Ultimando detalles antes de las clases (Minerva)

Mis zapatos lustrosos escalaron los peldaños hasta el tercer piso, lugar en el que se encontraba el despacho de la profesora... directora, MacGonagall.
Me alisé la capa, inspeccioné mi traje y mi peinado. Tomé aire y llamé a la puerta, no tenía idea de con qué podía encontrarme, esperaba que pudiera aclarar mis dudas para poder retomar las clases cuanto antes.

Era como siempre, el mismo despacho que en algún momento había pertenecido al profesor Albus Dumbledore, la gárgola fuera que resguardaba la entrada pero que al reconocerlo como uno de los profesores simplemente se hizo a un lado sin pedir contraseña alguna.

Finalmente, arriba de todo el mismo despacho de siempre, resguardado por completo y a su vez tan diferente.

Ya no había tantos objetos con humo, esferas que resonaban o las volutas de polvo que flotaban en un rincón. La percha del buen fénix Fawkes había desaparecido y en su lugar había quedado otra en plata con lo que era evidentemente una lechuza enorme de color castaño que irónicamente recordaba mucho a su dueña con su mirada severa.

Y más importante que todo, en el escritorio la mujer de cabellos negros que se habían manchado en gris por las canas, mirando papeles con sus lentes de leer.

"¿Mr. Flaneur? Tome asiento... ¿que le trae de visita?" Preguntó de una forma que a algunos comenzaba a recordarle a su predecesor.

-Directora MacGonagall, gracias por recibirme -declaré mientras me sentaba frente a su escritorio, la observé mientras ella miraba sus papeles, siempre me había sentido inclinado hacia ella durante mi estadía en el colegio y creo que inconscientemente la había tomado como una figura materna en mis años de infancia en Hogwarts, era por ello que ahora sentado frente a ella no podía evitar sentirme a gusto; su expresión seria y a veces adusta era una máscara que ella usaba para recubrir su sensible interior, era una mujer honorable y valiente que debía ser fuerte y además parecerlo. -Quería consultarle si deseaba que enseñara algún tópico especial en las clases de Pociones de este año o si hay algún tema que quiere que desarrolle más profundamente que otro.

La mujer bajó sus gafas, observando al joven, sonriendo con gusto de verlo. Tantos años y ver que los jóvenes que el castillo había instruido regresaban a sus pasillos para una vez más devolverle al castillo lo que este les había ofrecido llenaba de calidez a la habitualmente severa mujer.

"Mr. Flaneur... gracias por venir." Comenzó simplemente por el hecho de que consideraba adecuado agradecer la consideración del hombre. "Como verá, tenemos un pequeño problema de alumnos. Son muy pocos y todos ellos de diferentes años así que estamos creando grupos de trabajo poco... homogéneos. Lo que más me interesaría en este momento sería que enseñara algo que pueda ser abordado desde varios niveles para no dejar a nadie detrás. Las pociones curadoras le diría que les diera prioridad, quizá necesitaremos un poco de algo así... o suerte líquida."

Las pociones no eran su fuerte, pero no podía más que sugerir en este tema sobre que les convendría abordar.

-Tal como pensaba... -musité tomándome el mentón con una mano -Si el grupo es tan heterogéneo como dice lo más sensato sería darles herramientas prácticas en lugar de muchas especializaciones teóricas -digo mientras reelaboro lo que me ha dicho -Había pensado en algo así, pero quería estar seguro antes de comenzar de que llevaría la clase como usted lo cree más conveniente -deslicé.
-¿Alguna indicación especial a tener en cuenta sobre el alumnado, además de que debo ser más paciente y empático que lo habitual debido a los acontecimientos recientes?

"A veces creo que más que comprensión lo que necesitan es mano dura en algunos aspectos." Admitió la mujer con un suspiro resignado, reacomodando las manos en un gesto pensativo.

"Hay una chica, Niniel Lemuri de Durmstrang. Tristemente tiene aun ataques de ansiedad tras ser encerrada por años, tiene otra alumna, Louise Eisenberg, de guardiana, es posible que si tiene un arranque de ansiedad la saquen de la clase, aunque ya les he instruido que se sienten al fondo para no interrumpir. El resto ya sabes, no hay forma de esconder lo que pasó, aun hay pasillos derrumbados y zonas inaccesibles para el resto de los alumnos por lo que recomendaría quizá buscar una sala de pociones alternativa... no sé porque a Severus le gustaba tanto ese lugar en las masmorras pero no tienes porque quedarte a vivir allí si no quieres." Aclaró dándole otra opción de mudarse internamente en el castillo.

Medito un tanto sobre lo que me ha dicho la directora y finalmente le digo -Voy a pensarlo. Por lo pronto, comenzaré a dar clases allí, que es el lugar que los alumnos conocen desde siempre para el dictado de la materia, si decido cambiarlo a otro lugar se lo haré saber sin pérdida de tiempo. Aunque, si esta alumna Lemuri tiene ansiedad de haber estado encerrada quizás sí sería lo más prudente trasladar el aula -le informo lo más formal que puedo. Lo que me había dicho de Louise termina de aclararme el panorama de lo que ella me hubiera dicho cuando... conversamos. -Le agradezco esta información, la tendré en cuenta para ayudar a la niña y a su guardiana a recuperar clases perdidas en caso de que deban salirse mucho de clase... A ellas y a otros alumnos que lo necesiten, pondré especial énfasis en lo que me ha recomendado sobre la empatía y la comprensión directora -alcé la mirada deslizándola por el techo del despacho, estaba más despojado que cuando estaba Dumbledore pero no dejaba de tener ese recato encantador que reflejaba la personalidad de su dueña actual.
-¿Hay algo más que desee decirme? -inquirí volviendo de mis cavilaciones -Valoro mucho los consejos que pueda darme desde su experiencia -agregué con una sonrisa serena.

"¿Consejo?" Preguntó más que responder como si deseara pensar en varias cosas al mismo tiempo pero no encontrara un verdadero consejo o al menos no uno válido para lo que iba a enfrentar.

Suspiró, conjurando un juego de té para compartir, invitándolo con un gesto de la mano por si deseaba también, puesto que esta conversación podría tornarse mucho más larga de lo que alguno podría creer.

"No sé si existe un consejo real para lo que ha aceptado enfrentar. Los padres bombardean el colegio con cartas sobre el embarazo de Lovegood, Mr. Lovegood actúa extrañamente relajado considerando que un chico forzó el feto de su mejor amiga dentro del cuerpo de la chica para que sobreviviera antes de morir. Los otros colegios no parecen en absoluto interesados por integrarse, una ex alumna nuestra está embarazada y decidió cambiarse a Mahoutokoro, alumnos van con profesores de su propia edad y nos falta personal así que están los años cursando mezclados... Mi mejor consejo es: No te dejes amedrentar. Estos chicos si bien la han tenido muy difícil, tanto que algunos han sufrido heridas irreparables, siguen siendo alumnos, es nuestra responsabilidad educarlos y darles las herramientas para el futuro. Sé que es difícil y muchos desde el fin de la guerra les sobra arrogancia, probablemente no sepan lo que desean para empezar... No se ha elegido precisamente el lugar más fácil de llenar, Mr. Flaneur." Agregó al último con una media sonrisa la mujer.

-Lo sé -me limito a asentir con un movimiento de cabeza, acepto el té que tan gentilmente me ofrece -El lugar que debo ocupar no sólo debe ayudar y formar a los alumnos, sino darles guía y contención. Es difícil estar a la sombra de Snape -agrego removiéndome en el lugar un tanto -por la imagen de autoridad y respeto que emitía, sin embargo creo que podré usar eso a mi favor -sonrío brevemente -ya que los alumnos estarán con esa imagen al entrar al aula -agrego.
Hago un largo silencio sobre lo que me comenta luego y tomando la taza de té primorosa que tengo frente a mí la interrogo -¿Un chico forzó el feto de su mejor amiga en el cuerpo de Lovegood? -me quedé de una pieza y luego dije-¿Cómo sucedió eso, si me permite preguntar? -la miré con sincera curiosidad, si ella había soltado la información ahora tenía que completarla... Realmente, me hacía preguntarme qué demonios estaba pasando en el colegio.

Suspiró largo sobre su taza de té antes de asentir.

"Mr. Morgan es un joven muy inteligente aunque no lo parezca y de contadas amistades. Solía ser amigo de una joven de Hufflepuff, de hecho, creo era su única amiga..." Se frotó el rostro un momento, casi agarrándose la cabeza en el proceso interrumpiendo el relato. "Juro que cuando me enteré no podía entender que que estaba pensando." Comentó antes de seguir. "Esta joven era una veela, aparentemente Morgan tuvo la brillante idea de darle una razón para no pelear en la guerra... y deliberadamente buscó a su amiga y, ¡Merlín, ni yo sé como la convenció! Tuvo relaciones sexuales con ella, con un poco de fertilidad logró un embarazo viable."

Era evidente que esta historia la estresaba a la mujer ya que no encontraba sentido alguno en toda ella pero no la colocaba por sobre el Ravenclaw hacer algo como ello.

"La joven igualmente vino a defender el castillo en mayo, como resultado las heridas de su cuerpo fueron tan extensas que debió ser trasladada a la enfermería con ya 4 meses de embarazo y pocas posibilidades de supervivencia. Tristemente Ms. Lovegood era la persona en ‘edad reproductiva’ más cercana y sin heridas de peligro." Agregó lo de edad reproductiva como si fueran las palabras del mismo Morgan, una escusa del chico para hacer lo que hizo. "Antes de que la joven muriera transfirió el feto vivo del vientre materno al de Ms. Lovegood para que le diera oportunidad de nacer, aunque ahora la complicación la tiene la joven que cree ser su madre... y Mr. Morgan no ayuda al asunto, le deja la bebé a su cuidado."

Era por lo general mejor no opinar sobre lo que hacía o dejaba de hacer Morgar, realmente aun no terminaba de comprenderlo, pero era inevitable que esto estallara en el momento que reclamara sus derechos como padre.

A medida que el relato avanzaba mi quijada caía más y más, cuando hubo acabado permanecí en shock unos minutos. El muchacho era sin duda un gran hijo de puta, más allá de sus intenciones.
Fue imposible contener mi mano que se cerró sobre mi boca unos segundos, ocultando una sonrisa tras la cara de gravedad. Por Merlín, ¿estaban todos locos aquí o es que la guerra los había transtornado así?
Sea como fuere, esto me beneficiaba; si todos tenían este nivel de enajenación podía hacer de las mías con algo de impunidad. Los deslices que siempre termino por cometer.
Entonces, algo me llamó la atención: ella era una veela. Creo que nunca me he encontrado con una veela, me pregunto a qué sabrán...
Vuelvo de mi divagación -¿Dice usted que este alumno Morgan forzó el feto vivo en el cuerpo de la señorita Lovegood? -lo repito pues tan increíble me resulta -Vaya, tendré eso en mente cuando dé clase. Veo que la situación es más que delicada...

"Así es... algo tan admirable como inaudito. No me decido si fue valiente o plenamente idiota." Y si, la pulcra profesora acababa de llamar idiota a Morgan por no decir las barbaridades que en realidad pensaba sobre el asunto.

Morgan había sido un desgraciado, desde el principio hasta el fin y aun no se podía decir que esto tenía final. La niña había sido quedada en manos de Lovegood por deseo más de la chica que del chico quien estaba dispuesto a cuidar de la bebé pero ni siquiera Sprout confiaba en dejar una bebé en manos de Morgan por mucho tiempo. Y cuando no había escuchado las malas lenguas de que la dejaba a cargo de Susan Bones quien tenía que tratar de balancear su nueva carrera de profesora mientras trataba de capacitarse clase a clase con el cuidado de una bebé ajena.

Sin embargo Lovegood no parecía querer soltarla por nada del mundo, no permitía que nadie la tocara sin permiso.

"Las situaciones en general son delicadas y como dije, Morgan es un genio, pero a su vez es más bien un genio macabro. Uno aprende a lidiar con él. No es violento, pero si abre la boca algo dirá que no congeniará con la gente."

Creo que la información que he recibido es más de lo que puedo procesar de una sentada (lo cual es decir mucho), me remuevo en el asiento -Lo tendré en cuenta -digo terminándome el té -sus palabras han sido muy útiles y esclarecedoras, al menos ahora tengo más en claro con qué podría llegar a encontrarme, muchas gracias -inclino la cabeza y luego agrego -Si no requiere más de mí, me retiro.