Luego de la reunión AD || Harry Potter

Poco a poco todos vuelven a desbandarse, conversando entre ellos. Sonrío, es como estar de nuevo en Cuarto, todos alegres de haber aprendido algo nuevo, nuevas camaraderías que aún hoy resisten el paso del tiempo.

Antes que Harry pueda irse, me acerco de nuevo a él. No puedo recordar la última vez que hablamos. ¿Fue cuando buscaba la diadema de Rowena Ravenclaw? Si, creo que si. Después de eso, desapareció. Le sonrío. -Hola Harry.-

Lo abrazo en suave silencio, durando un par de minutos antes de volver a separarme. -Es bueno verte de nuevo, aunque no vaya a ser todos los días. Este año resultará muy tranquilo y aburrido sin los cotilleos de "¿Qué hará Harry Potter esta vez?"-

No sé cómo sentirme con todo esto, qué pensar. Dudo poder tener tiempo para venir a todas las reuniones del ED, pero sin duda, por ellos y por los que ya no están, haré mi mayor esfuerzo. Por lo menos los fines de semana, si es que hacen las reuniones en esos días, aquí me tendrán. Es como estar de vuelta en casa, volver a lo que siempre fue mío. Es raro que todo este asunto de luchar, de aprender para defendernos nos parezca mucho más normal que ir por ahí jugando al quidditch con amigos. Como sea, me alegra mucho verlos a todos y saber que están bien, aunque me faltaron algunos, claro, como Seamus y Neville, pero ya los veré luego, eso espero.

Aunque, viéndolo bien, hay ciertas cosas que si que han cambiado. Por ejemplo, ya no tenemos que escondernos cuando salimos de la sala de Menesteres, ya no esta Malfoy para delatarnos con la cara de sapo. Sonrío recordando todo esto mientras me alejo lentamente de la gente. Ellos deben ir a sus salas comunes y yo quiero dar una vuelta a Hogwarts antes de volver a casa. Seguro Kreacher me estará esperando con la cena. Entonces noto que algo rubio se pone a mi lado. No necesito girarme para saber quién es, su voz la delata al momento y eso me hace sonreír. Creo que después de Ron, Hermione y Ginny, Luna es la persona más constante en mi vida. Me detengo para devolverle el abrazo, algo sorprendido, no pensé que ella fuera así de efusiva.

- Hola, Luna- respondo a su saludo y me río por lo bajo ante su comentario. Por lo menos ella no tendrá que escuchar los cotilleos, yo soy Harry Potter y llevo esa clase de comentarios a donde quiera que vaya- No te preocupes, prometo meterme en problemas en la academia de Aurores para que siempre tengas noticias de mí- bromeo, sonriendo e intentando recordar cuando fue la última vez que hice una broma, porque estoy seguro de que, luego de la batalla, esta es la primera vez que hago una- Hace meses que no te veo, ¿cómo estás?- le pregunto.

-Entonces estaré atenta al Profeta, seguro exagerarán todo lo que hagas y tendré que escribirte para asegurarme si has salido vivo o no de alguna travesura.- Respondo con una sonrisa melancólica. -Todo ha estado... bien. Las personas están volviendo al castillo, poco a poco. Todos están poniendo de su parte para ayudar, aunque sea sólo manteniéndose apartados para no molestar a quienes trabajan. Y bueno, ya no grito mientras duermo. Eso es una buena señal.-

Miro hacia el pasillo. -¿Está bien si te acompaño? ¿A donde ibas?-

El Profeta... Al decir mi chiste no lo había pensado, pero Luna tiene razón, si hago cualquier cosa, se notará. Supongo que es con lo que hay que cargar por sobrevivir a dos maldiciones mortales. Sonrío y niego con la cabeza. A veces Luna me sorprende haciendo comentarios que otros ni siquiera se han pensado formular, pero por eso es mi amiga, porque siempre tiene algo interesante que decirme, algo que despierta mi curiosidad en las formas más extrañas que el mundo pueda imaginarse.

- No te preocupes, quizá te envíe una lechuza para invitarte a la diversión- si algo echo de menos ahora que estoy lejos, eso son mis amigos y la frecuencia con la que los veía. De pronto no puedo voltear en clase esperando ver la sonrisa reprimida de Neville porque éste ya no está en mi clase. Nos carteamos, como lo hago con muchos de mis amigos, con Ron y Hermione, incluso con Hagirid, pero no es igual.

Ella responde a mi pregunta. Esa es la razón por la que no vine a ayudar en la reconstrucción. Sé que estorbaría más de lo que ayudaría. Pasaría por los lugares y me quedaría parado, estático pensando en cualquier cosa, recordando. Sin duda estorbaría más de lo que podría ayudar. Ahora sé cuál es mi lugar y ese está en la academia de aurores, terminando mi formación y asegurándome de que personas como Voldemort no llenen a tener ese grado de poder que él tuvo. No es que pueda ser como el profesor Dumbledore, que prediga el futuro ni nada por el estilo, pero al menos aspiro a ser como Ojoloco, a saber defenderme y defender a los que quiero.

Asiento con la cabeza lentamente, la comprendo. Yo también sé lo que se siente despertar por las noches gritando y sudando a mares. Mi mente ya no está conectada con la de Ryddle, pero eso no significa que no tenga mis propios demonios.

- En algún momento olvidarás todo lo malo y te quedarás con lo bueno. Yo intento pensar en las cosas buenas que me pasan, como Teddy o todos ustedes- es mi manera de calmarme un poco y tomar valor para volver a la cama. Es la única forma que tengo de poder dormir por las noches- Iba... a ninguna parte en particular. Sólo quería echar un vistazo antes de irme. Vamos- le digo. Desde luego que quiero que me acompañe, creo que nadie sería mejor para darme un tour por el viejo Hogwarts.

Comienzo a caminar a su lado, a su paso. No tenemos que apurarnos, tenemos toda la tarde.


-Gracias por agregarme en el grupo de las cosas buenas, Harry.- Le sonrío. -Ahora es lo que más hace falta, ¿sabes? Supongo que por eso había tanta gente hoy en la reunión. Aunque tuve que convencer a Hermione primero, no estaba muy segura de que lo necesitáramos. Pero ya ves, que si lo necesitamos. Eso es bueno.-

En mi bolsillo sigue estando el Galeón falso, es una de esas cosas que tengo siempre en los bolsillos desde que fue creada la Armada. Eso, y mis lentes especiales para ver torposoplos. Y mi collar para alejar a los Narggles. -¿Extrañas mucho esto? Bueno, ahora que tienes oportunidad de hacer cosas nuevas, y no tener miedo de morir todos los años. Ahora puedes viajar a donde quieras, eres mayor de edad, puedes conocer el mundo si quieres...-

Niego con la cabeza, ella no tiene que agradecer nada. No es que la "agregue" al grupo, creo que desde siempre, a su manera, Luna ha sido parte de nosotros, y mis amigos son los que me dan fuerza y me levantan el ánimo.

Luna tiene razón, necesitamos estar unidos, quizá por eso, como ella dice, hubo tanta gente en la reunión. Como haya sido, yo estoy contento, siempre se necesita saber cómo defenderse por uno mismo, no depender del resto del mundo, eso es un error que casi siempre se aprende a la mala. Menciona a Hermione y de nuevo se enciende esa alerta dentro de mí. ¿Desde cuándo mi amiga no quiere ver al resto de nuestros conocidos? Algo raro le pasa y hago nota mental de llegar al fondo del asunto. Me preocupa mucho y en realidad quiero saber de qué van las cosas. Sospecho que sólo se trata de Ron, que quizá no quería verlo, pero debo estar seguro.

Escucho su comentario y sonrío, mirando a mi alrededor con nostalgia.

- Sí, lo extraño muchísimo. Lo que puedo llegar a conocer no se compara con todo lo que viví aquí y las personas que conocí- le sonrío. Si bien es grato estar afuera, conocer gente nueva en mi grupo de aurores, ir de allá para acá a placer y conocer lugares que siempre quise conocer, el hogar siempre se extraña. Es inevitable- Créelo o no, estoy esperando para viajar y conocer el mundo. Mi plan es terminar mi instrucción como auror este año, tomarme un tiempo para hacer eso de "la clásica vuelta al mundo" con todos ustedes y regresar para ejercer. Claro, aún tengo que hablar con Ron y Hermione, pero dudo que se nieguen. ¿Qué dices tú? ¿No te estaré arruinando ningún plan del futuro con mis esperanzas de viajar juntos, o si?- espero que no porque, en realidad, me encantaría la idea de una última y no peligrosa aventura con mis amigos. Tendría que contactar a Neville, pero no importa, sé dónde vive. Lo único que me preocupa es que su abuela se niegue, aunque lo dudo.

Doblamos en la esquina del pasillo y seguimos caminando. Ahora si que parece el Hogwarts que recuerdo, a media luz, completamente solo y en silencio. Sólo haría falta Snape diciéndome que soy arrogante. No puedo evitar una media sonrisa de nostalgia al recordarlo.

-¿De verdad me estás invitando a viajar con ustedes, Harry?- Pregunto abriendo mucho mis ojos, mostrando una sonrisa entre soñadora y perdida. -No creo que sea un problema. Tenía pensado viajar de todas formas, hacer de corresponsal para el Quisquilloso en todo el mundo mientras conozco criaturas mágicas más a fondo. Quiero volver a Suiza, por ejemplo. ¿Sabes? Al final no pudimos ver a los Snorkack de Cuerno Arrugado. Creo que nos desviamos mucho al este.-

Mantengo mis manos cruzadas a la espalda, avanzando con divertida lentitud, como si fuera el viento quién me obligara a caminar. -Oh, pero creo que aún te quedan tres años de estudios, ¿no? Bueno, no me molestaría volver a viajar. O quizás pueda retrasar mi viaje un par de años. Es más divertido cuando se hace en grupo.- Inclino mi cabeza suavemente para verlo mejor de perfil. -Y así pasaré más tiempo con mi padre hasta que se acostumbre a la idea de que ya soy mayor y debo seguir adelante. Antes de volver a Hogwarts me pidió muchas veces que durmiera con él en su cama, como el primer año luego de la muerte de mamá. Pero creo que ya está mejor.-

Asiento con la cabeza, arrugando un poco el entrecejo porque no puedo creer que en serio me esté preguntando eso. Sé que nuestra amistad no llega al punto de lo que tengo con Ron o Hermione, pero Luna es mi amiga y desde luego que la quiero en nuestro viaje. Esa es la única razón por la que entré lo más rápido que pude a la Academia de aurores, de lo contrario... No, miento, quizá habría entrado de todos modos. De cualquier forma, hacer un viaje todos juntos será mucho mejor, me sentiré más tranquilo de saber que no van por su propia cuenta... solos... en probable peligro. Intento sacar todo esto de mi mente para no volver a la paranoia.

Paso por alto el tema de los snorkacks, no quiero comenzar con lo del cuerno que explotó. En serio que le creería a Luna todo lo que me dice, si no fuera porque ese maldito cuerno casi nos mata, de haber estado más cerca seguro que los mortífagos nos habrían llevado en trozos. Pero bueno, ella verá lo que quiera ver, de eso se trata del viaje, de olvidar (o intentar olvidar) lo mal que nos fue durante el último año.

Luna me recuerda que aún me queda un tiempo para terminar mis estudios como auror.

- Lo sé, pero Kingsley insiste en que si necesito tiempo, que me lo tome. Cada vez que me lo topo en el ministerio me pregunta si estoy bien, si no necesito un descanso. Creo que cuando ustedes salgan si que necesitaré uno- le sonrío con complicidad. Claro que lo necesitaré para poder estar con ellos.

Escucho lo que me dice y entiendo lo que le pasa al señor Lovegood. Si tomó tantos riesgos para intentar atraparme después de lo mucho que me apoyaba, y dada la condición en que lo encontramos cuando fuimos a buscarlo, no me cabe la menor duda de que Xenophilius necesita a su hija. Pero también mi amiga tiene razón, todos crecemos eventualmente y ella se irá de casa, quiera él o no. Lo mejor es que lo haga en los mejores términos.

- Él lo entenderá, sólo que ahora necesita saber que estás bien, verte todo el tiempo para dejar de pensar que eres un sueño- intento razonar como él. A veces me pasa que tengo que pasar y tocarle una oreja a Kreacher para caer en la cuenta de que estoy realmente en casa. Entonces, para cambiar un poco el tema y que Luna no se vaya a deprimir, le pregunto- ¿Quienes más, a parte de los que vimos, decidieron quedarse en Hogwarts un año más?- quiero saber qué sabe Luna sobre el resto de nuestros amigos.

-No creo que piense que soy un sueño... ¿Sabes? A veces dice que me parezco mucho a mi madre de cuando se conocieron, excepto por el cabello.- Tomo la punta de mi cabello, que me he trenzado esta vez, aunque sigue teniendo el aspecto de estar enredado y desaliñado, como si acabara de salir de un arbusto. -La quería mucho.-

Levanto la mirada hacia él. -Nunca dejes de decirle a la persona que quieres lo que sientes, Harry. Nunca puedes estar seguro cuando la verás de nuevo.- Digo con solemnidad. Es algo que él ya sabe, pero tengo la impresión que ha empezado a olvidarlo. -Las cosas no duelen menos por guardártelas en tu interior.-

Vuelvo a pasar mis manos a la espalda. -Hasta ahora, los que viste en la Armada, mayormente. Y la gente de Slytherin, casi todos. Draco, y Astoria, Isabelle Poulain. Theodore también. No he visto a Gregory, supongo que luego de la muerte de Vincent no quizo regresar, o quizás su padre huyo... Draco está muy solo desde entonces.-