Casting de Harry Potter

Parpadeo y él parpadea casi en respuesta. Lo hace de manera perezosa, como si nada en el mundo le importara. Sé que no lo hacía. Le dedico una media sonrisa y me giro hacia el otro costado. Nadie me dijo que una segunda maldición asesina de la que iba a sobrevivir me dejaría tan adolorido. Eso y mi caminata por el bosque. Todas las imágenes de esa noche se me confunden en la mente, parecen un sueño dentro de un sueño, pero sé que son reales, porque de lo contrario Remus estaría conmigo, y Tonks, y Fred....

Parpadeo nuevamente y él lo hace de nuevo antes de que lo interrumpa un brazo que se cuelga de su cuello. Sonrío más, aunque suene raro con todo lo que acabo de pasar. Sirius entra en mi campo de visión en la fotografía que está sobre la cabecera de mi nueva cama, en la habitación que perteneciera a mi padrino en Londres. He estado aquí las últimas horas mientras Kreacher termina la cena. Ron y Hermione vendrán a casa, ellos y Andrómeda quien me traerá a Teddy para que pase unos días conmigo. Aún no puedo creer cómo han cambiado las cosas tan repentinamente. Ahora soy un padrino responsable, graduado de Hogwarts, un adulto en toda la extensión de la palabra, que se va a integrar a la sociedad mágica. He pasado mis EXTASIS, o esa es la idea, de manera que puedo ser lo que yo quiera. Hermione me dice que vaya con ella a San Mungo, que sea un sanador, pero yo tengo claro lo que quiero, lo mismo que he querido desde siempre. Voy a ser auror.

La profesora McGonagall me ha ayudado mucho con esto, sobre todo ahora que es directora del colegio, o por lo menos interina. Espero que le den el puesto porque, sin duda, yo querré que mis hijos estén bajo su tutela. Mis hijos... A penas puedo creer que meses atrás yo no pudiera pensar en tener una vida, que mi mayor aspiración fuera morir con honor y, de paso, llevarme a un mortífago conmigo. Las cosas, como ya dije, han cambiado mucho. Ahora puedo hacer planes a futuro, puedo pensar en lo que quiero hacer y con quién. Eso siempre me lleva a un único pensamiento: Ginny. Aún no hemos hablado, luego de dormir un poco en mi viejo dormitorio en Hogwarts vine a Grimound place directamente y he procurado no salir hasta que las cosas se calmen. La prensa mágica me persigue día y noche, tal parece que Skeeter no entiene un no por respuesta. Me tiene harto. Mientras tanto, el señor Weasley y Kingsley me tienen al tanto de lo que ocurre afuera. Las cabezas han comenzado a caer, una a una, poco a poco. Muchos han intentado llegar a mi casa, a la Madriguera o a cualquiera de mis amigos, pero últimamente no hacen más que exponerse y parar en Azkaban. He dejado de preocuparme por muchas cosas. Como me dijeron, quizá en un sueño, "morir es como quedarse dormido". Pero ya estoy harto de dormir, he dormido mucho tiempo, incluso cuando lo lo quiero. Lo que deseo ahora es vivir. Lo que me vuelve a llevar a Ginny. Suspiro pensando en ella... y en Ron, en que no estará muy contento cuando le diga lo que planeo y lo que quiero. Pero bueno, hay cosas para las que tendré que esperar, más que nada porque lla seguirá en Hogwarts un año más.

Escucho que Kreacher me llama, además de voces en la planta baja. Seguro son Ron y Hermione discutiendo de nuevo. Esos se pasan la mitad del día peleando y la otra mitad dándose de besos. Eso aún me hace sentir un poco incómodo, pero es algo a lo que debo acostumbrarme porque no los había visto tan felices desde que los conozco. Fuera de las peleas donde intetan incluirme o los besos donde, sin duda, yo desaparezco del radar, me agrada estar con ellos. Creo que mis amigos son lo único constante en mi vida, por lo demás, el mundo me parece aún algo raro. Sigo despertando a media noche, gritando como un loco porque han matado a Fred. Si bien las cosas están mejor y el mundo es más seguro, lo que ocurrió esa noche no podrá salir de mi cabeza nunca, y si es que algún día lo hace, pasarán muchos años para eso.

Me pongo en pie al cuarto grito de Kreacher seguido por uno de Ron. Se escucha furioso y sin duda es porque discutió con mi amiga. Suspiro y me miro en el espejo. Llevo días sin afeitarme y eso se me nota, además de que no me he cortado el cabello, así que técnicamente parece que sigo en el campamento. Estoy considerando dejarme el cabello largo para que no se me note la cicatriz, pero por otro lado... Ahora entiendo que esta cicatriz es lo que soy, todo lo que soy. Mi historia entera. Suspiro nuevamente y me hago el cabello para un lado, dejando la cicatriz al descubierto y termino por bajar hasta la cocina. Me topo con demasiada gente, Andrómeda ya a llegado con el pequeño Teddy, al igual que la pareja del año... acompañados por Ginny. La miro y le sonrío, pero procuro no verla demasiado. Justo cuando creo que estamos todos, Geroge entra gritando que la señora Weasley me matará por no escribir lechuzas más largas. Escribí dos pergaminos en esos días que no estuve con ellos y a ella le parece demasiado.

Tomo a Teddy en brazos porque Andrómeda debe irse, algo sobre una cena en la Madriguera y no se puede quedar. Hacemos planes para mañana, para ir juntos al ministerio. No le he dicho nada de su marido, así que tiene que ir a reclamar el cuerpo. Suspiro pesadamente sólo de pensarlo. La cena está deliciosa, igual que siempre, y entre conversaciones y otras cosas, se hace amena y tranquila. Todo el mundo habla, me trae noticias de fuera, pero yo a penas y les puedo prestar atención. Hay dos cosas que llaman mi atención. La primera es el pelo de Teddy, con el color que adoptó hoy se parece mucho a su padre. La segunda es Ginny, que no deja de verme mientras como estofado. Estoy seguro que me veo patético, pero poco me importa sólo por una razón: este es el inicio de mi nueva vida y estoy seguro de que será increíble.