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Las largas noches de insomnio [Hermione]
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Las largas noches de insomnio [Hermione]
Ahora que esta todo en silencio y que la calma me besa el corazón,
os quiero decir adiós,
porque a llegado la hora de que andéis el camino ya sin mi,
hay tanto por lo que vivir
os quiero decir adiós,
porque a llegado la hora de que andéis el camino ya sin mi,
hay tanto por lo que vivir
No había nadie en el dormitorio de quinto. Sólo estaba yo, en todos los demás cursos había al menos dos o tres chicos, en primero más, pero en quinto, nada. Nada de nada. Maldita sea. Le daba vueltas a la cama como la mitad de las noches de esa semana y no estaba seguro de que hacer. Finalmente, acabé saliendo de ella y dirigiéndome a abajo. Iba descalzo y sentía el frío del piso en las plantas de los pies. La pijama que llevaba puesta había sido de Colin. Había crecido un poco los últimos años y no se podía decir que mis pertenencias abundaran después de que los mortífagos hubieran atacado mi casa y matado a mis padres.
No me quedaba nada, salvo recuerdos, amigos, cartas viejas y noches de insomnio. Mejor insomnio que pesadillas, veía morir a Colin en ellas muchas veces y era terrible. Imaginaba como había sido el momento, su rostro, sus ojos muy abiertos, un rayo color verde impactando en su pecho y el cayendo hacia atrás como en cámara lenta. Ese preciso momento en que su espalda toca el suelo y su cabeza rebota. Pero él ya no siente nada de eso, porque ya es un cadáver. Me lo imagino muchas veces, en diferentes escenarios. A veces es un pasillo solitario, otras veces el Gran Comedor donde lo encontré, y otras más imagino que simplemente se metió donde no debía.
Ya en la sala común me acerco al alféizar de una de las ventanas que están más cerca de la chimenea que a esa hora ya se encuentra apagada y me produce una sensación de frío. Me subo al alféizar, que no está muy lejos del suelo y en donde quepo perfectamente debido a lo pequeño que soy y me quedo mirando la noche. Noche negra, con muy pocas estrellas. ¿Dónde se habrán metido todas? No tengo nada más que hacer. Sólo estar allí, viendo un cielo hermosamente triste, porque de un tiempo acá todo se ve gris.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
Walking up the hill tonight
And you have closed your eyes
I wish I didn't have to make
All those mistakes and be wise
Please try to be patient
And know that I'm still learning
I'm sorry that you have to see
The strength inside me burning
Sus brazos temblaron, un movimiento involuntario y repentino, sentía el aire húmedo y frío entrar por su nariz. Hacía demasiado frío y no podía dormir, podía sentir de fondo el llanto de Parvati, eran ellas dos, solo ellas dos en esa habitación que alguna vez había tenido cuatro habitantes...
Jamás creyó tener que decir esto, pero extrañaba a Lavender, su incansable murmullo y los chismes que compartía con sus otras compañeras de habitación. Daría lo que fuera por estar nuevamente enojada con la rubia por haberse fijado en Ron, daría lo que fuera por volver a sentir lo mismo que sentía antes por Ron... pero las cosas seguían siendo complicadas, nada estaba bien en este lugar. Nada podía regresar a ser como era antes...
Y ella no había perdido a gente tan importante en su vida. Remus Lupin y Nimphadora Tonks eran personas queridas pero no eran tan cercanos como para conocer todo. Fred era quizá más cercano pero no tanto...
Si no había perdido a nadie importante, ¿por que no podía olvidar todos esos rostros? ¿Por que no podía ser fuerte nuevamente? Es que acaso... ¿esta guerra era lo que la sostenía? No deseaba pensarse tan débil como para que su único motivo en esta vida sea pelear, luchar y seguir luchando. Pero si no sabía contra quien luchaba, ¿quien era ella? ¿Que estaba haciendo de su vida? ¿Por que seguía aquí?
El escalofrío recorrió su espalda, tratando de acomodarse al otro lado, ahogando el llanto de Parvati con una almohada pero sabiendo de memoria este baile...
Parvati iría al baño ahora... y ella aprovecharía ese instante para escabullirse de esta tortura que era simular estar bien cuando más evidente no podía ser que era mentira, que todo esto era mentira. Así que bajó las escaleras, viendo que por una vez no estaba sola. Solía ir a la sala común en medio de la noche. A veces estaba Solar, a veces estaba sola...
Quien vio esta vez le partió el corazón. Dennis, ¿que podía decirle? ¿Que consuelo podía ofrecerle? No era quien para darle el pésame pero ella había adorado a Colin a pesar de lo molesta que le ponía cuando los perseguía sacando fotos.
Así que prefirió no decir nada mientras se sentaba en el alfeizar frente a él, cuidado que su camisola no mostrara mucho, pero... ya había perdido el miedo y el pudor, simplemente era una cortesía ya que el chico no tenía porque verla semidesnuda con apenas un camisón corto de algodón y tirantes, demasiado fresco para un día casi frío.
"Dennis..." Susurró tratando de no quebrar el dominante silencio, queriendo hablar, queriendo decirle algo, lo que fuera pero solo pudiendo mirarlo. No se veía bien... y lo decía la chica consumida y con ojeras de no dormir.
And you have closed your eyes
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Please try to be patient
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I'm sorry that you have to see
The strength inside me burning
Sus brazos temblaron, un movimiento involuntario y repentino, sentía el aire húmedo y frío entrar por su nariz. Hacía demasiado frío y no podía dormir, podía sentir de fondo el llanto de Parvati, eran ellas dos, solo ellas dos en esa habitación que alguna vez había tenido cuatro habitantes...
Jamás creyó tener que decir esto, pero extrañaba a Lavender, su incansable murmullo y los chismes que compartía con sus otras compañeras de habitación. Daría lo que fuera por estar nuevamente enojada con la rubia por haberse fijado en Ron, daría lo que fuera por volver a sentir lo mismo que sentía antes por Ron... pero las cosas seguían siendo complicadas, nada estaba bien en este lugar. Nada podía regresar a ser como era antes...
Y ella no había perdido a gente tan importante en su vida. Remus Lupin y Nimphadora Tonks eran personas queridas pero no eran tan cercanos como para conocer todo. Fred era quizá más cercano pero no tanto...
Si no había perdido a nadie importante, ¿por que no podía olvidar todos esos rostros? ¿Por que no podía ser fuerte nuevamente? Es que acaso... ¿esta guerra era lo que la sostenía? No deseaba pensarse tan débil como para que su único motivo en esta vida sea pelear, luchar y seguir luchando. Pero si no sabía contra quien luchaba, ¿quien era ella? ¿Que estaba haciendo de su vida? ¿Por que seguía aquí?
El escalofrío recorrió su espalda, tratando de acomodarse al otro lado, ahogando el llanto de Parvati con una almohada pero sabiendo de memoria este baile...
Parvati iría al baño ahora... y ella aprovecharía ese instante para escabullirse de esta tortura que era simular estar bien cuando más evidente no podía ser que era mentira, que todo esto era mentira. Así que bajó las escaleras, viendo que por una vez no estaba sola. Solía ir a la sala común en medio de la noche. A veces estaba Solar, a veces estaba sola...
Quien vio esta vez le partió el corazón. Dennis, ¿que podía decirle? ¿Que consuelo podía ofrecerle? No era quien para darle el pésame pero ella había adorado a Colin a pesar de lo molesta que le ponía cuando los perseguía sacando fotos.
Así que prefirió no decir nada mientras se sentaba en el alfeizar frente a él, cuidado que su camisola no mostrara mucho, pero... ya había perdido el miedo y el pudor, simplemente era una cortesía ya que el chico no tenía porque verla semidesnuda con apenas un camisón corto de algodón y tirantes, demasiado fresco para un día casi frío.
"Dennis..." Susurró tratando de no quebrar el dominante silencio, queriendo hablar, queriendo decirle algo, lo que fuera pero solo pudiendo mirarlo. No se veía bien... y lo decía la chica consumida y con ojeras de no dormir.
Hermione J. Granger- Mensajes : 468
Localización : La Biblioteca
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
Una voz me saca de mis pensamientos. Esa voz. La conozco muy bien y me habla cargada de algo que a la primera impresión me parece lástima. Joder. Odio la lástima. Sobre todo cuando todos me tratan como si fuera una bomba a punto de explotar, como si en cualquier momento pudiera reventar y llevarme todo lo que hay alrededor… Pero es que el fondo, lo soy. Me estoy consumiendo, lo sé, y tengo muy pocos consuelos y muy pocas razones para seguir viviendo.
—Hermione…
Vuelvo la cabeza y la encuentro. Esta demacrada, con las ojeras de muchos días, pálida y acabada. Parece que después de ganar la guerra se le quedó para siempre ese aspecto cansado, agotado, como si ya no tuviera nada más que hacer en el mundo y en el fondo la comprendo, en eso somos parecidos.
Me bajo del alfeizar de la ventana y me acerco a ella, pero me quedo a medio camino, sin saber qué hacer. La sala común está en completo silencio, sólo roto por el sonido de nuestros murmullos, que intentan no despertar a nadie más. Observo a Hermione de pies a cabeza, pero lo que más me llama la atención son las ojeras aun más profundas que las mías, que me dicen que los dos llevamos varias noches sin dormir.
—¿Tampoco podías dormir? —pregunto, pero me siento idiota, porque es obvio.
Aquella es sólo una más de las largas noches de insomnio que me toca sufrir.
—Hermione…
Vuelvo la cabeza y la encuentro. Esta demacrada, con las ojeras de muchos días, pálida y acabada. Parece que después de ganar la guerra se le quedó para siempre ese aspecto cansado, agotado, como si ya no tuviera nada más que hacer en el mundo y en el fondo la comprendo, en eso somos parecidos.
Me bajo del alfeizar de la ventana y me acerco a ella, pero me quedo a medio camino, sin saber qué hacer. La sala común está en completo silencio, sólo roto por el sonido de nuestros murmullos, que intentan no despertar a nadie más. Observo a Hermione de pies a cabeza, pero lo que más me llama la atención son las ojeras aun más profundas que las mías, que me dicen que los dos llevamos varias noches sin dormir.
—¿Tampoco podías dormir? —pregunto, pero me siento idiota, porque es obvio.
Aquella es sólo una más de las largas noches de insomnio que me toca sufrir.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
"Parvati..." Fue su única respuesta, una escusa barata que sabía no convencería ni a su peor enemigo, era porque no sabía realmente a que apegarse en este juego de verdad y consecuencia, no había pies ni cabeza en este mundo nuevo, casi sentía que no estaba realmente aquí, que quizá debía buscar su propio rumbo, que debía encontrar la verdad sobre que estaba ocurriendo tras estas paredes.
Aun la muerte sobrevolaba al mundo exterior, dejándole con la pregunta de si realmente dentro del colegio era el mejor lugar para ella. Quizá lo que necesitaba era seguir peleando allí fuera donde probablemente era más útil. Realmente podría ser ella una persona... En parte temía no tener cuando saliera a Harry y Ron para tomar sus manos en momentos de terror y por otro sabía que no podía seguir dependiendo de ellos para levantarse y seguir caminando por este camino oscuro...
¿Por que? ¿Por que estaba dejando que le dominara? ¿Acaso era real y el espíritu de Lestrange seguía vivo allí con ella para poder acosarla? Cada vez lo sentía más cierto y le aterraba poder sentir el odio de aquella mujer consumiéndola. Oh, Merlín, ¿que había hecho para merecer esto? ¿Acaso no tenía redención? ¿Cuando fue la última vez que durmió, comió, estudió realmente?
"A veces la noche se me hace muy larga, así que suelo estar en la sala común más a menudo que no..." Trató de sonreír acomodándose para sentarse frente a él, una pierna balanceándose al vacío de lo que quedaba de esta torre, sintiendo el frío de la piedra contra su muslo desnudo, tratando de concentrarse en el presente y no inclinarse al vacío, era un equilibrio precario que probablemente nadie comprendería cuando observaba la altura a la que se encontraba.
"¿Sueles evitar el sueño o es una vez que ocurre?" Preguntó curiosa, recargándose hacia atrás para sentir el frío de la piedra calmar su afiebrada espalda.
¿Quien estaba mejor aquí? Esto parecía un baile de quien estaba menos dañado como marionetas desgastadas, en medio de una obra teatral, Quizá Dennis sobreviviera este baile, quizá uno de los dos se salvara; pero aquí, en este momento de oscuridad y soledad, el frío que calaba hasta los huesos y la humedad... oh, la humedad escocesa, daba la sensación de que cuando llegara el momento si era esta noche probablemente no caería sola, el desgaste, el cansancio, el miedo, todo se reflejaba y le aterraba más que en ningún otro momento...
Aun la muerte sobrevolaba al mundo exterior, dejándole con la pregunta de si realmente dentro del colegio era el mejor lugar para ella. Quizá lo que necesitaba era seguir peleando allí fuera donde probablemente era más útil. Realmente podría ser ella una persona... En parte temía no tener cuando saliera a Harry y Ron para tomar sus manos en momentos de terror y por otro sabía que no podía seguir dependiendo de ellos para levantarse y seguir caminando por este camino oscuro...
¿Por que? ¿Por que estaba dejando que le dominara? ¿Acaso era real y el espíritu de Lestrange seguía vivo allí con ella para poder acosarla? Cada vez lo sentía más cierto y le aterraba poder sentir el odio de aquella mujer consumiéndola. Oh, Merlín, ¿que había hecho para merecer esto? ¿Acaso no tenía redención? ¿Cuando fue la última vez que durmió, comió, estudió realmente?
"A veces la noche se me hace muy larga, así que suelo estar en la sala común más a menudo que no..." Trató de sonreír acomodándose para sentarse frente a él, una pierna balanceándose al vacío de lo que quedaba de esta torre, sintiendo el frío de la piedra contra su muslo desnudo, tratando de concentrarse en el presente y no inclinarse al vacío, era un equilibrio precario que probablemente nadie comprendería cuando observaba la altura a la que se encontraba.
"¿Sueles evitar el sueño o es una vez que ocurre?" Preguntó curiosa, recargándose hacia atrás para sentir el frío de la piedra calmar su afiebrada espalda.
¿Quien estaba mejor aquí? Esto parecía un baile de quien estaba menos dañado como marionetas desgastadas, en medio de una obra teatral, Quizá Dennis sobreviviera este baile, quizá uno de los dos se salvara; pero aquí, en este momento de oscuridad y soledad, el frío que calaba hasta los huesos y la humedad... oh, la humedad escocesa, daba la sensación de que cuando llegara el momento si era esta noche probablemente no caería sola, el desgaste, el cansancio, el miedo, todo se reflejaba y le aterraba más que en ningún otro momento...
Hermione J. Granger- Mensajes : 468
Localización : La Biblioteca
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
"Parvati..." Semejante excusa, pero que se la crea alguien más. Es cierto que Parvati está mal, pero... no es para tanto, vamos. La ha visto un par de veces y parece, como todos, aguantar con entereza la desgracia que se le vino encima, porque no tiene de otra. Total... ¿Qué nos queda? ¿Sentarnos a admirar nuestras desgracias y dejarnos consumir por ellas hasta que no nos quede nada más dentro del cuerpo, como al parecer hace Hermione? Yo sé que tengo un propósito, algo... pero, ¿ella? ¿Para qué vive? ¿Vino realmente a estudiar o a purgarse sus demonios, a alejarse de sus amigos?
No lo sé y me da miedo preguntárselo. Sé, por esa mirada que me dirige, que quizá lo que siente hacia mí es lástima, y lo que jode que esa sea la única mirada que te dirijan... "Pobrecito, murió su hermano", piensan muchos.
—Ya... la noche se hace larga... —repito—. Para mí también. Para mi también.
"Y con los sueños en los que Colin me mira con sus ojos apagados son lo peor", pienso, pero ¿para qué decirlo? Sólo hará que Hermione me siga tratando como una bomba a punto de explotar y eso es lo que odio. Necesito que me den el trato de una persona normal. Quizá eso ayude más.
—Suelo evitar lo que hay dentro del sueño —murmuro—: las pesadillas. —Me acerco a ella, lentamente—. ¿También tienes pesadillas?
La estoy instando a que abra sus demonios frente a mí y sé que eso es un peligro. Sé que en ese baile extraño que acabamos de conformar vamos a caer hasta lo más hondo y realmente no me importa. Necesito que alguien me trate como una persona normal, no como una granada que explotará y destrozará todo a su pado. Aunque quien sabe, quizá si soy una granada.
No lo sé y me da miedo preguntárselo. Sé, por esa mirada que me dirige, que quizá lo que siente hacia mí es lástima, y lo que jode que esa sea la única mirada que te dirijan... "Pobrecito, murió su hermano", piensan muchos.
—Ya... la noche se hace larga... —repito—. Para mí también. Para mi también.
"Y con los sueños en los que Colin me mira con sus ojos apagados son lo peor", pienso, pero ¿para qué decirlo? Sólo hará que Hermione me siga tratando como una bomba a punto de explotar y eso es lo que odio. Necesito que me den el trato de una persona normal. Quizá eso ayude más.
—Suelo evitar lo que hay dentro del sueño —murmuro—: las pesadillas. —Me acerco a ella, lentamente—. ¿También tienes pesadillas?
La estoy instando a que abra sus demonios frente a mí y sé que eso es un peligro. Sé que en ese baile extraño que acabamos de conformar vamos a caer hasta lo más hondo y realmente no me importa. Necesito que alguien me trate como una persona normal, no como una granada que explotará y destrozará todo a su pado. Aunque quien sabe, quizá si soy una granada.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
Sonrió, una mueca amarga que abarcaba apenas una porción milimétrica de los labios con esa amargura que no sabía poseer hasta que una vez más los caballos ya no tan invisibles cruzaron el puente y ella lo vio todo de nuevo. El dolor de las paredes, la destrucción de su segundo hogar tras haber por propia mano deshecho el otro que tenía y al que nunca podría regresar.
Cada noche las pesadillas parecían agitar el interior del colegio, no solo en Gryffindor, sino que podía escucharlo por los pasillos, las noches que debía buscar refugio en la cabeza de su casa, la actual directora. Es algo que jamás podría explicar, buscando el consuelo de un adulto, alguien que supiera mejor que ella misma, alguien que le pudiera dar la seguridad de que todo estaría bien.
Balanceó la pierna en el vacío, sintiendo la briza fresca de otoño, las ojeras notorias y algo desconcertantes. ¿Tenía pesadillas? ¿Realmente le daba oportunidad a las pesadillas de tomar forma o es tal el miedo que ni descanso le da a su alma? ¿Acaso no era esto lo que esperaba? Sabía que se estaba consumiendo, en realidad no tenía lástima para nadie porque ya ni lástima para si misma podía juntar y reclamar lo que pasaría.
"Tengo pesadillas..." Confesó con lentitud, dudando de cuanto decir realmente. "A veces sueño con la batalla y como Harry se despidió de mi y de Ron. Creía que nunca regresaría a nosotros y verlo muerto fue como si yo misma hubiera muerto allí..." Tragó mirando fuera, los dedos descansando en sus propios muslos, sintiendo la piel erizada por la briza bajo la yema de sus dedos, las uñas largas y descuidadas, como si ni siquiera hubiera pensado en cortarlas.
"Otras estoy en la mansión Malfoy, oigo la risa de Bellatrix Lestrange, a Fenrir Greyback pidiendo su turno mientras ella lanza un crucio tras otro. Y otros, simplemente sueño que yo misma muero, que no es Fred quien es aplastado, que las rocas caen sobre mi, que quiebran mis huesos y..." Tragó tratando de evitar los escabrosos detalles de su propia muerte. Había más, muchas más pesadillas, estas eran las más suaves... una incluia que hubiera pasado si Fenrir hubiera tenido su turno, ¿la habría mordido? ¿que hubiera hecho con su cuerpo?
"Supongo que hay demasiadas razones para tener pesadillas en este colegio." Suspiro alzando los ojos un momento antes de volver a apoyar la cabeza contra la piedra.
Se estaban hundiendo, realmente si esto fuera un barco estarían todos muertos en una gran nube de nada, porque nadie lo notaba, nadie podía verlo, pero aquí estaban se estaban muriendo lentamente y ni podían verlo.
Cada noche las pesadillas parecían agitar el interior del colegio, no solo en Gryffindor, sino que podía escucharlo por los pasillos, las noches que debía buscar refugio en la cabeza de su casa, la actual directora. Es algo que jamás podría explicar, buscando el consuelo de un adulto, alguien que supiera mejor que ella misma, alguien que le pudiera dar la seguridad de que todo estaría bien.
Balanceó la pierna en el vacío, sintiendo la briza fresca de otoño, las ojeras notorias y algo desconcertantes. ¿Tenía pesadillas? ¿Realmente le daba oportunidad a las pesadillas de tomar forma o es tal el miedo que ni descanso le da a su alma? ¿Acaso no era esto lo que esperaba? Sabía que se estaba consumiendo, en realidad no tenía lástima para nadie porque ya ni lástima para si misma podía juntar y reclamar lo que pasaría.
"Tengo pesadillas..." Confesó con lentitud, dudando de cuanto decir realmente. "A veces sueño con la batalla y como Harry se despidió de mi y de Ron. Creía que nunca regresaría a nosotros y verlo muerto fue como si yo misma hubiera muerto allí..." Tragó mirando fuera, los dedos descansando en sus propios muslos, sintiendo la piel erizada por la briza bajo la yema de sus dedos, las uñas largas y descuidadas, como si ni siquiera hubiera pensado en cortarlas.
"Otras estoy en la mansión Malfoy, oigo la risa de Bellatrix Lestrange, a Fenrir Greyback pidiendo su turno mientras ella lanza un crucio tras otro. Y otros, simplemente sueño que yo misma muero, que no es Fred quien es aplastado, que las rocas caen sobre mi, que quiebran mis huesos y..." Tragó tratando de evitar los escabrosos detalles de su propia muerte. Había más, muchas más pesadillas, estas eran las más suaves... una incluia que hubiera pasado si Fenrir hubiera tenido su turno, ¿la habría mordido? ¿que hubiera hecho con su cuerpo?
"Supongo que hay demasiadas razones para tener pesadillas en este colegio." Suspiro alzando los ojos un momento antes de volver a apoyar la cabeza contra la piedra.
Se estaban hundiendo, realmente si esto fuera un barco estarían todos muertos en una gran nube de nada, porque nadie lo notaba, nadie podía verlo, pero aquí estaban se estaban muriendo lentamente y ni podían verlo.
Hermione J. Granger- Mensajes : 468
Localización : La Biblioteca
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
La vi sonreír de una manera que no había visto nunca sonreír a Hermione Granger, una especie de mueca amarga o algo lejanamente parecido, porque no recuerdo haberla visto en su cara nunca. Pero tiene algo… algo que me recuerda a mí mismo parado frente al espejo después del funeral, esa misma sonrisa que he esbozado una y otra y otra y otra vez. No me queda otra, al parecer. Y a Hermione Granger, en ese momento, tampoco.
—Sueño con Colin —suelto después de que ella me cuenta una de sus pesadillas—. Esa es en sí, para mí, la definición de pesadilla. Verlo sonreír, recordar el momento en que recibió su carta y luego recordar el momento en el que encontré su cuerpo y darme cuenta de que nunca iba a volver en sí. Verle la cara, los ojos apagados, la expresión como en paz… pero una paz extraña. Eso es una pesadilla. El rostro de Colin haciéndome pensar que pude haber hecho algo más.
Me acerco hasta ella, que sigue balbuceando todas sus pesadillas, poco a poco. No sé qué hacer, porque estamos balanceándonos por el borde más difuso de todos. Y acabáremos por caer, porque de estos momentos uno nunca sale de pie.
—Colin. Apuesto a que es mi boggart y sólo tengo quince años… he visto más horror que muchos y continúa visitándome, una y otra vez en los sueños. Una y otra vez, como si no hubiera final. —Cierro los ojos un momento, quiero evitar las lágrimas, me hacen sentirme como un niño, como que no estoy a la altura de las cosas que tengo que hacer—. Hermione…
La llamo por su nombre, pero entonces me doy cuenta de que no sé que decir. ¿«Lo siento»? Conozco la reacción a esa frase. No arregla nada, sólo intensifica la amargura y te pudre por dentro. Es esa sensación de que el mundo te tiene lástima.
—Hermione… —repito, para que no caigamos en el silencio más incómodo de toda la noche—. No sé que decir. Pero te entiendo. O eso creo…
—Sueño con Colin —suelto después de que ella me cuenta una de sus pesadillas—. Esa es en sí, para mí, la definición de pesadilla. Verlo sonreír, recordar el momento en que recibió su carta y luego recordar el momento en el que encontré su cuerpo y darme cuenta de que nunca iba a volver en sí. Verle la cara, los ojos apagados, la expresión como en paz… pero una paz extraña. Eso es una pesadilla. El rostro de Colin haciéndome pensar que pude haber hecho algo más.
Me acerco hasta ella, que sigue balbuceando todas sus pesadillas, poco a poco. No sé qué hacer, porque estamos balanceándonos por el borde más difuso de todos. Y acabáremos por caer, porque de estos momentos uno nunca sale de pie.
—Colin. Apuesto a que es mi boggart y sólo tengo quince años… he visto más horror que muchos y continúa visitándome, una y otra vez en los sueños. Una y otra vez, como si no hubiera final. —Cierro los ojos un momento, quiero evitar las lágrimas, me hacen sentirme como un niño, como que no estoy a la altura de las cosas que tengo que hacer—. Hermione…
La llamo por su nombre, pero entonces me doy cuenta de que no sé que decir. ¿«Lo siento»? Conozco la reacción a esa frase. No arregla nada, sólo intensifica la amargura y te pudre por dentro. Es esa sensación de que el mundo te tiene lástima.
—Hermione… —repito, para que no caigamos en el silencio más incómodo de toda la noche—. No sé que decir. Pero te entiendo. O eso creo…
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
Los ojos marrones de la castaña se giraron a él con lentitud nuevamente, realmente no sabía en que posar la mirada, si en la lejanía, el inmenso horizonte, en las piedras que le rodeaban, en el acompañante que tenía frente a ella...
Que hacer con su cuerpo, con sus manos.
Escuchó lo que le contaba con dolor. Colin, él era uno de esos rostros recurrentes cuando sentía que no podía salir de la interminable pesadilla, era la persona que temía no alcanzar a salvar pero sabía que no importara lo que hiciera nunca llegaría, porque Colin había estado en una punta del castillo y ella en la otra al momento del final. No podía más que imaginar como un mortífago desconocido aplicaba la maldición mortífera en el chico más joven mientras ella corría, corría tratando de alcanzarlo a él... o a Lavender... o a Remus... Nymphadora... Fred... incluso a veces había soñado con Edward Tonks, el marido de Andrómeda, y ni conocía realmente su rostro, no podía recordarlo, solo lo habría visto una vez con algo de suerte.
Todos mejoraban, todos salían adelante...
Pero ella sentía la culpa, sentía que si hubiera estudiado más, si hubiera sido mejor peleando, si hubiera sido más rápida, si se le hubiera ocurrido la diadema de Ravenclaw antes... tantos muertos podrían haberse evitado, si tan solo hubiera leído un poco más, sabido más, si hubiera corrido más rápido. Si hubiera sido más valiente... ¿quizá podría haberse sacrificado por Harry y detenido la guerra antes? ¿Hubiera su amor por su amigo, su casi hermano funcionado de la misma forma que el amor de Lily?
Tantas preguntas sobre que hubiera pasado si las cosas fueran diferentes rondaban su cabeza que la desconcentraban una y otra vez, esa voz pequeña en su mente recriminándole todo lo que no pudo hacer en el pasado.
"Sé que me entiendes... las pesadillas son amargas para todos. Solo... creo que no puedo vivir con la culpa. No puedo, Colin..." Tragó, un escalofrío recorriéndole al decir esas palabras, pero lentamente extendiendo su mano a la de él y apretandola en un ligero signo de apoyo. "Pero gracias. Supongo que no me acostumbro a tantos tratando de salir adelante y yo solo no sé por donde empezar, el peso es demasiado a veces. Trato de convencerme de que no es mi culpa, que no podía predecir el futuro, que no podía estar en todos lados, pero ¿Como puedo? Ya ni siquiera puedo conjurar un patronus. Dennis, no sabes lo que daría por tener aquí a Colin, por verlo con su cámara, corriendo, encontrando siempre algo nuevo y fascinante para fotografiar. Aunque no lo creas y sé que no es el mismo dolor... hubiera dado mi vida porque estuviera aquí. Porque él y todo el resto estuvieran aquí, ellos merecían vivir, Dennis, ¡¿Por que tuve que salir viva si tantos tuvieron que morir?!"
Era una expresión desesperada. No solía mostrar emociones últimamente solo el melancólico desazón, un aura oscura y amargada, temerosa, retraída, un mundo donde solo valía leer y ese extraño drama que la envolvía con los Slytherin. Pero esto es lo que guardaba noche tras noche en medio del insomnio. La razón para conseguir psiquiatra, para buscar ayuda, sabía que necesitaba ayuda. Pero solo quería volar lejos, como la golondrina que tomaba forma en ella cuando se deshacía en la forma animal, tentada de permanecer en ella para perderse en la mente del ave y poder volar lejos.
No había lágrimas para sus ojos ni siquiera llanto ahogado, no había una forma para hacerlo ya que había gastado todas sus lágrimas pero esto era lo que tenía una pregunta que realmente no tenía respuesta. Ella seguía viva, varios amigos en cambio ya no estaban.
Que hacer con su cuerpo, con sus manos.
Escuchó lo que le contaba con dolor. Colin, él era uno de esos rostros recurrentes cuando sentía que no podía salir de la interminable pesadilla, era la persona que temía no alcanzar a salvar pero sabía que no importara lo que hiciera nunca llegaría, porque Colin había estado en una punta del castillo y ella en la otra al momento del final. No podía más que imaginar como un mortífago desconocido aplicaba la maldición mortífera en el chico más joven mientras ella corría, corría tratando de alcanzarlo a él... o a Lavender... o a Remus... Nymphadora... Fred... incluso a veces había soñado con Edward Tonks, el marido de Andrómeda, y ni conocía realmente su rostro, no podía recordarlo, solo lo habría visto una vez con algo de suerte.
Todos mejoraban, todos salían adelante...
Pero ella sentía la culpa, sentía que si hubiera estudiado más, si hubiera sido mejor peleando, si hubiera sido más rápida, si se le hubiera ocurrido la diadema de Ravenclaw antes... tantos muertos podrían haberse evitado, si tan solo hubiera leído un poco más, sabido más, si hubiera corrido más rápido. Si hubiera sido más valiente... ¿quizá podría haberse sacrificado por Harry y detenido la guerra antes? ¿Hubiera su amor por su amigo, su casi hermano funcionado de la misma forma que el amor de Lily?
Tantas preguntas sobre que hubiera pasado si las cosas fueran diferentes rondaban su cabeza que la desconcentraban una y otra vez, esa voz pequeña en su mente recriminándole todo lo que no pudo hacer en el pasado.
"Sé que me entiendes... las pesadillas son amargas para todos. Solo... creo que no puedo vivir con la culpa. No puedo, Colin..." Tragó, un escalofrío recorriéndole al decir esas palabras, pero lentamente extendiendo su mano a la de él y apretandola en un ligero signo de apoyo. "Pero gracias. Supongo que no me acostumbro a tantos tratando de salir adelante y yo solo no sé por donde empezar, el peso es demasiado a veces. Trato de convencerme de que no es mi culpa, que no podía predecir el futuro, que no podía estar en todos lados, pero ¿Como puedo? Ya ni siquiera puedo conjurar un patronus. Dennis, no sabes lo que daría por tener aquí a Colin, por verlo con su cámara, corriendo, encontrando siempre algo nuevo y fascinante para fotografiar. Aunque no lo creas y sé que no es el mismo dolor... hubiera dado mi vida porque estuviera aquí. Porque él y todo el resto estuvieran aquí, ellos merecían vivir, Dennis, ¡¿Por que tuve que salir viva si tantos tuvieron que morir?!"
Era una expresión desesperada. No solía mostrar emociones últimamente solo el melancólico desazón, un aura oscura y amargada, temerosa, retraída, un mundo donde solo valía leer y ese extraño drama que la envolvía con los Slytherin. Pero esto es lo que guardaba noche tras noche en medio del insomnio. La razón para conseguir psiquiatra, para buscar ayuda, sabía que necesitaba ayuda. Pero solo quería volar lejos, como la golondrina que tomaba forma en ella cuando se deshacía en la forma animal, tentada de permanecer en ella para perderse en la mente del ave y poder volar lejos.
No había lágrimas para sus ojos ni siquiera llanto ahogado, no había una forma para hacerlo ya que había gastado todas sus lágrimas pero esto era lo que tenía una pregunta que realmente no tenía respuesta. Ella seguía viva, varios amigos en cambio ya no estaban.
Hermione J. Granger- Mensajes : 468
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Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
He bloqueado muchas muertes de mi vida porque no quiero seguir pudriéndome por dentro, pero lo sigo haciendo, es imposible. Desde la mañana que Solar se acercó a mí a confesarme que esperaba ser maestra de pociones hasta este momento, pasando por todos mis recuerdos, me doy cuenta de que todas las sonrisas que intento poner son, de un modo u otro forzadas y falsas, que de repente ya nada me importa y estoy perdiendo poco a poco la capacidad de sentir algo. Me he bloqueado tanto que me he esforzado en desaparecer mis emociones a tal punto de convertirme en algo más.
Todos los que me lo han dicho tiene razón: ya no soy, y tampoco lo seré, el mismo de siempre.
La muerte de Colin marcó el final de una etapa y el principio del infierno que estoy viviendo y que seguiré viviendo por gusto propio. El rostro de Colin es en sí mi pesadilla privada y nunca dejaré de sentir que si lo hubiera convencido de quedarse conmigo estaría vivo. Cobarde y asustado, pero vivo. Él intentó protegerme y yo ahora… ahora… ahora… ¿En qué me he convertido? ¿Qué diría Colin si me viera en este momento? ¿Qué diría de lo que hago y en lo que me estoy convirtiendo? Es algo que intento bloquear, olvidar, pero de repente está aquí. Colin, Colin… ¿por qué es lo único que me sigue importando en este momento?
—La culpa…
¿Qué es sentirse culpable? ¿Por qué incluso he olvidado eso? Lo único que me queda es el rencor y la amargura, lo siento tan dentro de mí que si los extirpara me mataría en el proceso, acabaría con todo lo que soy en este momento. Dejo que las palabras mueran ahí, oyendo a Hermione, a quien la culpa no la deja dormir.
—Yo… no sé, sigo viviendo —respondo finalmente—. No me hago esas preguntas, no puedo, no me dejo, porque si no, si no… Seguimos vivos Hermione y esa es nuestra maldición. A mí también me gustaría a veces, estar dos metros bajo tierra, pero no puedo, no puedo. No puedo y no sé por qué… Nada me ata aquí en este momento, ¿lo sabes, no?
En el fondo, sé que es lo que me pasa, lo entiendo, lo acepto como si fuera parte de mí y vivo con ello. Me he acostumbrado a vivir con la certeza de que no me queda absolutamente nada. Sólo mis recuerdos.
—¿Te confieso algo, Hermione? —me acerco tanto a ella, a esa expresión de desazón total que ya ni siquiera me queda hasta que mis labios pueden tocar casi su oreja y sé que nadie más que ella oiría lo que digo—. Me estoy pudriendo por dentro.
Todos los que me lo han dicho tiene razón: ya no soy, y tampoco lo seré, el mismo de siempre.
La muerte de Colin marcó el final de una etapa y el principio del infierno que estoy viviendo y que seguiré viviendo por gusto propio. El rostro de Colin es en sí mi pesadilla privada y nunca dejaré de sentir que si lo hubiera convencido de quedarse conmigo estaría vivo. Cobarde y asustado, pero vivo. Él intentó protegerme y yo ahora… ahora… ahora… ¿En qué me he convertido? ¿Qué diría Colin si me viera en este momento? ¿Qué diría de lo que hago y en lo que me estoy convirtiendo? Es algo que intento bloquear, olvidar, pero de repente está aquí. Colin, Colin… ¿por qué es lo único que me sigue importando en este momento?
—La culpa…
¿Qué es sentirse culpable? ¿Por qué incluso he olvidado eso? Lo único que me queda es el rencor y la amargura, lo siento tan dentro de mí que si los extirpara me mataría en el proceso, acabaría con todo lo que soy en este momento. Dejo que las palabras mueran ahí, oyendo a Hermione, a quien la culpa no la deja dormir.
—Yo… no sé, sigo viviendo —respondo finalmente—. No me hago esas preguntas, no puedo, no me dejo, porque si no, si no… Seguimos vivos Hermione y esa es nuestra maldición. A mí también me gustaría a veces, estar dos metros bajo tierra, pero no puedo, no puedo. No puedo y no sé por qué… Nada me ata aquí en este momento, ¿lo sabes, no?
En el fondo, sé que es lo que me pasa, lo entiendo, lo acepto como si fuera parte de mí y vivo con ello. Me he acostumbrado a vivir con la certeza de que no me queda absolutamente nada. Sólo mis recuerdos.
—¿Te confieso algo, Hermione? —me acerco tanto a ella, a esa expresión de desazón total que ya ni siquiera me queda hasta que mis labios pueden tocar casi su oreja y sé que nadie más que ella oiría lo que digo—. Me estoy pudriendo por dentro.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
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Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
Los ojos color chocolate se abrieron de par en par. No sabía si era por ese roce tan íntimo que solo un verdadero secreto puede dar o por las palabras en si mismas.
‘Me estoy pudriendo por dentro’
Tan pocas palabras, una frase tan corta que se mezclaba y se estiraba a nuevos niveles... ella también se estaba pudriendo por dentro, se podría y se consumía por fuera mientras. Hacía todo lo que era necesario, cumplía las acciones vitales, trataba de seguir adelante, luchaba contra el destino y volvía a caer en él una y otra, y otra vez. No había día en el que no se encontrara viendo un reflejo de lo que podría haber sido su vida si tan solo esta guerra no hubiera existido, si sus padres no hubieran sido eliminados de su vida por su propia mano, si hubiera hecho lo que sus amigos y entrado en la academia de aurores junto a ellos para no estar sola como estaba en los oscuros pasillos del colegio.
¿Se estaba realmente pudriendo? Si, casi lo podía sentir a nivel físico cuando se daba cuenta que ya no tenía realmente un alma para poder seguir adelante. Cuando se despertaba por la mañana tras no haber dormido y los sueños se convertían en pesadillas y las pesadillas en demonios donde su varita la consumía lentamente y la convertía precisamente en eso que tanto temía y aborrecía, en la mujer que la había portado anteriormente. Llena de odio y rencor hasta solo quedar una cosa para ella que era el olvido.
‘¿Cuanto puede resistir la mente humana?’ Se preguntó nuevamente para sus adentros. A veces creía que era tan frágil la suya que se quebraría sobre si misma en solo un poco de presión, como este momento en que sentía su aliento... no era fresco, ambos habían tratado de dormir o pretendido hacerlo y la última comida había sido hacía horas para quienes la disfrutaron, pero tampoco era realmente pútrido, por alguna razón el aliento de él le olía a ironía y crueldad. Si, realmente era algo curioso poder traducir tales cosas a olores, pero allí estaban y hacían que doliera.
Una ironía más se encontraba en el hecho de que podía sentirlo como una memoria lejana como una mujer de cabello rizado y negro le había hablado así, al oído, palabras crueles que amenazaban su existencia física en este momento. Era curiosa la forma en que lo hacían la verdad, como se distorcionaba la realidad de la memoria y la memoria de la ficción mientras recordaba las torturas y el miedo se alzaba dejando un corazón desbocado en su pecho.
Ironía, ironía realmente era que en este momento deseaba abrazarse a Dennis y rogarle que no cayera, que el golpe al final era tan doloroso que no valía la pena recordar lo que había pasado, que nada valía el dolor que rotaba, que la dañaba y había luchado porque chicos como Dennis precisamente no debieran hacerlo pero pareciera que simplemente había fallado y le debía una disculpa. Dennis no debería sentir esto...
Valga la ironía el hecho de que necesitaba decir algo pero no sabía que... tanto meditar solo para concluir que si.
Ella se estaba pudriendo también.
"Supongo que... no somos tan diferentes en ese aspecto." Murmuró sin apartarse a pesar de la tentación, realmente era incómodo ese roce en su oreja, un roce que temía escondiera una promesa de dolor. Pero... mejor apartar la mirada, tratando de ignorar la herida sangrante. Era mejor observar los terrenos.
‘Me estoy pudriendo por dentro’
Tan pocas palabras, una frase tan corta que se mezclaba y se estiraba a nuevos niveles... ella también se estaba pudriendo por dentro, se podría y se consumía por fuera mientras. Hacía todo lo que era necesario, cumplía las acciones vitales, trataba de seguir adelante, luchaba contra el destino y volvía a caer en él una y otra, y otra vez. No había día en el que no se encontrara viendo un reflejo de lo que podría haber sido su vida si tan solo esta guerra no hubiera existido, si sus padres no hubieran sido eliminados de su vida por su propia mano, si hubiera hecho lo que sus amigos y entrado en la academia de aurores junto a ellos para no estar sola como estaba en los oscuros pasillos del colegio.
¿Se estaba realmente pudriendo? Si, casi lo podía sentir a nivel físico cuando se daba cuenta que ya no tenía realmente un alma para poder seguir adelante. Cuando se despertaba por la mañana tras no haber dormido y los sueños se convertían en pesadillas y las pesadillas en demonios donde su varita la consumía lentamente y la convertía precisamente en eso que tanto temía y aborrecía, en la mujer que la había portado anteriormente. Llena de odio y rencor hasta solo quedar una cosa para ella que era el olvido.
‘¿Cuanto puede resistir la mente humana?’ Se preguntó nuevamente para sus adentros. A veces creía que era tan frágil la suya que se quebraría sobre si misma en solo un poco de presión, como este momento en que sentía su aliento... no era fresco, ambos habían tratado de dormir o pretendido hacerlo y la última comida había sido hacía horas para quienes la disfrutaron, pero tampoco era realmente pútrido, por alguna razón el aliento de él le olía a ironía y crueldad. Si, realmente era algo curioso poder traducir tales cosas a olores, pero allí estaban y hacían que doliera.
Una ironía más se encontraba en el hecho de que podía sentirlo como una memoria lejana como una mujer de cabello rizado y negro le había hablado así, al oído, palabras crueles que amenazaban su existencia física en este momento. Era curiosa la forma en que lo hacían la verdad, como se distorcionaba la realidad de la memoria y la memoria de la ficción mientras recordaba las torturas y el miedo se alzaba dejando un corazón desbocado en su pecho.
Ironía, ironía realmente era que en este momento deseaba abrazarse a Dennis y rogarle que no cayera, que el golpe al final era tan doloroso que no valía la pena recordar lo que había pasado, que nada valía el dolor que rotaba, que la dañaba y había luchado porque chicos como Dennis precisamente no debieran hacerlo pero pareciera que simplemente había fallado y le debía una disculpa. Dennis no debería sentir esto...
Valga la ironía el hecho de que necesitaba decir algo pero no sabía que... tanto meditar solo para concluir que si.
Ella se estaba pudriendo también.
"Supongo que... no somos tan diferentes en ese aspecto." Murmuró sin apartarse a pesar de la tentación, realmente era incómodo ese roce en su oreja, un roce que temía escondiera una promesa de dolor. Pero... mejor apartar la mirada, tratando de ignorar la herida sangrante. Era mejor observar los terrenos.
Hermione J. Granger- Mensajes : 468
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Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
«Supongo que... no somos tan diferentes en ese aspecto»
No, no lo somos.
Pero tampoco somos iguales. Somos tan diferentes como dos copos de nieve, con algunas similitudes, pero con tan diferentes patrones… Ella tiene amigos que la ayudarán —o deberían estarla ayudando ya—, a superar sus problemas. Ella siempre ha tenido eso. Yo solía tener amigos y a Colin. Ahora sólo tengo una madre adoptiva que en su tiempo libre organiza fiestas de té y se dedica a ser sanadora. Además, cuida a un niño. No es la mejor combinación, pero es mucho mejor de lo que esperaba.
Y a pesar de todo, me estoy pudriendo por dentro. Siento a mi corazón secarse, ajarse y marchitarse. Pienso que en algún momento tendré que colgarle un cartel deprimente, como los que cuelgan en los establecimientos cerrados, dañados, cubiertos de pintas y polvo que hay por todo Londres.
«Cerrado por derribo».
Los edificios resisten todo lo que pueden su demolición. Yo, en cambio, he contribuido a la de mi corazón, a la de mis sentimientos y los he dejado en un perpetuo estado de podredumbre. Estoy casi seguro —porque conozco a Hermione, porque la he visto, porque Colin hablaba de ella—, que ella, si bien no ha resistido el estado por el que está pasando, tampoco lo ha ayudado a arrasarla.
—No, no somos tan diferentes en eso —le concedo, finalmente, separándome de ella.
Es como si no fuera Hermione. Es una mezcla de ojeras y noches sin dormir, de nervios y de tristeza infinita. ¿Qué le pasó a la Hermione prefecta que gritaba en la sala común? ¿Qué le pasó a la que se atrevía a gritarle a los gemelos? ¿Qué? ¿Dónde quedó? ¿Dónde se perdió? ¿En qué purgatorio decidió meterse y pudrirse?
No tengo ni idea.
—Pero no somos iguales.
«Nunca lo seremos».
Ella es Hermione Granger, heroína de guerra. Yo sólo soy un nombre que no quedará en los anales de la historia sino como otra cosa que el villano o el antihéroe, dependiendo quien relate y no sé si quiero hacer historia. Yo sólo quiero venganza y poco más.
Sé que Andromeda se aprovecha de eso un poco. No me molesta. Yo le doy una herramienta, me convierto en su hijo y su sombrerero y ella a cambio me da lo que más deseo. Dicen que hay un espejo en el que aparece lo que más deseas. ¿Qué aparecería allí? No tengo ni idea, porque no quiero saberlo. Todavía queda, en algún resquicio olvidado de mi cerebro, la poca conciencia que no he acabado de estrangular. No se necesita mucho para acabar con ella. Sólo unas cuantas frases.
«Ayudaré al futuro».
«Evitaré la guerra».
«Protegeré a alguien».
Frases de auto convencimiento que son al mismo tiempo verdades y mentiras. Masturbación mental para dormir a la voz de mi conciencia y asesinarla durante el sueño. Dejarla desangrarse en mi cerebro para que contribuyera a la podredumbre que tengo dentro. Si así he contribuido a destruirme, ¿qué no haré por otros? Se me dan demasiado bien las palabras.
—La gente se empieza a preguntar qué le ocurrió a Hermione Granger, ¿sabías? Por qué te saltas las clases, por qué los nervios… Aparentemente, no encajas con lo que ellos creen que es una heroína —le muestro mi mejor sonrisa sarcástica, porque al mismo tiempo pretendo mostrarle apoyo y hacerla pedazos, recordarle lo que fue y en lo que se ha convertido—. Pero ellos no saben por todo lo que has pasado, ¿cierto? Ellos no estuvieron allí…
»Yo, en cambio, soy sólo un rostro anónimo, un pobre desgraciado que carga a sus muertos a cuestas… —continúo, con el mismo intento de sonrisa que me queda—. Eso nos vuelve diferentes. De ti se espera algo, de mí… nada.
Se me queda atorada una pregunta en la garganta pero no me animo a hacerla. No aun. Porque es Hermione y a pesar de que pretenda destrozarla sólo con mi labia, aun le guardo cierto respeto.
«¿Qué harías para evitar otra guerra?»
Eso es lo que se me queda atorado. Porque al mismo tiempo quiero lazarla por la madriguera y tenderle la mano para que no caiga. Al fin y al cabo, siempre he sido complicado.
No, no lo somos.
Pero tampoco somos iguales. Somos tan diferentes como dos copos de nieve, con algunas similitudes, pero con tan diferentes patrones… Ella tiene amigos que la ayudarán —o deberían estarla ayudando ya—, a superar sus problemas. Ella siempre ha tenido eso. Yo solía tener amigos y a Colin. Ahora sólo tengo una madre adoptiva que en su tiempo libre organiza fiestas de té y se dedica a ser sanadora. Además, cuida a un niño. No es la mejor combinación, pero es mucho mejor de lo que esperaba.
Y a pesar de todo, me estoy pudriendo por dentro. Siento a mi corazón secarse, ajarse y marchitarse. Pienso que en algún momento tendré que colgarle un cartel deprimente, como los que cuelgan en los establecimientos cerrados, dañados, cubiertos de pintas y polvo que hay por todo Londres.
«Cerrado por derribo».
Los edificios resisten todo lo que pueden su demolición. Yo, en cambio, he contribuido a la de mi corazón, a la de mis sentimientos y los he dejado en un perpetuo estado de podredumbre. Estoy casi seguro —porque conozco a Hermione, porque la he visto, porque Colin hablaba de ella—, que ella, si bien no ha resistido el estado por el que está pasando, tampoco lo ha ayudado a arrasarla.
—No, no somos tan diferentes en eso —le concedo, finalmente, separándome de ella.
Es como si no fuera Hermione. Es una mezcla de ojeras y noches sin dormir, de nervios y de tristeza infinita. ¿Qué le pasó a la Hermione prefecta que gritaba en la sala común? ¿Qué le pasó a la que se atrevía a gritarle a los gemelos? ¿Qué? ¿Dónde quedó? ¿Dónde se perdió? ¿En qué purgatorio decidió meterse y pudrirse?
No tengo ni idea.
—Pero no somos iguales.
«Nunca lo seremos».
Ella es Hermione Granger, heroína de guerra. Yo sólo soy un nombre que no quedará en los anales de la historia sino como otra cosa que el villano o el antihéroe, dependiendo quien relate y no sé si quiero hacer historia. Yo sólo quiero venganza y poco más.
Sé que Andromeda se aprovecha de eso un poco. No me molesta. Yo le doy una herramienta, me convierto en su hijo y su sombrerero y ella a cambio me da lo que más deseo. Dicen que hay un espejo en el que aparece lo que más deseas. ¿Qué aparecería allí? No tengo ni idea, porque no quiero saberlo. Todavía queda, en algún resquicio olvidado de mi cerebro, la poca conciencia que no he acabado de estrangular. No se necesita mucho para acabar con ella. Sólo unas cuantas frases.
«Ayudaré al futuro».
«Evitaré la guerra».
«Protegeré a alguien».
Frases de auto convencimiento que son al mismo tiempo verdades y mentiras. Masturbación mental para dormir a la voz de mi conciencia y asesinarla durante el sueño. Dejarla desangrarse en mi cerebro para que contribuyera a la podredumbre que tengo dentro. Si así he contribuido a destruirme, ¿qué no haré por otros? Se me dan demasiado bien las palabras.
—La gente se empieza a preguntar qué le ocurrió a Hermione Granger, ¿sabías? Por qué te saltas las clases, por qué los nervios… Aparentemente, no encajas con lo que ellos creen que es una heroína —le muestro mi mejor sonrisa sarcástica, porque al mismo tiempo pretendo mostrarle apoyo y hacerla pedazos, recordarle lo que fue y en lo que se ha convertido—. Pero ellos no saben por todo lo que has pasado, ¿cierto? Ellos no estuvieron allí…
»Yo, en cambio, soy sólo un rostro anónimo, un pobre desgraciado que carga a sus muertos a cuestas… —continúo, con el mismo intento de sonrisa que me queda—. Eso nos vuelve diferentes. De ti se espera algo, de mí… nada.
Se me queda atorada una pregunta en la garganta pero no me animo a hacerla. No aun. Porque es Hermione y a pesar de que pretenda destrozarla sólo con mi labia, aun le guardo cierto respeto.
«¿Qué harías para evitar otra guerra?»
Eso es lo que se me queda atorado. Porque al mismo tiempo quiero lazarla por la madriguera y tenderle la mano para que no caiga. Al fin y al cabo, siempre he sido complicado.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
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Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
"Esa Hermione murió..." Murmuró, finalmente dejando la frente descansar contra el vidrio, sintiendo como sus entrañas eran destrozadas, quemadas, ardiendo en un infierno psicológico del que no parecía poder escapar, arrepintiéndose y regocijándose en los vestigios de humanidad que quedaban en su cuerpo, no era ella, no era ella porque no podía volver a serlo. Nadie era capaz de verlo, ni Ron ni Harry...
Ambos habían sido objetivos de los mortífagos, ambos por guardar la llave a la derrota de Lord Voldemort, sin embargo ella había sido siempre un objetivo por el simple hecho de nacer. Pero eso era casi un confort, el enfrentar algo inevitable te asegura que solo tendrás dos opciones a seguir, rendirte o luchar. En cambio lo que enfrentaba ahora era el resultado de muchas más cosas, tantos factores.
"Está muerta desde el momento en que Bellatrix Lestrange la separó de sus amigos para torturarla... cuando tuvo que enfrentar finalmente que el miedo que sentía realmente estaba justificado y ese podría ser su último momento con vida y dejaría atrás tantas cosas que no había hecho pero nada importaba lo suficiente como el simple hecho del terror... jamás la muerte y el dolor fue tan real... jamás pude comprender realmente mis propias acciones hasta que tuve que tomar mando sobre una media vida..." Se frotó un rulo entre el dedo índice y pulgar con un gesto ausente.
Esa era una media verdad, era poco más que una blasfemia de todas las razones por las cuales estaba allí, escondiéndose como un animal asustado, lista para atacar a quien se atreviera a asomarse demasiado. Ella temía que llegara el momento en que descubriera que el fin de la guerra era solo una mentira y que sería llevada a morir en Azkaban.
Giró la mirada un poco más abajo, buscando los árboles que marcaban la linea con el bosque prohibido.
"Y todos esperan algo... no saben que esperan, no importa lo ilógico que sea, pero esperan que seamos FELICES porque derrotamos a un mago oscuro a costa de tantos muertos... tantos... ¿acaso realmente esperan que simplemente olvidemos las lineas de cuerpos en el gran comedor? ¿Que no recordemos los gritos de la gente? Varios murieron de formas tan... cruentas que no puedo borrarlo de mis retinas... ¡Son unos hipócritas! Nos mandan a pelear una guerra que no nos pertenece y luego quieren hacer como que no pasó nada..." Era una mezcla de ira y resentimiento contra el mundo...
Y es que al menos cuando se enfrentaba a Voldemort sabía cual era el objetivo del mago oscuro, sabía que los destruiría por razones contradictorias, por algo que no creía pero que deseaba creer. Era evidente que el mago oscuro deseaba pisotearlos a todos indiscriminadamente fuera del tema de pureza de sangre o raza. En cambio, estos eran engañosos... en política la destruían, en creencia y en otros aspectos tanto más crueles...
Eran arpías con cara de ángel que bendecían y destruían a las personas al mismo tiempo haciéndoles creer que deben ser como ellos desean. Habiéndole sentir inferior por llorar la muerte de sus seres queridos... inadecuada, destruida. Cada piedra en este castillo le recordaba el dolor que sobrevivía cada noche, cada momento de lucidez.
"Quisiera desaparecer..." Murmuró con cansancio. Tanto deseaba borrar el dolor que no sabía por donde comenzar.
Ambos habían sido objetivos de los mortífagos, ambos por guardar la llave a la derrota de Lord Voldemort, sin embargo ella había sido siempre un objetivo por el simple hecho de nacer. Pero eso era casi un confort, el enfrentar algo inevitable te asegura que solo tendrás dos opciones a seguir, rendirte o luchar. En cambio lo que enfrentaba ahora era el resultado de muchas más cosas, tantos factores.
"Está muerta desde el momento en que Bellatrix Lestrange la separó de sus amigos para torturarla... cuando tuvo que enfrentar finalmente que el miedo que sentía realmente estaba justificado y ese podría ser su último momento con vida y dejaría atrás tantas cosas que no había hecho pero nada importaba lo suficiente como el simple hecho del terror... jamás la muerte y el dolor fue tan real... jamás pude comprender realmente mis propias acciones hasta que tuve que tomar mando sobre una media vida..." Se frotó un rulo entre el dedo índice y pulgar con un gesto ausente.
Esa era una media verdad, era poco más que una blasfemia de todas las razones por las cuales estaba allí, escondiéndose como un animal asustado, lista para atacar a quien se atreviera a asomarse demasiado. Ella temía que llegara el momento en que descubriera que el fin de la guerra era solo una mentira y que sería llevada a morir en Azkaban.
Giró la mirada un poco más abajo, buscando los árboles que marcaban la linea con el bosque prohibido.
"Y todos esperan algo... no saben que esperan, no importa lo ilógico que sea, pero esperan que seamos FELICES porque derrotamos a un mago oscuro a costa de tantos muertos... tantos... ¿acaso realmente esperan que simplemente olvidemos las lineas de cuerpos en el gran comedor? ¿Que no recordemos los gritos de la gente? Varios murieron de formas tan... cruentas que no puedo borrarlo de mis retinas... ¡Son unos hipócritas! Nos mandan a pelear una guerra que no nos pertenece y luego quieren hacer como que no pasó nada..." Era una mezcla de ira y resentimiento contra el mundo...
Y es que al menos cuando se enfrentaba a Voldemort sabía cual era el objetivo del mago oscuro, sabía que los destruiría por razones contradictorias, por algo que no creía pero que deseaba creer. Era evidente que el mago oscuro deseaba pisotearlos a todos indiscriminadamente fuera del tema de pureza de sangre o raza. En cambio, estos eran engañosos... en política la destruían, en creencia y en otros aspectos tanto más crueles...
Eran arpías con cara de ángel que bendecían y destruían a las personas al mismo tiempo haciéndoles creer que deben ser como ellos desean. Habiéndole sentir inferior por llorar la muerte de sus seres queridos... inadecuada, destruida. Cada piedra en este castillo le recordaba el dolor que sobrevivía cada noche, cada momento de lucidez.
"Quisiera desaparecer..." Murmuró con cansancio. Tanto deseaba borrar el dolor que no sabía por donde comenzar.
Hermione J. Granger- Mensajes : 468
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Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
—No murió —la corrijo con la voz demasiado dura, quizá—. La mataron. La mataste, quizá. Quizá le diste el tiro de gracia sin darte cuenta, ¿sabes?
Yo hice eso, pero no lo confieso en ese momento porque no tiene caso. Dennis estaba medio muerto cuando encontró a Colin, pero terminé de matarlo y me construí uno nuevo de la nada. ¿Cuánto mérito tiene eso si me construí a otra persona diferente, acabada, podrida, pero fría y sin sentimientos? Tengo que tener lo que es necesario para aventar a más gente por la madriguera sin remordimientos y mientras más habla Hermione y más lo pienso, está pidiendo a gritos que la empujen.
—Así que te torturaron… —cierro los ojos, recordando la manera en que sobreviví ese maldito año—. Torturaron a muchos, Hermione —recalo—. En el colegio, en las calles. Muchos están muertos y muchos siguen vivos, esperando ir hacia adelante, queriendo hacerlo. Pero tú no. Tú sólo… ¿te dejas llevar?
Dejo que mis palabras la destrocen. Si algo saben hacer mis palabras es eso, destrozar a alguien, hacerlo pedazos. Convencerlo de cualquier cosa que quiera hacer, si es que tengo el tono correcto y la mirada correcta, por algo soy un reclutador. Porque sé hablar, porque tengo ojos y oídos y porque puedo encontrar a aquellos que están desesperados por dejar todo atrás.
Por entregarse.
—No, no esperan que lo olvidemos, esperan que nos sobrepongamos a eso… —le dedico una media sonrisa, llena de sarcasmo, porque yo también pienso que es una idiotez—. Pero hay algunos que no podemos no… —vuelvo a acercarme mucho a ella, quizá demasiado. No vuelvo hablarle en la oreja, pero en sentimiento de cercanía es inevitable—, como tú y yo, ¿no? Estás dispuesta a todo con tal de que no vuelva a existir la guerra, ¿cierto?
Nos parecemos en eso, la miro y no sé dónde se metió su antiguo yo. Me gustaría repasarla con la mirada y encontrar a la Hermione que estaba antes de la guerra para no hacer lo que voy a hacer y convertirme en la persona que la tire por una madriguera mucho más oscura que la que Alicia recorrió sin saber cómo va a salir de ella o que va a convertir en su conejo blanco. Yo sólo tengo que convencerla de que es bueno para ella, para el mundo, para los demás, para lo que más me convenga y le convenga. La empujo a que me dé la razón aunque sea yo el que le pongo todo en bandeja.
—Conozco a alguien que puede ayudarte —digo, finalmente, separándome un poco, dirigiéndome de nuevo a las escaleras de los dormitorios de chicos y antes de subir la miro—. Cuando estés tan desesperada que no te importe desaparecer, búscame.
Y subo, no miro atrás.
Quizá, sólo quizá, Hermione ha empezado a caer.
Yo hice eso, pero no lo confieso en ese momento porque no tiene caso. Dennis estaba medio muerto cuando encontró a Colin, pero terminé de matarlo y me construí uno nuevo de la nada. ¿Cuánto mérito tiene eso si me construí a otra persona diferente, acabada, podrida, pero fría y sin sentimientos? Tengo que tener lo que es necesario para aventar a más gente por la madriguera sin remordimientos y mientras más habla Hermione y más lo pienso, está pidiendo a gritos que la empujen.
—Así que te torturaron… —cierro los ojos, recordando la manera en que sobreviví ese maldito año—. Torturaron a muchos, Hermione —recalo—. En el colegio, en las calles. Muchos están muertos y muchos siguen vivos, esperando ir hacia adelante, queriendo hacerlo. Pero tú no. Tú sólo… ¿te dejas llevar?
Dejo que mis palabras la destrocen. Si algo saben hacer mis palabras es eso, destrozar a alguien, hacerlo pedazos. Convencerlo de cualquier cosa que quiera hacer, si es que tengo el tono correcto y la mirada correcta, por algo soy un reclutador. Porque sé hablar, porque tengo ojos y oídos y porque puedo encontrar a aquellos que están desesperados por dejar todo atrás.
Por entregarse.
—No, no esperan que lo olvidemos, esperan que nos sobrepongamos a eso… —le dedico una media sonrisa, llena de sarcasmo, porque yo también pienso que es una idiotez—. Pero hay algunos que no podemos no… —vuelvo a acercarme mucho a ella, quizá demasiado. No vuelvo hablarle en la oreja, pero en sentimiento de cercanía es inevitable—, como tú y yo, ¿no? Estás dispuesta a todo con tal de que no vuelva a existir la guerra, ¿cierto?
Nos parecemos en eso, la miro y no sé dónde se metió su antiguo yo. Me gustaría repasarla con la mirada y encontrar a la Hermione que estaba antes de la guerra para no hacer lo que voy a hacer y convertirme en la persona que la tire por una madriguera mucho más oscura que la que Alicia recorrió sin saber cómo va a salir de ella o que va a convertir en su conejo blanco. Yo sólo tengo que convencerla de que es bueno para ella, para el mundo, para los demás, para lo que más me convenga y le convenga. La empujo a que me dé la razón aunque sea yo el que le pongo todo en bandeja.
—Conozco a alguien que puede ayudarte —digo, finalmente, separándome un poco, dirigiéndome de nuevo a las escaleras de los dormitorios de chicos y antes de subir la miro—. Cuando estés tan desesperada que no te importe desaparecer, búscame.
Y subo, no miro atrás.
Quizá, sólo quizá, Hermione ha empezado a caer.
Dennis Creevey- Mensajes : 246
Localización : ¡Hogwarts!
Re: Las largas noches de insomnio [Hermione]
Esa charla en lugar de dejarle descansar solo le había hecho más inestable. Deseaba desde el fondo de su corazón entender. Sabía que la puerta que le ofrecía Dennis era solo un arma de doble filo, un juego que perdería no importaba que hiciera y cuando acabara todo, ella estaría en el fondo de un pozo.
Pero, ¿que valor tenía este pozo que no tuviera otros? Ya se estaba hundiendo, ya estaba perdida y lo único que había hecho hasta ahora era llorar porque no sabía por donde empezar.
No tenía idea de por donde empezar su nueva vida. No tenía donde empezar porque para luchar esta guerra había renunciado a su propia vida, a su existencia, todo para luchar un poco más, para rezar por Harry, porque su hermano del alma siguiera con vida. Pero aquí y ahora dudaba si realmente llamarlo hermano, todo se había vuelto tan confuso que le hería.
Era como una invitación para caer al infierno... una que no tomaría hasta no tratar de sobrevivir.
Pero presentía que tarde o temprano regresaría a buscar esas respuestas. Una salvación, un motivo o simplemente terminar de desprenderse de esta crisálida que había creado a partir de la guerra. A partir de ese punto donde todo cambió pero tardó meses en realmente darse cuenta cuanto había cambiado todo...
Quizá... quizá debía pensar un poco más.
Pero, ¿que valor tenía este pozo que no tuviera otros? Ya se estaba hundiendo, ya estaba perdida y lo único que había hecho hasta ahora era llorar porque no sabía por donde empezar.
No tenía idea de por donde empezar su nueva vida. No tenía donde empezar porque para luchar esta guerra había renunciado a su propia vida, a su existencia, todo para luchar un poco más, para rezar por Harry, porque su hermano del alma siguiera con vida. Pero aquí y ahora dudaba si realmente llamarlo hermano, todo se había vuelto tan confuso que le hería.
Era como una invitación para caer al infierno... una que no tomaría hasta no tratar de sobrevivir.
Pero presentía que tarde o temprano regresaría a buscar esas respuestas. Una salvación, un motivo o simplemente terminar de desprenderse de esta crisálida que había creado a partir de la guerra. A partir de ese punto donde todo cambió pero tardó meses en realmente darse cuenta cuanto había cambiado todo...
Quizá... quizá debía pensar un poco más.
Hermione J. Granger- Mensajes : 468
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