In love with all that's out of sight - Isabelle Poulain

—No hay problema, hay todo tipo de familias y, supongo que siempre hay problemas en ellas.

Suspiro, su caso no se parece mucho al mío. Pero pienso que debe hacer lo que ella quiera, aunque claro. Es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Hay muchas cosas que es más fácil decir que hacer y dar cualquier tipo de consejos es una de esas cosas.

—Supongo que, deberías hacer lo que te guste...

«Aunque a veces el placer de complacer a otros puede más», pero, sinceramente, eso era algo que quería evitar, al menos en mis elecciones.

Alzo los ojos un momento. Nunca fui buena mirando a la cara a la gente, pero por un momento quise verle, algo de curiosidad. Ella podía hacer lo que más le gustara o al menos intentarlo. ¿yo podía? ¿Que es exactamente lo que quiero? Hasta ahora solo sé que Edward me gusta pero ¿mi vida? ¿que haré cuando salga de aquí? Porque el colegio a pesar de todo se siente seguro, pero ¿que es lo que quiero de mi vida?
Quizá Edward me pueda ayudar... ¿no?
- Eres la hermana de Edward- Se me escapa al darme cuenta de la verdad, mis manos rápidamente yendo a mi boca, tapandola como si hubiera hablado en pecado, mancillando el nombre de la joven mujer delante mío. -Lo. lo siento. no me di cuenta antes. perdón.

Parece sorprendida cuando nota mi parentesco con Edward, evidentemente porque no lo había notado antes. Quizá es sólo que es un poco despistada o que nunca mencioné a mi hermano antes, además de todo.

—Sí, Edward es mi hermano. Hufflepuff, ¿lo conoces? —pregunté, con curiosidad—. Y no había manera de que te dieras cuenta, digo, nunca lo dije... Así que no te preocupes por eso.

Me pregunto de donde lo conoce, sobre todo porque Edward y hablarle a las chicas es total, completa y absolutamente incompatible. Se pone super nervioso con todas las mujeres que no sean yo, así que mi curiosidad está por las nubes en este momento.

El corazón se me paró por un instante sin saber precisamente que responder. Hacía muy poco que Edward me había pedido que fuera la novia y es cierto que ella no lo dijo, sin embargo al momento de darle un nombre como toda persona bien educada lo correcto era llamarle por el apellido.
Sin embargo allí es que destacó el tema del apellido: Poulain. Se llama como Edward y Edward tiene una hermana. Por supuesto, como la única chica Ainsworth y la más rápida del monton, 1 + 1 era realmente una cuenta simple.
- Soy. soy la novia de Edward.- Trago en seco, acurrucandome levemente sobre mi misma. Es horrible no poder hacer las cosas bien. Conocer a la hermana de mi novio por un simple juego del destino es realmente aterrador.

Abro mis ojos. Demasiado. Abro mis ojos así como cuando Luna voltea a verme o a ver cualquier cosa, mi sorpresa es mucha. He pasado mucho tiempo molestando a mi hermano Edward porque él y las mujeres son la peor combinación que existe: lo ponen nervioso, rojo, lo hacen tartamudear y todas esas cosas.

Así que saber que tiene novia es... extraño. Demasiado extraño. Y sorpresivo.

—Mi hermano... tiene una novia... —repito. Luego me doy cuenta de la mirada de Lorelaine y muevo la cabeza quitándole importancia—. No sabía que pudiera hablarle a una chica sin ponerse completamente nervioso.

Al escuchar eso me sonrojé aun más si es posible. Mi estado natural pasaba aparentemente desde el mortecino blanco del pavor al rojo encendido de las rosas salvajes. Creo que es un logro el haberme mantenido tranquila hasta ahora que me di cuenta con quien interactuaba.
- Am. Él me encontró en un aula abandonada.- Trato de restar importancia porque conmigo mas que un par de sonrojos y momentos incomodos jamás se ha comportado de forma nerviosa, todo lo contrario. Si estamos juntos es porque él decidió darme esta oportunidad. verdad? -Su.supongo que no me vera tanto como una chica.-
Mi propio razonamiento sonaba dolorosamente logico tristemetne.

Me pase la mano por el cabello, en un gesto nervioso que tenía la costumbre de hacer cuando no sabía que decir, como en ese preciso momento.

—Bueno, creo que mi hermano si te ve como una chica... —corregí, antes de que pensara que mi hermano era muy raro o yo que sé—. Es sólo que a veces le sale... ya sabes... lo tímido.

La miro con más atención, realmente no parece una mala chica, así que decido darle mi aprobación.

—Bueno... pareces una buena novia para mi hermano. Ya le hacía falta o algo así.

-Lo siento.- No se porque me estoy disculpando pero por las dudas lo hago. Edward realmente no me habia pasado timido. Siempre me dijo lo que queria como queria y me habia impulsado a hacer las cosas. Por el contrario mas bien parecia yo la loca timida y temblorosa. Tratando de explicarle las cosas pero el no parecia terminar de comprender lo que me ha perseguido de siempre.
Realmente nací incompleta aparentemente.
-Gracias. solo espero que el opine igual realmente no se que pasara a partir de ahora. es muy... tiene un caracter algo. dominante.

Alzó las cejas ante la disculpa. Quitó el gesto cuando me doy cuenta de que puede ser malinterpretado, pero aun así la disculpa me desconcierta. Digo,es sólo la novia de mi hermano, ni siquiera la voy a crucificar o algo así. Mis comentarios se refieren a la sorpresa que me causa Edward, que a pesar de su aspecto es un alma de Dios.

—¿Por qué la disculpa? —preguntó, sin poder contenerme.

Sacudo la cabeza, quizá no sea por nada, sólo una precaución o algo así. Pero no soy demasiado perceptiva cuando estoy sorprendida y en ese momento lo único que no puedo dominar es precisamente la sorpresa.

—Sí, bueno, conozco a Edward —pero de repente tengo la sensación de que no, de que el año que pasamos alejados porque el se quedó en casa nos separó un poco y hay partes de él que ya no soy capaz de reconocer—. ¿Te trata bien, cierto?

-No, nada. No hay nada que, creo que es un poco mi apuro?- Traté de escusarme sobre la disculpa pero no encontré razón para seguir insistiendo. Es un atolondre bastante notorio, algo que no puedo evitar tratar de corregirme, tratar de amoldarme a lo que otras personas esperan de mi. Acaso, no debo disculparme?
- Am. Me trata bien. - Y aun así lo bien que me trata es algo confuso, imponiendo su deseo sobre mi cuerpo, un deseo que puedo reflejar y a veces no estoy segura de si está bien. Ha sido insistente en mantener intimidad, probablemente si no hubiera sido así yo hubiera esperado lo cual hace que sienta como si mi cuerpo fuera ajeno de a momentos. A veces creo que no me gusta eso. pero si lo disfruto no debería ser tan malo.
A veces me siento sucia por no poder resistirme y ceder ante sus pedidos, su deseo, me invade y me domina y deseo complacerlo de todas las formas que me pida solo para luego sentirme mal de estar en mi piel, indigna. Dice que me quiere para siempre. Solo me pregunto cuanto tiempo es siempre. -Nunca me ha tratado mal si a eso te refieres.

—No te apures...

Intento quitarle peso a aquello, para que no se ponga tan nerviosa conmigo allí enfrente. Eso será lo mejor, definitivamente, pero no sé como demonios lograrlo.

—No tienes que disculparte de nada... —aseguro, con una sonrisa, y después oigo que si la trata bien. Bueno... tratándose de Edward lo cierto es que es un pan, trata a todo el mundo demasiado bien o yo que sé, pero como es la primera vez que tiene novia quizá sea un poco extraño. Claro que no voy a andarle contando eso a la novia, sólo la asustaría o algo más—. Me alegra oír eso...

Tengo ganas de preguntar más cosas, pero creo que debo preguntárselas a mi hermano directamente. Sí, será lo mejor.

—Ojalá sean felices.

-Yo. No. No sé si puedo hacerlo feliz.- Me escusé, una escusa desubicada para ocultar mi integuridad usando sus palabras como palanca para pedirle una cucharada de realidad. Edward es bueno. es bueno? No me hace sentir mal, trata de hacerme sentir bien constantemente, trata de hacer las cosas bien por los dos, trata de darme calor y reconfortarme tanto como le es posible a cambio de algo tan ínfimo como el calor de mi cuerpo. Parece un trato justo. no?
-No se que nos espera. Solo espero que no sea algo malo. Am. Creo que ya va a anocheser. Quiza deba. Regresar a la sala común...

Spoiler:

—Bueno... Les deseo lo mejor. Supongo que nos veremos por allí.

Me pongo en pie porque lo que dice es cierto, se está haciendo tarde y pronto pasara Filch con su gata a asustar a todo el mundo y correr a los estudiantes fuera de la cama.

—Yo tengo que ir también... —"a las cocinas a robar un poco de cena", pienso— a la sala común.