El Dilema de los Muciélagos § Comunal

"Vine a presentar a Madison a los profesores." Le respondió en seco a Solar, acercando, más su nariz a la suya como si fuera desafiante antes de darle un beso esquimal y apartarse, también mirando a Maddy a unos metros con ojos fijos, los ojos que eran más de una ave que de una persona.

Hasta ahora lo que entendía era que se había dispuesto a irse lo antes posible, realmente se estaba yendo cuando Niniel la distrajo y a partir de eso vino el caos, MacGonagall que le miraba acusadora como si hubiera hecho algo porque debía admitir, SIEMPRE había hecho algo. Trix que le había sacado la niña de los brazos y Solar que la acusaba de no proteger a su hija.

¡Estaba haciendo lo mejor que podía, demonios!

Y... y Aaron, Solar, Trix...

"Nos habíamos quedado hablando fuera con Luna y Niniel" Aclaró para que entendiera de donde había salido y porque quería regresar a casa. Pero no, Maddy tenía sus propios planes y de todos los días pareciera que estuviera de buen humor, porque se reía entre brazos de Trix. Los ojos de Louise se empañaron, se suponía que iba a irse antes de que demasiada gente la viera, se sentía avergonzada, ahora alumnos que apenas sabían su nombre y de los que ni sus rostros o sus casas sabía, estaban cuchicheando sobre el hecho de que había aparecido con un bebé, su bebé, evidente ya que gritaba que era una media veela.

Suspiro, cuando veo que me da el beso esquimal. No podía enfadarme con ella, pero me preocupaba que estuviese fuera demasiado tiempo.

-Ya... Trix devuelve a mi ahijada... No quiero que nadie la entretenga camino a su casa... - Mire a los alumnos que cuchicheaban de manera amenazadora y gruñí de manera mas audible - ¿Que demonios miran? ¡Métanse en sus asuntos!- Ante el tono amenazador se dispersaron y volví a mirar a Louise. - ¿Quieres que te acompañe a casa?-

Mi tono era ahora mas suave. Podía imaginar lo que había pensado cuando acerco su nariz a la mía. Estaba comenzando a ponerme un poco paranoica con su seguridad.

Pegue un bote ante el grito de Solar y mire a Aaron y a Lou.
Maddy se asusto y dejo de reirse, le di un beso en la naricita haciendole cosquillas con el pelo y ya se volvio a poner debuen humor.
Se la devolvi despacio a Lou y aproveche para darle un beso a ella en la mejilla
-Deberia relajarse un poco -hice una seña con la cabeza a Solar -pero tiene razon Lou. Vuelve ya a casa.

-Podemos acompañarla los dos yo tampoco quiero que tu vuelvas luego sola -dije poniendo una mano suavemente en el hombro de Solar
-Y si decides quedarte con Lou a pasar la noche yo puedo volver volando sin problemas.-Hablaba con dulzura pero en un momento cambio su voz y paso a ser mas firme y grave -No voy a aceptar un no por respuesta de ningua de vosotras a asi que me da igual lo que penseis. Yo voy a acompañar a Lou y la pequeña, tu Trix vuelve a la sala comun y procura no estar sola.
No preguntaba simplemente lo sentencio

¿Un cuento muggle? Intento responderle a la que me lo dice; ¿Porque yo tenía la idea de haber escuchado ese cuento Muggle? No me atrevo a preguntarle pues ella ya no me presta más atención y yo nunca quiero molestar. Y es que no sé cuándo paso, pero muchos estaban cerca; yo estaba bien sola con la princesa, pero ahora ella, la chica que me encontró en el invernadero, un hombre grande y la que ahora me asustaba ahora estaban aquí.

Yo ya no entendía, hablan, sobre la pequeña creo; pero la otra gruñe casi como había hecho allá, pidiendo con fuerza que nos vallamos... Doy un paso asustado hacia atrás, yo... me voy; le digo a la madre cuando me menciona en su explicación, dando un par de pasos más para voltearme y alejarme de ahí.

¡¿Porque tenía que pasar así?! Me daban ganas de quejarme por dentro, incluso a mí; y es que me comenzaba a sentir realmente mal con la amenaza de todos hacia la muñeca; acabando por buscar en la pared un lugar donde irme para desaparecer; asfixiando mi respiración por un instante cuando me acerco sin mirar mucho a él, tal vez aun con la sensación de aquella flor que me había dado en el lago... si a mí.

¿Puedo? Pregunto tímida cuando estoy cerca, arrastrando mi espalda junto a la pared para sentarme a su lado en el piso.

"Chau, Niniel." Saludó la rubia antes de regresar a todos, la niña nuevamente en brazos y frunciendo el ceño, moviendo los hombros claramente intranquila, casi molesta dirían algunos.

"Claro que no. Debo regresar a Londres y MacGonagall no les dejará salir. Así que no veo la necesidad. Me iré derecho a casa si tanto les preocupa, ¿si? Aparte, Trix es menor de sexto, Aaron es un transferido y no vas a dejarlo solo, ¿no, Sol?" Le respondió abrazando la niña contra su pecho de forma protectora.

Las malas miradas, gruñidos y otras cosas volaban de un lado al otro. Sol les había gruñido a Trix y a Aaron cuando tenían a la nena, Trix miraba mal a Aria y a Alan, el sombrerero la miraba con curiosidad y la directora los estaba acuchillando con la mirada y los que no se enteraban de nada la miraban acusadora y curiosa...

Hasta Madison parecía haberse puesto seria y enojada. Oh, joy.

Solo quería huir de aquí.

Observo a la niña del baño alejarse de donde estábamos diciendo que se iba. Mejor, no la quería cerca de mi ahijada. Mis ojos la siguen de reojo, ocultando la mirada de los demás mis ojos se ponen de color ámbar.

-Niña cobarde... -

Susurro apenas audible, mas que nada para mi. Me daba asco su cobardía. No podía tolerarlo y hasta que no cambiase no la quería cerca de mi ahijada. Vuelvo la mirada hacia Louise, otra vez con mi color de ojos normal ahora que todos me veían.

-Tu sabes que puedo salir igual... - Le digo apenas moviendo los labios solo para que ella lo viera. Tome a Mad de sus brazos, sonriendole y haciéndole cosquillas con el cabello para que cambiara su expresión molesta. Desde la transformación estaba mas irascible de lo normal, aunque cuando se trataba de ellas siempre lo estaba. - Ya, vale... prométeme que te vas a ir directo a tu casa Lou... El pensar que estas sola con Mad, afuera hace que mi parte animal se ponga histérica... - Le entrego a la niña y me froto la frente, agotada. Sabia que podía cuidarse y a la niña también, pero mi parte sobreprotectora no lo soportaba - Dejare que Thorin se vaya contigo, y envía una nota atada a su pata para avisarme que llegaste y con eso me conformo...-

Sigo la mirada de Aria, que está en la veela y... el bebé que tiene en sus brazos. Puedo adivinar justamente lo que está pensando Aria, pero bueno, no le digo nada. Aquella imagen es la constatación de que todos los rumores que se habían oído en el colegio los últimos tiempos y no las tonterías...

Sacudo la cabeza mientras oigo a Luna. Sí, la verdad es que parece que algo está por pasar.

—Pero el mensaje no tiene sentido es... es... es como si fuera un aviso, una advertencia, una ¿manera de hacerse notar?

Observe el mensaje y me retraje sobre mi misma. La profesora nos estaba investigando a todos nuevamente, me sentía un animal de exposición.

Estoy acostumbrada a la sensación así que trato de ignorarla, decidiendo por solo es por la cantidad de gente. Es fácil para mi pasar desapercibida, ser invisible es lo que siempre hice y nada ha cambiado mientras leo el mensaje. Luke sabria que es lo que significa, se que es un cuento muggle, pero nunca tuve tiempo para esa clase de cuentos.

El barullo que las chicas estaban haciendo parecía no afectar en absoluto a Alan, de hecho este ni siquiera había volteado la cabeza para darse cuenta de que Louise llevaba a la bebé en brazos, estaba abstraído, con una mano rascándose la barbilla, y los ojos bien abiertos analizando las palabras rojas de la pared, el gen Ravenclaw en pleno funcionamiento.

No creo que sea una broma-Dijo sin desviar la mirada, el cuerpo balanceándose en un pie y otro-Si quisieran hacer una broma pesada harían algo menos rebuscado y más impresionante, ¿O me equivoco?

La frase parecía no tener sentido por si sola, ni murciélagos ni gatos tenían un simbolismo particular, por lo menos no en Hogwarts, y el nombre de Alicia tampoco daba ninguna pista particular, no había entonces nada que decir que se pudiera deducir por lógica.

¿Alguien leyó el cuento? ¿Saben como sigue?-Trató de ver algo especial en la pared, o cerca de ella, ¿La escritura sería mágica?

-Raax tambien ira
Andaba por alli cerca asi que le coji me aparte con el a donde me pudieran ver, preferia usar mi don en privado para explicarle a Raax las cosas
-Volvera cuando hayais llegado a casa. Se lo deje a Lou en el hombro y este le dio un picotazo cariñoso en el pelo, miro a Maddy abriendo el pico solto un pequeño graznido, como si supiera que mas alto la molestaria
-Bueno yo voy a seguir con eso -dje señalando a la pared y al grupo de alumnos-y con esos. Solo me faltaba poner al dia a Solar.
Aaron me habia pillado llorando cuando fuimos a entrenar y a cabe contandoselo.

Frunció el ceño claramente en desacuerdo, acariciando la cabeza de Raax pero moviéndose en claro comando de que mejor se bajara. A veces odiaba esta disyuntiva... entre hacerse notar y poder escapar del suplicio o soportar el suplicio y tener que lidiar con lo que Solar le diría.

Se mordió el labio inferior, testaruda tomando a Raax que si bien quería e insistía en cumplir con Trix estaba en desventaja con un ave mucho más grande o alguien que era mucho más fuerte aunque el agarre fuera amable, colocandolo en el hombro de la Ravenclaw para confusión del pequeño plumifero que observaba el drama a espera de que Trix le dijera que hacer.

"Puedo llegar a casa sola." Reclamó tratando de no mostrarse frustrada. No quería que supieran la verdad y mucho menos llamar la atención de los otros que veían el mensaje como Alan y Luna... ESPECIALMENTE a Alan y a Luna. "Les veo el Martes." Comentó esquivando los cuerpos con esa flexibilidad que la caracterizaba, el brazo derecho firmemente sosteniendo a Maddy.

Miro a Alan con ojos muy abiertos.

-Entonces si es un cuento... Pero no es ninguno de los de Beedle El Bardo.- Los miro con curiosidad. -¿Es así como comienza? No termina de cuadrar, falta algo. Hum...-

Si no es un cuento mago, quizás se trate de un cuento Muggle. -¿Alguien ha visto a la profesora Bones o...?- Veo entonces la figura de la Gryffindor cerca de la profesora Macgonagall y me acerco hacia ella. -¡Hola Hermione! ¿Conoces la historia de donde viene ese fragmento?-

Alzó la mirada y me encuentro a Niniel que se acerca a sentarse frente a mi. Ruego que McGonagall no me vea en esa actitud indolente porque me dará otro discursito de "entiendo su perdida, pero eso no le da derecho a comportarse como un imbécil en Hogwarts" y me mandara a cualquier lugar. Peakes tiene razón: me estoy haciendo un amargado con un toque de humor negro que no cualquiera le agrada. Pero Niniel le sonrío.

—Siéntate...

Una vez que está mundo a mi alzó un brazo y sé lo paso por los hombros rogando que por favor no se asuste con el gesto y la acercó un poco a mí. Pero por sí acaso, pregunto.

—¿Te molesta?

Los ojos se centraron en la rubia que parecía querer escapar con una bebé en brazos, adivinando contra natura quien había sido la persona culpable del mensaje.

Aun así, al ver que nadie contestaba su pregunta se dio media vuelta, caminando junto al profesor Flitwick camino a su despacho para hablar de la broma.

Era evidente que no lo consideraba una broma realmente, algo como eso era de mal gusto y no podía ser natural, algo debía estar allí ya que era demasiado considerado para ser una broma.

Una voz la sacó de sus cavilaciones. No estoy acostumbrada a ser interrumpida en mi linea de pensamientos, pero no por eso es evitable. Suelo tener en mi mente varias cosas al mismo tiempo lo cual siempre le hizo acabar hablando de más en los momentos menos adecuados.
Este por suerte no es uno de esos, por suerte no estaba nerviosa aunque le costaba ser razonable tras tantas noches sin dormir.

Pero el cuento de Alicia en el País de las Maravillas era reconocido en el mundo muggle y si algo conocía Hermione eran sus libros. Pero ¿por que el dilema del Murciélago? Solo era una pregunta ausente de una Alicia que se estaba quedando dormida.

Cuando todo comenzaba y la niña al caer se preguntaba sobre su propia gata, creyendo que esta le extrañaría. Era el primer paso al país de las maravillas.

"Si, Alicia en el País de las Maravillas... Alicia al caer en él se pregunta por su gata. La gata no podría cazar ratones porque en el aire no hay ratones, pero hay murciélagos que se parecen bastante." Resumió, girando los ojos a Luna antes de regresar a lo escrito. En otro momento habría podido citar todo palabra por palabra pero carecía de la mente para ello. Pero aun recordaba el contexto.

No, está bien. Respondo cuando siento su brazo posarse en mis hombros, notándose que cuando lo hace mi cuerpo se pone totalmente tenso como una reacción natural a eso, pero solo eso. Y es que aunque con el ahora era extraño, pues simplemente me dejaba tocar como una muñeca que recibía sin más, sin sufrimiento ni nada como esperando algo; mi cuerpo... mi cuerpo aun reaccionaba por un instante así, endureciéndose como si intentara evitar desesperado algo y yo... esperaba que no le molestara.

Me hace sentir mal estar entre tantos y... pidieron que me fuera. Y es que si, con mi princesa no estaba mal pero con todas las demás la muñeca se sentía pesada, siempre acercándome demasiado a la tristeza. Aquí está mejor, y aun tengo... tu flor; aunque ya muy marchita. Continuo metiendo las manos en mi túnica, sacando entre mis deditos aquel lirio que aunque tieso y casi totalmente seco aun mantenía algo de su color, dejándolo sobre el libro que tenía en mis manos del cual ni yo misma era demasiado consiente ahora.

—Parece una simple... ¿llamada de atención? No me parece otra cosa...

Eso es lo que acabo concluyendo, dentro de todo, porque de tanto repetir las palabras empiezo a perder el interés. Lo borrarán tan pronto como puedan, si es que pueden, y ya. Buscarán al culpable y lo encontrarán o no lo encontrarán. Parece extraño, y algunos hablan de un libro muggle bastante conocido pero a mí lo que es, todo me suena a chino.

—¿Y si nos vamos antes de que McGonny nos crucifique? —le pregunto a Aria. Si oye el McGonny seguro nos crucifica.

- Su avance en aquellas transformaciones había dado frutos ya que controlar aquel animal era algo complejo mas si el bosque aun no se familiarizaba con tu presencia... El lugar parecía un juego de niños todo el mundo jugando al detective, unos mas acertados que otros quizás.

- En cuanto a mi eso parecía mas una jugarreta de niños 2do grado quizás... Me encontraba detrás de todos sin dar mucha importancia al asunto pero sin descartar sospechas.

—Te regalaré otra flor —le quito importancia. Todas las flores se marchitan si les cortan la raíz o si las sacan de su ambiente, no es algo por lo que me vaya a preocupar. Levanto la cabeza y veo que ella sigue allí. La rubia. As de Cœurs.

Vuelvo a leer la inscripción, que no tiene nada que ver con una chiquillada, o con los cazadores cazados que insinuó Luna, a pesar de haberse acercado. No...

—¿Conoces Alicia en el País de las Maravillas? —preguntó—. Cayó por la madriguera del conejo blanco, persiguiendo a su gata. Y acabo en el país de las maravillas..., que no parecía tal. Más bien parecía una larga y curiosa pesadilla.

Bien. Alicia acaba de caer en la madriguera.

-Alicia en el País de las Maravillas.- Aquel nombre tiene gusto a acertijos y misterio. -Supongo que tiene sentido, el soñar se puede comparar a un mundo de fantasía que se siente real. Quizás es eso lo que nos advierte, quien haya escrito ese mensaje. Quizás estemos por caer dormidos...-

Miro una vez más la pintura de la pared. ¿Que habrá a través del mundo de los sueño? Ese sueño que intentan inducirnos... -Quiero leerlo. ¿Sabes donde podría conseguir una copia?- 

Yo me quedo mirando aquella flor marchita un poco más, respirando; solo inflando mi pecho como un globo para después vaciarlo; esperando, esperando que fuera verdad, que haría eso con migo; que seguiría siendo como había sido, que me haría pensar menos en el lugar donde me encerraron, hasta que el, me comineas a contar aquella historia de la princesa de nuevo....

Yo no sé, tal vez antes; en casa... Comienzo sin terminar para que nadie más escuche, que nadie más sepa; sintiendo que el podía entender. Aunque ¿Porque me lo cuentas? Ahora... Una pesadilla larga no puede ser buena...

Pues las mías no las eran, dolían; la que viví allá y las que me regresan en las noches. Creo que me quedo mirando hacia abajo, tal vez esperando por él; poniendo aquel libro sobre mi vientre mientras escucho y escucho de lejos los murmullos de los demás.

Me acerque nuevamente a Luna -Creo recordar que nosotros tenemos una copia en casa, voy a pedirle a mama que me lo envie, yo tambien quiero volver a leerlo, podriamos leerlo juntas ¿si te parece?
Sonrei a Luna y espere su respuesta despues volvi a releer la frase en la pared y me quede alli tratando de recordar cuand sucedia esa escena y mas bien pensandolo en alto que diciendolo comente -Luna quizas podriamos leerlo en la sala comun para los raven que quieran oirlo ¿que te parece? Es una edicion anotada la que tenemos. Mañana mandare a Raax pidiendoselo a mi madre y en cuanto llegue podemos empezar