{Vestíbulo} Un nuevo comienzo {Libre}

Cuando llegué estaba nevando. Que extraño el clima, cuando en México no nieva nunca, ni en los inviernos más crudos y terribles. Llevo un solo baúl de equipaje que pesa más de lo que debería debido a un encantamiento que lo hace ser más grande por dentro que por fuera. Me extraña no ver a nadie, pero lo más probable es que con la inclemencia del clima no esperen a nadie hasta la mañana siguiente. Si hubiera tenido un lugar donde quedarme probablemente habría hecho eso, pero mi terquedad me ha llevado hasta allí.

—¿Hola? —llamo a la nada. Mi voz es de un inglés macarrónico, con fuerte acento, que se nota poco usado. No hay nadie, definitivamente, así que voy subiendo los escalones que hay poco a poco, esperando encontrar a alguien evetualmente.

Nunca había estado en un castillo de verdad. El único castillo en México se asemeja más bien a una casa señorial que a un castillo verdadero, como en el que estoy en ese momento. Se ve más tétrico, ciertamente, y oscuro, pero eso es quizá porque las luces del vestíbulo ya están apagadas y la mayoría del castillo debe de dormir.

Estaba bastante acostumbrada a no dormir mucho por las noches, mis padres desde pequeña me acostumbraron a tener un sueño fraccionado, dormir un poco de día y otro tanto de noche; cuando me hice un poco más mayor, es decir cuando deje los pañales, me suprimieron el sueño nocturno solo dormíamos un par de horas en el día.
Acostumbrarme a dormir de noche se me hace difícil por no decir casi imposible, por suerte, rara vez decaigo.
Paseando por los pasillos de la planta baja no me sentía nada cansada y extrañaba un poco mi vieja vida salvaje, que sin embargo, sabia muy bien que ya era algo totalmente diferente, por no decir mucho más difícil, que lo que era en mi infancia; si bien mi objetivo no es este, en cierta forma permanecer aquí es una gran opción.
Gruño para mi misma, detestandome ante esta ultima idea ¡¿Cómo podría haber pensado eso?!
Una voz con un raro acento me quito de mis pensamientos de odio autodirigido y me guiaron a una mujer morena que allí parada se veía medio perdida ¿Una maestra? ¿Estaría en problemas?
-Ehm....Disculpe, se que debería estar dormida...
Comencé una excusa pero no quise terminarla porque tenia la idea de que esta profesora debería de ser nueva.

Una estudiante rubia, pálida... demasiado pálida y demasiado rubia: eso es lo que me encuentro. Esperaba encontrarme al celador quizá, o a algún profesor, pero bueno. Supongo que la chica debería estar en su cama, pero tampoco me preocupo demasiado, sólo soy la nueva profesora a la que trajeron a más de medio mundo de distancia porque sospecho que las solicitudes de empleo no vuelan por allí.

—Buenas noches... —saludo. El acento de mi voz es notorio, pero hablo inglés con fluidez así que espero hacerme entender. Uno de mis amigos bromeo con que si me quedaba demasiado tiempo en Inglaterra se me aclararía la piel y perdería el acento—. Soy la nueva profesora, estaba buscando a alguien que pudiera ayudarme...

Estaba completamente perdida, Hogwarts no era precisamente mi terreno, no había estudiado allí, si no que había sido educada en casa, a una eternidad de allí.

Efectivamente era una nueva profesora, el problema es que ella necesitaba ayuda y yo también soy totalmente nueva, intento suplir ciertas ignorancias mias escuchando conversaciones o cosas así para irme enterando del funcionamiento interno del colegio.
-Buenas noches-Recordé que mi primera frase había empezado con "disculpe.
Me pareció gracioso por un segundo la situación, una mujer morena con un curioso acento que probablemente viniera de latinoamerica y una bielorrusa con su complicado y cerrado acento en una escuela mágica en Inglaterra, este lugar definitivamente trae a muchos extranjeros.
-¿Necesita ir a la oficina del director?
Yo ni sabia quien era el director, solo supuse.

—Sí, supongo —respondí, aunque a mi entender era directora, la que me había escrito las cartas—. ¿La profesora McGonagall, no?

Dejo la maleta que traigo detrás de mí, es pequeña, pero engañosa y saco la varita apuntándole para que al menos levité detrás de mí. No quería hacer magia en un lugar donde me descubriera cualquier muggle, asi que esperé hasta llegar al colegio. En ese momento me digo que no era mala idea pasar la noche en el pueblo que estaba cerca, pero, bueno, la terquedad me ha llevado hasta allí.

—De todos modos sólo necesito saber dónde está la torre de Astronomía. Soy la nueva profesora

La observe detenidamente hacer el hechizo a su maleta y me quede unos minutos en la vision de la varita, estaba comenzando a fastidiarme de esas cositas y mi ridiculo miedo a ellas ¡Nadie aquí iba a atacarme! ¿Por qué no consigo tranquilizarme? Respiro profundamente y respondo:

-Claro, si quiere puedo guiarla... es hacia allá-Dijo señalandole la direccion, si no me fallaba la memoria era un camino recto hasta las escalerillas de la torre...-Soy de Sexto año Gryffindor, Ekaterina Petrova.
Arreglo un mechón de cabello detrás de mi oreja, seguramente, entre las oscuridad y las luces bajas, con mis ojos cansados y palidez parezca algún tipo de espectro.

-Ahm... muchas gracias -sonrío, aunque la chica me parece fría, realmente muy distinta a la gente con la que estoy acostumbrada a tratar-. Realmente este lugar es muy grande... -comento, sólo por comentar, haciendo que mi maleta vaya detrás de mí y oigo a la alumna presentarse como Ekaterina de Gryffindor-. ¿Gryffindor? -pregunto, antes de recordar algo en la carta de la directora-. ¡Oh, cierto, que aquí tienen ese extraño sistema por casas... -frunzo el ceño, no sé como me acostumbraré realmente a todo eso que es tan diferente-. Itzia Nicté, profesora... Ahora, ¿puedes guiarme?

-Claro... es por aquí sigame....-Digo comenzando a caminar rumbo a la torre, esperando que la profesora me siguiera -Si, el sistema de casas también me parece raro... pero aquí parecen tomarselo muy en serio, Gryffindor es la casa de los valientes... o algo así.. aun me sorprende estar en ella.
Por lo que sabia de las casas daba casi por sentado que el sombrero seleccionador me daría Slytherin, desde luego, por lo fría y embustera, pero aparentemente el sombrero me vio más como una Gryffindor, cosa rara.

-Me explicaron el sistema, sí, pero no lo entiendo demasiado bien... -negué con la cabeza, esbozando una sonrisa nerviosa-. ¿Gryffindor de los valientes? Vaya, creía que era otra... -, sacudí la cabeza, definitivamente no me las había aprendido, ni por casualidad. Me quede viéndola cuando declaró que le sorprendía estar en ella-. ¿No te sientes valiente, entonces? -pregunté, con curiosidad-. Supongo que eso es normal... ¿qué casa esperabas? -intento indagar mientras la sigo, por tener un tema de conversación mientras caminamos

- Se que no habla bien de mi pero me consideraba una persona más astuta por lo que creí que me tocaría Slytherin-En realidad era algo bastante natural para un vampiro, si no te las arreglas para sobrevivir nadie lo hará por ti, yo tenia la vida bastante fácil, la mayoría de los vampiros no tienen a sus padres y aun así yo sigo aquí "lloriqueando". Hago una muesca de disgusto ante ese pensamiento, yo no estaba quejándome solo estaba buscando un porque... los otros vampiros al menos saben que fue de sus "vidas" yo en cambio nunca tuve una.
- No conozco muy bien a todos los chicos pero por lo que eh oído Slytherin tiene mala fama y siempre se pelean con los Gryffindor.-Le comento a la profesora, volviendo a mi expresión ausente.

-Bueno... estamos igual, entonces, apenas conozco unos cuantos rumores, en donde vengo no existe ese sistema... -respondo, me parece muy extraño, pero no lo cuestionaré. Yo vine a continuar con mis investigaciones aquí y a dar clases, no a entender costumbres extrañas-. Supongo que es obvio que haya algún tipo de rivalidad... -comenté, por decir algo. Seguimos caminando, pues quiero llegar a la torre lo más pronto posible.

-Si en mi país tampoco es muy común... no le veo gran utilidad pero es una tradición o algo así-
Camino junto a la profesora y las maletas flotantes por los silenciosos pasillos, el ruido de nuestros zapatos chocando contra el piso es fuerte y junto a la ligera oscuridad me da una sensación de paz. Finalmente llegamos a las empinadas escaleras de la torre.
-Creo que es aquí.

-Dicen que algunas escuelas muggles inglesas también lo utilizan -respondo, aunque no sé realmente que esté la chica en contacto con los muggles, así que no importa demasiado-. De todos modos, tendré que acostumbrarme.

Llegamos a la torre y, bueno, allí estaré bien. Me indicarón que allí tenía donde hospedarme y supongo que estaré bien. Bajo las maletas hasta el suelo y me acerco para darle las gracias a la chica. -Muchas gracias... ¿Ekaterina? -sonrío-. Procura no estar tan levantada tan tarde. No siempre te agarrarán profesores nuevos.

- ¿En serio? No lo sabía...-
La profesora iba a subir a la torre, supuse que allí tendría donde dormir, ella iría allí y yo volvería a mi discreta caminata nocturna hasta que consiga dormirme.... tengo que acostumbrarme a cambiar de horarios de una buena vez.
- Ah, claro.... bueno, tal vez la vea en clase.
No conseguía recordar ni a las materias a las que estaba inscrita, tal vez estuviera en su materia despues de todo, igualmente este es un lugar grande pero siempre consiges cruzarte con las mismas personas...

OFF: cerramos aca?