Playing with Fire § Abierto

Por un momento tuvo un déjà vu. ¿Hacía cuanto de eso? Recordaba una lluvia torrencial como esta, recordaba correr con los tacos altos por las calles de Hogsmeade llorando desconsolada hasta los brazos de Madame Rosmerta y recordaba como se había desahogado en compañía de Oliver, un profesor universitario de Astronomía.

Vaya momentos embarazosos, vaya dolor que le había recorrido ese día en que Jhonny había desaparecido justo el día que debían ir a ver casas para cuando estuviera la boda. Había esperado tres horas en medio de la lluvia, empapada y furiosa... una furia que duró la primer media hora y la segunda media hora se mezcló con la preocupación. Para la segunda hora había comenzado a caminar de un lado al otro como un gato perdido, sin saber donde ir o donde mirar, creyendo que se había olvidado y buscando un Flu para comunicarse pero no había a mano y temía que se movería y llegaría.

Finalmente a la tercer hora una vieja mujer salió de su casa para darle refugio al encontrar a la mujer joven con su cabello lacio y negro, ojos brillantes de color gris blanco como todos los de su línea de sangre, tan falta de vida que daba vergüenza verla realmente, un perrito extraviado mirando todo desconcertada, ni siquiera recordando porque estaba esperando a Jonathan, solo que lo quería allí en ese momento.

Y con razón, él había sido secuestrado en una de las misiones y ni había pasado por la casa mientras ella se desarmaba pensando que quizá sus amigas, las ‘serpientes venenosas’ como él las llamaba ya que todas eran Slytherins de muy baja calaña, tenían razón y simplemente era que no estaban destinados a estar juntos, ¿que sino hacía una Slytherin con un Hufflepuff?

Hoy... no era diferente a lo habitual.

Comenzaba a creer que contarle la verdad sobre su adicción era algo que no debería haber hecho, pero se lo debía. Él era el amor de su vida, pero ahora cada vez que él la miraba a ella sentía que estaba esperando que se desarmara y comenzara a balbucear incoherencias y ella cada vez que se llevaba la varita a la cien temía que ese sería el último recuerdo que tendría de Jonathan.

¿Que estaba haciendo? ¡Estaba matando a la pareja por su egoísmo y no sabía ni por donde empezar a arreglar el desastre que se habían convertido! Pero no podía detenerse... por alguna razón lo necesitaba, pero irónicamente cada vez que se llevaba esa varita a su cien borraba un recuerdo más y nunca sabía en primer lugar el porque. ¿Que era eso tan terrible que no deseaba recordar?

Por eso es que no regresó a Las Tres Escobas sino que tomó polvos Flu desde Cabeza de Puerco y marchose a la entrada de Diagon Alley, sentándose en la barra, aun completamente empapada, montones de gente dando vuelta, su cabello naturalmente cambiante había pasado del violeta al azul eléctrico antes de adaptarse a un verde oscuro que se pegaba a su espalda.

Recordaba haber hecho exactamente lo mismo aquella vez cuando se inclinó sobre la barra antes de que se llevaran la botella y la arrancó del agarre de Tom poniéndosela a un lado antes de hacer fondo blanco con la primer medida. A la mierda todo, se iba a hacer puta, porque a este paso nunca se iban a casar y ya estaba cansada de las miles de escusas que ambos ponían. Esto no era sobre él, esto era sobre ella y ya no sabía que pensar.