Primera clase de historia

La clase seguia en el mismo sitio pero no era igual.
La puerta habia cambiado

La decoracion de salon vikingo, con los dragones porta antorchas habia desaparacido.
Ahora era una especie de bosque. Las columnas se habia comvertido en arboles.
En un claro del bosque-clase estaban las mesas y una pizarra.

Habia un arbol casi enfrente de la puerta, habia que pasar junto a el para entrar en la clase. Ese arbol tenia un nido con un "hombrecillo" que daba los buenos dias a todos los alumnos de una forma cantarina -Buenos dias, buenos dias, buenosssssssssssssssss diassssssssssssssssssssssRepetia continuamente sin para hasta que el ultimo alumno entrase.


En la pizarra con una caligrafia tipo gotica ponia PROFESORA UPPSALA y al lado de la pizarra habia una mujer de 1,78m de estatura, pelo corto, rubio y con grandes bucles. Unos ojos azules tan intensos como el hielo. Un vestido blanco que arrastraba lgeramente por el suelo de musgo y llevaba los pies descalzos.
No sonreia y eseraba paciente a que todos se sentasen.
Tenia las manos cojidas detas de la espalda con una carpetilla.
Una vez sentados todos comenzo a hablar.
-Buenos dias, soy la profesora Uppsala y dare historia de la magia.La clase de hoy la dedicaremos a los druidas, quienes y porque fueron los importantes, acontecimientos notables en su historia, etc pero antes de comenzar con los druidas, os explicare el porque del cuestionario ya que sera para la siguiente clase.
Al finalizar la clase el duende que os ha saludado al entrar os dara una targeta con unas indicaciones que debereis seguir, ya que es un trabajo para la siguiente clase.
Voy a pasar lista para ir aprendiendome vuestros nombres de acuerdo, levantad la mano y decid presente cuando os nombre..Cualquier pregunta despues de que pase lista
Acto seguido comenzo a nombre Señor........, señorita....... asi hasta terminar de nonbrarlos a todos

Off rol:La siguiente clase de historia sera el viernes de la semana que viene(tiempo realViernes 30)

Clase de historia de la magia, mejor conocida como la clase más aburrida del mundo. Contaban que Binns se había ido, pero no esperaba que mi interés en la materia mejorara en lo más mínimo la verdad, fuera quien fuera el profesor tenía cosas más importantes de las qué preocuparme. Al menos llegué temprano y cuando entré...

—¿Qué es esto? —mi primera reacción es la de abrir los ojos la máximo y preguntarme si no me equivoqué de salón, pero no.

La profesora lo ha decorado como la época de… ¿los antiguos druidas? Me adentro por el salón, viéndolo todo con atención. Los druidas me daban igual, pero aquella profesora se la había currado para no parecer la sustituta de Binns. Al menos los alumnos no se dormirían a los dos segundos de empezar a tomar la clase y eso era una mejora. La mala noticia era que a mí se seguía sin gustar la clase.

Me senté casi hasta el fondo y levanté la mano cuando la profesora dijo mi nombre, intentando pasar lo más desapercibido posible. Puf. Me fijaba cada tanto en la puerta para ver quien más aparecía, esperando ver conocidos.

-Ohhhhhh...-

Entro a aquel salón bastante sorprendida. Es común que los salones tengan un poco del toque personal de quién de la clase, pero jamás había visto que un salón pudiera ser transformado de forma tan completa. Casi me siento fuera del castillo.

Es curioso que debamos ver la clase con los de otros niveles, pero no es incómodo. Me hace pensar en la Armada... Oh, allí está Dennis.

-Hola.- Le saludo, antes de ubicarme a su lado. -No te molesta, ¿verdad?-

Al escuchar mi nombre, respondo. -Aquí.- Y segundos mas tardes mi mente se desvía hacia una mariposa que se posa en el borde de la mesa. Que linda...

¿Que podía hacer una muñeca? ¿Caminar? Al menos esta caminaba. Caminaba aferrándose a sus brazos y a lo que era ella misma por los amplios pasillos. Tenía miedo de que alguien se la fuese de pronto a llevar, eso siempre la entumida; pero esta vez ni hacia atrás se atrevía mirar, prefiriéndose quedar con sus vacíos ojos verdes en ese piso en el cual parecía querer protegerse.

Iba a una clase, a la primera en un aula con una profesora; eso era lo que sabía, pero después de todo era lo mismo para mí; tal vez me generaba algo, un poco de incertidumbre puede ser; pero después de todo era lo mismo, un lugar en donde estaría con todos los que no están atrapados como yo, los que viven; todos aquellos que con su cercanía podían acogerme un poco; pero que con sus palabras solían empozar mi mente o al menos así era siempre, así era siempre; sería como siempre, sería como siempre, o eso pensaba hasta que abrí aquella puerta...

...............

Al abrirla veo un bosque, me sorprende, incluso me hace levantar una mirada abierta en ese primer momento; aunque después la acabe bajando como siempre ahí, para entrar. Paso al lado de un árbol, una voz me interrumpe y me da los buenos días; lo veo, es un hombrecillo que me habla atrapado desde el árbol como si estuviese en un nido. Buenos días, le respondo de forma casi inaudible para seguir y encontrarme con las mesas y los puestos de la clase.

De alguna forma aun tenia al hombrecillo en mi mente, y aunque tal vez no me atrevía a mirarlo de nuevo; una parte de mí se preguntaba afligida si el no estaría atrapado ahí, en un lugar que no quiere como me había pasado a mí; aunque escuchar su voz tan cantarina anunciar a alguien más detrás, acaba aliviando un poco de aquel pensamiento.

...............

Solo veo a dos sentados juntos, y aunque aquello parece tranquilizarme un poco; de pronto lo veo a él, al chico que me había tomado en la sala abandonada; a él, al que me había rendido, jurando no quejarme con la promesa de que no sería como allá. No me doy cuenta y de pronto mi corazón zumba, y es que tal vez tiemblo como la muñeca que se encuentra con quien la posee o ¿Con alguien con quien quiere estar tal vez?

La otra chica esta junto a él y creo que la reconozco de algo, de afuera; acercándome al lugar donde está sentado aquel chico que como Dennis se había nombrado ante esta muñeca la primera vez, para ponerme silenciosa en el puesto que está detrás de él; ahí, sin decir nada, pero mirándolo con mis decaídos ojos si lo él lo hacía con migo.

La rubiecilla entró corriendo detrás del resto, y se escuchaba llegar claramente porque al recibir un buenos días del hombrecillo del árbol se escuchó el chillido de emoción que practicamente parecía que se treparía al árbol a abrazarlo y el grito de ‘¡Buenos días, hombrecito en un árbol! ¿Como dice que le va?!’ 


...


Suponía que el hombrecito no parecía esperar en absoluto un saludo tan efusivo de nadie de los alumnos. 


Bueno, detalles menores, la chica realmente parecía que si hubiera paredes estaría caminando por todas ellas, observando todo con grandes ojos de emoción nada contenida, olfateando las plantas preguntándose si eran reales con ayuda de la profesora Sprout o eran parte de una transfiguración mayor... quizá de una ilusión. 

Era emocionante, especialmente para ella que era su ambiente natural, había nacido en un bosque, había crecido en uno también, la sola idea de pasar aquí el día era razón suficiente para un nuevo estallido de energía, realmente no sabía hacia donde mirar primero. 

Buscó una ilera de asientos, alzando la mano a unos y a otros conocidos, sonriéndole a Niniel al verla en clase antes de tomar asiento y esperar a quien siguiera. 

Spoiler:

Iba corriendo por los pasillos, apurada por llegar a la clase para la cual solo me quedaban unos minutos. Me había entretenido y el tiempo había volado sin que lo notara. Derrape en la entrada y observe al duende que me saludaba. Me quede mirándolo... fijamente, antes de saludarlo con la mano y entrar.

Pero no pude avanzar mas allá de la entrada...

Todo había cambiado. La sala vikinga ahora era un inmenso bosque. Mis ojos se abrieron con sorpresa y con anhelo. Aquello me recordaba a los veranos en comunidad, lejos de todos, donde uno podía dejar que su naturaleza interior y la exterior se hicieran una.

Automáticamente me quite los zapatos y las medias para sentir el pasto en mis pies, acariciando mis dedos. Lentamente me acuclille para acariciarlo con mis manos y sentir la esencia del bosque envolverme. No prestaba atención a los demás que estaban en la sala. Una sonrisa de satisfacción se dibujo en mis labios al sentir la suavidad del verde.

Me puse de pie, acercándome a la mitad de la sala y tomando asiento en una de las mesas, dejando mis zapatos con las medias y la mochila a mi lado, aun acariciando el pasto con los pies. No había notado quienes estaban hasta que la profesora los nombro, e inclusive así tampoco preste demasiada atención. Levante la mano cuando me llamo a mi y cerré los ojos unos instantes imaginando el próximo verano donde iba a ser libre nuevamente.

La castaña llegó detrás de la bola de energía con patas y Solar, deteniendose a esperarle cuando se quitó los zapatos con una sonrisa tensa, pero viendo alrededor no pudo evitar abrir la boca en una perfecta o, pequeña y tensa, los ojos abriéndose intranquilos.

Contrario a muchos el bosque le incomodaba, demasiado. Realmente, realmente quería dar media vuelta y marcharse, dando unos pasos cuando vio al hombrecillo solo para dar dos hacia atrás, la mano en la puerta tratando de evitar salir corriendo.

No podía hacerlo, no podía hacerlo.

"Lo siento." Habló a la distancia, abriendo la puerta y saliendo nuevamente hasta quedar del lado de afuera. No lloraba, no gritaba, no pataleaba... solo no podía hacerlo, no podía estar en un bosque sin recordar el pánico que sentía a la espera de morir inevitablemente. Y es que si bien a nadie le contó su pronóstico pesimista, tampoco siempre pensaba que en algún momento iba a despertar con un rostro desconocido amenazando su existencia.

Estaba realmente hastiado de aquellas clases inútiles que nos estaban dando. Me estaba comenzando a arrepentir de haber vuelto como alumno cuando llegue a la entrada del aula de Historia y vi al gnomo que me saludaba. ¿De verdad? levante una ceja y me detuve unos instantes al ver a Hermione fuera, como si no pudiese entrar a aquel sitio.

Un retortijon en el estomago, calor en las mejillas e incomodidad recorrieron mi cuerpo antes de bajar la vista y pasar por su lado, murmurando por lo bajo un "van a retarte si llegas tarde" antes de entrar al aula con paso apresurado.

Me encontré de frente con un bosque. Había cambiado de aquella aula donde habían estado las decoraciones vikingas. Tome asiento al lado de una joven a la que no conocía, pero frente a mi tenia a Luna y eso me daba un poco mas de confianza.

Tarde, llego tarde, que se podia esperar si no conocia el colegio.
Hermione estaba en la puerta y no tenia nada buena cara
-Vaya creo que hoy faltaremos las dos a clase, a mi me duele la cabeza. Entro me disculpo por las dos y nos vamos ¿Te parece bien Hermione? Le dire que mas tarde vendremos a hablar con ella ¿Si?
Alucinante la clase ahora era un bosque, entre y flipe aun mas en colores, ofreci un bombon al "hombrecito" que me habia dado un susto de muerte y flipaba mirando a todos lados mientras me dirijia a la mujer del fondo de la clase
-Esto perdone profesora Luego baje la voz casi susurrando tras un instante y un asentimiento de cabeza volvi a salir.
Salude a Luna, a Solar y Louise con una surper sonrisa y deje un bonbom en cada mesa hasta a la chicas que no conocia (Nini) y los dos chicos que tampoco conocia
Despues me fui y el "hombrecito" me dio dos sobre uno me indico que era para la chica que "Casi" habia entrado, supuse que para Hermione asi que sali fuera nuevamente.

Cuando vi entrar y volver a salir a la chica(Hermione) pense que se habia equivocado, pero con la explicacion de la otra chica(Trix) me quedo claro el motivo.
Le dije que hablaria mas tarde con ellas, que por ahora no habia problema, que e fueran.
Anote los nombres de las dos en la lista con una pequeña marca.
Faltaban algunos por llegar o quizas no quisieran venir, en fin ya veriamos si llegaban o si tenia que hablar con ellos en privado por faltar sin motivo a la clase.
-Bueno, espero que las clases os resulten amenas, creo que el entorno no os ha dejado indiferentes.
Paseaba por entre las mesas haciendo que el vestido largo arrastrase sobre la hierba y que se hicera evidente que iba descalza.
-Antes de comenzar la clase me gustaria que quien quiera cuente lo que sepa sobre los druidas

OFF ROL: Si hacemos una "clase" va a ser infinita asi que creo que lo mejor sera que haga como que empezamos y terminamos si os parece bien¿? dejo un par de dias (reales) abierto el post como que estamso en clase por si alguien quiere hacer o decir algo o por si lo que no han "llegado" a clase vienen y luego cierro¿que os parece hacer asi los post de las clases?

Yo me había sentado entumida en mi puesto, con mis piernas apretadas entre sí, una mano sobre estas a la altura de mi falda y la otra sobre mi mesita, con la cual había puesto temblorosa mi libro en esta. No quería que nadie me mirara mucho, eso sentía; pero inevitablemente estaba ahí, atrapada entre todas esas personas que en algún momento harían eso; por mucho me encogiera de hombros hasta lo imposible para una muñeca como yo, ahí; levantando mi mirada cada tanto en tanto hacia el chico de pelo claro que reconocía delante de mí.

Creo que reconozco la voz de la chica ante la cual me había terminado revelando en el lugar donde dormía, aquella princesa de piel clara tan diferente de mí; a la cual tras negarme unas cuantas veces acabo mirando para ver cómo me sonríe; haciéndome volver aletargada a mi perdida mirada, ahí; hacia la solitaria mesa con un suspiro, mientras sentía a mi corazón zumbar en el silencio y a mi cuerpo llenarse de algo.

Ya no quería mirar más, no quería; quería aislarme de todos, aislarme de todos para que no interrumpieran a esta pequeña muñeca en su silencio; pero no lo hacían, pues es otro de ellos quien se sienta a mi lado haciendo subir algo por dentro de mí, alguien a quien solo me atrevo a dirigirle una asustada mirada de reojo, quedándome asfixiada en mi mesa y en el chico de cabello claro, así; hasta que alguien me interrumpe de nuevo dejándome un dulce en mi mesa.

Era mucho, eran demasiadas cosas; demasiadas cosas que trataba de pensar, pero que iban más rápidas que yo; demasiadas cosas con las cuales ya no sabía cómo convivir. Llevo mi mano al pequeño dulce para moverlo desanimada  con mis dedos mientras escucho a la profesora; mirándola a ratos, pero quitando esos ojos míos apenas ella se quisiera acercar a los míos.

Yo no iba a hablar, estaba decidida a no hacerlo para que nada me lastimara, y es que tampoco quería escuchar, no quería que nada me doliera y así me quedaba hasta que en una torpeza de esta muñeca termino moviendo mi pequeño dulce tras el borde de la mesa; haciéndolo caer un poco alejado de mí.

Off:

Escucho a la profesora hablar acerca de los druidas, no era demasiado lo que sabia de ellos pero tampoco importaba tanto. Una de las chicas entra y habla con ella, antes de saludar a todas, dejarles un dulce y salir. Observe a los que estaban conmigo en clases.

Había una chica mas adelante de pelo largo, me parecía familiar. Si no recordaba mal era la chica lobo de Gryffindor. Luego había un crío platinado al lado de Luna. Me sonreí levemente al notar que su cabello y el de ella eran del mismo color que el mio. Luego estaba la chica al lado mio. Fruncí el ceño al ver como se comportaba, como si quisiera desaparecer. Iba a preguntarle si estaba bien, pero tal vez fuese una mala idea, solo la mire unos instantes antes de volver la vista al frente y escuchar a la profesora.

Off: Por mi no hay problema.

Oí un pequeño barullo afuera, pero nunca oi que había pasado. También noté como todos iban entrando: Solar, Luna, que se puso al lado de mí. Entonces sentí cómo alguien se sentaba tras de mí e, instintivamente, me voltee en un momento de distracción de la profesora. Me sorprendí al encontrar allí a Niniel, con la misma actitud de siempre, como si quisiera desaparecer.

—Hola, Nini... —le sonrío, aunque sé que lo que pasa dentro de ella es mucho más complicado. Distingo a Malfoy al lado de ella y, aunque no hago ningún gesto, porque sería un absurdo desperdicio de tiempo gastado en aquel rubio oxigenado, ignoro su presencia totalmente y me vuelvo a voltear al frente.

Aquella clase no me parece nada interesante, pero bueno... a la menos esa profesora es una completa mejora con respecto a Binns. Al menos se ha molestado en adornar el salón para causar interés en la gente. Con Binns simplemente ibas predispuesto a dormir en cuanto distinguías quien te iba a prestar los apuntes.

La pulga Eisenberg estaba distraída... distraída como siempre, siempre lo estaba y siempre se aburría si la tenían quieta mucho tiempo, especialmente si había árboles y bosque cerca.

Aunque el tema le interesaba, pero el bosque le interesaba más así que su mente estaba dividida mientras su cuerpo luchaba y fallaba en su intento de saltar en su propio lugar. No importaba que le respondieran sobre el Druidismo y los Druidas de antaño sabía de más, ella misma era Wicca, pero no significaba que pudiera contestar cuando su mente vagaba con una suave bruma que todo lo envolvía.

Levanto mi mano.

-Los druidas eran aquellos magos que ven las capacidades de la magia como un regalo de la naturaleza. Sus hechizos están mas relacionados con la magia natural, y el manejo de los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire. Eran venerados en la antigüedad por los muggles, que creían que sus poderes eran otorgados por los Dioses a sólo ciertos elegidos. Cliodna, o Cliodne, fue una reconocida druida Irlandesa, era una poderosa animaga que podía tomar la forma de ave marítima e incluso transformarse en ola de mar. Tenía tres aves mágicas que la acompañaban, con la capacidad de curar a los enfermos con su canto.-

Bajo la mano, y espero a que continuara la clase, dibujando con la pluma en la esquina de la mesa. -¡Ah!- Vuelvo a levantar la mano. -También hay quienes creen que estas aves eran realmente Hipolicus Branquiels, unos raros peces alados que viven sólo en lo profundo de las cavernas de las Marías, y que todo aquel que se atreva a atraparlas o cazarlas, es encantado y eventualmente se lanzan desde los acantilados para que su espíritu se transformara en otra de esas criaturas...-

Entró algo anonadado por la nueva decoración del salón, una magia muy fuerte era necesaria para remodelar toda la sala así, iba concentrado y callado para que no se notara que llegaba tarde hasta que una criaturilla salió de un árbol y lo delató al grito de "¡Buenos días!!" Alan no pudo sino mirarlo con cara de odio.

Disculpe profesora-Dijo en voz baja mientras se ponía al lado de Louise, o por lo menos cerca de Louise, ya que se movía para todas direcciones-Cálmate un segundo arcoiris-Le susurró mientras Luna daba una elaborada respuesta e incluía datos de criaturas de dudosa procedencia como era habitual.

Alan no pudo sino dar un largo vistazo a la sala, ¿Era así como se habría visto su hogar hace siglos? Su nativa irlanda, la patria más grande de los druidas, ahora ahogada por bares muggles de color verde y los santuarios mágicos reducidos a pequeñas muestras.

Es tremendo...-Dijo a nadie en particular.

Sonrei muy ligeramente -Genial, muy buena respuesta -mire la lista -¿Luna?
Despues me acerque a donde estaba el ultimo chico que se habia incorporado(Alan) -Supongo que el alumno inpuntual tiene nombre ¿verdad?, por favor sea tan amable de decirlo y ya de paso digame que son los druidas para usted.
Hice una marca en los papeles de la carpeta y despues espere a que el chico hablase

Cuando él me encuentra y me llama diciéndome Nini me quedo inmóvil, no sé qué hacer y solo lo miro con mis ojos abiertos; mientras inconsciente una muy leve extensión se forma en las comisuras de mi labios. Hol... la, le respondo sin moverme como si me hubiesen congelado; aquí ya me tienes... hubiesen sido las palabras de muñeca que seguirían a eso; aunque por alguna razón esa vez no las dije. Tal vez por los otros o porque no quería que el ese volviese como los de la pieza obscura.

De pronto vuelvo mi vista a mis cosas,  a mi manos y es que seguía siendo demasiado; me cansaba, todo me cansaba y entumida ya empezaba desear irme de ahí para que acabara, para no tener que pensar mas ellos o en todo lo que podían querer de la que era yo; aun aunque en algún momento allá intentado entender lo que decía la chica que respondía.

Y es que con un movimiento silencioso me acabo agachando bajo mi pupitre para recoger aquel dulce que había votado, pensando que así todo me dejaría de tocar por un rato; cuando es en una torpeza que acabe tocando la rodilla del chico que tenia a mi lado, ahí con mi brazo.

Carajo...-Pensó mientras trataba de poner una sonrisa que tapara las ganas de arrojarle una maldición asesina al gnomo del árbol-Alan Cromwell, de quinto profesora-Y el acento se le escapó denotándolo como buen habitante de trebolandia.

Bueno eh-Dudó unos segundos, los años de anquilosamiento mental producidos por Binns no eran fáciles de remover, pero por suerte era un tema del folklore de su país-Los druidas eran magos que solían habitar las Islas Británicas, como dijo Luna, eran avocados a la magia natural y eran figuras respetadas en las comunidades de muggles que vivían aquí hace miles de años-¿Qué más Alan? ¡Piensa demonios!-Ah...el profesor Binns había dicho algo de que los...¿romanos? habían diezmado las poblaciones donde vivían los druidas cuando conquistaron Bretaña y que fueron extinguiéndose con el paso de los años.

Asenti con la cabeza me di la vuelta y comenze a andar entre ellos -Bueno espero que no os durmais en mis clases, quiero participacion y -volvia a estar al lado de Alan y marcando las silabas con el dedo indice dando un pequeño toque en la mesa -PUN TU A LI DAD,-continue andando -si me roban minutos de mi clase creo que debree robarles minutos de su tiempo libre con algun ejercicio extra. Por ser la primera clase no lo tendre encuenta pero por favor sean puntuales.El seor -volvi a mirar la lista -Cromwell me ha recordado un divertido comic muggle que deberia recomendarles "Asterix el Galo" se desarolla en un aldea de irreductibles galos no sonrei a pesar del comentario era evidentemente un chiste, o no tan evidente.
-Bien comenzemos con la clase por favor tomen nota de lo que consideren oportuno y no duden en levantar la mano para preguntar o añadir datos, auqnue soy su profesora no soy infalible y quizas crea irelevante algo que para ustedes es transcendental
Comenzo a relatar la historia de los druidas como si fuera una batalla epica, hablaba con pasion y como si se tratasen de hecho ocurridos la semana pasada.
A veces tocaba la pizarra con su varita y salian imagenes para ambientar mejor lo que explicaba

Me sobresalto unos instantes, cuando siento que algo toca mi rodilla, antes de desviar la vista y ver a la joven que había estado sentada a mi lado en el piso. ¿Se había caído y yo no me había dado cuenta? Observando de reojo a la profesora me agacho un poco extendiendo la mano hacia ella.

-¿Estas bien?-

Le susurro, aun con la mano extendida pero mirando al frente, para evitar algún conflicto con la maestra. No tenia ganas de que comenzaran a sacarnos puntos por distraerme en clases.

Saco las cosas de la mochila y las dejo sobre el pupitre, esperando para comenzar a copiar, pero aun aguardando a ver si la joven tomaba mi mano izquierda extendida o prefería quedarse ahí en el piso.

Al lado del tardío Alan la platina seguía saltando en su lugar impaciente por poder ir a correr por el aula, esperaba que la profesora le dejara... después de todo, ella sabía la historia de los druidas y sobre el movimiento del druidismo actual que se basaba en las creencias antiguas mezclada con magia mundana y detalles como naturalismo.

Bueno, estaban emparentados distantemente, muy distantemente... tan distante que no nacían de lo mismo, pero bueno, se relacionaban en varias de las creencias que cruzaban y tenían la misma pureza emocional y dependencia de la tierra que nutría...

Así que se dedicó a sacarle la lengua a Alan, empujarle suavemente y tratar de no distraerse nuevamente... cosa que a los 5 minutos se demostró imposible, una flor en un árbol le llamó la atención poderosamente y quería trepar para verla de cerca... así que prestaba atención a la profesora, anotaba una palabra y miraba la flor... y volvía a la profesora, otra palabra y flor...

Yo quería desaparecer, de verdad que eso era lo único que quería para dejar de sentir todo; y si me había agachado por ese dulce, había sido para eso, para intentar desaparecer....

Cuando lo toco ya siento ese algo en mi brazo que me molesta, aunque en un principio trato de hacer como que no está para seguir buscando y ahogar la posibilidad de que me viera, de que viera a esta muñeca y decidiera hablarle; pero lo hace e incluso siento su mano extenderse cerca de mi...

Yo me quedo ahí, de espalda a él con mis claros cabellos tocando el piso por los lados de mi rostro; y es que no me atrevo a levantarme, estoy mejor ahí; desapareciendo en el piso. No sé qué le podría decir una muñeca pues no se "como estamos", me lastima simplemente el hecho de estar expuesta a ellos, de que me vean demasiado o me piensen. No puedo recibir su mano pues no podría, simplemente no podría con un contacto físico así después de cómo lo hacían ellos, no podía. De pronto escucho los pasos de la profesora cerca de mí y no pienso, agarrando el dulce y levantándome como tirada por una cuerda del cuello, dejando la mano de el ahí sin tomar.

No importa... No importa... Le digo con una voz baja que parece dormida y arrepentida de sí misma, volviendo a ese momento en el que quiero atender, pero en cual no puedo dejar de pensar o sentir todo eso; terminando con mis ojos en el chico de cabellos blancos que me tenia... y mis manos totalmente tensadas.

La noche anterior había estado "jugando" con huevos de palmecos, tratando de perfeccionar mi técnica de pociones. Daba igual las horas que Isabelle perdiera tratando de explicarme cómo se hacía, no servía de nada. Ella estaba un año adelantada y en eso me excusaba yo para sentirme funcional.

El problema surgió hacía exáctamente 6 horas y 42 minutos, el huevo explotó al calentarlo demasiado y el líquido viscoso cayó en mi antebrazo izquierdo. Segundos después un irritante y asqueroso hedor salía de mi piel, Isabelle me acompañó a la enfermería donde me atendieron y me cubrieron los pequeños y no tan pequeños tubérculos que emanaban de mis brazos.

Me levanté histérica buscando un reloj, para cuando pude encontrarlo ya era tarde. Me puse de pie y le pedí a la señora Pomfrey que me hiciera las curas rápido, tan sólo esperé a que escribiera una nota para entregarla a la profesora.

Empecé a correr una vez pasada la puerta de la enfermería y entré en el aula parándome en seco, algún que otro tubérculo sobresalía de mi antebrazo.

-Pero..-miré al hombrecito que observaba con repulsión el tubérculo que le saludaba.

Intenté taparlo y avancé adentrándome en la clase, ya todos estaban colocados y la clase había empezado hacía tiempo.

-Buen comienzo Aria...-me susurré a mi misma.

Forcé una sonrisa que se veía nerviosa y le acerqué la nota a la profesora.

-Disculpe...-me senté en el primer sitio vacio que encontré, no quería retrasar aún más la clase.

No paraba de pensar en la suerte que tenía Isabelle al poder librarse de este mal rato.