A la orilla del lago [Solaranielle]

Llevaba un buen rato ayudando en la reconstrucción del castillo, que había quedado hecho pedazos. Hacía pocos días que había llegado a Hogwarts y no me sorprendía en lo más absoluto que casi nadie hubiera vuelto. Había visto a Hermione por allí, y varios Slytherin a los que ignoraba demasiado olímpicamente. También al idiota de Malfoy, que pasaba el día escondido en su sala común.

No quería volver. El lugar me traía malos recuerdos. Así que en cuanto pude dejar de ayudar y de fingir alguna que otra sonrisa para mostrar que estaba normal, que no tenían que mirarme con la más absoluta lástima, me escapé. Metí mis pues al lago después de quitarme los zapatos. No me importaba que el calamar gigante estuviera por allí cerca, pues una vez me había salvado. Parecía tanto tiempo… Y Colin se había reído.

Cerré los ojos, dejando que el agua me acariciara los pies sin notar que una figura se aproximaba. Había momentos en los que necesitaba estar sólo. Pero… bueno, también necesitaba contacto humano.

Estaba cansada de estar dentro del castillo. El ambiente se volvía cada vez mas deprimente y apagado. Las reparaciones tenían que hacerse pero ver el castillo en ese estado realmente daba ganas de llorar.

A pesar de eso, los exteriores aun mantenían su belleza. Durante varios años estuve viajando junto con los grupos de lupinos que encontraba y siempre había sido al aire libre. Disfrutar del verde, del frío, del otoño y del calor... aunque en mi caso el calor era algo complicado de llevar.

Nuevamente estaba descalza, acostumbrada a sentir el césped bajo mis pies, aunque mis zapatos colgaban de mis manos, con las medias dentro. La túnica se arrastraba manchando ligeramente de verde el borde me dirigía hacia el lago para disfrutar mi rato libre hasta que me detuve en seco al ver a la figura allí.

El cabello rubio casi platinado lo hacia inconfundible. Solo había dos personas con ese color de cabello y gracias a dios el que estaba cerca mio no era el idiota de Malfoy, sino Dennis. Se había mantenido un poco apartado desde la muerte de su hermano Colin y ninguno de los que estábamos presentes lo había molestado por ese mismo motivo. Lo observe algo incomoda, mordiéndome el labio. Tal vez fuese mejor ir a otro lado para no perturbar su paz. Se lo veía tranquilo con los ojos cerrados y relajado.

-Erm... ¿Dennis?... - Mi voz titubea un poco - ¿Estas bien...?-

Me sentía algo cohibida y tímida con el cerca, en realidad era así con todos los hombres que se estaban cerca mio, excepto aquellos a los que ya conocía, era difícil volver a confiar en tener alguien cerca y que no te lastimara.

La voz de Solar me sacó de mi ensimismamiento. Voltee hacía donde estaba ella y medio sonreí… O más bien, curvé los labios hasta formar un intento de sonrisa que nunca llegó a completarse y más bien se convirtió en una mueca triste. Parecía tímida o cohibida allí, pero sabía que solía ser hacer con la gente, además de que había acabado por acostumbrarme a ese tipo de trato que todos me dedicaban desde la muerte de mi hermano, como si fuera demasiado débil para salir al mundo. Pero no lo era, ya se los demostraría algún día.

—Hola, Solar —abrí los ojos.

Como siempre, la pregunta que siguió fue “¿estás bien?”. Era tan… dolorosa a veces. Quizá sólo estaría mejor si dejaban de tratarme como una bomba a punto de estallar. Pero… bueno, la verdad es que sí era una bomba a punto de estallar.

—Sí, claro… estoy bien, ¿vienes a mojar tus pies en el lago? —pregunté, señalando sus pies descalzos, al menos para que dejáramos de hablar de mí.

De momento.

Me paso una mano por el cabello algo despeinado por la brisa y me miro los pies, que estaban manchados ligeramente con barro y me sonrío levemente.

-En realidad salí a tomar aire... me siento encerrada en el castillo... -

 Me encojo de hombros mientras me acerco a la orilla del lago, observando la superficie cristalina, aunque aun algo apartada de el. Se lo veía guapo y tranquilo... y frágil... Parecía que en cualquier momento algo en el se despedazaría y no volvería a ser jamas ese jovial chico que había comenzado en la escuela, aunque claro después de que algo te marca esa parte tuya muere y nunca vuelves a ser el mismo...

-¿Y tu? ¿Estabas aburrido del silencio de adentro?-

O tal vez también se sentía encerrado en los recuerdos que traía cada sala de aquel enorme castillo...

Asentí ante su respuesta. Solar era a menudo así, y no habíamos coincidido demasiado, pero... Bueno. Yo estaba a punto de morir de desesperación allí, cada sala del castillo me recordaba a Colin. Colin sonriendo en la mañana, en la noche, a toda hora, Colin tomando fotos, Colin corriendo y yo tras de él. Colin a todas horas y, finalmente, en el Gran Comedor, Colin muerto.

—No me gusta el silencio en el que está sumido el castillo —reconozco.

Me parece opresivo, deprimente y por sí fuera poco me hace pensar más. A veces no me gusta pensar ya, pero parece que estoy condenado a hacerlo. Además, me había topado con algunos estúpidos Slytherins que se habían atrevido a volver a Hogwarts. No es que me molestaran, pero... Tenían esa estúpida actitud petulante.

—Me trae demasiados recuerdos —reconocí.

E incluso aquel algo me caía recuerdos. Como por ejemplo, Colin intentando que apareciese el calamar gigante.

Asiento ante sus palabras. A todos nos traía recuerdos agridulces el estar dentro del castillo. Habíamos pasado cosas buenas, hermosos momentos, pero también habíamos vivido el horror de que la guerra fuera llevada puertas adentro y ese recuerdo pesaba mas que cualquier otro.

-Si se a que te refieres... Es como si cada corredor expulsara un doloroso recuerdo a cada paso...-

Susurro aquellas palabras. Cada día revivíamos generalmente en pesadillas los horrores que habían ocurrido. Para todos era difícil, y me imaginaba que para el peor, al haber compartido con su hermano tantas cosas y haberlo perdido.

-¿Que piensas hacer cuando termines la escuela?-

Intento cambiar a un tema menos espinoso y menos doloroso, todavía algo incomoda. No sabia si lo había molestado con la pregunta, o si se había sentido mal. Habíamos tenido poco contacto y yo no era muy buena leyendo a algunas personas. Ya alcanzaba con los recuerdos en el interior como para que encima estuviésemos hablando de todo ello. Si no comenzábamos a hablar todos de temas mas alegres terminaríamos sumidos en una depresión, aun mayor.

Solar tenía razón, cada pasillo, cada recoveco del castillo me llevaba demasiados recuerdos. Todos tenían a Colin pintado, el Colin que me prometio que cuando la guerra terminará sería mejor. Pero no es cierto, porque Colin está enterrado dos metros bajo tierra, honrando como un héroe de guerra. Mi hermano no tenía porque morir. Y allí estaba yo, en Hogwarts, viendo recuerdos en cada esquina, culpando a la maldita guerra por llevarme a aquel extremo.

—Lo sé —le dije a Solar. Había recuerdos por todos lados y ninguno de ellos era feliz.

Después me preguntó qué pensaba hacer cuando terminara Hogwarts. ¿Qué quería hacer? Sinceramente ni yo lo sabía en ese momento. Quería tranquilidad, paz... Dejar de pensar en Colin a cada momento. Me gustaría ver tras las rejas a todos los responsables de su muerte, pero no sólo eso. Quería un mundo de paz. No más guerras ni prejuicios estúpidos.

—No lo sé —reconocí—. Quizá intenté volverme auror, ¿y tú?

Aun me faltaba a algunos años. Cuatro, para ser exactos.

Me siento en la orilla del lago como india, cuidando de que no se viera la marca de la mordida en mi muslo, dejando mis zapatos a mi costado derecho, mientras metía los dedos de la mano izquierda en el agua para generar algunas ondas. Realmente no sabia que quería hacer cuando saliera, aunque después de aquella charla con Hermione algo rondaba en mi cabeza.

-No lo se realmente... había pensado buscar nuevamente algún grupo de lobos para viajar... pero el otro día me dijeron algo que me quedo dando vueltas en la cabeza y realmente me gustaría hacerlo. Siempre fui buena en pociones... y desde que Snape murió no hay nadie para reemplazarlo. Claro que no estaría a su nivel, pero es algo que me gustaría... aunque es difícil. Al igual que a Lupin - Mencionarlo hace que aparezca una sonrisa triste en mi rostro - No creo que a los padres les guste que un lobo les de clases a sus hijos...-

Apoyo el codo en mi rodilla y la mejilla en mi mano, mirando al lago unos instantes, antes de mirarlo a el nuevamente. No podía mirarlo demasiado tiempo fijo sin sentirme cohibida.

-Un Auror... esa es una buena idea... siempre se necesita gente para proteger a los demás...-

Me hubiese gustado que tal vez alguien me hubiese protegido la noche que me encontré con Él... y estaba segura de que el hubiese querido que alguien cuidara de Colin en la batalla también.

Casi sonrío al escuchar a Solar. Una nueva profesora de pociones no nos iría nada mal y para variar, una que no tuviera prejuicios estúpidos contra los demás ayudaría mucho.

—Quizá los padres estén preocupados por cosas importantes de verdad —sugerí—, más que por quién demonios enseña a sus hijos... —"si se preocuparan por eso no hubieramos tenido profesores idiotas de Defensa Contra las Artes Oscuras... o a Snape", pensé, con un deje de amargura—. Además, desde que existe la poción matalobos dudo que seas un peligro para nadie...

Me quedé mirando directo al lago, al horizonte, sin decir nada por un momento, hasta que ella opinó algo de mi idea. Sinceramente, se me acaba de ocurrir aquella idea descabellada, pero no estaba mal... de momento.

—Ya... falta saber si tengo madera de auror, Solar —voltee a mirarla. Sabía que le incomodaba aquella mirada tan directa y vacía que cargaba desde el tres de mayo. Les incomodaba a todos—. Pero no quiero ver más muertos en lo que me queda de vida por cosas como estas —endurecí la mandíbula, con una mueca que denotaba un rencor guardado por meses—, nunca más.

Me quedo pensativa unos instantes. La poción existía desde hacia bastante y sin embargo con Lupin había habido problemas. No sabia que tan seguro iba a ser postularme para un puesto así, pero no perdía nada con intentarlo.

-No lo se... la gente sigue siendo prejuiciosa... Ni que fuera a morder a algún alumno... hasta ahora no he mordido a nadie... - 

Me sonrió pensando en aquello. Desde que me había convertido no había herido a nadie, pero siempre había bromeado con morder a alguien si me molestaba demasiado, lo cual ahora que lo pensaba no sabia si me iba a ayudar a conseguir el puesto.

-¿Y por que no ibas a tener madera de Auror? - Le pregunto seria, mirándolo fijo. Todos tenían posibilidades solamente tenían que intentarlo. Pero no puedo ocultar la sonrisa triste al oírlo hablar así. Extiendo la mano apoyándola en su mejilla en una leve caricia - Se a lo que te refieres... - Quito la mano sonrojandome levemente por el atrevimiento - No se los demás... pero yo no voy a permitir que algo mas pase... Con esto todos deberíamos haber aprendido acerca de que los prejuicios no nos ayudan...-

Miro nuevamente el agua cristalina, recordando cuantas veces los de mi clase habíamos sido rechazados y repudiados por padecer de licantropia.

De verdad quien intentar animar a Solar para que consiga el puesto, seguro ella lograba cambiar la mentalidad cerrada de todos los padres que se habían quejado de Lupin, que, según Colin, hacía sido el mejor profesor de todos los tiempos. Yo no lo tuve.

—Bueno, quizá ahora se den cuenta a donde llevan los estúpidos prejuicios —comenté, con amargura—, lo único malo es que muchos licántropos se hayan unido a Voldemort simplemente porque el resto del mundo no los quería...

"Eso era estúpido", pienso, pero es que quizá Solar es a la primera que conozco que no intenta esconderlo. Incluso Lupin lo escondía, para que los demás no tuvieran miedo. Solar es diferente. Se ha atrevido a encarar al mundo demostrando que un licántropo no siempre es malo.

—No lo sé... dicen que te someten a mucha presión —comento, por decir algo—. Además, quizá muchos intenten entrar, porque perdieron a alguien o cosas así...

"En el fondo no es que sea muy original", pienso.

—Me alegra que pienses así —le digo, dedicándole una media sonrisa—, podrías hacer muchas cosas siendo profesora, ¿sabes? Cambiarles las ideas y eso, para evitar una futura guerra.

No puedo evitar tensarme cuando menciona a los licántropos que estaban con Voldemort. Un estremecimiento recorre todo mi cuerpo al recordarlo a Él junto con el Innombrable. Un frío recorre mis huesos de tan solo recordarlo. Aprieto la mandíbula unos instantes para controlar los escalofríos que recorrían mi cuerpo.

-Si... fue una estupidez... - Le sonrío algo temblorosa aun - Yo no lo apoyaba... pero a veces el rechazo de la gente y de tu propia comunidad pueden hacer que hagas estupideces... Mis padres no me rechazan, pero aun recuerdo su expresión la noche que llegue a mi hogar y vieron mi mordida. El miedo... - Suspiro mas calmada ahora - Yo tuve la suerte de que conocí a Lupin y el me enseño a controlarme... Y si bien los lobos ocultan quienes son a la sociedad yo nunca pude hacerlo... Este es mi estigma, y si lo oculto solo me haré mas débil... Enfrentándolo día a día uno lo acepta y se hace mas fuerte...-

Me dejo caer en la hierba mirando al cielo unos instantes. Unos años atrás seguía siendo un cachorro asustado de lo que me había tocado. Pero no quería seguir siendo una cobarde y una debilucha, y no quería que los que me rodeaban pudieran sufrir un destino como el mio.

-Perder a alguien... es algo que nunca se supera del todo... pero cuando uno sufre un revés de la vida tiene que aprender a aceptarlo, aunque no haya sido justo... o no lo mereciera... Solo de esa manera uno puede ser fuerte... Yo creo que podrías ser un gran Auror... por que no solamente lo harías por ti... sino que también lo harías por el, para evitar a toda costa que otro pase por lo mismo... Eso es lo que aprendí yo cuando acepte que iba a ser un lobo toda mi vida... No quisiera que NADIE pase lo que yo pasé cuando me convertí... - Aprieto la mandíbula nuevamente. No quería que mis recuerdos comenzaran a vagar en esa noche así que me alegre cuando el menciono otra cosa - Tal vez se podría... pero no es algo que vaya a ser pronto. Para cambiar la mentalidad de la sociedad se necesita tiempo y gente decidida a cambiar esa manera de pensar... pero me gustaría intentarlo realmente. No quiero que nos teman... No todos somos crueles... y tampoco quiero que existan aquellos estúpidos prejuicios que rigen sobre toda la sociedad ahora... Sangre pura o sangre impura... todo eso es una idiotez...-

Veo a Solar tensarse y es cuando pienso que quizá no debí de haber mencionado a todos esos licántropos. Uno de ellos mató a otra chica de nuestra casa, la amiga de Parvati, a quien no he visto desde la batalla. Ojalá las cosas fueran mejores.

—Serás una buena profesora —le dije, animándola de nueva cuenta. Funcionaría, demostraría que los prejuicios son una maldita estupidez—. Digo, ya le has demostrado a muchas personas que un lobo no es necesariamente un asesino. Podrías seguir haciéndolo. Mejorarías el pensamiento de muchos y de paso les enseñarías pociones...

Cuando sigue hablando, me doy cuenta de que piensa de una manera parecida a la mía, aunque con sus matices. Ella aun tiene cierta esperanza y a veces, al ver las petulantes actitudes de algunos Slytherin que volvieron al colegio, pienso que el mundo ya se pudrió desde hace mucho. Tantos magos llevan tan interiorizados sus malditos prejuicios que son incapaces de vivir sin ellos.

—Bueno, quizá exista alguien dispuesto a acabar con todo —me encojo de hombros, como si nada, como si no estuviera sugiriendo una posibilidad real ni nada por el estilo—. Pero cambiar la mentalidad de la gente es complicado. Aunque quizá... un shock como esta guerra debió de haber ayudado. Pero todos siguen tan en su mundo...

Sacudo la cabeza y me dejo caer al lado de ella.

—Se ven tan aliviados porque la tormenta ha pasado y no se dan cuenta de que el problema es que sus malditos prejuicios los llevaron a la guerra.

Me sonrío y me sonrojo levemente cuando lo oigo decir que seré una buena profesora. Ojala realmente fuese así. Aunque todavía me faltaba un año para terminar y no estaba tan capacitada como el Profesor Snape.

-Ojala así fuera... aunque aun falta para poder postularme para el puesto. Aun estoy en ultimo año y apenas tengo 17... es un camino largo el que aun tengo que recorrer... - Me quedo pensando unos momentos. No... había habido mas gente que demostró que los lobos no son asesinos... pero a todos nos miraban como si fuésemos Él... - Hubo muchos lobos que lo demostraron antes que yo, pero a todos nos miran como si fuésemos...-

No podía mencionar su nombre, por suerte sus palabras me distraen de esos malos recuerdos. No puedo evitar mirarlo fijo cuando menciona de alguien dispuesto a acabar con todo. ¿A que se refería con aquello?

-No se si sera alguien... yo creo que es un trabajo en conjunto... Si una sola persona intenta cambiar eso con un grupo de seguidores, pues no estaría siendo muy distinto a Voldemort... Pienso que tal vez esta guerra si enseño algo a la sociedad... yo veo caras arrepentidas de verdad... Esta vez la guerra no fue como hace tiempo atrás... las cicatrices son mas profundas... - Aun sigo mirándolo cuando se deja caer a mi lado - Si los prejuicios no se cambian siempre habrá guerra... pero no solamente por eso, los seres humanos estamos destinados a matarnos entre nosotros... sin importar acerca de que... hoy son los prejuicios y mañana sera otra cosa... eso jamas va a poder erradicarse, pero si puede evitarse si todos colaboráramos con ello...

—Es por lo reciente de la guerra —intento animarla. Tarde o temprano las asperezas empezaran a limarse, aunque sea sólo un poco—, además tienes tiempo para prepararte y demostrar que serás una perfecta profesora de pociones. No estaría mal tener un cambio por allí... —le digo—, porque entre Snape "odio a todos" y Slughorn "sólo me junto con los famosos" quedarías perfecta.

Después sigu hablando de cómo todos deberíamos trabajar en conjunto para acabar con la guerra. Tiene tazón: una persona no puede hacer demasiado, hasta Voldemort se juntó con gente afín a sus ideas...

—Bueno, quizá entre muchas personas se logre cambiar el pensamiento, aunque hay huesos duros de roer... —comento—, como los Slytherins... —Es un secreto a voces mi resentimiento contra ellos, claro—. Quieren seguir siendo los ricos y poderosos, pero no se dan cuenta de que Voldemort los embarró de lodo y no se molestó en rescatarlos. Y si continúan difundiendo sus ideas retrógradas sobre la pureza de sangre la guerra volverá, tarde o temprano.

Me sonrojo notoriamente cuando dice que quedaría perfecta como profesora. No estaba acostumbrada a esa clase de halagos, y menos viniendo de un varón. Tenia razón en que los últimos dos profesores tenían sus cosas sin embargo.

-A pesar de sus maneras de trabajar ambos sabían mucho. En especial Severus... Creo que debo ser la única alumna de Gryffindor que realmente lo admiraba.. - Me río por lo bajo - Sus clases para mi nunca eran lo suficientemente largas...-

Lo miro cuando menciona a los chicos serpiente. Si, muchos los odiaban, aunque tampoco podía culparlos del todo por ser como eran. El problema no venia con ellos sino con la educación que les habían dado toda su vida.

-El problema en si no son los Slytherin. Ellos simplemente repiten lo que en sus casas les han enseñado. Muchas familias siempre han pensado de esa manera... Pero es cierto que son esas ideas las que llevaron a la guerra. No se realmente si Voldemort los embarro, ellos solos se metieron en eso mismo, cada uno debe hacerse cargo de sus actos y decisiones... Pero si estoy de acuerdo en que se puede cambiar la manera de pensar de la gente...-