We're all mad here. § Wonderland Project

Sé que estoy arriesgando demasiado. A Arashi nadie la conoce demasiado. ¿De dónde vino? ¿De dónde salió? Arguine y Judith tienen máscaras que las protegen, pero… ¿qué tengo yo? Soy Dennis y soy el sombrerero, todo a la vez, el alter ego se confunde con la realidad y la realidad con el alter ego. O quizá soy más el sombrerero que Dennis, a veces. Pero Dennis es el que siente, al que aun le queda esperanza. Al sombrerero no. El sombrerero sólo tiene el rencor, ya sólo le queda eso. Y cada vez soy más sombrerero y menos Dennis Creevey.

—Habrá un torneo de Quidditch… —dejó caer. No sé en qué importe o repercuta, no me interesa. He puesto mi oído en todos los lugares en los que he podido y sólo me queda reconocer que la mayoría de las cosas siguen iguales. Sólo algunos Slytherin parece que han cambiado de mentalidad, o simplemente se han declarado neutrales para evitarse problemas.

Esa gente, precisamente, me causa nauseas. A los que fingen su neutralidad deberían matarlos, deshacerse de ellos. Desaparecerlos. No lo sé. Porque ellos son los que después de un tiempo podrían convertirse en los precursores de un nuevo movimiento que condujera a una guerra.

—Habrá dos colegios más —resumo—. Lo que implica que vendrán extranjeros y en el ministerio estarán muy preocupados porque no exista una tragedia en alguno de los eventos. Después de todo, el último que Hogwarts se atrevió a organizar resultó en una gran tragedia.

"Será una interesante tapadera para distraer los ojos de lo que ocurre fuera." Comentó suspirando cansada.

Las drogas finalmente habían cesado de hacer efecto y su mente si bien no clara era mucho más ordenada, comenzaba a recobrar ciertos recuerdos importantes a nivel personal, tanto que los labios se tensaron para ahogar un grito de frustración y el llanto, lamentando no tener como esconder el gesto tras la dura máscara completa.

Aunque, nunca había logrado llorar desde que tenía memoria, nunca había logrado derramar esas lágrimas... y mientras menos lloraba más sentía que estaba ahogando sus penas en un gran vaso de alcohol etílico del cual solo salía con más dolor, mareada y con una falta de comprensión casi absoluta.

"Pero si adivino, no es sobre esto que quiere hablar." Admitió bajando la mirada a la mesa, posando ambas manos sobre esta y lentamente apartando su plato de pastelillos destrozados sin siquiera haber probado bocado de ellos en realidad, habiendo perdido el apetito antes de siquiera entrar allí. "Tenemos un caso de... Wild Card." Aclaró mirando de reojo a Andrómeda, adivinando sus pensamientos prácticamente en ese gesto.

Asintió a Judith antes de inclinar la cabeza a Dennis solo para posteriormente silenciar la sala lo mejor que podía.

"Argine es un caso particularmente violento... el otro día le ha enviado a Judith un gorrión... pero no era cualquier gorrión, era un gorrión muerto convertido en Infieri." Entrelazó sus manos, un gesto que era más conocido por Albus Dumbledore que por ella, pero era algo raro el verla en esa posición pensativa, ocultando la parte inferior de su rostro.

"La está cortejando demostrando todo el rango de sus habilidades, peligrosas, manejando las artes oscuras es una aliada valiosa, sin embargo... es tan valiosa como peligrosa, no sabemos cuando nos dará la espalda. o como lo hará... quizá en un mes, quizá en un año. Es cuestión de poder comprender su trasfondo psicológico y prepararnos para defendernos, hasta el momento en que estalle es irreemplazable."

Asiento ante lo que dice Andromeda. Tenemos que estar listos para cuando Argine nos de la espalda, pero aun así no estoy convencido. No demasiado. La he observado y no me parece con cierto instinto de depredador, no sé qué más hay bajo la máscara y no quiero tener que averiguarlo por las malas.

—La pregunta es: llegado el momento, ¿podremos contenerla? —lo digo más para mí que para qué lo oigan. Podemos esforzarnos todo lo que queramos en comprender a Argine, pero siempre hay una parte de las personas que está fuera del alcance de cualquiera y ahí puede radicar el hecho de que fracasemos o nos veamos victoriosos, a nuestra manera—. No tenemos garantías… no hay método.

Le regalo una sonrisa torcida a las dos mujeres enfrente de mí. Una sonrisa que no se puede leer de buenas a primeras, que no tienen ningún significado en especial. En ese momento, no uso mentiras… sólo suelto la verdad, tal cual la veo.

"No hay método en esta locura..." Murmuró antes de girarse a Judith, viendola fijamente antes de mormurar una contraseña. "Aus dem Augen, aus dem Sinn" Ojos que no ven, Corazón que no siente

Ante sus palabras, de repente Judith dejó de moverse como si realmente se tratara de una muñeca, cerrando los ojos y su respiración haciéndose acompasada pero lenta, tan lenta que nadie hubiera creído que realmente era un ser viviente, pensante.

"Dennis... ¿Sabes porque Judith aceptó que borráramos su memoria? O mejor dicho,¿ porque nosotros necesitamos que no recuerde?" Comentó con un tono de voz tranquilo, observando a la chica un momento para saber que estaba ‘dormida’. "Porque es un sacrificio... Es quien mató a Ainsworth para que naciera Argine, y si es necesario matarla para detenerla también, es necesario saber que podremos hacerlo... sea matarla, entregarla, usarla. Todos tenemos funciones, tu, yo, Arashi y Argine... A ella solo le tocó que su función es morir en nombre de la causa, a conciencia de que así lo hará. Por eso es que es más fácil moldear a alguien que no recuerda ni siente como una marioneta." Explicó con lentitud.

Era una exageración, probablemente Dennis sabría que era una exageración en primer lugar. Eso no quitaba que esa era la función y la utilidad de la chica: Morir en pos de la causa de ser necesario.

Si Argine se salia de control la responsable sería precisamente la chica de terminar con el problema de cualquier forma que le fuera posible, solo existía para ser un juguete, una mártir para los depravados.

"Por eso es que deberás jugar al ajedrez de ser necesario. Si Argine ahora se sale de nuestras manos, ¿que opción tenemos?" Preguntó más como una retórica, buscando que soluciones tendría él llegado el caso.

—Jugar nuestra mejor pieza —le respondo. Pero no es nuestra, es suya, somos sus piezas y ella las mueve por un tablero sin que nosotros nos demos cuenta, no demasiado. Está tan segura que Argine se saldrá de control... La mirada de la chica detrás del antifaz me da miedo.

Al final del día, la Reina tiene razón. Sólo nos queda jugar nuestra mejor pieza y esa es Judith. ¿Qué quedará de ella una vez que Argine se haya salido de control?

No tengo ni idea. No me importa. No hay nada dentro de mi corazón que haga que algo así me importe. Sólo me importa Alicia y mi venganza. Y nada más. De un momento a otro me quedé completamente vacío.

"Por eso estás tu..." Agregó cruzándose de piernas y llevando las manos a su regazo para poder verlo detenidamente con esos ojos fríos que poseía.

"Después de todo, ella vive y siente por ti... de una forma rara, pero tiene una obsesión bastante singular con los corazones." Al decir esto estiró la mano para estirar el relicario colgado del cuello de la Dama para que lo viera. "¿Estás listo realmente para sacrificar a una persona y a tu propio corazón en el proceso? Por algo debes hacerlo tu mismo, no estamos hablando de un encuentro casual. No hemos llegado en ningún momento a ver toda la capacidad de Argine..."