Darkness {Isabelle}

Me había escapado del comedor con una sensación de asco, los olores de la comida siempre se me hicieron tan fuertes que no pude evitar descomponerme, caminaba por un lucubre pasillo entre la oscuridad me sentía segura, entre el silencio solo roto por el sonido brutal de mis zapatos, respirando hondo para eliminar el olor fuerte a comida. Me senté en suelo, ahí entre la oscuridad, bastante pensativa ¿Como exactamente había llegado hasta ahí? ¿Era capaz de tanto? entonces como es posible de que no haya obtenido la verdad hasta ahora... Los magos no hacen esto deliberadamente, cada día me convencía más, alguien había estado detrás de esto desde el comienzo y la cabeza me estaba matando por eso.
Me dedique a disfrutar de la oscuridad, recordando como solía pasear de día con una pesada sabana negra enzima, cuando era solo una niña y aun no era consiente de lo que realmente era.

Se acercaban las vacaciones, la navidad y eso irremediablemente se notaba. Además de que todo había salido mal en el baile de Halloween... todo excepto Theodore y yo. En cuando había empezado el caos me había sacado de allí en actitud de "pies para que los quiero" y no nos habíamos enterado de nada más, ni de la chica muerta, ni nada...

Sinceramente, me alegraba no haber estado allí. Pero aun así no podía evitar sentir que algo allí afuera estaba pasando. Sin embargo, mientras camino, algo distrae el curso de mis pensamientos: una chica de rubia cabellera a la que no he visto nunca y que está sentada en el rincón más oscuro. Me acerco, porque me da curiosidad (aunque la última vez que hice eso resultó que me encontré a la novia de mi hermano).

—¿Hola? —pregunto, esperando que al menos no me toque una mirada de desagrado como respuesta—. ¿Estás bien?

La impotencia y miles de rostros, nombres y fechas corrían por mi cabeza que funcionaba a mil intentando obtener una nueva pista, un envión, un algo, algo que haya ignorado todo este tiempo y pudiera serme útil. Estaba tan compenetrada que la voz de una chica me saco totalmente de contexto, me volteo a observarla violentamente, con mi rostro igual de frío e inexpresivo que siempre.
-Si, por supuesto-
Respondo con un tono de voz tranquilo, como de quien no entiende porque le pregunta eso, se que no es muy normal el que este aquí en medio de las sombras, pero abría jurado que no había nadie, últimamente mis instintos están fallando.

"No hace falta el ademán agresivo..." pienso, pero sé, por experiencia propia que cuando te acercas a una persona en esas condiciones no se puede esperar nada de lo mejor. La observo, tiene la piel blanca y el cabello rubio, busco en mi memoria, pero no recuerdo su rostro, ni siquiera de los pasillos o de alguna clase, aunque parece de mi edad, o muy cerca.

—Disculpa es... que te vi... —me encojo de hombros—. Por ahí llamas la atención, si quieres estar sola hay un aula abandonada en las mazmorras que nadie usa —recomiendo, con una media sonrisa—. Y si no podrías empezar por decirme tu nombre. —Extiendo la mano, aunque dudando un poco—. Yo soy Isabelle. Isabelle Poulain.

-Creí que todos estarían comiendo...-
La verdad, la chica, Isabelle tenia razón fue algo estúpido quedarme aquí pero estaba tan metida en mi cabeza que ni lo note. Me pare frente a ella y le dí la mano.
-Soy Ekaterina Petrova
Viendo su rostro, no conseguía recordarla de algún lado, parecía de mi edad y era peliroja pero aquí mucha gente es peliroja; de todas formas aun me cuesta memorizar tantos rostros y nombres, no estoy acostumbrada a tanta gente.

—Ehhh, sí, de hecho debería ir al gran comedor —respondo, pues me había atrasado en la torre de Astronomía, a donde iba cuando quería estar un rato a solas—. Sólo pasaba por aquí de camino, pero bueno... —me encojo de hombros, dando a entender que después de todo ya estoy allí.

Se paró frente a mí y me dio la mano a lo que sonreí un poco más abiertamente. Su tacto era frío y estaba demasiado blanca, pero pensé que, estando en Hogwarts y casi en pleno invierno era normal.

—¿Por qué te escondes exactamente? —pregunto—. A menos de que no quieras contarlo, no me meteré... —me quedo observándola un momento, para llevar seis años y medio en Hogwarts y conocer a casi todo el mundo de cara, por lo menos, ni siquiera me acuerdo de quien es—. ¿Eres nueva?

Por un instante me abofeté a mi misma mentalmente, ir por ahí haciendo cosas sospechosas no es mi estilo, ni tener bajones emocionales.
-Si, llegue este año-Dije con una pequeña sonrisa que era lo más a lo que mi rostro podía aspirar -En realidad no me escondía, solo caminaba por aquí y bueno... me atasque mucho en mis pensamientos ¿Nunca te ha pasado de quedarte demasiado tiempo con el mismo problema?
Yo no solo me quede atascada en el mismo problema, vivía el mismo problema constantemente y no puedo evitar sentirme asustada por la inminente realidad de que nunca más abra alguien cerca mio.

—¿Educada en casa? —pregunté con interés—. ¿O quizá en otro colegio de magia? Este año hay varios transferidos, ¿sabes? Incluso tuvimos a un chico de Brasil, pero tuvo que irse...

Realmente Aaron y yo nunca congeniamos demasiado, sólo le grité de novatada en el gran comedor: le tocó la mala suerte, que se le iba a hacer.

—Sí, bueno, últimamente me pasa eso... quedarme atascada con un problema... —comenté, refiriéndome a mi desaparecido hermano. ¿Dónde demonios se había metido? No tenía ni la más remota idea, sinceramente, pero había dejado demasiados problemas a su paso.

-Si, educada en casa, mis padres quisieron mudarse aquí y no encontraron un profesor así que me ingresaron aunque el año ya había empezado-
Me pregunte por un instante que clase de persona seria ahora si esa historia fuera cierta ¿Habría cambiado mucho? Probablemente, no, seguramente, el lugar de donde vengo y como me crié ahí no es algo que se pueda emular con facilidad, marca demasiado el carácter y a mi me lleno las venas de hielo.
-Si, fue solo eso... a veces no sabes si dejarlo ir o seguir hasta las ultimas consecuencias... pero, olvídalo, no te aburriré con eso-Dije con un tono más distendido

—Bueno, si quieres yo te aburro con mis problemas y tú me aburres con los tuyos... bah, no me molesta, puedo oírte. Si quieres podemos ir al Gran Comedor si ibas a cenar o a... donde quiera que fueras —sonrío. Aria tiene razón, en muchas cosas no soy el prototipo Slytherin de chica desagradable, pero es que tienen a Parkinson como el ejemplo, y la verdad es que no es un ejemplo demasiado díficil de superar—. Bueno, sólo si quieres. Después de todo, sólo soy una desconosida para ti.

Le quito importancia al asunto, intentando ser amigable con ella, porque parece una persona... ¿agradable? No lo sé. Quizá sólo un poco cerrada, tímida... ¿reservada? Si, eso la podría definir, reservada.

—¿De dónde vienes exactamente? Tú acento suena de otra parte de europa...

Pensé unos segundos en lo que me había dicho, aun sin decidir que iba a responderle, cuando ella me pregunto por mi acento, pesado y muy ruso es obvio que todo el mundo lo notaria.

-Ah, si, soy de Bielorrusia... En realidad me había ido del comedor, pero si tu tienes hambre podemos volver.

Aunque a mi me seguia sin parecer muy simpatica la idea de volver a un lugar con tanto olor a comida, aunque tal vez ahora haya menos gente y menos olor, podría soportarlo supongo -En realidad mi problema no es nada complicado, es solo una de esas cosas de múltiple choise... tengo la posibilidad de volver a mi país y no se si lo mejor para mi es eso o quedarme aquí... no creo que a ti te pase algo similar ¿O si?

El fondo de la cuestión era esa ¿Tiene sentido segur buscando una verdad a la que no tengo acceso? Desde luego que quiero saber que fue de ellos pero... no tengo forma de conseguirlo, quien lo hizo se aseguro de que la hubiera y ellos mismos me repetían siempre que hay superar el pasado y seguir a delante.
"preocúpate por lo que esta pasando ahora, no por que paso ayer"
El problema de volver es.... ¿Volver a qué?

—Bielorrusia... Nunca he conocido hasta esa parte de Europa —sonrío, porque sólo conozco Francia, Italia, unos cuantos países más a los que mi madre insistía de ir de vacaciones. Pero desde que empezó la guerra no he dejado Reino Unido, a comparación de mi hermano, que se ha metido en todas partes—. Siempre he querido conocer por allí, pero dicen que los inviernos son terribles.

La escucho con atención y tiene razón a mí no me pasa nada parecido. Simplemente estoy atascada en problemas que no puedo resolver.

—No, no tengo dilemas de ese tipo. Supongo que tendrías que valorar los pros y los contras, ¿no? —sonrío—. Disculpa, nunca he sido buena dando consejos ni resolviendo nada... Yo sola me atasco en mis propios problemas también, pero es más porque no creo que tengan una solución.

-Si, la gente suele vacacionar en Rusia, no somos un país muy popular...-
Aunque en realidad poco conozco de las grandes ciudades bielorrusas siempre me he mantenido oculta en los bosques o en sitios ganados por los vampiros, pero en el fondo quiero volver allí, en un lugar salvaje y mucho más primitivo que este, pero es lo unico a lo que puedo llamar "hogar" por muy cursi que suene esa palabra. Curiosamente, en el lugar más peligroso es donde más segura me siento.
Escuche sus palabras con bastante atención, despues de todo nuestros problemas tienen un punto en común.
-Se como te sientes... cuando quieres resolver algo que no puedes-Suspiro fuerte-Es tan frustante sentirte incapaz de hacer algo... no se tu, pero yo soy de esas personas que siempre han conseguido lo que se han propuesto, esto de fallar es nuevo...

—Nah... yo conozco hasta Alemania y ya está, más hacia Rusi nada de nada —comenté—. La mayoría de mis vacaciones se van en francia —acabo contando.

Escucho lo que dice y quizá no somos tan diferentes: siempre conseguimos lo que queremos, o siempre lo habíamos hecho, al menos. En mi caso nunca fue demasiado difícil, pero ahora es imposible. No es sólo que sea demasiado difícil es que es imposible.

—Para resolver este problema necesito un giratiempos a tres meses atrás. ¿O ya son cuatro? Ni siquiera llevo la cuenta... Espero que lo tuyo al menos sea más fácil.

Dejo salir un suspiro de resignación.

-Mi problema es un poco más antiguo... llevo mucho tiempo en esto, buscando a alguien, en realidad- ¿Por qué estaba comenzando a decir esto, tan derrotada me sentía?- No creo que tenga posibilidades de encontrarlo... Inglaterra no tiene nada que ofrecer para alguien como yo.

Bien o mal yo pertenecía a la oscuridad de las noches en Bielorrusia, no había otra posibilidad de vida para un vampiro orgulloso de si mismo, los cobardes podían ocultarse entre los magos y fingir que eran uno de ellos, pero yo no soy de esos, soy una vampiro completa y no tengo porque fingir toda mi vida.

- ¿Y tu como convives con tu problema?

—Creeme, aquí hay todo tipo de gente... —le sonrío—. Quizá encuentres a alguien o a quien sea qué busques porque cuando digo todo tipo, es realmente... todo tipo de personajes.

A quien sea que busque, porque realmente ni tengo ni idea de qué demonios quiera. En realidad la nuestra es una plática extraña, escuchamos y hablamos, pero ni siquiera sabemos con exactitud cuál es el problema de la otra. Una conversación extraña en todos los sentidos pero que extrañamente no me molesta en lo más mínimo.

—¿Convivir con mi problema? —repito—. Evito convivir con ella, en realidad, mientras más lejos mejor. Es la ex novia de mi hermano.

Escuche sus palabras con una ligera sonrisa, dentro de mi sabia que solo lo decía para darme esperanzas, pero en realidad ella no sabe lo que estoy buscando y yo se que no lo podría encontrar, aquí la situación no es muy sencilla para las criaturas y eso dificulta no solo mi existencia sino también el poder encontrarlo, cada vez hay menos posibilidades.
Solo sonrió ligeramente y no respondo. Esta conversación se estaba volviendo muy ambigua.

- ¿Ex-novia de tu hermano? Me gustaría decir que te entiendo pero no tengo hermanos-

Ni nada en realidad... nunca me había puesto a pensar acerca de mi familia pero desde luego que no tengo ninguna mis padres nunca me dijeron nada de los suyos y seguramente serán magos o muggles y yo no tengo interes en buscarlos.

—Oh, creeme, mejor para ti no tener hermanos, un día crecen y sus ex novias llegan con la noticia de que vas a ser tía mientras él se fue a meter a... ¡Siberia! Miento, ni siquiera sé donde está... —la miro con una cara de disculpa, realmente me acerqué a ella intentando ayudarla y ahora está escuchando allí mis palabras, viendo como exagero—. Lo siento, se suponía que estabamos hablando de tus cosas o... algo. Es sólo que no me lo puedo sacar de la cabeza y estoy exagerando, ¿verdad?

¡Pero es que Lorelaine! ¡Esa era una adolescente rara! ¡Rara en todos los sentidos!

-Uff... ¡Suena complicado! En serio... suerte con ello-
No tenia idea de lo que podría ser tener una familia grande, la única familia que conocía desapareció, pero por el modo de pensar de ellos, estoy casi segura de que no les gustaría que estuviera haciendo esto, poniéndome en peligro por ellos, se supone que para los vampiros todo (inclusive las personas) son circunstanciales y con tan de sobrevivir se olvida e ignora todo, no estoy del todo de acuerdo con esa filosofía, pero entiendo porque llegaron a pensar eso.
-Oh no no olvídalo.... mis problemas son... bueno.... exceden todo, buscar un par de personas en todo el Reino Unido... no es factible.

—La necesitaré, definitivamente... —suspiro—. Aunque a veces creo que sólo exagero.

Quizá incluso pueda distraerme con mis sobrinos, porque no me hace gracia la idea de que ella los críe. Es tan rara y tan asocial que me hace pensar que criará sociópatas o algo peor.

—No, definitivamente no es factible —acabé diciéndole—. ¿Dos personas en todo Reino Unido? Demasiado... ¿Al menos sabes sus nombres o algo? Podrías partir de allí claro... —Aunque es extraño, ¿quién viene a Reino Unido sin saber nada de nada?

- Si, se sus nombres es solo que son personas.... inusuales.... digamos que no se registrarían en un hotel y ya-
Ojala buscarlos fuera así de sencillo, pero ellos no vinieron aquí en un viaje de placer y ni siquiera se si están aquí, de hecho ni siquiera se si están vivos.
- En realidad no espero encontrarlos... no me queda tanta esperanza, solo quería saber... -me quede pensando unos segundos, no iba a decirle todo a esta chica- ...bueno que paso.
-En realidad no es nada grave-Agrege unos minutos más tarde con un todo de voz distendido

-Entonces son difíciles de buscar -adivino, intentando entender de qué o de qué tipo de personas estamos hablando. No tengo ni idea, así que dejo a mi imaginación volar-. No dejarían un rastro... -Ese tipo de personas no suelen ser exactamente un buen tipo de personas, pero no lo digo en ese momento.

Por lo que dice me suena a que hay una historia complicada detrás de todo eso. -¿Historias complicadas?

Me pongo a pensar en toda la historia y no puedo evitar reír un poco, no diría que estuve pensando en esto siempre, hubo momentos en lo olvide durante años, eh vivido cosas que nada tienen que ver con esto, pero apenas encontré la posibilidad de acercarme aquí la tome sin pensármelo dos veces, cuando ese tipo me ofreció hacerme documentación falsa, ahora que lo pienso, me cobro todo lo que tenia en ese momento, digamos que me estafo bastante, jugo con mis recuerdos.
-No tienes ni idea.... se fueron hace años en una situación bueno... extraña... mi razón principal para venir aquí era al menos encontrar a alguien que me explicara que fue lo que sucedió exactamente...

Mi boca se convierte en una tensa línea, intentando adivinar cuál es el problema allí. Supongo que es que no los puede encontrar, pero si los conoce... Bueno, mejor no sigo por allí, porque conozco a mi hermano más que a nada y no puedo localizarlo. Terrible.

—Entonces pasó algo... —no busco que me cuente nada, pero no puedo con mi curiosidad— que no recuerdas exactamente bien y quieres averiguar la verdad. ¿No has pensando ir con un legerenmago? —pregunto—. Pueden desenterrar pensamientos ocultos... ver tu mente... esas cosas.

OFF: voy a suponer que esto paso después de que Ekaterina hable con Lynnea.

¿Algo que no recuerdo bien? Ojala no recordara bien lo que paso, lo recuerdo muy bien y vivido en mi mente, el frío de la nieve cayendo sobre mi, las lagrimas congelándose en mi rostro, la soledad, el miedo ¿Como olvidarlo?

-No, veras...-

Me detengo ¿Qué era exactamente lo que podía decir? ¿Mis padres podrían ser mortifagos? mi encuentro con la profesora Gammel me obligo a traer a tierra un tema que intentaba ignorar desde hace mucho tiempo, no quería pensar en eso, no quería suponer que fueron mortifagos, tantos años de inventarme excusas no podían quedar en la nada.

- Unos magos se los llevaron un día...no estoy segura pero.... podría estar relacionado con mortifagos.