When the darness meets the death {Zaida}

Llevaba ya casi una semana sin alimentarme correctamente y si bien podía soportarlo mi magia comenzaba a menguar y no podría fingir ser una bruja si no podía hacer magia, además de que el hambre me pone de pésimo humor, guarde la pequeña botella de sangre en mi uniforme y atravesé los pasillos de Hogwarts hecha una furia, con paso fuerte y decidido con un rostro que decía claramente "no te metas en mi camino".
De esa forma llegue hasta el lago negro, aprovechando que el cielo estaba forrado de densas nubes grises y el maligno sol no aparecería; ocultándome entre los arboles y esperando no encontrar a nadie, saque de entre mi uniforme la botella y le di un trago a la sangre, apenas el raro elixir entro por mi boca sentí mis fuerzas renovadas, un antiguo instinto naciendo en mi nuevamente, cerré la botella relamiendome los labios cuando escuche un ruido entre los arboles.... fantástico ¿Y ahora qué?

Últimamente las pesadillas y las sensaciones eran mucho más fuertes. Nunca había predicho tanta muerte en menos de una semana. Mientras estaba en clase Transformaciones las sensaciones se volvieron más fuertes, y las ganas de gritar eran aún peor.

Era por esa razón por la que no le gustaba conocer a tanta gente, en algún momento sentiría su muerte. Claro, que la profesora de Adivinación estaría encantada.

Salí del aula con la excusa de "ir al baño" siempre funciona. Necesitaba un lugar tranquilo, no me podía topar con nadie en este momento, no sería recomendable. Pensé por un momento en el Baño de Myrtle, la Llorona, pero necesitaba un lugar más vacío. En el que no se encuentre un fantasma que se queje por todo, de preferencia.

Pensó en los terrenos y en el Bosque Prohibido. Si se adentraba un poco no le haría daño a nadie, y luego podría dar un paseo por los terrenos. Eso sería perfecto. Caminó a paso apresurado hacía el Bosque, necesitaba hacer todo lo que una Banshee haría en estos momentos. Gritar.

Y eso fue lo que hice, me adentré en el Bosque y grite hasta quedarme sin aire, grité lo que serían las muertes de algunos conocidos. Pero aún no estaba segura de quién era. Sólo sé que tendrá una muerte dolorosa. Salí del Bosque después de lo que serían unos veinte minutos, la clase ya debería de haber terminado y debería de ir a recoger sus cosas. A la mierda, estaba realmente débil ahora. Cuando salió se dio cuenta de que estaba pasando por el Lago Negro. Un pequeño paseo no estaría mal.

Pero luego se dio cuenta de que no estaba sola, había otra chica ahí, era rubia, y según el uniforme era de Gryffindor. Ella me miró algo cabreada y yo alce una ceja. Su aura no me expresaba mucha confianza, no podía ver con claridad su muerte, si estaba cerca. - Hola - Dije, me causaba curiosidad, y cosas como esta no puedo dejarlas pasar.

Estaba dispuesta a descubrir qué era esta chica.

Una chica peliroja de Hufflepuff apareció de entre los árboles y me saludo, bueno no me lanzo un hechizo ni corrió despavorida gritando lo que significa que no me vio beber la sangre, tanteo disimuladamente la botellita guardada celosamente en mi uniforme. Sin embargo, hay algo en ella que no me parece como a una chica normal, ella es una criatura puedo notarlo, pero no me doy cuenta con claridad que exactamente, no es un vampiro eso es seguro.
- Hola-Le respondo - ¿Lindo día para pasear no?-Agrego con un ligero tono sarcástico, mirando hacía el cielo que seguía oscurecido por densas nubes que tapaban el sol, si se llegaba a despejar, Dios no lo quiera, tendría que volver a esa prisión de piedra llamada Hogwarts.

La chica me mira de reojo mientras tantea algo celosamente por debajo de su uniforme.

¿Qué tiene ahí?

Traté de no mirar en donde había tocado el-no-sé-qué, lo último que quería era que se diera cuenta de ello.

- No está mal - me encojo de hombros respondiendo a su pregunta e ignorando su sarcasmo, la chica me miraba como si quisiera descubrir algo.

Querida, por más que lo intentes no lo descubrirás.

Extrañamente casi nadie conocía la existencia de las Banshees, puede ser porque son muy pocas, eso, o el ministerio a hecho un excelente trabajo "escondiéndonos".

Miré al cielo al tiempo en que ella lo hacía, se estaba oscureciendo. Trague fuerte, no quería otra pesadilla. Me recargué en un árbol que estaba cerca y la miré - Mi nombre es Zaida, Zaida Hyde, ¿y el tuyo? - me presenté, no quería que se arme un silencio incómodo.

Su energía me resultaba familiar, por aquí no hay mucha diversidad de criaturas por lo que debía ser una semi-algo ese parece ser el único tipo de criaturas que hay, hasta ahora solo me había encontrado con una licantropo y una semi-banshee, pero descubrir que era ella no es lo importante lo importante es que ella no me descubra a mi.

- Ekaterina Petrova....-Digo en un tono frío y monótono ¿Qué hacer ahora? No tiendo a creer en las criaturas mestizas siempre están criadas según la vida de los magos y no siempre están a nuestro favor, nada me decía que ella no se estuviera guardando mi secreto para luego o tal vez solo quiere investigarme más de cerca. Mi rostro, sin embargo, sigue sin mostrar ninguna emoción.

Esta chica es difícil, ni siquiera había cambiado de expresión. De esas típicas "me importa una mierda el mundo",y puede que sea así.

Al parecer ella no se animaba lo suficiente como para seguir la conversación, suspiré notablemente y cerré un poco los ojos.

Fruncí un poco el ceño. Esa sensación otra vez.

Se le hacía difícil respirar con normalidad, y trató de controlarla o mejor que pudo para que la chica, cuyo nombre es Ekaterina, no se diera cuenta, aunque es algo difícil que no, ya que tenía los ojos fuertemente apretados y respiraba con dificultad.

Poco a poco la sensación fue desapareciendo y podo respirar con normalidad, respiró un par de veces con los ojos cerrados para luego abrirlos.

- Y dime, Ekateriina ¿en qué curso vas? - dijo como si nada hubiera pasado.

Su fuerte suspiro me dio más sospechas ¿Si le parecía cortante, por qué seguía hablandome? Lo más fácil del mundo es darse vuelta e irse a no ser que se sienta obligada a hablar conmigo por alguna razón. Mi rostro siguió siendo totalmente neutro.
Mire discretamente sus reacciones parecía tener dolor, otro motivo para no querer hablar conmigo... tal vez tendría que dejar de ser tan desconfiada con aquellos que tengan sangre de mago, pero soy un vampiro, no nací para confiar en otros... "¿Quieren los ratones ser amigos de los gatos? No, no quieren, quieren pelear contra ellos y es natural a veces ganaran y otras perderán, eso es la vida; vive bajo esa lógica Katia" Si, así había sido criada.

-Eh... voy a sexto... ¿Estas bien?

Zaida sentía la mirada de la rubia, lo que provocaba que se pusiera nerviosa, si la chica llegara a descubrir lo que era no sabía que iba a hacer ciertamente, nadie sabía que era una Semi-Banshee, y nunca había conocido a una tampoco, así que no sabía lo que pudieran llegar a hacerle, estaba asustada, era cierto. Pero nadie puede saberlo.

- Con que vas a sexto, que coincidencia, yo igual. Creo que compartimos algunas clases juntas ¿no? - Dijo ignorando olímpicamente su pregunta, la chica se veía fría, así que no creía que eso le pudiera importar más de lo normal.

Podríamos estar así todo el día, ella conversando y yo especulando a partir de cada uno de sus movimientos, no soy buena para estas cosas de intrigas y deducciones psicológicas, era un poco arriesgado, pero mi extrema seguridad en mis habilidades me dejo tranquila y me alentó a acabar con esta charla sin sentido y enfrentar a esta chica.

- Disculpa que destruya una charla tan bonita pero... ¿Hay un motivo en especial por el cual tu quieras estar hablándome? Creo que es muy estupido estar aquí fingiendo cuando ambas notamos perfectamente que ninguna de las dos es una bruja al 100% ¿verdad?

Ahora solo era cuestión de esperar y ver cual sería su reacción, aunque sinceramente eh enfrentado cosas peores que la posible ira de una estudiante.

¿Qué?

A penas Ekaterina terminó la oración estaba segura que mi cara era completamente predecible, la seriedad dominó la mayoría de mis expresiones, mientras tragaba con fuerza y fruncía el ceño. ¿Cómo lo supo?

Ahora sí estaba nerviosa, y eso era algo difícil de conseguir, y ahora creía saber qué raza era la rubia, la extrema palidez y belleza son sus mejores amigos.

Pero no quería que ella supiera que lo sabía, necesitaba que ella se lo dijera.

- ¿Qué? ¿Crees que necesito una excusa para hablarle a alguien? - de golpe sus expresiones se volvieron de indiferencia, aún no quería acabar con este "jueguito", quizá la haga enfurecer un poco, pero así se revelará por completo, ¿no? - Solo quería ser amable, un poco. Y no, no tengo la menor idea de lo que estas hablando, y ¿acabas de admitir que no eres humana?

Lo primero lo dijo en un tono algo hipócrita, y aunque ella odiaba esa faceta, era necesario aveces. No quería que ella supiera que era una criatura, nadie debía, su madre se entero mucho después de que ella lo descubriera, no iba a dejar que una "extraña" lo supiera en el mismo instante en que la conoció.

Dios... ¿Por qué esta chica insistía en esto? Es natural para una criatura identificar a otra, no somos magos para ser engañados tan fácilmente ¿Qué es lo que pretende? ¿Sacarme una declaración? Como si fuera por ahí diciendo esto en voz alta, además ya conocí a una semi-banshe en esta escuela y no hizo tanto problema sobre su condición o la mía ¿Sera que tiene algún tipo de complejo?
Suspiro cansada.

- ¿Sabes que no eres la única semi-banshee de la escuela no? La mujer de las consultorias también es una semi-banshee ¿Algún motivo en especial para estar tan interesada en fingir?

Bueno, yo también estaba fingiendo pero yo no estaba aquí para aprender magia así que fingir es algo que necesito, ella por otro lado es en parte una bruja puede estar aquí solo como una alumna después de todo.

Suspiré pesadamente y empecé a sobarme la cien. Nunca debí subestimar de más a esta chica. Y viró un poco los ojos, quizás ella pudo sentir lo que yo era, pero yo no era por sí del todo una criatura, yo sólo podía entrar a adivinar.

- Si, y tú eres un vampiro, ¿no es así? - dijo suspirando y encogiéndose un poco de hombros mientras la miradola - A diferencia de ti, yo no puedo "sentir" a otra criatura.

La verdad no sabía qué más decirle, solo me dediqué a mirarla e intentar descifrar su mirada. No sabía porque, pero me causaba intriga, y quería acabar con eso de una maldita vez.

Quería poder estar un poco más segura con esta chica y por segura me refiero a que no me gustaría que anduviera por ahí diciendo que soy un vampiro, atraería atención indeseada y yo quiero poder tener mi libertad para tomar las decisiones cuando quiera.

- ¿Se te a hecho problemático el ser semi-criatura? Con los otros chicos aquí digo... con las leyes que sacan últimamente ser criatura no es sencillo-

Si podía descubrir sus opiniones al respecto tal vez estaría más tranquila y es que aunque no estuviera segura, sabia que ser semi y ser completo no era una pequeña diferencia, la situación actual con las criaturas merecía la preocupación, si yo era semi bruja tendría alguna protección, pero si saben que nací siendo vampiro no encontraran muchos motivos a mi estadía aquí

La chica seguía viéndome con cara sospechosa, era obvio que no confiaba en mí. Me recosté en el tronco de un árbol pesadamente y cerré nuevamente mis ojos, hasta que escuché su pregunta. ¿Qué estará tramando? Achiné los ojos y la miré, una pregunta así ya era "dar un paso" significaba que ella quería saber de cierta forma, si soy más débil que ella. Claro, que no en un ámbito literal, se veía que ella era más fuerte que yo en todos los sentidos.

Me pensé un momento su pregunta, ¿se me ha hecho difícil? Claro, que sí - Sí - le dije cortamente para luego divagar en lo que iba a decir y asentir un par de veces - claro que ha sido difícil, supongo que para todos lo es, en especial, para criatura completas, como tú - le dije encogiéndome de hombros -. Las nuevas leyes son una mierda -.

Y sí que lo eran, algunos pensaban que con el termino de la guerra las cosas iban a mejorar, pero no es así incluso al parecer que el Ministerio había empezado a tomar otras medidas para mantenernos todos a raya.

De acuerdo, esta chica no parecía ser realmente un problema para mi o por lo menos no aparenta querer descubrirme o algo, eso ya era un comienzo.

- Ni lo menciones, como si no tuviéramos problemas...-Sonrió ligeramente al notar que ella si descubrió que soy un vampiro completo -Lo positivo de ser completo es que al no tener sangre de mago las leyes no me afectan... en teoría, nuestras leyes son bastante diferentes de hecho...

Claro si la falta de leyes se puede considerar una ley en si misma, entre salvajes las únicas leyes que funcionan son "no toques la comida de otro" y "no invadas su territorio de caza" o de lo contrario este podría matarte y no tendrías nada que hacer al respecto.

Off rol:

La chica pareció relajarse de un momento a otro, era obvio que me estaba probando. ¿Acaso era tan desconfiada que creía que iría al castillo y gritaría a los cuatro vientos que es una vampiro? Ni que fuera idiota, ya que ella en ese momento también me hubiese podido delatar.

- Pues en algo tienes razón - dijo mirándola con una pequeña sonrisa en forma relajada -, nuestras leyes son completamente distintas, pero eso no quita el hecho de que nos podrían ejecutar si no hacemos algo que al ministerio le guste-.

Y eso era completamente cierto. Nunca le he tenido confianza al ministerio, ni siquiera cuando gobernaban en "paz" ya que siempre andan buscando rollos entre el Mundo Mágico, y cuando se les presenta, lo evitan, se acobardan, y se inmutan.

Sí, es una completa mierda.

Spoiler:

Zaida no podía dejar de tener razón, el ministerio dispone de tu vida aunque no tengas nada que ver con ellos, de hecho, querían incluso llevar esto hasta el mundo muggle, bueno los mortifagos al menos querían eso, da casi igual hoy en día ¿Si ellos nos ven a todos como una amenaza, por qué yo no podía hacer lo mismo?

- Tienes razón, ellos son la gente y nosotros los animales, la próxima ley les permitirá abrir un zoológico y ponernos dentro, no seria así si tuviéramos a alguien que hable por nosotros ¿Como es entre banshees? Los vampiros no se dejan gobernar por nadie, los más antiguos pueden infundir respeto pero nadie obedecerá ciegamente sus ordenes, a ninguno de ellos le importa el que nos traten como animales....

Se conforman con vivir del modo en que lo hacemos, cazar, matar, vivir... ¿Vivir? Eternidades sin un motivo más que el miedo a la muerte, eso es lo que me distingue del resto de los vampiros, a mi realmente no me importa morirme, tal vez porque nunca conocí la vida así que no hay nada que pueda añorar durante tanto tiempo.

Sonreí sin ganas a lo que dijo Ekaterina, y le hubiese querido decir que eso es lo más probable que hagan en un tiempo más. Encerrarnos a todos como animales y exponernos como fenómenos porque a ellos les somos un problema, ¿no es eso lo que somos? Y en ese momento me imagine a cuantas personas vería en el día y a cuantas de esas personas les predeciria la muerte, y siendo sincera es algo bastante doloroso, al menos para mí. Es como si me clavaran dardos en el alma produciendo nada más que gritos agonizantes.

- ¿Entres las Banshees dices? - pregunté saliendo un poco de mis pensamientos y parpadeando un poco y fijando mi vista al lago. Pensé en su pregunta, y la verdad es que no había mucho que contar - Bueno, a decir verdad entre todas las Banshees somos independientes. Muy pocas veces nos encontramos unas a otras porque somos muy pocas, incluso yo no he encontrado a alguna hasta hoy. Pero me gustaría enterarme más de mi especie eso sí - Dije midiendo mis palabras. Era cierto que conocía muy poco sobre mi propia especie, pero en parte tampoco era culpa mía.

Una idea algo estúpida se me vino a la mente, bueno puede que no tan estúpida, pero era algo complicado. Miré a la rubia con una pequeña sonrisa cómplice - ¿Sabes? Podríamos formar una asociación para los derechos de las Criaturas Mágicas y luchar contra el ministerio - Y lo solté, claro que lo dije en modo de chiste, pero al menos la idea en sí me atraía, y esperé a ver la reacción de la joven rubia.

Escuche las ultimas palabras de Zaida con cuidado ¿Lo decía enserio? Defender los derechos de las criaturas, la mayoría de ellos probablemente ni siquiera conoce el significado de la palabra derechos pero... si tuviéramos derechos, derechos reales como los de los magos, significaría muchas cosas... significaría que los mestizos no tendrían que abandonar a sus padres criaturas y que nadie tendría que avergonzarse de ello, que podrían aprender de nosotros y enorgullecerse de ser criaturas.

- Suena demasiado bueno para ser cierto- lo pienso un minuto -pero si hablas en serio, te ayudaré no tengo idea de que se debería hacer pero....-afirme confiada- si te ayudo.

Pensé en todo lo sucedido últimamente, la clase de leyes que habían sacado y la clase de personas que las habían aprobado.

- ¿Sabes que muchos se nos lanzaran a la yugular verdad? ¿Y que toda la escuela sabrá que somos?

Espere por su respuesta, si a ella realmente le importaba tanto mantener su fachada o no, yo solo fingía para hacer las cosas más fáciles, para poder saber que había pasado y puede que no tenga las pruebas en mis manos pero cuando las posibilidades son tan altas no hay nada que hacer.

¿Lo haría? ¿La rubia de verdad me ayudaría?

Claramente su respuesta me sorprendió y aunque no creí que dijera que sí, hay que admitir que sería un sueño, ya no viviríamos con miedo. Si ella lo decía en serio, si las dos nos comprometíamos, de seguro podríamos lograr grandes cosas. Todas las organizaciones empiezan así, desde abajo, desde la crítica, hasta que se convierten en el pilar de una gran organización.

Pensé en lo que me dijo, tenía toda la razón, y eso me daba algo de miedo. Y aunque eso de tener miedo no era algo demasiado común en mí, de todos modos lo sentía. Sería muy raro que un día sea la chica normal, y que luego sea la fenómeno que tiene la capacidad de predecir la muerte, pero ¡oh, claro! lanza un terrible grito que podría llegar a ser mortal para todos. Muy lindo.

Me lo pensé, lo pensé mucho. De verdad me gustaría que todas esas estúpidas leyes se acabaran de una buena vez - Sí - le dije, al principio dudosa -, estoy hablando en serio. Sería un sueño, y no solo para nosotras, imagínate a todas esas criaturas que fueron juzgadas injustamente por el solo hecho de lo que son. De verdad me gustaría hacer ese tipo de cambios - dije nostalgicamente.

En un momento se me ocurrió algo - Pero, oye no creo que sea necesario revelar ahora nuestra identidad, si no que podríamos tratar de comunicarnos con todas las criaturas que podamos, y empezar a actuar anonimamente, ¿no?

La simple idea de eso me llenaba de ilusión, ya que incluso muchos podrían perder su trabajo por el hecho de que sean criaturas y que el resto no lo sepa. Sería algo bastante injusto son duda.

Espere en silencio a que Zaida concrete sus pensamientos, la vida de las criaturas era injusta todos nosotros lo sabíamos, los vampiros son mucho más que chupa sangres pero nadie en el mundo de los magos lo tiene en cuenta, ellos solo ven en nosotros un arma; cuando alguien mata a un vampiro para defenderse lo creo de lo más correcto pero no cazarlos por diversión, mis padres podrían haber sido mortifagos pero yo no tenia porque ser como ellos y no tenia porque vivir como lo tuve que hacer, si consiguiéramos hacer que las criaturas tuvieran ese tipo de consciencia, nuestras vidas y sus vidas mejorarían muchísimo.

-¿Anonimamente? Si podría ser pero... ¿Como haremos que nos escuchen? No podemos solamente ir al ministerio y decir que nos den derechos ¿Como nos tomaran en serio? ¿Y donde encontraremos otras criaturas?

Sonreí un poco con un toque de tristeza al escuchar la respuesta de Ekaterina, era obvio que esto no será nada fácil, si lo fuera ya lo habrían hecho, ¿no? Este sin duda es un trabajo digno de Hufflepuff, los que no tememos al trabajo pesado. Aunque es obvio que todos son lo bastante capacitados, pero la cosa es la perseverancia y el empeño que uno le ponga.

- Eso mi querida Ekaterina, hay que verlo con el paso del tiempo. No podemos simplemente llegar e ir al ministerio como tú dijiste, primero hay que organizarnos, pensar y calcular los momentos adecuados. Y con respecto a las criaturas, tenemos que ir a buscarlas, no podemos esperar a que lleguen, ¿no?

Sé que quizá le este bajando un poco lo humos, pero hay que tener eso en cuenta, no podemos hacer las cosas a la rápida y loca - Si esto fuera tan fácil, ya lo habrían hecho, por cierto ¿cómo se podría llamar la organización?

-¿Nombre? Imagino que debe tener un nombre, pero no tengo idea de que podría ser...-Me detuve a pensar unos segundos y recordé que muchos vampiros del norte de Bielorrusia tienen un lenguaje propio y que los del sur también tienen uno, pero son poco conocidos y solo se hablan entre pequeñas comunidades de vampiros de apenas dos o tres familias, generalmente casi nadie se molesta en aprenderlos. -Debería de ser de un lenguaje de criaturas, uno que no sea conocido por los magos y que ellos no lo entiendan... pero en cuanto a los otros que nos ayuden... no se tu pero yo no conozco muchas criaturas, solo la semi-banshee de la escuela y una licantropo bastante sospechosa.... creo que uno de los profesores es semi-vampiro... pero hay que tener cuidado nunca se sabe con los mestizos podrían estar de cualquier lado.

Suspiré pesadamente, ¿quién diría que una simple ida al bosque acabaría en un plan en contra del Ministerio? Yo antes de esto no, por supuesto.

- Me gusta eso de las lenguas, pero yo personalmente no conozco ninguna, ya que las Banshees solo saben el de humanos, a no ser que consideres gritar como desquiciadas contara como idioma - Se encogió de hombros y se dispuso a pensar ¿En dónde encontraremos a más criaturas?

Ese era el problema, somos muy pocas. Ya la gran mayoría se a exterminado con el paso de los años, y ahora solo quedamos una pequeña parte de nosotros, que esta esperando paciente el momento para atacar y marcar su presencia.

-Si, supongo que es adecuado... pero no conozco demasiadas lenguas de vampiros, hablo un poco algunas pero...-Entonces recordé algo importante que me nombro Yaketerina una vez- ¿Qué te parece Algol? Es el nombre de la estrella de los vampiros o eso me han dicho... supongo que no es muy pegadizo por otro lado...
Yaketerina y sus imperturbables silencios eran todo lo que me quedaba de ella en mi memoria, ella saliendo a cazar,ella manteniéndose callada, mientras Victor no paraba de jugar y hablar conmigo, ella alquilando una casa, ella siempre trataba con los humanos nunca permitía que Victor o yo lo hiciéramos. Yaketerina nunca me enseñó nada, pensándolo detenidamente, ella apenas nos miraba. Mirándolo a la distancia, casi pareciera que para ella Victor y yo eramos una carga.