hasta donde estaba en la chimenea, imitando —demasiado mal, todo hay que decirlo—, a un viejito que le cuenta anécdotas a sus nietos inexistentes.

—Nott, tu te ves ridículo…

Me acerqué hasta el, y pose como una modelo por un momento, sonriendo.

—Obviamente soy guapísima. Sólo es que tu no eres capaz de verlo... —claro que después de eso vuelve a su escondite y decide que llamarme Belledzilla es gracioso actualmente—. ¡Te arrepentirás de ese mote...! —me dirijo hasta su escondite—. Definitivamente no te daré el gusto de tirarme a tu cadáver. La última vez que lo cheque, no me iba la mecrofilia...

-¡Nunca me arrepentiré de ese mote!-Grité-¡Y tampoco te permitiré que te tires mi sensual cadáver! ¡Belledzilla no comerá banana! ¡Adelante, mis valientes!

Salí huyendo de detrás del sofá lanzando cojines hacia todas las direcciones, oí como se partía un jarrón y se caía un cuadro, pero no le di importancia y seguí corriendo hasta quedarme escondido detrás de otro sillón.

-Y ahora que estamos en esta situación tan romántica...¿Quieres ir al baile de Halloween conmigo?-Dije-Eres un chollo en Halloween, no te hace falta disfraz-Dije riendo-¿Tienes un par de tallas más de tu traje de Belledzilla? Así podemos ir disfrazados en pareja.

Reí y le lancé otro cojín, esperando su respuesta quizás con una pequeño lío de nervios en el estomago...¿Acaso me importaba tanto su respuesta?

—Querido, tu cadáver será sensual, muy sensual... —me acerco hasta su escondite y me asomo por encima del sillón, poniendo, por si acaso, mi mejor cara de maniática—. Pero lo cierto es que preferiría tirarme a tu cuerpo mientras aun estás vivo. Como dije, no me va la necrofilia...

Claro que después de eso sale corriendo, rompe todo, me desconcierta lanzando cojines en todas las direcciones posibles, oigo como se rompe un jarrón de cerámica y caen los pedazos en todas las direcciones posibles.

—¡No iría de Belledzilla nunca! Si quieres ir al baile de Halloween conmigo tendrás que cambiar de idea... —le sonrío, realmente no tengo con quien ir, así que no importa—. Querido, podría matarte y llevarte de fantasma, ¿no te gusta esa idea... —me acerco al otro sillón—. ¡Porque a mí sí! —me quedo callada un momento, valorando mis opciones. Quizá soy un blanco muy fácil para los cojines en este momento, pero luego me asomo a su escondite—. Está bien, vayamos al baile. No te llevo de fantasma, pero no iré de Godzilla.

-¡Genial!-Grité alegremente, dándole la vuelta a sillón-Será una noche inolvidable, creo que deberíamos ir de Adan y Eva, o de Tarzan y Jane, o de millonario y conejita del playboy! ¡Son todas grandes ideas! ¿Qué haces que no tomas nota? Necesitaremos disfraces, alcohol, muchas luces, pulpurina, un cantante de country y un burro teñido de rosa a poder ser con la cola a parte, ¡No hagas preguntas y apunta!-Dije dando vueltas por toda la sala-También hay que contratar a un grupo de monos vestidos de panda, que sepan tocar el ukelele. ¿Crees que podemos contara con que un elfo doméstico se disfrazará de Marilyn Monroe? Si no puede, me conformo con que se disfrace de la Reina de Inglaterra, habrá que improvisar. ¿Tienes por casualidad un par de orejeras con lentejuelas y un tutú a juego? ¿Pero qué haces que no apuntas? Ahora tendré que volver a empezar, rápido...iremos de Adan y Eva con hojas de las que se podrá prescindir si hace demasiado calor...¡Deja de hablar y apunta!

Parpadee, sólo para dejar en claro que no me había quedado catatónica después de la extensa parrafada que acaba de soltar Nott. ¿Adán y Eva? ¿Purpurina? ¿Conejita Playboy? Vuelvo a parpadear, de nuevo, otra vez, con los ojos muy abiertos, pensando en un elfo con peluca rubia y mucho labial rojo.

—Nott, los elfos nos odian, sácalos de tu plan.

Lo digo en serio: nos detestan. Una vez, los encargados de limpiar la sala común de Slytherin se pusieron en huelga una vez y lo único que logramos no fue sólo no recoger, sino aumentar el desastre, de nueva cuenta, al triple. Me desconecto un momento, apenas capto lo de Reina de Inglaterra, pero creo que me he quedado mucho más atrás.

—¿Qué demonios es un ukelele? —Nunca he cursado Estudios Muggles, no puede pretender que sepa, para nada. Además está el hecho de que todos sus disfraces tiene algo en común: la poca ropa que llevan—. Nott, no iré en paños menores al baile, me da igual si te quitas toda la rol después, ¡pero llega vestido, por amor a los calzones de Merlín! ¡Y no soy tu maldita asistente, consíguete una! Sólo soy tu pareja de baile...

Sonreí angelicalmente. Me veía un poquito diabólica con esa sonrisa.

Negué con la cabeza.

-Tsk tsk-Suspiré-Siempre tan aguafiestas, Belle.
Me encogí de hombros.
-No sé por qué nos odiarán tanto los elfos, aparte de destrozar la sala común día tras día, romper todo lo que pillemos y no tener ningún respeto por el mobiliario...¿Qué hemos hecho?-Negué con la cabeza-Somos carne de cañón...claro, si no fuera por nosotros no tendrían trabajo...que vergüenza.

-No sé que es un ukelele, pero sea lo que sea, lo necesito en la fiesta-Dije-No puedes decirme como ir! Si quiero ir en cueros, voy en cueros!-La miré con una ceja alzada-De acuerdoooo, renuncio a todo menos al alcohol y al elfo doméstico disfraz...-Vi como me miraba-De acuerdo! A todo menos al alcohol y al ir vestidos en pareja-Dije.

Me quedé pensativo.
-¿Romeo y Julieta? Nah, muy trágico. ¿Hamlet y Ofelia? Nah, tendrías que ahogarte. ¿Cleopatra y Marco Antonio? Nah, Tori va de Cleopatra y te arrancará el pelo si la copias. ¿Adan y Eva? No, ya dijiste que nada de ir en hojas. ¿Sherezade y el Sultán? Mmmm...lo dejo en posibles. ¿Bonnie y Clyde? Mmm...si consiguiéramos metralletas...-Dije pensativo.

¿Cómo se atreve a llamarme aguafiestas, de verdad? No hay nadie más divertido que yo... Vale vale, quizá él, con su retorcido sentido del humor sea más divertido que yo. Siempre he pensando que los que lo educaron, o sea su padre, no hicieron precisamente el mejor trabajo de su vida. La verdad es que su padre acabo en Azkaban cuando estábamos saliendo de quinto, así que... Bueno, tampoco es que ha estado demasiado vigilado.

—Sí, Nott, aun me preguntó en las noches que es lo que hemos hecho para que nos odien.

Ruedo los ojos, hablando con evidente sarcasmo y prestándole atención hasta que renuncia a todo menos al alcohol —es imposible hacerlo renunciar a eso, realmente—, y a que vayamos vestidos en pareja. En eso recuerdo mi plan con Luna y bueno... Acabare con detención por partida doble si nos descubren a nosotras.

—Ya encontraremos como meter algo de alcohol. Sugiero que lo pongamos en el ponche al menos...

Oh, sí. Me muero por ver a algunas personas bajo los influjos del alcohol. Sería interesante a mi hermano, o a Aria, o a McGonagall y sus túnicas escocesas...

—Sherezade me gust... —me interrumpo cuando oigo lo de metralletas—. ¿Metralletas? Me encanta... Bonnie y Clyde, entonces.

-Es una buena idea esa del ponche-Dije pensativo-Habría que pensarlo mucho, son capaces de colgarnos de los pulgares de la torre de astronomía.

Me senté en el destrozado sofá de terciopelo como si estuviera con un gran dilema mental.
-Podemos comprar las botellas en las tres escobas, confundir a los meseros y buscar la manera de ponerlo en el ponche...aunque no creo que sea buena idea emborrachar a los de primero-Dije pensativo-Aterroricé bastante a los enanos diciendo que tu eras un monstruo come niños, emborracharles harían que se aterrorizaran

La miré con una ceja alzada.
-Tu con tal de no enseñar carne...-Dije con sarna-Bien, Bonnie y Clyde, me pondré un traje, una gabardina y un sombrero...¿Podrías ponerte solo una gabardina y nada debajo? Yo me encargo del resto!-Sonreí y le guiñé un ojo.

—No si no se enteran que fuimos nosotros...

De verdad, no sé como se me ocurren los planes malévolos. Por eso, mientra tenemos algo así en la cabeza, Nott y yo nos llevamos de perlas. Llevo días planeando algo con Luna, o más bien, ya casi un mes. A veces aun me pregunto porque Dumbledore me nombró prefecta. Rompo al menos una docena de normas cada mes, aun cuando sea una buena estudiante. Al menos, creo, tengo la decencia de romperlas bien.

—Aunque tienes razón sobre los de primero... —me senté al lado de él en el destrozado lugar, fingiendo pensar calculadoramente el plan que estamos a punto de trazar o algo así—. Los pobres no soportarían que dos prefectos los emborracharan. ¿Y si sobornamos a un elfo? Nah... seguro corre y se lo cuenta a McGonagall y a nosotros nos arrojan al lago. ¿Alguna otra idea?

Ruedo los ojos, la verdad es que ya tengo planeado el vestido. Quizá sea rojo, porque no hay muchas cosas que le queden a mi cabello. Al estilo de los años de Bonnie y Clyde, quizá copie algún modelo y un sombrero además de unas cuantas cosas que seguro haces feliz a Nott.

Lo imité alzando la ceja, pero no me quedaba la cara igual. Sólo Nott era capaz de hacer ese ridículo gesto. Lo quité inmediatamente para dejar de hacer el ridículo y me acerco a él hasta ponerle la cara a dos centímetros y jalarlo de la corbata.

—Llevaré ropa. Y... quizá... medias con liguero... —sonrió—. Aunque si quieres puedo ayudar a que te desnudes enmedio del baile... Aunque tendrás que pedirle a alguna otra chica que te acompañe a la cama o al baño de prefectos o... ¿cuál es el lugar de moda ahora? Espero que no la torre de Astronomía, que asco.

Glup.
Trago saliva, esta tía quiere llevarme al huerto como sea. ¿Y luego yo soy el gigoló?

-Mira Belle, como se suele decir...En tiempos de Guerra, cualquier agujero en trinchera-Y nunca mejor dicho, esa frase debería ser el lema de Hogwarts-Da igual el lugar, lo importante es tener un lugar donde meterla.
Me había pasado, así que tuve que volver a huir para esconderme, refugiándome debajo de la mesa.
-¡Y permíteme decirte que un ligero no es nada si no hay corsé!-Dije-Te lo digo yo que en materia femenina soy experto! ¿Sabías que cuando dos o más mujeres conviven en un mismo lugar, tienden a sincronizar sus calendarios hormonales? Vamos, que estar encerrado con tías que se sincronizan puede ser un suicidio...¿Sabéis lo duro que es aguantar vuestros cambios de humor?

Huí de nuevo.
-Quizás después de un par de copitas tu seas la que me acompañe al baño para un trabajito manual-Me encogí de hombros y salté a una mesa.
Imité a un maestro de ceremonias, tomando una fuente metálica que había y poniéndomela sobre la cabeza.
-Todo es posible en las noches del Moulin Rouge!-Reí-ROOOOOOOOOOXXXXXXXXXXANNNNNNNNNNNNNNNEEEEEE!-Grité medio cantando a pleno pulmón, además de agarrar a Belle para subirla a la mesa en volandas-¿Sabes bailar Tango, Roxanne?

Veo la expresión de Nott y como la saliva baja por su garganta cuando aun tengo sujeta su corbata y su cara a tres centímetros de mí.

—En tiempos de hormonas, tú te tiras hasta a Hermione Granger... —suelto, ¿quién encuentra sensual a la pelo de escoba? Lo que me lleva a recordar que... Demonios. Alguien de nuestra casa si la encuentra sensual, van a dejar nuestra reputación por los suelos—. Ey, espera... Malfoy es él que se tira a Hermione...

Ooops. Pues se me salió. No es que fuera un secreto, más bien era un secreto a voces. Pero ahora que se lo dije a Theodore Nott, resulta que puede hasta aparecer una manta colgada en el gran comedor que diga algo como "Hermione Granger es sensual según Malfoy" o algo así.

—En los treintas no había corsés ya, querido, pero puedo ponerme algo ajustado... —sonrío, acercandome a la mesa contoneando las caderas, para provocarlo un poco más y asomándome debajo—. Para tu deleite y el de medio Hogwarts...

Rodé los ojos, vaya arpía estaba hecha cuando me ponían cerca de Nott. Ignoro lo demás que dice porque, ¿alguien se ha puesto a pensar lo complicado que es soportar las idioteces neandertales de un hombre? Y más cuando hay tantos en la misma sala común con tantas chicas cerca.

—Te aseguro que no te voy a hacer ningún trabajito manual —sonrío y en dos segundos me alza en volandas hasta la mesa y estamos allí encima, los dos, Así que tomo uno de sus brazos con firmeza y lo estiro y el otro se dirige hacia su hombro para acabar casi en su espalda—. Por su puesto que se bailar, no me insultes...

Le miré sorprendido.
-¿Granger y Draco? ¿En que mundo vivimos?-Draco y yo siempre habíamos sido amigos, desde pequeños, y si algo sabía de él era que los hijos de Muggles le producían la mayor de las repulsiones. Aunque claro, después de la guerra...no habíamos hablado casi nada, debería hacerlo.-Joder, se podría decir que Astoria es una cornuda antes de casarse.-Quizás esta sea la primera vez que me calle un secreto.


Alcé una ceja.
-"Deleite de medio Hogwarts" Te veo demasiada moral-Dije riendo.
Agarré su cintura y una de sus piernas, dejándola caer sobre mi mi brazo en un movimiento rápido de tango.
-Pues si sabes bailar...tendrás que demostrarlo en el baile-Dije sonriente, la tomé en brazos y la tiré a un sofá, bajándome de la mesa y dirigiéndome a la salida de la sala común, me giré un momento y sonreí.
-Voy a ver si robo algo de comer, me he saltado el desayuno y la comida-Sonreí-¡Ah! Y si te ven aquí sola van a pensar que te ha dado un ataque por estar en tus días y has destrozado todo-Sonreí otra vez y le lancé un beso-Ciao Belle!-Le guiñé un ojo y huí de la sala común.

"Vaya vaya, esta Belle acabará conmigo"