Cartas y golosinas (Niniel/Cerrado)

Había pasado todo el día decidida a que hoy sería el día en el que le entregaría la primera carta a Niniel, por donde quizás se hablarían, donde por fin podría contarle muchas cosas sin que se asustara o sin sentirme rechazada, donde de pronto le haría sonreír.
El único problema es que por más que pesaba no sabía que escribirle o cómo, si solo saludarla o contarle muchas cosas de mí, si preguntarle el porqué de su actitud o contarle como me sentí, realmente no sabía ella era tan diferente no quería asustarle ni mucho menos hacer que me odiara sólo necesitaba un lugar tranquilo en donde pensar en donde hacer que mis palabras y pensamientos se mezclaran con mis letras.


Me dirijo hacía el exterior junto a unos árboles, la armonía de la naturaleza haría que todo fluyera mejor, haría que en mi cabeza todo se aclarara al ver cosa tan perfecta como lo es la naturaleza, así que me sentaba justo al lado de un frondoso árbol, sacaba mi pluma y mis hojas blancas, (mis preciadas hojas blancas las que cargaba conmigo a todo lado, en ellas podía expresar lo que fuera en el momento que fuera) y sólo dejaba que las palabras fluyeran y fueran llenando ese papel con letras llenas de alegría, después de una hora sentada allí había logrado terminarla, al fin estaba lista para ser leída y entregada a Niniel. Pero antes de eso le echaba una breve leída para ver que todo estuviera bien.

Querida Niniel.

La primera vez que nos vimos no fue la mejor, así que me disculpo no pensé que fueras tan temerosa, no te juzgo todos tenemos temores, no te imaginas los temores d mi vida y las tragedias que han pasado por ella pero yo siempre tengo un dicho que es ‘’Entre más triste sea tu historia, más grande debe ser tu sonrisa’’, pero no es el caso de todos. El motivo de esta primera carta, ya que habrán muchas más, es conocerte, es ayudarte es hacerte feliz aunque no te conozca, se lo que es estar mal y por eso quiero ayudarte.

En primer lugar me llamo Elisabett Worrenth, vengo de una familia y una vida llena de tragedias y azotada por la guerra, eso me enseño muchas cosas, pero jamás deje de sonreír y perder mi alegría por ello, aquí estoy brindando ayuda a quien lo necesita y haciendo feliz a quien me de gusto de ello.

En primera me encantaría entablar una amistad contigo y mostrarte que no todos son malos y hacen daño, yo también conocí personas terribles, no sé si sea tu caso, pero haré lo posible por que estés bien así sea de lejos, eres hermosa.
No siendo más Niniel dulces sueños, descansa y recuerda que habrá quien te cuidara si lo permites, te deje dos chocolates son deliciosos, haré llegar la próxima carta pronto.

Ya con la carta terminada me dirijo hacia la sala Hufflepuff, entró muy silenciosamente, muy callada y subo hacía el dormitorio de Niniel, para rectificar que este vació y así poder dejar la carta, para suerte mía está estaba vacía Niniel no se encontraba sabía que era el momento perfecto, así que la dejaba justo allí sobre la mesita junto a su cama con dos chocolates y una nota que decía ‘’Dulces sueños, Niniel’’. Antes de salir de la habitación dice casi susurrado. - Por favor léela.

Abro la puerta de mi lugar, entro, miro con mis ojos cansados, me duele el pecho pero no hay nadie, no hay nadie y tan silenciosa como flácida subo a mi lugar; por la escalera primero y por la puerta después.

Las manos me tiemblan y me siento fría; y es que siempre era así, no sé que me mas me hicieron allá pero siempre me siento así, como si estuviese tan cambiada por haber estado tirada ahí; encerrada en esa pieza sin luz, con ellos viniendo para tomarme de mi brazos cuando querían,  llevándome para hurgarme desnuda; para tocarme en mi cuerpo como yo no quería, como yo no quería, mientras no me podía mover por la magia que me metían o las amarras; apretándome, poniendo sus manos donde no debían, pasándolas por mí, torciéndome como querían hasta que a veces... hasta que a veces  meterse dentro de mi… o tirarme de vuelta a la pieza con las demás para dejarme ahí; sin poder hacer nada más que respirar y estar…

Yo acabo entrando al lugar donde me tienen ahora, mi habitación; trato de no volver mas alla, voy al mueble para sacar, quiero sacar el libro de mis dibujos, lo necesito, lo necesito pero veo algo... Un papel ahi, un papel doblado con las que parecían ser de las cosas dulces.

Yo al comienzo pienso en no tomarlo, no quería hacerlo para solo sentir más de eso; pero lo acabo haciendo, la torpe muñeca lo acaba haciendo, sentándome encogida sobre la cama lo abro; con las piernas contra mi pecho arriba de esta y mi boca entre las rodillas es que lo leo, lo leo, lo leo y lloro;....y es que está mal, está mal lo que me hace sentir... No es malo..., pero me hace llorar mas por haber estado encerrada ahí, por haber golpeado la pared al comienzo, por haber tirado los tablones de la ventana tratando de sacarlos, tratando de salir, pensando que tenía que volver a mi lugar de antes; tratando de irme para que nunca pasara... para ver solo como eso no iba a acabar, porque ellos no querían que acabase, porque ellos no querían...

.................

Yo no iba a escribir al comienzo, de verdad que no quería que ella ni nadie me quisiera ver mas, ni que me pensaran siquiera; al menos no ese día en que todo se me había devuelto de nuevo; aunque eran tantos lo que eran así, tantos… Yo tomo aquel papel, no sé porque pero ahora lo tomo, lo hago porque necesito escribir algo; y es que tal vez trataba de hacer cualquier cosa, cualquier cosa que me aliviara un poco lo que era tener todo esto en mi....

Lo siento... lo siento pero yo no puedo, esta no puede; yo no sonrió bien aunque me lo pidan... Y no, no quería ser una muñeca mala, pero las cosas me duelen; todo me duele y si esta puede pedir algo...; no me tomes, no me lleves a un lugar donde no quiera estar de nuevo; no lo hagas por favor...

......

A mí me llaman como Niniel, aunque no importa..., eso no importa.

Es un escrito corto, pero es que tampoco la muñeca puede más; un escrito corto que solo dejo ahí donde estaba el de ella, para que ella viniese a buscarlo cuando esta no estuviera en su lugar.

Había pasado un día tal vez dos, ahora ya casi no pongo atención a eso,  y ahora quería ver si Niniel ya había contestado mi carta, o si no lo había hecho, me sentía muy entusiasmada y asustada, ¿y si se había molestado? ¿o quizás la  hice sentir mal?, no a mí no me gustaba hacer eso con la gente, pero a ella sólo quería hacerla sonreír así me tomara tiempo, en el fondo sé que lo que sufrió fue muy grave y por ello es así, y creo que antes de eso tan fuerte que le paso debió ser una chica maravillosa llena de vida y alegría quiero que esa niña vuelva a salir y a iluminar Howarts con su sonrisa.

Ya había pasado mucho andando por ahí tenía que hacer lo de mis clases o me atrasaría mucho, pero… Pero primero tenía que salir de la duda de la carta de Niniel no podía aguantar más soy muy curiosa y quería saber quería ver, quería leer si era el caso, así que sólo fui muy silenciosa como siempre porque si llegara a encontrármela sería terrible para ella y eso era lo que no quería. Subí lentamente las escaleras, estaba muy silencioso creo que no había nadie, me dirijo a su habitación, desde allí la puerta donde me encontraba eche un vistazo para observar la mesita junto a su cama y que sorpresa mi carta no estaba ni mis chocolates, ojala los haya comido, pero había otro papel, ¿me habría dado una respuesta? Sea lo que sea no lo averiguaría desde allí, me acerque como un ratón escabulléndome por allí y tomo el papel pero primero tenía que ver si era para mí y si, si era para mí.

Bajé a la sala tome la carta, la leí con paciencia sentada en un sillón de la sala para estar pendiente de si Nini llegaba, con ternura y emoción, eran muchas cosas las que sentía al leer su carta, y es que en ella había algo, algo que me hacía sentir bien , después de leerla me sentí un poco mal pues creo que la hice sentir mal, lo pensé no sabía si escribirle otra o sólo ya parar ahí para que no sufriera más, pero llegue a la conclusión de que su sufrimiento curara con amor y paciencia y yo seré la que la ayude. Tomé mis hojas y mi pluma y escribí desde lo profundo de mi ser, desde la sabiduría que he adquirido, que aún necesito de mucha más, pero sé que podré ayudar a Nini, sé que la haré sonreír, cuando escribí pensé dos veces cada palabra, cada frase, no quería que se sintiera mal o presionada, al terminar la releí.

Hola de nuevo princesa.

Quise escribirte de nuevo pero esta vez pensando todo mejor, disculpa si te hice sentir mal con mi anterior letra, no pensé que fuera a hacerlo y no era mi intensión, lo lamento no me gusta eso.
Entiendo tu pensar, no para todas es fácil sonreír después de algo difícil y disculpa si te lo pedí de la nada, pero es que fue un impulso así que si aún no estas lista no sonrías aún, sólo lee mis cartas y si quieres responderlas hazlo, si no, no te preocupes está bien. Y entiendo  muchas personas no escogen su lado si es bueno o si es malo, pero mira muchas de estas personas se hacen fuertes o se hacen cerradas, y siempre he pensado que hay justicia y descanso para todo lo malo que sucede, y cuando estas personas logran descansar no sabes lo bonito que es, no te imaginas, sientes una paz un alivio de que un mal recuerdo se convirtió en una experiencia que te hará sentr fuerte después, y perdón por hablarte de esto nuevamente más bien prosigamos.
En el día de hoy quiero saludarte, desearte un lindo día, hoy estuve caminando por allí y pensé mucho en ti, aunque parezca loco, y algo apresurado, parece que te tengo cariño, y me importas, hay algo en ti que me hace sentir bien, pensé en la excelente chica que eres y siempre serás. Confía en ti, yo lo hago confió en mí y confió en ti, confió en que eres fuerte y hermosa, sabes siempre prometí proteger y eso hago con las personas que me importan ahora tu serás a quien proteja.
Y no te preocupes no te llevaré a donde no quieras, si importa es un nombre hermoso para una hermosa princesa como lo eres tú, para mi eres Niniel la primera chica que con sólo su mirada me hizo saber que era especial y valía la pena luchar por ella y protegerla.

Y por último espero que te hayas comido la chocolatina, aquí te traigo otra y una bella flor como lo eres tú.

ATT: Elisabett Worrenth con cariño.

Después de releerla subí a dejársela en su habitación la deje sobre su mesa, con una nota diciendo buena noche y dulces sueños, junto a la carta deje un chocolate y una bella flor que había encontrado camino aquí  me la recordó a ella, tan bella, delicada y frágil.

Yo leo, comienzo a leer sentada sobre la cama del lugar en que me tienen, fría comienzo a leer; tan cansada y entumida como siempre siento, intentando aletargar el terror de dormir la leo porque esta ahí, porque esta ahí y la muñeca debe hacerlo. Empiezo, las letras pasan, las palabras pasan, las frases pasan, pasan y pasan....

Y comienzo a llorar, y es que de pronto me dice como podría ser diferente, como pudo ser diferente si no me hubieran llevado ahi; y es que yo pensaba, volvía a recordar pensando, y sintiendo; pensando lo horrible que se sentía allá, lo desamparada que me sentía allá... lo desamparada y rota que quede allá. Y no puedo, no puedo seguir; se me escurre el papel de entre mis debiles dedos, y me encojo; encojo los brazos a mi cuerpo en esa cama, acurrucada, apretada; y es que lloro, lloro por todo; por lo que se me desapareció, por no poder ver la luz del sol, por la desesperación que sentía cuando me usaban, y porque me obligaron a dejar de ser una niña, por todo eso que me quitaron; la posibilidad de ver por una ventana, de jugar en un columpio, de ser cuidada en una cama o pintarme el rostro porque quería... solo porque yo hubiese querido...

Y es que como, ¿Cómo puedo descansar con lo que le hicieron a esta? ¿Con lo que me hicieron una y otra vez ahí...? Veo mi pecho respirar, veo a mis brazos convulsionarse como cuando me los doblaban o susurraban, siento como me raspa el rostro al mezclarse mis lágrimas con la tela de la cama. Y termino recordando, termino intentando recordar lo que pensaba ahí, cuando estaba tirada con las otras en ese cuarto; tratando de irme a cualquier lugar, a la textura de ese piso entablado o a mi pelo seco cayéndome en los hombros; a cualquier cosa para tratar de no pensar, para tratar de no pensar y solo estar respirando; para tratar de no pensar y llorar como siempre hacia, porque estaba ahí, encerrada en una pieza obscura en la cual termine madurando; sin poder contar mas los días, aterrada de que abrieran la puerta... mirando a las otras tiradas como me miraban a mí....pero yo,...

Yo trato de parar, la muñeca trata de parar y seguir leyendo; todo lo que me dice de pronto, todo eso que me dice de pronto y que yo añoro, ser tratada como una princesa, que me saludaran, que pudiese tener un lindo día o que alguien me hablara de cariño en vez de que soy su muñeca que saborear; todo eso que yo añore tanto ahí donde no existía, que añoro tanto ahora así como me dejaron, añorando tanto haber podido vivir así y no como me toco a mi; no en lo que el mundo eligió para esta.....
.................

Pero... , ¿Cómo? ¿Como podría esta hacer eso? ¿Cómo se hace para poder descansar? Y es que esta se siente mal, le duele tanto como la dejaron unos hombres; unos hombres demaciado malos que le tocaron, que la tuvieron encerrada obligándola a estar para ellos... Se siente mal porque las cosas le duelen. Y a ella... a ella tal vez le hubiese gustado haber sido una princesa o una niña en vez de una muñeca..., pero nadie le enseño eso, ni algo para sonreír...

A esta le agradan las flores, le recuerdan a su...casa...lugar de antes.... Y a esta le gustaría que la llamasen flor alguna vez si la dejan pedir algo mas...

De pronto estoy escribiendo, y es que lloro, escribo mientras lloro porque no puedo con lo que siento siempre de ellos, con lo que siempre añoro; no sabiendo que escribir, no pudiendo pensar, confundiéndome, tachando... haciéndolo ahí, limpiándome con mi manga la nariz que me sorbetea.