Cloudy Days [Emily Lowell]

Me había sentado en el terreno al lado de los invernaderos un extraño día medio soleado, con ese sol de inverno que se asoma con timidez, la capa de invierno del uniforme y un libro cualquiera para distraerme un rato. Últimamente buscaba la soledad cada vez con más frecuencia, a pesar de que me gustaba gastar mi tiempo con Nott, con Astoria... o con cualquier persona en realidad. Cuando tenía compañía no podía pensar y entonces evitaba hacer justamente lo que le había gritado a Lorelaine que no hiciera: yo sí que estaba haciendo de un charco un mar y, no sólo eso, estaba dejando que me arrastrara.

Las letras del libro, al menos, evitaban que me pusiera a pensar en Edward largándose... una y otra y otra vez. Cuando estuvieramos de vacaciones mejoraría todo, supuse, podría distraerme en otras cosas totalmente. Entonces, alzando la cabeza, puedo distinguir una figura que también ha desafiado al invierno y ha salido del castillo. ¿Qué buscará?

La época que tanto adoraba se acercaba lentamente, pronto podría disfrutar del invierno y su frío ambiente. Lo que me agradaba más era tal vez la soledad en las afueras del castillo, eran pocas las personas que salían a caminar o hacer algo, por lo que yo podía vagar sin rumbo por el lugar, haciendo o diciendo cuanta cosa me pasaran por la cabeza. Así que con esa idea en mente, tomé mi capa invernal y salí, no había dado muchos pasos cuando recordé un libro que había dejado cerca de los invernaderos - No puede ser... Espero siga ahí - Murmuré, cambiando el rumbo hacia ese lugar.

Me sorprendió bastante divisar una figura sentada en el terreno, no esperaba que alguien estuviera por ahí, creía que era la única con esas ideas - Hola, disculpa si te incomodo pero, ¿De casualidad has visto un libro por aquí? Es grueso, de pasta café... - Pregunté cuando estuve a una distancia más o menos cercana, sentía las ganas de preguntar qué hacía afuera en un día como este pero decidí guardármelas para después.

Una chica se acerca a mí, la he visto, solía estar cursos por encima, pero ahora con todo el desbarajuste, no sé exactamente en qué curso está. Por ejemplo, Aria me empieza a alcanzar, cuando era dos años menor, Theodore y yo estamos en el mismo curso porque el repite... Malfoy lo mismo y, para mi desgracia, Parkinson igual. No recuerdo su nombre de todas maneras porque no me suena que nos hayamos dicho hola nunca.

—¿Un libro? No... Bueno, sólo este —levanté mi libro de pociones. ¿Por qué siempre lo usaba como calmante o como anestecia para los problemas—. Un mal día para olvidar los libros por aquí... la nieve debe de haberlo cubierto, quizá.

La nieve nos rodea, el día es horrible, pero, abrigada como estoy, creo que puedo soportarlo. Simplemente allí estoy bien... Alejada del mundo. "Bien, Poulain, cuando no puedes encarar las cosas, te escondes", me dije.

Cuando estuve más cerca pude verla mejor, resultando ser una chica de Slytherin, pero diferente a lo que estaba acostumbra de escuchar de alguien de esa casa — Si es que lo dejé aquí, tienes razón, debe de estar enterrado ya... Aunque ahora no estoy completamente segura de que lo dejé aquí — Perfecto, Lowell, esa es la exacta manera de presentarte ante alguien.

—Soy Emily Lowell, de Hufflepuff — Sonreí, aunque fuese obvia la casa a la que pertenecía, lo dije — No esperaba que alguien estuviese afuera con este clima, aunque a mi me gusta, la mayoría lo encuentra desagradable — Sí, estoy consciente de que no solía hablar con personas desconocidas e incluso conocidas pero de vez en cuando, me entraba la necesidad de hablar con alguien y consideraba que ahora, era la oportunidad.

—Sí, de hecho es un pésimo lugar para leer... —comento con una sonrisa medio irónica—. Que yo lo este haciendo totalmnente incómoda, evitando que el libro o yo muramos enterrados en la nieve, con una capa de ropa extra y aun así me este congelando ni tiene nada que ver...

Me pongo en pie de un salto cerrando mi libro y compongo una sonrisa antes de extender la mano. Me parece que he visto a la chica antes, por los pasillos y esas cosas, pero no me suena. En Slytherin siempre fui un bicho raro que trataba bien a los Hufflepuff porque su hermano estaba allí, y que tenía una amiga en Ravenclaw y destrozaba la sala común con Nott. No era trigo limpio exactamente, pensándolo.

—Isabelle Poulain, Slytherin —me presento, imitándola—. Estás en el curso de mi hermano... ¿No? Ya sabes, uno medio rubiales, medio tonto... Medio guapo... —sí, esa es mi forma de describir a Edward—. Olvídalo, quizá ni lo recuerdes, es terrible con más chicas. —Me quedo sin saber que decir un momento—. Entonces... ¿Quieres que te ayude a buscar el libro?

Reí levemente ante su comentario, había mejores lugares para leer que el piso pero de vez en cuando yo hacía lo mismo — Aunque nos congele, la nieve es agradable de sentir — No estaba segura de que fuera cierto para todos pero es lo que se me ocurrió decir en aquellos momentos.

Vi su ágil salto para ponerse de pie y desee aprender eso para no tropezarme con las cosas cada que me ponía de pie. Debo admitir que me sorprendió bastante que ella hablara conmigo con tanta naturalidad, yo nunca tuve algún problema con los Slytherin pero recordaba que en mis épocas, todas las casas evitaban acercarse a ellos. Sacudiendo levemente la cabeza para alejar esas ideas, le extendí la mano y la estreché — Lo siento, tengo muy mala memoria... Siento que sí había escuchado tu apellido antes pero no logro recordar bien — Suspiré, eso de haberme aislado después de lo que pasó, me había costado.

Me rasqué levemente la cabeza para después contestar — ¿No te sería molestia? Creo que, por aquí, estará un poco tardado encontrarlo... — Enterré levemente el pie en la nieve para ver su profundidad, sí, sería un tanto tardado pero me agradaría pasar un tiempo fuera de mi aislamiento — Y no tengo remedio... No recuerdo otro lugar donde pude haberlo dejado

—También quema... —murmuro—, a veces. De todos modos me gustan los días nevados —acabo diciendo, me gusta aquel clima. Mi madre solía decirme que yo había nacido en un día completamente nevado y contarme toda la historia de como había venido al mundo. Mi padre no sabe contarla, claro, así que dudo volver a oírla alguna vez.

La chica no parece recordar a mi hermano, pero no importa. Observo un poco la sorpresa pero... ¿en serio? ¿Qué tiene de malo que yo hable con un Hufflepuff? Mi hermano era uno, y era mayor, así que cuando llegué a Hogwarts no estaba segura de querer estar en Slytherin, pero había sido la casa de mi madre y había acabado acostumbrándome y encontrando amigos allí y allá, menos entre los de Gryffindor, a los que siempre miraba como si fueran bichos (y la cosa era mutua). Fue hasta mucho después que la chica Weasley y yo logramos saludarnos cortesmente porque compartíamos mejor amiga.

—Bah, no importa —le dije cuando se disculpó—. Y no, no es molestia, no tengo nada que hacer así que podemos buscar ese libro... —medio sonreí—. ¿Crees que el encantamiento para cavar sirva con la nieve? —pregunto, intentando idear una manera más rápida para buscar el libro.

—Cierto, también quema. Una vez me llevé una buena quemada en la mano, supongo que pasé demasiado tiempo en ella — Recordé ese día, había sucedido años atrás pero aún me hacía reír cada que lo recordaba — Los días nevados son los mejores de todo el año — Sí, me resultaba muy agradable encontrar a alguien con gustos parecidos o que por lo menos, no me miraran raro cada que decía eso.

Permanecí observándola por un rato mientras meditaba en que hacer, seguramente había notado la manera en lo que la vi pero no mencioné nada más — Gracias por ayudarme — Le sonreí mientras me acuclillaba a observar la nieve, como si, ridículamente, fuera a sentir por donde estaba el libro — Ese hechizo nunca me salió... pero supongo que debe de funcionar  — Metí la mano en la nieve para sentir que tan gruesa era la capa — Si que nevó bastante... — Me enderecé y la voltee a ver — ¿No hay un hechizo para atraer libros? — Reí,  agachándome de nuevo y rascando la nieve con mis propias manos — Aunque podríamos pensar en hacer otra cosa, empiezo a dar por perdido ese libro.