Obsesión Lupina [Ophelia Duncan]

Tal como me recomendó la profesora Uppsala, me dirigí hacia el exterior, intentando encontrar a la profesora de Criaturas Mágicas. Sería más sencillo si supiera como se ve la profesora, pero aparentemente, según me han dicho, el color de su cabello cambia todo los días. Hablando de tintes y cabello reseco...

Si mi corazonada es buena, debería encontrarla aquí entre sus animales, quizás preparando la clase. Sino, me va a tocar esperar toda la tarde, y regresar con la cola entre las piernas si resulta que no llega. Pero me gustan las apuestas, y apuesto que daré con ella... eventualmente.

Efectivamente la profesora estaba en la clase. Bueno, en realidad llegando a la clase quizá solo segundos antes que él. Vestida con una camiseta y unos shorts y calzas debajo, el cabello de un tono violeta que se estaba secando y parecía cobrar vida propia a medida que se secaba al sol y se convertía en un azul eléctrico, los ojos haciendo juego a pesar de que el tono parecía sobrenatural por donde se le mirara.

Una toalla estaba en su hombro y era evidente que iba a buscar la bolsa que descansaba colgada del cerco donde caminaban unos caballos de ocho patas, la temática para la siguiente clase de Criaturas Mágicas.

Tardó un momento en alzar la cabeza para verle, era evidente que no esperaba que nadie fuera a buscarle, aunque en su propio consuelo, ya en algún momento llegó Trix pidiendo clases extra por lo que se puede decir que donde va uno, pueden ir dos y ella era una profesora, así que hizo lo de siempre y se sentó en el cerco, a la espera de que el ‘chico lindo’ se acercara, claras ganas de soltar un quejido y rodar los ojos al notar que era un Gryffindor.

Seguro si Jhonny la viera le señalaría el karma que se cargaba con los leones, quizá no debía haber golpeado a tantos en sus épocas de colegio.

Y otra profesora que está cañón... ¿Es que hacen un casting de profesoras para esto? Eso si, que tiene cara de ser capaz de tumbarme al suelo de un puñetazo.

-Eh, buenas, profe. Soy Samuel Broddick, uno de los "nuevos". Creo que me tocará ver clases con usted, aún no entiendo estos horarios...- Le sonreí sincero, antes de meterme las manos en los bolsillos. -Bueno, mire. La cosa es que estoy interesado en saber más de los hombres lobo, y me dijeron que usted podía ayudarme con eso, al ser Criaturas mágicas y tal..-

Me encogí de hombros, esperando una respuesta.

¿Venía por información y se comportaba tímido? Dioses, no sabía si los Gryffindor venían cada vez con el molde más roto o quizá este salió raro... valiente, casi pareciera que caballeroso, pero RARO. Era casi como encontrar el Slytherin entre los Hufflepuff... bueno, ella encontró el Sly entre los Huffles, Jhonny era la prueba de ello. Pero por mucho que intentaba razonarlo aun estaba tratando de lidiar con la idea de un Gryffindor buscando respuestas en ella.

"¿No sería más fácil preguntarle a la loba residente?" Preguntó reteniéndose para no girar los ojos. Solaranielle era Gryffindor después de todo. "Dime que necesitas... hay mucha información sobre los Hombres Lobo después de todo."

¿WTF? ¿Cómo que "loba residente"?

La expresión me ha quedado de no entender de qué me está hablando, pero sigue hablando e intento retomar la idea.

-Eh... Si, quería saber sobre hijos de hombres lobos, que no hayan sido mordidos. También sobre como encontrarlos, que hacer en caso de encontrar uno, como reconocerlos...- Como matarlos. Pero eso vendría después. Ahora...

-¿Como que loba residente?-

Arqueó la ceja, realmente el chico era muy nuevo, muy novato o simplemente no se enteraba de nada... de momento suponía que era una mezcla de las tres.

"Solaranielle Lych de Gryffindor es hombre lobo y no ha sido discreta o intentado guardar el secreto." Le expresó sin perder aliento ante tal cosa, después de todo, Miss Lych nunca había tratado de ocultarlo en ningún sentido, probablemente sería el secreto peor guardado de todos.

"Los hijos de los hombres lobo es bastante simple... si son hombres lobo son hijos de ellos... es un gen hereditario, a veces otros genes dominan sobre él, pero en si las opciones no son muchas. Por ejemplo, una cruza de un hombre lobo con un humano genera un hombre lobo, una cruza de un hombre lobo con un metamorfo o incluso otra criatura hace que el gen quede recesivo y solo se exprese el del otro padre. En general un hombre lobo es un humano, si no te fijas bien no podrás encontrarlo, sea hijo, nieto de hombres lobo sigue siendo humano hasta la luna llena. Quizá algo más cansado o gruñón para esas fechas pero no encontrarás razones que lo delaten si no lo desea."

Una Gryffindor y de paso hombre lobo. Genial, pudo haberme mordido en el trasero y yo ni cuenta me habría dado. Pero es la segunda parte de la información la que me dejó frío, la sangre se me heló en ese instante. ¿Acaso entonces...? Pero no, hasta ahora no había sufrido alguna... transformación.

-Ya veo... Hipotéticamente hablando: si un muchacho se hubiera enterado muy recientemente que su padre es un hombre lobo, pero jamás haya mostrado signos lupinos, más que ciertos cambios de humor con la luna, pero nada más...- Fui diciendo, intentando no mirarla a los ojos. -¿Hay una edad específica para transformación? Todo en caso hipotético, claro...-

"Diría que una de tres... o es un factor psicológico que relaciona con el Hombre Lobo, una reacción aprendida o simplemente ha tenido suerte y no ha heredado el gen salvo por alguna pequeña parte pero a cambio me preocuparía más por los ancestros de la madre... porque si bien no se muestra debe tener algún gen recesivo que supera al del Hombre Lobo y debe ser linealmente hereditario." Explicó entrecerrando los ojos y alzando una ceja.

En serio... estaba tratando con una metamorfomaga. Sus genes superaban a los de un Hombre Lobo en un 80% de los casos, se había comprobados de un 19% con Licantropía y un extraño 1% que poseía ambos genes expresados... pero era casi imposible llegar a esos archivos aun siendo que ella era una graduada en Draconología hacía solo un año y necesitaría mucha más experiencia y degrees para llegar a tener acceso a los archivos confidenciales de San Mungo sobre Criaturas Mágicas.

Pero eso no importaba tanto considerando que el chico tenía un padre Hombre Lobo y no sabía ni como manejar el asunto.

"Si quieres una recomendación..." Aclaró con voz tanto más baja y casi sonaba amable, frunciendo el entrecejo. "Si buscas respuestas no vayas al ministerio... están buscando escusas para estudiar criaturas mágicas y pueden llegar a obligarte a ser registrado a cambio de información. Si llegan a registrarte esto se habrá acabado."

En algún momento me apoyé contra la reja, tratando de procesar lo que me estaba diciendo. Quizás no fuera un Hombre Lobo, sino... ¿algo más?

Demasiada información en demasiado poco tiempo.

Sentí la boca completamente seca al intentar tragar. -Mierda.... mierdamierdamierda...- Logré murmurar, poco consciente de encontrarme frente a otra persona. ¿Qué tanto de mi pasado era un secreto? ¿Quién o qué demonios soy? Logré levantar los ojos hacia la profesora, con la confusión en los ojos.

-¿Como puedo averiguar... qué... soy?- Dije al fin, en un jadeo.

"No sé cuan recomendable sea esto, pero la mejor apuesta que tienes para saber es ir a San Mungo y pedir un estudio completo, habitualmente salta en los estudios. Aunque hay muchas posibilidades de cosas... por ejemplo, las veelas son solo mujeres y tienen hijas mujeres pero las mestizas también pueden tener hijos los cuales si bien aun poseen un gen de veela, nunca se expresaría ya que solo aparece en las mujeres... no digo que seas el bisnieto de una veela, supondría que serías rubio, pero hay otras razas que pasan cosas similares como las banshee y las sirenas." Trató de explicar... ni siquiera sabía porque trataba de darle ánimos al gryffindor, pero al menos era algo salvaje que podría darse en varios genes...

No significaba que él fuera algo, pero no sabía si en unos años este mismo chico tenía un hijo, ¿que sería de él? ¿Podría heredar una deformación?

"De momento lo que más te puedo recomendar es ir a San Mungo que es donde pueden estudiar si tienes algo que te afecte a ti... Yo no soy experta sanadora así que eso de estudios y cosas similares me supera en realidad. Ellos sabrán a donde guiarte."

-Ya, está bien.- Terminé asintiendo. No estaba seguro que tanto más quería saber, y esa profesora tampoco parecía que pudiera ayudarme mucho más. Me di cuenta que la clase de Criaturas Mágicas empezaría pronto, y en ese momento me encontraba demasiado perdido tratando de entender si aún era lo suficientemente humano como para entrar a una clase de Criaturas...

-Creo que faltaré a esta clase hoy, profesora... Quizás quiera asignarme deberes...- Dije, pensando en que debería esperar a mi próxima salida a San Mungos para empezar a conocerme...

Lentamente la profesora asintió con la cabeza. Si bien no le agradaba la idea de que faltara a la clase (Probablemente más por Gryffindor que por faltar a clase ya que ella bien que se las había saltado en el colegio) seguía siendo persona y aunque nadie lo supiera (porque no quería) la compasión era una de sus características más fuertes.

"Ve a descansar un rato, supongo tendrás para pensar bastante." Aclaró indicando que fuera antes de que llegaran los alumnos. Que para variar probablemente llegarían tarde. "Solo recuerda, ten cuidado a quien le cuentas, las cosas se están poniendo peligrosas para las criaturas." Le recordó, respecto a las noticias del periódico antes de saltar el cerco para revisar a los caballos antes de la clase.