Una muñeca que no puede hablar (Luna/Libre)

Yo nunca iba al comedor, nunca quiero; no me importa tener hambre, creo que me acostumbre un poco a estar así pues allá casi no nos daban que comer y yo... a mí no me gusta, no me gusta estar ahí porque me pueden mirar y pensar y eso dolía, que ellos me pensaran ensuciaba tanto... Y si no, si no es esta las que los ve a los otros, y me duele... los veo tanto haciendo esas cosas que yo no se cómo se hacer, esas cosas que a halla no les complacían, esas que ahí nunca dejaron la posibilidad de hacer...

Hay otros, muchos otros pero ellos hacen cosas que yo no puedo...
A veces sonríen y yo nunca puedo, no sé cómo hacerlo pero duele...;
nunca puedo y los dibujo, yo los dibujo pero ellos quieren hablar
y yo no sé cómo hablar... y hacer me duele,
hacer sin que me muevan también duele tanto.., como todo,
como todo eso que siente diferente a antes,
que se siente tan diferente a antes mientras duele...

....

Estaba pegada al borde la puerta grande, mirando hacia adentro, buscando algo, buscándola tan necesitada pero escondida a ella... a ella con quien había dicho que hablaría, a ella con quien le dije a la mujer del cabello blanco que me escucha que hablaría, hace tanto ya... sin poder hacerlo, sin poder hacerlo. Y es que no podía, ya no sabía cómo hablar, se lo había escrito a una de las otras que estuvieron ahí, a la que quiso escribirle a esta; y aun así dolía, todo seguía doliendo y creo que la extraño, que la muñeca la extraña un poco aunque ahora tiene una mama y uno que le dice que es una "chica"; que la extraña de nuevo desde que piensa en las cartas, pero que como toda muñeca no puede hablar para decirlo.

Miro el techo, curiosamente azul aunque con nubes oscuras amenazantes que en cualquier momento convertirían el techo externo en la tormenta que se adivina a través de las ventanas. Será un día gris, lo presiento. Las hojas han comenzado a caer, y pronto todo lo que parezca repentinamente muerto será cubierto de una dulce capa nevada. No puedo esperar.

Remuevo con la cuchara la taza de cereal frente a mi, con una suave sonrisa pensativa. Será una Navidad algo más alegre que la anterior, o eso espero. Una parte de mi se pregunta que sentiré cuando llegue el momento de partir a casa, y si tendré miedo cuando deba regresar, si se hará vívido de nuevo el inicio de aquella pesadilla que fue el encierro en la mansión Malfoy. Me parece curioso que me haya invadido ese pensamiento, a la vez que siento un cosquilleo en la nuca. ¿Habrá un narggle cerca? Me doy vuelta y descubro la mirada de Niniel desde la puerta del comedor, y le sonrío a lo lejos, haciéndole un saludo con la mano e instándola a acercarse a mi mesa. Después de todo, ya muchos han terminado de desayunar.

Este sitio es mucho más grande que el palacio de Buckingham o cualquier otra parte donde he estado antes. Aún no se si sentirme intimidada o solo sorprendida. Desde que he llegado sigo abriendo la boca muy grande cada vez que miro el techo del comedor. Los miro siempre nerviosa desde mi asiento. Todos hablan entre ellos de tantas cosas que no se de guerras y de lo que sale en el periódico con imagenes que se mueven. Nose es complicado.

Me acerco de nuevo hacia las puertas y veo a alguien que está en la puerta. no se si está bien parece tan nerviosa como yo de este lugar. "Vas a entrar?" pregunto pensando que tal vez es que hay problemas dentro y no se puede pasar.

La pared de piedra esta fría en mi cuello y en lo que toca de mi rostro, ahí mientras miro y miro hacia la sala grande del techo descubierto, mirándola tanto a ella desde mi escondite de pronto, aferrando mis manos al borde de esa pared porque no se qué hacer, porque estoy ahí y no sé qué hacer... Dime, dime ¿Qué puedo hacer con mi piel? ¿Para qué quiero tener mi piel si lo único que me hicieron sentir con ella fue malo? ¿Porque aun así no puedo querer cambiarla del todo...? Dime... dime ¿Tu sabes que puedo hacer? Quiero preguntarle, tal vez quiero preguntarle y es que lo imagino, ya imagino lo que preguntaría esta muñeca si pudiera hablar pero no puedo, estaría ahí, ella me miraría, me preguntaría por cómo fue y yo no podría... yo no podría...

Ya no quiero estar mas aquí, ya no quiero estar mas aquí; mi pecho golpea y yo tiemblo, aquí al menos puedo escapar, aquí al menos puedo escapar; lo voy a hacer cuando ella de pronto me mira, me encuentra y con su mano me dice que valla y yo....

¿Vas a entrar? Me dice una voz suave desde atrás, una voz que no quiero que me mire pero que esta acaba queriendo enfocar igual para saber quién es, viendo a una niña, a una niña que me habla ahí y me deja petrificada, haciéndome sentir de pronto como si estuviese mirando a una que es bonita, a una que es bonita pero que me da tanta envidia por dentro, tanta envidia por que puede ser una niña, porque pude ser una niña aquí y no estar encerrada donde me tuvieron a a mi sin poder serlo tanto, sin poder serlo tanto...

Si... Le logro murmurar, caminando hacia adentro sin atreverme del todo pero queriendo dejarla de mirar a ella, queriendo dejarla de mirar a ella para que así me deje de doler, para ver así me deja de doler... llegando al lado de aquella otra ella, sentándome a su lado silenciosa, temblando; mirando de lejos tanto a esa niña que me hacia querer llorar, que me hacia querer llorar aunque no hubiese hecho nada....

Niniel tiene una expresión extraña, y sigo su mirada hacia la puerta. Es una chica nueva, creo que la vi entre aquellas escogidas por el sombrero este año. Ah, si, también la he visto en la Sala Común.

-Hola Niniel.- Le digo, tratando de volver a llamar su atención, con una sonrisa suave. -¿Tienes hambre? Prueba las tostadas con mermelada de arándanos y mantequilla. Está deliciosa.-

Me sonrojo cuando escucho sus palabras y como me mira, no se es como si yo le hubiera hecho algo muy malo al hacerle esa pregunta. Me sonrojo mas cuando veo que sigue mirandome en la puerta, y otra chica rubia tambien me mira. Que hice?

Camino hacia la mesa y es entonces cuando me doy cuenta que estan en la misma mesa de mi casa. Eso hace que me ponga mas roja aun. Me acerco hasta ellas, mirando hacia el suelo. "perdon no quise ofenderte" le digo a la chica antes de darme la vuelta y buscar una esquina donde no me vean. Me muerdo los labios con algo de enojo. No se de que me estoy disculpando, yo no hice nada. Pero no me atrevo a volver y decirselo.

Hola…

Le digo casi silenciosa a ella para responder su hola, quedándome con las manos agarradas sobre la mesa, bajando mi mirada sin poder expresar mucho, encogiendo mis hombros mientras  tomo una de las cosas para comer que ella menciona en silencio, probando un pequeño trozo que sabe extraño, que trago sin que me haga bien como si mi vientre estuviese cerrado y no quisiera que le meta nada más porque no me puedo sentir bien ahí sin saber qué hará esta, sin saber que hare….

Hasta que siento a aquella niña cerca de nuevo, Perdón no quise ofenderte… Me dice y yo, yo de pronto siento que quiero llorar, la veo un poco cuando se va y quiero llorar; me volteo a mi compañera con mis ojos dolidos, humedecidos de pronto como si fuera a llorar porque yo no sabía porque me pedía perdón; porque le pedía perdón a esta si yo solo me siento mal, si yo solo me siento mal, sin saber qué hacer; acercando una de mis manos a la de aquella ¿amiga? pero retirándola cuando estoy por tocar su muñeca, dejando ahí aquella tostada en la mesa…

Observo la escena un poco confusa. Miro a Niniel. -¿Es una nueva amiga?- Pero la mirada que me devuelve la Puff, y su gesto me indica que algo no está bien. Le tomo la mano que había retirado antes de tomar la mía, y levanto la otra tratando de llamar la atención de aquella niña nueva.

-¡Hey! ¡HEY! ¡Chica nueva, vuelve!- Hago con grandes gestos, sin importarme mucho las miradas que comienzan a fijarse en mi.

Volteo a ver quien esta gritando de esa manera para darme cuenta que se trata de la chica rubia que esta sentada con la joven de cabello oscuro. Miro atrás de mi a los lados queriendo ver a quien llama. pero se que es a mi que esta llamando.

"Eh?" es que no entiendo para que me llama pero me acerco. "Mary. Soy Mary." le digo para que no me siga llamando chica nueva. Creo que ya todos se han enterado que soy la chica nueva de aquí...

Yo había dejado mi tostada en la mesa cuando ella me toma mi mano, recorriéndome un espasmo hasta mi hombro que se convierte en temblores y tal vez en un poco de humedad, como aquella vez que me deje tomar la mano con ella por primera vez, quedándome ahí con mi pecho latiendo, con ella llamando a ahí a la niña que me pidió perdón aunque yo no sé, yo no sé que porque la llama....

Aunque ella se da cuenta, aunque todos miran y yo no quiero eso, ella acercándose ahí hacia nosotras y diciendo ¿Su nombre?... Y yo, yo me quedo petrificada, mirando a la mesa como la muñeca que a veces no puede hablar, queriendo tal vez ser esa muñeca que no habla ahora, aunque no se; me quedo en silencio y no se ahí con mi mano flácida entre los dedos de la de ella, esperando a que ella hable por mi si es que lo quiere hacer....

La miro con una sonrisa expandida, señalándole junto a nosotras para que tome asiento.

-Soy Luna Lovegood. Y ella es Niniel.- Digo, presionando con suavidad la mano de la Hufflepuff para inspirarle un poco de confianza. -Bienvenida a Hogwarts. Anda, come algo con nosotras.-

La miro con suavidad, y soltando la mano de Niniel tomo varias tostadas que unto con mermelada y mantequilla, y se las paso a ambas. -En serio deben probarlas, están deliciosas. Además, necesitan energía para el dia de hoy. Parece que no lloverá, eso es bueno.-

Tomo una tostada para mi, manteniendo una sonrisa. -¿Por qué te disculpabas?- Pregunto entonces a la chica llamada Mary.

"mucho gusto" contesto con la mirada un poco baja antes de intentar mostrar una sonrisa timida para ambas sobretodo a la chica de cabello oscuro. Me siento en donde me dicen y acepto la tostada que e ofrece cuando hace la pregunta. Me atragando un poco mas azorada que antes.

"lo siento..." repito de nuevo entre toses y ojos humedos. "yo... no se, vi a Niniel? en la puerta y creo que se molesto. no se..." la miro de nuevo como si quisiera seguir disculpandome con la mirada.

Ella habla, ellas hablan y yo me hundo en mi misma, y es que ya solo quiero desaparecer, desaparecer de todo... Me siento mal y no quiero que me vean así, no quiero que vean como estoy, como una muñeca que no habla porque no sabe qué decir, que no sabe si quiere decir algo; y es que no sé, no sé qué hacer; allá no habían disculpas y estaba tan obscuro siempre, tan obscuro y sin hablar casi siempre...

No hago nada cuando me mira, no sé qué hacer; le quito mi mirada un momento pero me molesta hacer eso y vuelvo a ella; y después de un rato la dejo de ver para mirar a mi compañera, ahí; queriendo pedirle un poco de ayuda, un poco de ayuda para poder disculparme yo también...

¿Qué hago? Yo no quería hacer algo malo...

Tengo miedo ¿O soy mala acaso?.., ¿No hago las cosas bien y soy mala acaso….?

Jamás había visto tanta comunicación entre miradas. Es como si estuviéramos haciendo Legimerencia. Mary no sabe que hacer, Niniel parece querer huir de allí y me mira para que le ayude. Yo solo sonrío, porque esto es una situación muy curiosa.

-No creo que hayas hecho nada malo, Niniel.- Le digo para que se tranquilice, con otra palmadita suave al dorso de su mano. Miro a la otra chica rubia. -Niniel no está acostumbrada a hablar con gente que no conoce, Mary. Pero ella no está moleta contigo.-

Asiento varias veces para confirmarle mis palabras. -¿Verdad que no?-

Las miro embobada al principio. Creo que me he sentado con las mas extrañas del colegio y eso que es un colegio de por si extraño. supongo que entonces yo tambien soy algo extraña.

"ah" digo entonces pasando los ojos de una a otra. "yo... tampoco estoy acostumbrada a hablar mucho." digo dibujando una sonrisa timida. "Es que todo esto resulta muy nuevo y pareciera que todos se conocen de hace tiempo... no se..." me siento intrusa?

Yo solo niego con mi cabeza mirando un poco a la chica nueva, siendo mi única forma de decir que es verdad; que es verdad que no estoy molesta, que solo quiero ocultarme, desaparecer porque siempre me siento rara y no sé qué hacer,¿; que a mí me gustaría sentirme como una niña también, porque me siento mal y no se... No se sintiendo ahí el toque de mi compañera en el dorso de mi mano, tan frio... pero aliviándome un poco de que ella sepa y lo pueda explicar por esta...

Yo solo creo que me asuste, aunque... siempre me asusto... Agrego encogiéndome de hombros, tratando de explicar con eso que no es que la encuentre mala, si no que yo siempre me siento tan fría; solo que no sé, no sé si lo logro explicarlo bien y eso me molesta... ¿Porque ella puede creer que yo la encuentro mala cierto?

Y yo, yo no quiero eso....

Sonrío más ampliamente ante la respuesta de Niniel.

-Eso es por falta de práctica, Niniel.- Le doy un suave apretón más a su mano, antes de soltarla con suavidad, aunque la dejo cerca de ella por si necesita aferrarse de nuevo a mi. Miro a la rubia. -Bueno, la guerra nos unió mucho a muchos de nosotros, supongo que por eso parecemos tan familiares. Pero tampoco ha cambiado tanto. Algunos odios y miedos continúan, aunque menos fuertes.-