Ginger's things [Ginny Weasley]

Vacaciones, ese descanso tan ansiado después de seis meses de lo más irregulares. La mayoría de los Slytherin siguen siendo la escoria del planeta, pero si son como Parkinson no me extraña, el rumor de que Malfoy se lo monto con Granger ha corrido a una velocidad increíble, al menos por la sala común. Yo acabo de volver de casa de Nott y tengo que ir hasta mi casa tomando la red flú del caldero, pero por alguna razón me estoy retrasando más de lo norma en general.

Estoy pensando en sentarme en una de las mesas y pedir una cerveza de mantequilla o un Hidromiel para dejar pasar las horas cuando distingo a una cabellera pelirroja que conozco bastante bien. Ginny Weasley, todo el mundo la conoce porque fue la novia de Potter, yo porque era amiga de Aria. Nunca congeniamos demasiado bien, porque parecía pensar que los Slytherins éramos todos odiosos al principio, pero lo cierto es que acabamos saludandonos con relativa frecuencia cuando Aria no estuvo para ninguna de las dos.

—Hola, Weasley —saludo, acercándome hasta ella—. ¿Puedo sentarme?

Debía poner mi vida en orden, y si eso era algo que anteriormente se me daba bien, ahora mismo estaba siendo imposible. Creo que necesito que tiren de mí, que alguien venga me tire de la oreja y me grite exactamente lo que debo hacer. ¿Quién me iba a decir que extrañaría los gritos de mamá? Desde que terminó la guerra no levanta la voz sin llorar, dicen que es parte del shock pos traumático, pero ya han pasado seis meses...

Seis meses y ni señal de Harry, quizás era mejor empezar a hacerse la idea de que se esfumó. En ocasiones el estar tan cerca de la muerte te cambia totalmente; quizás está por Ucrania viviendo la vida. Quizás debería empezar a centrarme en la mía.

Sin haberlo planeado me encontraba sentada en el Caldero Chorreante, hundiendo mis pensamientos en una cerveza de mantequilla. Una voz conocida pronunció mi apellido, volteé y vi a Isabelle Poulain: Slytherin, séptimo, amiga inseparable de Aria, y según comentaban, la nueva conquista de Nott.

-Claro -sonreí levemente con la mano aún unida a mi bebida -¿Disfrutando de las maravillosas vacaciones?

El nivel de interacción entre Ginny Weasley y yo es casi nulo, sólo nos hablamos por Aria. Y porque estamos en el mismo curso. Pero eso no quita que ella haya pasado ignorando a los Slytherin la mayoría del tiempo, aunque siempre me dirigía un hola si me encontraba con la castaña. No la culpo, con gente como Parkinson molestándola, seguro que es lógico que quisiera a todos los Slytherin tres metros bajo tierra. Peor en ese momento es la única persona que conozco en todo el lugar.

—Con ese "maravillosas", más parece que las estás sufriendo... —le digo, sentándome rápidamente. Nunca he hablado con ella y no sé que le parezca interesante, pero bueno—. ¿Problemas?

Alzo la mano para que venga quien sea a atenderme y le pido un hidromiel, que es dulce, para ver si me quita todos los pensamientos de encima.

—Lo cierto es que no me va tan mal —le sonrío. Nott ayuda mucho a eso, cuando estoy con él el tiempo pasa tan rápido que ni siquiera me entero cuando me quitó la ropa—. Aunque podría ser mejor todo...