[Clase] Primera clase de Pociones

Había preparado una presentación para la primera clase pero al releerla hasta yo mismo me aburrí, así que la descarté. Tenía pensado presentarme, tomar nota de los alumnos y explicarles en que consistiría el curso y las evaluaciones, luego de la charla con Minerva se me había aclarado el panorama pues el hecho de que fuera un curso mixto en años y capacidades reducía la expectativa pero aumentaba la experimentación. Estaba nervioso, por supuesto, mas procuraba no dejarlo traslucir.
Me senté en el escritorio a leer unos apuntes y esperar a que llegaran los estudiantes.

Ser la primera estudiante en pociones... Sí, sí, debería empezar a disimular el hecho de que me la pasaría en ese salón si de mi dependiera, pero ese no era el día. Después de que Snape había desaparecido había llegado un nuevo profesor y corrían mil rumores acerca de él —cada uno más absurdo que el anterior—. Así que, después de bajar del cuarto de chicos, donde Malfoy se quejaba de mi constante presencia, los demás rodaban los ojos y Theo los fulminaba con la mirada a todos, tomé mis cosas y me dirigí a clase. No sabía si Theodore aparecería por allí —mi apuesta era porque no—, pero al menos esperaba encontrarme con Aria, para frustrarla con mi habilidad en pociones.

Cuando entré al aula, me percaté de lo joven del profesor, que me hizo alzar las cejas, pero no dije nada. Últimamente todos eran demasiado jóvenes.

—Buenos días... —dije antes de irme a sentar en el medio, donde me agradaba estar.

Pociones... otra materia sobre magia que no me interesaba y que no me podía dar más igual.... pero como sea, si no quería tener problemas tendría que ir y fingir un mínimo entusiasmo, entre al salón con mi típica cara de "nada me esta pasando por la cabeza" y al entrar no pude evitar notar que el profesor era un semi-vampiro, era el primero con sangre vampirica que veía desde que llegue aquí así que no pude evitar sorprenderme pero aun así no cambie mi rostro.
-Buenos días-Salude al profesor, luego me fui directo a las sillas donde encontré sola entre una multitud de sillas vacías a Isabelle, me senté a unos bancos cerca de ella -Hola Isabelle- Le saludo un poco más bajo.
No obstante no esperaba que esta clase se hiciera más divertida, solo esperaba que pasara lo más rápido posible y ya...

Estaba dispuesta a llegar a tiempo aunque sea a una clase, últimamente llegaba tarde a todas, incluso cuando se adentró en Adivinación la clase ya había terminado.

La noche anterior fue una de las primeras en las que no tuve una pesadilla, lo cual es genial. Sin predicciones. Solo sueños.

Entré en la sala de pociones y me sorprendió el hecho de que había llegado a tiempo, solo habían dos chicas aparte del profesor. Nuevo record, Zaddi, nuevo record.

- Buenos días - dije dirigiéndome al profesor con un asentimiento de cabeza. Esperaba que no sea tan tediosa, en general le gustaba pociones, era muy útil en muchos ámbitos.

Me dirigí a unas banca que estaba vacía, justo detrás de donde estaban las otras dos chicas. Era perfecto, ni muy delante, ni atrás.

El paso agotado de la alumna de Durmstrang era ya casi reconocible, las muecas oscuras y ausentes de quien estaba confundido por alguna razón, seguía confundida, era un tema de no tener paz, de no tener vida, de seguir dando vueltas sobre un eje perdido sin tener de donde sostenerse porque nada de lo que veía o tocaba era real.

Nada era real para ella, ¿cual fue su última clase de pociones que pasó consciente? Recordaba que aun Niniel no había estado con ella, pero por alguna razón estaba asustada, se había levantado de su asiento y se había retirado ante la mirada incrédula de sus compañeros.

Por un lado quería llorar al entrar, no sabía porque, pero sabía que era importante, este lugar le era familiar y aterrador en partes iguales. Por el otro, aun recordaba el frío del hombre contra su piel, erizándose de solo recordar ese momento culposo compartido y sin saber que era lo que había significado, solo que había despertado en ella un lado que no conocía, uno que no solo era arrastrado y abusado por la corriente sino que disfrutaba, que había disfrutado de estar allí con él y quería más aun.

Habían traído a un nuevo profesor después de que snape muriera en la guerra hacia meses atrás, aunque su fantasma aun rondaba en los pasillos del castillo, el lo personal hubiera preferido que el siguiera dando la clase si el quería o le dieran la que siempre quiso en lugar de dársela al pelirrojo que no sabia nada, en fin, llego a la sala y veo un mar de féminas ahí, la chica serpiente del otro día, agradable chica debí suponer que la vería aquí, ,la pelirroja inconfundible del otro día, baje la mirada al verla aun avergonzado por el ultimo incidente.

Las otras dos, creo haber visto a una en la clase de criaturas mágicas, pero no conozco a la Tejón, rebusco entre las mesas, por suerte aun queda una libre y me acerco tranquilo y distante entre los, dirigiéndole una sonrisa temblorosa a la pelirroja y una normal a las demás hola... Isabelle digo al pasar por su lugar, me siento en mi asiento y coloco mis cosas en la mesa observando al supuesto profesor que no parecía un par de años mayor que yo... Buenas

Me había despertado con un dolor de cabeza impresionante, apenas había podido levantarme de la cama y mirarme en el espejo y observé mi rostro en el espejo de mi cuarto y no pude evitar un escalofrío al ver lo pálida y demacrada que parecía estar.
Tenía profundas orejas debajo de mis ojos, mejillas oscurecidas, ojos cansados y labios blancos...parecía una muerta en vida...Todo mi cuerpo gritaba de dolor que aun no comprendía como podía sentir.
Me vestí con el uniforme y me arreglé intentando mejorar algo mi imagen antes de agarrar los libros y salir por la puerta, con dirección a la clase de pociones que por suerte, estaba cerca.

Entré arrastrando los pies y sin mirar a nadie, me dejé caer en uno de los asientos delanteros, creo que cerca de Belle.
-Buenos días...-Murmuré sintiendo como mi cabeza daba vueltas, algo había ocurrido la noche anterior que no podía recordar...-¿Llego tarde?-Dije volviendo el rostro hacia donde creía que se encontraba Isabelle

Entonces recordé quien era el profesor, y alcé la mirada hacia la figura masculina que nos observaba sin perder detalle...otro escalofrío me obligó a apartar la mirada rápidamente...mierda.

Llevo a Maddy a modo de canguro, envuelta en varias piezas de ropa cálida. Las mazmorras se ponen heladas en invierno, y ya había tenido los inicios de gripe, así que intento en lo posible mantener sana a mi pequeña bebé.

Paso por los distintos escritorios, dedicando sonrisas a los presentes, antes de escoger la mesa junto a Albert, besando con suavidad sus labios.

-Buen día.- Le saludo, y me doy la vuelta para conjurar una mini cuna que se mece sola para Maddy, lejos del fuego de los calderos. -Buen día profesor.- Saludo al nuevo profesor de pociones. Espero que éste no intente envenenar a Draco... si es que Draco aparece.

Bien, pociones.

Esta tenía que ser fácil. ¿Qué tan difícil es picar plantitas y orugas, colocar un caldero y vaciar distintos tipos de líquidos en él? No podía ser más complicado que preparar la cena en el campamento de vans.

Me encuentro con que el salón ya está lleno para empezar, e intento encontrar algún puesto libre. Para mi sorpresa, esta vez Astoria no se ha puesto al lado de Poulain. ¿No, sabes qué? Ya no me voy a poner a seguirte como idiota por el salón, chica S, si ya parece decidido que estás intentando evitarme.

Al menos eso me digo, hasta que la veo ojerosa y pálida. Mierda, ¿que habrá pasado? Tomo el puesto junto a ella, apenas prestando atención al profesor. -Hey, Astoria.- Le saludo, sonriendo aunque con gesto preocupado. -¿Estás bien?-

Saludo con la cabeza o con algún "Buenos días" (a pesar de que ya es de tarde) a los alumnos que van entrando a la clase hasta que de pronto veo a Louise entrar por la puerta y pongo mi mejor cara de "Aquí no pasa nada" y continúo con mis notas. Luego, llega Astoria; nuevamente mi rostro es un manto de inexpresividad, aunque noto que me sonrojo levemente, tratando de reprimir los jugosos recuerdos que están viniendo a mi mente en ese momento y de ahogar una sonrisa de satisfacción. Por un instante, puedo sentir ese costado malvado de mi ser totalmente satisfecho de sí mismo y mi otro lado decepcionado de mi poco control.
Me levanto del escritorio y me apoyo en el borde, mirando hacia el alumnado con las manos en los bolsillos, luego de repasarlos con la mirada los saludo -Buenas tardes alumnos, esperaremos unos minutos más por si se ha retrasado alguien y luego comenzaremos -les anuncio con la voz más solemne de la que soy capaz, desvío la mirada hacia Luna y no puedo evitar notar que ha traído al crío a la clase -Lun... Señorita Lovegood, ¿no cree que este es un lugar peligroso para una criatura?

miro atento a la puerta cada cierto tiempo, esperando que algo pase por ahí, que no veo venir, hasta que de pronto veo esa melena blanca entrar por la puerta dibujandome una sonrisa en el rostro, se acerca a mi dándome un beso y un buenos días, le respondí titubeante Bue...nos días mientras la observo confundido, tomo aire antes de hablar Luna, ¿por que has traído a Maddy a clase? no es seguro para ella.

Tarde, el profesor ya a empezado la clase y lo primero que noto evidentemente era a Maddy, tomo el hombro de Luna suavemente antes de que responda, mirándola con una cara de seguridad, para luego voltear hacia el profesor Lo siento, si es un lugar peligroso para un niño, no encontramos quien la cuidara y Luna no me comento nada tampoco, no se preocupe, prosiga con su clase, ya me la llevo camino hacia donde esta la niña, jugando con mi dedo y sus pequeños cachetes.

Hey Maddy, papi Albert te va a cuidar hoy, te portaras bien ¿verdad? la carca en su pecho justo como la traía Luna al llegar, pensé que seria mas incomodo pero, es sorprendente mente cómodo, giro mi cabeza hacia Lovegood que me mira con su cara de eterna sorpresa, me acerco y le beso la frente no te preocupes, yo me encargo, ahí y toma mi libro, esta ahí en mi lugar, tiene mis notas personales te sera mas útil.

Algo en ella ardió... Ardió en ira irracional que no comprendía, ese hombre estaba tocando a la niña...

Si, su lógica no funcionaba bien, no funcionaba en absoluto, pero había algo en la bebé que le llamaba, sus pupilas dilatándose enormemente: Una semi veela.

Se tapó la boca para no gruñir al hombre, no era su lugar, no era su lugar, debía recordarlo, debía ahogarlo, no debía pensar, no debía sentir, no debía recordar, ¿Por que no quería recordar? Por alguna razón no podía soportarlo y era mejor que se ahorrara lo ilógico del asunto, no quería estar aquí, este castillo era como si no le trajera más que malos recuerdos.

"Nini, te vendré a buscar cuando acabe la clase, cualquier cosa estaré en el barco." Aclaró por lo bajo, alzando los ojos al profesor y asintiendo en gesto de que esto no era algo personal, solo quería estar lejos de esta gente.

Me había quedando mirando con una sonrisa suave a Luthien, inclinando mi cabeza.

-Oh... Pensé que sería sólo una clase de presentación, profesor Flaneur. No creí que nos fuera a poner a hacer pociones.- Sin embargo, Albert se adelanta y toma a Maddy en sus brazos, dejándome confundida. ¿Qué piensa que está haciendo? ¡Maddy no lo conoce!

Y efectivamente, apenas la toma en sus brazos comienza a llorar. Lanzo una mirada algo avergonzada al resto del salón, en el momento que veo a Louise salir de allí. Me muerdo los labios sin saber por que, casi sintiéndome adolorida por aquel gesto de la pelirroja, antes de tomar mis cosas y llegar hasta Albert. -Albert, detente.- Le digo, poniendo mis manos bajo los brazos de Maddy y sacándola del canguro. Aún así no para de llorar. -Oye, está bien que seamos pareja. ¡Pero no puedes esperar que te deje pasear a solas con ella por el Colegio sin antes haber pasado más de un día con nosotras!-

La meso un poco, pero el llanto se hace más fuerte. -Luthien y tu tienen razón, no debí traerla. La llevaré a la enfermería.- Le lanzo una suave mirada de súplica, antes de seguir hacia el ala de Hospital. Espero que no se haya contagiado de alguna cosa.. o se haya comido un insecto. Aunque los insectos son nutritivos...

Y el resagado tiene que presenciar todo, que alegría... primero a Louise, a la cual intercede para abrazarla y abrazarla es lo que hago, fuerte, como en los viejos tiempos cuando aun me recordaba y corría llorando porque la habían echado nuevamente de la sala común por ser diferente, recordando ese rostro de pánico y lágrimas que más de una vez nos había llevado a rodar escaleras abajo con su torpeza infantil.
Luego veo a Luna, quitando a la marranita de las manos de Albert. Tachen eso de que él es más mi estilo que Luna y ninguno es mi estilo. El muy imbecil se atrevió a tocar a Madison. Acaso no tiene sentido comun o le falla el marulo?

Hago gesto a Luna para que siga camino, esperando que desaparezca. Ya luego cruzare la niebla y vere que le paso a Madison pero de momento.
- Por mi follate a Luna sobre todas las superficies de este maldito castillo. Vuelves a acercarte a Madison y te juro que no recordaras ni tu propio nombre.- Aviso por lo bajo. Entrando y buscando donde sentarme. Optando por el asiento que mi amiga ha vaciado al lado de la taradita media muda.

Yo no quería ir a ese lugar, había insistido en que no, de verdad que había insistido en que no cuando vi la escala que bajaba a al piso más obscuro y húmedo... No sé si ella quería, había algo extraño en mi mama también; ¿Su voz quería llorar?... No sé, no se siente bien pero ella insiste un poco en que debemos ir y yo cierro mis ojos tomada de su mano para que me lleve hasta que todo se llena voces...

........

Y de pronto, de pronto no entiendo; todo pasa demasiado rápido y no quiero. Estoy en la aula, hay un hombre al frente que me hace querer achicarme como si me pudiese querer estudiar, aunque no sé porque y no quiero mirarlo más, cuando noto que mi mama mira a la pequeña que cuida aquella chica me ayudo salir de la sala donde me había quedado encerrada; sintiendo como se para un chico que no alcanzo a mirar bien, como la pequeña empieza a llorar y como mi mama de pronto se va dejándome ahí....

Yo no entendía, yo no quería estar ahí tampoco y sus palabras no me servían, y es que ¿Porque se había ido? Le había dicho que este lugar me daba miedo, que miraba en las esquinas y los veía a ellos esperando para llevarme de nuevo y hacerme eso... Y, el... de pronto "ese" hombre que me hablo afuera se sienta donde estaba ella y yo.. yo solo quiero desaparecer aunque, ¿Porque se fue? le susurro desesperada.

El revuelo pasa tan rápido que apenas puedo reaccionar ante todo este teatro griego que se sucede frente a mí, por lo que veo hay muchas más habas cociéndose de lo que pensaba. Yo solo dije que el lugar era peligroso, no que sacara a la niña, tenía planeada una clase de presentación y podíamos prescindir del uso de los calderos por una clase, pero todo había pasado tan rápido que no me dieron tiempo ni de replicar, les hubiera dicho que no trajeran a la niña en las clases siguientes si me hubieran dejado. Debía hablar con esos dos luego, o de otra forma no podrían aprobar la materia. Y con Louise, debía hablar con Louise.
Carraspeo y compongo una expresión grave -¿Alguien más tiene un episodio qué representar? -me cruzo de brazos -Porque si es así puede irse retirando; voy a pedirles que los problemas personales queden fuera del aula, como debe ser -digo dándoles una mirada a todos, repasándolos uno a uno -Resuélvanlos en los pasillos o fuera del castillo, pero en mi clase no quiero rencillas de ningún tipo -aclaro.
Me levanto del escritorio y camino por delante de la primera fila de asientos -Mi nombre es Luthien Flaneur, seré su profesor de Pociones a lo largo de este año de estudio, he sido alumno de esta Casa de Estudios en el pasado y luego hice unas maestrías en Pociones en Alemania -resumí mi currícula -Ahora les pido que se presenten diciendo nombre, casa, año y qué esperan de esta materia. ¿Quién es el primero?

¡Mier...coles! ¡Voy tarde de nuevo! No es posible, de por si casi no me aparezco por los salones de clase (con un debido justificante que dice que tengo trauma post algo...) y la única vez que me propongo ir ya está todo revolucionado cuando me paro en el marco de la puerta. No entiendo ni jota de lo que pasó pero el profesor regaña a casi todos en general así que paseando el lugar con la mirada descubro que Louise no está. Sabrá, casi nunca aparece en las clases. Me quedo parado en el marco, a ver si me deja pasar, cuando pregunta quien se va a presentar primero. Nadie parece querer alzar la mano, así que me recargo en el marco, me cruzo de brazos y empiezo a hablar.

—Dennis Creevey, Gryffindor, quinto curso, espero no explotar un caldero el día de mi TIMO —digo todo de corrido—. ¿Puedo pasar?

la pequeña niña comenzó a llorar tan pronto la toque, Luego Luna me recrimino tomando a la pequeña cuando solo quería ayudar, mi cara se sonrojo al escucharla decir que eramos pareja, dedicando una mirada a todo el aula, y la veo partir con la niña, entra otro Ravenclaw , recriminándome y amenazandome... "¿follarme a Luna? ¿no recordar ni mi nombre? sus palabras hicieron que mi sangre hirviera de ira, una comezón ardiente recorre mi espalda, los contornos de mi cicatriz mientras la ira se acrecienta, por la forma que hablaba, el debía ser...Jessie...

Q...que... que... di... dijiste lo tomo por el cuello furioso apuntando mi varita al mismo, con la mano contraria No vuelvas a hablar así de Luna, JAMAS!! ¿me amenazas con borrarme la memoria? a cuantos mas le has hecho lo mismo, si tuvieras los suficientes huevos para hacer eso cuidarías a tu PROPIA HIJA! mi ceño fruncido como jamas había recordado tenerlo, mis venas palpitantes, estoy perdiendo la cabeza, nunca me había pasado esto... pero la actitud del bastardo, la forma en la que hablo de Luna y sus aires de buen padre que se daba cuando en realidad nunca estaba ahí, me enfadaban.

Spoiler:

Me acerco como un rayo y me pongo entre los dos alumnos, -¿Pero qué es esto? - me quejo en voz alta, tratando de que entre en razón el que está apuntando con su varita, las palabras no se me pasan y miro al rubio con extrañeza ¿El padre del bebé de Luna? ¿Acaso le había dicho algo antes de entrar a la clase? -Señor, desista de sus planes, no me obligue a sacar mi varita -le amenazo al de cabello negro mirándolo a los ojos y meto la mano en el bolsillo, quizás el moreno tenga razón pero no puedo dejar que amenace al otro alumno en mi clase.

Me dejé amedrentar, sacudir, atrapar. La verdad que lo único que este chico hacía era complicar más y más su caso, realmente no sabia de que mierda esta hablando. No cuidar a mi hija. Si tan solo supiera la mierda que estoy pasando para cuidar de Madison cerraria esa estupida boca de una vez.
Como no es el padre para el hablar es facil. No sabe lo que nosotros sufrimos para que Madison viviera y pudiera estar en buenas manos pero una vez mas me estan demostrando que mi juicio no es el mejor.
Me callo la boca. Lo dejo hablar y quedar en ridiculo solo, apenas girando mis ojos al hijo de perra del profesor. Como si yo no fuera a enterarme lo bien que se la pasa.

La saco de una mierda y mira donde se me viene a meter esta pendeja. Carajo, que no podia dejarla como antes sabiendo que los hombres eran mala noticia. No, tenia que dejar que fuera y dejara que el profe se la metiera a fondo... cada vez se complica mas todo y se me acaban las cartas de rescate. Si se vuelve a hundir vamos a acabar hundiendonos los dos.

Carajo. Otra vez la burra al trigo y esto ya se esta volviendo aburridamente repetitivo para mi.

La actitud del chico de "me vale madre el mundo" me enojaba mas, como era posible que esta escoria fuera padre de esa criatura inocente, solo espero en verdad, que por Merlin no sea como el cuando crezca, escucho una voz replicando enfrente del salón, volteo la cabeza dirigiendo una mirada de furia hacia la fuente del discurso, regreso la mirada a la bolsa de carne de la silla No te atrevas a decir ese discurso sobre valorado de "yo hago todo por mi hija, todo lo que hago es por ella" por que ni tu te lo crees lo suelto empujándolo hacia el asiento Disculpe profesor, puede continuar con... con lo que sea que fuese esto recojo mis cosas de la mesa, sin enfundar mi varita y camino hacia la puerta, deteniéndome unos instantes en el umbral antes de salir.

Había hecho todo un espectáculo en clase de pociones, Luna se había molestado, ese cabrón llega de la nada y se cree amo y señor y...y... trata a Lovegood como objeto!, pero no se si deba buscarla y hablar con ella o darle su espacio.

No puedo desaparecer, de pronto ese el choca mi hombro, otro hombre grita, lo acerca hacia mí, muestra una de las varas y no quiero, no pueden hacerme eso otra vez, no pueden hacerme eso otra vez,.. necesito que pare, que no lo haga, que no me lo haga a mí… Sigue, no pudo mirar, no los reconozco, me alejo de ahí, corro, no encuentro la salida, llego a una pared y no puedo controlar mi cuerpo… Me aprieta, mi vientre se contorsiona, no puedo respirar; siento esa presión… esa presión de no poder moverme tras la luz, de que la sensación de moverme nunca llegue, de respirar así, de que duela, de que me aprieten y no paren de meterse en mi…

¡Quédate quieta muñeca..,! ¡Quédate quieta muñeca..,! ¡Quédate quieta..! De pronto no puedo para de escuchar sus voces, me dejo caer bajo la pared, cubro mis ojos; no quiero ver, me llevo las manos a la cabeza, tiemblo y es que no quiero.. No puede ser así de nuevo, respiro, me trato de encoger para no sentir, trato, siempre trataba pero no me dejaban y es que porque no podían parar…

¿Por qué nunca querían parar?...

Me quedo estoico, parado tratando de analizar todas estas muestras de comportamiento irracional y agresivo, -¿Lo que sea que esto fuera? -mascullo entre dientes -Usted señor, márchese por favor. Nos veremos luego en el despacho de la Directora -le pido mirándolo fríamente al alumno moreno aunque mi vista se detiene en el rubio que armado todo el lío, aunque no tengo de qué culparlo por ahora no deja de darme mala espina todo esto.
Entonces, solo entonces, puedo focalizarme en la niña que ha huido despavorida de la sala "Demonios! No puedo simplemente correr tras ella ahora" pienso mientras trato de calmarme.
-Bien, alumnos, cosas como estas que acaban de ocurrir son las que NO quiero que ocurran durante la clase -digo mirando a los presentes -Ahora, quiero que me esperen aquí unos minutos mientras resuelvo este embrollo, y les advierto, no se crean que porque soy joven no los castigaré, no me tienten -expreso claramente sin dejar lugar a la duda, no quiero ser amenazante, solo firme -Al regresar, proseguiremos con la clase. Mientras tanto, anoten nombre, casa y edad en un papel y déjenlos sobre mi escritorio. No se pueden retirar, espérenme. -les advierto y salgo del salón.
Busco a la niñita que ha salido del salón corriendo y la veo apoyada contra una pared. Inspiro profundamente, no quisiera tener que hacer esto pero no tengo más remedio de momento -Pequeña, escúchame -musito con la voz grave, aderezando mis palabras con esa persuasión sobrenatural que poseen los de mi raza, obviamente estaba buscando captar sus sentidos mientras mis pupilas hacían contacto con las suyas, si tenía éxito ella estaría embuida en una sensación de ensueño que la calmaría un poco. -Debes calmarte y regresar al salón, te prometo que nada malo te pasará mientras yo esté allí y al salir te acompañaré con tu guardiana -le prometí con el tono más paternal que pude.

Off:

....¿Porque nunca paran? Quiero que paren, que paren, que paren...

No quiero sentir nada mas, duele, tiemblo, me aprieto; yo casi no podía respirar cuando veía las varas de ellos hacia a mí, me tenían encerrada en una pieza con las otras, hacían que no me pudiese mover, me amarraban y nunca querían parar de tocarme haciéndome eso de entrar en mi mientras solo podia respirar y no, no quiero; lo de mi vientre se retuerce, me aprieta; y es que no quiero, no quiero sentir como una muñeca de nuevo, no lo soportaría mama, no quiero.... no quiero....

...........

Y de pronto hay una voz y no quiero mirar, no quiero ver como ellos me miran como su muñeca con sus caras pero lo hago, no porque pero su voz tiene algo que me hace hacerlo, no paran de salírseme lagrimas pero lo miro y en un momento es como si mi pecho me comenzara latir más lento cuando veo sus ojos; tengo miedo, me dan miedo pero ya no puedo apretar mis piezas contra mi misma para desparecer, estoy flácida ante el sin poder parar de temblar aun....

¿No estarán? ¿Ellos no están ahí?... Encojo las rodillas sobre mí misma, dejo de mirarlo un instante pero lo vuelvo a mirar e intento moverme, aunque estoy temblando intento levantarme un poco aunque me cuesta y es que de pronto no puedo pensar, no puedo armar nada y solo quiero que pare.

—Hey. Ekaterina —medio sonrío cuando la chica rubia se sienta a mi lado y la gente empieza a llegar. Unos cuantos buenos días, Luna con Maddy (¿qué tiene en la cabeza?, de verdad, el aula de pociones es el lugar MÁS peligroso para traer a una criatura) y en cuestión de segundos todo se vuelve un drama. Hay tres cosas que descubro:

1) Luna tiene novio.
2) Maddy evidentemente no está acostumbrada al novio de Luna, por los berreos que suelta.
3) Nadie debe provocar a Morgan, es casi como llamar al Apocalipsis a tu puerta.

Veo la escena con una ceja alzada sin creer que eso sea una clase o comienzo de clase. De verdad, lo único que quiero es callar a todos a punta de varita y tener una clase de pociones decente. Una chica huye, otros entran para sólo irse y Hollow, que sabe mucho de pociones, casi tiene un duelo con Morgan. Al final el profesor sale y acabo anotando en un pergamino lo que pide:

"Isabelle Poulain, 7mo, Slytherin"

Quiero clase de pociones, no drama hormonal.