Conociendo Hogwarts y haciendo amigos. (Abierto)

- Había llegado a la nueva escuela tenía mucha curiosidad por conocer cada rincón de ella, tener nuevos amigos, admirar todas las criaturas mágicas que allí se encontraran. Ya había recorrido parte de Howarts, le impresionaron muchas cosas que vio, le agradaron muchas pero también le disgustaron unas cuantas, ya estaba tan feliz por todo lo que ya había visto pero ella quería algún o algunos amigos con quien terminar de recorrer todo Howarts así que se dirigió hacia su nueva casa.

- Al llegar a dicho lugar dijo la contraseña debida para poder entrar a ella, se abre e ingresa observa todo muy bien, busca un lugar en donde sentarse y que haya una mesa, al sentarse saca unas hojas alineadas ordenadamente, busca una en blanco y comienza escribir. Escribe que quiere lograr este año, como se siente y sus pensamientos, en un momento levanta la mirada y empieza a observar muy bien a su alrededor, pero se da cuenta que no hay nadie, lo que se le hace un poco extraño, así que espera a que llegue alguien.

- El lugar se encontraba vació y se podía escuchar el eco en el lugar, era de mañana muy temprano acababa de golpear la puerta de nini para que bajara a comer algo antes ir al desayuno... Sabia que no era muy común que comiera en publico como era de costumbre dormía si camiseta dejando el torso desnudo y un pantalón largo... Ya que era normal que la casa permaneciéramos solo los dos y bueno de ves en cuando Lou.

- Pero mientras bajaba las escaleras pude ver una chica era bastante hermosa su cabellera roja era impresionante me oculte contra la pared rápidamente pero su mirada ya se posaba hacia acá... Donde esta el Prefec... Mierda este trabajo no es fácil, baje como me encontraba tratando de disimular todo con una sonrisa y entrecerrando los ojos. Me acerque si parecer un extraño - Buenos días, creo que eres nueva por acá. Mi nombre es Edward y soy el que te guiara ya que nuca te había visto por acá... Pero si has puesto la clave debes ser de acá - Digo mientras extiendo mi mano para saludarla tratando de ser lo mas decente a pesar que mi pinta no lo era... ¿Acaso era el primer Prefeecto que se presentaba sin camiseta?

- Luego deje una mirada en la escalera esperando a que niniel bajara para ayudarme un poco aun que lo dudo realmente creo que esto terminara algo caótico... De nuevo.

...............

Algo golpea a lo lejos..., apenas siento; creo que mi cabeza esta dejada ahí, mis ojos comprimidos y la obscuridad ya no tan obscura; un suspiro demasiado largo creo que llena mi pecho mientras algo comienzo a percibir de mis brazos, los codos tocando mi cintura... las telas cubriendo totalmente mi rostro y mis piezas de abajo apenas sensibles. No me muevo, no podía; allá no podía, habían tantas veces en que no podía; tirada por ellos después de estar encerrada en la pieza sin luz, con su magia insertada en mi para que no pudiese hacer nada más que estar ahí, acostada, sentada o parada sintiéndolo todo, sin poder moverme... sin poder mover nada de mí, solo respirando y respirando desesperada mientras ellos me hacían lo que quisiesen o me dejaran como quisiese.

¿Cómo quieren que no sienta una muñeca después de eso? Me garganta esta apretada, primero muevo un poco mis dedos, después arrastro mi brazo y termino por sacarlo para levantar las sabanas y poder respirar un poco mejor; inflando y vaciando mi pecho exacerbada. Me dolía, todo me dolía aunque sea un poco como todo el tiempo, mi cuerpo o tal vez lo que tenía adentro; y es que siempre era así desde que me soltaron y yo lo siento, el cómo aún no se me cura de lo que me hicieron ahí por años, si es que algún día lo iba a hacer.

....

Me levanto, primero me siento sobre la cama apretando mis labios, para después pararme e ir hacia la puerta que había sido golpeada, porque yo sabía que eso era lo que había escuchado. El llevaba haciendo eso desde que llego, golpear la puerta para que bajara; y aunque a veces la muñeca lo hacía, siempre era en silencio... esperando en la escalera a que él se fuera por ir; igual que hacia ahora. Yo estaba ahí, a mitad de la escalera mirando y mirando como una fantasma cuando la veo; una mujer de cabellos rojos y a él.

Tal vez me vería o tal vez no, ahí; mirando con una simple polera blanca y grande que me llegaba hasta las rodillas mientras deseaba poder esconderme como una fantasma; con esos ojos verdes que siempre sentía tan cansados y decaídos, siempre; como si me dolieran.

- Su mirada se poso en mi y no me encontraba del todo presentable pero hubiera sido peor que me viera y subir a vestirme casi como huyendo... Aunque quizás lo debí pensar con cabeza fría, los colores empiezan a subir por mi cuerpo y el rojo se apodera de mis mejillas - Emmm...que? No, también tienes otra compañera y bueno a mi me puedes comunicar todo... Pero no me has dicho tu nombre - Mientras todavía sostenía su mano, al pasar la mirada pude ver como Niniel se asomaba de entre la escalera su pijama era la de costumbre pero debido a que no había bajado era obvio, es complicado conocer personas y bueno es... Pero sus palabras hacen que suelte su mano de una manera que no fuerte.

- Discúlpame me has tomado por sorpresa y... Bueno yo. Yo tampoco estoy cómodo así pero hubiera sido graciosos verte y huir por que no tengo camiseta - digo como un chiste buscando salir del dilema - ¿Quieres subir te mostrare tu habitación y bueno podre ponerme algo? - digo mirando hacia las escaleras para que nini pueda verme.

El mira hacia donde estoy yo, hacia a mí; y no, yo no quiero que me vea alguien más; eso duele. Trato, trato de quedarme, de decirle que no con mis ojos aunque no deba, aunque una muñeca no deba; pero no, me siento mal y me giro; estirando mis piernas corro escalera arriba, mis pasos suenan, llego arriba; me pongo de espalda en la pared, al lado de donde comienza a bajar la escalera, escondida de espalda de quien pudiese verme desde allá abajo; escuchando.

Me llevo una mano al pecho, mi corazón late fuerte, me duele, ese pecho, las piernas que había forzado y mis dedos que habían golpeado escalones sin darme cuenta y es que no; ¿Porque a mí? No entendía, no entendía y no podía; ¿Porque tenía que estar en este lugar? ¿Después de a ver sido tenida ahí, tirada y usada sin nada? ¿Porque estaba bien que haya sido así?...Y maldición, ya me quejaba, ya me quejaba por todo lo que me dolía, por no poder casi dormir por los recuerdos que mi mente me devolvía de quienes me abusaron... tanto.

- Lo vuelve a mirar no tan directamente pues el hecho de que este sin camisa la pone muy nerviosa, ella nunca había hablado con un hombre que estuviera sin camisa, se dirigió a él. - Oh discúlpeme es que estoy algo sonrojada y distraída ya sabe, - Vuelve a mirar sus abdominales. - Mi nombre es Elisabett Worrent. - Extiende su mano y sonríe.

- Pues a decir verdad si te hubiera visto salir a correr hubiera dicho ''que raro'', si me parece bien pues quiero acomodar mis cosas. - Al ver que mira hacía la escaleras y ve una persona asomándose, es una mujer al parecer es bastante tímida, así que decide adelantarse de Edward subir unos cuantos escalones y mover su mano saludándola bastante simpática con una sonrisa de oreja a oreja. - Hola, soy Elisabett Worrenth, ¿cómo estás?. - No deja de agitar su mano, pero ve que ella se va, así que decide bajar y le dice a Edward. - Quizás esto la haga sentir mejor. - Toma una flor que llevaba pues la había tomado mientras paseaba por Howarts y empieza a subir las escaleras, al llegar al final ve una chica casi que atemorizada y le dice con una vos suave y amigable. - Hola, mi nombre es Elisabett, toma te traje una flor, ¿cómo estás? ¿por qué estás aquí?

Los escucho, los sigo escuchando e incluso creo que ella me intento hablar antes de que subiera; aunque no... yo no quería más personas. Escucho pasos, dejo de poder mover mi cuerpo por un instante, me duele el pecho y me alejo; cuando me puedo mover de nuevo me alejo de la escalera, paso por arriba de una de las camas y me pongo al otro lado, igual que la primera vez en que lo vi llegar a él, ahí; con solo mis manos sobre esta y apenas sacando mis ojos para mirar.

Desde ahí, como una muñeca escondida es que la veo venir; al fondo en la escalera primero y después saliendo para entrar en el lugar donde me tenían ahí. Su cabello era rojo, demasiado quizás; y me habla... de nuevo quiere hablarme mostrándome una flor y yo, solo estaba ahí mirando mientras me dolían los brazos debido a lo que mi mente me haría sentir; no queriendo que nadie se acerque más para no tener que sentir eso, pero mirando aquella flor igual, y es que algo bueno tenían, al menos las flores me gustaban; como la que me dio aquel chico en el lago, como las que tanto extrañe en ese lugar.

Yo... no sé; no importa como este y no sé..., aplasto mis labios contra la cama en un apretón, liberándolos tras un segundo. …Preferiría estar sola. Era como siempre, no quería que se acercara o que me tocara, me afligía todo ese desde allá; pero al menos... creo que temía menos ser llevada de nuevo, ella era una mujer; no uno de ellos y no tenía miedo de ser arrastrada como la anterior.

- Ante sus palabras no pude evitar sonrojarme era inevitable, si una mujer se encontraba sentada y me miraba el torso desnudo mientras yo me encontraba tan cerca. Mis mano sudaban un poco - seria estúpido cubrirme o que aria ¿ponerme dos tacitas de te en el pecho ? - Bueno, no fue mi intención no se ni con que cubrirme la verdad - digo mientras me rió.

- Cuando iba a volver a decirle algo parece que vio a Nniel y fue tras ella algo extraño que me dejara hablando solo... Camine tranquilamente sabia que esto iba a ser bastante caótico a si que deje un lapso de tiempo antes de subir, ya que me pareció escuchar que ya le estaba hablando.

-Entre a mi cuarto y me puse una camiseta no quería seguir estando así, salí y me recosté contra el marco de la puerta. Cuando conocí a niniel no había salido tan mal veamos a ver que pasa, quizás le valla mejor.

- Al verla allí tan acurrucada y diciéndome que quería estar sola, era u poco molesto pues no me agradan mucho las personas así, pero vaya ¿tan desagradable era yo?, además ahora sería mi compañera de casa y quería una amiga a quien darle chocolate y reír juntas, además el chico que la recibió sin camiseta pues ya la había puesto nerviosa no fue la mejor primera impresión, así que trataría de entrarle de algún modo.

- Oh esta bien, ¿qué te parece si pongo más flores? - Coge más flores de las que había recogido es un ramo de flores muy coloridas lo ofrece. - ¿dejarías con la mano estirada a está roja? Además serás mi compañera ahora, no sería lindo llegar aquí verte y no poner darte chocolate. - mira para todos lados y a la puerta. - Me encanta el chocolate y las golosinas, ¿quieres?. - susurra - Me gustan los amigos y cuidar de ellos, suelo abrazarlos y contarles historias y darles muchas golosinas, además te ves simpática eres una buena chica, y como amiga te diré que eres muy bella. - Sonríe casi entre cerrando los ojos. Discúlpame, suelo hablar mucho, pero así soy yo, ahora podrías aceptar mis flores las tome con mucho amor para alguien a quien dárselas y te encontré a ti. - Hace pucheros.

No, no... no. Ella me habla, no para, no quiere parar; y es que me molesta, no sé si es malo, tal vez no lo es pero a mí me lastima; lo siento, como me mira, como me punza para querer llegar a mi; y no, no está bien para mi, para mí no. ¡Por favor!....Me quejo como un berrinche apoyando mi rostro sobre la cama. Déjame sola; te lo pido, te lo pido si puedo, si es que esta puede...

Me levanto, corro hacia atrás, esta vez hasta el fondo de la habitación; hasta esa esquina en la cual ya no puedo avanzar más; sentándome ahí, en el suelo con las rodillas contra el pecho y las manos entorno a mis piernas; esperando, esperando a que a que me dejara, a que no me mirara mas así; no haciéndome sentir lo que me hacían ellos cuando me miraban, eso que se me metía, me apretaba y me recorría; y es que no....

Lo sentía, de verdad que lo sentía; pero no quería, me dolía tanto estar ahí de pronto, mirada como un monstruo, un monstruo del circo que estaba encerrada ahí, huyendo como un ser que le teme a quienes la miran.

- No puedo evitar sonreír ante aquella situación, aparentemente a mi me había ido mejor en aquella situación en la que Lisa se encontraba, busque mi varita dentro de mi habitación recordando que anoche había leído un rato y le había utilizado para poder ver sin molestar ha nadie...

- Me acerque a la puerta y susurre - Espectro patronus - Dejando que las memorias que había compartido con Isa y Aria volvieran forjando aquel felino que se paseaba por la habitación donde ellas se encontraban... Luego de unos minutos se poso sobre el regazo de niniel para hacerla sentir mas segura.

- Le dedique una mirada a lisa y una sonrisa ya que me encontraba vestido - ¿Quieres que te ayude con tu equipaje... El elfo lo ha dejado en la estancia - Digo mientras me recuesto ligeramente sobre el marco de la puerta con una sonrisa.

- Mira a aquella chica muy extrañada, es bastante alejada, eso la frustra pero también la inquieta, pues nunca se había topado con alguien así. Se dirige nuevamente a la chica.- Oye he de decirte que todos los días te dejare notas en la mesa junto a tu cama, leelas ya que no quieres conversar conmigo, si quieres puedes responderlas de la misma manera y dejarlas sin que lo note o cuando no me encuentre aquí, quizás así podamos hablar, pero así tu no me respondas en tu mesa todos los días habrá una nota con golosinas, chao que estés bien y sonríe, eres hermosa. - Se retira y se dirige hacía el chico.

- Al girar para dirigirse hacía el nota que ya esta vestido, lo ve sonriendo, quizás habría tenido que pasar por algo parecido para hablarle a aquella chica. - Veo que te has puesto algo de ropa, si claro acepto tu ayuda. - Hace un ademan de que se dirijan hacía donde tiene que organizar sus cosas. - ¿y cómo es todo por aquí?

¿Porque me hacían eso? ¿Porque allá me habían apretado el rostro o sellado de mis labios? ¿Porque aquí llegaban a mirarme y hablarme así? No entiendo, no me gusta y no entiendo;  no sé si es bueno o malo pero es que solo quiero escapar de mi historia, de esta historia en donde me miran. Estoy con los brazos cruzados sobre mis rodillas, meto mi cabeza entre ellos y siento como los trazos de mi cabellos se enredan con migo ahí, mientras miro y la escucho hablar de nuevo; todo cuando aquel felino blanco aparece de nuevo, pasando al lado de ella para posarse a mi lado.

Acabo mirando aquel ser como había hecho antes en ese mismo lugar, su rostro que tal vez me recuerda a un gato; sus orejas pequeñas pero redondeadas y su pelo; ese pelo de luz que parece que podría tocar. Es bueno, yo no veía esas cosas allá; es mejor e incluso yo lo siento en ese momento; desapretándome un poco para mirar a la nueva y tal vez escuchar con un poco mas de atención.

¿Porque?... Trato de preguntar no sé si para ella o para mí misma; pero ella ya se ha ido, me dice que me dejara escritos y se va; dejándome ahí con un suspiro y aquel acompañante que poco a poco se comienza a desvanecer; no atreviéndome a pensar en nada yo misma, ni si las leería, ni si las respondería; aunque…, aunque tal vez... incluso esta muñeca lo haria....

Off:

- ¿Como es todo por aquí?, es un buena pregunta quizás ella pueda empezar a ayudarme a averiguar eso por que no tengo palabras para responder eso... El rostro se me pone rojo de nuevo y llevo mis manos al los bordes de la parte inferior de mi camiseta - Si, pero si te molesta mi camiseta puedo estar como anteriormente - Digo mientras la levanto ligeramente y sonrió entrecerrando los ojos.

- Luego camino un hasta mi habitación ofreciéndole una de las camas que se encontraba cerca, realmente seria algo brusco meterla de una vez con niniel... Espero que no valla a pensar nada malo respecto a que tenga que dormir en mi mima habitación - Mira, esta cama es perfecta para ti... Y es bastante cómoda - digo aun con la sonrisa bastante ruborizada por su belleza .

Recorcholis, ¿acaso se la quitaría otra vez?, no no quería eso, no quería verlo casi desnudo oh no! - Noooo! no así me parece que estas bien hasta bonita se te ve, deja tela no te la quites. Grito y voy bajando el tono pero hablo muy rápido de lo nerviosa que me puse.

Al ver la cama empece a altar en ella y me tiraba cómo si fuera un lago, luego me quede acostada allí por un momento sonreí y luego me levante de inmediato. - Te lo agradezco y si es bastante comoda y blanda, aunque te tendras que cambiar en otro lugar que no sea cerca a mi. - Me ruborizo, hasta con aquella camisa se podian notar sus abdominales de acero, ¿estarán duros? ¿qué se sentirá tocarlos? *Oh Elisabett cállate no pienses en eso* me decía a mi misma.