Entrando otra vez aunque es distinto

Todo era igual,nada habia cambiado. Las paredes el suelo todo seguia igual y sin embargo para mi era distinto.
Alli estaba yo mirando hacia el techo casi en medio del hall parada en medio de un torbellino de gente sin importarme lo mas minimo los que iban o los que venian.
Algunos y algunas se paraban a mirarme probablemente pensando ¿Que hace esta aqui parada?
Me daba igual lo que pudieran pensar de mi, ya habia algunos que creian que era extraña o distinta de lo comun en solo estos dos años que llevaba en el ministerio.
Para mi algo era distinto quizas ahora que tenia ese vacion en mi pecho me faltaba algo y por eso lo que siempre habia sido monotono e igual habia cambiado.
Seguia siendo monotono y aburrido pero era extrañamente distinto.
Suspire mientras me quitaba la gabardina negro y la colocaba en el brazo derecho que tambien sujetaba el bolso. Aun sin dejar de mirar el techo.

Ministerio de magia. Nunca pude entrar a trabajar en ese lugar y nunca lo quise. O si pude, simplemente no acepté rebajarme a un lugar que simplemente no quería y que no me pertenecía. Salí de Hogwarts con el estigma de la hija de un mortífagos que se pudría en Azkaban. Y se pudrió, efectivamente, repitiendo las mismas frases, una y otra vez. Pasó de ser el hombre fuerte que me cargaba a los cinco años a un loco envejecido prematuramente que le gritaba a las paredes, que me enseñó a detestar a los impuros y a los que lo habían metido allí y me hizo abrazar la única causa que alguna vez consideré mía.

Pero ahora ha llegado el momento de intentar meterse en el ministerio lo más hondo que se pueda, llegar hasta la gran esfera de poder, hasta el Winzengamot. Cuando entro, me quedó mirando el techo un momento, vestida con una de las elegantes túnicas moradas de mi madre, con el emblema de la familia Llywelyn, que era su apellido de soltera. Sin embargo, casi nadie recuerda a una familia que se pudrió, que desapareció entre reliquias e ideas puristas. Así que como la inicial es la misma siempre puedo decir que pertenece a los Lancaster.

Vuelvo mi vista al piso de nueva cuenta y empiezo a caminar entre la marea de gente que se mueve por el Hall sin fijarme demasiado en la gente hasta que embisto, sin querer, a una muchacha pelirroja que está allí parada haciendo ¿nada? Sacudo la cabeza y me aliso la capa antes de disculparme con las manos cubiertas con los guantes negros hasta los codos. Hay una razón por la cual nunca dejo ver los brazos, al menos… no el izquierdo. Tengo una marca tenebrosa tatuada a todo lo largo y ancho… Quien iba a decir que algún día me iba a causar problemas.

—Lo siento —le dijo, con un tono alzado, con mi voz natural—. No te vi.

Me gire y vi a la morena con su capa y los guantes, sonriend le dije -Oh no, no se preocupe soy yo la que estaba parada en medio molesntando. ¿Esta usted bien?
Mire de arriba abajo observando y luego al suelo por si se le habia caido algo y ya de paso viendo que era lo que realmente tenia delante.
Siempre queda oculto en mi afable dulzura pero siempre observaba a la gente y la estudiaba en los primeros encuentros hasta poder desentrañarlos e irlos colocando en su lugar correspondiente
Me acerque un poco a ella y baje la voz -La verdad es que no me apetece entrar, tengo que ir a ver al jefe, aunque no es nada malo no me gustan tantos formalismos.
Despues me aparte y volvi a sonreir

La apariencia de Mikes puede resultar un tanto evidente a primera vista, con los característicos colores negros en sus prendas de un color lustroso como las plumas de un cuervo. Túnicas elegantes  corte oriental acompañado de zapatos finos y una gabardina larga en forma de capa con una capucha que de a momento no oculta su rostro.

Su cabello esta peinado hacia atrás, largo hasta la altura media del torso tomado en una cola que brinda un porte elegante. Resaltando su rostro triangular, pómulos marcados y esos ojos almendrados escondidos en lentes de sol con antireflejo. Su piel es pálida con suaves tono de sombra remarcados que afilan más sus facciones.

Debía ir al ministerio de la magia, consciente de ser necesario para poder comenzara  entablar contacto con figuras influyentes y así ofrecer sus servicios para la cacería de mortifagos , magos de otras facciones como también criaturas de procedencia mágica que hubiesen estado al servicio de Voldemort. 

Observa de manera atenta el entorno, recordando que las pocas veces asistidas a un lugar como este tenía por objetivo buscar a Dumbledore para coordinar lugar donde llevar a cabo reuniones o cuando la Orden del Fenix debió entrar en combate en más de una ocasión, como el torpe Heinz o otro mago al que haya usurpado su identidad. Eran instancias que parece haber generado un estancamiento del espacio y el tiempo, donde la tensión presente en el aire del lugar podía cortarse con una navaja facilmente.

A unos quince pasos observa a aquellas mujeres conversando, al parecer un mal entendido entre la pelirroja y quien lleva el cabello color negro.  Manteniendo cierta instancia mientras tiene sus manos tras la espalda y con cierta curiosidad, acompañada de inquietudes como dudas de si acercarse a ellas o no para poder tener respuestas a aquellas dudas tan presentes en sus pensamientos.

- Había terminado su ronda, era horrible tener que llevar una fachada tan horripilante como lo era después de todo lo que paso ... Cuanta carne no había caído en sus sauces, en sus ojos se ilumino un brillo mientras caminaba con su cabello rojo y unos tacones bastante altos.

- Pero que!!. A lo lejos pudo ver como una mortifaga de las pocas sobrevivientes ''Ffion Lancaster''. A pesar de ser muy solitaria le habia cogido cierto cariño pues había batallado junto a ella en varias ocasiones. Sin olvidar la esencia tan llevadora que había pasado en algún momento junto a ella - ¿Pero que hace aca?.

- Al ver de espaldas a Arashi tambien trabajaba en el lugar, pero debía haber una razón... En algún momento habia hablado con ella pero nunca cruzado muchas palabras se acerco y no pudo hacer mas que saludarla - Que haces por aca Arashi pese que te gustaba estar en unos cuantos pisos mas arriba - Dice en un tono bastante amable mientras le pasa una mirada a Ffion.

—Perfectamente —le respondo a la pelirroja—. No hay problema.

Mi tono es el de siempre: seco a morir. ¿A mí que me interesa una empleada corriente del ministerio? Estoy aquí por otros asuntos que consisten en investigar quien sigue vivo por aquí. De la única que he tenido noticias es de la peliverde/peliazul/pelirosa, depende del día, del humor... De olas ganas. Cambia de color de cabello como de chica en su cama y de bragas, no lo dudo. ¿Es que todas las mujeres en las filas de Voldemort tienen que ser tan promiscuas, por Dios?

—Pues... yo no trabajo aquí —le respondo a la pelirroja—. Así que bueno... si no quieres entrar puedes quedarte por aquí o decirme con quien tengo que ir para avisar que iré a la segunda plan...

"...ta". No termino de decir la palabra porque cuando me doy la vuelta distingo a Galeryth. Vaya. Vaya. Vaya. No esperaba encontrármela justo al entrar. Se acerco a saludar a Arashi, dirigiéndome una mirada bastante obvia.

—Hola, Cel —respondo. Debe ser más o menos diez años menor que yo... Exactamente los mismos de inexperiencia que tiene, pero es alguien dentro del ministerio—. Justo la persona a la que quería ver. —Sonrío como un felino. No es ella exactamente, pero trabaja hasta las plantas de arriba, así no tendré problemas. Me subo un poco el guante de la mano derecha, que comienza a bajarse. Aunque con ese no hay problema... No esconde, nada, como el de la otra.

Aunque, ahora que lo pienso, no sé si Cel llegó a ganarse la marca tenebrosa. O Melody.

Mire a Celelia que otra vez se habia vuelto a cambiar el color del pelo, no es que fueramos amigas ni nada por el estilo pero habiamos intercambiado un par de saludos y nos habiamos visto unas cuantas veces, entrando, saliendo y yendo a nuestras plantas.
-Buenas Celelia tengo que ir a donde el jefe por tema de papeleos y estaba mentalizandome porque como le decia a ella -señale a Ffion como si hicera autoestop -no me apetece lo mas minimo. ¿Y tu que haces aqui?¿Veo que os conoceis?

- Ante aquella escena sabia de la valentía de Ffion... Pero llegar sin previo aviso hacia de eso una grita quizás en alguno de sus planes a futuro pero nada de esto le hacia cambiar en lo mas mínimo su rostro, aquel cabellera roja que salia de su ser reflejaba lo que en algún momento ella fue y le arrebataron... Dejo salir una ligera sonrisa - Hola Arashi, he bajado unos minutos pues Ffion me ha pedido que le apartara un turno en la planta - le paso una mirada rápida a Ffion - Ya sabes hoy en día, hay que hacer unas filas eternas para poder dejar tu firma o simplemente registrar un papeleo .


- Hacia donde es que te diriges Ffion, claro esta si no es que la señorita Arashi ya se propuso la labor de acompañarte - dice mientras acomoda su pequeña falda pues era bastante corta, nunca quiso pasar de ser percibida en el lugar... Pues muchos la conocían y bueno no por ser la santa, ya que solía salir con las invitaciones de muchos a lugares para no aburrirse.

-No, Celelia no me he ofrecido a compañarla y la verdad tampoco parece que este perdida. Asi que no veo porque habria que acompañarla a ningun sitio
¿Que? ¿Acompañarla? ¿Que se traian esas dos para andar con tantos acertijos?
-Aunque quizas pueda hacerlo si a ella le parece bien -me diriji a Ffion -Soy Arashi- me contuve de hacer una reverencia -¿Si quieres puedo acompañarte? La verdad es que me harias un favor, serias mi excusa-complice para poder retrassarme en la charla con el jefe, no tengo hora definida pero encuanto llegue tendre que ir
Sonrei a Ffion y mire un solo instante a Celelia para ver su cara ante la idea, despues volvi a fijarme en Ffion.

—Buscaba a alguien del Winzengamot... Bueno, alguien cercano a él. ¿Tú trabajas allí, no, Cel? Quizá puedas decirme si sigue trabajando aquí...

Busco entre mis bolsas y sacó un pedazo de pergamino arrugado. Tiene unas cuantas señas que me mandó uno de los duendes cuando estaba haciendo indagaciones de quienes podían servir a la causa mortífaga.

—Un tal Ignatius Selwyn... Sé que su oficina está en segunda planta... Nada más.

Me habian pillado en medio de un conversación pero realmente me parecía un poco descortes irme ahora, ademas a la morena no pareció importarle en absoluto si oía lo que decía o no así que decidí esperar a ver como seguía, para irme siempre tenía tiempo y teniendo en cuenta que buscaba excusa para no hacerlo que mejor que retrasarlo.

- Tome aquel pergamino mientras ligeramente pasaba casi que un shock por mi mente, se pausaba todo mientras leía aquellas palabras ya escritas ahí. Pero mi rostro estaba tranquilo sin mostrar perturbación alguna... Es mas se veía cierta felicidad en su sonrisa - Claro, puedo llevarte sin ningún problema y estoy segura que la señorita Arashi no le molestara .

- Digo mientras observo el camino y a lo lejos el ascensor que habría que tomar para llegar a aquel hombre ''Ignatius Selwyn''... No pasara mucho tiempo antes de que eso se vuelva una real catastofre bastante caótica...

-Oh no, desde luego yo debo irme a trabajar -sonreí -aún que hoy no me apetezca estar entre papeles. Es lo que se debe hacer. Buenocomenze a alejarme lentamente hacia los ascensores -espero volver a veros, quizás tomando un cafe o una copa despues del trabajo sería más garadable. Encantada
¿Se lo decía a una de ellas?¿ a las dos? ¿a ninguna? la verdad es que era un comentario para quien quisiera cogerlo

—Bueno, Arashi se había ofrecido a llevarme...

En realidad me importa poco y nada quien me lleve a la oficina, el caso es que no conozco el ministerio de pies a cabeza y no tengo tiempo para explorar el lugar como se debe. Además de que siento que estoy perdiendo mi tiempo, porque si no consigo unir al tal Selwyn a la causa lo matare o lo dejaré sin memoria.

Otro tipo de persuasión está fuera de lugar. Es algo que no pienso hacer en ningún momento, así este en la peor situación. No creo que las necesidades del cuerpo convenzan a nadie de hacer algo que no quiere.

—Aunque lo cierto es que me da igual chicas. Y encantada, Arashi...

Les dedico una sonrisa a las dos.

-Si, creo que Celelia se conoce mejor esto. Yo apenas voy de aqui a mi sitio y normalmente ni ahi suelo estar
Supire -en fin, voy al papeleo no me queda otra. Encantada Ffion segui andadno y entre en el ascensor dedicandoles una sonrisa y diciendo adios con la mano

- Arashi era demasiado des-complicada, sin mencionar que aun no conocía su inclinación sexual... Bastante sofisticada quizás - Acababa de salir a comer, pero sera todo un placer acompañarte Ffion - digo mientras giro la cabeza para mirar el lugar y las personas que nos rodeaban.

- Ha sido un placer presentarnos mas a fondo...Pero creo que podremos halar mejor luego - Digo mientras observo a los ojos a Arashi y le pico ligeramente un ojo. Luego de posar mi mirada en Ffion - Vamos, y hasta luego - digo mientras me dirijo a uno de los ascensores del lugar.