Desayunando(para tod@s los que desayunan)

Me habia bajado un par de libros para mirar unas cosas de las clases que llevabamos dadas, necesitaba ponerme al dia porque me habia incorporado un poco mas tarde del comienzo de las clases y tenia algunas cosas no debasiado claras.
Alli estaba con una gran taza de cafe con leche, 2 bollos rellenos unos de crema y otro de arandanos y un monton de rodajas de piña.
Comia un bocado de aqui, un bocado de alla, un sorbo de cafe mientras en los libros buscaba algo
Tenia una libreta, eso si lejos de la taza de cafe, preparada para tomar notas.
Canturreaba ligeramente mientras buscaba en el libro.

Había bajado a desayunar un poco tarde, esperando eludir a todos los que solían ir a comer por la mañana. Estaba incomoda, no era malo, le agradaba poder ver a las personas, igual, todos la eludían de forma habitual por lo rara. Lo raro de que no hablara. Pero allí, el te de la mañana, una sola tostada delante con apenas un poco de mantequilla.

Todo parecía normal. Esperaba que siguiera así. Ella otra vez, sola en la punta más alejada de la mesa de Ravenclaw.

"¡Maldita sea!", subo desde las mazmorras casi corriendo, ya se me hizo tarde y se supone que tengo clase, aunque aun tengo tiempo de desayudar algo. Lo peor era que me había despertado temprano, pero había descubierto que alguien estaba duchándose y había vuelto a poner la cabeza en la almohada y el resultado fue que cuando desperté tenía el tiempo justo. Me duché a velocidad de la luz y subí hasta el primer piso prácticamente corriendo, aun tenía el cabello mojado, pero ya me había puesto la túnica del uniforme.

Cuando llego no hay casi un alma. El enorme chico de Gryffindor al que le grité el día que llegó y la chica del salón desocupado. Genial. Reviso todo con la mirada, pero no veo a Astoria ni a Aria, así que me siento como si nada en la mesa de Slytherin y reviso que me han dejado... Un poco de tarta de zanahoria y poco más.

Cuando llegué al Gran Comedor, esperando que no hubiera nadie, encontré a muy poca gente. Bueno, peor era nada. Me acerqué a la mesa de Gryffindor, donde distinguí al chico enorme...y de más cerca parecía aumentar su estatura, maldita sea. Me hacía acomplejarme por lo bajó que era.

Me serví unas piezas de pollo en el plato, pero me di cuenta de que la salsa me quedaba demasiado lejos. Bueno... Iba tener que hablarle al chico enorme. ¿Cómo se llamaba? ¿Adam? ¿Alan? Ah, Aaron...

—Mmm, ¿Aaron? —llame—. ¿Me pasas esa salsa? —Señalé un punto que no estaba precisamente en el rango de alcance de mi brazo, aunque si en el de él.

- Después de levantarse algo tarde miro a todos lados, reviso la habitación de alado aparentemente su única compañera no se encontraba y eso no seria nada bueno. Se aventuro a vestirse y arreglarse lo mas rápido posible pues salio en búsqueda de todos... ¿Donde mierdas están? - Si tan solo no tuviera tanta hambre podria pensar bien - acto seguido se golpea levemente la frente dejando en el aire una palabra antes de correr - El comedor! .

- Al llegar no se ve mucha gente pues la escuela no se ha recuperado del todo, pero aun se siente el ambiente de comunidad de la escuela... puede ver a Isa pero se encuentra rodia de Slytherin por el momento solo pasa y le da un fuerte abrazo - ¿Como amaneces Isa?.

—¡Edward! —me sorprendo.

Se supone que su mesa es la Hufflepuff, pero le hago un espacio para que se siente total que McGonagall ya desayuno y ya se fue.

—También tarde... —suspiro—. Bueno, siéntate, que ya no hay mucha comida de donde agarrar. —Acercó una bandeja que aun tiene unas piezas de pollo—. ¿Se te antoja?

- Tan fresca como siempre, dice mientras levanta la mirada y muy a la esquina de la mesa de Ravenclaw donde ve aquella joven que conoció en una extraña circunstancia ''Lorelaine A. Ainsworth'' ... Mientras por unos momentos se eleva es bajado de su nube por un extraño olor a pollo tan cerca que casi lo podía morder.

- luego de pasar una mirada, nunca se ha llevado muy bien con los integrantes de Sytherin pero su hermana era algo que jamas descuidaría - No, tranquila no te apures creo que desayunare algo mas ligero con una nueva amiga - dice algo sonrojado con una mirada que solo su hermana entenderá.


-Luego de caminar hasta la mesa Ravenclaw se dirige hasta Lore y con unas palabras ligeras - ¿Puedo sentarme? .

El chico del aula vacia. Por un momento el corazón se me acelero al notarlo. Creía que tras la charla se olvidaría que existo, que seguiria su vida como tantos que han tocado la mía. Pero no, aquí esta, hablándome sobre desayunar conmigo.
Observe que para variar la mesa a mi alrededor estaba vacia a pesar de que muchos otros estaban en casi el otro extremo. Si, me hablaba a mi, por un momento crei que no era asi.

Me mordi el labio, observando que en mi plato solo tenia una tostada huntada y que apenas había roído como un ratón en la punta sin llegar a cubrir un bocado. Eran vergonzosos mis hábitos, pero seria la primera vez que comiera con alguien. No debía dejar escapar esta oportunidad, se suponia que este año era sobre cambios en su propia actitud.

-Claro. claro, sientate. Am, no hay muchas cosas de este lado, pero si quieres puedo alcanzarte algo.- Senti los colores subirse por mi rostro, tratando de sonreir sin parecer tensa. No sabía que clase de charla podria darle, pero... -Hay peras azucaradas, cereales con frutillas y uvas naturales. Lo siento. Es lo que suelen poner los elfos cerca de donde me siento.
Creo que no sone demasiado tonta.

- No había razones por las cuales no sonreír la ternura y timidez en ella era algo que sobrepasaba la de el, pero no podía evitar sonrojarse ante la situación, pues sus ojos dejaban salir un leve brillo al mirarlo a ella. - Gracias tomare eso como que me puedo sentar - Luego de eso procede a sentarse mientras se fija en lo que estaba comiendo dejando salir una leve sonrisa.

- ¿Estas bien? creo que estas mas rojita - dice mientras entrecierra los ojos y no deja de mirarla con una sonrisa. - Todo se ve delicioso, anteriormente mi hermana me ha ofrecido pollo - se acerca un poco y le susurra - Creo que en Slytherin han rotado horarios pues ha esta hora no veo donde entra un pollo - luego de reírse tímidamente un poco continua - Creo que los cereales con frutillas estarán bien, pues he llegado bastante tarde.

Y como viene se va. Sigo comiendo el pedacito de tarta de zanahoria que me había servido y cuando volteo me encuentro la constatación de que el mundo está próximo a acabarse y poco más: Edward está con una mujer. La mujer en cuestión se llama Lorelaine Ainsworth. Parpadeo un par de veces, segura de lo que estoy viendo y vuelvo la vista a mi mesa.

"¿Lara y él?"... Me encojo de hombros. Sería un cambio, para variar. Son tan tímidos los dos (bueno, mi hermano sólo cuando hablamos de féminas), que seguro se llevan de perlas. Sigo comiendo sin preocuparme del asunto.

Una migaja rebelde trabó mi garganta y comencé a toser como si de ello dependiera mi vida. Roja, estaba roja, claro que si, podía sentirme roja, el color cobriendolo todo, apartando la tostada por los nervios y prefiriendo rodear con las manos el té a pesar de no poder evitar la diminuta sonrisa que siento con sorpresa en los labios.

-Hay quienes desayunan pollo.- Respondí en el mismo tono, la sonrisa presente ante el chiste. No sería capaz, pero es cierto que muchos estaban comiendo pollo. Yo. No habia comido media tostada, no puedo comer mas, el estomago estaba cerrado y entre tanta gente solo me siento mas fuera de lugar tratando de comer solo una tostada.
Me paré para moverme un poco en  un intento de llegar a los cereales, ofreciendo el bol a Edward. -Las frutillas estan frescas. - Inspecciono una sin llevarla a la boca. Los nervios de este ultimo día me ganaban a veces. No son nervios malos pero son nervios al final, cerrando mi estomago.

- Valla, no podía evitar el pensar que todos la evitaban o buscaban hacerse lejos de ella, pero lo que realmente llamaba mi atención es que conmigo era diferente paresia no disgustarle que me encontrara con ella. De su mente no podía dejar de pesar en aquel abrazo y el estar tan cerca de ella, en ese momento encontró las palabras para hablar - No dudo , pues se ven deliciosas, cual es tu comida favorita - dice mientras coge una fresa y se la come con una sonrisa.

- Luego de reírse un poco la mira - ¿y como amaneces?. dice mientras toma el bol y comienza a comer tranquilamente junto a ella.

Mi comida favorita.
Miro mi plato, la tostada abandonada, solo un té caliente de canela entre las manos y un libro. Decir que en este instante la comida es un mal necesario nada más. No tienen emociones los platos ni recuerdos olvidados, es como comer lo mismo todos los días y aun así veo que muchos se desesperan por algún plato en particular. Yo apenas paso bocado.

-Supongo que. me gustan las frutas. Son dulces y frescas, son agradables. Vos que soles comer? Yo.. no sé que querrías para agregar... - Miro el cereal, sonrojandome y mirandolo antes de volver a bajar la mirada, jugando con sus dedos pensativa. - Amaneci bien, no suelo dormir mucho, estoy un poco cansada pero ha sido una noche muy agradable, extrañaba las noches agradables.

- Parecía que tenia hambre, pero comía muy tranquilamente luego de un momento se detuvo y dejo de comer habia recordado algo importante... Se fue a su uniforme y saco de su pantalón una chocolatina bastante grande,parecia ser que habia que salir de la escuela para conseguirla. - Mira te la he traído, no se cual chocolate sea tu favorito pero pues ojala te guste.

- Pues realmente, me encanta lo que hay en tu mesa, la mía se encuentra vacía pues mi compañera no se encuentra. - dice mientras sonríe tímidamente - Bueno, y por que has dormido tan agradable?. si no te molesta la pregunta .

Mire notando el chocolate, dudando si tomarlo un momento antes de hacerlo, lentamente retirándolo de su mano para dejarlo a mi lado sobre la mesa. Es grande, no soy muy fanática del chocolate la verdad, pero. puedo comerlo, es rico después de todo, ¿no?
-Gracias. Si, el chocolate que mas me gusta. - Me quedo pensando mientras observo la tableta a su lado, los dedos dibujando los cuadrados pensativa. Si elijo un chocolate, que chocolate elijo? - Chocolate amargo con cascaras de naranja. Cuando aprendía algo nuevo a veces papá me recompensaba y hacia chocolate caliente con ese chocolate.

- Luego de ver sus delicados gestos y la timidez que la dejaba ser una persona única pues solo aquellos son puros de corazón... El chocolate no era un gusto para el pero sabia que como a su hermana a muchas personas les gustaría igual pero en varias vacaciones que pasaba junto a su familia, recordaba aquel sabor del chocolate de su madre en la tardes frías y lluviosas.

-No lo dudo, creo que es mismo que solía hacer mi madre en las tardes que ahora son mis favorita - dice con un tono bastante bajo el cual es recuperado luego de unos instantes - Si no me quieres contar por que has pasado una buena noche, nada mas tienes que decírmelo - dice con una sonrisa y una risa ante la evasión de ella.

Me sonrojo a más no poder, mis mejillas se sienten ardientes mientras abro la boca para decir algo, que podía decirle? Pase una buena noche porque tuve un día agradable junto a alguna persona. Tuve pesadillas de soledad, siempre tengo pesadillas de soledad, pero a veces una pequeña luz las quebraba y no me sentía tan sola y temerosa. Aun mi mundo es gris, pero sigo luchando para darle color.

-No. no. Solo. tuve un buen día ayer. Y... no me sentía tan sola. - Murmuré avergonzada, tratando de no demostrar como un simple encuentro me había afectado de un dia a otro. Aunque ahora mi miedo es otro, es ver su espalda alejandose y descubrir que esto no es mas que un agradable sueño. -como has descansado vos?-

- Al ver como se ruborizaba no podía evitar recordar aquel día anterior pues había pasado junto a ella, como los colores de aquel día habían permanecido casi toda la noche... Los cuales fueron perturbados por su compañera de cuarto que le habia pegado un buen susto...

-Espero que la hayas pasado bien conmigo, ¿que tal la pasaste? - Al parecer la respuesta parecía ser bastante obvia, pues para el habia sido momentos espectacular poder mostrar lo que el conocía a alguien mas.

- Al escuchar como habia pasado no pudo pensar en Nini pues no se habia aparecido en el desayuno, - La he pasado bien, tengo una única compañera de cuarto pero es como tener 6 - dice mientras se echa a reir un poco.

-Si. Pero... creí que me ignorarías hoy.- Confesé finalmente, acurrucándome en el asiento, recogiendo mis rodillas, rindiendome de consumir alimento alguno. Había roído un trocito de tostada seca, un poco de zumo de calabaza y allí se acabó mi apetito con los nervios.

Aunque ver que él comía casi me daba curiosidad, observando los cereales a la distancia. Deseaba comer como él, de hecho, sme siento caprichosa, queriendo comer lo que él, abriendo la boca para decir algo y volviendo a cerrarla, observando el bol y regresando a mi plato olvidado. De todas formas no tengo hambre.

-Lo pasé muy bien. Es la primera vez que hago algo con otras personas. Fue agradable, es tierno de tu parte perder tiempo conmigo. - Es insensato, seguramente alguien me gritaría si me escuchara, pero estaba bien, quizá es que me programaron para avergonzarme si usaba el tiempo ajeno para mi misma. No debo ser egoísta, todos tienen cosas más interesantes que hacer que yo.

- ante la respuesta no pudo evitar soltar un gran respiro y dejar de comer - como que no pensaba que la buscaría o la ignoraría - ni que fuera como muchos de los perros de slytherin. - Como crees, es mas si te confieso he llegado tarde por que he soñado contigo ¿como no llegaría a buscarte? - dice mientras se pone bastante timido y sus mejillas de tornan de un rojizo.


- Luego de ver como mira el bol se levanta y d ala vuelta a la mesa sentándose junto a ella, no fue muy difícil ya que ella siempre se hacia en la esquina de esta, mientras daba vueltas con la cuchara en el bol, saca una y cuando se encontraba cerca a ella le paso una cucharada mientras su rostro se encontraba bastante ruborizado - ¿La estaba paladeando? - si se negara hubiera sido una de las cosas por las que hubiera pasado mas pena.

- Nada de eso, no he perdido nada antes creo que empiezo a ver algo mas bello en lo me habia perdido.

Me sonrojo, el calor subiendo por mis mejillas y explotando en dos rubores notorios, tan cerca que puedo sentir su calor aun cuando pone la cuchara helada de metal en mi mano puedo sentir el bombeo de mi corazón en la garganta, tentativamente tomando un poco, claramente nerviosa. Especialmente porque me sacó la cuchara de la mano y comenzó a darme él en la boca.

-yo. No, solo. Siempre me...- siempre me olvidan. Me muerdo el labio, notando un par de hojuelas y una frutilla con la cuchara que Edward me lleva a la boca como escusa para no hablar. Aun no le conozco tanto y mis inseguridades son miles. Realmente deseo estar cerca, así de cerca nuevamente, poder apoyar mi cabeza en su hombro cuando deseo.

-Algo más bello? - La curiosidad era mucha, no puedo simplemente callarme, necesito preguntar, irónicamente con mi rostro tan rojo que podría pasar por morado al masticar lentamente, quizá demasiado lento.

- cuando trata de hablar no puedo evitar sonreír y soltar una leve risa - Si, puedo continuar esa frase, dudo que jamas en mi vida pueda olvidarte y espero que sea así por tu parte - dice mientras la mira y entrecierra los ojos para sonreír, pues ella me había echo sentir tantas emociones en tan poco tiempo que jamas imagine que verla a lo lejos con esos hermosos ojos, me hubiera perdido tantas cosas.

- Si te digo algo prometes no contarle a nadie, pues es un gran secreto - dice con una sonrisa mientras le susurra un poco al oído ya que están tan cerca.

Mis ojos grises lo miraron con curiosidad, aun masticando, algo de leche en el labio, debiendo sacar la lengua en un intento de limpiarme. No me olvidaría... dice que no me olvidara. Yo. Miro a mi alrededor, mis compañeros a lo lejos sentados, tan entretenidos que no saben que existo. En la mesa de Hufflepuff falta Luke. Sin Luke no hay Lara.

-No me hagas promesas.- Le ruego regresando a él. Es demasiado hermoso lo que me promete y lo deseo, pero no puedo entregarme a las promesas simplemente, no quiero que me mienta. Dice que no me va a olvidar, pero hasta no verlo por mi misma no podré creerlo. Hago el esfuerzo, sé que para la gente es común soltar promesa como cosa de todos los días, pero si me promete ahora que recién nos encontramos, ¿que será de nosotros?

¿Que será de mi futuro?

- Claro, cuentame lo que desees.- Acepté interesada, la curiosidad ganandome.

- Al escuchar sus palabras no pudo evitar sonreír pues era exactamente el tipo de respuesta que esperaba de ella bajo su mano bajo la mesa y tomo la de ella posandola en la pierna de ella para que nada de eso se viera en el comedor - No esperaba otra respuesta y no te lo digo como promesa, te lo digo para que cuando pase el tiempo recuerdes mis palabras - dice mientras rápidamente le da un beso en la esquina de sus labios.

- luego se acerca un poco y le susurra - Cuando te veía pasar no sabia ni que sentir cuando pasabas tu mirada y no me veías no sabia que mas hacer ni pensar, pero bueno hoy mientras tomo tu mano se que pensar y te puedo decir - toma un leve suspiro - Que me gustas. - dice mientras los colores empiezan a subirle.

Probablemente el comedor se enteró de que Lorelaine Ainsworth se atragantó. Y es que los colores se me pusieron a mil, mi cara era un poema. ¿Debía responder? Así, con una cuchara en el cereal, la mano de él en mi pierna, me sentía en llamas y esto estaba de por si, curioso.

-Me gustas.- Repetí sin saber decir más. ¿Que se supone que uno dice en estos momentos? ¿Que se puede hacer? Quiero demostrarle que me gusta, pero hay mucha gente alrededor y nosotros somos dos raros en medio de una jungla de pirañas esperando el chisme fácil. -Solo. Esto es nuevo. Quiero decir... yo nunca tuve a nadie con quien. - Hablar.